Del Odio Nace el Amor

Tema en 'Fanfics abandonados TV, Cine y Comics' iniciado por Dietrich, 30 Agosto 2013.

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    Dietrich

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    Miembro desde:
    6 Agosto 2011
    Mensajes:
    112
    Pluma de
    Escritor
    Título:
    Del Odio Nace el Amor
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Acción/Épica
    Total de capítulos:
    2
     
    Palabras:
    5512
    Géneros: Drama, Acción/Épica, Amistad y Romance/Amor.

    Japón, año 1.032 después de Cristo.

    Tres príncipes huérfanos viajeros han entrado a un reino llamado “Asijára”, gobernado por su rey, el rey Mufasa.

    ******: Tyrone, ¿sabes dónde estamos ahora?.

    Tyrone: Sí, estamos en el reino “Asijára”. ¿Por qué lo preguntas, Austin?.

    Austin: Porque nunca he conocido este reino.

    Tyrone: Pablo, ¿alguna vez, tú conociste este reino?.

    Pablo: No, jamás lo había conocido. ¿Tú sí?.

    Tyrone: Sí, pero sólo vine aquí una vez en mi vida.

    Austin: ¿Cuándo habías venido?.

    Tyrone: Cuando tenía once años. Vine una sola vez.

    Pablo: ¿Y por qué viniste?.

    Tyrone: Mis padres quisieron venir para conocer el reino, porque a mis padres les habían hablado de este reino, y al escuchar de este reino, les despertó la curiosidad.

    Pablo: ¿Te trajeron también?.

    Tyrone: Sí. Estábamos escoltados por los soldados de mis padres.

    Pablo: ¿Cuántos soldados eran?.

    Tyrone: Cuarenta.

    Pablo: ¿Cuarenta?.

    Tyrone: Sí.

    Pablo: ¿Por qué eran tantos?.

    Tyrone: Porque en esos tiempos, había guerra en este reino, pero la guerra ya se terminó.

    Austin: ¿Entonces no hay ningún peligro de que los tres estemos solos aquí?.

    Tyrone: No.

    Pablo: Si había guerra en este reino, ¿por qué tus padres quisieron venir?.

    Tyrone: Porque mis padres no sabían que había guerra, y como no sabían que había guerra, decidieron venir a conocer. Y mis padres decidieron que debíamos estar escoltados para que no nos ocurriera nada si es que había guerra, porque nos enteramos de la guerra sólo después de haber llegado.

    Pablo les hace una pregunta a Austin y a Tyrone.

    Pablo: ¿Han pensado en elegir algún lugar para vivir?.

    Tyrone y Austin: No, ¿y tú?.

    Pablo: No.

    Austin: Tyrone, ¿sabes si hay algún castillo o algo así por aquí?.

    Tyrone: El único castillo que sé que existe en este reino, es el castillo del rey de Japón.

    Pablo: ¿Hacia dónde?.

    Tyrone: Hacia el norte, está a quince calles de aquí.

    Austin le pregunta algo a Tyrone.

    Austin: ¿Sabes algo más de este reino?.

    Tyrone: No, es todo lo que sé.

    Pablo: Si nos acogen en ese castillo, espero que podamos vivir bien. Aunque ya estoy acostumbrado a estar viajando, siento que me gustaría encontrar un hogar.

    Austin: Hemos estado viajando juntos desde hace tres años, desde que nuestros padres murieron cuando teníamos trece años. Hemos tenido que viajar debido a que nuestros reinos fueron destruidos y nos quedamos sin hogar. Tal vez, éste sea el final de nuestro viaje.

    Tyrone: Sólo podremos saber si nuestro viaje terminará si somos acogidos en ese castillo.

    Austin y Pablo: Sé que tienes razón.

    En tanto, en el castillo del reino Asijára, una adorable princesa es atendida por la sirvienta de su padre, mientras que su guardiana está en su habitación.

    *****: Ama Tasha, ¿necesita que le ayude en algo?.

    Tasha: No, Mercedes, por ahora no. Pero sí quisiera un vaso de agua, por favor.

    Mercedes: Está bien.

    Mercedes va a la cocina y le lleva su vaso de agua a Tasha y Tasha se lo recibe.

    Tasha: Gracias, Mercedes. Mercedes, ¿puedes ir a decirle a mi padre que venga, por favor?.

    Mercedes: Claro.

    Tasha bebe su vaso de agua. Mercedes va a la habitación del rey y al llegar, los guardias le abren la puerta.

    Mercedes: Permiso, majestad.

    Mercedes entra a la habitación del rey y le hace una reverencia sin dejar de dirigirle la mirada respetuosa. El rey le hace un ademán con la mano derecha para que se levanta y Mercedes se levanta. El rey le pregunta amablemente.

    ******: ¿Qué quieres?.

    Mercedes: Majestad, su hija quiere verlo.

    ******: ¿Dónde está ella?.

    Mercedes: En su habitación.

    ******: Bien. Gracias por avisarme.

    Mercedes: De nada.

    El rey va a la habitación de Tasha y les habla a los dos soldados que cuidan la entrada.

    ******: Soldados, abran la puerta.

    Soldados: Como ordene, rey Mufasa.

    Los soldados abren la puerta y el rey Mufasa entra a la habitación de su hija.

    Rey Mufasa: Tasha, ¿me llamaste?.

    Tasha: Sí, padre.

    Rey Mufasa: ¿Qué quieres?.

    Tasha: Quisiera salir a tomar aire afuera. ¿Puedo?.

    Rey Mufasa: Claro, pero espera un poco, volveré.

    Tasha: Está bien.

    El rey Mufasa va a la habitación de la guardiana de Tasha. El rey Mufasa llega y abre la puerta.

    Rey Mufasa: ¿Uniqua?.

    Uniqua se voltea a ver al rey Mufasa.

    Uniqua: ¿Sí, rey?.

    Rey Mufasa: Mi hija Tasha quiere salir a tomar aire afuera y quiero que vayas con ella para que la cuides.

    Uniqua: Está bien, rey.

    Uniqua toma su espada y se pone una máscara hecha de oro que le cubre toda la cara, y se pone una capucha totalmente negra que le cubre la cabeza y que se extiende como una capa hasta los muslos de sus piernas, y se pone un velo totalmente negro que le tapa la máscara desde la nariz al cuello. Entonces, va a la habitación de Tasha, siendo acompañada por el rey Mufasa.

    Mercedes: Majestad, no quiero entrometerme, ni tampoco quiero parecer una holgazana, pero, yo también siento que necesito tomar aire, para no sentirme tan encerrada.

    El rey Mufasa la autoriza.

    Rey Mufasa: Claro, Mercedes.

    Mercedes: Gracias, majestad.

    El rey Mufasa llega con Uniqua y con Mercedes a la habitación de Tasha.

    Rey Mufasa: Tasha, ya puedes salir. Pero yo también saldré, porque yo también quisiera tomar aire.

    Tasha: Gracias, padre.

    El rey Mufasa le besa la frente a Tasha y salen a tomar aire, siendo acompañados por Uniqua y otros soldados. Pasan un rato tomando aire y cuando ya van a entrar al castillo, Uniqua ve a los tres viajeros caminando hacia el castillo. Inmediatamente les habla a los soldados y todos la escuchan.

    Uniqua: Soldados, prepárense para proteger al rey y a la princesa. Mercedes, también te protegeré a ti.

    Mercedes: Gracias, señorita Uniqua.

    Los soldados y Uniqua se preparan. Todos desenfundan sus espadas. Uniqua es quien tiene la espada más filosa, y hasta la punta de su espada tiene filo, pero es doble filo. En pocos momentos, los tres príncipes llegan.

    Soldado: Alto ahí, los tres. ¿Quiénes son?.

    Tyrone señala a cada uno con los dedos.

    Tyrone: Soy Tyrone, y él es Austin y él es Pablo. Somos príncipes huérfanos viajeros.

    El rey Mufasa siempre ha sido totalmente imposible de engañar, pero se da cuenta de que Tyrone dice la verdad, porque no tienen el aspecto que tiene un verdadero asesino.

    Rey Mufasa: Te creo, joven Tyrone.

    Tyrone: Gracias. ¿Y quién es usted?.

    Rey Mufasa: Soy el rey Mufasa, soy el rey del reino Asijára.

