Diez Fantasmas de pergamino

Tema en 'Fanfics Abandonados de Inuyasha Ranma y Rinne' iniciado por Asurama, 28 Octubre 2008.

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    Asurama

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    Diez Fantasmas de pergamino

    Volábamos detrás de Sesshoumaru-sama hacia el sur de prisa y sin problemas, cuando, de repente tuve la sensación de estar dentro del agua, parecía como si el tiempo corriera más despacio. A gran velocidad una luz voló desde abajo hacia nosotros y entró en el cuerpo de Ah-Un, que comenzó a comportarse de un modo muy extraño, de repente, sin darnos tiempo siquiera a reaccionar, se arrojó hacia abajo, no podíamos ver nada, porque las nubes allí eran espesas, cuando comenzaron a disiparse lo noté, abajo estaba el mar y Ah-Un saltó dentro hundiéndonos con él, Jaken-sama, Kohaku y yo. No podíamos respirar y Ah-Un seguía sumergiéndose más y más hacia el fondo. De repente vimos sobre nosotros una gran silueta, era Sesshoumaru-sama. Con su ayuda pudimos salir del agua y llegar a tierra, entonces notamos que aquel lugar era, en realidad, una isla.

    ¾ Qué sucedió – pregunté asustada
    ¾ No podemos volar – respondió el amo – quizás debamos detenernos un tiempo aquí
    ¾ ¿Qué es esto? – dijo Kohaku mientras quitaba algo extraño del lomo de Ah-Un
    ¾ Muéstrame eso…– Dijo el amo
    ¾ Sí, Sesshoumaru sama– Contestó él y le mostró lo que tenía en las manos
    ¾ No puede ser, es un pergamino de youkai –Dijo sorprendido Sesshoumaru-sama. Kohaku nos estaba enseñando algo extraño: un trozo de papel muy destruido, con extrañas letras y símbolos trazados en rojo.
    ¾ ¿Qué es un pergamino de youkai – Le pregunté
    ¾ Son conjuros mágicos antiguos – me dijo Jaken sama–son creados por youkai para hacer maldiciones y ataques
    ¾ ¿Conjuros de pergamino? – Yo, tonta, no terminaba de entender
    Repentinamente las letras del pergamino comenzaron a resplandecer y tuvimos que huir de la costa hacia unos riscos porque de la nada apareció una ola enorme que estuvo a punto de arrastrarnos nuevamente hacia el mar. Cuando el amo destruyó el papel la ola se rompió de inmediato. “El papel decía ‘agua’ ”, fue todo lo que dijo. Al llegar a los riscos el cielo se oscureció y empezó a llover. Algo entre las rocas se movía, del barro que se formaba comenzaron a surgir cientos de extraños monstruos. Una luz entró en el cuerpo de Jaken-sama y los youkai saltaron sobre nosotros.
    “¡Ratas de nicho!” dijo Kohaku, solo llevaba conmigo un cuchillo que quise usar para salvarme, pero al intentar cortarlas, las ratas comenzaron a multiplicarse.
    “Báculo de las dos cabezas” gritó Jaken-sama apuntando con el báculo mágico, estaba siendo atacado, pero…
    “No puede ser, las ratas de nicho solo atacan a los seres humanos” Me dijo Kohaku
    “No hace falta que me lo digas…”, le dije desesperada, subí a su espalda, él comenzó a correr pero resbaló en el suelo mojado y Jaken sama perdió el báculo luego de la caída. Las ratas nos atacaron. De repente aparecimos en el aire, era Sesshoumaru-sama, que nos llevaba con él, pero las ratas aún se dirigían hacia nosotros, ¡nos estaban persiguiendo! él amo volvió a saltar.
    “Sujétense” Dijo, nos subió a los dos sobre su espalda y echó a correr a toda velocidad. Jaken-sama se sujetó de Mokomoko-sama y escapamos. Las garras venenosas de Sesshoumaru-sama hicieron el resto, las ratas disminuían pero no desaparecían y tuvimos que huir a lo alto.
    El amo golpeó a Jaken-sama en la cabeza y sin saberlo le quitó algo, él tenía un pergamino de fantasma. Sesshoumaru-sama lo destruyó, la lluvia cesó y las ratas finalmente se esfumaron en el polvo como si jamás hubieran existido, pero el cielo seguía oscuro.
    “No podemos movernos, Sesshoumaru-sama, la niebla es muy espesa”, se quejó Jaken-sama
    No podía haber niebla luego de una lluvia, hasta yo sabía que allí estaba pasando algo muy raro, bajé la vista un momento…
    “Aaaaaahhhh!!!”
    “¡Qué te sucede!” Me gritaron todos a la vez
    “¡Un cadáver!” Bajo mis pies se hallaba el rostro de un ser humano, o más bien lo que quedaba de él, pero no fue sólo eso lo que me asustó: En realidad creí ver un resplandor extraño caer en los ojos de Sesshoumaru-sama aunque él no se dio cuenta, no estaba segura, pero esto ya no me gustaba nada, a pesar de que suelo ser muy valiente. Realmente algo muy, muy extraño estaba pasando, me daba mala espina…
    Salimos de allí y a lo lejos vimos una silueta “¡Kagura!”, le gritó Kohaku, “creí que habías muerto…” corrió hacia ella, realmente era Kagura!, me sentía tan emocionada... Una lluvia de Cuchillas cayó sobre Kohaku y sobre mí. Sin darnos cuenta, habíamos llegado al borde de un barranco, la imagen de Kagura se desvaneció en el aire pero las Cuchillas eran reales y destruyeron la roca echándonos al vacío
    “Kohaku!” tomé su mano para no perderlo pero caí también
    “Rin, no te vayas!!!” Jaken-sama sujetó mi mano pero resbaló… Sesshoumaru-sama logró atraparme apenas de mi ropa y Jaken-sama se sujetó de él. Quedamos colgados de una extraña forma, cuando la niebla desapareció notamos que estábamos muy por encima del suelo, Sesshoumaru-sama nos sostenía desde una roca lisa en forma triangular
    Levanté la vista y de repente lo ví, la marca en su frente brilló de un color rojizo
    “Es un pergamino maldito” dijo Jaken-sama
    “Padre” murmuró el amo, desde el borde del risco, una figura nos observaba, un ser muy extraño, un youkai enorme… y nos empujó hacia el vacío…
     
