Era de noche. Riko y Teru estaban sentadas en una mesa, en el bar del maestro: - Estoy cansada Riko. Jack Frost, las amenazas… tengo la sensación de que esto nunca terminará. Aún no sabemos nada de Kurosaki desde este mediodía, y estoy muy preocupada. Cada dia me levanto pensando en qué le puede pasar… - Teru, yo pienso cada dia en qué nos puede pasar a todos nosotros. Kurosaki nos preocupa, pero tú nos preocupas aún más. Siempre acabas pagando tú nuestros errores del pasado. Sabes que en el momento que quieras, puedes dejarlo todo. Podría buscarte un lugar, lejos de aquí, donde nadie te relacionara con Jack Frost. Sabes que cuando no puedas más puedes pedírmelo, verdad? - Si… - Así me gusta. Eres como mi hermana pequeña, y no quiero que sufras más de lo necesario. Aunque con los hombres ya se sabe pequeña, siempre se sufre, jajajaja. Lo dijo mientras se tomaba otro trago de cerveza, ya llevaba tres y el habla comenzaba a fallarle. - Por qué bebes siempre, Riko? Tendré que llevarte a una clínica de desintoxicación como sigas así, aunque viéndote tan relajada, hasta yo me tomaría una! - ¿Quieres probar Teru? Que mejor manera que probar el alcohol con tu tutora… hip! -(pensamiento de Teru) normalmente diría que no…. Hermano, siempre soy tan pura.. pero en estos momentos me falla la conciencia. Ojalá estuvieras aquí para guiarme, porque Daisy ya no está, Kurosaki lo ha borrado para siempre. Sin acabar de procesar estos pensamientos, cogió la copa de Riko y le dio un buen trago. - Arrrrrrghhh, qué es esto? - Cerveza de la mejor.. hip! Tienes que saborearlo. Brindemos por tu relación con Kurosaki. Maestro! Una cerveza para Teru! - Así piensas educar a Teru? (menuda borracha..). En fin, ahí va Teru, total ya tienes 17 años. - Mmmmm, por lo visto Kurosaki es el único que me trata como una niña. ( con rabia le dio un trago a su primera cerveza).Me siento mal por beber alcohol, aún no tengo los 21. - Ya Ya, tu tutora te autoriza, no seas tan remilgada… hip! Brindemos por el amooor! ..(y agarrando a Teru por el cuello).. cuéntale a tu onii-chan.. ya habeis avanzado por el camino del amor? - Si te refieres con avanzar al hecho de que Kurosaki aprovecha cualquier excusa para abrazarme, sí. Pero nada mas… (es frustrante, piensa para sí). Tengo la sensación que si Kurosaki tuviera mi edad ya estaríamos en otro punto.. (Y se sonroja por haber dicho tal cosa). Mis amigas van mucho más avanzadas y me lo restriegan. - Teru, es que Kurosaki con solo pensar en ciertas cosas ya se desmaya…jajaja. Bien, brindemos por el remilgado Kurosakiiiii!!! Hip! Acércate Teru, te enseñaré armas de mujer definitivas, que harán que Kurosaki no quiera que salgas de su cama…hip! - Riko!!! (gritó Teru, mientras un rojo tomate le invadía la cara). Él no me ve de esa forma. - (Riko, con las mejillas rosadas por el alcohol, le susurró al oído) – Pero, si te viera de esa forma, que estarías dispuesta a hacer, Teru-chan?? Jejeje. - Qué haria?...mmm De repente un sinfín de imágenes comenzaron a llegar a la cabeza de Teru. Los dos desnudos, abrazados, y Kurosaki besándola, primero en la boca, después en el cuello. De tanta excitación y vergüenza le comenzó a salir sangre por la nariz. Al cabo de unos segundos, se repuso y preguntó: - Riko, que se siente cuando te besa la persona que amas? Riko, volviendo en sí por un instante, contestó con ternura: - con el primer beso, un hormigueo te recorre todo el cuerpo, y sientes que tanta felicidad no es posible.. Si el beso se alarga, tu cuerpo se deshace, y lo único en lo que piensas es en que quieres más, cada vez más… Y con tristeza prosiguió: - para mi es dificil creer que podré tener estos sentimientos de nuevo en el futuro. Cuando tu hermano me besaba, me acariciaba, creía estar en el paraíso. Aún recuerdo sus manos recorriendo mi