FanficsLandia Cuando se cae Fanficslandia

Nota del autor: Cualquier parecido de este escrito con la realidad es pura coincidencia. Y desde ya disculpas a los usuarios que aparecen en el mismo si les resulta ofensivo o molesto

Un dragón negro observaba con poco interés los papeles colgados en la pared. Trataban de temas que probablemente le habrían resultado muy interesantes, pero que aun así trataba de leer sin caer en la pereza, normalmente con poco éxito. El lugar era un gigantesco patio rodeado por columnas que ocultaban en parte las entradas a habitaciones, salvo por una salida a la calle. Probablemente habría pasado por un foro romano de no ser porque habían pasado miles de años desde aquella época. Destacaba una puerta mucho más grande que las demás, en la que colgaba un cartel que rezaba “Acceso restringido al staff”. El cómo cabía un dragón de cierto tamaño en un espacio tan reducido era algo que no se sabía ni se pretendía saber; simplemente ocurría aunque a cualquier lector le resulte extraño.

El día era normal, diversos seres de distintas clases paseaban por el lugar con total tranquilidad, hasta que aquello se rompió súbitamente. Un terremoto sacudió el edificio, derribando la gran mayoría de columnas y por tanto haciendo caer lo que sujetaban. El pánico se apoderó de quienes deambulaban por el lugar mientras algunos parecían empezar a buscar culpables.

— ¡Es culpa de los de Pokémon, que volvieron a jugar con sus monstruitos! —clamó alguien.
— ¡No, han sido los roleros, siempre en su burbuja y sin saber que afectan al resto! —replicó otro ser.
— Es culpa de Plushy —dijo el dragón.
— ¡Sí, es culpa de Plushy! ¡Que dé la cara! —respondió más gente.

En ese momento, un peluche salió de la sala de “Acceso restringido al staff”. El hecho de que fuera capaz de moverse tampoco se pretendía saber a qué se debía; simplemente ocurría. Llevaba una banda en la que podía leerse “admin” y un martillo mucho más grande que él.

— Por favor, cálmense —habló el peluche.
— ¡Que le corten la cabeza! —clamó la mayor parte de los allí presentes.
— ¿Quieren probar el poder del Banhammer?

Se hizo un silencio sepulcral. El peluche siguió hablando:

— Bien, así está mejor. Les explico, como pueden ver, el foro se ha caído. No, no ha sido culpa mía… esta vez. Por desgracia, tiene que venir el dios Kenta a arreglarlo.
— Genial, vamos a estar una eternidad sin foro —dijo resignada un kiwi.
— ¿Y qué vamos a hacer ahora? —preguntó una gata.

Pero entonces, de la nada, un mago que nadie supo ni sabrá de dónde vino volvió a poner el foro en pie, dejándolo tal como estaba antes del terremoto. Las criaturas que deambulaban por el lugar volvieron a la tranquilidad y siguieron merodeando. Mientras, el peluche volvió de donde había salido, pudiéndose ver durante un corto tiempo cantidades industriales de bebidas alcohólicas en su interior antes de que la puerta se cerrara.

— Lean mi fic —dijo un elfo en un mensaje superliminal que coló en este relato justo antes de que su autor dejara de escribir.
— No —respondió un anciano de forma fría.

Y así fue como siguió el día en Fanficslandia, como si la caída no hubiera ocurrido jamás…