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    olga

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    Re: Diez Fantasmas de pergamino

    no inventes
    que les pasoo??
    por quelos empujoo?
    medejas en la intrigaaa
    por que eres asii
    eres malaaaa jajajaja
    cuidathe y espero contii
    bye!
     
  3.  
    Asurama

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    Re: Diez Fantasmas de pergamino

    Como siempre, Olga dice "presente" en mi trbajo. ¿¿¿¿Qué les está pasando a nuestros personajes???? Aquí está el segundo capítulo...

    Capítulo 2
    ¿Ah-Un había saltado al mar? ¿Las olas nos perseguían? ¿Las ratas devora-humanos habían atacado a un youkai como Jaken-sama? ¿La youkai muerta apareció delante de nosotros? ¿Un ser extraño al que Sesshoumaru-sama llamó “padre” nos arrojó a un precipicio? ¿QUÉ ESTABA PASANDO?
    Cuando logré despertar sentía que mi cabeza iba a partirse, estaba en el borde de una roca alta. De cara, sobre mí estaba Sesshoumaru-sama, que aún no lograba moverse porque había poco espacio, habíamos caído. Debajo de la roca había un pequeño arroyo, en él habían caído Jaken-sama y Kohaku-kun, que apenas sí podía levantarse. Bajamos de la roca y los ayudamos. El amo se inclinó para beber agua y entonces notó que tenía quemada sobre la frente la marca del pergamino, que era exactamente igual a la luna azul. Todos nos sorprendimos. Su cabeza se había mojado y al llevarse una mano a la frente, desprendió de ella lo que parecía un papel de pergamino vacío.
    “Cuando vi a Kagura…”, comenzó a decir Kohaku
    “Fuiste engañado por algo”, le contestó el amo, parecía molesto “Kagura nunca estuvo aquí, sólo era una ilusión”, Kohaku bajó la vista.
    Pero entonces, ¿Cómo eran reales los ataques?...
    “Ya vámonos”, dijo Sesshoumaru-sama y lo seguimos atravesando un bosque sombrío. Al poco tiempo de caminar nos encontramos frente a una mansión enorme e intentamos entrar, de repente nos introdujimos en una especie de campo de energía, sólo luego de haber entrado notamos que no podíamos salir, algo nos impedía, Kohaku tocó la barrera y ésta le dio una descarga, el amo quiso cortarla con sus garras pero nada pasó. A lo lejos vimos personas
    “Pero ¿Quiénes son?” pregunté intentando ver a través de la niebla y de la barrera
    – “¡Es mi hermana! – Gritó Kohaku – Kagome-sama e Inuyasha-sama están con ella”
    – “En efecto–, dijo el amo– pero no están solos– ¿Eso qué significaba? Lo miramos extrañados, parecía como si estuviera mirando más allá del grupo de Inuyasha-sama ¿Qué era lo que veía? ¿Y qué hacían ellos ahí? Claramente, ellos no podían vernos, el problema era que se dirigían hacia la misma barrera en la que nosotros quedamos atrapados
    –Una mansión–, dijo Esa mujer, Kagome-sama ¿Eso quería decir que veían la mansión pero no podían vernos a nosotros? ¡Les pasaría lo mismo!
    –¡Esperen! ¡No entren! ¡No se acerquen! –, gritó Kohaku
    –Es inútil, no te escuchan–, le dijo Sesshoumaru-sama, parecía cierto
