Del dolor al odio y despuès al amor

Tema en 'Fanfics abandonados sobre Libros' iniciado por HunCame, 15 Noviembre 2011.

  1.  
    HunCame

    HunCame Guest

    Título:
    Del dolor al odio y despuès al amor
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Comedia Romántica
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    3550
    Del dolor al odio y después al amor

    1.DEL DOLOR AL ODIO.

    BELLA POV

    Dicen que el tiempo es lo mejor para curar heridas del corazón, que el dolor que sentí iba ser cerrado al pasar los meses o que simplemente iba olvidar los momentos que me hicieron sentir que realmente estaba viva.

    Él lo creía, me lo dijo aquella vez, los humanos olvidan rápido.

    Al recordar todo aquello, me pregunto si realmente los podré olvidar; como humana no lo hice y se puede decir que ahora tengo toda una eternidad para poder hacerlo.

    Han pasado ya cinco años desde que escuche su voz, de que lo ví marcharse y dejarme sola; le había prometido que no haría algo estúpido, que pensaría en Charlie, y sin embargo estoy aquí sentada en esta habitación, observando a través de la ventana como el sol le da paso a la luna.

    “A pesar de que ya ha pasado tiempo y se supondría que no debería recordar casi nada de mi vida humana, los recuerdos siguen siendo tan nítidos que el dolor todavía esta presente. Después de que me dejaras, pase una semana sin dejar mi cuarto, sin comer; mis padres se preocuparon y pensaron que lo mejor era que regresara con Reneé, por supuesto que me opuse, tenía la tonta idea de que podrías regresar, que te vería abrir la ventana y decirme que todo había sido un error, sin embargo, eso nunca paso. Los días dieron paso a los meses y yo seguía sin querer vivir. No podía entender por que me abandonaron, porque eso hicieron, no sólo tú, aquella que había considerado mi familia también lo hizo.”

    “Aquella noche que encontré mis regalos de mi último cumpleaños, hicieron que la herida se abriera aún más, accidentalmente me había tropezado con una tablilla salida y al revisarla me lleve la gran sorpresa de que lo que creía perdido regresaba a mí. Verte en las fotos junto a mí trajo de nuevo aquel maldito dolor, tu sonrisa que en el pasado me había hecho feliz y ahora hacía que mis lágrimas resurgieran. Después de unos minutos de arrugar aquella foto en la que me abrazabas, tomé los boletos que me habían dado “tus padres” y los rompí por completo al recordar los rostros de tú familia. Y el dolor y las lágrimas aumentaron cuando tome el porta CD y lo abrí, mi disco seguía ahí, como pude lo puse en mi discman y escuche tus melodías, mí melodía; ¿de dónde saque tantas lágrimas esa noche?, sigo sin saberlo, lo único que sé es que en ese momento mi dolor dio paso al coraje, al odio. El disco se acabo y lo saque para romperlo, sin embargo mis manos no pudieron hacerlo a pesar del odio que en ese momento se apodero de mí.”

    Desde ese día decidí cambiar, decidí que no me iba a importar lo que pasara conmigo; al final de todo, fuiste tú el que rompió la promesa primero, prometiste que sería como si nunca hubieras existido para mí.

    Para Charlie y para mis “amigos” fue como si hubiera regresado, como si la pasada Bella nunca se hubiera ido. Todos se alegraron al ver mi cambio, pensaron que ya había pasado el tiempo suficiente y que mi corazón empezaba a latir de nuevo. Era bueno que pensaran eso, pero ninguno de ellos estaba tan cerca de mi realidad; quería que acabara aquel año, quería irme de aquel pueblo lo más lejos que se pudiera.

    Y por fin el tiempo paso rápido, mis calificaciones y mi dinero ahorrado me hicieron poder alejarme de aquel sitio, la universidad de Minnesota me abrió sus puertas.

    Unos pueden decir que mi llegada ahí fue coincidencia, “otros” dirían que seguía siendo un imán para los peligros, pero yo, tome ese hecho como “una nueva oportunidad que me brindo la vida”.

    Al llegar ahí, nunca pensé que de nuevo mi vida cambiaría.

