Disfraz perfecto..

Bien les traigo una historia de un corte nada común en mi. Nunca había escrito algo tan narcisista, espero que les agrade mi nuevo tema...​

Nota de la autora: Esta historia salio de los desvarios de mi mente mientras iba sentada viendo el paisaje mientras mi padre conducía hacía aquí mi México querido. Lo que sale de las ensoñaciones de mi mente ^w^ de mi delirante mente.​

Disfraz perfecto ​

Por primera vez en mi vida decidí creerme el cuento que tanto me contaban de mi persona. Por primera vez decidí sentirme bonita y aceptar mi perfecta belleza. ​

Y por primera vez asistir a un baile en donde todo el mundo jugaba a ser lo que no es. ​

¿Qué tiene de malo que yo me una a esa fiesta? Al fin y acabo solo iba a fingir que tenía autoestima y no mas.​

Me coloque la falda larga que se amoldó a mis caderas,glúteos y parte de mis piernas a la perfección como si fuera una segunda piel gracias a mi perfecto cuerpo, cayendo luego la suave tela deslizándose con delicadeza sobre mis piernas perfectas ciñéndolas levemente y acabando un poco antes de mis pantorrillas. Si bien sabía que una falda larga no entraba en la categoría de "Ropa sexy" esa prenda me quedaba a la perfección y me hacía lucir realmente bien. Cosa que me quedo más que clara cuando me fije en el espejo. Aunque todavía no estaba lista sabía que me veía estupenda aun con esa blusa de tirantes y aquella falda café con un millón de flores de color rosa pastel, parte de mi atuendo de esta noche.​

Urge en mi cajón en busca de aquella prenda que había mandado a hacer para tal ocasión con tres meses de anticipación. Cuando por fin la encontré y me quede observándola como boba un par de minutos. No era mi estilo para nada pero en realidad si era una prenda muy divina. Era un ¿Top? Café que solo cubría mis pechos dejando al descubierto mi pequeña cintura y mi plano abdomen dejando a la vista mis perfectos hombros los cuales eran adornados por un encaje beich brillante que estaba añadido al top, que no se podía llamar top, ya que, tenía mangas que tampoco sabia sí se llamar así, ya que, tenía una abertura en medio de ellas como si solo fueran dos pedazo de tela unidas en un encaje chedron a la altura de mis codos y que terminaba unos diez centímetros mas abajo como si fuera un vestido de princesa de esos de la edad media. Me cambie mi blusa de tirantes roja que llevaba por aquella prenda que no sabría nombrar que era. Me mire en el espejo. En realidad el disfraz estaba quedando a la perfección. Con unos detalles mas e iba a parecer una verdadera gitana. De esas de verdad.​

Busque entre mis zapatos algunos que pudieran entonar con el atuendo y para mi sorpresa si encontré unos. Eran de tiras como de cuero que se amarraban desde mis dedos finamente arreglados hasta abajo del huesito del tobillo dejando descubierto la mitad de mi pie en una forma de rombo. No tarde ni dos minutos en calzarlos y amarrarlos. Lo único que lamentaba era que los zapatos tenían una altura escasa de unos dos centímetros, eso no me ayudaba con mi uno cincuenta y tres de altura. Pero con eso no había nada que hacer.​

Ahora para que mi atuendo estuviera totalmente perfecto debía arreglar la maraña de mi castaño cabello. Cosa que no iba a estar tan fácil. Tome la plancha que ya había conectado y empecé a planchar por mechones mi cabello y acabándolo en una punta, no tarde ni media hora me había quedado deslumbrante parecía quebrado de naturaleza. Solo faltaban los accesorios. Tome un puñado de pulseras delgadas de plata que tenía y me las coloqué en mi muñeca derecha, luego tome dos collares plateados delgaditos y me los coloque alrededor del cuello, para después tomar un pequeño anillo que solo Dios sabía porque lo tenía, era un aro plateado con una figurilla de un sol pegado a una luna de una manera tan espiritual que no dude que era perfecto. Collares, pulseras, aretes.... Algo faltaba...Algo...Mmm... ¡Ya! Necesitaba algo para decorar mi cabellera, y lo que requería lo tenía justo en el ropero esperando por una oportunidad así para poder salir. Una pañoleta de una tonalidad magenta. Me la coloqué en mi cabello rápidamente ansiosa de ver el resultado de la suma casi total de mis esfuerzos de esta noche. Rápidamente corrí hacía mi espejo y vi reflejado algo que realmente me gusto; ahora lo último: El maquillaje.​