    –¡No entren! –, gritó una vez más mientras veía cómo el grupo se acercaba. Sesshoumaru-sama dio la media vuelta con la evidente intención de irse, donde quiera que el campo de energía nos dejara movernos allí dentro.
    –¡Espera Kohaku! –, intentó detenerlo Jaken-sama, sudando frío mientras veía como Kohaku quería ir hacia ellos, pero de repente desapareció.
    –¡Kohaku! –, grité, pero él ya no estaba en ese lugar. Repentinamente todo se nubló y los tres, Sesshoumaru-sama, Jaken-sama y yo, aparecimos en lo que parecía ser una enorme plaza de armas, levanté la vista y allí estaba Kohaku
    –¿En dónde… dónde estamos? –, preguntó él muy confundido
    –Seguramente dentro de la mansión–, dijo el amo– aún se siente el olor de la isla.
    –¿Cómo llegamos aquí? –, preguntó Jaken-sama, yo me preguntaba lo mismo.
    –Posiblemente teletransportados por algo o alguien. Vámonos, salgamos de este lugar–, dijo el amo yendo hacia una puerta que estaba justo frente a nosotros
    –¿Cómo nos teletransportaron? –, le pregunté. El amo volteó a mirarme.
    –Seguramente al notar que Kohaku quería detener a Inuyasha y los demás. Probablemente esperaba que entraran. A estas alturas esos tontos deben estar atrapados. –, volteé a mirar a Kohaku, parecía muy molesto, miré a Sesshoumaru-sama, parecía estar algo incómodo. Miré a Jaken-sama, temblaba nerviosamente.
    –Jaken-sama, ¿cree que alguien planee esto?
    –Cómo quieres que sepa eso, niña tonta–, me gritó.
    Finalmente entramos a la mansión y atravesamos un pasillo oscuro, el lugar era tenebroso, parecía abandonado, estaba en ruinas, el viento se colaba, la madera crujía, había un horroroso silencio, ese que tanto me asusta. Sólo se oían nuestros pasos. No podía evitar tener la sensación de que alguien nos estaba observando, llevé una de mis manos hasta el hombro de Jaken-sama, necesitaba sentir algo real que no me hiciera pensar en el horrible escenario en el que nos encontrábamos, Jaken-sama me daba un poco más de seguridad…
    –¡déjame, niña tonta!–, incluso la voz de Jaken-sama me sobresaltó, para colmo, hacía eco en las derruidas paredes.
    –Perdone, necesito estar cerca de alguien–
    Sesshoumaru-sama era impasible, sólo caminaba hacia delante, no decía nada, Kohaku parecía estar igual que yo. No puedo saber cuánto tiempo caminamos por los pasillos, pero fue mucho tiempo y se me hizo eterno, las sombras de las paredes bailaban como si en cualquier momento fueran a abalanzarse sobre nosotros, un escalofrío me recorrió la espalda de sólo pensarlo ¿Por qué seguíamos caminando?, tanto era así que todos los lugares ya me parecían iguales. No podía ser… a menos que estuviéramos… ¿caminando en círculos?
    –¿Pero qué estás diciendo, niña tonta? ¿Cómo se te ocurre decir tremenda tontería? Sesshoumaru-sama tiene el mejor olfato, jamás se perdería en un estúpido lugar como este ¡Y ya deja de temblar como hoja! –. Sesshoumaru-sama se dio la media vuelta y le asestó tal golpe en la cabeza que le dejó un chichón. –No dije n-a-a-a-a-d-a-a…–, murmuró Jaken-sama en el suelo, con los ojos desorbitados. ¿Realmente el amo se habría perdido? No quería creerlo, pero…