cuerpo..Dios, por qué te estoy contando esto a ti? Ah si!!! El arma definitiva de las mujeres!! - Riko…… - El truco está en primero hacerle sufrir, restregándole tu belleza e ignorándole, para despues, pasar al ataque. Tienes que ser más decidida Teru, si no no avanzareis nunca puesto que él no será capaz de dar el primer paso, se siente un Lolicon porque desde el primer dia lo hemos tratado como tal jejeje. - Decidida dices? No tengo experiencia Riko, no se como ser decidida, no se que debo hacer… Si depende de mi, siempre estaremos en el punto de partida. - Teru, y si depende de él, también. - Pfffff.. (suspiró Teru mientras se acababa su primera cerveza, la cabeza le empezaba a pesar y se sentía mareada.. – - Riko, creo que me voy a casa, la cerveza me está afectando.. - Muy bien pequeña, pero ya sabes que hoy te quedas a dormir con Kurosaki porque yo tengo cosas que hacer esta noche - Queeee??? (Sonrojada de nuevo) - No te fuerces por esta conversación Teru, sé como siempre eres -Teru se quedó pensativa: (estoy cansada de ser la niña buena, pero …) De repente Kurosaki entró en el bar, con una sonrisa en la cara al ver a las dos sentadas. Teru intentaba mirarle pero se sonrojaba por todos los pensamientos pervertidos que tenia últimamente. “Una niña buena no debería pensar así, se decía a si misma” - Hola chicas, ya os ibais? - Teru: yo sí, estoy un poco mareada.. - Kurosaki: que sucede? Riko??? - Riko: ya ves, Teru se ha iniciado en el mundo de la cerveza con su bella tutora.. - Kurosaki: Riko!!! Vieja bruja, esta mocosa no puede beber!! Teru, enfadada por el efecto de la cerveza y el comentario despectivo soltó: - Esta mocosa se va a casa, por cierto, a TU CASA! Y espero no verte en toda la noche! Y antes de atravesar la puerta se giró exclamando: - Y quédate calvo de una vez! - Se puede saber que diantres le pasa? Es que acaso va borracha Riko? Todo es tu culpa!! - Mi culpa? Aquí el único que tiene la culpa eres tú Kurosaki, jugando con sus sentimientos - A que te refieres bruja? - Es evidente, cuando estás débil recurres a ella y la abrazas como si fuera tu novia. Cuando estás en problemas, ella da la cara por ti y no cuestionas su edad. Pero cuando se trata de expresar lo que sientes, la infantilizas y la ignoras. ¿Acaso eres consciente de la confusión que le creas? Es que no ves lo mucho que te quiere y que está esperando una respuesta por tu parte? Compórtate como un hombre!! El único niño aquí eres tu. Kurosaki, sorprendido y enrabiado se fue para casa, refunfuñando cosas incomprensibles. Riko aprovechó para decir al maestro: - Por fin la cosa se va a poner interesante…ponme otra cerveza!!! -No tenías cosas que hacer hoy? - Claro, beber hasta caer inconsciente y conseguir que den el paso de una vez - Realmente eres una bruja… (susurró el maestro) Una vez en casa de Kurosaki, Teru se encontraba tan mareada que decidió tomarse una ducha para ver si así despejaba su mente. Necesitaba aclarar sus ideas e intentar que se le fuera la tontería provocada por la cerveza. En la ducha, tenía que apoyarse de espaldas en la pared debido al mareo mientras el agua no dejaba de caer, mojándole el cabello y el cuerpo. Al cabo de 5 minutos Kurosaki llegó también a casa, todavía cabreado por la reprimenda de Riko, y sin darse cuenta, se dispuso a entrar al baño a refrescarse. Al abrir la puerta, lo primero que vió fue a Teru, desnuda, apoyada en la pared, con los ojos cerrados y el agua cayendo sobre su cuerpo. Su piel mojada se veía suave, blanca, delicada. Su cuerpo era simplemente hermoso, pero antes de quedarse hipnotizado por la situación, reaccionó gritando: -Demonios Teru!! Que haces aquí!! Avisa de alguna forma!! Y se giró todo sonrojado dispuesto a salir del baño, pero en ese momento, la frágil voz de Teru sonó - Kurosaki, no te vayas, por favor, estoy