Un Drabble que no me quedo muy bien u_u, pero que publicaré aún así para ver que opinan ;) . . . . Un líder debe ser orgulloso, no olvidar las ofensas y saber el momento exacto para hacerlas pagar, debe de tener el carácter y la decisión ante cualquier situación, nunca se muestra débil ante nadie, un líder jamás debe llorar. Desde que era un niño esas son las palabras que siempre escuché, cuando se esta destinado a ser el líder de todo un clan es un hecho que desde que naces debes de ser algo más de lo que todos son, desde que naces debes de tener el carácter y fuerza, pero… Hoy estoy aquí con las lagrimas a punto de brotar de mis ojos, mis sentimientos están ganando, mi orgullo y fortaleza se están quebrando y por un ser que aún ni siquiera puede hablarme, estoy a punto de llorar por un ser que no tiene la fuerza para darme un buen golpe, estoy a punto de llorar por un ser tan frágil y pequeño que cabe en mis manos a la perfección. Frente a mí esta mi primogénita, acaba de nacer y soy el primero que la toma entre sus brazos, el primer calor humano que ha sentido al nacer es el mío, esa pequeña niña que habíamos estado esperando por meses ahora estaba ya frente a mí y algo dentro de mí aún no lo cree. Sus pequeños ojos se abren para clavar su mirada en la mía, son iguales a los míos, pero su mirada es como la de su madre, cálida y tierna, trato de llevársela a su madre para que la cargue entre sus brazos pero no puedo apartar mí mirada de ella, después de todo es mí primer hija y una parte de mí. Cuando al fin intento ya alejarla de mí, hace algo que logra derrumbar todas las “leyes” de un líder y que me hace vulnerable ante ella y todos en la habitación, mi pequeña hija me ha sonreído a mí, el frío y calculador líder Hyuuga. No se en que momento, tampoco se que fue lo que a mi alrededor dijeron, y tampoco me importó mi imagen en ese momento, pero una lágrima recorrió mi mejilla y una sonrisa se apodero de mis labios, nunca había sido tan feliz y nunca había experimentado un sentimiento igual por un ser, y menos por uno tan pequeño. —Veo una niña le ha ganado al gran Hiashi Hyuuga— Mi esposa y ahora madre me habló desde la cama en la que estaba, sonreía mientras me miraba, aunque se veía cansada aún conservaba la dulzura y alegría que la caracterizan. Camino para darle a nuestra pequeña hija, quiero ver a ese pequeño ser que ya amaba desde que me informaron de su nacimiento junto a la mujer que me enamoro con tan solo una mirada de ternura, quería verlas a las dos juntas. Le doy un pequeño beso en la frente a mi hija y la dejo en brazos de mi esposa, no sin antes susurrarle muy lento. —Te amo Hija— no se cuanto se lo vuelva a decir de nuevo. Fin…
