Long-fic Devil May Cry: Si Dios muere, los Ángeles caen

Prologo
The 4 Queens Bar- 10:30 pm

Se podía ver desde la esquina de la calle aquel letrero en neón rojo, colocado sobre la pared de ladrillo que hacía de fachada a un bar de cuarta, pero él no estaba ahí por el lugar; si no por algo más simple… el dinero.

Entro por la puerta principal, no sin antes ser revisado por un hombre corpulento calvo y de barba espesa; el cadenero lo inspecciono valorando si de verdad debía estar ahí o no, al parecer quedo satisfecho pues lo dejo ingresar.

Dentro, Dante eligió la parte trasera y oscura del recinto para poder observar mejor al personal y a los clientes, primero debía investigar qué era lo que estaba cazando.

Justo cuando el reloj marco las 11:50, algo capto su atención en sobre manera. Una joven mujer de cabellera espesa coloreada en rojo, camino de lado de la cantina; mientras ella sonreía traviesa al cantinero, Dante pudo ver bien su cuerpo, pequeño pero proporcionado de busto exacto y caderas apetecibles…

-¡Tonterías!- Se dijo así mismo- Esto está tardando demasiado.-dijo exasperado.

Justo en el momento en el que el pidió una cerveza para poder mitigar el aburrimiento, la chica subió a la tarima del pequeño escenario de entretenimiento, mientras la banda empezaba a tocar.

(De fondo se escucha Future in my hands)

-La pequeña zorra tiene talento- Dijo Dante al escuchar a la chica cantar y llevar el ritmo como aquella cantante que a él tanto le gustaba- entonces… por ti estoy aquí… ¿no es así?

Y era verdad, habían prometido pagar por sus servicios, si lograba descubrir y acabar con la cosa que se llevaba a todas las cantantes con talento, algo nada bueno para el dueño del negocio pues buscar una chica nueva cada vez era más difícil.

Dante se dio el lujo, incluso, de llevar el ritmo de las canciones con el pie, disfrutando de la vibrante voz de aquella chica.

-Nada mal…- admitió justo al final de la 4 canción.

Terminado el número, la joven se encamino a la parte trasera del bar, para poder salir por la puerta de emergencia.

-Maldición… no hagas más difícil esto...- dijo entre dientes Dante, levantándose y caminando detrás de ella, por si la “cosa” decidía darse un bocado esa noche.

La encontró recargada en la pared del pasillo, justo a un paso de la puerta; ella levanto el rostro y le regalo una dulce sonrisa al caza demonios.

-Te vi seguirme, solo espere- dijo ella rodeándolo mientras de nuevo sonreía, más atrevida ahora.

Sus magníficos ojos azules, tan azules como el zafiro penetraron en la mirada de Dante, quien decidió seguir el juego… por una vez no haría mal.

El dejo el peso de su robusto cuerpo sobre su hombro, recargándolo en la pared contraria, dejando salir el galanteo que casi no veía la luz.

-Bien pues aquí estoy- Dijo él; ella rio suave, tan suave… pero aun así le erizo el bello de la nuca.

-Ya lo veo… pues bien… entonces juguemos…- y de nuevo una sonrisa, pero esta era diferente esta no era inocente, tampoco era como la que había regalado al cantinero… era sensual… era lujuria… era pura atracción animal… y el sintió el descontrol, que por primera vez en años volvía a emerger desde su oscura profundidad.

No habría peligro esa noche, el no sintió nada relevante, así que solo se dejo llevar por aquella bestia, que antes dormía en el, pero que ahora solo clamaba por aquella mujer.

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Con las ropas arregladas , y uno de lado del otro; Dante fijo la mirada en el piso y hablo…



-Debería ser más seguido… ¿te volveré a ver?-

-Quizá… el mundo es pequeño… o quizá…yo prefiera perderme en el- Dicho eso aquellos zafiros lo miraron de nuevo, y ella partió…

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A la mañana siguiente volvió al bar para hablar con el dueño, pero encontró solo policías y al gordo propietario hablado a gritos con un sujeto de traje, probablemente del seguro.

Despacio se acerco para poder hablar con él.

-Hey tu, ¿Que ha pasado aquí?

-Acompáñame dentro cazador- Dante lo siguió por la entrada principal; pero su asombro fue grande, al ver todo el bar destrozado por lo que parecía haber sido una pelea, había rastros de sangre, obviamente no era humana y balas muchas balas.- Resulta que alguien más hizo tu trabajo…

-¿Quien fue?

-No lo sé, yo contacte con el agente que me prometió un cazador con experiencia y ya he pagado.

-No creo que haya sido tanta, ha destruido el lugar- burlo Dante, el hombre soltó una carcajada

-Así lo pedí yo, también necesitaba el dinero del seguro, lo sabrías si me hubieras dejado explicarte cuando te contrate.

-Ya vale, me da igual solo paga los honorarios y me largo- el hombre volvió a reír

-Resulta que también venia en el contrato, y si no lo has logrado tu, me temo no hay pago para ti…

-demonios…- gruño Dante dado media vuelta y marchándose

Regreso cada semana por un mes para verla de nuevo, pero ella nunca volvió; pregunto una sola vez al dueño quien le explico que después del incidente ella se marcho… el hombresote no la culpaba probablemente se había asustado…

 

Misión 1: Reencuentros casuales
El teléfono sonó muy temprano esa mañana; despertándose con pereza extendió el brazo izquierdo y lo cogió para atender la bendita llamada que probablemente seria de su eficiente pero asfixiante agente.

-Ya es de día, despierta o si no tal vez no te paguen… tenias un compromiso esta mañana, ¿lo olvidaste?

-Como olvidarlo, lo mencionaste toda la semana- respondió con voz soñolienta, con un bostezó agregó- No pienso ir, me he hartado solo quiero un poco de espacio, he trabajado por meses, me desconectare un rato.

-Te demandaran por incumplir- respondió el hombre en la línea

-y se que lo resolverás como siempre, si te necesito te llamare, lo prometo Gabriel-

-Eres terca, no olvides llamar…

Dicho eso el hombre colgó, y ella volvió a revolverse en las mantas.



DEVIL MAY CRY



-¡Pero es que debes pasar por mí!- recalcaba una jovencita con impaciencia- es un barrio feo y bien lejos, y quede de estar puntual…. Solo te pido que me recojas- y haciendo uso de sus armas infalibles, puso en su rostro los ojos más brillantes y llorosos que podía hacer, mientras inflaba las mejillas.

El chasco los dientes

-Vale ya pasare por ti, pero quita esa horrenda cara de perro lastimado- la niña paso por alto el insulto y salto feliz

-Hecho, pasa por mí mañana a las 3:00 pm a esta dirección- dejándole un papel rosa con tinta de chispitas - Se puntual por favor no quiero dejarla esperando mucho por tu causa.

-Tu anciana maestra estará bien- recalcaba él con impaciencia

- No es anciana, es linda y muy inteligente, Dante eres un Grosero- Patty le enseño la lengua al cazador y se marcho por la puerta principal dejando un gran portazo tras de sí.



Después de un suspiro largo, Morrison hablo desde el sofá.

-Debes dejar de tratarla así, aunque te estima, la gente también se harta Dante.

-ya no fastidies, no la trato mal- se dirigió a pasos agiles a su escritorio mientras pensaba en la actitud cambiada de la chiquilla que acaba de marcharse.

-Tengo trabajo para ti- Morrison le paso una carpeta con la información del caso.

-Muchas molestias, solo dime de qué va la cosa- dijo Dante sin intención alguna de mirar aquella carpeta

- Es de un cura de un poblado cercan….

-No me interesa…

-Pero el pago…

-Alguien más ha sido contratado y no me apetece ir déjalo ser…

Dicho aquello descolgó de una patada el teléfono y marco a la Pizzería acostumbrada, mientras lo dejaban en la línea pensó en el suceso del día anterior.

-o-o-o-

-Si es por la deuda, llegas en un mal momento- dijo Dante

-No te molestes- dijo Lady- Solo he venido a preguntarte una cosa, ayer se me escapo el demonio que cazaba.

-Lo siento por él- dijo en tono de burla Dante-Mientras viva el será perseguido por ti, me compadezco…

-Es una mujer Demonio que controla los relámpagos-dijo Lady con seriedad…

Momentos después de la partida de Lady Dante recibió una llamada un tanto inesperada, pues tenía ya bastante de no saber de esa persona.

-o-o-o-

-Puedo tomar su orden- decían desde el otro lado de la línea

-Si quiero una pizza…



Al día siguiente Dante no tenía mucho que hacer, así que al salir de la ducha se dirigió al local de siempre por su acostumbrado helado de fresa, desde ahí pudo ver que en la boutique de enfrente salía una mujer rubia y minutos después una morena.

-Esas dos terminarán matándose- Dijo el dejando la cucharilla del helado sobre la copa ya vacía-Ahora a esperar que sean las 3:00 pm- se dijo sin mucho animo



La llamad de Trish había sido especifica, solo quería entretenerse un rato, pues su objetivo actual no era gran cosa, y Dante sabiendo que Lady era completamente capaz, decidió no meterse en el asunto; quedo en verse con la rubia en la iglesia de aquel cercano pueblo, y realmente estaba contento hacia mucho que no la veía y realmente la había echado de menos, pero todo eso sería hasta que recogiera a Patty, y como pasaban de las 3:30 seguramente le armaría un alboroto.

-Menudo día en que te cogí afecto mocosa- se dijo a sí mismo con una sonrisilla mientras doblaba en el vehículo a la izquierda para por fin llegar a la dirección acordada.

El vecindario no estaba tan mal, pero si estaba lejos, la chiquilla estaba en el portón de un edificio Gris, grande y antiguo que parecía ser un centro de ancianos; cuando la niña lo vio corrió hacia él y empezaron los gritos.

-¡Te dije que llegaras puntual, la señorita está esperando solo por mí, todos los voluntarios se han ido!

-Ya tranquila, he tenido trabajo, además ya estoy aquí…

-Patty…-dijo una voz suave- ¿El viene por ti?...

Dante miro a la mujer por un segundo y la mente se le lleno de recuerdos frescos y añorados, pero ¿sería acaso…?

-Dante te presento a la señorita Diana d’ Archange, es la nueva maestra de artes de la escuela, trabaja con nosotros desde hace una semana, y me ofrecí como voluntaria para este lugar de ancianos refugiados, por que será la última vez que ella venga.

-Un placer-dijo la mujer agitando su cabellera castaña ondulada.- Patty ya me ha hablado de usted

-El placer fue mío- dijo él pues no se le ocurrió nada más adecuado, Patty lo miraba extrañada no era usual en el ser educado.

-Pues me marcho, te veo en la escuela el Lunes Patty, de nuevo un placer conocerlo.- y levantando la mirada a los ojos de Dante, el pude ver de nuevo aquellos zafiros que había admirado hacía 2 años ya; tal vez aquella ropa sofisticada y elegante y aquellos tacones de infarto la hacían parecer distinta, incluso el pelo era diferente… pero aquella mirada no era algo que se le olvidaría tan fácil…



Después de pasar por Trish, en un momento oportuno, pues aunque las dos eran resistentes, Dante no tenia duda que la ganadora seria la rubia, ambos se dirigieron al local para ponerse un poco al tanto de lo ocurrido.

-Luces distinto, es que has enfermado…- al no haber respuesta La rubia indago…- Ah lo vez es la pizza y el helado… te he dicho que dejes de comer eso.

-Basta no es eso, es…olvídalo- Cambió de tema- ¿A dónde iras ahora?