    Ahora señala a cada una de las tres para presentarlas.

    Rey Mufasa: Ella es la princesa Tasha, mi hija, y ella es su guardiana, Uniqua, y ella es mi sirvienta, Mercedes.

    Tyrone: ¿“Uniqua”?. Ese nombre es de mujer.

    Rey Mufasa: Claro, Uniqua es mujer. Es una guerrera, pero también puede ser una asesina si su verdadera furia es provocada.

    Tyrone habla sin medir las consecuencias de lo que le puede ocurrir.

    Tyrone: Que gran cosa, una peleadorcita principiante es la guardiana de la princesa del rey Asijára.

    Uniqua le corrige a Tyrone lo que dijo mal.

    Uniqua: Luchadora profesional.

    Tyrone contesta de muy mala manera.

    Tyrone: Como sea.

    Pablo: Tyrone, ten cuidado con lo que dices.

    Tyrone: Ni siquiera me da miedo. ¿Qué puede hacer?, ¿matarme?.

    Rey Mufasa: Joven Tyrone, ¿hay algún problema con eso?.

    Tyrone: Bueno, sí, no sé cómo puede ser que una mujer sea la guardiana de la princesa, porque ese trabajo es para hombres.

    Uniqua empieza a enojarse, porque Tyrone está provocando su rabia con todo lo que dice.

    Tyrone: Y además, ¿por qué una guardiana usaría una máscara?.

    Uniqua le habla con un tono de voz enojado.

    Uniqua: Porque es mi costumbre usar una máscara.

    Tyrone no se asombra para nada.

    Tyrone: Que gran interés.

    Ahora hace las comillas con los dedos.

    Tyrone: Pero una “luchadora profesional” no tiene habilidades y no es tan fuerte como un hombre.

    Uniqua sabe que Tyrone no está asombrado y ella ya se enoja mucho más, pero se limita a golpear a Tyrone.

    Uniqua: Hasta tus ojos te delatan de lo que piensas y de lo que vas a decir.

    Rey Mufasa: Olvidé mencionar que cuando Uniqua ve los ojos de alguien, adivina lo que alguien va a decir y también adivina lo que alguien está pensando. Y si alguien piensa algo malo de ella, ella se enfurece.

    Austin: ¿Ya ves, Tyrone?.

    Tyrone: No me importa.

    Uniqua: Si quieres, puedo demostrarte mis habilidades.

    Tyrone: Hazlo.

    Uniqua: Puedo hacerlo.

    Tyrone: Cuando quieras.

    Uniqua: Además, te advierto que tengo una serpiente bastante venenosa.

    Uniqua mira los ojos de Tyrone y adivina lo que él está pensando.

    Uniqua: Y mi serpiente es mi mascota y se llama “Luna”.

    Uniqua adivina otra vez.

    Uniqua: El rey Mufasa dijo lo de mi habilidad de adivinar y veo que lo olvidaste.

    Luna, la serpiente de Uniqua llega arrastrándose en el suelo y Tyrone se asusta al verla y retrocede varios pasos hacia atrás.

    Uniqua: Tu mirada delata el miedo que sientes por ver a Luna aquí. Y tu mirada revela que le tienes miedo a la muerte.

    Uniqua decide dejar hablar a Tyrone, aunque ella sabe lo que él va a decir.

    Tyrone: De cualquier forma, voy a derrotarte.

    Uniqua lo desafía.

    Uniqua: Atrévete.

    Ahora se agacha para hablarle a Luna.

    Uniqua: Luna, quédate aquí.

    Luna obedece a Uniqua. Tyrone observa a Uniqua levantarse. De repente, Uniqua se aparece como fantasma delante de Tyrone, lo que lo asusta. Uniqua le da la orden para comenzar el enfrentamiento.

    Tyrone desenfunda su espada. De repente, Uniqua desaparece de su vista y Tyrone mira a los lados, pero siente algo en su espalda, pero cuando se voltea, deja de sentir eso en su espalda, y cuando vuelve a mirar hacia delante, ve la máscara de Uniqua a sólo un centímetro de su cara y se cae de espalda al suelo a causa del susto.

    Tyrone: ¡AAAAH!.

    Uniqua: Te lo advierto, no me subestimes.

    Tyrone se levanta y rápidamente, intenta darle un espadazo a Uniqua, pero ella se agacha y lo esquiva. Uniqua le da un puñetazo en el estómago a él. Inmediatamente, Uniqua se voltea y se aleja muy rápidamente de Tyrone, dándole la espada. Uniqua escucha que Tyrone corre hacia ella, entonces, él trata de golpearla, pero ella abre el brazo izquierdo y agarra el brazo izquierdo de Tyrone y entonces, Uniqua manda su nuca hacia atrás, golpeando fuertemente a Tyrone en la frente. Debido al fuerte dolor, Tyrone retrocede rápidamente, sujetándose la frente con la mano izquierda por unos segundos. Repentinamente, sin que él pueda hacer algo, Uniqua le patea las piernas, tirándolo al suelo y haciendo que a Tyrone se le vaya la espada de la mano. Uniqua sujeta la cabeza de Tyrone contra el suelo, sujetándosela hacia atrás desde la nariz, y para terminar, ella se para encima de él y se agacha, poniendo el filo de su espada en la garganta de Tyrone, pero sin hacerle daño.

    Uniqua: Mira lo que ganas por subestimar mi habilidad, comadreja.

    Uniqua sigue encina de Tyrone, pero quita su espada de la garganta de él y le suelta la nariz.

    Tyrone: Bruja.

    Uniqua: Te diré algo, voy a dejar que me llames “bruja”, si quieres hablarme, pero yo te llamaré “comadreja”.

    Uniqua se levanta y se aleja de él, dejándolo humillado. El rey Mufasa queda asombrado y toma una decisión.

    Rey Mufasa: He decidido algo, que voy a adoptar a los tres.

    Austin y Pablo: ¿Disculpe?.

    Rey Mufasa: Voy a adoptarlos. Desde ahora, mi castillo es su hogar. Y yo soy su rey.

    Tyrone se levanta, guarda su espada y se acerca a Pablo y a Austin y les habla.

    Tyrone: Les juro que voy a vengarme de esa bruja.

    Poco después, Pablo, Austin y Tyrone son alojados en una habitación con tres sillones y tres camas, porque el rey Mufasa decidió darles esa habitación. Mercedes va a verlos.

    Mercedes: Joven Austin, joven Pablo, joven Tyrone, el rey Mufasa me ha puesto a cargo de ustedes, así que debo darles lo que ustedes deseen.

    Pablo: ¿Lo que nosotros deseemos?.

    Mercedes: Así es.

    Pablo: ¿Cuándo vamos a almorzar?.

    Mercedes: No lo sé.

    Pablo: ¿Eh?. ¿Por qué?. ¿No eres la sirvienta del rey?.

    Mercedes: Sí, soy la sirvienta.

    Pablo: ¿Entonces por qué no sabes cuándo comeremos?.

    El rey Mufasa llega, habiendo escuchado lo que Pablo hablaba con Mercedes.

    Rey Mufasa: Porque ella nunca supo cocinar. La que cocina en este castillo, es Uniqua. Mercedes se ocupa de muchas cosas, pero no sabe cocinar. En cambio, Uniqua es la que tiene experiencia en cocinar, así que si quieren comida, deberán pedírsela a Uniqua. Y la hora del almuerzo será en unos minutos.

    El rey Mufasa y Mercedes se retiran. Entonces, cuando ya se han ido, Austin y Pablo ven el sillón de Tyrone y ven que Tyrone no está.

    Pablo: ¿Adónde se fue Tyrone?.

    Austin: No sé.

    Pablo: Espera. He recordado que Tyrone nos dijo que se vengaría de Uniqua.

    Austin se da cuenta de que adónde se fue Tyrone.

    Austin: No puedo creerlo. Ahora, él está condenado.

    Pablo: Sí, se condenó a sí mismo.

