Cuando las rosas caen (SasuHina)

Tema en 'Fanfics Abandonados de Naruto' iniciado por BubbleToxic, 7 Agosto 2013.

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    BubbleToxic

    BubbleToxic Iniciado

    Capricornio
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    Título:
    Cuando las rosas caen (SasuHina)
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Comedia Romántica
    Total de capítulos:
    6
     
    Palabras:
    487
    -No otra vez –Exclamo una chica de ojos perlados mientras veía el examen frente a sus ojos. Se supone que estaban ya en el segundo periodo del año y aun así muchos habían logrado alcanzar un nivel alto durante esos cinco meses, todos excepto, Naruto. Resoplo mirando el examen.


    Solo tenía tres puntos de veinte en su examen, “solo tres”. Mordió su labio inferior frustrada; Naruto debía de pasar aquel año y poder graduarse, así terminarían los secretos. Sintió como un balde de agua fría caía sobre su cabeza.


    -Cierto, he estado saliendo con Naruto-kun desde hace dos meses –Susurro mientras observaba mas allá de la ventana que la separaba de los arboles.


    Flash Back.


    -Sensei –Escucho la vos de uno de sus estudiantes de último año mientras este se asomaba por la puerta de la sala de maestros “¿Qué querrá?” pensó mientras dejaba de escribir en su cuaderno de notas, lo que haría en su próxima clase.


    -Dime err… -Se quedo muda, no recordaba su nombre. Por eso detestaba ser la nueva maestra en el colegio Superior de Konoha, no conocía a nadie además de la directora y la maestra de historia.


    -Naruto, Uzumaki Naruto –Dijo el joven rubio mientras sonreía con esa cara de idiota. No era por nada, pero le había gustado esa sonrisa a Hinata.


    -Uh… ¿Q-Que quieres? –Dijo Hinata mientras que escondía su rostro bajo su flequillo, se había sonrojado y para el colmo había tartamudeado, hace años que había dejado aquel mal hábito.


    -Creo que nos han enseñado que siempre es bueno ver a una persona a los ojos cuando te habla, o eso dice Tsunade –Le sorprendió que dijera eso. Fue cuando levanto la vista y le vio a unos centímetros de su rostro, su brazo derecho descansaba sobre el escritorio mientras que el otro estaba en su cadera.


    -Na-Naruto-kun –“Mierda” maldijo en su interior, odiaba tartamudear y más cuando tenía a aquel apuesto estudiante frente a ella con aquellos ojos azules y su radiante sonrisa.


    -Hinata-chan –Susurro el rubio, la aludida abrió sus ojos en par. Nadie la había llamado así desde que había terminado la secundaria. –Hinata… chan –Escucho de nuevo su nombre salir de la boca de aquel chico y fue cuando sintió sus labios posados sobre los de ella.


    Ese había sido su primer beso.


    Fin de Flash Back


    Suspiro Hinata mientras recordaba aquel beso tan tímido por su parte y dulce de su novio. Novio. Aun era difícil para ella llamarle de esa forma. Ella tenía veintidós años y Naruto tenía diecisiete. Pero aun así, lo quería. Tomo su goma comenzó a borrar algunas respuestas del rubio cambiándolas por las que eran. Le ayudaría, solo un poco.


    -Hyuga –Se exalto con solo oír aquella vos. Dejo de escribir y volteo la hoja lo más rápido que pudo y vio a quien menos deseaba ver aquel día. Sasuke, Uchiha Sasuke.


    -Uchiha-san –Dijo en un pequeño susurro.
     
  2.  
    BubbleToxic

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    Capricornio
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    Título:
    Cuando las rosas caen (SasuHina)
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Comedia Romántica
    Total de capítulos:
    6
     
    Palabras:
    1063
    Segundo Capitulo.

    -¿Cómo estuvo su día? –Exclamo el azabache mientras se acercaba con pasos sigilosos a la Hyuga. Ella tembló.


    -Muy bien, gra-gracias por preguntar y ¿Cómo estuvo el suyo? –Dijo mientras acomodaba los exámenes y se levantaba de su asiento.


    -Lo normal, sabes muy bien por lo que tengo que pasar cada día con esas chicas con sus hormonas –“Degenerado” pensó la Hyuga. Le vio como tomaba su pluma y la rosaba con sus manos “Me lo había dado Naruto ” se sonrojo. – Y sobre todo aguantarme a los jóvenes… -La miro y ella igual. Ojos perlados y ojos ónix chocaron con aquel silencio intimidante e incomodo para ella. – Como los del noveno grado –Exclamo acercando su rostro al de ella.


    -Haré lo posible para que mejoren en Matemáticas, Uchiha-san –Dijo Hinata bajando la cabeza. Se sentía incomoda pero a la vez un calor en su pecho, o era ella o el clima estaba cambiando a un verano agradable.


    -Eso espero Hyuga. Cuento contigo, y espero que dejes eso –Le susurro en su oreja haciendo que se estremeciera. Sintió su piel ponerse de gallina y a la vez el calor en su pecho aumentaba. “Tócame”. Vio como el azabache dejaba su pluma sobre los exámenes y se retiraba del salón.


    -Hyuga –Dijo este aun dándole la espalda, ella espero un buen rato a que le dijera –Es por tu bien, si quieres seguir enseñando en esta escuela, será mejor que sepas la gravedad de las cosas si sigues coqueteándole a los jóvenes. –Y así como llego se había ido dejando a la ojo perla anonada.