    Cuando llegamos a una esquina, Sesshoumaru-sama dirigió la vista hacia un rincón, todos hicimos lo mismo. “¿Sesshoumaru-sama?”, preguntó Kohaku. Estaba muy oscuro, pero aún así pude distinguir claramente que algo había allí era… ¿sangre? La sangre comenzó a extenderse por el suelo hacia nosotros como si tuviera vida propia ¿se escurría por sí misma? ¿Habría alguien herido?
    –¿Realmente es sangre? –, pregunté muy asustada
    –Sesshoumaru-sama, esa sangre…–, dijo Kohaku notablemente nervioso, era TOTALMENTE comprensible.
    –Es sangre humana–, contestó secamente el amo
    –¿Humana?–, dijo Kohaku alarmado, probablemente estaba pensando lo mismo que yo, las personas que acompañaban a Inuyasha-sama estaña allí, en alguna parte…
    –Sesshoumaru-sama ¿De dónde viene eso? –, preguntó Jaken-sama.
    Pero la sangre no dejaba de correr, se extendía hacia nosotros cada vez más. De pronto, el amo hizo algo extraño, retrocedió un paso, y otro, y otro. Nunca antes vi al amo retroceder ante nada. De repente volteó y se fue por otro camino, por un momento parecía que quería alejarse de la sangre.
    –Espere, por favor, Sesshoumaru-sama–, lo detuvo Kohaku con una expresión llena de miedo –Usted dijo que esa sangre era humana, por favor ¿podría decirme de quién es?
    –Jamás antes la había olfateado–, fue lo único que dijo mientras se alejaba lentamente. Kohaku y yo nos miramos. Estábamos completamente seguros de que Sesshoumaru-sama conocía a Inuyasha y los otros a la perfección, eso quería decir que la sangre no les pertenecía a ninguno de ellos.
    –Espere, por favor ¿No habrá alguien herido?–, le dije en un intento vano, pues Sesshoumaru-sama no me escuchó, no hizo ni dijo nada, sólo seguía alejándose, cuando volteamos, la sangre casi nos llegaba a los talones, instintivamente, seguimos al amo corriendo detrás de él.
    –No se separen–, fue todo lo que nos dijo. Evidentemente no quería que fuéramos ahí ¿Por qué?
    Seguimos caminando, cuando el amo volvió a cambiar de dirección y abrió una puerta, entrando así en un cuarto tan tétrico, viejo y derruido como el resto de la mansión. Jaken-sama, Kohaku y yo nos miramos antes de seguirlo, muy asustados. Parecía estar completamente vacío, salimos de ese cuarto por otra puerta, cruzamos más y más pasillos…
     
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    Asurama

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    Diez Fantasmas de pergamino
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    Re: Diez Fantasmas de pergamino