muy mareada… Y entreabriendo los ojos, vió a Kurosaki completamente sonrojado, mirándola, pasmado, sin saber que hacer. -Por favor, estoy a punto de caer, ayúdame Tasuku… Tasuku, nunca lo había llamado por su nombre de pila y eso era demasiado tentador para él, pero debía controlarse, no era un lolicon. -Demonios Teru, porque me haces pasar por esto. Dijo, acercándose a su cuerpo desnudo, cogíendola en brazos y llevándola a la cama. -Tengo calor Kurosaki… decía ella. Kurosaki la tumbó sobre la cama y se dispuso a taparla con una sábana. -Tengo mucho calor y estoy mareada… quédate a mi lado. La tapo ligeramente con una sábana fina y tocó la frente de Teru con la suya para ver si tenía fiebre. -Simplemente estás un poco borracha Teru, es normal. Se te pasará dentro de poco. Será mejor que salga fuera. -Quédate por favor Kurosaki -No, dijo él en un tono seco, y salió de la habitación. (No hay forma de que él me vea de otro modo. Esto es triste y frustrante. Ha tenido que ver mi cuerpo desnudo y ni se ha inmutado) pensó Teru triste y mareada, y esperó a que se le pasara la borrachera para pensar con más claridad. En fin, se sentía muy avergonzada porque Kurosaki la había visto desnuda, pero por otro lado se esperaba otro tipo de reacción por su parte. En los cómics shojo normalmente el hombre no podía dejar de mirar a la mujer y el final era completamente distinto.“Malditos shojos!!” se dijo, “si total, solo soy una chica bajita de copa A”. Mientras tanto, Kurosaki estaba en el salón, nervioso, caminando de lado a lado sin saber que hacer. “Qué demonios ha sido eso?” Se preguntaba “ Teru insinuándose?” “No es posible, Teru es inocente y no es capaz de llegar a esas ideas por si sola.. o si? Mierda, qué se supone que debo hacer? Y ahora como la miro? Su cara es tan dulce y su cuerpo tan bello… Dios Kurosaki deja de pensar así!!! O serás un lolicon de verdad!!”. En ese momento, su móvil sonó. Era un mensaje: -“ Kurosaki, hagas lo que hagas, no pensaré mal de ti. Se que eres una buena persona, se que la quieres profundamente, así que tranquilo. Piensa que ella está esperando, y teneis derecho a ser felices. Os doy mi bendición. Riko :p” -Esta vieja bruja, da donde más duele. Si fuera tan fácil.. dijo mientras se tapaba la boca con la mano y un sinfín de imágenes le pasaban por la cabeza. Justo en ese momento Teru entreabrió la puerta de la habitación y con una frágil voz susurró: -Kurosaki, has dejado mi ropa en el baño y me he puesto una camisa tuya para taparme. Te importa? -Esto es demasiado para mi, Teru. Pero no importa, ven, quiero hablar contigo. Teru salió de la habitación con una camisa blanca de Kurosaki que le llegaba casi a las rodillas. Estaba realmente sexy, eso dificultaba la conversación y le ponía aún más nervioso. Se sentó en el sofa, al lado de él, esperando. -Teru, yo tengo límites. Es muy dificil para mi el controlarme viéndote desnuda en el baño o vestida así. Deberías de ser más cuidadosa, evitar este tipo de situaciones porque yo tengo un límite. No pienses que te saltaré encima porque no lo haré, lo sabes, pero en serio, cada vez me cuesta más controlarme. Entiendes lo que te estoy diciendo? Teru, ya cansada de este tipo de situaciones, lo miró, se levantó del sofá, y dirigiéndose a la puerta dijo: - Ese es el problema Kurosaki. Yo no te he pedido que te controles. Kurosaki la miró sorprendido. Se esperaba oír de todo menos eso. No sabía como reaccionar ante esa respuesta. Teru prosiguió: -Creo que ya sabes que te quiero Kurosaki, no pretendo ocultarlo más. Pero estoy cansada. Cansada de ver como mis amigas evolucionan en sus relaciones y yo no. Yo no estoy segura de que me quieras, pero no pienso esperar hasta los 25 años para estar con la persona que amo. Lo siento pero esta niña se va a su casa. Cerró la puerta y se