Directo [Smoker&Tashigi]

Tema en 'One Piece' iniciado por Rukierza, 17 Febrero 2014.

  1.  
    Rukierza

    Rukierza Entusiasta

    Aries
    Miembro desde:
    28 Febrero 2009
    Mensajes:
    150
    Pluma de
    Escritora
    Título:
    Directo [Smoker&Tashigi]
    Clasificación:
    Para niños. 9 años y mayores
    Género:
    Amistad
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    682
    Disclaimer: Los personajes no me pertenecen sino a E. Oda. Lo único mío es la trama de la historia y su desarrollo.

    Advertencias: Posible OoC sin querer en ambos personajes.

    Summary:A veces, que su superior sea tan directo y tosco tenía sus ventajas.

    Hola! ando un poco oxidada, después de más de un año de no escribir a uno se le van los toques, ojalá haya quedado decente, saludos :*

    Directo


    No se lo esperaba. La pregunta fue tan directa que sino fuera porque estaba apoyada de la pared se hubiera desplomado de la impresión.


    —¿Por qué me evitas, Tashigi? —le cuestionó escrutándola con la mirada.


    La aludida solo giró su cabeza de lado para escapar de ese contacto visual que la ponía sumamente nerviosa.


    —No sé de qué habla, señor.


    El comodoro alzó una ceja, incrédulo ante aquella respuesta.


    —¿En serio? —ironizó entre bucanadas de humo—. ¿Entonces, por qué no puedes permanecer en el mismo lugar que yo por mucho tiempo e inventas una excusa cuando nos quedamos a solas? —encendió otro puro y lo metió en su boca.


    La chica se sorprendió al verse descubierta por su jefe; sin embargo, controló lo mejor que pudo sus emociones para poder decir algo que pudiese sonar convincente.


    —Yo... lamento que mis acciones pudiesen ser interpretadas de esa forma, Smoker-san —mintió—. En ningún momento pretendí alejarme de usted, señor.


    El hombre bajó la cabeza, molesto. Se levantó bruscamente de la silla, casi tumbándola por el repentino movimiento a la vez que el tabaco que estaba fumando caía al suelo. Con los brazos apoyados en el escritorio, el comodoro le dedicó una mirada enfurecida a su subordinada.


    —¡Crees que soy idiota o qué! —bramó haciendo que la morena se sobresaltara por su reacción.


    —No, ¡en ningún momento he pensado tal cosa!


    —Entonces, ¿es que no confías en mí? —inquirió el cazador blanco.


    —¡Sí confío en usted, o sino no lo siguiera! —se defendió la joven molesta de las falsas acusaciones a su persona.


    El hombre hizo a un lado el escritorio y caminó hacia ella hasta que la tuvo frente a frente, apoyó su brazo derecho contra la pared dejando a la chica acorralada mientras la veía fijamente esperando una explicación de parte de ella. Al tenerlo tan cerca, Tashigi no pudo evitarlo por más tiempo y se puso nerviosa.


    —Entonces, ¿por qué mientes?


    La joven volvió a desviar la mirada avergonzada, sin ser capaz de pronunciar palabra alguna. El mayor perdió lo que le quedaba de paciencia y formuló una pregunta mucho más directa que la anterior.


    —¿Te gusto, no?


    La joven se sonrojó de golpe a la vez que volvía a establecer contacto visual con aquella imponente figura masculina. Se sintió atrapada, sin ninguna vía de escape. El mayor la había descubierto por completo, la había leído como si ella fuera un libro abierto. Ya a esas alturas, no podía negarle a su superior lo que era obvio. Con los nervios a flor de piel, asintió lentamente mientras se ajustaba las gafas e intentaba mantener la mirada con la del hombre fumador.


    El hombre se alejó de la joven y se sentó en el escritorio.


    —Así que era por eso —suspiró con los ojos cerrados—. ¿Cuál es el problema de que tengas esos sentimientos, idiota!


    —¿Cuál es el problema? —Repitió sorprendida la espadachín—. Que me duele saber que los tengo y que usted no me corresponda.


    —Tonterías —soltó el comodoro entre bocanadas de humo—. Además, ¿cómo aseguras que no los correspondo?


    La chica lo miró desencajada ante tal respuesta, confusa se atrevió a preguntarle:


    —Eso quiere decir que...


    —Interprétalo como quieras, ahora, ¡ve a trabajar!


    —¡Sí, señor! —exclamó la chica en un grito después de abandonar la oficina del mayor. Este solo atinó a mascullar un inaudible "tonta distraída" mientras encendía otros dos puros.


    Tashigi solo corría e intentaba no sonreír como idiota. A veces, que su superior sea tan directo y tosco tenía sus ventajas.

    FIN

    ¿Un tomatazo?

    Ya saben por dónde enviarlo, hagan click en review y me hacen saber sus opiniones.


    Saludos :D
     
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