Deseo [Cazadores de sombras]

N/A: Bueno, será un long-fic, que aún no sé cuantos caps tendrá, tal vez dos o tres cuando mucho. Todos centrados en Simon y su conversión a vampiro. :)


Bajo la luz del día...
Los rayos del sol picaban con suavidad sobre su piel nívea y fría, que permanecía indiferente al efecto calefactor del astro. Simon suspiró, cerrando sus ojos castaños, disfrutando -aunque no sintiera nada- de la ventaja de ser un extraño vampiro que puede caminar bajo el sol.

Se sobresaltó al sentir como el peso de Isabelle quedaba sobre sus piernas, mientras la Nephilim se recostaba de las piernas del muchacho, cerrando los ojos para descansar. Sus labios carmín entreabiertos, y sus largas pestañas tranquilas resaltando la belleza de su rostro.

Simon tragó grueso, mientras sentía como la necesidad de sangre le hacia agua la boca; casi podía sentir el líquido vital de la joven correr bajo su piel, era como si su corazón joven y fuerte palpitara entonando una canción hacia él, vibrando sobre su piel. Botó todo el aire que contenían sus pulmones como si eso lo estuviera asfixiando... el dulce aroma de la chica filtrado en su organismo, sintió uno de sus colmillos rozar sus labios, haciéndolo sangrar. Se llevó la mano a la boca por instinto para ocultarlo, tratando de calmar sus sentidos, disparados y descontrolados por el hambre voraz que le producía estar tan cerca de ella.

La sangre de animal comenzaba a dejar de tener el mismo efecto... ¿por cuánto más podría seguirlo ocultando?


*-*-*
To be continued... (? xD

 

Corazón que ya no late...


Dejó escapar un suspiro, sentado en lo alto del tejado de su casa. Aún le daba vuelta a lo que horas antes había sucedido con Clary. La había tenido en su pecho, recostada como siempre lo hacía cuando no podía estar quieta, cuando estaba asustada... y él, lejos del perfecto buen amigo había estado a punto de morderla.

¡A Clary! ¡Estuvo a punto de convertir a Clary en su almuerzo! No podía dejar de evitar ver su cuello como una jugosa hamburguesa recién preparada. Eran tentadoras cada una de las líneas coloridas de sus venas contra su pálida y delicada piel.

Sacudió la cabeza, tratando de borrar los recuerdos... porque entre más se hundía en ellos, más le ardía la garganta.

—¡Ey! —sintió el cálido cuerpo de Maia tomar lugar a su lado, mientras la chica le sonreía con tranquilidad—. Linda vista.

—Me ayuda a pensar —admitió—, le tomé el gusto después de perseguir a Clary a cada tejado...

—No estoy aquí para hablar de Clary, Simon —farfulló la castaña con firmeza.

—Lo siento. —Le sonrió genuino, no deseaba herirla, pero, Clary siempre estaría en cada aspecto de su vida y en muchos de los porqué de sus actos.

Ella le vio a los ojos, y se sintió culpable. Era una chica estupenda, y no se merecía eso que él estaba haciendo con ella e Isabelle, pero... ¡no era su culpa! El contacto de sus labios contra los de él le tomó completamente por sorpresa, le correspondió por inercia, degustando el sabor dulce de sus labios, uno de sus colmillos lo rozó, haciéndole un leve rasguño.

Una gota de su sangre cayó en su lengua. Los instintos de Simon se máximizaron, se apoderó de sus labios en respuesta, succionando con su lengua ese dulce néctar de vida, tomándola de la cintura hasta pegarle por completo a él. Sintió como ella trataba de apartarle, pero no se detuvo, siguió devorando, literalmente esos labios finos y suaves hasta que el golpe fuerte le hizo reaccionar.

Maia se hizo a un lado respirando agitadamente, su pecho subía y bajaba a una velocidad vertiginosa.

—L-Lo siento, Maia —comenzó a disculparse.

—Quieto hombre —Se rió entrecortadamente—, demasiada pasión para un primer beso.

Simon contuvo el aliento. Si tan sólo ella supiera el peligro que acababa de correr, lo que estuvo a punto de hacer y todo lo que pasó por su mente... no le miraría con esos ojos.