fue, dejando a Kurosaki sentado en el sofá, perplejo, sin palabras. Teru entró en su apartamento, cerró la puerta y se quedó apoyada contra ella, entre sonrojada y triste, pensando en como enfrentaría a Kurosaki a partir de entonces. En ese mismo momento Kurosaki llamó a la puerta. -Teru, se que estás ahí, abre por favor -Que quieres? -Por favor, abre Teru se intentó reponer, dejando la vergüenza a un lado, y abrió la puerta con frialdad. -Que quieres Kurosaki? -Esta vez te has pasado, niña mala. Y poniendo las manos en su cara, la besó con fuerza, intentando recuperar el tiempo perdido. La besó largamente, la miró por un instante y la volvió a besar, con la lengua recorriendo su boca, suavemente pero con firmeza. No podía más. Teru, excitada, le besaba con igual intensidad. Jamás la habían besado de ese modo y se sentía caliente, con un hormigueo que le recorría todo el cuerpo. No sabía cuanto tiempo había pasado besándolo, pero cuando separaron sus bocas, suspiró intentado recuperar el aire. Sin soltarla, la miró y susurró: - Querías a un Kurosaki descontrolado? Aquí lo tienes. - Tasuku.. dijo ella suavemente. - Si me llamas así no respondo de mi. Y la volvió a besar, pero esta vez la cogió a horcajadas, con las finas piernas rodeando su cintura. Cerró la puerta que todavía estaba abierta y la apoyó contra la pared para seguir besándola. Su boca era tan dulce que no podía parar. Su aroma le embriagaba y con sus manos acariciaba sus espalda y sus nalgas, mientras la besaba en la cara y el cuello. Ella se dejaba hacer aturdida, excitada, deseando que ese momento no acabara nunca. Su lengua era suave, juguetona. Sus besos apasionados y su mirada, lasciva. Finalmente la separó de la pared y se dirigió hacia la habitación de Teru, con ella encima vestida con la camisa que le había tomado prestada. Algo nerviosa susurró - A donde me llevas? - A la habitación, la noche acaba de comenzar. Y la miró maliciosamente mientras la entraba en la habitación y cerraba la puerta. La sentó en la cama y, mientras la besaba, le fue desabrochando la camisa poco a poco, con suavidad. - Eres preciosa Teru, podría estar mirándote durante horas. Puedo acariciarte? Teru asintió muy avergonzada, llegados a este punto, no quería echarse atrás, las manos grandes de Kurosaki eran hábiles, suaves, y su cuerpo le quemaba, acelerando su respiración. Mientras le besaba en el cuello, sus dedos recorrían su escote, su barriga, sus piernas. Ella acariciaba su espalda desnuda mientras él besaba su cuello, sus pechos. Había deseado tanto ese momento que se recreó besando sus pezones con cuidado, lamiéndolos, mientras sus manos firmes sostenían erguida la espalda de Teru provocando que ella gimiera de placer. El calor era tan sofocante que Kurosaki se levantó para bajar la intensidad de la luz y acabar de desnudarse. Ella seguía sentada, con la camisa desabrochada mostrando su cuerpo húmedo y sudoroso, mirando como él se desnudaba bajo la luz tenue de la habitación. Le encantaba el torso de Kurosaki, delgado pero firme, con los huesos de la cadera sobresaliendo y las abdominales ligeramente marcadas. Kurosaki se acercó de nuevo, y mientras sus labios se volvían a encontrar impacientes, aprovechó para quitarle la camisa y tumbarla en la cama. - Estás segura? Quieres que paremos?, dijo él mientras le acariciaba el pelo tumbado encima de ella. Teru, que ya no tenía duda alguna, puso las manos en su cuello y lo besó tiernamente. Sus piernas se abrieron y lo abrazaron como un reloj y, dulcemente, fue entrando en ella con lentitud, atento a los gemidos de la joven, que eran una mezcla entre placer y dolor. Hicieron el amor con suavidad, mirándose continuamente y ahogándose entre besos apasionados. Ambos creyeron morir de placer, y acabaron durmiendo juntos en la cama de Teru. Continuará
