Drabble de Naruto - Depredador [Pecados capitales]

Actividad: Pecados capitales
Personaje: Orochimaru
Pecado: Lujuria
Extensión: 487 palabras

Contenido oculto

La observó mirando alrededor ante el ruido casi imperceptible que una criatura había ocasionado, él sabía que era una presa.

Las presas se mantienen expectantes sin preocuparse tanto de su alrededor y con nulo cuidado en sus pasos. El depredador se detiene, observa, se mantiene en absoluta quietud esperando el mínimo indicio, una brecha.

Su jugoso objetivo regresó a lo suyo mientras la luz del atardecer se fue apagando cual linterna quedándose sin pila. Hasta casi atraparlos en una oscuridad aplastante al estar en ausencia de la luna. Y cuando los orbes lavanda se cerraron en un impulso motivado por el cansancio, él sonrió moviéndose en un fugaz, certero y unico movimiento.

Acercándose a su presa y capturando la entre sus manos en un agarre fuerte. Invocó a un par de sus serpientes que rodearon sus piernas provocando que la susodicha soltara un quejido. Aseguró sus manos tras su cuerpo para evitar cualquier movilidad de l parte contraria.

Anko comenzó a quejarse con aquella boca y poca cordialidad que guardaba. Las serpientes se deslizaron con mayor fuerza por su cuerpo, apretandola más y pegando su cuerpo hacia él otorgándole la satisfacción se sentir con gran nitidez el cuerpo muy bien pronunciado de su antigua alumna.

Orochimaru pasó su mano en el cuerpo de la fémina que desde que la había encontrado en los exámenes Chunnin había deseado con anhelo. Aquel cuerpo que había sido suyo y que ahora quería recuperar. Recorrió el cuello femino con su larga lengua causando escalofríos en la kunoichi.

—¡Aléjate de mi!— Soltó entre un gemido que se le escapó al sentir la presión de las serpientes en su entrepierna y entre los pechos.

Orochimaru mordió con fuerza su oído generado otro estremecimiento que en esta ocasión causó gran calor en la Chunnin. Tomó sus pechos entre sus blancas manos y los presionó arrancando otro gemido placentero y dejó salir una risa cerca de su oreja.

—¿De verdad quieres eso Anko? Tu cuerpo me dice otra cosa.

Mitarashi intenso retirarse de la prisión inútilmente y en ese momento la mano de su antiguo sensei se adentró en su intimidad mientras repartía mordidas en su cuello causando un dolor satisfactorio. Pudo sentirlo sonreír al descubrir que más que la repulsión que podría emanar, su cuerpo estaba dejándolo. Con locura retorcida.

Su risa retumbó en sus orejas y sin más la chica cayó al suelo sosteniéndose con las manos. Abrió los ojos mirando a su alrededor pero no encontró absolutamente a nadie, ni pudo sentirlo.

¿Había sido un genjutsu?

Orochimaru relamió sus labios que tenían la esencia de la fémina, la cual observaba a la distancia y sonrió con gran satisfacción, llevándose los dedos a la boca.

Ella iría a buscarlo, Anko había entrado a ese juego de lujuria del cual era la presa y estas jamás podían escapar de su depredador.