-Persigo a varios así que depende de ellos- respondió Trish, ella sabia la estima que le tenía debido a ese gran parecido entre ella y la madre de Dante.

-Si te hartas, sabes que puedes volver cuando quieras….- ahí estaba la preocupación Trish sonrió

- ¿Qué pasa?, es raro verte así de dulce, pero me apetece seguir viajando un poco mas…

-Entonces cuídate…

-Tú también Dante…

Fuera del local las dos mujeres que instantes antes querían hacerse pedazos viajaban en una sola moto como amigas de siempre, solo para que justo después de esa partida llagan varias facturas por aquella boutique donde Dante las vio salir.



-¡Ah! Esas dos… - suspiro- tres…- pues también venia una factura por cuenta de Patty.

 

Misión 2 Humanidad Inmunda.

-Es precioso… te ha quedado muy bien- Dijo Diana muy complacida, pues de todos sus alumnos, Patty había demostrado tener verdadero interés y talento en la pintura.

-¿De verdad?... me he esforzado mucho y es un regalo…

-Un regalo… ¿Para quién?-Patty miro con intensidad su pintura recién terminada… El aula estaba vacía, solo estaba ellas dos en el salón de artes, el sol se filtraba por los ventanales y hacia que la habitación resplandeciera-No me lo digas, tu amigo del otro día ¿o me equivoco?

-No, es verdad es para él, sinceramente le estimo mucho pero… a veces suele ser muy duro e insensible… y le entiendo también ha vivido cosas…

-Creo que lo has representado de una forma muy bella…- En la pintura de la niña se veía, una inmensa oscuridad envolvente, únicamente iluminada por una frágil flor roja rodeada de espinos.

-¿Y usted señorita, que ha pintado?- Patty se acercó al lienzo de su profesora, ahí una pintura de un ángel perdiendo sus alas- Es muy triste pero muy bello.

-¿Lo crees?- Su mirada cambio- Tal vez es así como a veces me siento…- Sonriendo de nuevo Diana le recomendó a Patty irse pues era tarde ya.


Al salir del aula Diana encontró en los Pasillo de la escuela a un pequeño niño de 7 años, lloraba con verdadero pesar en un rincón, la tristeza del pequeño era tanta que Diana sintió aquella aflicción como propia, con cuidado de no asustar al pequeño, Diana se acercó a él para saber el motivo de aquella tristeza.


-¿Puedo saber por qué lloras?-pregunto Diana rápidamente al ver que el niño se levantaba con la intención de huir; el chico detuvo sus pasos y desde la poca distancia que abarco, giró y le dedico una mirada vacía y helada. Diana se sobresaltó, no era normal en un niño aquello; cuando el pequeño corrió por el pasillo Diana Grito -¡Si necesitas ayuda…!- Pero sus palabras fueron ahogadas por los pasos acelerados del chico-… estaré el aula de artes todos los días-termino la frase pero nadie la escucho; mentalmente la joven se propuso investigar al pequeño.


DEVIL MAY CRY


-¿Que te sucede?, has estado callada desde ayer y eso no es normal; digo, no es que me queje de la tranquilidad pero…

- Isabella desapareció desde hace una semana…- hablo por fin Patty-, desde hace 3 meses han pasado cosas, ella era alegre y de pronto se apagó… ya no hablaba con nadie…- Patty lloró- ni conmigo…

Dante se sentía incómodo con ese tipo de cosas, aun así intentó tranquilizarla.

-Tranquila, es probable que la hayan adoptado…

-¡NO!-grito desesperada- Es que no se llevó nada… ayer vimos cómo se llevan a alguien en una camilla estaba tapado, pero estoy segura que era ella- las lágrimas seguían corriendo por su rostro- Solo tenía 7 años…

-Patty… yo…-él no sabía cómo tranquilizarla

-Hace 3 meses que llegaron los docentes todo cambio algunos creen que es algún nuevo profesor… incluso la señorita Diana me ha pedido que no me quede mucho tiempo después de clases… algo pasa, y está lastimando a los chicos.

Dante se quedó pensativo, no había forma que la maestra de Patty… seguro era otra cosa.


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En la escuela, Diana investigo un poco del pequeño, su nombre era Ely; había perdido a sus padres a los 4 años y desde entonces estaba ahí. Había podido hablar con él en una ocasión, y fue suficiente para que el pequeño la buscara…


-El mundo es gris… ¿Acaso hay razón para que yo ría?- dijo Ely, Diana sonrió con tristeza, pues ella conocía bien lo gris que podía llegar a ser el mundo.

-Si lo hay, hay belleza también y sobre todo hay esperanza… la esperanza de que las cosas cambiaran… yo lo sé, ¿Hay algo que pueda hacer por ti?

-no… no lo hay

-Trataremos… -le dedico una sonrisa sincera- lo lograremos.


E interiormente se prometió cuidarlo…


Con anterioridad Ely tuvo amigos, y era muy alegre, incluso la muerte de sus padres lo sobrelleva muy bien, extrañándolos pero no presentaba el daño emocional causado por la perdida.

Una tarde, terminados los deberes evaluados, cuando los niños debían estar en el comedor, la joven maestra, encontró la razón del cambio anímico de Ely.

La consternación que sintió ese día no fue nada al compararlo con la repugnancia y el odio que tenía, al ver a Ely sollozando mientras el docente nuevo, hincado sobre una rodilla acariciaba de forma indebida a aquel pequeño niño asustado.

Profesor de Historia, respetado por la comunidad de enseñanza, doctorado en Pedagogía, anciano de 64 años con acepto humilde…. Un cerdo…

Diana no tuvo tiempo de procesar la escena; debía ser prudente, aquel puerco era un humano… degenerado pero humano… debía quitarle a Ely y hacer algo. Necesitaba pruebas para mandarlo lejos… ¡ah!, la justicia mortal, tan ineficiente al cuidado de los suyos. Con paso veloz y levantando la voz fingiendo no saber nada dijo.

-Ely, vaya que te encuentro, ve rápidamente a mi aula necesito me ayudes con unos lienzos- Dicho aquello el pequeño Ely levanto la mirada y soltándose con brusquedad de aquel sucio abrazo corrió hacia el aula de Diana.

Como no lo había notado antes... azufre, el olor del azufre se impregnaba en el alma de aquellos que se encargaban de matar el espíritu de los otros.

Una vez solos, aquel viejo hombre y ella, Diana hablo.

-No debería quedarse tan tarde con los alumnos, que podría pensar la gente- aquellas palabras era navajas afiladas turbaron un poco al anciano pero rápidamente se repuso.

-Y a quién le importa lo que una novata sin carrera diga.

-No juegue conmigo, yo no soy una niñita asustada- Ella le regalo su más cruel mirada y se marchó para encontrarse con Ely.


DEVIL MAY CRY

-La policía dice que el cuerpo encontrando es de una niña llamada Isabella Belletti-Informaba Morrison leyendo una carpeta con el expediente oficial.-7 años.

-La amiga de Patty- Dante se servía una copa de vino – Esto es muy extraño…

-lo extraño- continúo Morrison-Es que, según el forense la muerte se reporta como ataque animal desconocido….

-Animal desconocido…

-Aún hay más…

-¿Mas?

-La niña tenía en sus uñas, residuos de piel ni humana ni animal…. Des…

-Desconocido…-Dante en verdad estaba preocupado-Patty…

-Creo que deberías vigilarla un poco más, nunca se sabe…

-Tienes Razón.

Dicho aquello partió a la escuela de Patty para esperarla terminadas sus clases; en el trayecto hacia el local la niña estaba muy callada.

-Hey Patty, ¿qué sucede?

-El cuerpo que encontraron era de Isabella…- La niña estaba triste…

-Patty, yo…

-Tranquilo- La niña sonrió un poco- La señorita, ha hablado conmigo se interesó mucho al saber que Isabella era mi amiga…- una lagrimita resbalo por su cara

-¿Tu maestra estaba muy interesada?

-Oh si mucho, realmente creo que me estima- Patty se secó la lágrima y sonrió.


Al llegar al local Dante se retiró ordenándole a la niña se quedara ahí, y con verdadera angustia partió al orfanato de nuevo.


No podía ser ella, no podía… pero el incidente en el bar y ahora la bestia en la escuela no sería una coincidencia, ¿o sí?

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Diana se había comprometido a no descuidar a Ely en ningún momento, le ordeno al chico jamás quedarse de mas con aquel hombre, que si tenía problemas amenazara con decirle que ella le esperaba; ella conocía muy bien a estos inmundos seres, ¿humanos?, no ya no había humanidad en ellos ¿Qué los diferencia, entonces de los demonios?; siempre que un depredador elige presa no lo deja hasta no haberse saciado y hartado de ella, y Diana lo sabía muy bien.


Era tarde y Ely no había llegado al aula como habían quedado que harían después de clases, sin dejar pasar un minuto pues la preocupación no la dejaba respirar con normalidad, salió de su aula para buscar a Ely. Busco en los salones, los baños, la cafetería y las aulas cercanas, pero su verdadera intención era el despacho de aquel engendro; acelerando el paso cuando vio que la oficina estaba cerca y dando un gran empujón a la puerta del despacho para abrirla, pudo ver lo que temía; el sujeto ya casi tenia los pantalones abajo, Ely estaba buscando refugio entre la pared y el gran escritorio, Diana lo vio y respiro un poco más tranquila no lo había tocado, aun…

-Cerdo…- dijo ella tajante- No mereces siquiera mi tiempo, pero por este niño al que has manchado con tu inmunda huella, te juro que desearas no…

-¿No qué? Señorita D’ Archange... me arrepentiré de haber nacido… ¿es eso?…- el hombre se acercó a ella amenazadoramente, la puerta del despacho se cerró de pronto; Diana sintió el cambio en el alma del hombre había más oscuridad.

Los ojos del Maestro se tornaron rojos y su piel se cayó a tiras dejando músculos ennegrecidos y sangrantes fuera. De los brazos de este ser salieron llamas negras que comenzaron a quemar el lugar.

-¡Ely!-grito Diana al ver que la criatura lo tomaba entre sus horripilantes garras- Déjalo ir Demonio- con una patada en el estómago del monstruo que hizo que perdiera el aliento, la cosa grito de rabia al verse atacado, y arrojando el pequeño cuerpo de Ely por encima del escritorio concentro su atención en Diana.

El grito del niño se escuchó, pero ella no tuvo tiempo de reaccionar, la cosa la tomo por el cuello intentando romperlo; Diana se apresuró y como le habían enseñado hace años, procedió a intentar romper sus brazos, el agarre de uno se aflojo y ella aprovecho para propinarle varias patadas con maestría en las costillas y la cabeza, la última lo aturdió y en ese momento ella empujo el gran escritorio hacia la bestia, el impulso lo hizo caerse de espaldas hacia el fino ensamblaje de armas que tenía el docente poseído, clavándose las puntas a través de su torso.


La bestia rugió y con la voz del hombre que fue, hablo.

-¿Cómo has…?

-Me das lastima… tu temor hacia lo que yo podía hacerte, te orillo a aceptar esa cosa en tu alma ya podrida… De lo que tu dejabas lastimado y herido el demonio se alimentaba... si… el alma aterrorizada y vacía de un niño… Eso fue lo que le hiciste a Isabella- la voz de Diana era fría

La cosa río.

-¿Y quieres que ahora me arrepienta de haber nacido?...- le escupió

Ella lo ignoro y corrió a ver a Ely

El incendio en el despacho se había acrecentado debía sacarlo; pero cuando lo encontró era tárdelas astillas de los vidrios y el golpe del demonio lo habían herido… era tarde para él.

