Dias del Abecedario

Tema en 'Novelas Terminadas' iniciado por alexxMS, 15 Julio 2015.

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    alexxMS

    alexxMS Entusiasta

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    Título:
    Dias del Abecedario
    Clasificación:
    Para todas las edades
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    2
     
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    742
    Relato para la actividad "Dias Del Abecedario".


    A de Anochecer


    Era un particular anochecer para aquel joven que gozosamente caminaba por las coloridas y alegres calles citadinas de camino al apartamento donde vivía con su familia. Una sonrisa de oreja a oreja adorna su jovial rostro mientras nota la inminente noche aproximarse y aquella noche sería algo que recordaría por mucho tiempo, aun tocando sus labios con la yema de su dedo gordo sin ningún aparente propósito real.




    Una leve risa sale de él, aun completamente asombrado y exaltado por el evento ocurrido unos minutos atrás en el parque, con aquella chica… aquella chica. No podría sacarla de sus pensamientos por un largo tiempo, no es que antes no pensara en ella lo suficiente, pero esta vez era diferente, era algo especial. Y es que aunque todo podría lucir aparentemente igual para el chico de risueña sonrisa todo parece diferente, más alegre y cálido, todo a su alrededor parece reconfortante, desde las personas caminando por las calles hasta los autos pasando por la carretera parece diferente frente a sus ojos. El neón luce tan hermosos a sus ojos. El ruido de la cosmopolita no le molesta en lo absoluto, sino más bien lo contrario. Simplemente nada podría arruinar su día, no hoy al menos. Todo aquello ante el palidece en importancia en comparación con lo que había sucedido en ese bello parque lleno de alegría y gozo. En el mismo había compartido una de las tardes más hermosas podrían existir, al lado de ella, la chica por la perdía el sueño, con su afable manera de comportarse, siempre tratándole con mucho afecto y gentilidad. Sonriéndole cada mañana al llegar a clase, abrazándolo con cariño cada vez que quería.




    Aquella tarde al fin había decidido confesarle sus verdaderos sentimientos, y es que ya desde hace mucho había querido expresárselo y al fin poder decirle lo hermoso que le parecía su cabello castaño y sus ojos café, también deseaba poder decirle lo bella que su piel clara es. Pero por sobre todo deseaba decirle lo muy enamorado que estaba de su manera actuar, siempre juguetona y alegre, lo mucho que admiraba su manera de enfrentar el día a día con la misma animosidad inclusive cuando el entorno no fuera el más propicio. Siempre con una sonrisa, aunque a veces fuera doloroso para ella. Esto era lo que más amaba de ella, y a su vez, lo que le hace desear ser más optimista sobre el futuro.




    Entonces cuando el momento llega ya el chico no puede contener más su deseo de confesar su amor, y así lo hace. Ligeramente torpe pero lo hace, causando una leve risa en la chica, cosa que lo pone tremendamente nervioso. Sin embargo, poco después una particular sonrisa aparece en el rostro de la chica, entonces mientras ambos estaban sentados en la banca esta aprovecha para acercar su rostro un poco más al de él. Lentamente va acercando sus labios a los de él, entonces el chico hace lo mismo y con sumo cuidado y delicadeza comienza a mover sus labios hacia los de ella. No sabrían cuando tiempo paso hasta que al fin sus labios se encontraron, pero para el chico había sido una eternidad.




    Cuando al fin se besaron fue un poco torpe por parte del chico, que no sabía muy bien que hacer, sin embargo, poco a poco este se dejaba llevar por el ritmo de la chica, quien parece ser un poco más conocedora al respecto. Al comienzo solo sus labios se encuentran, comenzando una delicada y lenta danza en la que ella guiaba, mientras obedientemente el joven seguía su paso. Luego esta abre un poco su boca, y deja salir su lengua, el chico hace lo mismo, encontrándose en un mucho más apasionante beso, causando una tremenda euforia en el chico. Ninguno sabría decir cuánto duro el beso, solo sabían cuan satisfechos estaban.