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Abrí mi cajonera en donde guardaba los tantos regalos de cumpleaños que me daban mis primas Yessy, Mary y Danna: Maquillaje, eran los únicos obsequios que conocían; gracias a ellas mi colección era bastante grande y nueva claro, porque yo no solía utilizarlo.​

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Saqué primero la base y me la aplique con cuidado para que el tono de mi rostro quedara en manera uniforme. Le seguí con mis ojos, empecé rizando mis largas pestañas para después colocar la mascara y encima de esta una capa de rímel, nunca supe si eso se debía de hacer pero a mi me gustaba el resultado. Terminando de aplicarme aquel producto me dedique a delinear mis ojos por la parte inferior, pasando unas siete veces aquel lápiz para que el color penetrara perfectamente bien y en un arranque de euforia decidí también delinearme un poco la parte de arriba de mis ojos, cosa que nunca había hecho, con algo de dificultad lo conseguí y me dedique unos cuantos minutos a ver el resultado en ambos de mis ojos. Bien, me habían quedado bien. Pero para que mis ojos estuvieran perfectos faltaba la sombra. Tome un estuche que tenía una gran variedad de tonos. Contrasté la sombra en una combinación de matices marrones dándole a mis parpados una tonalidad natural. Y otra loca idea cruzó por mi mente. ¿Qué pasaría si aplicaba una leve sombra rosa sobre mi ya puesta sombra? Lo intente consiente que él tiempo ya estaba en mi contra, y para mi alivio me gusto el resultado pero imagino que fue porque difumine demasiado aquel rosado polvito, en fin el punto era que había quedado deslumbrante.​

Ropa... Listo, peinado...Listo, accesorios...Listos y maquillaje...En proceso: Base...Ya, ojos...Ya, maquillaje… Pendiente, rubor...Pendiente, labios... Aún no. Bien me faltaba poco para terminar mi arreglo.​

Rápidamente tome mis tantos rubores y los coloqué en el peinador para decidirme cual tonalidad era la "indicada". El rosa pálido me pareció el mejor, era el que se veía mas natural, y mas inocente claro; así que fue ese el que me apliqué . Y para finalizar, mis labios, los cuales delineé su contorno con un lápiz rojo cerezo, lo difumine hacía a dentro para que mis labios adquirieran parte del color, luego con un lápiz labial color "fresa" termine aquella zona de mi cuerpo…​

Supongo que ya estaba lista, tome mi cámara fotográfica y la puse en mi peinador, activé el temporizador y pulse el botón para que tomara la foto; me coloqué a donde la cámara apuntaba y me puse en pose para foto. Diez segundos pasaron y el flash encandilo mis ojos… Foto del recuerdo… lista.​

El taxi que ya había pedido debía estar por llegar así que me concentre en desconectar mi plancha, guardar el maquillaje y darle una rápida “arreglada” a mi habitación, bien solo metí todo debajo de la cama; me apresure al baño a enjuagarme la boca con el enjuague bucal y salí de mi casa. ​

Mi celular marcaba las 9:50 pm cuando el taxi arribo en el gran salón donde se celebraba el evento de disfraces. Cuando baje del vehículo pude notar como todos se me quedaban viendo, una ola de soberbia impropia de mí invadió mi cuerpo, pague el taxi y con un caminar lento y presuntuoso me acerque a la entrada. ​

Para mi sorpresa, no tan sorpresa, en aquella fiesta se encontraban mis amigos de secundaría con los cuales había perdido casi toda la comunicación que tenía, salvo con algunos a los cuales seguía frecuentando, pero obviamente eran la minoría.​

