Destiny [SasuHina]

Tema en 'Fanfics Abandonados de Naruto' iniciado por DarkSakura, 21 Abril 2010.

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  1.  
    DarkSakura

    DarkSakura Guest

    Título:
    Destiny [SasuHina]
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Comedia Romántica
    Total de capítulos:
    3
     
    Palabras:
    3807
    Destiny [SasuHina]

    Hi!
    Aquí os traigo un nuevo "proyecto"
    espero sea de su agrado ^///^

    Genero: Romance/Humor/Drama

    Pareja: SaiHinaSasu (SasuHina), Leve NaruSaku

    Autora: DarkSakura (Amy-chan, Amita-chan, DarkAmy-chan)

    - pensamientos
    - "Hablan"
    - "Recuerdos"

    oOoOoOoOo

    Los Personajes de Naruto no me pertenecen, son del Maestro Kishimoto

    oOoOoOoOoOo

    Encierro
    Hace un año que había llegado a ese instituto, desde ya hace tanto tiempo y…

    …aún pasaba desapercibida. No contaba ni con un amigo.

    Pensaba una chica de cabello azulino y ojos color marfil mientras caminaba rumbo a los vestidores después de una ardua clase de deportes. Se sentía sola, no hablaba con nadie...ni una sola palabra

    …¿Por qué…? ¿Por qué tengo que ser tan tímida?

    Se reprochaba una y otra vez al caminar…sin despegar la vista de sus pies. Recriminándose por su falta de “fuerza”…de autoestima.

    Además que continuamente era asediada por las comunes “chicas populares” de su curso. No podía tener más mala suerte…simplemente no podía.

    Fue en ese instante que escucho unas voces acercándose a donde ella se encontraba transitando, sabía quienes eran y no estaba con las fuerzas necesarias para escucharlas insultarle, para que le hicieran alguna otra “maldad”

    Como cuando me encerraron en uno de los casilleros, o cuando me empujaron al vestidor de los hombres…cuando estaban todos estos cambiándose.

    En su mente se dibujaban aquellos infames recuerdos, momentos que quisiera borrar de su memoria, pero…era tan difícil. Le atormentaban continuamente.

    “…D-Debo…esconderme, demo… ¿Dónde?” – dijo para si misma en el instante que comenzaba a buscar con su mirada un “refugio”. Fue en ese momento que su mirada fue a parar al salón donde se guardaban los implementos deportivos.

    Sin esperar más, corrió lo más rápido que pudo a ese lugar, a cerrar discretamente una vez que accedió a este.

    Podía respirar más tranquila, todo daba a parecer que no la habían visto

    “…P-Por poco…” – susurro para si mientras llevaba una de sus manos a la altura de su pecho, trataba de controlar su respirar…de recuperar el aliento perdido.

    En ese instante escucho unas voces tras la puerta que acababa de cerrar, eran aquellas de las cuales escapaba

    Acaso… ¿La habían visto?

    Temerosa las oía reír, cuchichiar entre ellas, sin duda algo tramaban. Lo más seguro era que no sería nada bueno para su persona.

    Nada salía de sus labios, solo podía tragar con dificultad, esperando que aquello solo fueran ideas de ella…deseando con todo su corazón que no la hayan visto en verdad.

    Pero aquella esperanza se vio desvanecida cuando escucho un “clic” proveniente desde el otro lado.

    Las lágrimas no tardaron en salir, pidiendo por favor que la dejasen salir…implorando porque no le hicieran eso. Pero estas la ignoraron, solo le desearon “buena suerte” seguida de más risas.

    Nadie escucharía sus plegarías, aunque golpease la puerta con todas sus fuerzas…nadie vendría en su ayuda.

    Esta era la última clase y luego todos partirían a sus casas, dejándose sola, atrapada sin poder salir hasta el día siguiente.

    Cansada de golpear incesablemente…se dejo caer derrotada. De sus ojos no paraban de caer aquellas gotas saladas que mostraban su pena.

    “… ¿P-Porque…? ¿Por qué yo…? – se preguntaba entre sollozos - … ¿q-que fue lo que les hice p-para que me trataran así?... – No hallaba respuesta para aquellas interrogantes, nunca les había hecho nada malo a nadie. Ni siquiera había podido dirigirle la palabra a alguien por su timidez. - …no lo comprendo”

    “Quieres callarte, tu llanto me molesta” – se escucho de repente una voz, aquella logro que la muchacha cesara de llorar, que dirigiera su vista hacía el lugar de donde provenía. Era un chico que la miraba de manera muy fría.

    Un silencio los comenzaba a envolver mientras esta bajaba la mirada sin poder soltar más que un suave “Gomen…ne”. Este solo desvió su mirada soltando un “Hmph”.

    Ella deseaba preguntarle el que estaba haciendo ahí, pero su mirada le había causado tanto temor que no podía sacar aquellas palabras de sus labios, además…su timidez no era de ninguna ayuda tampoco.

    Este solo no le tomo más en cuenta y paso junto a ella para abrir la puerta. Poso su mano en la manilla…pero no conseguía abrirla aunque le aplicara toda su fuerza

    “…Kuso – maldijo por bajo antes de dirigir nuevamente la mirada de manera inquisidora a la chica que segundos antes le veía atenta, pero ahora que este tenía sus ojos puesto en ella…solo deseaba desaparecer. - ¿Qué has hecho? – le increpo de manera amenazante mientras la tomaba de los hombros. Esta temblaba igual que una gelatina recién sacada del refrigerador…le tenía miedo. La oscura mirada del pelinegro le causaba pavor. - ¡Responde!”

    Esta solo bajo la mirada una vez más, tratando de contener aquellas lágrimas que nuevamente luchaban por salir de sus blancas orbes.

    “……G-Gomen, yo…yo…” – no quería estar en ese lugar, de por si no le gustaba venir a clases, era demasiado el tormento al cual se encontraba sometida desde que llego, y ahora…

    …alguien más le odiaría.

    “Che. – Soltaba molesto el moreno – estupidas fans” – terminaba de decir a la vez que se ponía de pie. Le daba la espalda a la peliazul que trataba a duras penas de contener su tristeza y miedo.

    Este se dirigió a donde había estado con anterioridad, volvía a posar su penetrante mirada en la muchacha que estaba frente a su persona.

    Se encontraba molesto, irritado con aquella mujer y con si mismo por haberse quedado dormido en ese sitio. Ahora se quedaría atrapado con una de esas chicas locas que lo persiguen incesablemente. Porque una cosa era segura…esa chica que trataba de mostrarse “vulnerable” se había encerrado con el apropósito.