    Austin y Pablo tienen razón, Tyrone se ha condenado a sí mismo, porque él ya se dirige a la habitación de Uniqua, va a buscarla para vengarse. En tanto, Uniqua está afilando su espada en su habitación y ya lleva quince minutos afilándola, porque le gusta que tenga un buen filo. Durante esos quince minutos, Uniqua no ha tenido puesta su capucha, ni su velo, ni tampoco su máscara, pero sólo ha estado acompañada por Luna. Al sentir la textura de su espada, siente que le falta ser aceitada, así que va a otra habitación a buscar más aceite para ponerla a su espada, y Luna la acompaña. Cuando ella se ha ido, Tyrone llega y ve que no hay nadie en la habitación. Pero entonces, encuentra la capucha y el velo en un mueble. Tyrone toma las dos cosas en sus manos, pero al levantar la capucha, ve la máscara dorada de Uniqua. Tyrone levanta la máscara, y mirándola, pone una sonrisa de maldad en su cara, pero al mismo tiempo, se siente verdaderamente contento, porque al fin podrá ver la cara de la niña que se atrevió a dejarlo así.

    Tyrone: (pensando) De seguro, es tan fea, que ni siquiera se atreve a verse en el espejo. En cuanto la encuentre, le haré pagar por lo que me hizo. Y ahora, la humillada será ella.

    Uniqua encuentra el aceito y se encamina a su habitación. Luna se enrosca en su cuello a modo de cuerda de ahorcar, cosa que a Uniqua no le gustó, pero de cualquier manera, deja que Luna esté en su cuello de esa manera. En tanto, Tyrone mira la máscara con una sonrisa malévola mientras piensa para sí mismo.

    Tyrone: Llegó mi oportunidad.

    De repente, un extraño viento asombrosamente fuerte golpea a Tyrone por la espalda, tirándolo boca abajo al suelo y haciendo que se le caigan las cosas de las manos. Entonces, siente que alguien le amarra una tela no transparente en sus ojos, tapándoselos, y Tyrone escucha una voz asesina y se da cuenta de que es Uniqua.

    Uniqua: Dame un motivo para no hacerte pedazos.

    Tyrone se burla a pesar de su situación.

    Tyrone: Porque te arrestarían por matar a un guerrero tan hermoso como lo soy yo. No me odies por ser bonito.

    A Uniqua no le hizo ninguna gracia. Tyrone intenta golpea a Uniqua aunque no puede ver, pero ella lo evita y le presiona unos nervios en la columna, dejando a Tyrone inmovilizado. Inmediatamente, ella pone una silla, lo sienta en la silla y le amarra fuertemente las manos por atrás de la silla, y también le amarra fuertemente los tobillos, dejándolo sin posibilidades de soltarse. Tyrone logra recuperar la movilidad, pero la recupera después de que Uniqua lo ha amarrado. Después de amarrarlo, Uniqua se pone su máscara, luego su velo, y por último, se pone la capucha. Luego, le quita la tela de los ojos. Ahora, Uniqua le habla con crueldad y parada cuatro metros delante de él.

    Uniqua: Por esto, debería destruirte, pero si siento que te necesito para algo, prefiero dejarte vivo. No necesitas decirme nada, porque leo tu mirada. Leo la mirada de cualquiera.

    Ahora adivina todo lo que Tyrone va a decir.

    Uniqua: No me importa si te dejo vivo o si te mato, puedo tomar la decisión de dejar que Luna te mate, y también puedo matarte sin que nadie se entere, a menos que yo lo cuente, ¿necesitas que prosiga?.

    Tyrone: Ya no sigas con eso, es suficiente.

    Ahora, Uniqua lo autoriza a hablar y Tyrone le habla con un tono de súplica.

    Tyrone: Está bien, está bien, sé que sabes lo que voy a decir.

    Uniqua: (viendo los ojos de Tyrone) Quieres vengarte de mí porque te dejé humillado. No pienses que vale la pena tener una segunda pelea contigo, porque no vale la pena. La primera pelea tampoco valió la pena. Yo soy mucho más fuerte que tú, no debiste subestimarme, te lo advertí, pero ignoraste que fuese cierto. Yo soy una luchadora de clase alta y tú sólo eres un luchador de clase media, no tiene sentido pelear contigo. Prefiero luchadores de mi mismo nivel, y ahora ocurrió que no pudiste vengarte, pero tampoco habrías podido vengarte porque tú eres más débil, y cuando me enfurezco de verdad, me vuelvo una asesina, pero mi verdadera furia es casi muy difícil de provocar. No parece que tengas honor, porque un verdadero guerrero con honor nunca se comporta de esta manera tan deshonrosa. Y tú ofendiste mi honor al despreciar mi habilidad sólo por mi sexo. Te dejaré vivo ahora y te dejaré ir, pero no obstante, (ahora desenfundando su espada) no te irás sin un castigo.

    Uniqua apunta con su espada a la cara de Tyrone, provocándole un profundo miedo y haciéndole creer que en realidad va a matarlo, y Tyrone respira agitadamente a causa del miedo y debido a que él siempre le tuvo miedo a la muerte. Uniqua camina hacia delante, acercando su espada a la cara de Tyrone. Tyrone cierra fuertemente los ojos, esperando lo peor. Y lo único que llega a sentir, es una fuerte punzada arriba de su nariz hasta debajo de su párpado derecho. Es sólo una herida en su cara, es todo lo que Uniqua le hizo. Cuando termina de herirle la cara, Tyrone abre los ojos, sintiendo el aire tocar su sangre. Uniqua le desamarra las tobillos y las manos a Tyrone, y al tener libres sus manos, Tyrone se toca la herida con la mano derecha, y luego, él se levanta de la silla.

    Uniqua: ¿No quieres un espejo?.

    Tyrone no dice nada.

    Uniqua: Entonces no quieres.

    Tyrone se siente enojado y más humillado que antes.

    Tyrone: No.

    Uniqua le habla muy fríamente y sin ninguna misericordia y se para detrás de él.

    Uniqua: Tienes cuatro minutos para largarte de mi habitación, o puede llegar a ser que sólo dos de los huerfanitos adoptados tenga descendiente.

    Al ver su sangre en su mano, se limpia la sangre en su vestimenta. De pronto y rápidamente, Tyrone se voltea con las manos extendidas hacia delante, dispuesto a quitarle la máscara a Uniqua. Pero rápidamente, Uniqua le sujeta las muñecas a Tyrone, evitando que le toque la máscara, y ella le aprieta fuertemente las muñecas, causándole dolor.

    Tyrone: ¡AAAAH!.

    Uniqua lo mira con una mirada asesina y le habla refiriéndose a lo de apretarle las muñecas.

    Uniqua: Los guerreros sin honor no hacen esto. Yo sí. No lo vuelvas a hacer.

    Uniqua le suelta las muñecas y el dolor hace que Tyrone se arrepienta de haber tratado de quitarle la máscara.

    Uniqua: Perdiste tu oportunidad. No quiero volver a verte en mi habitación jamás.

    Uniqua se va y Tyrone se va unos segundos después. Uniqua se fue de su habitación para ir a ver a Mercedes.

    Uniqua: Mercedes, ¿cómo están el rey Mufasa y la princesa Tasha?.

    Mercedes: Los dos están bien, señorita Uniqua. No les ha sucedido nada malo.

    En tanto, Tyrone vuelve a su habitación.

    Pablo: Austin, Tyrone llegó.

    Ahora, Pablo se asombra bastante poro como Tyrone tiene su cara.

    Pablo: ¡Oye, ¿qué le pasó a tu cara?!.

    Austin está sorprendido porque Tyrone sigue vivo.

    Austin: LA GUERRERA TE DEJÓ VIVO.

    Tyrone les miente.

    Tyrone: Yo casi logro matarla a ella.

    Pablo: ¿En serio crees que somos tan tontos?.

    Austin: Si hubieras logrado matarla sin ninguna dificultad, no estarías como estás ahora.

    Pablo: Si la hubieras matado sin ninguna dificultad, no habrías vuelto con la cara así.

    Tyrone sabe que Austin y Pablo tienen razón. Si él no hubiera tenido ninguna dificultad en matar a Uniqua, no tendría la cara así. En tanto, Uniqua va a la cocina y hace el almuerzo, hasta que termina y lo sirve.

    Uniqua: Mercedes, dile a la princesa Tasha y al rey Mufasa que ya he servido el almuerzo.

    Mercedes: Claro, señorita Uniqua.

    Mercedes va a la habitación de Tasha y al momento de entrar, le hace una respetuosa reverencia.