Pude notar como sus orbes se abrieron de la impresión de verme así, tan segura de mi misma, tan independiente y sin necesitar de ellos como antes lo había hecho; yo había cambiado desde que ingrese a la preparatoria yo lo sabía y estoy segura que ellos también lo presentían, mi Facebook lo mostraba y comprobaba. ​

Pase de largo sin prestarles la mas mínima atención, y me dirigí hacía donde mis nuevas amigas me habían dicho estarían.​

A pesar de que ese día mi autoestima iba a ser la mas elevada del mundo, no pude evitarlo por unos momentos caminar con la cabeza baja, esa fue la razón por la cual choche con un tipo rubio, muy sexy disfrazado de vampiro; Lo mire detenidamente… Me parecía tan conocido y su aroma me era tan familiar que no pude evitar quitarle la mirada de encima.​

— Lydia. — Escuché como su grave voz pronuncio mi nombre. ¡Oh por Dios! No es cierto, al instante reconocí aquella varonil voz, como no reconocerla si casi creó delirio con ella; no era nada más ni nada menos que la voz de mi amor de escuela Matt Marshal. ¡Por Dios! No creí que fuera a venir, ni mucho menos que me lo fuera a topar. ¡Qué vergüenza! ​

Sentí el calor en mis mejillas y mis manos sudaban, ya estaba nerviosa y si no le contestaba me iba a ver como una idiota, él se iría y como siempre no le hubiera podido hablar con él porque lo único que salía de mis labios eran incoherencias cuando estaba junto a él. “Bien tengo que hablar.” Me ordenó una voz en mi interior ​

— ¿Matt? — Pronuncié su nombre como si hubiese querido equivocarme, que no fuera él sino otro chico que se parecía mucho a él y que tenía su misma voz, que estaba igual de sexy, que tenía sus mismos ojos y que era idéntico a él; pero que no era él. Si, eso podía pasar.​

— Buen disfraz — Me halagó. Creó que él estaba en las mismas que yo. Solo le sonreí…​

— Gracias, el tuyo es fantástico. ¡Un vampiro! ¡Wow! — lo halagué de vuelta. ​

— ¿Tú una gitana hippie? — Me interrogó un tanto indeciso.​

— Solo gitana. Yo si me baño. — Le sonreí y él soltó una leve risa Me sonroje y ladeé mi rostro un poco hasta que recordé que esta noche había decidido no ser esa típica niña tierna y tímida que era sino que iba a ser atrevida, como lo sería si mi autoestima fuera alta.​

— Luces genial. — ¡Oh My God! ¿Enserio parecía lo que parecía ser? ¿Enserio Matt acababa de decirme algo así como un piropo? ​

— Pues tú no te quedas atrás. Te vez realmente guapo. — Le sonreí de manera coqueta, mientras que todo en mi interior estaba hecho un caos, ¿Yo dando un halago de esa magnitud a un chico, y mas a un chico que me gusta? No eso no estaba en mis habituales hábitos, y creo que Matt lo sabía, puesto que sus mejillas se tornaron de un color carmesí que se me antojo muy provocativo.​

Matt parecía tener la intención de decirme algo, pero algo lo interrumpió, ese algo era un señor de edad media, rechoncho y con unos lentes graciosos disfrazado de calabaza, el cual se dirigía hacía nosotros sin ninguna idea de lo inoportuno que estaba siendo para mi corazón.​