    Y fue cuando sintió un bloque de hielo sobre su espalda. ¿Y si sabía algo de Naruto-kun y ella? Estarían perdidos. Él era un estudiante y ella solo era una maestra, y si la madre de Naruto la encerrara por adulterio o pedofilia. Oh por Dios. Varias cosas pasaron por la cabeza de Hinata tanto como cuando salió de la escuela, en camino al tren, en el tren, cuando salió del tren, camino hasta su casa, entro a su casa, se cambio y cuando se preparaba su cena. Tenía miedo que el Uchiha hiciera algo.


    -¿Qué debo hacer? -Se cuestiono a si misma dejando su plato en el mesón. Sus pensamientos fueron interrumpidos por su teléfono celular. -¿Sí?


    -Hinata-chan –Escucho la voz explosiva de su rubio querido. Su pecho se sintió a gusto, muy diferente que con el Uchiha.


    -Naruto-Kun, que grata sorpresa –Dijo mientras caminaba al sofá y encendía la televisión.


    -Lo sé, Hinata-chan creo que no podre ir a clases mañana –Escucho la voz del rubio con una decepción inmensa.

    -Oh y ¿Por qué? –Exclamo preocupada.


    -Iré de viaje con mis padres todo este fin de semana a visitar a un tío lejano. Así que, espero volver a verte el lunes –Escucho su voz y lo imaginaba con una tierna sonrisa en ella. Su sonrisa.


    -No hay problema Naruto-kun, espero que la pases muy bien –Dijo un poco disgustada.


    -Te quiero, Hinata-chan –Escucho y sintió sus mejillas acalorarse. Ella igual lo quería. –Te llevare un regalo, Bueno, me tengo que ir, nos vemos –Y fue cuando colgó. Su corazón se alegraba, quería mucho aquel tonto rubio. Pero, recordó lo que le había dicho el Uchiha. Debía hablar con él pasa ver que sabía, si, era su momento. Era todo o nada.


    *A la mañana siguiente*


    La Hyuga corría lo más rápido que podía para no perder el tren, se había levantado veinte minutos tarde y aun así se había demorado en todo. Fue una alegría ver que el tren aun tenía las puertas abiertas, su esperanza fue grande, hasta que lo vio cerrarse frente a sus narices. Ese no era su día.


    -No puede ser, lo he…perdido –Se dijo a sí misma con la voz entre cortada. Si esperaba el siguiente llegaría muy tarde y no se lo vidria la directora. Corrió de nuevo hacia las calles esperando un taxi, pero su mala suerte aumentaba mientras veía que ninguno pasaba. – Hoy no es mi día –Exclamo sintiendo como pequeñas lagrimas salían de sus ojos, que diría su padre al verla.


    -Hyuga –Se asusto al escuchar su nombre. Miro a todos lados pero nada y fue hasta cuando se percato de un convertible rojo frente a ella. Vio como la ventana bajaba dejando ver a quien menos esperaba. Uchiha.


    -Uchiha-san –Saludo esta como de costumbre, podrían no llevarse bien, pero su padre le enseño modales.


    -¿Qué haces aquí? No ves la hora –Dijo señalando un reloj que estaba frente al tren. Faltaban diez minutos.


    -Lo sé, es que…perdí mi tren –Dijo avergonzada bajando la cabeza.


    -Bien, nos vemos –Dijo este encendiendo el motor.


    -E-Espere Uchiha-San –Dijo esta poniendo una de sus manos en la puerta del convertible. Este la miro mal y la soltó de inmediato.


    -¿Qué? –Pregunto mirándola.


    -Podría…esto… llevarme a la escuela –Dijo poniendo su portafolio frente a ella mientras que movía los hombros desinteresada. Fue cando vio una pequeña sonrisa maliciosa sobre el Uchiha.


    -Vale –Dijo este abriendo la puerta de copiloto. “Oh, tal vez Uchiha-san no es tan malo como parece” pensó feliz mientras caminaba.


    -Un momento, ¿y que gano? –Dijo este mirándola con la puerta aun abierta. “Lo sabía”.


    -Mi gratitud –Dijo esta desinteresada.


    -Um, creo que no me interesa. Hasta pronto Hyuga.


    -¡No! Ok, bien, pide lo que quieras.


    -¿Lo que quiera? –Vio como este le sonreía y alzaba una de sus cejas. Se veía sexy haciéndolo.


    -Si – Suspiro con derrota y subiendo al auto del azabache. No hablaron nada más en el trayecto y llegaron justo a tiempo.


    -Gracias Uchiha-san –Agradeció Hinata mientras caminaba adentro de la escuela.


    -invítame a comer –Escucho por parte del Uchiha. Se volteo y lo miro.


    -¿Cómo?


    -invítame a comer y estaremos a paz con esto –Dijo mirándola de una manera diferente, se veía, fresco. Un Uchiha que nunca había visto en la escuela.


    -S-si –Dijo mientras sonreía y se iba. El Uchiha había quedado asombrado, la Hyuga poseía una linda sonrisa cuando no se encontraba nerviosa.


    -Buenos días Sensei –Escucho la voz santurrona de dos chicas que entraban a la escuela con sus minifaldas coqueteándole de una manera desagradable.


    -A clases –Profirió este subiendo las escaleras dejando a más de un estudiante asustado. Había vuelto, el Sensei de matemáticas Sasuke Uchiha.
     
    Última edición: 11 Agosto 2013
  3.  
    Hitomi-chan

    Hitomi-chan Líder de Zona Artística Game Master

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    Una Hinata adulta, seduciendo a un Naruto adolescente, junto a un Sasuke compañero de trabajo *.*, Que genial >-<.

    No puedo más que decir me encanto la trama, y ya espero continuación *.*.

