One-shot Cumpleaños [Neko x Xenon | Cytus II]

Título: Cumpleaños.
Fandom: Cytus II
Palabras: 1019
Personajes: Xenon [Simon Jackson], Asakura Neko.
Summary: "Xenon había prometido recogerla y llevarla a un sitio especial por su cumple, y Neko quería pedirle algo especial por ser su cumpleaños también. Algo que llevaba mucho tiempo queriendo pedirle."
N/A: En realidad este fic es muy chorra pero es qUE NECESITABA ESCRIBIR ALGO SOFT DE MI OTP POR FAVOR QUE SE AMAN.

Decir que Neko no estaba nerviosa mientras salía de la academia hubiese sido mentir muy vilmente.

Era extraño, por supuesto, la chica nunca había tenido problemas de ese estilo, siempre había sido una chica muy directa que le daba igual lo que los demás dijesen.

Pero ahí estaba, con el corazón latiendo a mil.

Xenon había prometido recogerla y llevarla a un sitio especial por su cumple, y Neko quería pedirle algo especial por ser su cumpleaños también. Algo que llevaba mucho tiempo queriendo pedirle.

Casi por instinto, como si sus ojos estuviesen preparados siempre para verlo, distinguió su casco rojo en la entrada.

—Oh… ¿ha venido tu novio a recogerte, Neko? —dijo uno de los chicos que la estaba acompañando, dejando ver algo de celos en su tono de voz.

—¡N-no es el novio de Neko! —respondió la chica, con un sonrojo que sin embargo demostraba todo lo contrario—. E-es que Neko… ¡tiene muchos acosadores estos días! ¡Eso es!

No importaron las miradas de incredulidad de sus compañeros, la chica adelantó el paso y se alejó hasta llegar al guitarrista.

“¡Demonios, Neko! Relájate o Xenon se va dar cuenta…”

Cuando finalmente alcanzó su posición, cogió el casco que el chico le estaba extendiendo. Se lo colocó con rapidez y se subió a la parte trasera de la moto, como solía hacer desde hace bastante tiempo.

Se despidió con la mano de sus compañeros antes de desaparecer de la vista de estos, hacia un paradero desconocido para ellos.

Una de las amigas de Neko le dio una palmada al desanimado chico que antes había hablado.

—Vamos, vamos, no la culpes. No tienes nada que hacer contra alguien como Xenon. Quien fuese Neko…

—No me estás ayudando en absoluto…

Los demás solo rieron, divertidos.

* * *
​

No tardaron en llegar a su destino. Xenon aparcó la moto y Neko bajó de un salto, algo más relajada tras el viaje.

Entraron, segundos después, al edificio. No había nadie en su interior, pero era de esperar, pues era más un club de noche y estaban a pleno día. Era, de hecho, raro que abriese tan pronto.

—¡Tío Joe! —saludó, alegre, la chica, alcanzando la barra al ver al hombre limpiando unos vasos en ella.

—Neko, ¡felicidades! Eres tan mayor ya…

—Tío, Neko solo tiene 21 años…

—Tan mayor, tan mayor…

—¡Tío!

Tras una pequeña discusión, finalmente los dos se calmaron y solo rieron. Tenían una buena relación esos dos.

Joe sirvió a Neko un ‘Nyan especial’, su bebida favorita, alegando que iba por parte de la casa. ¡Ventajas de cumplir años! Simon, como siempre, solo se pidió un vaso de leche.

—Neko, espera aquí un segundo…

Joe desapareció de la vista de la pareja. La chica desconcertada, lo miró mientras se dirigía hacia el interior de una habitación. Sin embargo, tardó poco en sentir como su rostro se sonrojaba y su corazón empezaba a latir, de nuevo, demasiado fuerte.

Bajó la mirada hasta su bebida, jugando con la pajita, nerviosa.

“Venga, Neko, ten valor.”

—S-Simo…

Se vio interrumpida, sin embargo, por Joe, que salió en ese momento con una tarta entre sus manos.

—Wooo, ¿esto es para Neko? —el camarero asintió, sonriendo con ternura ante la emoción que el rostro de la chica demostraba.

—Pero no lo he hecho yo, ¿eh? —respondió rápidamente al ver que la streamer lo miraba, señalando poco después al rubio con una sonrisa.

Neko giró la cabeza de manera brusca, mirando al chico. Simon intentaba esconder su rostro mirando hacia otro lado, pues se encontraba terriblemente sonrojado.

—Muchas gracias, Xenon… —murmuró la chica, mirando el pastel con sus mejillas también sonrosadas.

* * *
​

Estuvieron unas cuantas horas más en el bar, hasta que este comenzó a llenarse, indicando que ya estaba anocheciendo.

Simon y Neko salieron del bar, subiéndose una vez más a la moto del chico. Desgraciadamente, Neko tenía que cenar con su familia por lo que si quería conseguir su objetivo, tenía que hacerlo cuanto antes o nunca podría hacerlo.

La chica se bajó del vehículo en cuanto llegaron a su casa, pero una vez se quitó el casco, no se lo devolvió al rubio como solía hacer. Se quedó de pie, jugando con sus pies, nerviosa, mirando al suelo, totalmente sonrojada.

Xenon, alarmado, se quitó el casco también y miró a la chica, sus ojos llenos de preocupación.

—¿Sucede algo?

—¡Xenon! —el grito de la chica pilló desprevenido al nombrado, quien abrió los ojos con sorpresa—. ¿P-puede… Neko pedirte… u-un favor? —su voz bajó de tono drásticamente, pero el guitarrista fue capaz de distinguir lo que dijo.

—Claro.

—Cierra los ojos, por favor.

Aun sin entender lo que sucedía, el chico no tuvo más remedio que hacerle caso. Tampoco podía pasar nada malo, ¿verdad?

Neko tardó lo que parecía una eternidad, pero finalmente la chica tuvo el valor de ponerse de puntillas y alcanzar el rostro de Simon. Con los ojos fuertemente cerrados y quizás demasiado impulso, al fin Neko juntó sus labios a los de Simon.

Fue un beso corto, rápido y bastante superficial. Un contacto de labios que casi ni podría considerarse beso.

Simon tardó en abrir los ojos. Cuando lo hizo lo único que pudo enfocar era el casco de la chica. Lo estaba sujetando delante de ella de tal manera que era imposible verle la cara.

—¡Muchasgraciasportodoadiós! —Neko habló apresurada, con voz temblorosa, casi incomprensible.

Dejó el casco en manos del chico y prácticamente salió corriendo hacia el interior de su casa. Y Simon solo se quedó mirando la puerta, perplejo.

¿Qué demonios?

* * *​

Neko corrió escaleras arriba, hacia su habitación, cerrando la puerta en el proceso.

Prácticamente se tiró a su cama, escondiendo su rostro en una almohada. Movió sus piernas con emoción. Todo su cuerpo estaba temblando, su corazón latía a mil y su rostro estaba rojo como un tomate, pero estaba muy feliz.

Se giró finalmente hasta quedar bocarriba, mirando el techo.

—Estado de Neko: extremadamente feliz meow —se escuchó la robótica voz de su meowbot.

Y tenía razón, estaba extremadamente feliz. Seguramente ese sería el mejor cumpleaños de su vida.