— ¡Qué pareja tan coordinada! — Exclamó, y tanto como Matt y como yo nos quedamos con cara de “¿qué pedo con este tipo?”. Y este ante nuestra expresión se apresuro a explicarnos la razón de su anterior comentario. — La idea de un vampiro clásico que se enamoro de una solitaria gitana la cual se había alejado de su tribu para poder concebir su amor con una creatura que no es para nada natural. ¡Es tan original! Y poco común de concebir entre chicuelos debo admitir… ¿Les puedo sacar una foto? — De explicarnos paso a preguntarnos una cuestión que nos consterno, bueno por mi parte así lo fue ya que no sabía ni que contestar, vire mi rostro hacía el de Matt; en busca de algún indicio de lo que estaba pasando en su mente y deduje que él estaba en las mismas que yo en este momento pues su rostro mostraba una expresión muy parecida a la que yo creía dar. — ¡Por favor muchachos! Soy un coleccionista de fotos de disfraces — Nos explicó, ambos nos miramos a los ojos pidiéndonos permiso el uno al otro para acceder a la petición del señor calabaza, yo me encogí de hombros dándole a entender que por mi estaba bien. ¡Y vaya que estaba bien! ​

— Esta bien. — Habló Matt y el rostro de aquel extrañó hombre se torció en una extraña sonrisa un tanto traumática…​

— Chicos, pero podrían ponerse en una pose de acuerdo con sus disfraces ¿Si? Para mas realismo — Explicó antes de que pudiéramos volver a cuestionarlo.​

— Claro. — Contesté yo sin tener ni idea de cual era una pose “De acuerdo a nuestros disfraces.” ​

— ¿De que manera nos tenemos que poner? — La voz de Matt sonaba algo ansiosa o algo así, bueno eso me pareció a mi.​

— Mira, tu muchacho — señalando a Matt — te colocaras por detrás de ella, si así — aprobó y una milésima de segundo después sentí un calor por atrás de mi espalda, era el cuerpo del chico de mis sueños. — Ahora coloca tu mano izquierda sobre su cintura de lado derecho, como si la estuvieras abrazando… — Indicó.​

Sentí como Matt realizaba la acción que el hombre le estaba indicando. Mis mejillas se estaban sintiendo calientes, seguro mi rostro ya mostraba un rojizo color.​

— ¿Así? — Interrogó presionando la curva de mi desnuda cintura apretándome a su abdomen de una manera que se podía clasificar un tanto posesiva.​

— ¡Exactamente así, perfecto! — Exclamó el varón para luego, a mi parecer, pensar en que le faltaba a muestra pose. — Ahora con tu otra mano toma su cuello por el lado izquierdo, levanta con tu pulgar su rostro y coloca tu rostro en la curvatura de su cuello — Fueron sus indicaciones y tras escuchar como Matt tragaba saliva de manera nerviosa acató lo antes dicho; paso su mano por delante de mi rostro y delicadamente colocó sus dedos en mi cuello y en un suave rozar delineo mi garganta hasta llegar a mi mentón para levantarlo con su pulgar para unos momentos después colocar su rostro en mi cuello expuesto, sentía el calor de su respiración y mi piel se erizo, mis latidos estaban completamente latiendo despavoríos y me dio un poco de pena que Matt pudiera escuchar los latidos de mi corazón al estar al lado de mi yugular y siendo sincera no me había puesto a pensar tampoco en la escena que debíamos proyectar Matt y yo era un tanto… hemm… provocativa, bueno tampoco es que pudieran pensar en otra cosa que no fueran las manos de Matt en mi cintura y mi rostro. Y algo de lo que tampoco me había percatado que en verdad me sorprendía mucho que Matt hubiera aceptado sin mas el tomarse aquella foto conmigo; si yo había accedido, pero porque el me gustaba; pero… ¿Por qué había aceptado él?​

— Ahora tu señorita — llamo mi atención el señor calabaza dejando aun lado mis cavilaciones — toma con una de tus manos su cabello como si lo estuvieras atrayendo hacía ti. — Fue su primera orden para conmigo, lentamente acerque mi mano hacía su rubia cabellera despeinada sensualmente y lo tome por detrás de sus orejas, a la altura de la nuca, apretando de ella un poco para que pareciera lo que el señor me estaba pediendo, la suave textura de sus cabellos me sorprendió y comprendía que aquella sensación que provocó en mi aquel tacto iba a quedarse guardara en mi mente para toda mi vida… — ¡Muy bien! Ahora gitana, coloca tu otro brazo sobre el de él y entrelaza tus dedos con los suyos. — indicó y muriéndome de nervios entrelace su mano con la mía ¡Dios! Su mano era tan cálida, por un momento creí que estaba en un sueño… Y quizá lo estuviera…​