    Solo cuida unas pequeñas fallas en la ortografía al momento de escribir


    Creo que la última pregunta es más bien:

    ¿Que haces aquí?

    Por todo lo demás yo veo increíble tu fic, ya quiero leer la continuación
     
    Última edición: 8 Agosto 2013
  4.  
    mailing chan

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    Tauro
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    owwwww
    esta genial siguee ¡¡ la contiii ^^ :D ¡
     
  5.  
    BELFVhn

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    Tauro
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    Hola :) solo decirte que aunque soy super fan de la pareja NaruHina, un buen fic SasuHina nunca me cae mal :) Me gusta mucho tu historia y me encanta la personalidad de Sasuke jejejeje ¡pobre de él atormentado por esas adolescentes locas hormonales! En fin, excelente fic, esperare con ansias la continuación y sigue adelante.
     
  6.  
    BubbleToxic

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    Cuando las rosas caen (SasuHina)
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    Comedia Romántica
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    3 Capitulo

    -Muy buenos días a todos –Saludo Hinata mientras entraba al salón encontrándose con todos sus estudiantes sonriéndole.


    -Señorita Hyuga, que preciosas estas –Comento uno de sus estudiantes llamado Kiba, Inuzuka Kiba. Era un chico hiperactivo igual que Naruto, un poco engreído pero era uno de los más coquetos y llamativos del noveno grado.


    -Kiba, no seas pícaro, la Sensei no se interesaría en niños como tú –Escucho la voz de las mejor diseñadora de todos los años escolares Ino Yamanaka. Era una de las que perseguían a Sasuke en años anteriores pero desde que consiguió novio lo había dejado. Siempre era escogida en el comité cuando se trataba de arreglos en las fiestas e inclusive en las celebraciones de navidad.


    -Calla –Exclamo Kiba con enojo y la rubia solamente le saco la lengua.


    -Bien, es hora de comenzar con la clase –Exclamo Hinata llamando la atención de todos. Vio como todos sus estudiantes sacaban el libro, y vio el puesto delantero sin ocupante. “Naruto-kun” pensó para sí misma, ya era hora de seguir con su rutina. Solo serian ocho horas, nada más.


    Terminando el primer bloque, todos los alumnos se encontraban en el almuerzo. Los maestros se encontraban reunidos entre sí discutiendo acerca de los mocosos como les llamaba de vez en cuando Kakashi.


    -Quiero volver a casa pronto –Susurro Hinata mirando hacia la ventana, extrañaba a Naruto; el lograba alegrar sus días en la escuela.


    Después de clases.


    Hinata caminaba feliz mente por los pasillos de la escuela, pronto estaría en casa y podría comprar de camino a casa algún dulce como premio por su duro esfuerzo. De verdad que los jóvenes no lograban captar rápido él ingles y algunos se dificultaban mucho.


    -Mueve Udon, o nunca llegaremos a jugar video juegos –Escucho el grito de un chico de cabello castaño oscuro y usando una bufanda que no combinaba con el uniforme.


    -Ya voy Konohamaru –Vio como un chico de lentes salía del salón con una escoba. Por lo visto estaban demorándose en limpiar el salón.


    -Si no te mueves me iré y te dejare solo –Dijo al que supuso era Konohamaru. Era un chico explosivo, como Naruto. Se rio un poco al ver como el chico de los lentes soltaba lagrimas mientas le rogaba a Konohamaru que le esperara.


    -No deberían de estar aquí –Vio como los dos chicos se habían quedado petrificados mirándola. Se habían asustado.


    -Lo-Lo siento –Comento Udon mientras paraba de llorar y se ponía detrás de Konohamaru y este al ver a su amigo de esta manera se demostró de una manera firmé y protectora.


    -no hay problema, pero ya es fin de semana y deberían de ir a divertirse –Dijo Hinata sonriéndoles cariñosamente, le gustaban los niños. Vio como los dos niños se habían sonrojado y sin más dejaron la escoba en el salón.


    -Ya nos iremos, Sensei –Exclamo Konohamaru aun con las mejillas enrojecidas y mirando a otro lado.


    -Adiós Sensei –Dijo el chico de gafas mientras salía con su amigo hacia la entrada. Parecían muy buenos chicos. Con un suspiro Hinata siguió su camino pensando en Naruto. ¿Dónde estaría? ¿Se encontraba bien? ¿Estaba acaso aburrido? Lo quería ver.


    El había dicho que quería pasar aquel fin de semana con ella. Juntos en su casa. Se sonrojo. Recordó la primera vez que Naruto había ido a su casa había sido en el cumpleaños del rubio. Ella no sabía que era su cumpleaños y se sentía avergonzada de no poderle dar ningún presente. Pero en cambio el le pidió solo una cosa, que le llevara a su casa.

    Flash Back.


    -Naruto-Kun –Llamo Hinata mientras caminaban a su hogar.


    -Dime Hinata-chan –Dijo este mirándola con aquellos ojos azules y esa sonrisa cálida.


    -Es un poco vergonzoso esto –Susurro mientras jugaba con sus dedos. Era la primera vez que llevaba a un hombre que no era de su familia a que vieran su hogar.


    -No te preocupes Hinata-chan, quiero ir porque quiero saber donde vive mi novia –Dijo este abrazándola mientras le daba un beso en sus labios. Hinata solo pudo sentir como su corazón palpitaba como un sonoro tambor. Al cabo de cinco minutos habían llegado a su destino -¿Esta es tú casa Hina-chan? –Dijo impresionado el rubio. Era muy grande para que solo una persona viviera allí.