    La pura verdad, si comparas mis fanfics con otros tantos fanfics, el mío da lástima (por el tamaño, quiero decir)
    Aunque en un lugar leí que:
    “El tamaño no importa y el dinero no trae la felicidad”, en fin, espero que sea cierto y que ustedes disfruten de mi trabajo, me he esmerado cuanto he podido. Aunque creo que podría ser mejor…
    En fin, mis lectoras/es (más lectoras que lectores…) dirán…

    Capítulo 3
    Llegamos a una especie de sala a oscuras pero allí se alcanzaba a ver como una señal o un camino hecho con sangre, que parecía reciente. Era justo como la sangre que habíamos visto en los pasillos. De pronto, se escucharon los gritos de una batalla y vimos entrar a Inuyasha-sama, echando una puerta abajo, seguido por tres personas: una mujer de cabello como de fuego, un hombre con una enorme armadura y cabello oscuro y otro joven de mirada inocente. Los tres parecían estar peleando con terriblemente Inuyasha.
    “Hanyou” oí murmurar al amo. Tras ellos entraron persiguiéndolos la hermana de Kohaku, el monje y la sacerdotisa a quienes vimos antes. Inuyasha iba a saltar con Tessaiga en sus manos.
    “Viento…”;
    “¡¡Detente Inuyasha!!” le gritó el amo. Inuyasha-sama se detuvo en seco “Si pisas la línea hecha de sangre morirás”. El sujeto que llevaba la armadura saltó para atacar a Inuyasha, pero éste lo empujó. Ni bien el muchacho puso un pie en el suelo ensangrentado, aparecieron unas marcas brillantes en su frente hechas con sangre: ¡era otro pergamino!, estaba segura. De inmediato, el “hanyou” fue hecho pedazos sin motivo alguno, como si el Viento Cortante lo hubiera alcanzado de todas formas. Sus trozos cayeron al suelo, la sangre se regó por todo el lugar y pasó a formar parte de “la línea de sangre asesina”.
    La joven hanyou de cabello rojo rió “Es el fantasma destazador, todos correrán la misma suerte”, todos voltearon a verla ¿Cómo podía reírse?, su compañero acababa de morir…
    En sus manos desplegó un papel, lo vi claramente ¡era un pergamino de youkai! ¿Cómo es que lo llevaba? ¿De dónde lo había sacado? ¿Y…
    “¡¿Fantasmas?! ¡No podremos verlos!” gritó Kagome-sama “No podemos luchar con un enemigo al que no podemos ver”. Sentí como si mi cuerpo pesara muchísimo, esas palabras me dejaron paralizada, un horrible frío me invadió… ¿O sería mi imaginación?
    “Huyamos” propuso el monje, estaba muy desesperado “No podemos hacer otra cosa”
    Kirara se nos adelantó y tomó a Kohaku por la cintura, quise correr tras ella pero Sesshoumaru-sama me detuvo y me llevó con él, todos huyeron. No tuvimos más remedio que seguirlos. El amo me llevaba con él, todos corrieron tan rápido como podían, aquella extraña mansión era tan grande y complicada como un laberinto pero donde quiera que escapáramos, el suelo y las paredes estaban marcados con sangre, tratábamos de huir de la sangre y de los pergaminos. El amo dijo que si pisábamos la sangre fresca moriríamos, así como ese hanyou, y los pergaminos… ya habíamos tenido una “buena” experiencia fuera de la mansión. Le ganamos a las marcas de sangre y entramos a una habitación, la cual no estaba en ruinas y no parecía tener marcas de sangre aún, allí nos encerramos.
    –No entiendo lo que sucede–Dijo Sango-sama, mientras todos tomábamos aire después de la carrera.
    –Todos murieron– Dijo Miroku-sama –No quedó nadie con vida. La isla completa está llena de fantasmas, no tenemos manera de escapar a menos que los enfrentemos arriesgándonos a pelar incluso sin poderes”. Era verdad, ellos no habían peleado en ningún momento, el amo parecía haberse perdido dentro de la mansión, ¿Eso significaba que dentro de ese lugar las habilidades de todos disminuían o se suprimían? Sería espantoso.
    –Explícate más claramente–, dijo Inuyasha-sama, enojado