Todo parecía fantasía, sentir el aroma tan característico de Matt mucho mas cerca de lo que antes pude tenerlo, la sensación de su piel contra la mía y sobre todo su cálida respiración en mi cuello….​

Salí de mis pensamientos súbitamente cuando me percate de cómo alrededor de nosotros se encontraban un cúmulo de gente entre los cuales mis ojos visualizaron al grupo que eran mis antiguos amigos, a los cuales casi se les salían los orbes de sus cuencas a causa de la impresión, estaba mil por ciento segura de eso y una sonrisa arrogante curvo mis labios…​

— ¡Por dios! — Exclamó el hombre regordete antes de indicarnos, mas para si mismo que para nosotros, que no nos moviéramos. Yo acaté órdenes y espere, prontamente el hombre apareció de vuelta en mi ampo de visión con una enorme cámara fotográfica extraña a mi perspectiva, la cual apuntó a nuestra dirección y un segundo después de aquel aparato se esparció un molesto y cegador flash dejándome momentáneamente aturdida; cuando por fin pude recuperar la visión en aquel salón con escasa iluminación me di cuenta de que aquel señor aún seguía sacándonos fotos a Matt y a mi pero desde distintos ángulos. — Cambien de posé — Nos exigió, por un momento pareciese que aquel hombre al instante de tomar su cámara había perdido su amabilidad. Por su tono de orden y su dura voz decidí hacerle caso; a pesar de que solo le habíamos dado permiso de una sola fotografía. Viré mi cuerpo el cual pareció amoldarse al de Matt de una manera un poco inusual, pero aun así perfecta. Yo no tenía la intención de crear una escena tan lasciva como la que acababa de crear pero lo había hecho; y al parecer Matt no se lo esperaba puesto que su cuerpo tembló un poco ante mi nueva posición pero aún así no se movió… quizá a él también le había asustado la rudeza de aquel hombre calabaza o talvez a él le gustaba este contacto que estábamos teniendo los dos. No se quizá y si, al parecer en esta noche todo podía pasar.​

Mis brazos recién entrelazados en su blanquecino cuello y mi rostro ahora apegado a su palpitante pecho, el cual me dejaba escuchar como su corazón acelerado traqueteaba tal cual caballo desbocado después de un año en cautiverio, me hizo sentir un rubor emanando en mis mejillas ¿Podía sonrojarme mas? Presentía que me estaba sobrepasando de la situación. Lo que no presentía era lo que Matt estaba haciendo. Una de sus manos me estrecho contra su torso aferrándose a mi cintura mientras con la otra movía de nuevo mi rostro hacía la altura de sus rosados labios y con su lengua surco mi cuello como si estuviera sellando su recién “mordida”. Sentí como si un millón y medio de corrientes eléctricas cruzaban a gran velocidad todo mi cuerpo con la clara intención de hacerlo temblar; y estaba segura de que solo Matt podía producir estas reacciones en mi.​

— ¡Perfecto! — Escuché hablar al fotógrafo raro antes de volver a ponerse en acción en torno a nosotros dos tomando un centenar de fotos…​

Unos minutos después el hombre finalmente dijo las palabras que declaraban el final de mi estado de gloria y que me sumirían en un estado de vergüenza… Pero esto último sucedería solo si yo lo permitía. Hoy era mi noche y había decidido que nada ni nadie lo arruinaría, aunque se tratase del chico de mis sueños reclamándome el haber realizado poses extrañas junto a el para un loco maniático. Hoy tenía alta autoestima y no iba a permitir nada que me pusiera triste.​

— Eh finalizado. — declaró y yo mentalmente me recordé que tenía que separarme de mi adorado Matt, cosa que hice lentamente, deseando que el tiempo se detuviera para así no tener que enfrentarme al o que venía, porque aunque tuviera esta noche el autoestima por los cielos eso no significaba que no tuviera miedo a lo que se avecinaba.​