    Era verdad que había miedo en su mirada, pero ¿Qué más da? Todas las mujeres aparentaban lucir “frágiles” ante su persona, solo para que él las tomara en cuenta.

    …las odio, todas son iguales - pensaba sin quitar sus ojos negros de ella.

    “No quiero que te acerques a mi ¿entendido?” – le soltó de repente. Esta solo pudo asentir levemente después de unos segundos.

    Ella no lucía como aquellas otras que siempre lo acosaban, pero no se dejaría engañar, seguro era un truco…una trampa para “atraparlo”. Todas las mujeres estaban locas. Eran peor que los gusanos, arrastrándose sin dignidad a sus pies, pegándoseles igual que lapas y solo preocupadas de su apariencia. Unas completas molestias

    …y esa chica seguro no era la excepción.

    ----

    Las horas iban pasando y todo se mantuvo en completo sigilo desde que este hablo por última vez diciendo que no se acercara a él.

    Este se encontraba recostado sobre una pila de colchonetas, mientras la muchacha se hallaba en un rincón…solo abrazándose las rodillas, tratando de no soltar ni un ruido al llorar.

    “¿Por qué lo hiciste?”

    No es que haya querido entablar una conversación, es solo que ya le estaba molestando escuchar solo el suave sollozo de aquella chica.

    En verdad estaba impresionado por cuanto se ha tardado en tirársele encima como todas las demás.

    Debía admitir que ella tenía un auto control impresionante, no podía comprender lo mucho que puede esconder su deseo por “abordarle”.

    Y mucho más porque no le respondía de manera inmediata, hasta pareciera que le ignoraba, y eso si que lograba sacarle de quicio. Ninguna mujer se atrevía a hacerle esperar de esa forma.

    Y menos a repetir una pregunta como lo estaba haciendo ahora.

    “……y-yo no hice nada” – le respondió esta sin mirarle, casi en un susurro.

    ¿Cómo se atrevía a negarle eso? Era obvio que lo había hecho a propósito, para pasar la noche con el, para poder llamar su atención. Cosa que iba a ser totalmente imposible, a él no le interesaba en lo más mínimo.

    Ella no deseaba estar en ese lugar, no podía comprender el porque todo lo malo le pasaba a su persona. Se preguntaba una y otra vez si había hecho algún mal como para que la vida le estuviera cobrando así, pero…nada venía a su mente.

    No solo tenía a aquellas compañeras molestándola todos los días, si no que ahora se encontraba atrapada con un chico que solo le causaba temor…un miedo indescriptible.

    Más encima comenzaba a hacer frío y ella solo se encontraba con un short muy corto y su remera de gimnasia.

    Seguro no tardaría mucho más, lo más probable era que ahora que comenzaba a hacerse presente el frío de la noche, esta se tiraría a sus brazos diciéndole que se dieran “calor mutuamente”.

    …Si, lo más seguro es que eso pase pronto.

    -----

    Imposible, ya había transcurrido una hora más y aquella mujer seguía sin moverse de ese lugar, ni siquiera se ha dignado a volver a mirarle.

    Acaso ¿le estaba ignorando? ¿Será posible que sea una nueva “técnica” para llamar su atención?

    Este no dejaba de mirarle de manera muy fría y desconfiada, aquello podía sentirlo la morena que solo deseaba que la noche pasara rápido, no quería estar ahí, y menos con un chico que solo le infundía miedo.

    Las horas seguían pasando y aquella muchacha no daba señales de querer “aprovecharse” de la situación. Era imposible ¿Quién se creía ella para venir a actuar tan indiferente?

    Él era Sasuke Uchiha, el chico más “codiciado” por todas las chicas de ese Instituto, incluso las mujeres de cursos más avanzados morían por sus huesos…porque él les mirara aunque sea una vez.

    Tenía que ser alguna especie de estrategia, no podía ser otra cosa.

    Aunque…no creo haberla visto antes entre esas locas – pensaba el moreno aún sin quitarle los ojos de encima. Bufo molesto mientras se cruzaba de brazos - …Hmph, pero todas son iguales. Unas maniacas.

    Aquella noche no estaba teniendo “piedad” con ellos, el frío era para congelarse. Estaban en pleno invierno…y este se los estaba “mostrando”.

    En un rincón se podía ver el frágil cuerpo de la peliazul soltar pequeños tembleques por aquella temperatura tan hostil, pero…nada podía hacer ante esa situación.

    No poseía nada con que taparse y aquel chico le había dicho que no se acercara a él.

    Solo le tocaba permanecer así, abrazándose a si misma para darse aunque sea “algo” de calor.

    Si ahora no pescaba un resfriado, seguro el resto del invierno se lo pasaría sin ese tipo de “problemas”.

    “Oye – La voz del chico la saco de sus pensares. Con cierto miedo fue levantando la mirada…hasta encontrarse con aquellos ojos negros – acércate”

    No le entendía, el mismo le había dicho que no se le aproximara. Y… ¿ahora le estaba pidiendo todo lo contrario? Tenía miedo de hacerlo, su mirada le causaba mucho pavor. Ni siquiera logro sacar alguna palabra de sus labios.

    ¿Cómo era posible que no le hiciera caso? ¿Lo estaba ignorando nuevamente? Estupida chica pensaba una y otra vez. ¿Acaso creía que se lo decía por gusto? ¡Eso ni hablar! Solo lo había dicho porque el frío se estaba acrecentando y la única manera de pasar la noche era…”juntos”

    “Niña tonta, no te pases rollos ¿queda claro? – le decía de manera muy fría, esta solo podía negar rápidamente – Hpmh, que molesto, pero…el frío esta aumentando ¿entiendes lo que quiero decir?”

    No podía decirle que quería que durmieran juntos, su orgullo era muy grande y ya como mucho estaba accediendo a ese tipo de “cercanía”.

    Se estaba tardando mucho en responderle y eso en verdad le sacaba de sus casillas. Pero su semblante cambio al verla ponerse lentamente de pie, a caminar con suavidad hasta situarse a su lado. Podía ver un leve rosa pálido en sus mejillas.

    Tenía miedo, no conocía a ese muchacho, pero si hubiese tenido malas intensiones no hubiera esperado tanto para intentar hacerle algo ¿No es así? Además que aunque le causara pánico su mirada, algo en su interior le decía que no era mala persona.

    Nunca antes había dormido junto a alguien, era imposible evitar sus nervios, que su vergüenza saliera a “flote”. Podía percibir el calor en sus mejillas…estaba segura que se encontraban rojas.

    Más ahora que se encontraban tan…juntos.

    Se hallaban uno junto al otro recostados, muy apegados para brindarse algo de calor, ambos boca arriba sin decir palabra alguna.

