Microrrelato Dos polos opuestos

Joven damisela deberás de dar con una conclusión. Dos nuevos chicos han llegado a ella. Por mucha rareza y confusión que la sumerja.

El encapuchado había llegado para traerle sonrisas y momento de felicidad, cargado de bombas literarias que a cualquier damisela del siglo pasado enloquecería. Aquella actitud y desafío que plasmas en cada escrito y contestación la animaban a seguir luchando contra el. No sabía que final tendrían ambos, era un destino incierto.

Justo cuando la damisela empezaba a descáscarar su confusión y dar paso a otra reacción, llega un caballero que la ha sorprendido en desmedida.

Aquel Caballero que con su formalidad al llamarle "Señorita" y "Ángel" junto con su singular e igualdad obsesión por el anime barato y por el cariño de Obito, poco va ganando su corazón. Su manera de expresarse, el hecho de haber escuchado su voz, tener a su disposición respuestas sin mucho misterio. Aunque a decir verdad este caballero tiene en sus manos la misma capacidad de la damisela, y esa es "El suspenso", si ella le encanta dar suspenso, este caballero le da suspenso y luego la mata con un roce de labios tan dulce directo a su corazón. Ocasionando también una sonrisa que no quita de su rostro.

Dos polos opuesto, dos polos que tienen sus diferencias.

El Encapuchado con su ser de misterio y confusión, cargado con bombas de gran concentración y de a una, las risas que ocasiona, las sorpresas y sus intuiciones.

El Caballero, con su formalidad, su dulzura y su pureza, a pesar que tiene cordura, menos loco, joven, e inexperto. Pero con su carga de suspenso inminente. Su amor más sincero y puro.

La damisela sonríe por ambos, aunque con la confusión su corazón va por amor al caballero, y adoración e ilusión al encapuchado.

¿Quién ganará la sonrisa de ella?
Solo la espera diurna y tortuosa lo dirá. Pero al menos este año no pasará tan sola sentimentalmente su cumpleaños. Pasará por batallas y locuras hasta ese día.

Una diversión, una aventura y locura.