    Mercedes: Ama Tasha, la señorita Uniqua me mandó a decirle a usted que el almuerzo ya está listo.

    Tasha: Gracias, Mercedes.

    Mercedes: Por nada.

    Ahora, Mercedes va a la habitación del rey Mufasa. Ella entra y le hace una respetuosa reverencia.

    Mercedes: Disculpe, majestad.

    El rey Mufasa le hace un ademán de mano a Mercedes para que se levante y Mercedes le obedece.

    Rey Mufasa: ¿Sí, Mercedes?.

    Mercedes: La señorita Uniqua me mandó a decirle a usted que el almuerzo ya está listo.

    Rey Mufasa: Gracias, Mercedes. Ahora, ve a decirles a los otros tres príncipes que vayan al comedor, y tú guíalos para que no se pierdan.

    Mercedes: Sí, majestad.

    Antes de que Mercedes se vaya, el rey Mufasa vuelve a hablarle.

    Rey Mufasa: Mercedes.

    Mercedes se detiene y se voltea.

    Rey Mufasa: No es necesario que siempre tengas que hacerme una reverencia para que me hables. Te autorizo a que me hables sin hacerme ninguna reverencia. Pero sí prefiero que sigas con el respeto.

    Mercedes: Claro, majestad, y gracias.

    Rey Mufasa: Por nada. Ahora puedes ir a decirles.

    Mercedes: Claro, majestad.

    Mercedes va a decirles a los príncipes. Y llega con ellos inmediatamente.

    Mercedes: Joven Austin, joven Pablo, joven Tyrone, el almuerzo está servido.

    Austin y Pablo se levantan contentos de los sillones y caminan para ir al comedor, pero antes de salir de su habitación, notan que Tyrone no se ha levantado del sillón.

    Austin: ¿No vas a venir?.

    Tyrone no cambia la mirada desanimada.

    Tyrone: Sí.

    Tyrone se levanta y los tres son guiados por Mercedes hasta llegar al comedor. En un momento en que Mercedes se voltea, logra notar la herida en la cara de Tyrone y les hace una pregunta a Austin y Pablo.

    Mercedes: Sólo por curiosidad, ¿qué le sucedió al joven Tyrone en la cara?.

    Tyrone los autoriza a decirle la verdad a Mercedes.

    Tyrone: Díganselo.

    Austin: Tyrone tuvo un encuentrito problemático con Uniqua.

    Pablo: Sí, él quería una venganza, pero no la obtuvo.

    Mercedes: Con que eso es. Había olvidado decir algo y sé que el rey Mufasa también olvidó decirlo. Que yo no tengo ninguna experiencia en cosas de medicina.

    Austin: ¿Entonces quién podrá ayudarle a Tyrone con lo de su cara?.

    Mercedes: La señorita Uniqua sabe de esas cosas de medicina y sabe cómo curar heridas.

    Pablo: Ahora no sé cómo lograremos que ella le ayude a Tyrone, porque ella lo odia y él la odia a ella.

    Mercedes: Si yo hablara con la señorita Uniqua, le pediría que le ayude al joven Tyrone, pero no puedo prometerles ninguna ayuda. Ojalá lo entiendan.

    Austin y Pablo: Sí, lo entendemos.

    Después de caminar un poco, llegan al comedor. El rey Mufasa, Tasha y Uniqua ya están sentados esperando a Mercedes y a los príncipes. Tyrone ve que Uniqua sigue con la máscara puesta.

    Tyrone: ¿Esa bruja come hasta con su máscara puesta?.

    Mercedes: ¿Cuál bruja?.

    Austin: Así le llama Tyrone a Uniqua, y Uniqua le llama “comadreja” a Tyrone.

    Mercedes: Nunca había escuchado ningún apodo en toda mi vida.

    Pablo: ¿Por qué Uniqua no se quita la máscara ni siquiera cuando va a comer?.

    Mercedes: Porque ella puede pasarse pequeños pedazos de comida por el agujero de su máscara?.

    Pablo: ¿Agujero?.

    Mercedes: El agujero de la máscara por donde tiene la boca.

    Pablo: Aah.

    Austin: No quiero entrometerme tanto, pero, ¿alguien en el castillo conoce la cara de Uniqua?.

    Mercedes: Sí, todos en el castillo conocen su cara, pero ella casi nunca se quita la máscara.

    Austin: ¿Cuándo se quita la máscara?.

    Mercedes se sienta en una silla.

    Mercedes: Cuando está en su habitación.

    Pablo se sienta a la derecha de Mercedes.

    Pablo: Veo que Uniqua ya no tiene el velo negro que tenía puesto cuando venció a Tyrone.

    Mercedes: La señorita Uniqua siempre se lo quita cuando va a comer. Pero siempre permanece con la capucha y con la máscara puestas cuando va a comer. Sólo se quita todo cuando está en su habitación, pero si está en cualquier otro lugar, siempre tiene todo puesto.

    Pablo: ¿Dónde tiene a Luna?.

    Mercedes: La tiene en su vasija.

    Austin se sienta a la izquierda de Mercedes.

    Austin: ¿Qué es lo que Luna come?.

    Mercedes: Luna come lo que sea que queda de la comida, le damos lo que nadie se come.

    Tyrone se sienta a la izquierda de Austin. Todos empiezan a comer, excepto Tyrone, él sólo está viendo lo que tiene en el plato.

    Austin: ¿Por qué no comes?.

    Tyrone aparta la mirada del plato.

    Tyrone: Ni siquiera tengo hambre.

    Uniqua escucha lo que Tyrone dice.

    Uniqua: Bien, será para Luna. Ella estará muy contenta.

    Después de comer, Uniqua le lleva el plato de comida de Tyrona a Luna, y después, ella pasa unos minutos lavando los platos y lo demás. Después, el rey Mufasa le da un descanso a Mercedes, así que Mercedes le agradece respetuosamente y va a hacerle compañía a Tasha, mientras que el rey Mufasa va a su habitación para descansar. Los tres príncipes están sentados en los tres sillones de su habitación, mientras Austin y Pablo están oyendo cómo suena el estómago, porque debido a que Tyrone no quiso comer, ahora tiene mucha más hambre.

    Pablo: ¿Podrías callarte?.

    Tyrone: No lo sé.

    Austin: Debiste comer. Uniqua cocina verdaderamente bien, y tú te perdiste de un almuerzo sensacional.

    Pablo: Nunca había comido un almuerzo tan bueno.

    Austin: Si hubieras comido, ella no habría tenido la necesidad de darle tu almuerzo a Luna, y ahora no estarías así.

    Pablo: Tyrone, yo aprendí unas cosas de hombres y mujeres, y tal vez quieras saberlo.

    Tyrone: No me interesa.

    Pablo: Es sobre matrimonios y sobre hombres y mujeres que se aman.

    Tyrone cambia de opinión.

    Tyrone: ¿Qué dices que aprendiste?.

    Pablo: Creí que no te interesaba.

    Tyrone: Como sea. Dilo.

    Pablo: Cuando yo tenía diez años, me enseñaron que para que un hombre y una mujer se casen, los dos deben amarse y los dos deben aceptar el matrimonio, porque si un hombre quiere casarse con una mujer y la mujer no lo ama o no acepta el matrimonio, el hombre no puede casarse con esa misma mujer. Y también puede ocurrir al revés.

    Pasa una hora y el hambre de Tyrone se hace insoportable. Tyrone se levanta y va hacia la puerta.

    Austin: ¿Adónde vas?.

    Tyrone: A ver si hay algo por ahí.

    Austin: ¿Cómo qué?.

    Tyrone se detiene y se voltea.

    Tyrone: Aah, no lo sé, tal vez, ¿algo de comida?.

    Pablo: ¿Ahora quieres comer?.

    Tyrone: Nunca dije que quiero morirme de hambre.

    Tyrone sale de la habitación y va a la habitación de Uniqua. En ese momento, Uniqua está en su habitación, con la máscara y la capucha y el velo puestos. Como no pudo ponerle aceite a su espada antes, debido a que encontró a Tyrone ahí y después tuvo que hacer el almuerzo, ahora le estuvo poniendo aceite y ya ha terminado, así que guarda su espada. Tyrone llega a la habitación unos pocos segundos después.