    Miroku-sama lo miró un momento y hubo silencio, luego comenzó a hablar.
    Es una leyenda muy extraña, sobre una isla maldita, debe tener alguna relación con lo que está ocurriendo, la forma en que llegamos este lugar, cayendo al mar, el campo de energía… y que nuestras habilidades disminuyeron–, entonces yo tenía razón, algo muy extraño pasaba
    –Díganos más sobre esto–, dijo Kagome-sama.
    Miroku-sama asintió. Es la historia que una vez escuché.Cuenta una antigua historia que en una isla (probablemente esta) vivía un general poderoso que se había enemistado y separado del Imperio. A pesar de ser generoso con sus súbditos era muy cruel con los desconocidos que entraban a la isla. Un día dos viajeros llegaron a él para pedirle ayuda a cambio de algunas de sus humildes pertenencias pero él se negó y mandó castigarlos por haberse “burlado de él”. Luego mandó arrojarlos al mar. Uno escapó y trató de volver a su lugar de origen el otro murió maldiciendo al General y se convirtió así en el primero de los fantasmas. Probablemente fue quien nos trajo aquí”
    Así que fue ese quien nos castigó, probablemente Ah-Un fue arrastrado a saltar al mar por el fantasma del Agua. Recordé las palabras del amo “El pergamino decía agua”
    “El viajero que volvió al país no se olvidó de lo sucedido y decidió regresar a la isla para matar a los herejes, pero antes de volver osó atacar y robar al Amo de las Ratas de Nicho y se llevó consigo la caja que contenía la plaga. Así llegó a la isla y las dejó salir sin límite, pero él también fue devorado por las ratas, él es el fantasma de las plagas”
    A eso se debía el ataque de ratas al que tuvo que enfrentarse Jaken sama cuando arribamos a la isla ¡Incluso cuando él era youkai!
    “. Lo peor comenzó en ese momento, pues la gente intentaba defenderse y era devorada, sin quererlo, se lastimaban entre ellos o incluso a sí mismos, la confusión era total, una matanza general. Cuando el Gobernador supo de la plaga que había llegado a la isla, de inmediato mandó un grupo de soldados para detenerla, guiados por un sacerdote guerrero, pero todos fueron muertos. El sacerdote fue asesinado por sus propios seguidores en la confusión y se convirtió en el fantasma de la sangre. Se dice que este sacerdote guía a sus soldados mediante la sangre que derramó durante esa batalla quizás a eso se debían las marcas asesinas). Los soldados que luchaban se convirtieron en el espíritu del fantasma destazador, y eso debido a lo que le hicieron a su propio líder, aún cuando fue de forma involuntaria”
    Ese… ese era el nombre del fantasma que asesinó a ese hanyou, la joven hanyou lo había llamado así, pero ¿por qué ella tenía un pergamino de youkai?
    “Uno de los guardias de palacio vio a las ratas y se escondió en un templo rodeado de las antorchas que no sirvieron para detener a los youkais y, en cambio, rodearon todo el templo en llamas, esa persona murió quemada. Es el fantasma del fuego, así, enciende fuego sin necesidad de una llama. Otro de los guardias cayó a un abismo y se volvió el fantasma del aire, dicen que ese fantasma invade el aire de la isla maldita y vaga por los acantilados, haciendo caer a quien ose acercarse”.
    Sesshoumaru-sama se puso de pie, quien sabe por qué. Quizás esas fueron las ilusiones que vimos cuando quisimos subir a los acantilados, después de todo, nosotros habíamos caído de ahí o, mejor dicho, alguien nos había arrojado.
    La princesa del palacio fue invadida en su cuarto sin poder hacer nada, es su afán de protegerse como fuera, colocó un espejo frente a ella. Las ratas entraron en él. Ella no murió, se convirtió en una youkai, la youkai del espejo a quien no se puede matar con un ataque… el espejo lo reflejaría.
