(LMPPS)Diferente (Saku&Dan)

(LMPPS)Diferente (Saku&Dan)

Titulo: Diferente
Summary: Èl era diferente, muy diferente.
Pareja: Sakuno&Dan
Gènero: Romance, Drama.
Letras: 680 - One-shot
Advertencias: ¿Ooc? Orrores ortogràficos.
Aclaraciones: los personajes ya estan màs grandesitos, asì que han madurado un poco màs.

Diferente.​

¾ ¡Echizen-kun es genial! –exclamó con la admiración sonando en cada una de las palabras- ¿No lo crees Sakuno? –preguntó sin despejar su vista de la cancha de tenis.
¾ Si…es…genial –susurró por lo bajo, con la voz nostálgica.
¾ ¿Qué te pasa Sakuno? –preguntó preocupado al oírla así; mientras dirigía sus enormes y vivaces ojos oscuros a la peli-roja y los clavaba en ella.
¾ ¡No, no me pasa nada! –dijo nerviosamente, mientras movía sus manos frenéticamente de una lado a otro, restándole importancia.

Él la miró un rato y después volvió a concentrarse en el partido. Si no le quería decir, no podía obligarla.

Y si que le pasaba algo.
Algo que todos los días le dejaba un sabor agridulce, como si le faltara algo. Pero no podía decirlo, ¡y menos con él! Aunque Dan se haya vuelto muy amigo suyo, al principio unidos por la admiración que le tenían a Ryoma; al pasar los años, esa rara amistad se había vuelto más sincera; no, con él no, porque en los últimos días, se sentía rara al lado de Dan, era como si de un momento no pudiera hablar.

Lo mismo que le pasaba con Ryoma.
Tomo le decía que era porque Dan se parecía al susodicho, pero no, era imposible.

El partido había acabado, y aun así podía oír los gritos de las fans del príncipe.
Realmente quería hablar con Ryoma, en verdad que le gustaba, y quería hacérselo saber, pero era inútil.

Se acercó a la salida de la cancha y trató de alcanzarlo en medio de la multitud de jovencitas gritonas.
Suspiró y decidió irse, era imposible.

¾ ¿Querías decirme algo, Ryosaki? –preguntó aquella voz arrogante y fría.
Su rostro enrojeció, y dio la vuelta encarándolo.
¾ Y-yo…Yo...-su voz no quería salir, se quedaba estancada en su garganta. Se maldijò por dentro por ser tan estúpida- ¡No, nada! –dijo y luego bajò la vista.
Él frunció el ceño y después musito un “Hump” ¿Quién la comprendía? Pensó en su cabeza.

Cuando se fue, supo en ese instante, que todo lo que esos últimos años había intentado, se habían ido por el inodoro, ya nunca podría decirle lo que sentía.

Y eso apestaba.

Con su cabeza gacha, y con una gran decepción, se dirigió por el lugar, recorriéndolo sin ningún destino fijo.
Se sentó debajo de un árbol, con la sombra del aludido cayendo sobre su cuerpo, con los rayos del sol en el pasto reflejándose.

Cruzó sus piernas y puso una de sus manos debajo de su barbilla, mientras su mirada se volvía nostálgica (más de lo que estaba) y triste. Suspiró y dejó que su mente divagara en las nubes que pasaban flotando en el cielo soleado y despejado azulino.

¾ ¿Qué te pasa Sakuno? –dijo una voz masculina preocupada cerca suyo. Dirigió su vista al origen de ésta, pero ya sabía de antemano quien era.
¾ Nada –susurró. No quería preocupar a Dan con problemas de mujeres.
¾ Sabes que puedes contar conmigo ¿lo sabes? –le preguntó él. Ella lo miró y sus ojos refulgieron, él era diferente, es especial.


Y descubrió cual era su problema.
Estaba siendo indiferente con lo que sentía. Ella que pensaba que estaba enamorada hasta los tuétanos de Ryoma (y lo estaba) pero había alguien más, esa persona que siempre estaba junto a ella, esa persona que se había colado lentamente en su corazón, sin pedirle permiso.

Sonrió un poco.
Él era diferente, Tomo se había equivocado, Dan era muy diferente, mucho. Él siempre la escuchaba, la acompañaba, la consolaba, la divertía, la ponía feliz. Él siempre había estado ahí y ella no se había dado cuenta.

Él siempre había permanecido en ese lugar…. Y ella no había estado consciente de eso.

¾ Si, lo sé –le dijo con la gratitud en su voz.
Él la miró y le pasó su brazo por encima de sus hombros, acompañándola.
Y supo que desde ese momento, ya no habría mas sabor agridulce, que ya nada iba a ser igual (de pronto un poco). Que ahora, todo iba a ser diferente.
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¿Que tal?