    Tyrone: ¿Bruja?.

    Uniqua se da vuelta rápidamente y al mismo tiempo, desenfunda su espada y le apunta a Tyrone, dispuesta a atacarlo si él intenta hacerle algo malo a ella. Tyrone le habla con un tono de voz asustado por la reacción de ella.

    Tyrone: Tranquila, bruja, tranquila.

    Uniqua: ¿Qué estás haciendo aquí?. Te dije que no quería volver a verte en mi habitación jamás.

    Ahora adivina que Tyrone va a decirle que él todavía sigue afuera.

    Uniqua: Ya me di cuenta.

    Ahora vuelve a adivinar.

    Uniqua: Debiste comer antes.

    El estómago de Tyrone vuelve a sonar otra vez y Uniqua le habla con un tono de mala gana.

    Uniqua: Bien, vamos al comedor. Pero te advierto que si vuelves a rechazar lo que te dé para comer, o si de nuevo tratas de quitarme la máscara, te dejaré sin nada de comida por un día entero, sin excepción.

    Tyrone: Está bien.

    Ahora, Uniqua camina hacia la puerta para ir a la cocina.

    Uniqua: Vamos, comadreja.

    Uniqua va con Tyrone al comedor. Al llegar, Tyrone se sienta en la misma silla en la que se había sentado antes.

    Uniqua: Espérame aquí. Tardaré unos minutos.

    Uniqua va a la cocina y hace la misma comida que le había hecho antes a Tyrone. Después de tres minutos, vuelve al comedor y le da la comida a Tyrone. Tyrone come mientras Uniqua lo acompaña sentada a su derecha. Después de un rato, Tyrone termina de comer.

    Uniqua: Si no quieres, no me agradezcas.

    Uniqua se lleva el plato a la cocina y lo lava por un rato. De pronto, ella se siente un poco extraña, porque siente algo que no sabe qué es, pero no se lo dirá a Tyrone, ella decide decírselo al rey Mufasa. Pero entonces, siente que su rabia hacia Tyrone baja y decide hacer algo por él.

    Uniqua: Comadreja, ven conmigo.

    Tyrone escuchó que Uniqua le habló con una voz más calmada. Él se extraña por el tono de voz con el que Uniqua le habló, pero de todas maneras la sigue. Uniqua camina hacia su habitación y entra, pero Tyrone se detiene antes de entrar. Uniqua se da media vuelta y ve que él no entra.

    Uniqua: Cambié de opinión. Puedes entrar.

    Tyrone entra caminando lentamente.

    Uniqua: Entra normal, no hay problema.

    Ahora, ella mira los ojos de él y adivina lo que él va a decir.

    Uniqua: Sí, te dije que no quería volver a verte en mi habitación jamás, pero ya olvida eso. Ya no hay problema en que entres aquí.

    Uniqua camina hacia el mueble en el que antes había dejado su máscara debajo de su capucha y su velo y abre el cajón superior, y de ahí, saca un fresco de yodo y algodón blanco.

    Tyrone: ¿Qué vas a hacer con eso?.

    Uniqua: Voy a curar lo que le hice a tu cara.

    Tyrone: Está bien.

    Voluntariamente, Tyrone se sienta en la cama de Uniqua. Uniqua se sienta a la derecha de él, ella abre el frasco de yodo y derrama un poco en una bola de algodón, y se lo pone en la herida a Tyrone, provocándole mucho ardor y mucho dolor. Tyrone se queja repetidas veces, mientras pasa un rato en que Uniqua le desinfecta la herida.

    Uniqua: Eres un bebé, quieto, ya voy a terminar.

    Uniqua continúa desinfectándole la herida y Tyrone sigue quejándose, hasta que ella por fin termina.

    Uniqua: Listo, ya terminé.

    Uniqua termina de curarle la herida a Tyrone, dejándolo confundido por la ayuda que le dio.

    Tyrone: ¿Por qué lo hiciste?.

    Uniqua: Porque sentí ganas de hacerlo.

    Uniqua cierra el frasco de yodo y se acerca al mueble. Abre el cajón superior y guarda el frasco de yodo y el algodón. Tyrone empieza a sentirse un poco extraño, pero no sabe porqué, y prefiere quedarse con la duda por ahora. Luego, vuelve a su habitación tocándose la herida.

    Pablo: ¿Te duele?.

    Tyrone: No, me arde.

    Pablo: ¿Por qué?.

    Tyrone: Porque la bruja me puso yodo.

    Pablo: ¿Uniqua te ayudó con la herida que ella te hizo?.

    Tyrone: Sí.

    Austin: ¿No te mató por entrar a su habitación?.

    Tyrone: Ella me dejó entrar.

    Tyrone deja de tocarse la herida. Austin y Pablo se miran asombrados por cuatro segundos y vuelven a mirar a Tyrone. Tyrone se sienta en su cama y ve que los dos siguen mirándolo.

    Tyrone: ¿Qué?.

    Austin: Nos parece tan extraño que Uniqua te haya ayudado, porque ella te odia desde que tú la subestimaste y despreciaste su habilidad de guerrera sólo por su sexo.

    Pablo: Espero que no haya problemas con el rey Mufasa, ni con la princesa Tasha, ni con Mercedes y tampoco con Uniqua, porque si alguno de nosotros le hace algo malo a alguien, y el rey Mufasa se entera y se enoja, entonces desterraría a alguno de nosotros, o puede desterrarnos a los tres.

    Austin: Claro.
     
    Última edición: 9 Diciembre 2013
  2.  
    Dietrich

    Dietrich Entusiasta

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    Título:
    Del Odio Nace el Amor
    Clasificación:
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    Género:
    Acción/Épica
    Total de capítulos:
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    Pasa un mes desde que los príncipes fueron adoptados por el rey Mufasa, y Tyrone y Uniqua se han conocido más y ya no se odian tanto como antes y ambos lo han notado. Los tres príncipes se han hecho muy amigos del rey Mufasa y de la princesa Tasha y de Mercedes. Desde que Uniqua le dijo a Tyrone que no le daría nada de comida si él intentaba quitarle la máscara o si rechazaba su comida otra vez, él nunca lo ha vuelto a hacer.

    Pablo: Austin, ¿ya has notado cómo se comporta Tyrone con Uniqua, aunque siguen apodándose así?.

    Austin: Sí. Se comporta de una manera más o menos caballerosa con ella y ella ya no le ha demostrado tanto odio como la primera vez. Pero de todas maneras, continúan llamándose “comadreja” y “bruja”.

    Pablo: Austin, ¿dónde está Tyrone ahora?.

    Austin: Me dijo que ayudaría a Uniqua a lavar los platos.

    Pablo: Eso sí me asombra, porque él nunca le ha ayudado en nada.

    Austin: Tienes razón.

    Austin tiene razón. Ahora, Tyrone está ayudando a Uniqua a lavar los platos, después de que todos almorzaron.

    Uniqua: Oye, comadreja.

    Tyrone: ¿Qué quieres bruja?.

    Uniqua: ¿Cuándo te volviste tan amable conmigo?.

    Tyrone: Ni siquiera yo lo sé. ¿Y tú, desde cuándo eres tan amable conmigo?.

    Uniqua: No lo sé.

    Los dos siguen lavando los platos, hasta que terminan juntos. Después de secar todos los platos, Tyrone vuelve a su habitación y Uniqua va a ver al rey Mufasa.

    Uniqua: ¿Rey Mufasa?.

    Rey Mufasa: ¿Qué quieres?.

    Uniqua: ¿Usted me permitiría enamorarme?.

    Rey Mufasa: Sí.

    Uniqua: Pero le prometo que siempre seguiré cuidando a su hija y siempre lo seguiré cuidando a usted y también a Mercedes.

    Rey Mufasa: Eso está mejor. ¿Por qué me preguntas si te permitiría enamorarte?.

    Uniqua le llama con el dedo al rey Mufasa para que se agache, porque como el rey Mufasa es más alto que Uniqua, debe agacharse para escuchar lo que ella quiera decirle en voz baja. Uniqua le dice todo al oído para que sólo el rey pueda escucharla.

    Uniqua: Porque ahora que ha pasado un mes desde que esos tres príncipes están viviendo en el castillo, siento algo por uno de ellos.