    Este estaba por pensar que aquella mujer no era una de sus tantas “seguidoras”. Le veía de reojo sin poder creer que esta no hiciera el menor intento por acercarse más, para incitarlo a que pasara “algo” entre ellos.

    Aún no podía creer lo que estaba a punto de decir, pero no es porque quisiera, es solo que el frío era mucho.

    “Si no te acercas más, no servirá de nada ¿no crees?” – Al escucharle esas palabras, las mejillas de la peliazulada se tiñeron de un rosa intenso. Aquello hizo que media sonrisa se dibujara en el rostro de este mientras pensaba en lo extraña que era.

    Ella tragaba con suma dificultad, se encontraba demasiado nerviosa, ni siquiera se atrevía a verle a la cara. Pero la voz del moreno preguntándole que qué esperaba la hizo salir de sus pensamientos. Levanto su mirada para toparse con aquellos penetrantes ojos que la lograba colocar mucho más “alterada”.

    Con mucha dificultad asintió para luego colocarse un milímetro más cercano al chico.

    El moreno solo suspiro molesto para luego tomar con fuerza de los brazos a la frágil chica que lo veía temerosa, sin esperar más hizo que esta se recostara sobre su pecho.

    “¿Era muy difícil hacer eso? – le decía de manera molesta aquel chico – hmph, si que eres rara”

    Aquel rosa pálido que había adornado las mejillas de la muchacha, ahora era remplazado por un rojo intenso. Sus ojos se encontraban abiertos a más no poder al sentirse tan cerca de un chico, o mejor dicho…apoyada en uno. Nada lograba decir…estaba muy apenada de estar de esa forma.

    …Se siente tan bien, a pesar de infundirme tanto miedo…es muy cálido – pensaba la chica mientras cerraba sus ojos dejándose “llevar” por aquel calor de ese cuerpo tan firme, de ese suave perfume de hombre que lograba tranquilizarle de cierta manera.

    Algo en su interior la hacía sentirse protegida.

    “…A-Arigato” – fue lo único que logro articular antes de caer dormida.

    Este se había sorprendido por esa palabra, de verdad no se esperaba escuchar un “gracias”. No había duda, esa chica era muy extraña…muy diferente a todas las demás.

    Cerro sus ojos tratando de encontrar el sueño, sintiendo el calor del cuerpo de la morena que se encontraba casi sobre su persona, notando como a ella no le había costado mucho caer en brazos de Morfeo. Suspiro cansadamente.

    Aún no confiaba en ella, no podía descartar del todo que fuera una de esas tantas mujeres locas que lo acosaban incesablemente. Demo siempre a sido igual, desde que era pequeño las mujeres caían a sus pies, pero ninguna lograba llenar sus estándares. Ninguna se parecía…

    …a esa persona.

    -----

    La mañana llegaba con el cantar de las aves, con una suave brisa que comenzaba a erizar la blanca piel de la ojiblanca que empezaba a abrir sus ojos, tratando de acostumbrarse a la luz del día.

    Mientras tratada de desperezarse y por fin abrir sus blancas orbes, trato de moverse, pero “algo” se lo impedía.

    Un suave grito se escapaba de sus labios al notarse sobre un muchacho, y sus nervios aumentaron al ver que este la tenía abrazada.

    Este al escuchar el “ruido” proveniente de su “acompañante”, abrió sus ojos de golpe, solo para toparse con el rostro completamente ruborizado de la chica.

    Por un instante no le pareció malo despertar siempre de esa manera, aunque fue solo por un momento, porque seguía sin confiar en las mujeres. Además que nunca aceptaría ese tipo de pensamientos, su orgullo era muy grande.

    “Pero que escándalo ¿acaso ya abrieron la puerta? – decía mientras con una de sus manos se refregaba sus ojos tratando de despabilarse. Cuando logro acostumbrarse por completo a la luz del día, vio como ella negaba con vergüenza para luego bajar su mirada, todo daba a indicar que veía algo - ¿Qué pasa ahora?” – pregunto con frialdad.

    “…E-Etto…es que…su brazo – ahora lo comprendía, era por eso. Era extraña ¿no debería estar feliz porque habían dormido abrazados? ¿Que sacaba con seguir ocultando que se había encerrado apropósito con él? - …g-gomen ne por…despertarlo”

    “Hmph, no creas que fue apropósito, no me he dado cuenta…” - decía con un leve rubor en sus mejillas el moreno mientras desviaba su rostro para que esta no lo viera.

    Era cierto que no la había abrazado con intensión, pero…no le desagradaba para nada el calor de ese frágil cuerpo.

    Aparentando desagrado se separo de esta, le dio la espalda fingiendo molestia por todo aquello.

    “…L-Lo se, no se p-preocupe”

    ¿Por qué le hablaba de manera tan cortes? ¿Es que se creía superior a él? – volteo para verla, notando como ella mantenía su mirada baja…lucía triste – No, no se creía mejor que su persona, su semblante…ella era muy fácil de leer, podía verlo en aquellos ojos tan expresivos.

    …seguro es muy educada.

    Le intrigaba, no podía negarlo, esa mujer…tenía algo “especial”

    Dudaba en preguntarle su nombre, no deseaba mostrar que estaba levemente interesado por saberlo, pero… ¿Y si no se volvía a presentar otra oportunidad? No podía, aquellas palabras no salían de sus labios. Se sentía frustrado.

    No podía evitar preguntarse a que se debía eso, tampoco lograba hacerse la idea de que aquella mujer no haya tomado “ventaja” del encierro. Aquello era inconcebible para el chico.

    El silencio seguía creciendo entre ellos, ambos mantenían sus miradas puestas en el suelo, sin poder “enfrentar” sus ojos

    “…Oye… - ¿Lo haría? ¿Le preguntaría como se llamaba? Se sentía como un estupido al no poder hacerlo ¿Qué tan difícil era pedir su nombre? Aunque nunca había tenido que pedírselo a alguna mujer, todas saltaban a sus brazos diciéndoselos y gritando lo mucho que lo amaban. En cambio con esa chica… ¿Por qué todo era diferente? - … ¿Cómo…?”

    Pero no pudo terminar de formular su pregunta, la puerta fue abierta revelando a un estudiante que los miraba extrañado. El moreno no podía evitar sentirse molesto, irritado porque lo habían interrumpido.

    Más al notar como ella se ponía de pie e inclinándose pidiéndole disculpas nuevamente, comenzaba a salir por la puerta.

    La morena no podía sentirme más aliviada, por fin aquel episodio había pasado sin “mayores complicaciones”. Se disculpo una vez más con aquel chico que por culpa de ella tuvieron que dormir “juntos”. Sus mejillas volvían a teñirse de rojo al recordarlo, al visualizar en su mente como este la tenía abrazada.

