D. Gray Man Droga [Drabble][Allen&Road]

Tema en 'Fanfics de Anime y Manga' iniciado por sessxrin, 5 Enero 2010.

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    sessxrin

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    Droga [Drabble][Allen&Road]
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    Droga [D.Gray-Man][Allen&Road]

    “el amor entre un exorcista y un Noé es prohibido”
    Tyki mikk.



    Es un amor masoquista y lo sabe.

    Le gusta que lo bese, le gusta que sus tibias manos recorran su rostro, le fascina de sobremanera que lo mire con esos profundos y vacios ojos violáceos.

    Pero también lo odia.
    Odia sentir su filosa lengua en su boca, odia que le sonría de esa forma tan retorcida suya, odia que le guste.

    Porque cada vez que ella funde sus labios con los de él, hace que se le haga más imposible dejarlo.

    Se volvió adicto a Road Kamelot, y lo sabe. Lo quiere dejar, pero no puede.

    Le encanta su personalidad atrevida e infantil, que no le pida permiso para besarlo, que lo haga sin pensarlo, con fuerza y pasión, quemándolo.

    Ella es una fuerte droga, que lo va quemando cada día, pero que le encanta, y no puede dejarlo.

    Pero que tiene que hacerlo, porque sus besos son prohibidos, y sus caricias ilegales, porque el amor enfermizo entre un exorcista y un Noé es una censura.

    Cierra sus ojos como buen caballero, evitando mirar la ropa interior de ella, que divertida se encuentra elevada encima de la sombrilla Lero.

    —Sabes que volverás a caer, Allen –dijo divertida mientras se sentaba en la sombrilla, que extrañamente se encontraba callada.
    —Eso lo veremos –dijo firmemente, mientras su segura mirada mercurio se perdía en la violácea de ella.

    Ella sonrió y bajó de un salto.
    Casi saltando, se acercó al exorcista y paso su brazo por el cabello plateado de él, acercándolo para besarlo.

    Mínimas cosquillas nacieron en los labios del peli-plateado, pero que tenía que ignorar.
    Cerró los ojos y volteó su cabeza suavemente, reafirmando su firme negativa, su rehabilitación.

    Soltó su mano, y se alejo de él, con un imperceptible ceño fruncido, que rápidamente desapareció para soltar una jovial risa picara.
    Una gran puerta apareció en aquel solitario y oscuro lugar, abriéndose para que la Noé pasara.
    Con Lero en su mano y sus pies en camino, lo miro de reojo, que la miraba fijamente. Ella sonrió y movió sus ahora rosados labios.

    —Me amas…me odias –jugueteó con las palabras- ¿Cuál de las dos es más fuerte? Allen –preguntó seria con un puchero, para después sonreír y desaparecer.

    Ella es una droga increíblemente adictiva, infantilmente letal e imposible de dejar.

    Sus fuertes manos aprisionan con gusto su cadera.
    Sus delicadas manos encierran su cuello, dándole imperceptibles caricias.
    Sus labios unidos siguen en esa danza desenfrenada y desesperada.

    Y siguen con su corrupto juego, envenenándose cada vez más…

    Es imposible dejarla…
    Porque sus labios son adictivos, sus besos lo queman y sus caricias lo enloquecen.

    Y ella vuelve a cumplirle…
    Porque es su dulce personal, porque le gusta.

    No puede dejar a la Noé, porque se volvió limitado a ella.
    No puede dejar al exorcista, porque le encanta.

    —Solo eres un simple humano, Allen Walker.
     
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