    -Cuando era muy niña mi familia vivía aquí en Konoha, claro hasta que termine la preparatoria con mi primo Neji decidieron que debíamos estudiar en el extranjero así que nos trasladamos a Tokio, pero aun así viví gran parte de mi felicidad aquí junto con mi familia –Dijo Hinata mirando la gran entrada de su casa. Podía ser muy solitaria pero sus más grandes recuerdos estaban en ese lugar.


    -Genial –Susurro el rubio. Sin más tomo de la mano a Hinata haciéndole que sus mejillas se pusieran rosadas. Caminaron hasta llegar al vestíbulo de madera fina y caminaron por todo el lugar hasta una pequeña sala. –Qué grande es esta lugar Hina-chan –Dijo el rubio soltándola y mirando a sus alrededores la gran casa, sin duda era preciosa.


    -Gracias Naruto-Kun –Dijo ella dejando su portafolio en uno de los sofás y yendo a la cocina que se encontraba frente a la sala –Hare una comida especial para ti, Naruto-kun –Dijo muy animada poniéndose un delantal rosa pálido.


    -Hinata-chan –Escucho la vos del rubio que estaba frente a la cocina mirándola. Sus miradas chocaron perfectamente. Aquel silencio fue demasiado grande, y solo ellos se observaban. Fue cuando el rubio se acerco a ella y la abrazo fuertemente y besándola como si no hubiese un fin. Ella estaba sorprendida por aquel beso, no era de los típicos de ternura, eran de esos besos que necesitaban algo urgente. Fue pronto como ella le correspondió el beso de la misma manera.


    Pasaron minutos hasta que Hinata sintió que necesitaba aire, se separo un poco aun así Naruto mantuvo sus brazos alrededor del cuerpo de la ojo perla. La miro y sintió un vuelco en su ser, se veía seductora. Sus labios hinchados por aquellos besos, sus ojos más brillantes que lo usual, su boca estaba entreabierta dejando escapar pequeños suspiros que parecían gemidos para él. Desde su punto de vista el cuerpo de su novia se veía hermoso, delicado como una porcelana. Su mirada fue directo a sus pechos, su blusa se había desacomodado dejando ver aquellos grandes pechos que tanto deseaba tocar. Y su piel, su piel era tan suave. La necesitaba, y pronto.


    -Hina… -Fue cuando sintió que su vos se encontraba entrecortada. Se sonrojo, no quería asustarla.


    -Naru…to –Su vos sonaba igual. Sintió como algo creía en sus pantalones. “Mierda” pensó el rubio abrazando a su novia y ocultando su rostro entre la curva de su cuello. No tenía que haber pasado eso, el quería tener un cálido momento con ella, no ese tipo de “cálido momento”. –Naruto –Escucho de nuevo su vos.


    -No quiero obligarte a nada Hina-chan –Dijo abrazando más a Hinata y fue cuando escucho un chillido de sorpresa por parte de ella. Cielos, no tuvo que haber hecho eso. –Lo siento –Susurro contra su cuello haciendo que ella se erizara.


    -Naruto-kun –Ella se separo un poco mirándole a los ojos, los dos estaban en la misma situación, y aquella cocina estaba más caliente que lo usual. –Solo te pido –se vieron a los ojos. –Solo quiero que cuides de mi –Dijo Hinata con una tierna risa y sorprendiendo al rubio, a esto ella se lanzo a besarlo y el correspondiéndole.
     
    Última edición: 11 Agosto 2013
  7.  
    BubbleToxic

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    Cuando las rosas caen (SasuHina)
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    Comedia Romántica
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    Capitulo 4.

    -¿Estás segura Hinata-chan? –Pregunto el rubio sintiendo sus mejillas arder.


    -Sí, Naruto-kun –Susurro la voz dulce de Hinata mientras le acariciaba el brazo.


    -Soy virgen –Dijo el rubio tímidamente.


    -Yo igual, así que, hagámoslo. Juntos. –Dijo Hinata abrazándolo y sintiendo como el rubio asentía.


    ….


    -Hyuga –Sintió un frio sobre su nuca. La susodicha salto alarmada mirando luego al ojo negro que la miraba divertido. Maldito Uchiha.


    -¿Qué quiere Uchiha-san? –Cuestiono la ojo perla mirando a otro lado intentando esconder su sonrojo, había llegado en el peor momento. Se supone que estaba disfrutando de su recuerdo.


    -Bueno, si lo recuerdo muy bien. Prometió hacerme de comer hoy, ¿no es así Hyuga? –Dijo este con una pequeña sonrisa mientras veía como la Hyuga se alejaba de él.


    -OH, es verdad –Exclamo la Hyuga, lo había olvidado. Adiós a su golosina.


    -Acaso arruine un plan mucho mejor que una promesa, te lo repito, te traje hasta aquí en mi auto –Dijo Sasuke acercándose a ella y a la vez esta se alejaba.


    -No, no hay problema Uchiha-san –Dijo Hinata un poco nerviosa, se estaba acercando demasiado. Se alegraba que no hubiera nadie allí mirándoles o se vería un mal entendido.


    -Vale, vamos –Dijo Sasuke dando media vuelta y caminando hasta su auto que se encontraba al otro lado de la calle. Hinata sintió como su cuerpo volvía a relajarse y lo siguió lentamente.


    -Muévete, no quiero llegar después de dos años Hyuga –Comento burlo en azabache ganándose una mirada incrédula de la Hyuga.


    -Vamos y te diré que camino usar –Dijo Hinata mirando hacia el frente. Solo serian un par de minutos juntos en el auto, se libraría de él mientras cocinaba y el hacia otra cosa y después comería y se largaría. Buen plan.


