CSI konoha

Tema en 'Fanfics Abandonados de Naruto' iniciado por MAYUCHIHA, 27 Octubre 2009.

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    MAYUCHIHA

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    CSI konoha

    En este Fics participan Neji, Tenten, Lee y Gai, no es una historia romántica, esta basada en eventos policíacos, les recomiendo que la lean; es muy interesante. Espero que les guste, dejen sus sugerencias y comentarios.


    OFICINA FORENSE DE KONOHA


    Eran las 9:50 p.m. en la Ciudad de Konoha, se escuchó sonar el teléfono de la oficina del Jefe Maito Gai: –¿Si diga? –Dijo este –Ahhh… ya veo, iremos inmediatamente–. El Señor Gai colgó el teléfono y llamó a sus compañeros de equipo, los cuales eran: Neji Hyuuga; un conocido Patólogo Forense, Rock Lee; un chico divertido pero aun así muy astuto y bueno en su trabajo, el cual consistía en el análisis del ADN, el último miembro de este equipo era una chica llamada Ten-ten Ama la novia del joven Hyuuga, ella se dedicaba al análisis de materiales y elementos encontrados en la víctima, en la escena del crimen o en cualquier sitio que se vinculara con el crimen. Todos se subieron a la camioneta del Sr. Gai tomando rumbo hacia el lugar donde se había cometido un asesinato, cuando llegaron a la escena del crimen el Gai comenzó a fotografiar el cadáver y el rastro de sangre que había en el lugar. Ten-ten comenzó a buscar todo tipo de materiales u objetos sospechosos que se encontraban en el lugar, Lee tomó muestras de ADN que estaban en el piso. Los forenses recogieron todas las pistas necesarias y se retiraron de la zona, dirigiéndose hacia la morgue llevándose el cuerpo consigo.

    Neji se dirigió a su laboratorio con el cadáver y comenzó a examinarlo, en ese momento entró Ten-ten y le dijo: –¿Qué has averiguado?

    –Es un hombre de 27 años de edad aproximadamente, tiene una herida de bala en el pecho; la cual le a atravesó el pulmón, ocasionándole una herida Hemotóraxica; muriendo casi instantáneamente. La bala que conseguí es de nueve milímetros, esta sobre la mesa llévatela para que la examines, por favor–. Expresó el Hyuuga.

    –Ok, me la llevaré y te traeré los resultados de la bala en una hora –dijo la chica–. Por mi parte yo conseguí un cabello rubio de mujer y se los entregue a Lee para que los analizará y diera con el paradero de la dueña. También encontré una huella de sandalias talla 38 cerca de donde se encontraba el cuerpo de la víctima, supongo que pertenece a la asesina –decía la chica con voz firme.

    –Si, seguramente –afirmo Neji–. Ten-ten mira esto –agregó luego.

    –¿Qué es? ¿Es una huella dactilar? –preguntó la joven.

    –Si –respondió Neji, después tomó una especie de papel llamado Podoscan y lo colocó sobre el lugar donde se encontraba la huella, este papel servia para captar las huellas sobre cualquier superficie, en este caso el brazo del difunto. –Ten-ten llévale esta huella a Lee y dile que ubique al dueño; y lo cite para interrogarlo, creo que esto pertenece a nuestro asesino –expresó el muchacho.

    –Si –dijo Ten-ten. La chica tomó la bala y el papel con la huella y se retiró a la oficina de Lee, Neji se quedó examinando el cuerpo, para ver si lograba conseguir otra pista. Lee se encontraba con Gai en su oficina comparando las fotografías que habían tomado, Ten-ten entró y se unió al grupo.

    –Lee esta huella te la mandó Neji para que la examines, la encontró en el cuerpo de la víctima y también esta bala –dijo Ten-ten– ¿Encontraste a la dueña del cabello que te entregue? -preguntó la chica.

    –Si, se llama Kass Minako; vive en la aldea de Konoha, ya le envié la citación para interrogarla –respondió Lee.

    –Según la ubicación del cuerpo y las huellas, al parecer el asesino disparo a unos dos metros de distancia de la víctima, posiblemente estaban conversando o discutiendo. La sangre salpico al asesino, y este dejo una huella de sandalia llena de sangre. Después tomó su auto y huyo del lugar. Bueno esto es solo una teoría –expresó Gai.

    –Una teoría posiblemente cierta –afirmó Ten-ten, en ese mismo momento Lee investigaba a quién pertenecía la huella que consiguió Neji. En ese instante entró el recién nombrado y preguntó:

    –¿Han averiguado algo?

    –Si, ya lo encontré. Pero hay un problema –dijo Lee con cara de preocupación.

    –¿Cuál es Lee? –preguntó Gai.