    Sacudió suavemente su cabeza tratando de borrar esa escena de sus pensamientos, pero nunca olvidaría lo protegida que se sintió, ni tampoco el calor de aquel chico de mirada oscura. Una suave sonrisa comenzaba a dibujarse en sus labios mientras el rosa pálido volvía a tomar sitio en sus mejillas.

    ……N-No fue tan malo después de todo - pensó para si misma mientras iba rumbo a cambiarse al vestidor de mujeres. Ese día nada le molestaría, extrañamente se sentía…”protegida”

    Entre tanto el chico con el cual había “pasado la noche” la veía caminar de manera distraída entre los demás alumnos, sonrió al verle entrar por equivocación al vestidor de hombres, aquella sonrisa se incremento al verla salir toda roja.

    …Hpmh. Si que es Dobe - pensó al verla entrar rápidamente al lugar correcto. Con sus manos en los bolsillos comenzó a alejarse, pensando en lo ocurrido.

    Ambos volvían a sus respectivas vidas, sin darse cuenta que aquello fue más que un simple “accidente”. Porque…

    En este mundo no existen las coincidencias, solo existe lo inevitable

    Y este encierro no era la excepción, quizás todo había sido por un juego del destino que quería unir al chico más popular de la escuela, con la muchacha que era siempre “invisible” a la vista de todos, pero que para él…puede ser algo más.

    Fin Chapter 1:-

    oOoOoOoOoOo

    Espero que este primer capitulo haya sido de su agrado, y por favor pido paciencia porque me había acostumbrado a escribir en primera persona, y...ahora suelo mezclarlas un poco, espero que a pesar de eso...logre entenderse (Y perdón también por las faltas de ortografía, sigo pensado que soy una caso perdido para eso jejeje)

    Este es un fic de "Amor Lento", no pidan avances rapidos, porque no los habrá.

    No olviden dejar sus comentarios, me alegran el día y me animan a seguir escribiendo

    Besos
    DarkSakura


     
  2.  
    Hitomi-chan

    Hitomi-chan Líder de Zona Artística Game Master

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    Re: Destiny [SasuHina]

    O por dios, trajiste esta hermoso fic a aquí ToT, estoy tan feliz.

    Pobrecita Hinata, sufre tanto con esas desgraciadas, pero bueno dicen que después de la tormenta siempre viene la calma y esa calma se llama “Sasuke”.

    Además hasta yo quisiera me encerrar con ese “papacito”, con él no me moriría de frío entre sus brazos, junto a su echo respirando su olor (estoy delirando verdad xD) Y aparte Hinata se mete al vestidor de Chicos, creo se esta volviendo una pervertida :D

    Eres grandiosa, soy tu fan número uno DarkSakura
     
  3.  
    Tsubaki

    Tsubaki Usuario común

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    Escritora
    Re: Destiny [SasuHina]

    Saludos.

    Hace siglares que no me leía un SasuHina. Finalmente alguien trae uno de la hermosa pareja por la que todAOs fangirleamos~.
    Me gusta como narras. Me gustaría que usaras un poco más la sinonimia ya que a veces te noté un poco repetitiva.

    La ortografía bien, en general.

    No quiero ser muy aguafiestas (xD) pero te faltó la tilde aquí. Es "disculpó". No te preocupes, eso no altera mucho. Sólo fijate bien cuando escribes. :3

    Recuerda usar el formato de guiones correctamente. Si cierras con guión, debes iniciar con guión.

    En vez de usar comillas, quedaría mejor así:

    Como no tiene acotación, no se cierra, ¿entiendes?

    Pobre Hinata, ha sufrido tanto... La historia me parece interesante. Espero poder leer más de estas por aquí.

    Sayonnara. :rosa:
     
  4.  
    Orianthi

    Orianthi Usuario popular

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    Re: Destiny [SasuHina]

    ¡Holitaaa!
    Antes que nada, bienvenida a Cz. Me alegra que pasaras por aquí, Amy-chan :3 Hace mucho que seguía tu historia por otra página y una que otra vez dejé comentarios. (L

    Bueno, como ya te mencionó Tsubaki hay pequeños errorcillos que con una mirada rápida podrás corregir, nada grave. Cierto, Hinata siempre es Hinata, una chica insegura y con baja autoestima. Espero ansiosamente que lo continues (cofcofcofaunqueyalohabialeidocofcofcof) x´DD

    Sin más que decir, salvo: ¡Conti! Es uno de los mejores SasuHina que leído y uno de mis favoritos. *-----*
     
  5.  
    DarkSakura

    DarkSakura Guest

    Título:
    Destiny [SasuHina]
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    Re: Destiny [SasuHina]

    no tomen en cuenta las faltas de ortografia, soy un caso perdido para ellas y encontraran muchisimas xD.
    Muchas gracias por sus comentarios, y por la bienvenida ^-^
    colocare hoy si puedo la continuación.

    Besos
     
  6.  
    Etsuko-chan

    Etsuko-chan Usuario común

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    Escritora
    Re: Destiny [SasuHina]

    Ohayo!

    Pues sinceramente me dio mucha alegria ver este maravilloso fanfic aqui en CZ! He comentado tambien en otra pagina en la que ya lo habias subido xD pero la verdad no me canso de leerlo y releerlo! Tu manejo de los personajes es supremamente excelente! Creo ya habertelo dicho; pero es que la forma en que manejas la personalidad de Sasuke, sin cambiarle un poco, hace que se vea facil manejar un personaje como él (que es algo complicado por su seriedad) Ademas, que nos muestras una y otra vez a la verdadera Hinata, una chica torpe y algo distraida! Sinceramente, asi seria esa chica si no fuera ninja x3

    Soy la menos indicada para decirte sobre las faltas ortograficas (Soy pesima en eso de las tildes ¬¬ xD) pero con la excelente narracion que tienes las faltas son lo de menos; eso se mejora con estudio, la narraccion y la creatividad son otra cosa xP Espero lo continues (aunque voy al dia con tu fic en otra pagina, pero aqui te posteare cada conti) porque quiero decirte lo que opino de cada capi ^o^

    Este primer encuentro fue hermoso! Tienes mucha sensibilidad con los pj, te felicito nuevamente...

    Creo que me alargue xD pero bueno; cuidate y continua asi!
    Sayonara!
     