    Pasando 20 minutos en un silencio incomodo.


    Hinata estaba dispuesta a bajarse el auto cando noto que la puerta no abría.


    -Uchiha-san –Dijo mirándole, pero fue un error. Sasuke la estaba mirando directamente, de nuevo se sentía extraña, le recordó a la vez que habían hablado a solas en el salón.


    -Hyuga –Susurro Sasuke. Hinata no había disimulado al ver como su apellido era pronunciado por los labios del Uchiha y sobre todo por aquel susurro ¿Y si en vez de su apellido, pronunciaba su nombre? Trago saliva.


    -Dime –Susurro Hinata notando que no le había dicho Uchiha-san, si no un simple dime. Hinata no había notado que el azabache había hecho lo mismo. Miraba fijamente sus labios, se le veían tentadores. No dudo en bajar un poco la mirada a su cuerpo, estaba a unos pocos centímetros de él. La blusa aguamarina de tirantas le resaltaba su piel blanca y sus pechos sobresalían de una manera deseable, su cintura no era tan pequeña ni tan grande, era perfecta, y sus piernas bien torneadas se veían demasiado bien con la falda que llegaba hasta sus talones negra. Por ultimo volvió a ver su rostro y vio su cabello, estaba recogido completamente, soñaba con verle suelto, ¿Qué tan largo seria? A él le parecían atractivas las chicas con cabello largo. De nuevo miro sus ojos, ella le miraba.


    Hinata miraba como el Uchiha la examinaba, era muy atrevido en mirarle su cuerpo, pero ella era muy sumisa por haberlo dejado sin decirle nada, la detallaba y sus ojos brillaban, ella conocía ese brillo, luego le vio subir la mirada y veía su rostro ¿Qué miraba ahora? Sus ojos no veían un punto exacto, hasta que luego volvió a centrarse en los de ella.


    -Llámame Sasuke –Dijo bajando la mirada y sin más salió del auto. Hinata había quedado anonada ¿Qué rayos había pasado ahí? Prefirió en luego pensarlo, necesitaba entrar a su casa. Cuando salió del auto y camino hasta la puerta vio como Sasuke se rascaba la cabeza como si estuviera enojado. Prefirió ignorarlo y hacerlo pasar. Entraron y ella camino rápidamente hasta la cocina.


    -Uchih…


    -Dime Sasuke –Escucho la voz del azabache llegando hasta la cocina.


    -Sa-Sasuke, empezare haciendo la cena, si es de su agrado puede sentarse y ver televisión –Dijo mientras tomaba su delantal y comenzaba a buscar los ingredientes en la lacena. Cuando saco los ingredientes vio que aun estaba ahí –Oh, esta en el pasiallo a la derecha –Lo había cambiado de sitio cuando Naruto la había visitado la última vez. Comenzó a buscar una olla, y aun estaba ahí el azabache mirándola como se movia ágilmente en esa cocina.


    -Vas a preparar ramen –Escucho la voz dudosa del azabache, se sonrojo, si, no había pensado en nada más.


    -¿No le gusta, Sasuke? –Dijo ella un poco nerviosa.


    -No, no es eso. Déjeme ayudarla, Hyuga –Dijo este arremangando las mangas de su camisa blanca. Encontró un delantal de más blanco y se lo puso. Luego de estar listo vio como la ojo perla le miraba con los ojos bien abiertos. -¿Qué? –Cuestiono este.


    -Nada, solo que. Es raro ver a Sasuke con un atuendo como ese –Dijo soltando una pequeña sonrisa y sin más volvió a su que hacer. Sasuke agradecía que se hubiese dado la vuelta, había tenido sus mejillas rojas como un tomate.


    -¿Qué voy preparando Hyuga? –Dijo una vez uniéndose a su lado.


    -Um, empieza por hervir el agua y agregale huesos de pollo, ajo, jengibre, cebolleta verde, zanahorias, cebollas, algas konbu y otros ingredientes a tu gusto –Dijo Hinata mientras tomaba trozos de cerdo con soja y sake. Sasuke suspiro, tendría que esforzarse lo suficiente.


    -Sasuke –Escucho la voz de la ojo perla llamarle. La vio. –Por favor, dime Hinata, Sasuke –Dijo esta sonriendo, él la miraba como un tonto. Tal vez todo podría cambiar en una sola noche. Vio como la Hyuga se retiraba de la cocina, ya que el teléfono había comenzado a sonar. Se sintió como un pervertido al verla como se iba y él le miraba el trasero, pero que buen trasero. Se golpeo la frente, debía calmarse.

    --------------------------------------------------------

    -¿Quién era? –Pregunto Sasuke mientras probaba el ramen, aun así él no supiera cocinar, había quedado exquisito.


    -¿Cómo? –Dijo Hinata quien se había concentrado en preparar un té cuando acabaran de comer.


    -Ven acompáñame Hinata –Dijo Sasuke mirándola con aquella mirada de dominador y seductor.

    “Tómame”, Hinata se sonrojo y se fue a sentar junto a él. Miro su plato, tenía mucha hambre pero teniendo a Uchiha a su lado hacia que su vientre palpitara. -¿Quién era al teléfono? –Dijo este mientras dejaba su ramen en la mesa, estaba delicioso.


    -Oh, era Tsunade-sama –Dijo Hinata mirándole.


    -¿La directora? ¿Qué quería? –Dijo este mirándola.


    -Pues, como estaba todo –Se hizo un silencio.


    -¿Cómo estaba todo? –Cuestiono el azabache haciendo que sus cejas se juntaran. “se ve tierno” pensó Hinata.