Con lágrimas en los ojos Diana lo cargo en sus brazos y comenzó a hablarle.

-Perdóname por favor, prometí cuidarte y no me ha salido bien perdóname...- Después dirigiéndose al demonio aun con lágrimas en los ojos dijo- Yo valoro el alma y la vida, y en lo que tú transformaste la tuya…-trago con asco- eso fue mucho después de tu vida pura como infante…. Ahora arrepiéntete de haber aceptado tu oscuridad humana y haber abrazado la satisfacción de poseerla…- la cosa se movió un segundo más y después murió… así como también murió aquel hombre que una vez fue humano.

Las lágrimas aun caían sobre Ely, pero poco a poco del pequeño cuerpo una luz salió, al final al estar frente a Diana la luz dejo ver la silueta de Ely limpio sin ceniza y sonriente…

-Me cuidaste, y estoy libre de él… Gracias…- la luz desapareció y con ella Ely.

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Dante llego a la escuela cuando los bomberos pretendían entrar, burlándolos pudo llegar hasta el despacho y pudo ver a Diana arrodillada cargando el cuerpo de un chico rodeada de destrucción, y un demonio menor que poco a poco se convertía en los vestigios humanos, pero la sorpresa fue al ver el espíritu de aquel niño…

-Gracias…- dijo el niño y desapareció dejando a la chica llorar.

Ella se percató de la presencia de Dante y pese al hollín y la ceniza lo abrazo fuerte, y él a ella; Dante se alegró, solo había sido una mala coincidencia.


Después de haber tomado su declaración del suceso, Diana cubierta por una frazada medica e insistiendo a los paramédicos que estaba bien Dante se acercó y le dijo.

-No es tu culpa, eso…

-Lo sé, era un demonio… incluso antes ya lo era…- Los zafiros lo miraron y el no pudo evitar hablar de aquello que lo tenía despierto desde que la vio de nuevo.

-Te fuiste…- afirmo serio

-Y yo dije que tal vez me perdería en el mundo…

-Te salió bien…- dijo el sonriendo un poco.

-A veces escapar un rato es lo mejor…

-Y de cantante de Bar a Docente de escuela es un paso corto por lo que veo- burlo él y ella rio un poco volviendo a erizarle la piel como hacía 2 años…

-Debo irme es tarde…

-Me ofrezco a acompañarte- ella dudo pero al final negó.

-No gracias debo irme de verdad- Dante gruño con molestia

-Así que entonces debo esperar otros 2 años para verte.- ella se molesto

-Me reclamas, como si fuera un objeto tuyo… y no lo soy-Él se exalto también

-No ruego a nadie y no lo hare ahora niña.

-¡Bien!- ella se marchó.


¿En qué momento terminaron los dos en el local, jugando a lo que ya habían jugado antes?; no lo sabían pero había pasado…

A la mañana siguiente ella se despidió y el quedo con la certeza que no se iría esta vez.

 

Misión 3: Problemas


La luz de luna se filtraba por la pequeña ventana de la habitación, no había ruido alguno, tan solo los pocos vehículos que transitaban en la calle; pero algo rompió aquella agradable tranquilidad, un teléfono empezó a sonar.

-Maldición…- Se quejó el- ¿Pero qué demonios es eso?- Ella despertó con brusquedad buscando el móvil que sonaba.

-¡Joder! Lo había olvidado- cuando encontró el aparato, dio un salto y bajó de la cama cubriendo su desnudez con las sabanas superiores, destapándolo a él en el acto; Dante gruño molesto.

-¿Que sucede? son las 12:30 pm- ella lo calló arrojándole un cojín, después atendió la llamada

-Oui… Je sais, je de vous y voir, vous voir à l'hôtel… bisous…- Terminada la conversación ella colgó el aparato y se giró para mirarlo- Lo siento tenía una cita y lo olvide... debo irme

-No sabía que hablabas francés…

-Nunca lo preguntaste…- tomando sus cosas del piso sin mirarlo y salió a vestirse rápidamente en el baño- Es trabajo…

-¿A media noche?- subió una ceja con incredulidad

-Sí, y espero que sea un buen trabajo- dijo ella en un susurro.

Cuando hubo terminado de vestirse salió a toda prisa del local, y en la esquina de la calle pidió un taxi. Dante no quedo conforme con eso y 5 minutos después ya salía a seguirle la pista, dudaba un poco de ella, no lo había querido mencionar, pero lo sucedido en la escuela lo tenía intranquilo, ¿Qué era esa pequeña mujer; que donde aparecía, había problemas?


La siguió hasta la entrada de un hotel de aspecto lujoso, donde ella bajo a toda prisa del taxi.


-¿No serás…?- pero no pudo responder a su pregunta de inmediato, pues tuvo que esperar media hora para ver si algo relevante sucedía, y sucedió. Al cabo de ese tiempo un lujoso vehículo convertible plata, aparcaba en la entrada del hotel, de él, bajo un hombre rubio, elegantemente vestido y debía mencionarlo, el infeliz era atractivo; el sujeto sacó del interior de su chaqueta un teléfono móvil y realizo una llamada; después de unas cortas palabras al cabo de 5 minutos bajó Diana.

-¿Pero qué…?- Exclamo Dante desde donde se encontraba pues podía verla a la perfección; ella vestía de blanco una prenda tipo coctel corto y estilo griego; su cabello estaba perfectamente peinado pues aquellas ondas se veían impecables y sus pies se cubrían con oro. Si…, la condenada lo hacía tragar grueso; ella sonriente se acercó al otro hombre y se abrazó a él sujetándolo por el brazo…

-Bonita pareja…- esbozo una pequeña sonrisa y se marchó por donde había venido, no tenía tiempo para sentimentalismos baratos, y tenía una cita por la mañana con Morrison- Como sea, espero sea un buen trabajo me hace falta….


Restaurante del Barco-Casino Poseidón.

Ellos se sentaron en la mejor mesa del lugar, admirando la decoración dorada y disfrutando la banda que tocaba.

-Muchas molestias para un trabajo simple, ¿No lo crees?- Dijo Diana mientras recibía del mesero la carta- Además sabes que no me gusta que…

-Que te conozcan…, lo sé, tranquilízate, ahora recuerda; si te interesa la oferta pide vino blanco, si no, solo agua…

-¿y si lo quiero considerar?

-Que sea tinto…- dijo el, y luego le regalo una sonrisa conciliadora -ahora hablando de otros asuntos… Sabes que el tiempo se acaba… dime por favor ¿qué piensas hacer?

-Vivir… eso hare…

-Pero…

-Basta… sabes que es difícil así que concentrémonos en el menú…


Justo en ese momento una mujer morena de cabellera negra, labios rojos y atuendo guinda se sentó en la mesa de ellos.

-Buenas Noches- saludo ella- ¿Son ustedes los D´Archange?

-Usted debe ser la señora Minoson…

-Es correcto, bueno, pues antes de la cena me apetecen los negocios.

-De acuerdo- dijo el hombre dando así por iniciados los negocios.


La conversación había ido a parar en un misterioso jugador de póker, con el que si te enfrentabas y el ganaba tu morías…. Algo serio para el negocio de un casino… y aquella mujer solicitaba ayuda de un cazador para acabar con el misterioso jugador “King”. Diana pidió agua en su copa… y Gabriel entendió el mensaje.

-Creo que realmente nos hemos confundido,- Dijo el- Estamos aquí ante tu llamado para un violinista en el entretenimiento de los jugadores mayores….

-¡Oh! Disculpen el enorme malentendido, debo haberlos confundido, pero he estado tan ocupada con ese asunto que ya no sé ni cómo solucionarlo…

-No se preocupe, entendemos…sobre el Músico…

-Si claro, un violinista maestro de las obras clásicas de preferencia…

-Hecho, lo tenemos… nos presentamos ¿cuándo?

-Mañana mismo para la función en el auditorio, si me disculpan debo irme.- Dicho aquello la mujer se levantó y se fue.

-Pienso que sería interesante…-Dijo Gabriel momentos después.

-¿El que…?-Pregunto Diana

-Apostar y ver quien sobrevive-y el rio

-Vaya… creí que sabias que las apuestas forman parte del pecado de la avaricia…- Le dijo ella alzando una ceja. El volvió a reír con ganas.

-Vaya que eres adorable… por eso aquel pobre iluso te sigue

-Ya cállate Gabriel, no sabes ni lo que dices…- él se carcajeo llamando la atención de las mesas vecinas

-Tienes la oportunidad y no lo haces… Sabes acaso ¿quién es él?

-¿Acaso importa?

-A ti debería importarte….

La conversación murió en ese momento y solo se escuchó el sonido de los cubiertos en la loza.


DEVIL MAY CRY

Dante acabo por aceptar la invitación del tal “King”, para jugar en el casino, y es que el muy infeliz se los había tocado, cuando le mando aquel peculiar regalito y este había quedado en manos de Patty.

-Y para colmo sin pago digno…- Se quejó el cazador

-La mujer ha accedido a pagarte, y puede que si tienes suerte te quedes con buena parte de la apuesta…-Hablo Morrison.

-¿Suerte?... necesitaras un milagro para ganarle y que no te maten…- Dijo Lady, Dante chasqueo los dientes

-Para eso está el reloj…-Dijo Morrison sosteniendo la cadena del mismo

-Puedo con eso… mi trabajo es vencer demonios no importa el ámbito…- Dijo Dante hinchando el pecho…

-Por si las dudas, te lo llevare…- Dijo Morrison guardando el reloj en su estuche.


Barco-Casino Poseidón


-Vaya que es grande- silbo Dante- Primero probaremos suerte en las mesas- El cazador decidió ir temprano para ver el ambiente de este dichoso jugador no humano.

Cuando pasaba por la puerta del auditorio, vio partir a aquel hombre que había visto la noche anterior en el hotel, saliendo deprisa.


-¿Cuál es la prisa ricitos?- dijo para sí Dante al verlo partir, aprovechando que no había nadie en la puerta, se adentró en el gran auditorio; y por si la casualidad de haber encontrado a aquel sujeto no fuera suficiente, ella estaba allí parada en medio del escenario tocando de una manera sorprendente y bella una hermosa sonata en violín.


Cuando la pieza termino, ella levanto esos bellos ojos azules y le miro, ladeo el rostro y le sonrió mientras los Ingenieros en audio, que trabajaban con la acústica del lugar, le aplaudían.

Bajo ella de la tarima y camino hacia él.

-Qué casualidad- Dijo- Creía que tus negocios solo se cernían a tu local.

-Soy hombre de negocios y depende del trato salgo… eso ha sido…

-La sonata N° 6 de Paganini.

-Vaya, así que entonces tu currículo- dijo la última frase mirándola de forma significativa- incluye… Cantante de bar, cuidadora de ancianos, maestra de pintura de mocosos y ahora violinista profesional… ¿Es que hay algo que no hagas?

-Si… No actuó en teatros, para puestas en escena…- Dijo ella y al mirar su rostro de incredulidad río- La vida es corta debo hacer lo que más me guste mientras tenga el tiempo…- y aquello la apago.- ¿Y qué negocios te traen al casino?- cambio el tema rápidamente

-El placer de apostar con los peces gordos… ya sabes lo común

-Pues entonces ten cuidado, las paredes dicen que hay un jugador que toma tu vida como pago…- Él se tensó, ¿por qué ella siempre estaba donde habría problemas?-¿Que pasa, te he asustado?- pregunto ella.

-Eso es lo que los demás jugadores quisieran- Dante sonrió socarronamente.

