Vampire Diaries D de Danza [Katherine & Elijah]

Escrito para el cuarto día de la actividad Días de Abecedario, espero lo disfruten :3


Título: Baile de máscaras
Fandom: Vampire Diaries
Personajes: Elijah/Katherine
Palabras: 302
Prompt: D de Danza
Summary: Elijah conoce a una misteriosa mujer en un baile de máscaras.
Advertencias: Universo Alterno (UA).




Ella capturó su atención desde el minuto en que ingresó al salón.

Su sedoso cabello, aquella máscara negra que ocultaba su identidad, los tentadores labios que se curvaban delicadamente alrededor de una frutilla que se disponía a saborear, sus piernas que parecían no terminar más… era una belleza única, sin lugar a dudas, una belleza con la que no estaba familiarizado. Por ahora.

—Buen ojo, hermano —comentó Kol, quien parecía haberse materializado de la nada a su lado. La súbita aparición del menor de los varones Mikaelson, apenas reconocible detrás de su máscara roja, sacó a su hermano mayor de su trance.

—Me estaba preguntando su identidad… —comenzó Elijah, pero fue interrumpido.

—Ey, no tienes que justificarte conmigo, si es toda una belleza —los labios de Kol se curvaron en una sonrisa que fingía inocencia, una sonrisa que conocía demasiado bien—. Sin embargo, si te interesa, sucede que conozco su identidad…

Elijah se negó a que se la dijera de inmediato, y pasó de largo de él, dejando a Kol atrás y avanzando hacia aquella joven. Este era el tipo de cosas que prefería descubrir por él mismo.

—Hola —la muchacha saludó con voz fina y una media sonrisa que denotaba fuerte confianza en sí misma en cuanto llegó a su lado.

—Buenas noches. Creo que no hemos sido presentados… mi nombre es Elijah Mikaelson.

—Oh, el anfitrión en persona —replicó ella, extendiéndole una mano—. Katerina.

Él tomó la mano que le era extendida y la tomó con gentileza, besándola suavemente para luego liberarla con rapidez.

—Katerina. Hermoso nombre.

—Apropiado, dado que soy una hermosa persona —rió ella.

—Katerina, ¿me concedería el placer de esta danza? —invitó Elijah, extendiendo un brazo a modo de invitación.

—Oh, señor Mikaelson, sería un honor —respondió ella, tomándolo del brazo que se le ofrecía.