    -Sí –Respondió ella y miro su plato y comenzó a comer. Sasuke decidió no molestarle con más preguntas y siguieron comiendo en silencio, y esta vez no era de esos incómodos, si no que era de esos tranquilos, como los amigos.
     
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    BubbleToxic

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    Capítulo 5.


    *La Historia de Sasuke*

    -cinco años atrás de la actualidad-


    Corporación Uchiha se estaba agrandando tanto, llegando hasta las multinacionales, Sí. Todo iba bien para toda la familia Uchiha y sobre todo para el hijo del fundador de la empresa, Uchiha Madara. Todo iba muy bien. Uchiha Fugaku, el progenitor de Madara y nuevo dueño de la corporación Uchiha. Estaba casado con una gran mujer conocida como Uchiha Mikoto, una de las esposas más cariñosas y amorosas que la familia Uchiha podía tener, y sobre todo tenían dos granes hijos, Uchiha Itachi y Uchiha Sasuke. Todas las noticias de aquel tiempo circulaban con la gran espera de quien de los hermanos sería el sucesor de la corporación. Todos esperaban la notica pero nadie sabía que realmente pasaba dentro de la gran mansión de la familia Uchiha.


    -¡MIKOTO! –La azabache casi había dejado caer un plato por aquel grito. Miro como su marido caminaba con pasos fuertes hasta donde ella.


    -¿Qué sucede cariño? –Dijo en un suspiro ella mientras dejaba el plato de nuevo en el mesón.


    -¿Has visto a Itachi? –Cuestiono este tomando una manzana de la frutera y mordiéndola con el mayor enojo visto. Su esposa quien conocía muy bien a su esposo solo se le acerco le tomo del brazo con la suavidad que ella poseía.


    -Creo que esta en su habitación –Dijo cariñosamente mientras limpiaba con una servilleta la comisura de su esposo que tenia pequeñas partes de la manzana brutalmente mordida.


    -Gracias cariño –Dijo este y dándole un suave beso en los labios salió de allí hacia la habitación del mayor de sus progenitores.


    -Oh Itachi, por favor no hagas enojar a tu padre –Susurro Mikoto para sí misma. -¿Dónde estará Sasuke-kun? –Se pregunto mirando hacia la ventana.


    Se veía como Fugaku caminaba hasta la habitación de su hijo mayor, iba a tocar las puerta como le había enseñado su padre y su esposa, “La privacidad es de todos” se repetía. Fue hasta cuando escucho sonidos extraños en la habitación de su hijo. Pego su oído contra la puerta, se escuchaban más fuertes. ¿Acaso Itachi estaba…?


    Al diablo los modales. Abrió la puerta de una sola patada y se encontró con una escena muy vergonzosa. Su hijo Itachi estaba con una chica, en la cama, la ropa estaba en el suelo, la chica escondiendo su cuerpo, cabello azul alborotado, la sabana en el suelo, el trasero de Itachi y este gritándole. No había otra cosa que pensar.


    ::En otro lado no muy lejos de allí:


    -Sa-su-ke-Kun –Recitaba cada letra de su nombre con una voz dulce una pelirroja de lentes que acariciaba con sus dedos el pecho de su novio, Uchiha Sasuke.


    -Karin, deja eso, estoy cansado –Dijo este un poco molesto, habían estado haciéndolo por un prolongado tiempo y esa mujer necesitaba más. Estaba ya harto de aquella chica.


    -Pero, Sasuke-kun, eres el mejor novio –Dijo esta abrazándolo y el intentaba escapar de ella. Era una escena cómica hasta que sonó el teléfono celular de él.


    -Un momento Karin –Dijo este levantándose de la cama y caminando al balcón. -¿Diga?


    -Sasuke-kun, ¿Quién es? ¿Es una chica? ¿Me estas engañando? –Escucho la voz de Karin molestándole, no le dejaba escuchar. Fue hasta cuando escucho lo que sucedía, se rio y colgó. No podía perdérselo.


    -Karin nos vemos mañana, debo de ir por unos asuntos –Vio como esta estaba a punto de contradecirle y la beso; la había dejado muda y se fue de allí.


    : De nuevo en la mansión Uchiha:


    -¿Y Sasuke? –Pregunto Fugaku a uno de sus ayudantes.


    -Ya viene para acá –Le respondió, Fugaku le agradeció y este se retiro. Fugaku fue a la sala donde tenía a su hijo con su “amiga de trabajo” y su esposa que animaba a la chica que se encontraba un poco asustada.


    -Cariño –Dijo Mikoto levantándose.


    -Sasuke ya llegara –y fue muy pronto se escucho como la gran puerta se abrió y se escuchaban pasos acelerados y llego a la sala, Sasuke. –Sasuke –Saludo su padre y el aludido hizo una reverencia a su padre. Su madre quien lo amaba demasiado corrió hasta donde él y le abrazo, este con el mismo animo lo hizo, a la única mujer que Sasuke realmente respetaba y amaba, era a su madre.


    -¿Dónde has estado Sasuke-kun? Estaba preocupada


    -Lo siento madre, estaba con unos amigos –Se disculpo este y aun así mintiéndole.


    -Bien, Sasuke siéntate –Dijo su padre y este se sentó, no antes de darle una sonrisa a su hermano quien le gruño por lo bajo.