Cuando por fin estuve separada de él no baje mi mirada como usualmente lo hubiera hecho sino que la mantuve fija en el rostro sonrojado de él, haciéndolo lucir terriblemente irresistible, aspecto que me recordó que antes de que terminara la fiesta tenía que ir con aquel fotógrafo a exigirle unas copias de aquellas fotos recientemente tomada, era lo mínimo que me merecía y además no iba a perder la oportunidad de perder un valioso recuerdo. Pero antes de eso tenía que hablar con Matt…​

— Emm… Matt — Le llamé y él, que parecía tener la vista a millones de años luz de este lugar, dirigió sus orbes castaños hacía mi.​

— ¿Si? — Su tono de voz parecía un tanto distraído; algo así como cuando no quieres escuchar algo.​

— Lamento el momento que tuvimos que pasar… — Inicié pero pare de hablar cuando distinguí en su mirada algo de decepción. — Lo que quiero decir es que, no pensaba que fueras a hacer algo así como lo que acaba de suceder, no lo creí propio de ti; es a lo que me refiero o mas bien yo siento que me sobrepase con la situación, es por eso que me disculpo… — Me expliqué sin saber ni que estaba diciendo; posiblemente le estuviera diciendo mil incoherencias y media y yo ni en cuenta…​

— Y yo no sabía que fueras tan atrevida — Fueron sus palabras seguidas de una media sonrisa que pretendía, y lograba, ser seductora; sentí derretir al ser yo a la que le dedicaba dicha expreción…​

— Si, yo tampoco me sabía así — Coincidí de igual manera.​

— ¿Sabes que muchos conocidos nos vieron? — Me cuestionó un tanto ¿Apenado?​

— Si, estoy conciente de eso — Afirmé con determinación, dirigiéndole una sonrisa que pretendía ser dulce y amigable.​

— Entonces… ¿También estas conciente de cuantos rumores se van a iniciar? — Otra pregunta apenada, pero seria a la vez y con otro matiz que no pude descifrar.​

— Si también estoy conciente de eso. — Respondí enseñándole todos mis dientes en una esplendida sonrisa y a cambio recibí otra solo que, diferencia de la mía, la sonrisa de Matt era coqueta, demasiado… Por un momento me sentí sin aire pero este no tardo en volver a mis pulmones pero no precisamente porque lo hubiese inhalado sino por el profundo contacto de unas manos, obviamente de Matt, en la altura de mi cintura aforrándose sin pudor a mi.​

— Me alegra que lo sepas… — Inició para llamar mi atención, lo cual consiguió y vaya que lo logro haciéndome percatar de la cercanía de su rostro con el mío ¿Cuándo había sucedido esto? — Entonces hay que darles mas de que hablar ¿No? — Fueron las palabras susurradas en el lóbulo de mi oído que se adentraron a este con extrema exquisitez . No sabía que era peor si sufrir un ataque o quedarme en estado de shock; porque lo que estaba pasando ameritaba ambos. Por un momento pensé en gritar a todo pulmón para cerciorarme de que todo era verdad; mas un segundo después recapacite y decidí jugar este provocativo juego, al fin y al cabo “solo era por la noche de hoy”​

— Me parece bien. — Contesté al momento de rodearle su cuello con mis brazos. Para empezar a movernos al compás de la suave música que en ese momento sonaba. — Nunca te imagine tan atrevido jiji. — Me aventure a comentar…​

— Es sorprenderte todo lo que puede pasar si te pones un disfraz. — Fue su contestación y yo asentí levemente. Cuanta razón…​

— Si — No sabía que mas decir y al parecer el lo advirtió por lo cual hablo.​

— Realmente eres la chica mas bonita de aquí — Arrastro sus palabras mientras su nariz delineaba mi garganta.​

— Gracias… Tu igual, eres el hombre mas guapo de aquí. — ¿Qué perdía en decir una verdad?​