Diana se acercó despacio hasta llegar a su costado y en un susurro, que solo podía ser escuchado por él, dijo.


-Mi intermedio es a las 12:00 pm si quieres probar tu tiro en el billar te espero…- y se fue

OOOOOoooooOOOOOoooo


El juego en la mesa para los mejores, se había puesto interesante, el primer pez murió… y el no sentía lastima, que fácil de corromper eran los humanos...

Aprovechando el receso que ocuparían para limpiar el cadáver y atender a aquellos mentirosos que aparentaban ser algo que no erán; Dante se decidió por un intermedio de Billar, tal vez le pondrían un reto, y conociéndola seguro si lo sería.


Caminó hasta el pasillo del salón para las mesas de billar; pero no había nadie alrededor, el corredor estaba vacío, entro a la habitación; las mesas estaban cubiertas por una manta, seguramente aún no estaba en uso aquel salón, la habitación estaba oscura, solo la lamparilla de en medio estaba encendida, la mesa bajo aquella luz estaba destapada y Diana con una pierna sobre la mesa apuntando con el taco a las bolas de color.

Su cabello recogido de lado dejaba ver la espalda desnuda de la joven, y su cintura y cadera cubierto por una fina tela purpura; aquella visión le subió la sangre por las venas y la temperatura al cuerpo. Seguramente ella lo escucho, pero no se giró a mirarlo; él sabía que su presencia la abrumaba, tanto como a él aquella visión.


Con pasos serenos se acercó y con el dorso de aquella mano enguantada, acaricio la blanca y tersa espalda, la electricidad de aquella caricia también la sintió el, ¿En qué momento lo había embrujado? Si, embrujo, no había otra palabra para definirlo se había vuelto dependiente, el mismo la buscaba, el necesitaba esos instantes de lujuria con desesperación, y vaya que lo disfrutaba… pero no había más que eso; no había sentimentalismos, no había necesidad de posesión, solo el placer que ella le proporcionaba.

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-..-.-.-.


Dante cubrió a Diana con la gabardina, y ella se abrazó a él, siempre era así, ella de él y jamás le pediría más, y él lo sabía… eso estaba bien.


-Es tarde, debo regresar- dijo después de un rato ensimismado, se levantó despacio y cubriéndose con aquella prenda roja busco sus complementos.

-Yo también debo regresar, que voy ganando un buen botín, y no pienso tirarlo- Ella le sonrió un poco incrédula, pero permitió la mentira.


Vestidos ya, ambos salieron por la puerta de aquel salón.


Lady llevaba buen rato buscando a aquel desconsiderado, tenía que haber estado en el salón de la apuesta desde hace 5 minutos y no aparecía; cuando doblo una esquina del corredor pudo ver a una mujer que sin tapujo alguno, tomaba a Dante del cuello y le plantaba un profundo beso en la boca; aquello dejo a Lady sin palabras pero no hizo nada. La chica partió y el cazador camino hasta su compañera de profesión.

-Espiar es de mala educación…- Dijo Dante

-Yo no espiaba a nadie- dijo Lady colorada- Yo solo venia por ti, tienes esperando a todos desde hace rato, piensan echarte de la partida.

-No exageres soy el que va ganando…

-Patty tomo tu lugar…- Dicho aquello Dante casi corrió para alcanzar la mocosa entrometida antes de que pasara algo feo…


OOOOOoooooOOOOOoooo

El espectáculo término, todo ya lo conocía bien, y siempre terminaba igual de satisfecha, los vítores, aplausos y rosas siempre serian lo suyo… hasta que todo acabara…

Camino con su estuche de violín hacia la salida del Casino, ya estaba amaneciendo, y por los rumores del corredor, “King” estaba jugando, y ya había reclamado a tres vidas.

Justo en ese momento la mujer que había contratado sus servicios paso con velocidad hacia el salón de las apuestas.


-Como no se nos ocurrió…- dijo para si- Ay Gabriel, pierdes tu toque… Minoson… - dejo salir un suspiro y espero sentada en la sala a que pasaran por ella.


Al poco tiempo, escucho un disparo; poco tiempo después de ese, mas, no se turbo ni siquiera abrió los ojos, hasta que la puerta se abrió y pudo ver salir a su alumna seguida de un hombre de sombrero y bigote tupido, segundos después el cazador; si, ella ya sabía que era, solo no quería aceptarlo. Volvió a suspirar, y se levantó en cuanto aquel trio partió; se encamino al salón donde habían apostado los muertos.

Encontró las 4 camillas con sus respectivos cadáveres cubiertos, y a cada uno procedió a quitarle aquel endemoniado objeto que les quitó la vida.


-Por la suerte vendieron su alma… pobres…- camino con aquellas baratijas hasta el balcón que daba al mar; un dije, anillos, lentillas y pulsera, el reloj ya estaba destruido. –Espero que sus almas descansen ahora ya han sido liberadas…- arrojo las baratijas al mar…

Dante regreso por lo que quedaba del premio, y pudo ver que la ventana del balcón estaba abierta, y ahora en el piso había una pequeña pluma dorada, lo tomo en la mano pero aquella cosa empezó a quemarle la palma, sin ningún indicio de dolor, el solo trituro aquella cosa en su mano.

 

Misión 4: El castigo del cielo


Los ancianos caminaban directamente al Shehakim, prisión de humanos privilegiados, para ser castigados por la divina mano de ellos mismos…

Los demonios solían susurrar con miedo en sus voces, cuando hablaban de aquel “cielo”, incluso aquellos castigos eran peores que en el anillo interior del séptimo círculo infernal… aquellas almas eran “lavadas” en el alto nombre de dios… pero nunca volvían a hablar…

Aquellos ancianos no tenían el tiempo para perderlo con mortales, estaban ahí por su mayor causante de problemas.

Llegaron aquellas siluetas, a una pequeña celda de roca gris sin barrotes.

- Mikhail…- Dijo el más viejo con voz pastosa- necesitamos que reconsideres tu posición… y dadas las atenciones que has recibido hasta ahora… supongo que sabrás lo que es más correcto…

El prisionero que se encontraba encadenado al piso, obligándolo a permanecer de rodillas; levanto su demacrado rostro regalándoles a aquellos verdugos, su más fría mirada. Esos zafiros querían despedazarlos a todos; aquello no era lo que el altísimo había ordenado… pero ahí estaba el, encadenado como perro, y ellos solo lo tentaban con una libertad que sabía jamás poseería…

-Es Miguel…- Dijo es prisionero- y si tengo una respuesta…. Su final esta tan próximo que puedo saborear su pútrida sangre en el filo mi espada…- dijo aquello escupiendo a los pies del viejo.

-Bien… MI-KHA-IL… tú lo has decidido así; porque soy benévolo y porque una vez fuiste el “alto Arcángel”-aquello fue una burla, Miguel intento ponerse de pie - solo dejare que laven tu alma…. Llévenlo a la cámara.-

Con rabia el prisionero intento zafarse de sus captores, aquellos que anteriormente fueron colegas; conocía la cámara de memoria, y aquel deseo de morir que le producía. Trato de frenar sus pasos al ver aquella blanca cámara de mármol y oro, pese que su temple se veía inquebrantable, el mismo, jamás estaría preparado para aquel agonizante sufrimiento.

Las que anteriormente fueron las llamas de los serafines de Dios, que en su mandato se ocuparon para purificar las almas en aquella prisión, ahora estaban corrompidas, de su anterior dorado ahora eran negras como las almas de aquellos miembros del consejo que las utilizaban, quemaban tu piel hasta atravesar los huesos, roían tu alma, mermaban tu espíritu, y… jamás morías, ¿la redención?, era aceptar tu nueva vida como un alma esclava y Miguel lo había soportado durante 20 años sin sucumbir, esa era su única oportunidad, ellos aún lo necesitaban, por eso seguía vivo…

Una vez dentro de aquel infernal lugar, el viejo volvió a hablarle.

-Disfruta tu estancia… pues estarás otro mes dentro- con su voz pastosa el anciano y río de una manera glacial- Nosotros disfrutaremos de tu antiguo palacio…

Dicho aquello, la tortura dio inicio, así como los gritos desgarradores de aquel antiguo ángel. Los ancianos caminaron hasta la salida del tercer cielo mientras los gritos se apagaban…

Zebhul- La excelsa morada.

El consejo se situó en la mesa de los apóstoles, y empezó la reunión.

-¡Debemos matarlo nosotros! – Dijo uno de los ancianos

-No queda tiempo, es tarde…- se quejaba con premura otro

-¡Basta!- grito aquel que había castigado a Miguel-Le daremos el tiempo que le queda, hasta entonces no podemos intervenir.

-Izrail, tú debes entender mejor que nosotros, aquel hibrido debe morir, es sangre de su padre la misma semilla podrida-Dijo otro miembro del consejo- No nos pidas tiempo, no lo tenemos, no ahora.

-Y tu Maalik, deberías ser consiente que es tu error que el Caballero oscuro saliera del infierno, ¡TU EL GUARDIAN DE AQUEL EREBO, Y SOLO TU, TIENES LA CULPA!- grito Izrail- deja que nos ocupemos de limpiar el lio que armaste.

- No es suficiente, tus medidas no son suficientes, aquel ángel que enviaste terminará muerto en cuestión de días y lo sabes, ningún ángel puede sobrevivir más de un año con mortales y tú mandaste a uno nuevo como….

Las palabras en la boca de Maalik se apagaron, la espada de doradas llamas que se cernía en su garganta ahogaron sus comentarios.

-Basta Neculai, déjalo… es idiota pero aun es un anciano… al menos hasta que yo lo decida…-dicho aquello, aquel miembro del consejo que levanto la espada contra Maalik, la enfundo de nuevo conteniendo así el flujo de poder que emanaba. Maalik miro con profundo resentimiento a su agresor y decidió marcharse a su puesto en las puertas del infierno.

Como Maalik, los demás miembros dieron por terminada la sesión y abandonaron la dorada estancia; en el salón de apóstoles solo quedaron Neculai e Izrail.

-Maalik tiene razón maestro…

-Y tú sabes que aún no podemos hacer nada…

-Tal vez no directamente, pero podemos poner la suficiente presión para que suceda…

-Pues entonces eres libre Neculai, que aquel insensato ángel haga su trabajo…

Dicho aquello Izrail partió y dejo a su discípulo solo.

-Lahatiel…- llamó Neculai- Libera a la Taninim...- y con aquella orden también el abandono el recinto.

Devil May Cry

Dante yacía recostado en el sofá, con una revista cubriendo su rostro, el televisor estaba encendido pues Patty miraba sus acostumbradas novelas.

-¡Hey!- se quejó Patty, habían quitado la programación para poner las últimas noticias

-…En las costas, se han informado estos nuevos sucesos, múltiples embarcaciones perforadas y hundidas, pesqueros arrojados a mar abierto y las tripulaciones desaparecidas-aparecía en pantalla los rostros desaparecidos-También ha habido avistamientos de lo que parece ser una enorme ballena azul, lo cual resulta extraño para investigadores, pues estas rara vez salen a la superficie, o lo que parecen ser tentáculos de una gran calamar, otros tantos aseguran haber visto una serpiente marina; la Marina Nacional cree que son solo las especulación de la población aterrorizada, se recomienda guardar la calma, cabe mencionar que es la tercera vez que ocurre un incidente de este tipo en esta semana. En otras noticias el equipo nacional…-la transmisión en cadena termino

-Que fastidio- Dijo Dante que ya se había sentado en el sofá

-Yo creo que está muy raro- Dijo Patty- ahora nadie podrá ir a la playa, ¿qué cosa será?

