One-shot de Inuyasha - Detrás de las letras [Sesshomaru & Rin]

Tema en 'Inuyasha, Ranma y Rinne' iniciado por Clarisse, 25 Septiembre 2016.

  1.  
    Clarisse

    Clarisse Presidente Miau

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    Escritora
    Título:
    Detrás de las letras [Sesshomaru & Rin]
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    1096
    Disclaimer: Los personajes no son de mi propiedad, son del anime/manga Inuyasha.
    Aclaraciones: Este Oneshot participa en el Concurso ¡Amor tras el pozo devora huesos!
    Tipo de Amor: Amor Secreto.
    Personaje: Rin


    Detrás de las letras



    Su corazón dio un golpe fuerte al pecho.

    Su respiración se entrecortó con fuerza.

    Sus manos sudaron.

    Y su mente…, por un momento colapsó de solo tomar en cuenta que cada hazaña realizada solo podía generarle más problemas. Pero poco le importaba se testigo de las mentiras alejando y alardeando en su fuero interno que la cosas pronto iban a salir bien. En cualquier día, semana, mes…, no lo sabía a ciencia cierta; la posibilidad de enfrascarse en pronosticar sus sueños era inmensamente imposibles.

    ¡Como deseaba con todo su corazón que las cosas salieran como en sus fantasías!

    Rin no era una niña mala, simplemente se ubicó y miró en una dirección incorrecta. Esas pautas de la vida en que crecemos sin orientación y que, por propia naturaleza curiosa, nos asomamos sin siquiera pensar qué cosas podían ocurrir.

    Fue entonces que la adolescencia llegó a su vida y con ello los cambios bruscos que implicaba. ¿Es que era un pecado experimentar tantas emociones en una sola etapa?, aquel que diga que jamás lo vivió entonces es un vil embustero.

    Porque Rin jamás mintió, no estaba en su naturaleza negar lo inevitable sino el cometer acciones que en su pequeña mente pronosticaba las pesadillas. Pero la inocencia no siempre es buena, más aun cuando ingresas a esa crucial fase.

    — ¿Nuevamente estás sellando esas cartas? —un jovencito de cabellera negra cuestionó, apoyó los brazos sobre la mesa dentro la biblioteca—. Pasas mucho tiempo escribiendo. ¿A quién exactamente se lo haces?

    Rin se encogió de hombros y escondió rápidamente el sobre. Sota la había pillado.

    —No es nada importante—musitó con vergüenza. El chico lo enarcó una ceja—; me gusta hacerlo porque creo que puedo guardar mis secretos y cuando sea grande los lea.

    Era verdad, Rin gustaba de plasmar todo lo que sentía mediante una hoja de papel, y cuando aprendió a diferenciar los tipos de amores supo que, con mayor urgencia se debía de guardar detrás de las letras ese sentimiento.

    Porque los ojos dieron paso a esos deseos. Porque la mente los canalizó. Y el corazón, con mucha necesidad, lo almacenó.

    — ¿Cómo un diario? —Higurashi inquirió tras dejar el libro de literatura. Rin asintió—. Kagome hace lo mismo, lo considero un poco estúpido pero las chicas siempre son raras.

    La muchacha soltó el bolígrafo casi por instinto. Sus labios rosados emitieron ese gesto que una chica enamorada lograba realizar. Para muchos era una tonta, para otros una infeliz soñadora, pero lo que nadie se atrevió a indagar fue la razón del porque Rin redactaba esas cartas.

    A veces, el amor nunca funciona con palabras. El corazón es caprichoso cuando quiere, y eventualmente uno siempre debe buscar las armas para defenderse.

    Y es que la dulzura de la inocencia de Rin exploró territorios ajenos, esas parcelas que podían convertir la amabilidad en un egoísmo transcendental y, era mayor el peligro cuando una dama se le ocurría husmear.

    La adolescente de quince años se enamoró, pero no era aquel tipo de amor donde el lado sucio y denigrante se tergiversaba con lo encantador; ella solo posó su estima al último hombre que cualquier mujer se atrevería hablarle. No era para desagradable su aspecto físico, de hecho, apuntaba ser el hombre más atractivo que hubiese conocido antes, pero era su forma de expresar lo que entumía hasta el más insensible ser humano.

    Sesshomaru Taisho. Aquel sujeto que con una sola mirada doblegaba a cualquiera, tal vez esa era la razón del porque Inuyasha abusaba de sus beneficios en la preparatoria. Ser el hermano menor del único hombre que dominaba a todos por su personalidad era un arma de doble filo.

    Pero Rin jamás vio algo inhumano en él. Porque ese hombre supo entrarse a su mente de una sola estocada.

    El amor de una ingenua suele ser hermoso, de esos tiernos versos de vida que uno puede sentarse a observar; donde una doncella se juraba amor con su guardián y, con la bendición de una fuerza mayor lograrían formar una familia con un “vivieron felices por siempre”. Y es que no había corazón tan puro como el de Rin, pero a veces su timidez y educación la limitaron para hablar, por esa razón es que sus cartas expresaban lo que nunca haría su voz.

    —Ah, casi lo olvido—Sota carraspeó para atraer la atención de la muchacha—. Mi hermana me preguntó si irás al baile con el hermano de su novio.

    Y aquello provocó que Rin cayera de nueva cuenta a su realidad. Tomó nuevamente el bolígrafo. Sus labios manifestaron una tierna sonrisa y sus ojos una creciente angustia de volver a escribir.

    —Dudo mucho poder, debo ir con mi abuelita a visitar a unos parientes.

    —Si tú no vas entonces no creo que sea divertido que asista—el muchacho se llevó las manos hacia la nuca—; tampoco es interesante soportar al amargado novio de Kagome.

    Rin asintió sin borrar su noble gesto, hasta que Sota tomó sus libros y apuntes para marcharse de la biblioteca. La soledad acompañó a la jovencita, el grato momento de tranquilidad donde podía llorar en sus letras y tinta.

    No le importaba si el hombre que amaba ni siquiera sabía de su existencia, ni que fuera el novio oficial de Kagome Higurashi; lo único que le interesaba era sentirse avivada por los comentarios que oyó por parte de Sota.

    “El hermano de Inuyasha dijo que de entre todas sus molestas admiradoras, solo ha sido capaz de leer las cartas de una sola persona”, recordó las palabras de su amigo. “Kagome lo sabe, pero ese sujeto dice quien sea que le profese un amor secreto, tiene un buen uso para las letras”

    —Por eso razón seguiré escribiendo estas cartas—musitó con alegría—. No importa si es de otra mujer, con que me lea es suficiente para mí. Además, el amor secreto son los que más duran en la vida. Aquellos que siempre te van a provocar la inquietud de saber quién es el creador de esas palabras.

    Y ese era su silencio. Nadie tenía derecho a juzgarla y, cuanto más tiempo pasaba, el corazón de la muchacha palpitaba con fuerza al ver a Sesshomaru. Porque, tristemente, sabía una sola verdad.

    Él era como la noche y ella como el día, siempre estaban cerca pero jamás lograrían estar juntos.
     
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    InunoTaisho

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    Te deseo buena suerte en la actividad... me gustó bastante aunque no soy muy afecta de emparejar a Sesshomaru con Rin, pues para mí son más como un padre y una hija, o tal vez como hermanos.Un saludo.
     
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