    Poco más sucedió mientras notan como el cielo se oscurece dando pasó a la luna y las estrellas en un bello anochecer que nunca sería olvidado, no por ninguno de los dos. Aquel anochecer sería uno inolvidable para el joven que pudo al fin probar el dulce néctar de los labios de su amada, y la inmensa emoción y alegría que sentía por ello era indescriptible, así que simplemente sonríe, mientras pasa por las calles de una ciudad que ya no sería la misma jamás.
     
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    Marina

    Marina Usuario VIP Comentarista Top

    Tauro
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    Oh, que dulce sentimiento el que queda después de haber estado con esa persona que hace latir de tal manera el corazón y entiendo a ese joven, pues sí que se puede llegar a ver todo de diferente manera.

    Un relato muy lindo xD
     
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    alexxMS

    alexxMS Entusiasta

    Capricornio
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    B de Bolígrafo



    — ¡Maldición! — gritaba la joven para sus adentros. La pobre busca desesperadamente el bolígrafo azul por toda su desordenada habitación pero no consigue nada, bueno, en realidad consigue al menos dos lápices y un marcador, pero estos eran inútiles para su meta. Aquello debía ser escrito con bolígrafo, y no cualquier bolígrafo, sino específicamente aquel que le regalo hace unos pocos días su querida hermana. Esta se había ido hacia su hogar muy lejos de allí, en un país y sociedad muy diferente a aquella en donde habían nacido ambas. Durante mucho tiempo tuvieron que luchar para poder salir adelante, hubo demasiados altercados en el camino, pero lo lograron, ambas cumplieron su promesa y pudieron seguir adelante en aquel estanque de tiburones al que llamaban hogar. Sin embargo, y tristemente debido a sus logros ya no podían pasar tanto tiempo juntas como en aquellos días de infancia, ahora ya no había mucho tiempo para eso, y la distancia también era demasiada por lo que ahora solo podían encontrarse en ocasiones especiales.




    Aquello entristecía a ambas, que por muy orgullosas que estuvieran de sus logros no podían evitar extrañar los días en donde podían hablar y hablar hasta que el sol cayera y la luna apareciera. Ni siquiera los celulares o video llamadas podían hacerlas sentir un poco mejor al respecto. Y no es que fueran infelices o miserables, pero si se extrañaban mucho mutuamente, y darían lo que sea para compartir más tiempo juntas.




    Aquella ocasión especial la chica desesperadamente busca su bolígrafo para poder escribirle una carta a su hermana, dándole la estupenda noticia de que podrán reencontrarse antes de lo esperado, gracias a sus vacaciones adelantadas. Pero aquello debía ser hecho de manera especial, y para ello quería escribirle una carta con el bolígrafo que hace una semana le regalo su hermana cuando estaba de visita. Sin embargo, la frustración le llena cuando no puede encontrar mediante ningún medio el condenado bolígrafo. Aunque no lo extraña en lo más mínimo, pues siempre ha sabido que el orden no es lo suyo. Siempre su cuarto estaba en completo desorden, por lo que no encontrar algo allí era más bien común, aunque no lo hace en ninguna manera menos frustrante para ella.




    Estaba a punto de darse por vencida, había tanteado la idea de decirle mediante una llamada por teléfono anteriormente. Perece que tendrá que ser así. Así en el momento que va a recoger su celular para hacer la llamada uno de sus pies pisa algo que le hace resbalar y caer, cuando esta se levanta aun un poco adolorida nota que el objeto no es nada más y nada menos que el dichoso bolígrafo.




    — ¡Allí estas, bastardo! — grita. Al fin podría escribir la carta, felizmente toma la hoja para hacerlo y entre risueñas sonrisa escribe con el bolígrafo la carta con la buena noticia para ambas hermanas.
     
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