-No te hagas preguntas- dijo Dante mientras se volvía a recostar- No nos importa, deben ser esas mentiras de los medios… como el chupa cabras…

-Entonces ¿tú no crees en el chupa cabras? Eres raro, matas montón de demonios pero no crees en él- Dijo la niña mientras reía

El eficiente agente de Dante entro al negocio con un maletín en mano, lo cual solo significaba una cosa…

-Trabajo para ti Dante…- Dijo Morrison desde el recibidor

-Ahora te pedirán que mates al chupa cabras- dijo sonriente Patty

-¡Que eso no existe!

-Y tú ¿qué sabes?, a lo mejor has matado muchos pero nunca les preguntas su nombre ¿o sí?

-Dante el trabajo…- insistió Morrison

-Bien pues habla…

-Pues es con respecto a los sucesos de la costa, los sacerdotes del convento de San Erasmo, juran haber visto al Taninim, en las sagradas escrituras él era…

-Sin rodeos… además esa genta nunca tiene lo que quiero… me niego...

-Me temo no puedes…- y entonces Morrison abrió el portafolios- han pagado por adelantado… y es más de tus honorarios así que…

-Eso es mucho dinero- Dijo Patty, al ver el contenido rebosante de billetes verdes.

-Bien pues…- saco su acostumbrada moneda…- Cara voy… si no pues…- la lanzo al aire

-Igual siempre lo haces…- Interrumpió la niña; la moneda cayó… -¡Cara!…- grito ella emocionada

Puerto de San Erasmo

Dante llego al convento, los sacerdotes lo recibieron aun teniendo sus reservas acerca de él; comenzaron a hablarle de un monstruo creado por dios, y demás tonterías pero no quiso prestar atención.

-Como sea… ¿dónde es que se presenta?

-En… En la costa señor… pero, no creo que usted solo…- Dijo el obispo del convento

-Son boberías, he acabado con otras tantas ballenas hace años…

-Es que no es una ballena, es un…

-Taninim… ya me lo dijeron

-Es lo que ustedes conocen como, Leviatán.

-Leviatán, Ballenota, sirena torso desnudo… como sea, regresare rápido solo dígame ¿dónde está…?

Los sacerdotes se miraron entre sí, un poco incrédulos de la habilidad del cazador, pero aun así, accedieron.

Condujeron a Dante hacia el pequeño golfo cercano al convento, poseía un faro apagado por los mismos sacerdotes, quienes aseguraban que la luz lo atraía.

-Bien sus “eminencias”- dijo Dante haciendo una mueca, que debía pasar por reverencia- será mejor que corran- encendió el mecanismo del faro- ¡acaba de empezar la fiesta!

Los clérigos corrieron al resguardo del convento y en ese momento un enorme remolino de agua se formó desde lo profundo del golfo, tragándose varios cientos de litros de agua mostrando varias hileras de afilados dientes, tan altos como un hombre, y de un grueso increíble; al poco rato la bestia saco por completo la cabeza, en efecto parecía una enorme ballena… solo un poco más amenazadora.

-Tu eres el causante de que hayan interrumpido mi siesta-Dijo sonriente el cazador-¡Divirtámonos!

Dando un gran salto, que dejo un pequeño cráter de arena, Dante se elevó para poder posarse en la cabeza de la bestia aprovechando la cercanía de sus ojos para intentar cegarla con las pistolas; el primer globo ocular reventó dejando libre una viscosa y muy podrida sangre negra, la criatura enfurecida agito su cabeza para deshacerse de la amenaza que se cernía sobre ella, pero el experimentado cazador ya había clavado su milenaria espada para no caerse.


Viéndose imposibilitada de liberarse de esa plaga, la criatura dio un rugido lastimero y se sumergió en el agua.

-No, ni creas que tomaré otro baño- Le reprendió Dante

El Taninim sumergido en las oscuras profundidades con una herida en la cabeza y sin un ojo, ya bajo el agua, sacudió por completo su enorme cabeza intentando de nuevo quitarse a su agresor, pero este aprovecho y hundió más la espada dentro de su cabeza, el monstro rugió con rabia creando enormes ondas bajo el agua que rompieron las rocosas de su alrededor. Dante con aquel impacto perdió el agarre de su Rebellion, siendo lanzado hacia las rocas submarinas que ahora eran escombros; enojada aquella criatura nado sobre la cabeza del cazador, tomo impulso para salir de la superficie y antes de caer en picada, cambió radicalmente su forma, ahora era una enorme serpiente cubierta de escamas destellantes negras y su único ojo se tornó como los rubíes.

-Que bien, ahora eres más feo- pensó Dante

La serpiente trato de arremeter con su cola al medio demonio, y en el primer intento logro herirle el pecho, el rojo coloreaba el mar; Dante trato de llegar a la superficie pero entonces la serpiente comenzó a dibujar círculos alrededor de él, creando así un enorme remolino. Con dificultad Dante logro tomar la cola de la serpiente, y posando sus pies en la arena comenzó a trazar círculos sobre su cabeza en sentido contrario al remolino deshaciéndolo en el acto; cuando tuvo el impulso suficiente arrojo a la desorientada criatura a la superficie, entonces aprovecho el momento y con un gran salto pudo salir por fin del agua.

El monstruo se recuperó casi en seguida, en cuestión de segundos y como por arte de magia la bestia empezó a “nadar” en el aire dirigiéndose a toda velocidad al Medio demonio que también estaba fuera. Dante aprovecho la cercanía y esperando aquella embestida tomo la cabeza de la serpiente para poder recuperar su espada, cuando logro zafarla, arrojo al Taninim a la arena de la playa destruyendo el faro también; Dante dirigió un nuevo salto a la playa manteniendo una distancia prudente, pues realmente estaba divertido, le daría ventaja a su rival.

-¡Venga, levántate!, ¿es todo lo que tienes para mí?-Provoco el cazador.

El Taninim aun en su forma de serpiente, lo miro con furia y con un feroz rugido se abalanzó sobre él, pero Dante ya lo esperaba preparado, como un bateador de baseball, con la Rebellion a modo de bate golpeo su cabeza, arrojando de nuevo a la bestia al lado contrario pero esta vez la criatura no se levantó, entono un leve cantico lastimero y murió…

-Vaya pelea que me has dado- Dijo Dante dándole la espalda; se escuchó un batir de palmas que parecía ser un aplauso.

-Bravo- dijo una voz- ha sido muy entretenido la has vencido prodigiosamente…

-Y ¿quién es el que me habla?- pregunto Dante. De entre las sombras que formaban los escombros del faro, salió un hombre joven, robusto, de tez blanca y pelo negro; pero eran sus ojos de azul glacial lo que al cazador no le daban buena espina.-Vaya, niño, no tengo tiempo para fanaticada así que vuelve en otro momento…

-me decepcionas tristemente… pero no he venido por un autógrafo- se burló el hombre- además tu trabajo aún no termina…

-¿Qué dices? el dichoso Taninim ya está bien muerto… y a todas estas, ¿Quién Cojones eres tú?

-Pero que descortés de mi parte olvide mis modales… mi nombre es Nicolás, pero, enserio cazador, tu trabajo aun no acaba.

Y como si aquello fuese una invocación, el cielo se tornó negro grandes relámpagos empezaron a caer y una torrencial lluvia arraso la playa, el mar se abrió de nuevo y esta vez, aquel monstruo que salió, era 5 veces más grande que el anterior…

-Ese es el verdadero Taninim- Dijo Nicolás y Dante trono los dientes…- Aquello- dijo y señalo a la serpiente muerta- Era una pequeña hembra, y eso que quiere tragarte es el verdadero problema.

Dante bufo.

-Vaya alguien se ha molestado por su novia… ¡pues venga!- Grito Dante, El Taninim rugió, y aquel rugido hizo mecer los árboles y vibrar la tierra; Dante salto para asestar a su cabeza pero la bestia abrió de nuevo la boca y… se lo trago.

-Vaya ha terminado muy pronto…-Dijo Nicolás y se marchó.

 

Misión 5: Antiguos enemigos.


Realmente la había liado, y ahora no sabía cómo debía salir de ese embrollo, no al menos bien parado.

-¡Carajo!- grito enojado Dante, pues aunque el Taninim no lo había masticado, su proceso de digestión estaba haciendo efecto muy rápidamente para comodidad del medio demonio.

Por lo que a Dante respectaba, aun estaba haciendo el recorrido por la garganta, muy estrecha, su ropa ya estaba cubierta de baba apestosa; poco tiempo después del incomodo viaje por la laringe, el cazador cayó en bruto en lo que parecía ser una caverna, una caverna muy carnosa.

- bien ya he estado en esta situación antes… así que solo hay que buscar ese par de corazones…-El cazador dirigió sus pasos a lo que parecía ser la salida de aquella caverna.- Lo único que me encantaría más que salir de aquí, es no apestar a hurón muerto…

Convento de San Erasmo.

Un hombre de cabellos rubios y de mirada celeste, esperaba pacientemente ser recibido por el obispo encargado del convento, pues había requerido una audiencia con él para poder tratar los asuntos que aquejaban a los monjes de aquel lugar; transcurrido un buen lapso de tiempo, las antiguas puertas de cedro negro, cinceladas a mano, con intricados diseños del despacho se abrieron dejando ver a un hombre de mediana edad, de pelo cano y piel cetrina, pero a los ojos de este invitado lo que más destacaba de este hombre, aparte de su prominente nariz, era una magnifica cruz de oro en su cuello; el hombre rubio torció una sonrisa, sin duda alguna el camino de la fe daba más ganancias que la política.

-Buena noche tenga usted querido señor, en que puedo ayudarle- Dijo el obispo una vez que se acomodo en su mullido sillón.

-Únicamente, vengo a ver las condiciones de los hermanos de este convento, cuentan los rumores que una bestia acecha sobre los siervos de San Erasmo.- Dijo aquel invitado

-Oh, eso es verdad, hemos pasado por muchas calamidades, sin duda es un terrible castigo de nuestro señor.- Respondió el religioso

“Ni que lo diga” pensó el visitante.

-Bueno, creo entonces ustedes están de suerte- sonrió, y sus ojos celestes brillaron- La ayuda siempre es bienvenida en situaciones como esta.

-¡Pero claro que lo es!, no podríamos estar más felices con la ayuda de un desconocido que sin recibir nada a cambio arriesga su vida por esta pequeña y humilde congregación

El hombre rubio, inflo el pecho con orgullo, procedió.

-pues entonces estaré encantado de ayudarlos, solo díganme donde está la bestia-

-Creo que nos hemos confundido querido señor…- El joven rubio lo miro extrañado

-No lo creo, he venido a ayudarlos a erradicar al monstruo, y sin cobrar de eso hablamos hace un segundo- el obispo rio

-Quería decir, que en realidad ya hay alguien en este momento peleando con la bestia, y por el jaleo que viene de afuera, creo que no se si le voy al Taninim o al hombre que trata de domarlo- el Obispo rio de nuevo

El invitado se acomodo en el sillón se termino una taza de té, que el mismo había preparado, y procedió a despedirse.

-Pues ni hablar- dijo el joven resignado- creo entonces que deberé irme

-Le agradecemos, aun no puedo creer que dos buenas almas hayan querido ayudar sin cobrar un centavo… pero que modales los míos, olvide preguntarle su nombre.

-No se preocupe, en instantes como estos tantas cortesías son nimiedades; mi nombre es Gabriel d’ Archange

-Vaya, pues un placer señor d’ Archange- Dicho aquello Gabriel se levanto de su lugar y partió por la elaborada puerta, adivinando con presteza qué individuo, ahora se hallaba con el Taninim.