    Un exterminador de monstruos pudo detener a algunas de las ratas pero fue alcanzado al tratar de escapar hacia un bosque oscuro, es el fantasma de las sombras, y a uno de los pocos al que tal vez no veremos, porque se oculta.
    Recordé el bosque con toda claridad, y aquella sensación de ser constantemente observada
    Hubo una joven a quien le cortaron la garganta con una hoz en la terrible confusión y no logró pedir ayuda, es el fantasma del silencio que le cortará de inmediato el cuello a su víctima para vengarse de la injusticia que se cometió con ella. Todo el territorio debe estar repleto de cientos de almas en pena…
    En ese momento hubo un fuerte temblor, vimos que debajo de la puerta comenzaba a surgir hacia nosotros la línea de sangre y nos apoyamos contra una pared. De inmediato la marca comenzó a aparecer también en las paredes… y el techo cambió de color, se volvió rojo escarlata… ¡Del techo caía sangre! ¡Estábamos rodeados! Sesshoumaru-sama hizo explotar las paredes con la ayuda de sus poderes aun a riesgo de morir por la sangre que se derramaba, y así salimos de ese lugar.
    –Siento una presencia, no sé de donde viene– me dijo Kohaku.
    –Debe tratarse de alguno de esos fantasmas, –dijo su hermana–no sabemos en donde aparecerán”
    Todos miraban a un lado y otro, como desconcertados, buscando el origen de la presencia, Inuyasha-sama sacó su espada, nos pusimos en círculo y comenzamos a retroceder
    –¿Qué pasa Inuyasha?–, oímos decir a alguien –¿Se van tan pronto? Recién empezábamos a divertirnos–y delante de nosotros estaban los dos hanyou que habían sobrevivido.
    –Malditos. Cómo es que saben de mí–, les gritó Inuyasha-sama
    –Naraku mandó tu muerte a cambio de la valiosa Shikon no Tama, y es una suerte que “de casualidad” hayas llegado a esta isla maldita de donde no podrás escapar–, se burlaron los hanyou.
    –Esos espíritus van a matarte también a ti– Les dijo Miroku-sama
    –No mientras traiga esto conmigo– La chica le mostró el mismo pergamino que llevaba en el momento en que huimos.
    –Te equivocas–, le dijo el monje –porque ellos atacan a quienes llevan ese pergamino–
    El rostro de la chica reflejó temor
    –No me importa, porque pronto quien llevará este pergamino será uno de Uds. –Hizo ademán de lanzar el papel hacia nosotros, recordé de inmediato lo que les sucedió a Jaken-sama, Ah-Un y Sesshoumaru-sama. Inuyasha-sama levantó la Tessaiga para cortar el papel… Pero sólo era un engaño. El monje creó un campo de energía para detener el inoportuno ataque, como bolas de fuego, que los dos jóvenes lanzaron al mismo tiempo antes de desaparecer, y en ese momento notamos que estábamos pisando el camino de sangre, era el fantasma de la sangre, lo cual significaba que un espíritu, cualquiera, podía estar siguiéndonos y esperando matarnos. Salimos a otro pasillo atravesando la pared que fue destrozada por el ataque de fuego, pero los hanyou ya se habían ido… o al menos eso parecía…
    “Después de que todos murieron sus espíritus quedaron rondando sin poder salir de la isla, no hallaban el descanso eterno” Siguió diciéndonos Miroku-sama “Ellos mataban a quien osaba acercarse, hasta que un día llegó una escuela de monjes muy fuertes que intentaron detenerlos. Construyeron tumbas de piedra para los fantasmas y sellaron a cada uno con un pergamino diferente, con las escrituras antiguas que se dice que usaban los youkai”. Esto último lo dijo mirando a Sesshoumaru-sama.
    “Probablemente esos estúpidos hanyou debieron romper el sello que los mantenía atados, vinimos aquí a perturbar su descanso” El amo estaba en lo cierto.