    —Hey Is, ¿vas a venir con nosotros?— escuche una suave voz preguntarme mientras se acercaba al lugar en el que me encontraba, a pesar de que antes de que hablara ya había escuchado que venía, gire mi cabeza lentamente para toparme con unos ojos gris-oscuro.

    —Gracias Daniel, pero no tengo “hambre”— le dije poniendo un poco de énfasis en la última palabra, él me sonrío y yo le correspondí.

    —Ok— él me conocía, sabía que no tenía porque insistir— Sophie y Steve también se quedaran— me aviso antes de acercarse y rozar mis labios, sigilosamente salió de la habitación.

    Me quede de nuevo sentada en aquel lugar observando como empezaban a resplandecer más las estrellas, una sonrisa apareció en mí al recordar aquella nueva oportunidad, porque Daniel fue eso para mí.

    “Me encontraba en la universidad, habían pasado pocos días después de mi cumpleaños y aunque no quise recordar el día en el que me encontraba, no pude evitarlo. El coraje y mis recuerdos me estaban asfixiando, así que decidí dar un paseo y despejarme, fui a un parque bastante grande que se encontraba cerca de la universidad y que pasadas ocasiones ya había visitado. Camine por buen rato, hasta que mis pies, cansados, me dirigieron a una banca de piedra, desde ahí se podía observar perfectamente el oscuro cielo, la Luna alumbraba aquel sitio, baje mi vista y fue la primera vez que lo ví.”

    Flash Back

    Un chico de unos veinte años se encontraba parado a poca distancia de mí, observándome. Yo también lo hacía, como no hacerlo, su cabello negro y un poco largo caía sobre su rostro perfecto y afilado, su nariz era pequeña pero masculina y sus ojos gris-claro me hicieron perderme por un momento. No sentí cuando acorto la distancia y me habló, su voz tan suave y de cierta forma dulce, me saco de mi trance pero no me moví, fue hasta que su aroma llegó a mí que lo hice.

    —Perdón… ¿te asuste?.

    —No— le conteste rápidamente— solo me… perdí— le dije y él me sonrío, con un gesto me dijo que si se podía sentar y le dije que sí.

    —¿Qué hace una belleza como tú aquí, sola y de noche?— preguntó sin dejarme de observar detenidamente— ¿no te da miedo estar en tanta oscuridad?

    —Sólo me encontraba tratando de librarme de mi pasado, pero porque debería de tener miedo, si sólo estas tú— mientras le iba diciendo eso me acerque a él, notando lo pálido de su piel.

    Él también se acerco más, cerró sus ojos y por unos instantes aspiro mi olor, en ningún momento me aleje de él— Pues deberías tenerlo— me dijo en un susurro cerca de mi rostro.

    -Hace tiempo que deje de tenerlo.

    Su sonrisa se hizo más clara y su rostro se relajo cuando se presento- Soy Daniel Wattson.

    -Mucho gusto Daniel, soy be… soy Isabella Swan.

    Fin del Flash Back

    Desde ese momento supe que él no era como yo y a pesar de saberlo no me aleje de él, mis encuentros con Daniel fueron cada vez más seguidos, empezamos a conocernos, a simpatizar cada vez más, había días completos que pasábamos juntos sin importarme otra cosa, hacíamos bromas, él las hacía respecto así mismo y yo le seguía; al pasar el tiempo se fue dando cuenta que sabía lo que él era, aunque creo que de cierta manera siempre lo supo.

    Flash Back

    —¿Dime por qué?— me pregunto Daniel, nos encontrábamos caminando por la ciudad, ya era de noche e íbamos en dirección a la universidad.

    —¿Por que, qué?— sabía a lo que se refería, pero seguí caminando como si nada, rodeándome con mis brazos debido al frío.

    Daniel me tomo por el hombre para que parada y puso su chamarra sobre mis hombros para calentarme, en sus ojos se podía notar aquel brillo de alegría.— Is, por favor— me dijo, Is o Isa era la forma que me decía de cariño— sigo sin saber por qué, pero los dos sabemos perfectamente que sabes lo que soy, siempre lo supiste y sin embargo, estas aquí a mi lado, en vez de tenerme miedo.