Tracto digestivo del Taninim

Por cada paso que Dante daba, aquella criatura lo debilitaba, tal vez en esta ocasión el leviatán no sería tan fácil como en la Temen- Ni- Gru.

El camino no fue fácil, después de salir de la caverna, Dante se halló en un enorme corredor, que dedujo se trataba del intestino. Desde el lugar donde estaba, pudo ver que al final de aquel intestino, caían varias paredes gruesas y pesadas, machacando lo que había a su paso; el cazador pudo ver como aquellas cosas, a las que denomino “dientes” machacaban sin dificultad pedazos de embarcaciones enteras, los Dientes eran muy rápidos y casi no había un espacio para que Dante pudiese pasar sin ser dañado.

-Parece ser que esto necesitara un incentivo- Dijo el Dante, para a continuación dejar libre su forma demoniaca y correr hacia el extremo contrario con su súper velocidad-¿Qué rayos…? – Exclamo muy perplejo Dante, pues así como la transformación había empezado, de pronto término y justo en el momento en que el cazador se detuvo uno de los dientes se cerró sobre él, aunque pudo esquivarlo por unos cuantos centímetros de suerte.

-¿Así es como quieres jugar entonces?, bien, pues que así sea- Grito a la nada Dante; cada que veía una oportunidad de correr entre los dientes lo hacía, pero a veces su velocidad no era suficiente y en más de 4 ocasiones su brazo o pierna quedo atrapado por los dientes digestivos. Cuando al fin llego al extremo opuesto del intestino, Dante estaba cansado y un poco dañado por las heridas ocasionadas a sus brazos y piernas, pero no pudo festejar su breve respiro mucho tiempo, pues lo que se encontraba al final del corredor no era más que otra caverna.

En esta caverna había lo que parecía ser un líquido cristalino, de olor dulce y penetrante; este líquido caía de una pequeña abertura del techo y formaba una pequeña laguna al centro, las paredes de esta caverna estaban ligeramente erosionadas pues aquel líquido caía deslizándose sobre ellas.

Cuando Dante se acerco con sigilo, pisando sin querer uno de aquellos charcos, enseguida sus botas empezaron a quemarse; él soltó un juramento y empezó a analizar el lugar; aparte del liquido, en aquel lugar sobresalían unos filamentos que parecían brazos aquellos no eran tocados por el acido, así pues decidió caminar sobre aquellas cosas, pero eso fue un error bastante gordo, pues en el mismo instante en que Dante toco uno de aquellos brazos toda la caverna se cimbro y de la abertura, empezó a caer a borbotones aquel insufrible liquido.

El acido comenzó a subir de nivel muy rápido, tanto así, que los tobillos de Dante ya estaban cubiertos por aquella cosa, el dolor de sus tobillos no lo mermo, pero aun así era muy fuerte; y para colmo aquel olor dulce empezaba a generarle un horrendo dolor de cabeza. Sin muchas oportunidades para liberarse de esa, Dante volvió a intentar su transformación, solo para obtener el mismo decepcionante resultado.

-¡Maldita sea! Me niego a ser tu merienda cochina ballenota, a que salgo de esta y te cocino en un enorme bocado de sushi.- Rabio el cazador.

Con sus fuerzas un poco desmejoradas Dante se impulso con sus brazo s sobre los filamentos de aquel estomago, a pesar de que era el lugar más seguro, eso no evitaba que, mientras tocaba los filamentos, el flujo de acido también se incrementaba.

En un centenar de ocasiones el acido le salto a la cara y a las manos, y por si eso no fuese lo suficiente mente malo, no se estaba regenerando nada. Al final de tres cuartos de hora, Dante pudo llegar al extremo contrario, pero no encontró la salida o un camino cercano a la cabeza del animal, si no más bien otro largo corredor.


Puerto de San Erasmo

Gabriel llego a la playa donde la batalla del primer Taninim se había librado; los únicos vestigios era la arena formando patrones extraños y el muy evidentemente, dañado faro.

La tormenta de unos instantes atrás había aminado, ya no llovía pero aun había unas amenazantes nubes negras en el cielo.

Gabriel miro el panorama y dejo salir un silbido admirado.

-Vaya que es un lio grande- y con su característica risa añadió- infeliz, hasta te has cargado el faro.

Gabriel siguió observando el panorama, había restos humeantes de una bestia y el mar estaba de una inusual calma; detrás de él, pasos amortiguados por la arena se hicieron sonar.

-Yibril… -

-Neculai- respondió Gabriel al reconocer aquella voz, se giro para encarar al sujeto.

-Cuanto tiempo sin vernos, ya son 20 años

-Yo hubiese preferido que se extendieran Eones.- Dijo Gabriel un tanto altanero

-Que poca nostalgia por tu antiguo hogar.

Gabriel ensombreció su mirada.

-Que poco respeto a tus superiores.

-¿Superiores?- Neculai arqueo una ceja con incredulidad para después reír frenéticamente- Tú, anciano… ya no eres nada… Yibril Ángelo et redemptio initiator ya no existe ahora solo eres el caído… el lisiado…- escupió con veneno

- Caído… Lisiado… si tal vez…. Pero aun sin mi santo lugar, sigo siendo mucho más poderoso, incluso más de lo cree Izrail… y el debería recordar eso… la caída esta cerca muchacho… y este drama para captar nuestra atención-dijo Gabriel extendiendo sus brazos para señalar la playa- solo causa mi enojo….

-Recuerda porque estas en la tierra Yibril, no olvides que el tiempo se termina y no seremos tan indulgentes… ya no habrá advertencia…-Neculai ensombreció su voz

Sin previo aviso Neculai, desenfundo su espada y con una velocidad antinatural acorto la distancia de su interlocutor; Gabriel no se movió ni un centímetro, y cuando la amenazante y llameante arma estuvo a punto de cortar su cabeza, el antiguo ángel solo tuvo que levantar su brazo para detenerla.


Neculai estaba claramente impresionado pero no se dejo deslumbrar, recuperando la compostura dio un brinco hacia atrás y enfundando de nuevo su arma sonrió con sorna mirando a Gabriel.


-Tal vez te hemos subestimado, pero antes no eras la gran cosa nunca superaste a Mikhail, y míralo a ahora.- Neculai rio de nuevo- La nueva era nace y ustedes no serán más que historia… un mito…- Neculai soltó una escalofriante carcajada, Gabriel apretó sus puños, pero al final también rio.

-Y comenzara, Nicolás… no tengas duda de eso, la nueva era empezara y el nuevo orden también… Pero no tú no estás el…

Nicolás lo ignoro, y dio media vuelta para partir; sus alas negras como su alma, y brillantes como acero, se desplegaron en un vórtice de luz y antes de partir añadió.

-Tal vez debas liberar al infeliz… su último viaje por el Taninim está llegando al fin- y de nuevo como si eso fuera una invocación la enorme ballena surgió de las profundidades del mar, se elevo unos metros del suelo y como flotando se acerco en embestida hacia Gabriel- Hasta pronto Yibril- Dijo Nicolás y entonces se fue.

Gabriel acomodo su cabello rubio y extendió su brazo con la palma abierta en dirección al Taninim que se acercaba a toda velocidad hacia él.

-Mi nombre es Gabriel…- sus ojos se tornaron blancos y mientras un gran torrente de poder emanaba de él, grito- ¡FORTIQUE ANIMO!


Tercer estomago del Taninim

Herido y exhausto, Dante siguió hasta el final del corredor y esta vez no le sorprendió para nada encontrarse con otra puñetera caverna.

-¡Es suficiente!- exclamo muy enojado- tolero el dolor, soy un demonio, tolero la fatiga… es normal sigo siendo mitad humano, incluso puedo tolerar el apestoso aroma que despido- decía caminando de un lado a otro como lobo enjaulado- pero lo único que no tolero es el maldito aburrimiento, corredores y cavernas es lo único que hay aquí, ni un mísero demonio al cual despachar… ¡PUÑETERA BALLENA, ERES UN VIL FRAUDE!

Cuando se decidió a entrar a la decepcionante caverna, Dante se dio cuenta de que esta era, dos veces más chica que las demás. Esperando que de la nada lo molieran como en una licuadora o encontrar más acido o mas de aquellos dientes, aquel pequeño recinto parecía inofensivo, pero con su suerte seguro que no seria así.

Pronto entonces, decidió entrar en ella y su primer descubrimiento fue que este estomago; (porque si de algo se dio cuenta en todo su recorrido, fue que estaba aun en el estomago de la bestia) era inusualmente suave, tanto así que cada que daba un paso, su pie se hundía cinco centímetros en el suelo, lo cual dificultaba un poco el avance; al igual que el estomago anterior al centro en el techo había una gran bola de carne que palpitaba suave mente.

-Por fin una salida…- dijo con esperanza el cazador, y lanzando con grácil arte su espada asesto en el primer momento en aquel órgano palpitante. Sin embargo en vez de sangre o baba o lo que fuera que corriera por las venas de este gran ser, surgió una peculiar película de liquido color dorado, dorado como oro… como el sol… como las estrellas.. .Como lo que fuera pero era hermoso.

Impactado por aquella sustancia, Dante se acerco a ella, no era liquida, ni solida, ni quemaba, ni era caliente, ni fría, era como el humo, como niebla y se deslizaba entre sus dedos, maravillado por este fluido Dante bajo la guardia… y le costó caro. La sustancia se torno roja, como los rubíes. Aquella cosa se aferro a la mano de Dante, que no pudo quitársela por no poderla tocar, la cosa se metió en su ropa y comenzó a quemar su piel. Enfurecido el cazador trato de nuevo su transformación, y aunque lo logro breves segundos la cosa se filtro hasta su corazón aprisionándolo estrujándolo; El medio demonio tosió sangre y se retorció de dolor el líquido dreno todo su poder dejándolo casi en la inconsciencia.

Tirado en el piso suave, las paredes de la caverna se empezaron a cerrar sobre él estrujándolo y robándole el poco oxigeno, con sus últimas fuerzas y pistolas en mano, Dante le disparo a las muchas paredes que lo ahogaban, pero ninguna bala atravesó; desesperado llamo a su milenaria Rebellion, pero aunque acudió a él, no logro atravesar a la cosa; sin fuerzas perdió completamente el sentido.

Cuando el cazador aceptaba su tan mala caída, todo el interior del monstruo vibro, las paredes que lo aprisionaban un momento más se tensaron y luego lo soltaron, el fluido rojo que tanto lo daño, volvía a ser dorado, y aferrándose de nuevo a él, pero ahora sin lograrle daño alguno.

Dante solo sentía la frescura del viento y la arena mojada bajo su mejilla; abrió un poco sus ojos pero su cuerpo apenas empezaba a regenerarse, así que no pudo ver bien lo que se hallaba a su alrededor, pero aun con su cuerpo herido y su fatiga pudo ver a alguien o algo de una enorme ala dorada. Alrededor de este ser, el poder fluía de una forma sorprendente, después de aquella visión el demonio no pudo más y se desmayo.

 

Misión 6: Ángeles y problemas.

Dante había despertado en la playa, con los primeros rayos del amanecer, los vestigios de su pelea aun estaban frescos, el faro seguía bien molido, y la arena, lejos de la marea, formaba sus inusuales dunas.

Tomando conciencia de sus extremidades y por la molestia de un cangrejo en su tobillo, el cazador se irguió poco a poco de su lugar en la playa, estaba molesto y muy confundido; aun no lograba entender como aquella cosa por poco lograba matarlo, y aun más importante, ¿por qué no había podido transformarse en Demonio?