— A lo que me refiero… — Inicio por de tras de mi oreja — Eres la mujer mas hermosa que he conocido en mi vida — ¿Eso era un declaración? Mi corazón palpito frenéticamente ¿Qué debía contestar?​

— ¿Estas intentando flirtear conmigo? — Lo interrogué un tanto escéptica y como respuesta solo recibí una sonrisa torcida que tanto me encantan…​

— No tendría la capacidad de ligarte toda la vida — Bien su respuesta me confundió y el pareció saberlo. — Hoy puedo decirte todo lo que siento porque de cierta manera estoy jugando a ser otra persona mucho mas desinhibida de lo que realmente soy — Fueron sus palabras. Yo me quede estupefacta. ¿Acaso él también estaba dentro del mismo juego privado que yo? ​

— ¡Pensé que era la única! — Exclamé besándole una de las comisuras de sus seductores labios. Tendría que explicarle. — Pensé ser la única que no solamente te disfrazaba por fuera… ​

— Entonces… ¿Tú no eres así? — Me preguntó insinuante y petulante. Ladeé mi rostro algo avergonzado…​

— Si lo soy… Solo cuando estoy en mi cuarto a solas. ¿Y tú Matt? ¿No eres así? ​

— Solo cuando estoy en la regadera — Me guiñó un ojos en señal de invitación y yo solté una carcajada. — Me gustas. — Soltó después de un par de minutos en silencio. Mis ojos se abrieron desmesuradamente. No me lo podía creer. Parecía tan perfecto… Y nada en este mundo era así de perfecto… ​

— No sabes cuanto tu a mi — Fue mi contestación… — Pero esto solo va a ser un amor de una noche, solo hoy soy esta chica desinhibida y solo hoy tu no eres ese chico callado, sumiso y no se si tímido o arrogante. Solo hoy me permito quererte abiertamente — Añadí con mi corazón a punto de partirse pero así debían ser las cosas…​

— Pero… — Lo calle súbitamente con un dedo en sus labios.​

— Solo disfrútalo ¿Si? Porque mañana yo fingiré que todo fue solo un sueño y que nunca paso nada y espero tu hagas lo mismo de verdad Matt….— Pedí suplicándole con los ojos a que me hiciera caso… Luego añadí — Aunque desee que siempre sea mi sueño para estar contigo…​

— Siempre lo recordare, pero tienes razón este amor solo podrá ser verdad esta noche, solo hoy — Su tierna sonrisa no se asemejaba a nada a la tonalidad de sus ojos… — Enserio te quiero Lyd. Nunca lo olvides; aunque sea como un sueño no lo olvides — Su suave abraso se entorno a mi con mucha mas fuerza, yo le correspondí aquel gesto…​

— No lo olvidaré pero tu tampoco lo hagas ¿Vale? — No deje que me contestara volví a arrastrar nuestros cuerpos al ritmo de la música….​

“Y los ganadores al mejor disfraz femenino y masculino son para apareja del Vampiro clásico y la gitana de calo”​

Se escuchó desde la tarima y un par de luces iluminaron nuestros cuerpos abrazados, aplausos retumbaron por todo el salón y yo le sonreí a mi pareja de premiación tomando su mano para que me prestara atención antes de que este maravilloso sueño terminara….​

— Solo hoy— Aseguré guiñándole el ojo.​

— Solo hoy — Repitió. — Solo hoy podremos usar estos disfraces perfectos — Fueron sus palabras al guiarme entre el cúmulo de personas hacía la tarima donde ya nos esperaban para premiarnos.​

— Solo hoy… No lo olvides… — Me repetí diciendo lo último en un susurro demasiado bajo que hasta yo dudé de si era real o solo habían sido mis pensamientos.​

Un disfraz puede darte seguridad y puede hacer que solo por ese día tus sueños se hagan realidad ¿Estarías dispuesta a que sea solo hoy…? ​

“la verdad no me importa, aunque deseara vivir disfrazada” ​

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Emm ¿Fin? ¿Qué tal? Les gusto? ¿Si? ¿No? Díganme quiero escuchar su opinión. ^^​

Por cierto gracias por leerme :) ​