    —Ya es la segunda vez que me lo preguntas, y te vuelvo a decir lo mismo, no lo tengo, porque debería tenértelo, si esa hubiese sido tu intención, lo hubieras hecho desde hace tiempo.— Su única reacción fue abrazarme y besarme la cabeza— aparte, creo que no entro en tu dieta.

    Escuche su risa— Nunca había conocido a una humana tan tonta como tú— me dijo, mientras le daba un golpe, aunque claro, no le dolió y solo se limito a reír— si, no entras en mi dieta- nos separamos y seguimos caminando tomados de la mano.—–Pero dime, como es que sabes de nosotros, estoy seguro que no soy él primero de esta especie que conoces o ¿sí?.

    Cuando dijo aquello de inmediato mi paso disminuyó— No, no eres él primero.

    De nuevo nos paramos y el se puso delante de mí, levantó mi rostro para que lo mirara—¿Y podría saber aquella historia que guardas?— me preguntó.

    Desde que nos habíamos conocido siempre había tratado de no hablar acerca de una parte de mi pasado, aquella en Forks, él se había dado cuenta de aquello, pero con mis cambios tan rápidos de humor cuando tocábamos el tema, prefería no seguir preguntando, era una de las cosas que me encantaba de él, sabía respetar mi silencio; pero había llegado ya la hora de contarle.

    —Creo que sí— le respondí después de un tiempo— pero antes, podrías decirme que te hizo acercarte a mí aquella noche— le pregunte, si era hora de abrirnos completamente, yo quería escuchar la verdad sobre eso.

    Su risa de nuevo se hizo presente, pero me volvió a mirar de aquella forma que me encantaba— Tu aroma tan irresistible me hizo acercarme a ti, aunque creo que tal vez no he sido el único— puse los ojos en blanco tras ese comentario— quería conocer a la persona de tan delicioso olor, que sorpresa me lleve cuando ví también a una hermosa mujer y la sorpresa fue aumentando cuando me acerque a ti y me di cuenta que mi poder no funcionaba sobre ti.

    —Quieres decir que esa noche si estaba en problemas— le aseguré, asombrada por descubrir que también él tenía un poder.

    —Tal vez—dijo sin quitar la sonrisa de su rostro.

    Fin del flash black

    Esa noche terminé por contarle todo mi pasado, de cierta manera sabía que él debería de saberlo, desde la primera vez que lo ví aquella chispa sobre ser eterna volvió aparecer, aunque esta vez los motivos no eran los mismos. Mientras le contaba él permaneció en silencio, sólo se dedico a prestarme atención, pensé que el revelarle mi historia sería más fácil, que aquel sentimiento no resurgiría con tanta fuerza, pero simplemente me equivoque. Cada palabra que decía iba descargada con un poco de coraje, de odio; era la primera vez que se lo contaba a alguien y terminé por desahogarme, recuerdo que sus brazos me rodearon y me apretaron con fuerza pero sin hacerme daño alguno, fue la primer noche que pase con él.

    Los días siguieron pasando pero desde aquella noche ninguno volvió a comentar nada, nos hacíamos compañía, nos divertíamos y un poco de felicidad regresó a mi corazón, el estar con Daniel me hacía sentir bien, lo apreciaba mucho y al poco tiempo lo terminé queriendolo. Se convirtió en una persona especial para mí porque con cada uno de sus actos me hacía sonreír, me empezó a adentrar a su mundo y me enseño a ver “la vida” de la forma en que él la veía y me encantó.

    La emoción y la adrenalina se hicieron parte de mí, me encantaba hacer locuras a su lado, no, todavía lo sigo haciendo, llevábamos bastante tiempo juntos y nuestra relación no había cambiado, aunque yo sí.

    Ya habían pasado algunos años desde que decidí eso, pero me seguía viendo al espejo y no reconocía con certeza a lo que estaba delante de mí, sin saber si esa sonrisa que bailaba en mi rostro era sincera o no. No era que hubiera cambiado mucho físicamente, mi cabello era el mismo, mi rostro se había vuelto más estético al igual que mi figura, la palidez junto con lo gélido de mi cuerpo eran iguales a los de él, pero mis ojos, seguían siendo del mismo tono chocolate que yo bien recordaba.