    El rey Mufasa respeta que Uniqua quiera hablar en voz baja, por eso, él también le habla en voz baja.

    Rey Mufasa: ¿Por cuál?.

    Uniqua: Por Tyrone.

    Rey Mufasa: ¿Por Tyrone?.

    Uniqua: Sí.

    Rey Mufasa: ¿Por qué?, ¿qué es lo que sientes por él?.

    Uniqua está sintiendo algo de vergüenza y se sonroja un poco.

    Uniqua: A-a-a-a-a-a-a-a-amor.

    El rey Mufasa se sorprende, porque aunque Uniqua sabe lo que es el amor, nunca ha demostrado amor por nadie, ni a Tasha, ni a ninguno de sus soldados, ni a Mercedes y ni a él. Uniqua siempre ha demostrado sólo respeto y aunque jamás ha demostrado amor, el respeto que ha demostrado ya es suficiente para todos. Nadie tiene molestia de que Uniqua sólo demuestre respeto y no demuestre nada de amor.

    Uniqua: Le confieso que desde el primer día, yo le llamo “comadreja” a Tyrone, y he dejado que él me llame “bruja”, porque yo lo detestaba y él me detestaba a mí, pero aunque seguimos detestándonos, siento que ya no lo detesto tanto como el primer día que lo conocí. Y me he dado cuenta de que él tampoco me odia tanto como el primer día en que me conoció. Pero no sé si pueda amarlo de verdad. No sé qué pueda hacer.

    Rey Mufasa: Si quieres, puedes mostrarle tu cara.

    Uniqua: ¿En serio?.

    Rey Mufasa: Sí.

    Uniqua: El primer día que ellos llegaron al castillo, Tyrone intentó vengarse de mí, porque lo derroté en ese enfrentamiento y lo dejé humillado, pero volví a vencerlo con facilidad, y logré evitar que viera mi cara. No estoy segura de querer que él o alguno de los tres vea mi cara.

    Rey Mufasa: Si no estás segura, puedes esperar un tiempo, si quieres.

    Uniqua: Mmmmmm, Tyrone quería ver mi cara, porque intentó quitarme la máscara después de que lo vencí por segunda vez, pero lo evité, y ni él y ni los otros dos han visto mi cara. ¿También puedo mostrarles mi cara a los otros dos?.

    Rey Mufasa: Claro que puedes, Uniqua.

    Uniqua: Quiero pensar en si lo haré o no.

    El rey entiende a lo que se refiere.

    Rey Mufasa: Claro.

    Uniqua se va a su habitación para pensar. Al llegar a su habitación, se quita la máscara, pero se queda con el velo y la capucha puestos. Al mismo tiempo, Tyrone vuelve a su habitación.

    Austin: Volviste.

    Pablo: ¿No tuviste ningún problema?.

    Tyrone: No. ¿Puedo preguntarles algo?.

    Austin y Pablo: Claro.

    Tyrone: ¿Qué me dirían si supieran que me enamoro de alguien?.

    Austin: Que está bien que te enamores.

    Pablo: Que no hay problema en que te enamores.

    Austin y Pablo: ¿Por qué lo preguntas?.

    Tyrone está muy sonrojado.

    Tyrone: Porque les confieso que me he enamorado de Uniqua. Y me avergüenza decirlo.

    Austin lo entiende.

    Austin: No tienes que avergonzarte de haberte enamorado de ella. El amor nace incluso cuando dos personas se han odiado desde que se conocen o desde antes de que se conozcan.

    Pablo: Austin tiene razón, Tyrone. No debes avergonzarte por eso. El amor nace hasta cuando nadie lo espera.

    Tyrone: También les confieso que ya no quiero vengarme de Uniqua, porque la amo demasiado como para querer vengarme de ella.

    Tyrone decide ir a ver a Uniqua, así que se levanta y se encamina a la puerta.

    Pablo: ¿Vas a ir a verla?.

    Tyrone: Sí.

    Pablo: No sé si sea conveniente, porque no sabemos si ella también está enamorada de ti.

    Tyrone: Prefiero correr ese riesgo.

    Austin no desea que Tyrone vaya.

    Austin: Bien, ve, pero si vuelves, vuelve vivo.

    Tyrone se va caminando hasta la habitación. Al llegar, Uniqua está mirando a Luna mientras le acaricia el lomo, sin la máscara, sólo con la capucha y el velo puestos.

    Tyrone: ¿Bruja?.

    Uniqua levanta la vista hacia él.

    Uniqua: ¿Qué?.

    Tyrone abre los ojos con bastante asombro, porque está viendo los ojos de Uniqua. Está tan asombrado, que habla con un tono de bastante asombro.

    Tyrone: Tu-tus ojos, son hermosos.

    Uniqua no sabe a qué se refiere.

    Uniqua: ¿Qué?. ¿Mis ojos?.

    Uniqua abre los ojos de sorpresa al recordar que no tiene la máscara puesta.

    Uniqua: ¿MIS OJOS?.

    Uniqua suelta a Luna y la deja encima de su cara y se aparece como fantasmas delante del mueble y se pone rápidamente su máscara.

    Uniqua: ¡Con un demonio, no puedo creerlo!.

    Uniqua queda paralizada por darse cuenta de que Tyrone ha visto sus ojos. Tyrone camina hacia ella hasta quedar parado detrás de ella, esperando sobrevivir.

    Tyrone: Bruja, ¿qué te ocurre?.

    Tyrone la gira hacia atrás y Uniqua logra volver a moverse, pero ella tiene la mirada hacia abajo.

    Tyrone: ¿Qué te sucede, bruja?. ¿Hice algo malo?.

    Uniqua: N-no.

    Tyrone: ¿Entonces por qué reaccionaste así?.

    Uniqua: Po-po-po-porque...

    Uniqua da un suspiro y decide decirle la verdad.

    Uniqua: Porque no me siento lista para mostrarte mi cara. Y tampoco siento que tú estés listo para ver mi cara. Y tampoco siento que Austin y Pablo ya estén listos para ver mi cara.

    Tyrone: Si no te sientes lista, entonces todavía no me muestres tu cara.

    Ahora, Uniqua mira los ojos de Tyrone.

    Uniqua: Te enamoraste de mí.

    Tyrone se sonroja de vergüenza, porque Uniqua descubrió que él se ha enamorado de ella.

    Uniqua: Te confieso que cuando quise ayudarte con la herida que te hice, lo hice porque-te-a-a-a-amo. Yo también me enamoré de ti.

    Uniqua se sonroja mucho al decirle eso a Tyrone, pero su máscara impide que se vea lo sonrojada que está, por lo que Tyrone no se da cuenta de que ella también está sonrojada. Pasa una semana y ninguno de los tres príncipes ha visto la cara de Uniqua. Uniqua va a su habitación con Tyrone, porque ha decidido hacer algo.

    Uniqua: Comadreja, ¿sabes qué día es hoy?.

    Tyrone: No.

    Uniqua: Hoy es el día en que verás mi cara.

    Tyrone se sorprende, pero se limita a poner una gran cara de sorpresa, pero pese a eso, Uniqua se da cuenta de que él está sorprendido.

    Tyrone: ¿Y crees-que estoy listo?.

    Uniqua: Lo estás, Tyrone.

    Tyrone se sorprende de nuevo, porque por primera vez, Uniqua le ha llamado por su verdadero nombre. Ella mira sus ojos y adivina que Tyrone va a preguntarle si quiere que cierre la puerta.

    Uniqua: No, puedes dejarla abierta.

    Uniqua se quita la capucha, dejando al descubierto las antenas de su cabeza. Luego se quita el velo, y finalmente, se quita la máscara y le muestra su cara a Tyrone. Tyrone mira su cara, pero sin decir nada.

    Uniqua: ¿No dices nada?.

    Ahora, ella adivina lo que él va a responderle.

    Uniqua: Tienes razón, siempre estoy enojada contigo, pero ya no.

    Ahora, le habla con un tono de voz demasiado tierno.

    Uniqua: Te amo.

    Uniqua le besa la boca a Tyrone. Ella se siente asombrada, porque es su primer beso. Ella nunca había sido besada por nadie y ella nunca había besado a nadie. Ella mira sus ojos y adivina que Tyrone está pensando en preguntarle porqué se asombra.