    –La huella que consiguió Neji no es de la misma persona que dejó los cabellos en la escena –manifestó Lee.

    –Eso quiere decir que tenemos dos sospechosos –opinó Ten-ten.

    –Exactamente –agregó Rock Lee.

    –¿Cómo se llama nuestro segundo sospechoso? –Pregunto el Patólogo Neji con rostro pensativo.

    –Es un hombre llamado Shan Hatu, vive en la aldea de Konoha –respondió Lee.

    -Envíale una citación de interrogatorio –indicó Gai.

    -Inmediatamente –señaló Lee.

    –Ten-ten tú y yo iremos a buscar información en la casa de la víctima –expresó Neji.

    –Si –dijo la chica.

    Ten-ten y Neji se dirigieron a la casa de la víctima; interrogaron a los familiares, y regresaron a la oficina forense. Mientras Lee y Gai preparaban todo para el interrogatorio. Los cuatros se reunieron en la oficina de Gai, a pocos minutos del esperado encuentro con los sospechosos:

    –Yo elijo a la chica –dijo Gai de manera precipitada.

    –Estoy de acuerdo me llevo mejor con las mujeres –expresó Lee.

    –Entonces Ten-ten y yo interrogamos a Shan y ustedes interrogan a la chica –afirmó Neji.

    –Muy bien –manifestó Ten-ten.

    Los forenses se dirigieron en parejas a las dos salas de interrogatorios. En la sala donde se encontraba Gai y Lee se localizaba la chica llamada Kass Minako, una rubia de unos 24 años de edad, la cual vivía en la aldea de Konoha. Gai y Lee entraron a la salón, esta tenía una silla en donde estaba sentada la sospechosa, una mesa frente a ella, dos sillas más donde se ivan a sentar Lee y Gai, una gran ventana de vidrío en donde se encontraban vigilando unos guardias. Gai entró y se sentó mientras Lee caminaba de un lado a otro al mismo tiempo que organizaba sus preguntas para realizárselas a la sospechosa.

    –¿Conocía a este sujeto? –preguntó Gai mientras le enseñaba una foto del fallecido.

    –Si, lo conocía –dijo la chica entre sollozos –Era mi novio –agregó luego con lágrimas en los ojos.
    –Ha… ya veo. ¿Cuándo fue la ultima vez que lo vió? –Preguntó Gai con voz ronca.

    –La misma tarde que fue asesinado, salimos a tomar un helado –dijo Kass mientras las lágrimas corrían por sus mejillas.

    –¿Usted vió quien lo asesino? ¿O tiene alguna idea de quien lo pudo hacer? –Preguntó Lee.

    –No, no lo ví morir, él me dejo en mi casa y se fué. No tenía ningún enemigo que lo quisiera ver muerto, era una buena persona –decía Kass llorando de manera desconsolada.

    –Si ustedes se despidieron y él siguió su rumbo solo ¿Cómo explica que haya cabellos suyos en la escena del crimen? –Preguntó Gai muy serio, con ojos acosadores.

    –He… no sé como llegaron mis cabellos a ese lugar, quizás se los llevo en la ropa –respondió la chica.


    Así continuó el interrogatorio que hacían Lee y Gai, mientras en la otra habitación se encontraba Neji y Ten-ten con el segundo sospechoso, llamado Shan Hatu un hombre de 27 años alto, tez clara, cabello negro, ojos café, vivía en esta misma aldea.

    –¿Qué relación tenía con la víctima? –Preguntó Neji con rostro inescrutable.

    –Era su mejor amigo, vivo frente a su casa, fuimos a la secundaria juntos –explicó Shan.

    –¿Dónde se encontraba la Noche en la que falleció la víctima? –Preguntó Ten-ten, de manera intimidante.

    –Estaba en un bar –respondió el señor Hatu, con tono de voz calmado.

    –¿Cómo explicas que hallamos encontrado una huella dactilar tuya en el brazo del fallecido? –Dijo Neji.

    –Él se estaba tomando unas copas conmigo y una chica que lo acompañaba, me estaba contando su relación con esa chica, seguro que lo toque varias veces –decía Shan con la mirada perdida.

    –Su relación con una chica ¿Con su novia Kass? –Interrogó Ten-ten.

    –No, era con otra chica, su nombre es Sanla Takisa, era algo así como una amante –Explicó Hatu.

    –Así que tenía una amante ¿Conoces la dirección de esa tal Sanla? –Dijo el Hyuuga.

    –Si –respondió Hatu.

    –Anótala aquí, por favor –ordenó Ten-ten mientras le daba un lápiz y un papel.

    –¿Cuándo fué la última vez que vistes al difunto? –interrogó Neji.