    Muchos vampiros me habían dicho que recordaban muy bien el momento de su “nacimiento”, yo recuerdo perfectamente lo que sucedió en el y antes de que pasara.

    Desde que nos conocimos, sabía que Daniel tenía una familia, que vivía con sus cuatro hermanos y que él los apreciaba mucho. Sin embargo, no los conocí inmediatamente, ellos conocían de mi existencia y querían conocer a la humana que descubrió su secreto, para ellos, yo había descubierto a Daniel. Él había hablado conmigo acerca de los hábitos alimenticios de su familia y a pesar de que una de sus hermanas compartía sus gustos, los demás lo hacían a medias, cazaban tanto a humanos como animales, dependían de las circunstancias en las que se encontraban; debo de admitir que eso me asusto un poco aunque para nada iba a cambiar de opinión, mi decisión ya la había tomado y Daniel lo sabía muy bien.

    Flash Back

    Cuando los conocí sabía que el momento de mi nueva vida estaba por llegar. Fuimos a su casa que se encontraba un poco retirada de la ciudad, no era grande pero era perfecta para las personas que vivían en ella. Todos se encontraban esperando en la sala y cuando entre los cuatro pares de ojos me miraban con atención.

    —Por fin conocemos a la gran Isabella— me dijo un chico mientras se paraba y estrechaba mi mano — Bienvenida a nuestra casa — era bastante grande y fortachón, su sonrisa dejo ver que tenía como unos veinticinco o un poco mas, su cara era un poco ovalada, creo que era debido a su físico porque su cuello era bastante grueso, estaba completamente rapado de la cabeza y sus ojos iban del café al rojo—– Soy Max Wattson— se presento— y ella es Kristten— señalo a una mujer que se encontraba sentada en un sofá delante de mí y que sus ojos, del mismo color que los de Max, me miraban con curiosidad.

    Era bastante delgada y su rostro mostraba la edad del primer vampiro, guapa y simpática sin llegar a los extremos, su cabello ondulado y castaño claro le llegaba por debajo del hombro— Hola Isabella— me saludo y yo igual.

    —Que gusto en conocerte Isa, ¿puedo decirte así, verdad? — una chica un poco más alta que yo se acerco rápido sin que yo lo notara, di un paso a tras y ella sonrió— perdón, soy Sophie, aunque espero que Daniel ya te haya contado sobre mí— me terminó por decir, al igual que los otros dos, su hermosura se hacia notar, sus ojos de color gris y su cabello negro me hicieron darme cuenta de que ella y Daniel eran los únicos que se parecían entre sí, los que en verdad parecían hermanos.

    —En verdad tenías razón Dan— otra voz me saco de mis pensamientos, un chico más se acercaba a Daniel y se recargaba en él, era el más delgado de los tres vampiros que se encontraban en aquella habitación, su cabello castaño y corto hacían que resaltaran más sus ojos— Isa es bastante bonita, va a ser fácil acostumbrarse a ella, soy Steve—mis mejillas inmediatamente se sonrojaron y note que Daniel pasaba su brazo por mi cintura y me atraía a él mientras me sonreía.

    Fin del Flash Back

    Pasaron muy pocas semanas después de que conocí a la familia Wattson, el momento había llegado y todos ellos estuvieron de acuerdo en aceptarme, en ese momento pensé que su principal motivo para hacerlo era debido a Daniel, aunque nunca deje de sentir el gran interés que Max mostraba por mí y por mí aparente inmunidad contra algunos poderes. Así es, Kristten lograba manipular a la gente a su antojo, conmigo eso no funciono; Daniel podía paralizar a los que se encontraban a su alrededor y hace tiempo había comprobado que conmigo eso no funcionaba; Sophie podía hacer que el aroma de cualquiera desapareciera; Steve tenía un olfato único podía rastrear al quien fuera sin perderlo durante un segundo; y Max, al principio pensé que su don era su fuerza, que equivocada estaba.

    El día tan esperado para mí llego, le llame a mis padres y me despedí de ellos, si a eso se le puede llamar despedida. Daniel estuvo a mi lado en todo momento y cuando llegamos a su casa me lleve una gran sorpresa, sabía que sus hermanos iban a estar ahí pero lo que no me imaginaba era que Max iba ser el que me llevara a mi “ nueva vida”. Daniel me susurraba que no tuviera miedo, que él iba a estar a mi lado y que Max tenía más experiencia que él para hacer esto, todo iba a estar bien. Tal vez fueron sus palabras las que me brindaron valor, o simplemente quería demostrarles que había encontrado otra familia que me aceptaba y me brindaban la oportunidad que hace ya mas de un año me habían negado.