  7.  
    DarkSakura

    DarkSakura Guest

    Título:
    Destiny [SasuHina]
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Comedia Romántica
    Total de capítulos:
    3
     
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    Re: Destiny [SasuHina]

    Etsuko-chan Si, yo recuerdo tu nick ^-^
    gracias por tus palabras y apoyo. Me alegra demasiado que creas que logro mantener sus personalidades, ya que es en lo que más me esmero n///n

    Aquí os dejo el segundo capitulo.


    Genero:
    Romance/Humor/Drama

    Pareja:
    SaiHinaSasu (SasuHina). Leve NaruSaku

    Autora:
    DarkAmy-chan (Amy-chan, Amita-chan)

    -
    pensamientos
    - “Flash Back”
    - "Hablan"

    oOoOoOoOoOoOoOo

    Los Personajes de Naruto no me pertenecen, son del Maestro Kishimoto


    oOoOoOoOoOo

    Malentendido



    Un golpe seguido de un insulto, estos no paraban de caer sobre una frágil chica de cabello azulino.


    No entendía que era lo que había pasado, ni siquiera sabía quien era ese tal Uchiha Sasuke por el cual esa chica le reclamaba.


    “Aquel día del encierro, no sabía porque se sentía extrañamente bien, pero decidió tratar de olvidar aquel suceso, después de todo… ¿Quién desearía recordar aquel tormento que la asediaba día tras día? Toda persona preferiría borrar de sus pensamientos los momentos amargos ¿no es así?

    No obstante la manera de despertar esa mañana, algo en ella no lograba borrar lo protegida que se había sentido en brazos de aquel chico. Sus mejillas se tornaban rosadas de solo recordarlo.

    Aunque en su exterior aquel muchacho solo mostraba frialdad, algo en su interior le decía que no era mala persona. Además que a ella nunca le ha gustado “juzgar a un libro por su cubierta”.

    Una sonrisa fue su acompañante durante todo el transcurso de las clases, ni siquiera las risas de aquellas que la habían encerrado lograron afectarle. Aquello más lograba irritarlas, demo para la “pequeña” muchacha de ojos blanquecinos…era lo mínimo.

    Todo había quedado en el olvido.

    Hasta la mañana siguiente que fue “abordada” por una de sus comunes “atacantes”, por una de esas tantas chicas que solían molestarla con frecuencia.

    Karin, una muchacha de cabello rojizo y ojos almendrados era quien se le había lanzado encima sin previo aviso, quien se encontraba golpeándola frente a un tumulto de alumnos que se habían reunido a su alrededor para ver el “espectáculo”.

    Solo le escucho decir el nombre de un chico, seguido por palabras que no había logrado captar del todo por el ataque recibido.”


    “¿Cómo te atreves a pasar la noche junto a Sasuke-kun, zorra?” – le había logrado escuchar mientras trataba de protegerse del golpe que iba directo a su rostro


    ¿Pasar la noche junto a quien? ¿Quién era Sasuke-kun?
    - – se preguntaba la morena mientras a duras penas lograba cubrirse de los enrabiados golpes de la pelirroja. Ella jamás se atrevería a pasar la noche con un chico, era demasiado vergonzosa para hacerlo.

    Fue en ese instante que a su mente vino la escena de aquel moreno abrazándola, inconscientemente sus mejillas se tornaban rojizas mientras cerraba sus ojos esperando que el siguiente golpe “llegara”


    “¡Basta! – se escucho la voz de alguien. La morena fue abriendo sus ojos lentamente para ver una chica de cabello rosado detener el siguiente ataque que iba hacia su persona - ¡¿Qué crees que haces Karin?! ¿Acaso tienes trece años?” -Le preguntaba molesta la muchacha mientras ejercía presión en la muñeca de la pelirroja, esta podía sentir el dolor proveniente de ese lugar, pero lo disimulaba muy bien.


    “¡No te metas Sakura! Esto no es contigo – decía molesta mientras la nombrada le soltaba bruscamente el brazo.


    Ambas mujeres se miraban de manera amenazante, la morena les veía con temor desde el suelo. Sus miramientos en verdad le causaban mucho miedo, era como si deseasen matarse con estas.


    Solo podía bajar su rostro, tratando de aguantar las ganas de llorar como una niña pequeña


    ¿Por qué…? ¿Por qué tiene que pasarme esto a mí?
    - – aquellas muestras de su sufrimiento no pudieron ser por más tiempo contenidas, comenzaban a brotar en forma de lágrimas por sus mejillas.

    No deseaba mostrar aquello a los demás ¿Para que? ¿Para que después siguieran burlándose de ella? No, ella tenía dignidad, y ya había sido demasiada la vergüenza vivida minutos antes a manos de esa pelirroja


    Se puso de pie como pudo y pasando entre el circulo de estudiantes que las rodeaban…corrió rumbo a la azotea, ignorando por completo la voz de la chica que la había “rescatado”.


    Su vista nublada por las lágrimas, tenía aquel destino en su mente, sabía exactamente donde correr. Después de todo, muchas veces ha ido a parar ahí para desahogar sus penas.


    Sola, llorando hasta caer dormida…esperando algún día despertar de aquel tormento que tenía por vida.


    Aún no lograba comprender cual era su mal, que les había hecho a esas chicas para que le hicieran tal daño día tras día. O es que… ¿Les gusta solo verla sufrir? No, eso no podía ser... ¿Que ser humano disfrutaría con el sufrimiento del otro? Seguro era otra cosa, pero… ¿Qué?


    Abrió la puerta de su “refugio” con fuerza, para cerrarla tras de si. Hoy sería otro de esos días, solo permanecería en ese lugar hasta que todos se marcharan, para que así nadie más se le quedara mirando con un eje divertido en el rostro, para que nadie más se burlara de su persona.


    Pero… ¿De que serviría? Acaso… ¿Había servido de algo las veces anteriores? ¿Qué había pasado el día siguiente?


    …exactamente lo mismo, todo volvía a ser igual.


    Pero no le importaba, aunque fuese solo por unos momentos…esa era su única manera de evadirse de la realidad, de escapar aunque sea por unas cuantas horas del crudo escenario que vivía todos los días.


    Se sentía sola, más que nunca.


    No siempre había sido así, hace años atrás era una chica “normal”, alguien con muchos amigos a su alrededor, personas en las cuales confiaba con todo su corazón.


    Salía a fiestas como cualquier adolescente de su edad, se juntaba con los que consideraba sus compañeros los fines de semana para ir al cine o tomar algo en alguna cafetería de moda. Pero… ¿Qué paso?


    “El prestigioso hombre de negocios Hyuuga Hiashi, a fallecido esta tarde junto a su pequeña hija Hanabi, todo daba a indicar que hubo una falla técnica en una de las turbinas de su jet privado”


    Aquellos recuerdos eran tan amargos, difícil de olvidar por mucho que quisiera, siempre estaban presentes, mostrándole en realidad como eran las personas. Cada uno de los que se hacían llamar sus “amigos” fueron dándole la espalda ahora que no contaba con el “respaldo” de la fortuna de su padre. Y una de las únicas personas le había brindado su apoyo…le dejo.