    –Yo le dije que me iría a mi casa porque ya eran las 7:30 aproximadamente y al día siguiente tenía que trabajar, entonces lo deje solo en el Bar, él me dijo que se tomaría una copa más y se iría luego a su casa. Después de eso no supe nada más de él –explicó el sospechoso.

    Neji y Ten-ten le hicieron un par de preguntas más y lo dejaron ir, luego se reunieron con Gai y Lee que los esperaban en la oficina del primero.

    –Tenemos un tercer sospechoso –indicó Neji frívolamente.

    –¿Quién es? –Preguntó Lee de forma ingenua.

    –Sanla Takisa –respondió Ten-ten.

    –Ya veo, Vayan a interrogarla –ordenó Gai– ¿Tienen su dirección? –agregó luego.

    –Si –expresó Ten-ten.


    Los forenses intercambiaron opiniones y sospechas, durante un período de tiempo largo, después Neji y Ten-ten se fueron a donde vivía la tercera sospechosa. Vivía en una casa con un gran jardín, las paredes eran de color amarillo oro, tenía una puerta en forma de arco pintada de blanco y grandes ventanales por donde entraba gran cantidad de luz al interior de la casa. Neji tocó fuertemente la puerta y dijo:

    –Policía de Konoha, habrá la puerta.

    Una chica cabello castaños, con ojos verdes, tez blanca, alta y con buena figura abrió la puerta, mientras comenzaban a salir lágrimas de sus ojos.

    –Ho… no –Dijo la chica.

    –¿Eres Sanla Takisa? –Preguntó Ten-ten. Esta afirmó con la cabeza y los invitó a pasar mientras lloraba inconsolablemente.

    –¿Conocías a este sujeto? –Interrogó Neji mientras le mostraba una foto de la víctima.

    –Si, era algo así como mi novio –dijo Sanla mientras se limpiaba las lágrimas de los ojos.

    –¿Sabes que está muerto? –Preguntó delicadamente Ten-ten.

    –Si, lo sé –afirmó Sanla.

    –¿Sabes algo de ese asesinato? –Interrogó Neji.

    –Si –respondió la tercera sospechosa, mientras se limpiaba de nuevo los ojos.

    –¿Nos puedes contar lo que sabes? –Preguntó Ten-ten sutilmente.

    –Él estaba en un Bar el mismo día en que murió, lo encontré ahí ya teníamos tiempo siendo amantes, él me dijo que su novia estaba empezando a sospechar de nuestra relación y que creía que lo estaba siguiendo, y por eso me pidió que nos alejáramos un poco y nos dejáramos de ver a escondidas –explicó Sanla.

    –¿Así que tú lo mataste, porque te iva a abandonar? –Inquirió Neji.

    –No, no yo no soy una asesina –aseguró Sanla –Ella me amenazó, me dijo que si la delataba me mataría igual que como lo izó con él –dijo Takisa entre lágrimas nuevamente.

    –¿Quién es “ella”? -Preguntó Neji.
    –Su novia, Kass Minako –respondió Sanla.

    –¿Así que según usted ella es la asesina? –Pregunto Ten-ten con voz seria y rostro igual.

    –Si, él, su amigo y yo nos encontramos en el Bar charlando un rato, después su amigo se fué y nos dejo solos, él me iva a llevar a mi casa luego de tomarnos unas copas; nos fuimos caminando, y a las cuatro cuadras nos encontramos con su novia, ella estaba fuera de control discutieron los dos luego ella sacó un arma y le disparó en el pecho; la sangre me salpico en mi ropa y le salpico los pies a ella, yo iva a gritar pero ella me dijo que si decía algo de lo sucedido me mataría sin ningún remordimiento, sus ojos estaban llenos de lagrimas y de odio. Posteriormente de haberlo asesinado me insultó y me dijo lo feliz que se sentía por haberse vengado de él, también me comento que a mi no me mataría porque así yo llevaría en la conciencia la muerte de su novio, según Kass la muerte de él fue por mí causa, por haberme metido entre ellos dos –Narró Sanla mientras la tristeza la consumía por revivir aquellos recuerdos tan desagradables.

    –¿Estas dispuesta a declarar en su contra? –Preguntó Neji.

    –Si, ya no me importa que me mate porque ya lo mato a él –expresó la interrogada.

    –Muy bien, entonces acompáñanos –dijo Ten-ten.


    Tenían las pruebas suficientes para acusar a Kass Minako del asesinato, la historia de Sanla encajaba perfectamente con la de Hatu, allanaron la casa de Kass y encontraron el arma homicida. A la asesina le realizaron un juicio y fue declarada culpable, ahora pagará una condena de cuarenta años. Nuestros héroes forenses lograron solucionar otro caso, en estos momentos se preparan para otro proceso criminalista que los espera.


    Gracias por leer mi fics, espero que les haya gustado.
     
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