    -Como saben, necesito darle mi cargo a alguien de la familia Uchiha, ya cumplí mi edad para retirarme como lo hizo mi padre Uchiha Madara quien ahora se encuentra viajando por todo el mundo. Es hora que uno de mis progenitores tome el cargo en la compañía –Dijo esto mirando a sus dos hijos. –En este caso, además de tener el cargo, debe de tener el deber de traer progenitores a este mundo para no dudar que tuve una mala elección. En el caso de mi padre, debía de hacerlo y gracias a Dios me case con una gran mujer que me dio dos hijos –Tomo la mano de su esposa y la beso haciendo que esta se sonrojara. –Ya es tiempo de comenzar a elegir, y como Itachi sabe, lo encontré, trayendo bebes. ¿Quieres ser el nuevo encargado hijo mío? –Se vio un silencio.


    -¡PADRE! ¿Qué te hace creer que estaba haciendo bebes? –Grito Itachi colocándose de pie y encarando a su padre.


    -Pues, tú y la chica estaban haciendo parte del coito para dar hijos –Respondió este muy serio.


    -¡ESO NO TIENE NADA QUE VER! –Exclamo Itachi y a esto Sasuke comenzó a reír.


    -Hijo, no te burles –Replico su madre a su lado y este intento detenerse.


    -No te rías bastardo –Dijo Itachi.


    -Itachi, se el sucesor en la corporación –Insistió de nuevo su padre.


    -No quiero tener hijos –Exclamo el susodicho –Es más, Sasuke tiene también novia o es más quien sabe cuántos hijos tenga por ahí –Dijo resignado. Las miradas e incluso de la callada chica cayeron en Sasuke.


    -Sa-Sasuke –Susurro su madre.


    -Maldito ¡TRAICIONERO! – y sin más Sasuke se lanzo a su hermano y comenzaron a pelearse entre sí. Su padre quien aun les miraba los tomo a los dos de sus ropas separándolos.


    -Si alguno de ustedes me traen un nieto, será el nuevo en cargo de la empresa –Y con eso los soltó como dos perros que volvían a unirse en pelea.


    -Fugaku –Llamo su esposa mirándole mal.


    -Itachi –Llamo su novia quien ya estaba enojada de tanto drama.


    -Sasuke, suéltame idiota –Le dijo Itachi a su hermano quien jalaba su cabello y en defensa le mordió el brazo.


    -Fugaku –Otra vez dijo Mikoto y este se acerco a separar a sus hijos, pero en vez de separarlos estos lo llevaron hasta el suelo. Ahí estaban los tres en el suelo, Itachi golpeando a su hermano, Sasuke jalando su cabello y Fugaku intentado separarles ganándose golpes de sus dos hijos.


    -Fugaku –Dijo Mikoto enojada.


    -Itachi –Exclamo la novia de este.


    -Sasuke –Dijo su padre separando a el susodicho.


    -Mikoto-san –Dijo llegando uno de los escoltas.


    -Konan –Dijo Itachi mirándole con pena.


    -Madara –Todos se detuvieron y miraron a la entrada de la sala. El propio Madara Uchiha se habia nombrado.


    -¡ABUELO! –Exclamaron todos los Uchihas acomodando sus ropas y parándose derechos y teniendo algunos moretones.


    -Vaya, vaya. ¿Qué ha pasado aquí? –Dijo sentándose en un sofá.


    -Madara-sama –Dijo Mikoto haciendo una reverencia a su suegro.


    -Ehhhh Mikoto-chan tu como siempre siendo tan bella y agradable–Halago este y miro a su hijo y nietos. -¿Nadie me va a saludar?
     
    Última edición: 5 Septiembre 2013
  9.  
    Akane Akaze

    Akane Akaze Poeta-Psicópata

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    Hola, gracias por la invitación, ya sabes que soy una gran fan del SasuHina; me encanta tu historia, no tienes casi fallos son solo unos pocos acentos pero por lo general está bien así que continúa con la historia porque esta muy interesante y me avisas cuando subas el siguiente capítulo;).
     
  10.  
    Hitomi-chan

    Hitomi-chan Líder de Zona Artística Game Master

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    Aún siento raro leer tu fic por la situación y las edades entre personajes que manejas >.<, siento a Hinata como una pedofila X.x, pero cuando Sasuke sale a escena se me olvida xD.

    Espero continúes pronto, quiero seguir leyendo,eres de las pocas que maneja una temática como esta, es original y a la vez algo "perturbadora" :p
     
  11.  
    BubbleToxic

    BubbleToxic Iniciado

    Capricornio
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    Pluma de
    Escritora
    Título:
    Cuando las rosas caen (SasuHina)
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Comedia Romántica
    Total de capítulos:
    6
     
    Palabras:
    1048
    *volviendo a la actualidad*


    -Sasuke –Dijo la ojo perla viendo como el azabache avanzaba hasta su auto.


    -¿Sí? –La miro mientras arqueaba una ceja.


    -Espero que haya disfrutado la cena, espero verle el lunes –Dijo Hinata sonriéndole, por fin se llevaba bien con el Uchiha y sobre todo ya no se notaba aquel momento incomodo entre los dos.


    -Lo mismo digo, Hinata –Y así subió a su auto y teniendo una sonrisa en su rostro. La había pasado bien con la Hyuga. Realmente era una preciosidad, muy tierna y gentil. Ahora entendía lo que los estudiantes veían en ella, no era la típica maestra lanzada que había conocido. Encendió el motor de su auto y salió de allí como si el diablo le persiguiese.


    Hinata entro de nuevo a su casa, había sido una buena cena y una gran persona que le había acompañado. Subió las escaleras al segundo piso, a su habitación. Comenzó a desvestirse y busco una pijama de short que era de una tela suave y transparente purpura. Ya pronto serían vacaciones de verano y el sol azotaba a todo ser. Se tumbo en su cama y miro al techo ¿Que haría en vacaciones?


