The Walking Dead Dont worry [Actividad - Walking dead]

Espero les guste :D

Siempre había sido lo que no querían de mí, hace años había dejado de intentar vivir para mis padres y había comenzado forjarme una vida sin limitaciones, hasta que terminé por tener cierta indiferencia por ella, una especie de celo garrafal por cruzar cualquier exceso…


Atardecía en la ciudad de Atlanta, hay demasiado tráfico, en las calles y los gritos de conductores furiosos y un concierto urbano de claxon resonaba entre los rascacielos. Una moto ducati fabricada por los noventas y algo vieja se abría paso esquivando los automóviles que avanzaban a paso lento, ganándose los insultos de varios conductores. El conductor como un completo demente aceleraba para dejar la rueda superior al aire pegando un grito de emoción mientras montaba una camioneta y le pasaba por encima, traía un uniforme de pizzero rojo con azul, ese tipo loco, era yo…



Sonó un ringtone de celular, una canción de The offspring. Tomé el celular y contesté sin desacelerar ni un poco.


— Si…aaa hola papá, estoy bien aunque tú y mamá crean que soy un fracasado… ¿Cómo que ocurre algo?..., ¿Qué clase de cosas?, yo no he escuchado nada al respecto…cálmate, cálmate, ¿Por qué estás así de alterado?,… si está bien, ¡ya!, buscaré ir a mi departamento…



Se escuchó un rechinar, inesperadamente una ambulancia que se habría paso por el otro lado de la calle viajando a toda velocidad chocando parcialmente con varios autos que le impedían el paso hasta dar de frente con un autobús de pasajeros que al verla venir buscará virar y con esto además de impactarla mientras se volcaba, él iba a dar contra los muros de un edificio. Se podía escuchar los gritos de terror de la gente. Seguido de la ambulancia un Ford fiesta fuera de control derrapaba hasta impactarse contra el auto que estaba aún lado de mi empujándome, provocando que tirara el celular y estuviera a punto de caer de la motocicleta al dar un violento giro de noventa grados.



— ¡¿Pero qué diablos sucede?! — Exclamé desconcertado.


Mi mirada se dirigía hacia el conductor del auto que había terminado en la acera completamente lacerado y probablemente sin vida. Escuché un crujido miré al piso, la misma rueda de mi motocicleta había terminado aplastando mi celular.


Estaba por lanzar una maldición cuando escuché un sonido, que no olvidaré jamás, esa una especie de gemido somnoliento y bastante tétrico, sentí una fuerte opresión en el pecho cuando el tipo que yacía en el piso comenzaba a levantarse y aterrado partí de allí.


Intentaba reordenar mi mente, mi padre me advertía que algo ocurría afuera y parecía que tenía razón. La gente del edificio donde estaba mi departamento salía apresuradamente llevando lo que podía consigo, subía las escaleras cuando escuchaba varios disparos a lo lejos y un grito, no era un barrio precisamente seguro pero esto no era común, llegué hasta mi puerta y observé algunas cartas debajo de ella, así como un candado y un letrero de “desalojo” pegado de ella.


— ¡Carajo! — exclamé furioso mientras golpeaba la puerta, justo ese momento me ocurría eso.


Me apresuré a bajar de nuevo, terminé quitando a dos tipos de mi motocicleta y antes de que volvieran hacia mí, arranque.


Un completo caos se vivía en las calles, la gente corría como huyendo de algo, transformando todo en una completa anarquía de destrucción y desesperación, yo mismo hubiera formado parte de esto si lo mío no fuera más como una especie de reclamo y marca de mi individual rebeldía, si lo hacía con todos perdía chiste.


Minutos más tarde arriba a la casa de mis padres, la puerta estaba abierta y varios de los cristales rotos, apresuradamente baje para ver qué había ocurrido y después de revisar cada habitación me percate que estaba vacía.


Había una nota adherida a los imanes de la nevera, era la letra de mi padre.


“Nos fuimos a la casa de tu abuela, esperando que lo que está ocurriendo aquí no esté ocurriendo en esa ciudad, esperamos que estés bien…”


Me habían dejado a mi suerte, no pude evitar sentir cierta melancolía al leerlo, la apatía en sus palabras. Tomé el sobre que había encontrado bajo mi puerta, estaba un tanto arrugado y lo saque de mi bolsillo, sabía que era uno de los avisos del banco exigiendo que les pagara lo que les debía.


Me senté en las escaleras próximas a la puerta, presioné mi cabeza con mis manos, dando un largo suspiro, en mi garganta se formaba un nudo y me costaba tragar saliva.


A lo lejos volví a escuchar ese sonido, se extendía por el viento como un lamento, levante la mirada y observé la figura tortuosa de un muchacho como de mi edad lleno de sangre en el rostro, era tan repulsivo, tan asqueroso, tan…poco humano. Caminaba hacia mí arrastrando sus pies mientras que por momentos su cuerpo parecía convulsionarse entre movimientos erráticos, lanzando un rugido se lanzó sobre mí, en ese mismo instante un chico de piel oscura y fornido cruzó la ventana rompiendo el vidrio.


— ¡Mátalo, es un monstruo! — me ordenó mientras me lanzaba un bate.


El miedo me llevaba a obedecerlo y le propinaba a la criatura un golpe en el cuello mientras de escuchaba crujir saliendo expulsado hacia la pared, la mujer me ayudó a parar, era rubia y de ojos claros.


— ¿Qué diablos era eso? — pregunté asustado.


— Es un caminante chico, al menos así les llamamos y vienen más hacia acá, estoy con unas personas si quieres acompañarnos…


Sin entender mucho de lo que ocurría, sin saber quién era ni lo que hacía, la seguí sin pensar. Siempre había sido lo que no querían de mí, hace años dejé de intentar vivir para mis padres y forjarme una vida sin limitaciones, a causa de eso me había creado más, deudas, enemigos, problemas, había terminado con cierta indiferencia por ella una especie de celo excesivo por cruzar cualquier exceso y en el momento que se cobraría todo, todo había caído, mucho perdía en ese momento, pero también todas las preocupaciones.


— Me llamo Gleen— dije con una leve sonrisa mientras tomaba una gorra de uno de los autos y me la ponía en la cabeza.