    Nunca podré olvidar aquel dolor que sentí, el ardor y la desesperación de no poder hacer nada para que desapareciera, mis gritos inundaron aquella casa hasta el tercer día que se empezaron a apagar, una nueva vida regreso a mí.

    Pase meses tratando de controlar mi sed, aprendiendo a manejar mis sentidos, todos ellos me ayudaron, me enseñaron a cazar y a escuchar, a correr y caminar; Daniel cumplió su promesa y no se alejo de mí, nuestra relación empezó a avanzar, no fue la única, Sophie y yo muy pronto encontramos cosas en común, aparte de nuestra dieta, me divertía con ella y con Steve, los cuatro pasábamos juntos mucho tiempo, algunas veces se nos unían Max y Kristten, aunque con ellos las cosas eran distintas y pronto entendí que ellos eran los que tomaban las decisiones importantes.

    Nos mudamos a Canadá, a una ciudad que mantenía el clima propicio para nosotros y una casa cerca del bosque fue mi nuevo hogar, a pesar de que los Watsson no contaban con tanto dinero, vivíamos bastante cómodos, rodeándonos de algunos lujos. Me di cuenta que no todos los vampiros obtenían el dinero de la misma forma, mi nueva familia tenía una forma peculiar para hacerlo, cada uno de ellos era indispensable y yo me uní a mi nueva familia. Usaban sus poderes y encantos para poder llegar a determinadas personas y así hacerse de su dinero o de cuentas bancarias. Nunca imagine robar, me seguía sin gustar, pero gracias a esos sucesos que pasaron me di cuenta de lo que podía hacer o de lo que me podía suceder.

    En primer lugar y como ya imaginábamos, los poderes de otras personas seguían sin afectarme lo más mínimo, mi velocidad también fue un poco sorpresiva y de gran ayuda para los “trabajos” que tenía que hacer; pero sin duda dos cosas fueron las que mas nos sorprendieron, no solo podía bloquear los poderes para mí sola, podía hacerlo para los demás y lo más interesante de todo era que al tocarlos podía absorber sus poderes.

    Debo de admitir que costo un poco de trabajo controlarlos, aún tenía problemas con ello, pero me sentía bien, me encantaba correr a toda velocidad y sentir el aire sobre mi rostro, lo sigo adorando; ¿quién iba pensar que no era por completo un vampiro?, pero pronto descubrí que mi corazón seguía latiendo, apenas y yo lo sentía.

    Flash Back

    Max se encontraba delante de mí, estábamos sentados en la sala de nuestra casa, los demás se habían ido a cazar.

    —Vamos Isabella— me dijo de forma cariñosa, aunque sus ojos no mostraban eso— eres un vampiro— ya le había contado mis sospechas.

    Lo mire detenidamente y el silencio duro un poco hasta que lo rompí— ¿Lo soy?, entonces dime, ¿por qué tu veneno no ha llegado por completo a mi corazón?— se empezó a reír.

    —Ya te lo dije, hay que darle paso al tiempo— su sonrisa y su mirada falsa volvió aparecer—– olvídate de eso, somos una familia, ¿no?.

    Fin del Flash Back

    Nunca le comenté nada a Daniel, él no lo sabía, estaba segura de eso. Aquella conversación con Max se quedo ahí, aunque nunca pude olvidar todo lo que paso.

    Y así, han pasado cinco años desde la última vez que los ví, tres años de mi transformación y de lo que para él sería la peor estupidez que pude haber cometido, él se fue para evitar esto y de nada sirvió porque alguien más me brindo esa oportunidad, aunque claro, seguía siendo un imán para los problemas.
     
    • Me gusta Me gusta x 2

Comparte esta página

  1. This site uses cookies to help personalise content, tailor your experience and to keep you logged in if you register.
    By continuing to use this site, you are consenting to our use of cookies.
    Descartar aviso