Fue entonces cuando a su mente llego el recuerdo de un hombre finamente vestido de cabellera rubia… pero fueron sus ojos… su mirada. Dante recordaba al sujeto…

Sin pensarlo dos veces decidió que le haría una “grata” visita, a aquel infeliz; pero antes el cazador tenía un pequeño asunto pendiente con los cojonudos monjes de aquel miserable puerto.


Pent House -Edificio St. Mary.

Dante no espero a que lo anunciara el portero, sin más y de puro coraje subió por el elegante ascensor hasta el último piso, que no era otro que el 32, y para su poca paciencia, hasta se había memorizado la tonadita del ascensor.

-Sigo sin saber, si es peor seguir apestando a pescado de hace miles de años, que por poco haya muerto, o esta maldita cancioncita… ¡QUE ESTA VOLVIENDOME LOCO!- sin pensarlo dos veces el cazador saco su blanca pistola y disparo con saña a la pequeña bocina que emitía la odiosa tonada; justo en ese momento se abrieron las puertas del elevador, pues había llegado al último maldito piso, no así el demonio se bajo enseguida , pues aunque ya se había tranquilizado, antes de salir por completo, ahora con las dos armas en mano disparo una vez más, provocando una pequeña explosión por la quema de los circuitos; el pasillo se lleno de humo que activo las alarmas contra incendios y que provoco que los rociadores se activaran, mojando obviamente a Dante.

-Simplemente maravilloso- dijo con sarcasmo

Caminando por el corredor llego al fin a una blanca puerta y toco tres veces con los nudillos; no atendieron al principio, el cazador volvió a llamar a la puerta pero ahora con el puño, y con una calma que le pareció eterna por fin el pestillo de la puerta chasqueo. Al parecer no había nadie en el recibidor se adentro en el lujoso apartamento hasta la sala blanca y negra con mueblería roja.

Cuando paso de lado de un enorme sofá carmín, Dante vio dos pares de pies que sobresalían del mismo; con mucho cuidado se acerco y su mandíbula cayó al piso al ver a las dos despampanantes diosas morenas recostadas; del baño se escucho una familiar voz masculina.

-Vaya, no sabía que tendría visitas, de haberlo sospechado me hubiese desecho del desorden…

Gabriel tenía el rubio cabello despeinado sus pantalones eran la única prenda que vestía y estaban desabrochados, iba descalzo, su abdomen estaba al descubierto. Al parecer el desgraciado había tenido mejor noche que el.

-Tienes que responder unas cuantas cuestiones mías, ricitos- Dijo Dante más que molesto.

-OH, querido muchacho por si no lo has notado…. Estoy algo ocupado-dijo Gabriel señalando a su alrededor- Así que, por qué no te vas a tontear un rato por ahí con Diana… aunque mirándote bien, dudo mucho que ella quiera estar cerca de ti, apestas.

Dante arqueo la ceja, evidentemente asombrado que aquel sujeto tuviera el atrevimiento de echarlo así sin más, y de echarle en cara su deplorable apariencia. Tratando de controlar su ira, el cazador desenfundo sus pistolas gemelas apunto a directamente hacia Gabriel.

-He dicho, que debes responder unas cuestiones, así que o te vas haciendo a la idea ricitos, o te despides de tus jueguitos…- dijo lo ultimo cambiando de posición a Ebony, que ahora apuntaba a su entre pierna.

-Tranquilo Galán, no hay necesidad de ser agresivos- y sin más Gabriel procedió a despertar a las dos bellezas morenas, quienes trataron de convencerlo de quedarse un rato mas y atender bien al medio demonio-Spiacenti, Bellezze, ma devo lavorare…- Dijo Gabriel quien trataba de zafarse del abrazo meloso de una de ellas

-Amore perfetto, e ci siamo divertiti- dijo una de ellas pasando coquetamente al baño no sin antes evaluar a Dante, no importándole su aspecto y regalándole una coqueta sonrisa.

Cuando ambas mujeres se fueron Gabriel tomo una sencilla franela para cubrir su pecho, saco de su cava una botella de cristal con contenido marrón y dos vasos.

-Sé que es muy temprano para un buen whisky, pero por tu apariencia deduzco que no tuviste muy buena noche que digamos- Dante chasco los diente y Gabriel rio para proceder a servir el licor en los dos vasos.

Dante acepto el vaso tomando un buen trago de aquel líquido, sopesando el buen sabor del mismo.

-Es bueno ¿verdad?, ah, mi favorito de Glenfiddich 1900 no hay mejor Whisky.-Gabriel bebió también de su vaso.- Así que, ¿Qué es tan urgente como para interrumpir mi maravilloso día?

Dante se dejo caer en el sofá contrario ensuciando de agua, arena y mierda de Taninim el lugar y subiendo los pies a la mesilla de centro.

-¿Por dónde empezar?, ¡ah claro!, empieza a explicarme ¿qué demonios era esa maldita cosa?, ¿qué carajos eres? y ¿como por poco y muero ahí dentro?

Gabriel suspiro profundamente.

-¿De verdad quieres saber?

-¡Joder, si!

- ¿Crees en ángeles?

-Me cuesta creer en ellos, tanto como en un dios.-Gabriel volvió a reír con ganas, causando el enojo del cazador, que en un arranque de ira disparo hacia su cara. La bala nunca impacto y un destello dorado cubrió a Gabriel; un pequeño remolino de viento agito la estancia, revolvió su pelo rubio, sus ojos de tornaron blancos; el mismo vórtice de poder que en la playa, se desplego llenando la sala y sofocando a Dante.

-Pues deberías empezar a creer en ellos, mestizo.

-¿Qué mier…?

-Querías saber que soy- Dijo Gabriel acercándose al medio demonio- Pues eso soy, un Ángel- y así como inicio todo, se acabo.-Esa es la verdad cazador.

-¡Tu!, entonces el otro tipo, el rarito, el que estaba en la playa… ¿también lo es?

- No sé de quién hablas- Mintió Gabriel.

-Ah, ya vale, ¿de que va toda la cosa?, san… ricitos- Gabriel suspiro profundo dejando pasar todos los insultos de Dante.

-No tengo idea, yo solo fui a ayudar a un pobre cazador antes de que una ballenota se lo tragara.

-¿Y la chica?

-¿Qué pasa con ella? Creí que te gustaba…

Dante se cruzó de brazos al pecho y con una indiferencia natural agrego.

-Tal vez yo le guste a ella- Gabriel lo miro con cara de creerle poco

-Si claro, lo que digas galán.

-Me refiero, a que… bueno… la vi contigo el otro día.

-¡Ah claro!- dijo claramente divertido Gabriel

-¿Por qué tanta risa, ricitos?

-Estas celoso, es eso- Gabriel rio de nuevo con ganas- vaya… ¿te dan celos que la toque tal vez?

-¡No digas estupideces!- Dijo el cazador muy molesto- No me gusta perder mi tiempo…

-Es mi hermana…

Dante giro abruptamente la mirada hacia el ojiazul.

-¿Qué cosa has dicho?, creí que eras un ángel…

-Si.

-¿Eso no la hace a ella un ángel?

-Si es realmente angelical… pero no.

-no te sigo…

-¿has escuchado aquello que dicen los hermanos grandes, a los pequeños?, pues yo, literalmente la encontré en la basura.

- Me pregunto ¿Qué dirá ella de ti?...

-Enserio… la encontré cuando era una niña… y mi naturaleza no es precisamente abandonar necesitados; me encariñe con ella y la procure… ahora es más artista que yo y solo la represento.

-¿Ella sabe lo que eres?

-Tal vez si, tal vez no. ¿Quién sabe?, hay tantas cosas que sabe, y tantas más que desconoce- la mirada de Gabriel se endureció

Dante se levantó con elegancia del sofá y continúo.

-Sobre lo otro… me dijeron los monjes, que nadie había pagado por mis servicios…

-Desconozco… realmente yo llegue ahí porque aquella cosa no era un demonio y nadie puede exterminarla… solo fui a ayudar

-¿Nadie puede exterminarla?, yo mate a la hembra, idiota.

Gabriel rio por lo bajo y ahogo una maldición, acomodando sus rulos rubios hacia atrás prosiguió

-A la hembra la enviaron a causar alboroto, galán; la cosa que casi te mata solo siguió su instinto de seguirla y ahí se haría el caos, el problema era el macho, no la viborita que mataste…

-Y si no lo mataste, entonces ¿qué hiciste?

-Pues el Taninim, como te habrán dicho los mojes- Dante afirmo, aunque no hubiera puesto ni pizca de atención a la explicación de los clérigos -, es la bestia de Dios, el creo una pareja de estos seres, para que al llegar el día, se encargaran de destruir el mundo corrupto, al final decidió dejar solo uno… pues si estas bestias se multiplicaran no habría nadie que pudiera detenerlos. Así pues, se deshizo de la hembra y se la dio de comer a sus seguidores…

-Que rotundo asco.

-… El día del juicio a las buenas almas les será servida la carne del macho, es una criatura “Divina” con el poder de purificar espectros, demonios y exterminar hombres… nadie puede revertir su naturaleza o destruirlo, y yo no puedo deshacer lo que dios dicto… solo pude generarle- Gabriel busco una palabra adecuada- el vómito... para que salieras por la boca y no por…- miro significativamente a Dante.

-¡Ey! – Dijo Dante alterado de pensar salir por otro lugar- Pero entonces si solo debe haber una bestia… ¿Cómo es que estaban dos?

-A como yo lo miro, alguien te llamo ahí, y no fueron los mojes; o Te quieren matar o están jugando contigo- Gabriel vacío el contenido de su vaso

Dante se encamino a la puerta y sin esperar ser escoltado se marchó.

Gabriel respiro profundo mientras se acomodaba en aquel elegante sofá donde las bellezas morenas habían estado antes.

-Demasiada información- Se sirvió otro trago de whiskey, y pensativo se dirigió al baño.


Devil May Cry.

Dante tomo una ducha tan larga que el agua que lo tocaba ya no era caliente, con pereza se secó y vistió, de pantalones beige y botas de trabajo, ese día no tenía intenciones de salir a ningún lado.

Pensando, que a pesar de la paliza que recibió, del apestoso aroma que estaba seguro que aun despedía; su alivio era el buen pago que aquel fantasma había pagado. Descolgó el teléfono de su escritorio a una patada y llamo por una pizza.


Al llegar su pedido, y devorarlo en tiempo record, se puso su gabardina roja, sin molestarse en peinarse o ponerse una camisa; al salir del local su estornudo hizo que varias personas lo miraran.

-¡Demonios!- mascullo y regreso, solo para volver a salir con una delgada camisa debajo.

Camino sin rumbo durante un par de horas, al llegar a la plaza se detuvo frente la estatua a su padre dejándose caer sobre una de las bancas de hierro forjado.


Paso el resto del día analizando lo que Gabriel le dijera; ¿Quién planearía tal cosa?, ¿Por qué querían dañarlo?, y ¿por qué ricitos no le decía toda la verdad?, porque si de algo estaba completamente seguro es que aquel “ángel” no le había dicho la verdad…


Sexto Cielo. Makón

Nicolás, se adentró en la enorme biblioteca en penumbras, antes de la revuelta, ese había sido su lugar preferido, siempre lleno de luz, ahora ya no había más de eso...

Sus pasos hicieron que el sujeto que se encontraba de espaldas revisando escritos se girara a mirarlo.


-¿Esta hecho, Neculai?