    Uniqua: Porque es la primera vez que he besado a alguien. Y a mí, nunca nadie me había besado.

    Tyrone va a preguntarle porqué su madre y su padre nunca han aparecido en el castillo, pero Uniqua ve los ojos de él y se da cuenta de lo que él va a preguntarle.

    Uniqua: Porque mi madre murió cuando yo nací. Fui su única hija. El mismo día que mi madre murió, mi padre comenzó a trabajar como ayudante del rey Mufasa, para mantenerme a mí, pero un mes después, el rey Mufasa y mi padre se pelearon y dejaron de ser amigos, y el rey Mufasa desterró de Japón a mi padre. Pero mi padre se opuso a irse de Japón, porque el rey Mufasa había decidido quedarse conmigo, y aunque mi padre le reclamaba que no podía hacer eso y le exigía que me dejara con él, sólo provocó que el rey Mufasa se enojara mucho más, y mandó a matar a mi padre. Desde entonces, he vivido con el rey Mufasa. Cuando yo tenía trece años, el rey Mufasa me contó todo lo de mis padres.

    Uniqua adivina que Tyrone va a preguntarte si ella se enojó o si le tiene algún rencor al rey Mufasa por lo que le hizo a su padre.

    Uniqua: No, nunca me enojé, tampoco siento ningún rencor, porque sentía tanta confianza y tanto aprecio hacia el rey Mufasa, que me fue totalmente imposible enojarme con él y me fue totalmente imposible tenerle rencor y nunca sentí ningún deseo de enojarme con él. Cuando yo tenía once años, empezaron a entrenarme para ser la guardiana del rey y de la princesa, pero tres meses después de haber comenzado mi entrenamiento, Mercedes llegó al castillo, y el rey Mufasa la acogió y decidió que ella sería su sirvienta. Mercedes aceptó, pero inmediatamente después de aceptar, le dijo al rey que ella no sabía nada de cocina ni de medicina, así que el rey Mufasa decidió que yo me encargaría de eso. Y cuando conocí a Mercedes, comencé a sentir tanto aprecio por ella, que decidí que también sería la guardiana de ella, y se lo dije al rey Mufasa y a la princesa Tasha y ellos aceptaron inmediatamente y sin ninguna oposición. Me entrenaron por cuatro años. Cuatro meses después de que cumplí quince años, terminaron con mi entrenamiento, y desde entonces, he sido la guardiana del castillo.

    Ahora, Uniqua adivina que Tyrone va a preguntarle a Uniqua que qué otras cosas supo de sus padres y cómo las supo.

    Uniqua: Porque el rey Mufasa me contó todo. Me contó que mi padre le dijo que mi madre había muerto cuando yo nací y que no tenía cómo mantenerme, así que el rey Mufasa le permitió quedarse en el castillo, hasta que se pelearon y ocurrió lo que te dije.

    Ahora, Uniqua que Tyrone va a preguntarle porqué la entrenaron por tanto tiempo.

    Uniqua: Porque el rey Mufasa quería una guardiana más, pero no quería cualquier guardiana, no decidió entrenarme porque yo soy una niña, el rey Mufasa decidió entrenarme por todo ese tiempo para que yo nunca fuera derrotada en ninguna ocasión, porque sabía que con todo ese entrenamiento, me volvería totalmente invencible. Y el rey Mufasa decidió que para que yo fuera invencible, tambiñen debía ser intocable, por eso es que siempre que me muevo con esa velocidad así de rápida, me vuelvo totalmente intocable, y eso también me hace ser invencible. Además que si tú pelearas conmigo, nunca me ganarías, porque todo ese entrenamiento me volvió totalmente invencible y esa velocidad también me hace invencible. Si tú siguieras con tus deseos de vengarte de mí, nunca tendrías ninguna oportunidad de tocarme o hacerme algún daño, porque si me muevo a esa velocidad, no puedes hacerme nada. Nadie puede hacerme nada cuando me muevo así de rápido. Con esa velocidad, soy totalmente intocable.

    Luna se baja de la cama y se mete en su vasija. Ambos se dan cuenta y se sientan en la cama y siguen besándose y abrazándose románticamente. Con su mano izquierda, Uniqua le acaricia la cara a Tyrone, al lado de donde ella le hirió con la espada. Ahora, Uniqua le habla con melancolía.

    Uniqua: Lamento mucho lo que le hice a tu cara.

    A Uniqua le sale una lágrima del ojo derechom debido al arrepentimiento que le ha dado por haberle herido la cara. Tyrone le seca la lágrima con la manga izquierda de su vestimenta. Verdaderamente, ambos se han enamorado. Uniqua se arrepiente de haberle puesto ese apodo a Tyrone y lo mira con una mirada triste.

    Uniqua: Lamento haberte llamado “comadreja”, y lamento haberte odiado.

    Uniqua mira sus ojos y se da cuenta de que él sí la perdona.

    Uniqua: Gracias.

    Ahora, Uniqua adivina que él quiere pedirle perdón por haberle llamado “bruja”.

    Uniqua: Sí, sí te perdono.

    Tyrone besa a Uniqua en la boca. Uniqua deja de mirar los ojos de Tyrone. Y ahora, ella se asombra al escuchar que Tyrone le llama por su verdadero nombre, porque es la primera vez que él no le llama “bruja”.

    Tyrone: Uniqua, olvida lo de la venganza. Ya no quiero ninguna venganza. Te amo demasiado como para querer vengarme de ti. Y aunque sé que nunca podría vencerte porque eres totalmente invencible, ahora prefiero no pelear contigo nunca en mi vida.

    Uniqua: ¿En serio?.

    Tyrone: Sí. Aunque tú podrías volver a vencerme, siento que ya no deseo ninguna venganza.

    Uniqua: Yo no siento ningún deseo de pelear contigo. Y tampoco siento ningún deseo de matarte. Ja-jamás voy a matarte. Nunca lo haré. Olvida lo que te dije de que dejaría que Luna te mate, y olvida lo que te dije de que no me importa si te dejo vivo o si te mato, porque sí me importa tenerte vivo. Aunque no valga la pena tener una pelea contigo, no quiero pelear contigo. No quiero pelear contigo nunca más.

    Ahora, ella mira los ojos de él y adivina lo que él va a decirle.

    Uniqua: Gracias por entender.

    Ahora, Tyrone ve que Uniqua se levanta y va a salir de su habitación.

    Tyrone: ¿Adónde vas?.

    Uniqua: A ver a Austin y a Pablo.

    Tyrone: ¿Y tu máscara?.

    Uniqua: No la necesito para ir a verlos.

    Tyrone se para de la cama y camina hacia Uniqua y ella le toma la mano izquierda a él.

    Uniqua: Vamos.

    Empiezan a caminar.

    Tyrone: Uniqua, ¿ya te sientes lista para mostrarle tu cara a ellos?.

    Uniqua: Sí.

    Tyrone y Uniqua caminan juntos y tomados de la mano hasta llegar a la habitación de los príncipes. Al ver que Uniqua entra sin tener su máscara puesta, Austin y Pablo se asombran de que ella les muestre su cara.

    Austin: Uni-Uniqua, ¿dónde está tu máscara?.

    Pablo: Podemos ver tu cara.

    Uniqua: Siento que los tres ya están listos para ver mi cara, y yo ya me siento lista para mostrarles mi cara, por eso es que les estoy mostrando mi cara.

    Ahora, Uniqua mira los ojos de Pablo y adivina que él va a preguntarle a Tyrone que cómo sobrevivió.

    Uniqua: Porque ya no lo odio, Pablo, así que no voy a matarlo. Nunca mataré a ninguno de los tres. Aunque alguna vez ocurran problemas entre ustedes dos y yo, yo nunca mataría a ninguno de ustedes.

    Austin y Pablo sonríen juntos, porque se sienten contentos de que Tyrone y Uniqua se amen.

    Uniqua: Siempre seguiré siendo la guardiana de Tasha y del rey Mufasa y de Mercedes, pero desde ahora, también soy guardiana de ustedes tres.

    Mercedes llega y ve a Uniqua sin la máscara.

    Mercedes: El rey Mufasa me habló de que la señorita Uniqua no se sentía lista para mostrarle su cara a los príncipes, pero veo que ya se siente lista. Señorita Uniqua, si quiere algo, puede decírmelo. ¿Necesita algo ahora?.

