Ouran High School [One-shot] Demasiado Tarde ( KyoHaru)

Disclaimer: los personajes no me pertenecen son de la serie de Ouran

Summary: Kyouya piensa que esta podría ser la primera vez que envidia a Tamaki.

Nota: esta historia también se encuentra en ff.net bajo mi nick: sumine. Para que no can que es plagio xD

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Número de palabras: 956

Título: Demasiado Tarde




Kyouya envidiaba a Tamaki por varias razones. Pero jamás le había envidiado como ahora.

—Tamaki, ¿quieres comer en mi casa? — preguntó la joven de cabello chocolates.

—¡Ah, Haruhi! — El rubio sonrió abiertamente mientras tomaba su maletín y el de Haruhi. —Por supuesto. Quiero ver a papá-san y hablarle de nuestro matrimonio.

—Sempai… no juegues, porfavor — Haruhi miró al rubio con reproche pero casi de inmediato le sonrió. — Si apenas… empezamos — dijo, mientras se sonrojaba y miraba al piso.

Kyouya observaba la escena desde su escritorio, fingiendo estar muy concentrado en su laptop. Desde hace cinco renglones que sus palabras no contenían coherencia alguna, pero esto no le importaba en lo absoluto.

—Pero, Haruhi — Tamaki fingió dolor en sus palabras — es obvio que lo vamos a hacer.

—Haruhi no puede casarse sin nuestro permiso, sempai — los gemelos también habían tomado sus maletas y se dirigían a la puerta.

—¿Cómo que no? — preguntó indignada Haruhi

—Pues eres nuestra primero — dijo Hikaru enojado.

—Seguro, — respondió Kaoru — además de que no es justo que Tamaki se quede contigo.

—Yo creo que Haru-chan y Tama-chan hacen bonita pareja — dijo Mitsukuni, quien se encontraba con Mori comiendo pasteles.

—Ah — fue la aportación del moreno.

Dado que no podían ganar esta pelea, los gemelos se retiraron después de sacarle la lengua a Tamaki.

Tamaki y Haruhi se despidieron, salieron del salón caminando uno al lado de otro mientras Haruhi le decía a Tamaki que no podía pedirle su mano a su padre. Kyouya seguía escribiendo incoherencias en su laptop. ¿Cuántos reportes llevaba atrasados? Desde hace tres días, cuando Haruhi aceptó salir con Tamaki, Kyouya no podía concentrarse en sus tareas. Y, aunque nadie lo había notado, Kyouya seguía con los ojos a la feliz pareja todo el tiempo que se encontraban en el host club. Pero no había nada que Kyouya pudiera hacer, porque Tamaki había hablado primero.

—Estoy enamorado de Haruhi — era lo que Tamaki le había confesado hace tres días antes de entrar al Host club. — Y se lo voy a decir.

—Adelante, — fue lo que él respondió. ¿Qué más podía decirle? ¿Que no se lo dijera? Tamaki había sido su amigo desde hace mucho tiempo. Si Tamaki tenía el valor de decir lo que él no podía, entonces Kyouya tampoco tenía el derecho a detenerlo.

—¿Estás seguro Kyouya? —Tamaki interrogaba al pelinegro. No era ningún estúpido. Sabía que a Kyouya le atraía Haruhi, lo había visto. Pero Tamaki no podía echarse atrás sólo por eso. Después de todo, él también estaba enamorado de ella. — Quiero jugar limpio.

—No sé de qué me hablas — fue la respuesta de Kyouya mientras empezaba, por primera vez, a escribir incoherencias en sus reportes.

—Sabes perfectamente de qué hablo — Suo Tamaki estaba realmente molesto con Kyouya por no ser sincero con él. Su tono de voz denotaba todo. — No vengas arrepentido después, Kyouya. —Tamaki se dio la vuelta y se alejó del escritorio de Kyouya para tomar su lugar en su sillón y esperar la llegada de los demás.

Kyouya se había quedado helado. Tamaki se iba a confesar. Era lo normal, ¿Qué podía esperar? Tamaki no era como él, no iba a quedarse viendo de lejos a la persona que amaba sencillamente sin hacer nada. Kyouya no sabía qué hacer. Estaba frustrado, enojado, furioso con Tamaki, pero sabía que no tenía por qué.

—Cuídala — fue todo lo que le dijo al rubio antes de que los demás miembros del club entraran.

—Te lo prometo — contestó el otro, mientras se levantaba e iba a recibir a Haruhi a la puerta.

Y así, Haruhi había aceptado salir con Tamaki. Ya llevaban tres días juntos. Tres gloriosos días en los que parecía que todo iba bien y eso a Kyouya le molestaba.

—Demonios — sus ojos por fin se centraron en su reporte y se dio cuenta de las estupideces que había escrito.

Los otros dos miembros del club que quedaban en el salón miraron a Kyouya con curiosidad. Mitsukuni sonrió a Mori y este lo tomó en hombros junto con sus maletas, dirigiéndose a la puerta.

—¿Sabes Kyouya? — Mitsukuni habló antes de salir del salón. — Haru-chan y Tama-chan hacen bonita pareja, pero contigo estaría mejor.

—Ah — fue nuevamente la aportación del moreno mientras atravesaba las puertas del salón y dejaron atrás a un pensativo Kyouya.

—Demasiado tarde — Kyouya se había dado por vencido antes de pelear, ahora no tenía derecho a retar a Tamaki. No después de haber sido un completo cobarde. Borró todo el documento en el que estaba trabajando y volvió a empezar. No tenía sentido estar pensando en cosas que estaban fuera de su alcance. Tamaki era una buena persona y Haruhi se merecía a alguien excepcional. Alguien con valor para decirle lo que sentía. Aparte, valoraba mucho a Tamaki y sabía que Haruhi le haría bien. Se levantó y caminó hacia el ventanal del salón, donde aún podía ver a la pareja saliendo por las rejas del Instituto para abordar la limosina de la familia Suo. En realidad, muy a su pesar, sí hacían una pareja "adecuada".

—Si rompes tu promesa, — la mirada de Kyouya se centró en la limosina que se alejaba de las rejas-me rendirás cuentas a mí Tamaki.

Kyouya era una persona de principios, de ahora en adelante, se dedicaría a sus deberes como era necesario y se olvidaría de Haruhi. Tamaki le había dado su palabra de cuidarla y eso era más que suficiente para Kyouya, porque no podía pedir más. Porque no se había atrevido a hacerlo y ahora debía vivir con eso. Pero Kyouya también era un hombre, y el día en que Tamaki dañara a Haruhi, no se detendría ante nada para arrebatársela.

Ahora que lo pensaba, Kyouya realmente jamás había envidiado a Tamaki… hasta ahora.