Drabble de Inuyasha - Dolor [Inu&Kikyou]

Bien veamos. Esta creado para la actividad: ¿Dónde está Inuyasha?​

Espero Ale que no muerdas al leerlo ^^U​

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Dolor​

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El dolor es mercenario de tus pasos.

El sentimiento creciente de culpa se asomo por sus ojos. Desolados, tristes, carentes del brillo dorado.

Los pasos te estrangulan, cada paso te duele.

Recorres un camino sin rumbo, solitario.

Tus pies te llevan aun lugar que, con tan solo contemplarlo te inundan millones de recuerdos.

La amas, siempre lo hiciste. Pero aquel amor te duele, hace una opresión fuerte en tu pecho.
Te martiliza recordarla. Porque al cerrar tus ojos vez una vaga imagen. De sus finos cabellos negros cayendo como una densa cascada sobre su espalda.
Los fríos ojos negros que demostraban una pequeña felicidad.

Tu ansiedad es grande, albergas el pequeño deseo de traerla de vuelta.
No olvidas su última sonrisa, para ti fue memorable, porque en tus manos perdió el último aliento de vida y como luces brillantes se dirigieron al cielo.

La recuerdas, los momentos mas allegados de su vida anterior como humana.


Con sigilo te mueves, observas a tu delante.
El árbol sagrado, moviendo sus hojas con un fuerte aire.

Como si fueras un zombie estas delante de ello, lo tocas, sientes el aspero tacto del roble.

Aquel árbol fue testigo, de aquellas emociones adquiridas a lo largo de tu vida.
Fue testigo de tu muerte, tu enfrentamiento y tus emociones.

Como signo de desfogarte golpeas el piso con fuerza. Lo chancas hasta que este adolorida tu mano. No eres consciente, te culpas por no ayudarla, te consideras un inútil.

Su muerte te afecta de sobre manera, deseas con tanto fervor que vuelva a la vida.

Los golpes cesan, te detienes.

Y con gran pesar y amargura miras el cielo. Era de noche y finas gotas caían de esté.
Altaneramente te estrujas, finas lágrimas surcan de tus ambarinos ojos.

Lloras de impotencia. Tus palabras no pueden cumplirse. No eres capaz de traerla de la muerte. Sientes que nunca podrás.


La esperanza se desmorona, pero tu no aceptas su muerte.

¿Tanto la amas?

Tu sentimiento es grande.

Tus olfato te confunde, te hace una mala jugada.
Con pesar levantas tu rostro, encontrándote con las prendas de una sacerdotisa. Piensas que solo es una ilusión, que es un imagen proyectada en tu mente.

Te nublas, intentas levantarte.

—Kikyou...

El nombre te sabe amargo en tus labios, te sientes desesperante. Con cuidado te aferras a ella, abrazándola. Temiendo muy en el fondo, que desaparezca de tus manos.


Y con el solo el sonar de sus palabras te impactas. Porque es verdad, ella esta viva y ahora la tienes en tus brazos. Y por si fuera poco, ella te acompañara hasta la eternidad.




Fin