    Sintió como rápidamente sus ojos se cansaban, tal vez pensaría en la mañana. Quería descansar.


    - Hinata se encontraba sentada sobre su cama mientras veía como la luna sobresalía entre las tinieblas. ¿En qué momento había despertad? No lo sabía. Fue cuando sintió como alguien se levantaba en una pequeña sombra y le miraba. Era pequeño, tenía el aspecto de un frágil niño, de momento a otro el brillo de la luna alcanzo aquel pequeña mota dejando ver a su rubio más joven y chico; le sonreía, pero en este caso ella no sentía amor, sentía miedo. Fue cuando el rubio miro de nuevo a la luna, Hinata miro al igual la luna y abrió sus ojos llena de terror, aquella resplandeciente luna estaba siendo cubierta por un color carmesí. Todo se encontraba rojo a su alrededor, Hinata sintió como su respiración se agitaba; escucho una risa a su lado. Cuando vio a su derecha vio que la imagen de su rubio había desaparecido, ahora se encontraba allí una sombra más adulta; la oscuridad era lo único que ella podía notar, y sobre todo, esos ojos rojos. Rojos carmesí observándole. Vio como se le acercaba y ella intentaba moverse para huir, pero no lo conseguía. Vio como la sombra estaba sobre ella y sonreía hacia ella. Grito.

    -¡NO! –Grito la ojo perla mientras se sentaba rápidamente en su cama. Abrió las cortinas por el temor y vio que ya el sol se encontraba posado en el cielo. Sintió como su respiración se calmaba y apretó su mano contra este mismo. Solo había sido una pesadilla.

    Miro su reloj de mesa, no era demasiado tarde, eran las siete de la mañana y no tenía nada que hacer. –Iré a trotar –Susurro para sí misma.


    ¿Hace cuanto no salía a trotar? Sintió como sus piernas temblaban con cada paso que daba. –No volverle a trotar en mi vida –Exclamaba exhausta.


    -Entonces te quedaras gorda y vieja –Escucho una voz cerca a su nuca haciéndole estremecer y a la vez lanzar una patada al pervertido. Fue cuando vio como el gran cuerpo había caído. Bueno, no había perdido a habilidad cuando entrenaba en casa con su padre.


    -Aléjate de mí, pervertido –Dijo ella mientras le daba un solo golpe en su abdomen y fue cuando deseo correr de allí aun así le dolieran las piernas. El sujeto que había golpeado era el azabache. –Lo siento Sasuke, no sabía que era usted –Dijo mientras le ayudaba a sentarse mientras que este se apretaba en pecho.


    -No sabía que tenias tanta fuerza, Hinata –Dijo este mientras se acariciaba el rostro.


    -Lo siento –Dijo ella mientras llevaba su mano al rostro del azabache, estaba rojo y parecía que iba a ser un gran moretón en su mejilla. “Que piel tan suave”.


    -Hinata –Reacciono viendo como Sasuke la miraba y ella alejaba su mano sonrojándose y bajando la mirada.


    -Sera mejor que cure esto –Dijo mientras que se levantaba –Aun que vivo un poco lejos –Dijo apenada.


    -No hay problema, tengo un botiquín en mi casa –Dijo levantándose y a la vez caminando. Ella solo le miraba mientras que se iba él. “Apuesto por delante y al igual por detrás”. -¿Qué esperas? –Cuestiono girándose a ella. –Tú me vas a curar Hinata –Dijo mientras la miraba de nuevo, intensamente sintió como algo se oprimía en su pecho.


    -Si –Exclamo ella mientras llegaba hasta su lado y comenzaban a caminar en silencio. Al cabo de veinte minutos llegaron a un edificio. -¿Vives aquí?


    -¿No es obvio? –Le respondió sarcásticamente haciendo enojar un poco a la peli azul.


    -Hola Señor Uchiha –Atendió un hombre que se encontraba en la entrada al edificio.


    -Hola viejo –Dijo Sasuke sonriéndole. Hinata estuvo todo el tiempo en silencio e incluso cuando subieron al ascensor. Llegaron hasta el piso número doce y al abrirse la puerta llegaron a la habitación del azabache. Hinata se sorprendió, era un lugar enorme y espacioso aunque solo tenía dos muebles en L, una televisión y la cocina ¿El Uchiha era simple? –Pasa Hinata. Y toma asiento, volveré con el botiquín –Dijo mientras camina a lo que parecía su habitación Hinata tomo asiento un poco avergonzada.


    -Aquí –Dijo Sasuke entregándole el botiquín. Hinata comenzó a buscar algunos vendajes, curas y lociones. Fue hasta cuando fue a preguntarle al Uchiha si tenía paños húmedos pero había quedado muda, se estaba quitando la camisa dejando ver su pecho bien formado con un pequeño moretón rojo. “Dámelo”.


    -¿Te gusta lo que ves? –La hizo salir de ensueños mientras sentía sus mejillas arder.


    -N-no y además ¿Por qué te quitas la camisa? –Exclamo mirando a otro lado.


    -Bueno, también me duele el pecho si lo recuerdas –Dijo mientras se sentaba con aquella sonrisa que le hacía ponerse nerviosa.


    -Bien –Dijo mientras primero tomaba un paño con un poco de loción y lo esparcía por su mejilla. Podía sentir la piel del azabache contra su mano, ¿sería así toda su piel?, después puso una gasa sobre su mejilla ya prontamente curada. “Ahora sigue su pecho” pensó mientras se coloraba.
     
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