    De repente, una extraña sombra me cruzó cerca y me aferré a Kohaku. El suelo de madera, techo y paredes de aquel pasillo comenzaron a derrumbarse. Teníamos que salir de prisa de allí, pero nosotros nos quedamos demasiado atrás. De la nada, apareció una enorme hoz de cadena que estuvo a punto de caer sobre nosotros, una sombra negra la sostenía y nos separó de los otros. Esta sombra comenzó a perseguirnos, arma en mano, a Kirara, Shippou, Kohaku y a mí, mientras tratábamos de evitar sus ataques y corríamos tan rápido como permitían nuestros pies.
    –¡¡Pero si no tenemos ningún pergamino!! – Se quejó Shippou-chan
    – Pero sí pisamos las marcas de sangre –, le respondió Kohaku
    –Pero ya se habían secado –les dije –se suponía que las peligrosas eran las marcas frescas
    – ¡¡Callen!! Ese espíritu solo nos está persiguiendo porque sí–, dijo Jaken-sama.
    En ese instante nos inclinamos para evitar un ataque que pudo volarnos la cabeza.
    – De todos modos no quiero saber qué se siente esa hoz– dijo Kohaku, en ese instante, la hoz cayó en punta en medio de nosotros haciendo un agujero en el piso, donde casi nos caímos, pero salimos de ahí como pudimos y seguíamos huyendo.
    Sango-sama y Kagome-sama venían tras nosotros para tratar de salvarnos, pero el fantasma volteó hacia ella, Sango-sama intentó cortarlo, pero no puedes cortar una sombra, lo mismo ocurrió cuando Kagome-sama quiso dispararle, aunque la flecha fue a dar justo en nuestras narices ¡la señorita casi nos atravesó! ¡y aquél fantasma comenzó a perseguirlas a ellas!
    “¡Hermana!” Gritó Kohaku al borde de un ataque. Corrimos tras ellas y el fantasma pero nos perdimos, y las perdimos de vista. De la nada comenzó a surgir otra mancha de sangre, justo de donde se había formado un agujero en el suelo. En ese momento llegó Sesshoumaru-sama persiguiendo al fantasma.
    –¿Se encuentran bien? Qué sucedió– , nos preguntó
    –¡A dónde se fue ese espíritu!–, llegó gritando Inuyasha
    –Persigue a mi hermana–, dijo Kohaku muy asustado
    –¿A Sango? Pero por qué
    –No sabemos–, le dijo Shippou-chan, tremendamente asustado y temblando, creo que se le escapaban algunas lágrimas.
    –¡Cómo quieres que sepamos, ni siquiera sabemos por qué nos perseguía a nosotros! – Gritó Jaken-sama. Inuyasha-sama y Sesshoumaru-sama lo miraron un momento en silencio y luego lo golpearon. Comenzaron a correr y nosotros tan cerca de ellos como nos era posible. Entramos a un cuarto similar a un enorme depósito, muy parecido al lugar en donde había muerto el primer hanyou, pero no había marcas de sangre en este nuevo lugar
    –La presencia desapareció”, me dijo Kohaku, seguramente refiriéndose al último fantasma que vimos, en eso, oímos un grito apagado que venía desde el techo. Shippou-chan subió sobre mis hombros agitando nerviosamente la cola.
    –Kagome–, gritó Inuyasha-sama, todos miramos hacia arriba. Los cuerpos de Kagome-sama y Sango-sama estaban como atravesando el techo, como si las hubieran literalmente “pegado” allí y sus bocas se encontraban selladas…
     
  5.  
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    Diez Fantasmas de pergamino
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    Re: Diez Fantasmas de pergamino

    Hanyou
    Si pisas la línea hecha de sangre morirás
    la línea de sangre asesina.
    Todos murieron No quedó nadie con vida. La isla completa está llena de fantasmas,
    ¿por qué ella tenía un pergamino de youkai?
    ellos atacan a quienes llevan ese pergamino. Después de que todos murieron sus espíritus quedaron rondando sin poder salir de la isla, Ellos mataban a quien osaba acercarse

    De la nada, apareció una enorme hoz de cadena que estuvo a punto de caer sobre nosotros, un ataque que pudo volarnos la cabeza. De la nada comenzó a surgir otra mancha de sangre...
     

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