    “Nii-san… ¿Por qué te fuiste? ¿Por qué me dejaste sola?” - decía en un susurro mientras caía de rodillas al suelo, sus manos cubriendo aquel rastro de lágrimas mostraban lo destrozada que se encontraba. Lo sola que se sentía.


    Paso como tantas otras veces, había llorado hasta que fue vencida por el cansancio, por su pena.


    Le había estado observando desde que le había interrumpido su “descanso” después de mandar a “volar” a unas cuantas chicas que lo acosaban para que saliera con una de ellas, viéndolas pelearse por obtener su atención, maldiciendo por bajo por lo que le tocaba pasar. Todas eran patéticas.


    Y aquella mujer no era la excepción.


    Es cierto que por un instante aquel día se le paso por la mente que ella podía ser diferente, pero… ¿Qué sucedió después? ¡Todo el mundo se había enterado que habían pasado la noche juntos en ese lugar! Se sintió un estupido en haber pensado por un momento en que aquella mujer de apariencia frágil fuera diferente al resto, se maldijo a si mismo por haber sido tan incrédulo.


    Lo más probable es que ella haya ido con el cuento, todo para mostrar algo de “ventaja” sobre sus otras fans. Si, eso era lo más seguro, nada lo sacaría de esos pensamientos.


    Por eso cuando la vio entrar a la azotea, en ese instante estaba dispuesto a encararla, a decirle lo tonta que era si creía que a él le llegase a interesar alguna vez ¡estaba muy equivocada!, porque ninguna valía la pena, y ella era una de esas “tantas”…igual que el resto.


    Pero sus piernas se detuvieron, sus palabras se habían quedado atoradas en su garganta al notar sus lágrimas, a ver lo destrozaba que se hallaba. Solo atino a esconderse tras el pequeño cubículo en el cual estaba situada la puerta para acceder a aquel lugar.


    Ignoraba por completo el porque no había sido capaz de enfrentarla, de aclarar aquellos puntos que había pensado con anterioridad. Solo pudo quedarse en ese lugar, escuchándola sollozar en silencio después de decir algo casi en un susurro. Limitándose a bajar el rostro sin poder hacer nada, sin saber como reaccionar ante aquello.


    Frustrado solo pudo apretar sus puños.


    Esperaría a que se calmara, después le diría lo que pensaba, pero de este día no pasaría. Debía dejar de ser “considerado” con alguien que no conoce.


    …esta es la última vez.
    - – pensó para si mismo mientras seguía escuchándola llorar amargamente. Su vista fue a parar al cielo, viendo como las nubes comenzaban a cubrir los pocos destellos de sol que quedaban - …odio esta época del año.

    Navidad, se acercaba aquella época en que todos festejaban en familia, y… ¿Qué pasaba con él? Otra vez la pasaría solo, viendo las escenas de sus padres junto a la chimenea, observando la figura de su madre sonriéndole como tantas veces.


    Pero aquello solo era su imaginación, ellos ya no estaban junto a él. Se encontraba solo desde hace mucho tiempo…ya ni siquiera deseaba recordar cuanto.


    Hpmh, en todo caso, es mejor solo…que mal acompañado
    – a sus pensamientos venían todas esas locas chicas que no lo dejaban en paz, y menos tan cerca de esa festividad. Sus ojos iban a parar a la morena que se encontraba dormitando en el suelo.

    Ya habían transcurrido muchas horas y ella seguía igual


    ¿Es que planea pasar la noche aquí? Acaso… ¿No se iban a preocupar por ella sus padres?
    - Sacudió su cabeza para tratar de apartar esos pensamientos, lo más seguro era que no le importaba lo preocupados que estos podrían ponerse, después de todo…era igual que todas las demás.

    Le dejaría un rato más así, después de todo, él tampoco tenía muchas ganas de asistir a clases ese día.


    Con insistencia comenzó a mirar el reloj de su muñeca, viendo que pronto las clases terminarían y todos comenzarían a partir a sus casas.


    Se puso de pie y con la punta del zapato comenzó a mover a la muchacha que se quejaba entre sueños. Un bufido molesto se escapo de sus labios al ver que esta no daba el menor indicio de querer despertar.


    “Hmph, molesta chica – dijo por bajo antes de hincarse para empezar a moverle con más fuerza con una de sus manos – oye, despierta… ¡que despiertes!” – ya cansado de que esta no le hiciera caso, termino por decirle más fuerte. Pero al segundo quedo mudo al ver un moretón en una de las mejillas de la muchacha.


    Esta fue despertando de a poco, tratando de no quejarse del dolor de los golpes recibidos horas antes. Fue en ese instante que se percato de la presencia de alguien junto a ella.


    Al ver que se trataba del mismo chico, el muchacho por el cual había recibido una paliza, inconcientemente se alejo un poco.


    Este le miraba molesto, iba a pasar por alto aquella magulladura en el rostro de ella y le aclararía las cosas inmediatamente.


    “¡A-Aléjate! – aquello lo sorprendió ¿Qué se creía? Era él quien iba a decirle eso – n-no q-quiero estar c-cerca de ti…onegai” – decía en un susurro la frágil chica ante la mirada incrédula del Uchiha.


    ¿Cómo era posible…? ¿Qué era lo que estaba ocurriendo? Se supone que era él quien debía decirle esas palabras, recriminarle porque le había dicho a todos lo de aquella noche en ese salón.


    “Hmph, no te hagas niñita – esta levanto la mirada, sus ojos reflejaban incomprensión - ¿Por qué les dijiste a todos que pasaste la noche conmigo en el salón de gimnasia? ¿Acaso pensaste que te daría ventaja sobre las demás?”


    La muchacha de ojos opalinos le veía en silencio, no entendía que era todo eso que le había preguntado


    ¿Ventaja sobre que? No lo comprendía ¿Para que contar sus desgracias? ¿Para que todos se sigan burlando de ella? ¿Para recibir otra paliza de parte de alguna chica…? Ahora caía en cuenta, él pensaba que ella…


    “¿Cómo te atreves a pasar la noche junto a Sasuke-kun, zorra?”


    Él era Uchiha Sasuke.


    Solo pudo bajar la mirada, con las manos sobre sus muslos trataba de contener la amargura de su corazón, los enormes deseos de llorar una vez más.