-Sí, lo está maestro…- y Nicolás se arrodillo en el piso- Lo harán, el mestizo, no vivirá…

 

Misión 7: Nuevos poderes, nuevas consecuencias.


La tarde había pasado rápida y aburrida, no había tenido trabajo desde hace semanas, y eso lo inquietaba mucho.

La puerta principal se abrió y por ella ingreso Lady sin esperar invitación alguna.

-No estoy de humor para que vengas a timarme, cobrarme o molestarme regresa luego- Dijo Dante desde su escritorio.

-¡No vengo a cobrarte!- grito evidente mente malhumorada- Quiero respuestas Dante…

-Si quieres saber por qué no te dura ningún novio pues…- Lady saco su Kalina Ann, golpeando el escritorio y quebrándolo en un instante.

Dante chasco los dientes.

-Genial, te lo descontare de mi deuda…- dijo Dante sin inmutarse un poco.

-Lo que quiero saber, demonio de cuarta malagradecido, es por qué si has estado teniendo tanto trabajo no has podido siquiera pagarme…

-¿Trabajo?, ok creo que si te falta novio…- al ver su expresión enojada rápidamente agrego- o dejar al que tienes, porque claramente estas confundida; no he tenido trabajo desde hace 2 semanas.

-Y si no eres tú el que me roba los trabajos ¿quién coño se atreve a llegar aquí y llevarse a mis clientes potenciales?-Dante silbo admirado

-Vaya aquel pobre diablo ya tiene algo más en que preocuparse que los demonios… tú lo persigues- Dante rio con sorna.

-Hazte el gracioso todo lo que quieras… si me afecta a mí, también a ti… y mientras menos generes, la deuda se incrementara más y más… -Lady acomodo su arma y dándole la espalda a Dante salió del local.

Dante suspiro pesadamente, la mujer tenía razón, pero ya había marcado a Morrison más de una vez para saber si había algún trabajo y no había tenido respuestas de aquello.


Como la tarde, el resto del día paso sigiloso y rápido, cuando el reloj marco las 10, el cazador se decidió y salió a dar una “serena” caminata nocturna, quizá así encontraría algo de acción.

La noche estaba como casi nunca, serena tranquila, hasta podría decir agradable… aburrida.

Dante camino hasta su local de consumo preferido, pero al parecer lo habían cerrado temprano ese día; con la clara idea de que aquella noche estaba bien muerta, Dante giro sus pasos para regresas al calor de su negocio, pero de la nada a tres cuadras de donde se encontraba parado, un derrumbe que libero una cortina de polvo, arrebato la tranquilidad y el silencio.

-¡Por fin!-Dijo un poco más animado-espero que sea algo bueno para liberarme del estrés.

Corrió entonces hacia el origen del alboroto, para encontrarse con su propia sorpresa, pues aquella cosa que podía mirar, era una enorme bestia. Su cuerpo era de un enorme león su cola era de escorpión, su aguijón se movía frenética y furiosamente tratando de liberar su ponzoña, y su cabeza estaba coronada con oro, el rostro, era el de una mujer de belleza grácil; pero aquella belleza de rostro se esfumo en un instante, pues al abrir su boca, esta incremento su tamaño y dejo ver 4 hileras de dientes filosos y amenazantes y una lengua tan larga como una serpiente.

La bestia lanzo un rugido ensordecedor y de un salto antinatural para algo de aquel tamaño, se trasladó hasta la acera siguiente, pues su presa, una sexoservidora, huía tan rápido como sus piernas podían permitirle.

Dante, tras el primer impacto que le causo aquella cosa, corrió para darle alcance y tratando de llamar su atención desenfundo sus dos armas de fuego, para luego disparar con maestría a las patas de la criatura; esta al verse atacada ignoro por completo a su presa a la que ya había logrado acorralar.

-¿Te atreves a interferir en el plan del supremo?… Bestia- Dijo la criatura a Dante

-¿Bestia? Me parece querida cosa, que no te has visto en un espejo últimamente.

La criatura rugió con potencia quebrando los cristales cercanos, y con pasos lentos pero amplios se acercó al cazador; olio su esencia y se relamió los labios.

Dante no se movió de su sitio sabía que la cosa lo estaba evaluando, y el pretendía sacar un 10 en aquella inspección.

-¿Ya terminaste de inspeccionarme? Por qué francamente estoy acostumbrado a que las damas me admiren, pero esto no es nada parecido.

La criatura rio de una forma tan lúgubre, que le hubiese dado escalofríos a cualquiera, no así al diestro semi-demonio, que ya estaba bastante acostumbrado a esas cosas.

-Hibrido, somos la cura del mundo podrido y el suplicio de los de tu estirpe, arrodíllate y suplica el perdón a los cielos, y tal vez deje libre tu mísera alma humana.

-Gracias, pero paso; Intenta con el siguiente fracasado que se acerque.- Dante hablo con su tono burlón, de verdad estaba disfrutando la palabrería.

Sin aviso alguno, la bestia alzo sus zarpas contra el cazador que en un ágil salto esquivó.

-¡Ataque a traición! Creí serias más honorable, que bueno que me equivoque – Saltando de nuevo y con pistolas en mano, inicio la batalla disparando habilidosamente a la cara de la bestia; la monstruosa figura gimió de furia y encajando sus patas delanteras al piso, este empezó a resquebrajarse logrando así que Dante perdiera el equilibrio; Aprovechando la distracción, el monstruo dorado con velocidad embistió a Dante lanzándolo al otro lado del callejón, el cazador cayo de cara a la basura.

La bestia volvió a rugir y de otro enorme salto llego donde Dante, disimulando una sonrisa el cazador extendió su mano y a ella llego su mejor arma; la Rebellion.

Sin una pizca de humor, Dante le dio una patada a su contrincante, y blandiendo su espada intento descabezar a la criatura; un poco más hábil que él, la bestia con su cola tomo al cazador de la pierna y lo alzó para poder mirar su rostro.

-Eres la peor plaga que he combatido- dijo la criatura- pero hasta aquí se acaba el juego

-Ya lo dijiste tú…- y de nuevo con espada en mano, se la incrusto en la nuca; la bestia rugió de dolor y soltó a Dante; este se incorporó rápidamente, pero la bestia aun dolorida atrapo al semi-demonio entre su pata y el piso aplastándolo.

-Me canse de ti y tus juegos, hibrido… hasta aquí llego tu vida- Abriendo sus fauces y mostrando aquella enorme boca, la criatura comenzó a expulsar una neblina dorada, aquella que Dante había conocido en el Taninim.

La neblina, como la primera vez se adhirió a él reconociéndolo y cuando hubo terminado se filtró en su cuerpo, destrozándolo desde el interior. Dante grito, aquel dolor no era comparable a nada que hubiera experimentado y no estaría nunca preparado para recibirlo; cerrando los ojos con brusquedad, intento transformarse, pero su cuerpo herido y debilitado le dificultaba aquella acción; con desesperación intento de nuevo su transformación, pero no hallo su poder, en su interior se encontraba otra cosa, otro poder, otra fuerza distinta a su acostumbrado poder de demonio; era tranquilo y voluble, era paz y destrucción… y era suyo. Tratando de alcanzar aquello que dormía en el y aferrándose a su voluntad de salir de esa, Dante logro alcanzar aquella enigmática conexión, y sintiendo el poder despierto ahora, y en sus manos, lo dirigió con rabia a su rival.

La bestia gimió, había sido quemada de sus poderosas patas.

-¡Bastardo!, ¿Cómo has podido deshacer mi deber?

-Sinceramente tu aliento, estaba matándome- Bromeo el cazador que ya se había puesto de pie. Pese a su peculiar broma el seguía abrumado por aquella nueva habilidad.- ¡Ya me canse de jugar, acabemos con esto Simba!

Corriendo con sus pistolas en mano, disparo a las heridas patas, y estando a un palmo del monstruo saltó del piso para aterrizar en su lomo liberando su espada de la nuca de su rival.

La dorada criatura, se sacudió con brusquedad tratando de derribar a su jinete, pero Dante de otro diestro salto, cayó a unos metros de su entretenimiento. Tomando su rebelión con gracia y cargándola con aquella extraña fuerza, la lanzo como boomerang hacia la bestia.

-No podrás dañarme, con tan patético ataque- La criatura volvió a rugir e iniciando carrera hacia Dante corrió de frente a la espada.

Con brusquedad freno su embestida y mirando, con ese rostro de hermosa dama y con ojos de incredulidad, la cabeza se desprendió de su extraño cuerpo.

Recuperando su espada, Dante la miro como si nunca la hubiera visto realmente.

-Creo que llegue en el momento oportuno

-No lo sueñes Ricitos, lo he hecho todo yo solo- dijo Dante al hombre que acababa de llegar. Gabriel suspiro profundo.

-Galán, galán… creí que ya habías aprendido tu lección con el Taninim… ¿es que no pusiste atención? Dijo, “somos”, en plural… ósea que la cosa no vino sola….

Y como si aquello fuese una invocación los dos hombres se vieron rodeados de un centenar de bestias, coronadas en oro y cuerpo de león y sus rostros… todos ellos hermosos y letales…


-Permíteme que te muestre galán…- Gabriel desplego su vórtice de poder y energía dorara y extendiendo ambas manos se dispuso a atacar a las criaturas.

-Bien ricitos muéstrame… pero no me dejes sin diversión- Dante estaba cansado, pero sin dudas que no se dejaría opacar por aquel pelafustán.

-Si te crees capaz de aguantar, ¿Quién soy yo para negarte tal atractivo?

Espalda con espalda, Gabriel libero más de aquella inusual habilidad, que como una enorme ola todo lo que tocaba terminaba hecho cenizas, Dante con su resiente poder descubierto atravesaba a sus rivales sin ninguna dificultad, pero había algo mal en aquello, su cuerpo se estaba cansando más rápido de lo usual. Sin previo aviso, Dante bajo la guardia y teniendo que recargar su cuerpo sobre su espada, una de las bestias lo ataco.

En ese preciso instante Gabriel ya harto de la batalla, extendió aún más su poder, liberando su única ala y con los ojos llameantes de centellas, abriendo su brazo izquierdo, cerro con suavidad su puño.

La calle se ilumino por completo en blanco y tras ese leve flash, las criaturas habían desaparecido.

-¿Te encuentras bien Cazador?-Pregunto mientras se acercaba Gabriel.

-Estaría mejor, si me hubieses dejado la diversión a mí, la terminaste muy rápido- Gabriel sabía que Dante mentía, la película de sudor en su frente lo delataba, pero ya no indagaría en el asunto.- Este asunto me cabrea… primero el pecezuelo aquel y ahora estas imitaciones de leones, ¿podrías explicarme que rayos…? ¿Qué quieren?...

-Son servidores de Abbadón…-Dante arqueo una ceja- ¿Es que acaso creías que solo los demonios usaban bestias para sus castigos?

-No, sé que a los altos mandos no les gusta ensuciarse las manos… lo que no esperaba era esas cosas repulsivas.

-Tienes suerte, con facilidad pudieron haberte purificado… algo no va bien…-

-“y que lo digas…” pensó Dante.

Gabriel acomodo su cabello como siempre y dio media vuelta

- Como sea nos veremos en otra ocasión galán…

-¡Eh, ricitos!- Grito Dante, el ángel se giró a mirarlo- ¿Que es aquella niebla dorada?

-Fuego de querubín...- respondió sencillamente- Podría matarte… todo ser divino lo tiene, no es igual al de los querubines… no es tan fuerte, pero funciona para lo mismo. Mantente alejado de eso si quieres seguir vivo.

Gabriel se marchó dejando a Dante solo en aquella calle.