    Uniqua le sonríe muy tiernamente.

    Uniqua: Sí, quiero que le digas al rey Mufasa y a la princesa Tasha que vengan.

    Mercedes le corresponde la tierna sonrisa.

    Mercedes: Claro.

    Mercedes va a la habitación del rey Mufasa.

    Mercedes: Majestad, la señorita Uniqua está en la habitación de los príncipes y quiere que usted vaya para allá.

    Rey Mufasa: Bien, voy ahora.

    Mercedes: Iré a decirle a la princesa Tasha que la señorita Uniqua quiere que ella también vaya. Así que, con permiso, majestad.

    Rey Mufasa: Claro.

    El rey Mufasa va a la habitación de los príncipes. El rey Mufasa llega y espera a que Mercedes llegue con la princesa Tasha. A los pocos momentos, Mercedes llega a la habitación de Tasha.

    Mercedes: Ama Tasha, la señorita Uniqua quiere que usted vaya a la habitación de los príncipes.

    Tasha: Claro.

    Tasha camina a la habitación de los príncipes, siendo acompañada por Mercedes. Caminan juntas por algunos pasillos, hasta que llegan a la habitación.

    Uniqua: Rey Mufasa, princesa Tasha, decidí que quiero ser la guardiana de los tres príncipes.

    El rey Mufasa le sonríe y aprueba su decisión.

    Rey Mufasa: Entonces, sé su guardiana. Y veo que ya les has mostrado tu cara a los tres.

    Tasha: Uniqua, ¿por qué tú y Tyrone están tomados de la mano?.

    Uniqua: Porque nos enamoramos. Y decidí que nunca a Tyrone. Nunca voy a matar a ninguno de los príncipes.

    Tasha sonríe por la respuesta de Uniqua. Ahora, Austin les habla al rey Mufasa y a la princesa y a Mercedes.

    Austin: Tyrone se avergonzó al decirnos que se había enamorado de Uniqua, pero Pablo y yo le habíamos dicho a Tyrone que no debe avergonzarse por enamorarse de Uniqua, porque el amor nace hasta de personas que se odian y que el amor nace cuando nadie lo espera.

    Uniqua: Decidí que jamás volveré a llamarle “comadreja” a Tyrone.

    Tyrone: Y yo decidí que jamás volveré a llamarle “bruja” a Uniqua.

    El rey Mufasa le habla a Uniqua.

    Rey Mufasa: Nunca había visto que demostraras tanto amor hacia alguien.

    La princesa Tasha también le habla a Uniqua.

    Tasha: Siempre has demostrado respeto, pero nunca habías demostrado nada de amor.

    Uniqua: Eso ha cambiado.

    Mercedes: Estoy contenta de que la señorita Uniqua esté contenta. Y sólo deseo que la señorita Uniqua y el joven Tyrone siempre estén contentos permaneciendo juntos.

    Tyrone y Uniqua: Gracias, Mercedes.

    Mercedes: Por nada.

    Tyrone: Le confieso al rey Mufasa y a la princesa Tasha y a Mercedes, que ya no quiero vengarme de Uniqua. Nunca lo haré, porque la amo demasiado como para querer vengarme de ella.

    Ahora, Uniqua les habla a todos.

    Uniqua: Yo nunca mataré a Tyrone, ni a los otros dos príncipes. Amo demasiado a Tyrone como para atreverme a matarlo.

    El rey Mufasa, la princesa Tasha, Merecdes, Austin y Pablo se ponen totalmente contentos de ver que Tyrone y Uniqua se aman, y están contentos porque los dos están contentos. Tyrone le da una hermosa sonrisa a Uniqua.

    Tyrone: Te amo, Uniquita.

    Uniqua le corresponde la hermosa sonrisa.

    Uniqua: Yo también te amo, Tyronecito.

    Tyrone y Uniqua se dan un largo beso en la boca en frente de todos en la habitación, y mientras que los dos están besándose, el rey Mufasa, la princesa Tasha, Mercedes, Austin y Pablo les aplauden juntos al mismo tiempo.

    FIN.
     
    Última edición: 9 Diciembre 2013
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  3.  
    Akane Akaze

    Akane Akaze Poeta-Psicópata

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    Que bonito, no sé porque Uniqua me cae genial además me causa gracia el mote que le puso "Tyronecito" y el de "uniquita":D
    La verdad no sabría que más decirte, bueno sí la trama estaba interesante lo demás estuvo todo muy bien
     
  4.  
    Borealis Spiral

    Borealis Spiral Fanático Comentarista destacado

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    Muy bien, esto será algo difícil ya que estoy en el celular, pero no quería posponerlo más. Así que allá vamos. Perdón por el mensaje borrado, se me fue por error.

    Bueno, como decía, me desalentó leer la temática del fic porque el título ya decía de qué trataría sin necesidad de leer siquiera la primera línea. Es verdad que puede ser muy complicado idear títulos, ya que yo misma batallo bastante con ellos, pero sería bueno continuar trabajando en eso.

    Ahora, es curioso que manejes este tema. Es realmente sencillo odiar a alguien; como bien muestras aquí, unas palabras desagradables, unas miradas de desprecio y ya está, se tiene el odio inmediato de cualquiera. Era natural que Uniqua llegara a tenerle aversión a Tyrone con esa actitud tan pedante, engreída y déspota. Me hizo enojar bastante. Me gustaría encontrarle un por qué lógico a su actuar, pero el año en que ubicas la historia me hace pensar que el machismo de la época la justifica... Bueno, no que esté bien, sino que... Tú entiendes XD

    El tema del amor. Hmmm, es cierto que si llegas a conocer a alguien bien, ves sus cualidades y sus buenos tratos para contigo, la probabilidad de que llegues a amarlo es alta y así lo dejas ver aquí. Es bueno que los dos se dieran lo oportunidad de tratarse y conocerse mejor; es algo que puede servir como ejemplo para muchos. Desafortunadamente, habemos personas que por mucho que nos demuestre lo contrario, odiamos a quien odiamos y ya.

    Fue lindo, como tus escritos y claro, el final feliz no pudo faltar. Ahora, me gustaría hacer mención de algo que no recuerdo haber detallado en tus otros escritos, pero que en este sí se hizo muy notable y son las redundancias. Repites much palabras que no deberías, cuando no deberías. Tenía el mismo problema y mi Master me dijo que tenía que mejorar en eso porque hacía cansina la lectura y podía llegar a fastidiar. Algo que me ayudó fue expresar las ideas de manera diferente y no tan repetitiva, o buscar sinónimos; tal vez a ti te sea de ayuda como escritor también.

    Pues nada, eso sería prácticamente todo. Perdona cualquier desliz y que no pueda extenderme más, pero insisto que es complicado escribir en el cel. Sin más me despido deseándote bien.

    Hasta otra.
     
  5.  
    Ale Lee

    Ale Lee Escritora Perdida

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    Me gusto la historia (especialmente por que Uniqua era muy fuerte XD) me hubiera gustado que alargaras más la historia como colocarle un poco más de problemas, no se es que encontré que se daba para eso, además así logras hacerla más interesante y enganchar al lector.
    Lo otro es respecto a la repetición de las palabras, no te que ya lo habían mencionado pero igual, intenta colocar palabras como este, aquello, etc. Muchas palabras repetidas arruinan una buena historia.

    En fin la encontré muy linda, esperare más historias tuyas y disculpa la demora del comentario :(
    espero ahora andar más seguido por acá.
    Matta ne ;)
     
  6.  
    Anabella Noviembre

    Anabella Noviembre Iniciado

    Sagitario
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    Escritora
    Hola, bueno tus fics siempre son muy originales, me gustan, aparte he sido fiel seguidora de Backyardigans xD

    Una historia de amor con un inicio complicado y un final feliz, no me gustan mucho los finales completamente felices, pero en este caso no podía ser de otra manera ya que este fic desborda de ternura n.n

    Mi parte favorita: La pelea de Tyrone y Uniqua.
    No me gustó: El machismo de Tyrone ¬¬

    Bueno me voy, no dejes de invitarme, generalmente tardo pero cumplo n.n Nos leemos luego n.n
     

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