    “…Y-Yo no le dije…a nadie – su voz, el tono que usaba era muy suave, lleno de tristeza. Pero este no le creyó, le seguía diciendo de que era una mentirosa. Aquello solo lograba hacerla entristecer más - …e-es verdad, yo…”


    Este se puso de pie, ya no pensaba seguir escuchándola, no le creía una sola palabra de lo que le había dicho, y no le interesaba seguir oyendo sus tontas excusas.


    ¿Para que seguir negándole eso? ¿Por qué sigue tratando de aparentar algo que no es? ¿Es que no se daba cuenta lo patética que se veía? Él no se tragaba eso de que no le había dicho a nadie, y mucho menos su estupido “teatrito” de mala muerte.


    “Hmph, no me interesa escuchar tus patéticas mentiras. Todas las mujeres son penosas” – al escucharle esta esas palabras, su corazón se comprimía. ¿Cómo le comparaba con las demás? Con aquellas que le trataban mal ¿Qué podía saber él de su persona? Él no la conocía, no tenía derecho de hablar de ella de esa manera.


    Cerrando sus ojos se puso de pie ante la mirada escueta del Uchiha, apretando sus puños trataba de tomar fuerzas para responderle, para reclamar las palabras que este le había dicho.


    Ya estaba cansada, aburrida de que la pisotearan…al menos por ese día.


    “…Y-Yo no le d-dije a nadie… - después de esas palabras, volvía a abrir sus labios, pero nada salía de estos. Volvió a tomar aire para tratar una vez más de sacar el habla - …y-yo…no soy c-como las demás – este le miraba con molestia mientras se cruzaba de brazos, esperando que ella terminara de hablar. La morena volvía a respirar profundo, pero esta vez levanto su mirada hacía el chico. Sus ojos mostraban determinación - …a mi…no me gusta, ni siquiera s-sabía quien era” – terminaba mientras bajaba su mirada, su vista puesta en alguna parte del suelo, esperando que este le creyera. Puesto que…era la verdad.


    ¿Qué? No, eso no podía ser, ella estaba mintiendo


    ¿Acaso esa chica pensaba seguir aparentando? ¿Pensaba que se iba a tragar ese cuento? ¿Y después que? ¿Iba a seguir fingiendo que no le interesaba? Lo creía inocente ¿o que?


    ¿Cómo podía decirle que no lo conocía? ¡A él! Eso era imposible, no le creía ni una sola palabra.


    “…No te creo”


    Su mirada volvía a reunirse con la del chico, no podía creer que no le creyera. ¿Por qué…? ¿Qué sacaría con mentirle?


    “¡E-Es cierto! – con una de sus manos a la altura de su pecho trataba de mostrarse firme, de demostrar que aquello era verdad, que ella no era una mentirosa – yo no supe t-tu nombre…h-hasta esta t-tarde” – No podía creer lo mucho que se empeñaba aquella mujer en ocultar el fanatismo por su persona, y lo buena actriz que podía ser, si hasta pareciera que dijera la verdad.


    “Hpmh, supongamos que dices la verdad, entonces… ¿Cómo se enteraron todos? – le preguntaba el moreno con una mirada inquisidora, aquella que solo lograba causarle cierto temor a la chica de ojos blanquecinos – yo no le he dicho a nadie, tuviste que ser tú quien lo dijo, seguro a alguna de tus amigas ¿no? Para mostrarte de alguna manera “superior” a ellas por haber pasado la noche conmigo ¿no es así?”


    ¿Por qué haría una cosa como esa? O mejor dicho… ¿A que amiga? Al recordar lo sola que se encontraba, aquello solo la hizo entristecer más. Bajo la mirada para que el ojinegro no lo notara, ya no deseaba mostrar más su debilidad…la soledad que reflejaba su mirada.


    Negó con suavidad, pero no levanto sus ojos hacía el pelinegro que la observaba expectante.


    “…y-yo no he sido. L-La verdad, n-no importa…s-si no m-me cree” – termino de decir casi en un susurro. Clavando su blanca mirada en este.


    Ella pidió perdón por los inconvenientes, se disponía a irse del lugar, en verdad que se sentía cansada. Solo pensaba en estar pronto en casa…en estar abrazada a su almohada y llorar hasta caer dormida una vez más. Como tantas otras veces.


    Pero la mano del chico la hizo detenerse, este le había cogido del brazo. Ella volvió su mirada hacia él, le veía con extrañeza.


    ¿Qué no le importaba si le creía o no? Acaso… ¿no le interesaba lo que podía pensar de ella con eso?


    Es que… ¿Es verdad todo lo que dijo?
    – o era así, o esa mujer sabía interpretar muy bien su papel - …o simplemente es rara

    Eso debía ser, seguro esa chica vivía en una burbuja.


    Para no saber de su persona…esa era la única respuesta que hallaba.


    “¿Cómo te llamas? Quiero que me digas tu nombre” – le consulto con su común tono frío. Ella solo desviaba la mirada con un eje de melancolía


    ¿Por qué deseaba saber su nombre? ¿Talvez para así burlarse de ella con mayor facilidad?


    No podía evitar sentirse triste, lo único que seguía consiguiendo era el desprecio de las personas, el odio de los demás…sin hacerles algo realmente.


    “…H-Hinata, H-Hyuuga…Hinata”


    ¿Hyuuga?
    – pensaba el moreno. Aquel apellido se le hacía levemente familiar, pero ¿Dónde lo había escuchado?

    Bueno, ahora no importaba aquello, después lo pensaría con más calma.


    “Hinata…- ella asintió con lentitud, esperando que este le lanzara algún tipo de amenaza. Siempre pasaba eso después de todo - … ¿Por qué estas toda moreteada?”


    Los ojos de la peliazul mostraban su asombro. No esperaba esa pregunta ¿Qué habría de importarle a él de sus heridas? No podía evitar sentir algo de desconfianza, de temor hacía las personas.


    “…n-no es nada – respondía con suavidad mientras se tocaba el rostro, donde sentía las “pequeñas molestias” - …s-solo me caí” - mintió


    La verdad no sabía si creer en sus palabras, sus ojos reflejaban todo lo contrario, pero aquello no era de su incumbencia, ni siquiera estaba todavía seguro del porqué se lo había preguntado.


    Aunque también recordó el suceso después de haber pasado la “noche juntos”, cuando la morena había entrado al vestidor de hombres por equivocación. Era una posibilidad de que ese tipo de cosas le ocurriera con frecuencia.


    A más de rara, es despistada. No podía ser peor…


    Pero el moreno fue sacado de sus pensamientos al sentir que ella volteaba una vez más, dispuesta a dejarlo solo en ese lugar.


    Este solo veía su espalda, observaba como aquella frágil chica caminaba lentamente hacía la puerta de salida de la azotea. No podía evitar pensar en su mirada, en aquellos ojos blancos que reflejaban la misma soledad que los suyos.


    De un rápido movimiento le dio alcance, después de todo…él era el numero uno en deportes.


    La morena al ver que este le impedía la salida, solo pudo quedarse muda, no hallaba razón por la cual este siguiera con lo mismo.


    ¿Por qué no le dejaban tranquila? Solo deseaba estar en paz, no tener más problemas con nadie, y ojala…poder borrar de su mente aquella noche.


    “¿Ahora tienes prisa? – le preguntaba con arrogancia el muchacho. Pero ella no le respondió, solo se limito a bajar la mirada


    Solo quiero irme, no deseo más problemas…onegai
    – pensaba para si misma.

    ¿Por qué no podía decirle eso? ¿Por qué no ha conseguido “soltarle” esas palabras? ¿Acaso era por no querer mostrarse “vulnerable” ante aquel chico nuevamente? ¿O tal vez era por otra cosa? No lograba comprenderse.


    Nuevamente parecía ignorarle, eso en verdad lograba mosquearlo de una manera insostenible. Nadie nunca le había hecho eso, y esta chica no solo lo ha hecho una vez, sino que varias ocasiones.


    Aquello era inconcebible.


    “Te acompañare a tu casa – esas palabras sorprendieron a la ojiblanca ¿Por qué…? ¿Por qué aquel chico quería hacer eso? Este volteo dispuesto a salir por la puerta – vamos”


    No, no podía permitir eso, no deseaba que le vieran junto a él nuevamente.


    ¿Para que? ¿Para recibir otra paliza por parte de alguna de sus fans? No, ya estaba cansada de tanta humillación. De solo obtener odio de parte de los demás.


    “N-No – dijo en un suave susurro. Bajaba la mirada al sentir como este volteaba a verla – n-no tienes p-porque hacerlo”


    Imposible, una vez más esta le estaba negando algo ¡a él!


    ¿Qué pasaba con esta mujer? ¿Estaba loca o que?


    “No es una petición, te estoy poniendo en aviso” – le dijo de manera muy seria antes de voltear una vez más. Abriendo la puerta le dio una indicación con su mano para que le siguiera.


    Suspiro de manera derrotada, ese chico era muy difícil, estaba segura de que por más que le dijera que no, este iba a seguir insistiendo con lo mismo. Además que su mirada le seguía causando algo de miedo, y si seguía rechazando su oferta...podía ser que no reaccionara muy bien.


    Trago saliva antes de comenzar a caminar, de pasar junto al ojinegro por el marco de la puerta y empezar a bajar por las escaleras.


    Ambos iban ya por los pasillos de aquel instituto, pasando junto a los pocos alumnos que iban quedando.


    La morena solo iba con la mirada baja, rogándole a Kami que ninguna de esas chicas la viera, esperando poder ir a recoger sus cosas lo más rápido posible e irse del lugar junto con aquel chico caprichoso.


    Le miraba de reojo, nada pareciera importarle, sus ojos negros no muestran emoción alguna; en cambio ella…era un mar de nervios.


    ¿Por qué ha querido acompañarme? ¿Por qué tomarse esa molestia?
    – se cuestionaba una y otra vez, sin lograr obtener respuesta alguna en verdad.

    Mordía su labio inferior incesablemente por el temor, por el miedo de ser descubierta por aquellas mujeres y terminar bajo otra “lluvia” de golpes.


    Solo podía tragar saliva, observar con atención los alrededores por miedo.


    Este solo sonreía por bajo al ver las reacciones de la muchacha que iba junto a él, en verdad era una mujer muy extraña, si parecía un pequeño ratón que temía ser devorado por su presa.


    ¿Y si creía que pensaba aprovecharse de ella? Seguro era eso.


    Después de todo, él se negaba a pensar que aquella ojiblanca no muriera por sus huesos.


    …Solo lo logra ocultar muy bien.


    No tardaron mucho en ir a buscar sus pertenencias correspondientes. Poco a poco el palpitar de la muchacha de ojos opalinos fue tranquilizándose, ya iban a salir de ese lugar, podía sentirse más aliviada.


    Aunque aún no lograba comprender la actitud de aquel chico, no entendía su deseo de acompañarla hasta su casa, y aunque tratase de descifrar algo en sus ojos…solo podía notar la nada. Ninguna expresión que pudiese darle una idea de lo que estuviese pasando por la mente del ojinegro.


    Se sentía nerviosa, avergonzada por ir junto a alguien, – en especial porque era alguien que era continuamente acosado por las mujeres - demo no era por ese motivo que se sentía de ese modo, era porque…


    …hace tiempo que no caminaba junto a alguien de esa forma


    Extrañamente se sentía feliz.


    Y aunque ambos iban en silencio, no les era para nada incomodo, porque ambos disfrutaban de las caminatas en sigilo, cada uno sumidos en su propio mundo…en sus soledades. Pero que ahora…extrañamente lo compartían sin saberlo.


    Tal vez el destino une a aquellos en desdicha, quizás todo esto ocurría por alguna razón, y eso era lo que les tocaba averiguar.


    -----


    Les había visto salir del instituto, no podía dar crédito a lo que veían sus ojos y no sabía como reaccionar realmente.


    Lo había estado buscando durante los recesos, pero como siempre…este desaparecía de su vista, impidiéndole como todas las veces…llegar a él; brindarle de su amor.


    Todos esos recuerdos, todas aquellas ocasiones que trato de comer junto a él, de que se fueran juntos después de clases, pero este siempre se le negaba…no le dejaba llegar a su corazón.


    Le dolía, su rechazo la destrozaba por dentro.


    ¿Cómo podía ser? ¿Por qué estaba junto a esa chica?


    Le era imposible no sentirse levemente traicionada, dolida de presenciar aquella escena, de verles caminar en silencio…solo disfrutando de la compañía.


    Quizás si hubiera sido la de años atrás, tal vez habría ido donde ellos a partirle el rostro a aquella chica que había ayudado hace algunas horas, pero no iba a volver a esa etapa, ni tampoco se comportaría como niña chica…no sería igual que Karin. Ella hablaría con esa mujer de manera muy tranquila.


    “Eso haré…” – decía en un susurro mientras les observaba salir por la reja del establecimiento, sintiéndose miserable por desear ser aquella ojiblanca en estos momentos.


    Fin Chapter 2:-


    oOoOoOoOoOo



    Muchas gracias por sus comentarios, espero que este capitulo haya sido de su agrado ^^

    No olviden dejar sus comentarios, me alegran el día y me animan a seguir escribiendo
     
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