criada para matar

Tema en 'Historias Abandonadas Originales' iniciado por akari-chan, 20 Febrero 2009.

  1.  
    akari-chan

    akari-chan Guest

    Título:
    criada para matar
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Tragedia
    Total de capítulos:
    4
     
    Palabras:
    272
    criada para matar

    Subo nuevamente este fic, ya que solo habia publicado los tres primeros capitulos, ahora que esta terminado y nada me impide actualizar con mayor fluidez.
    Devo recordarle a los lectores que esta historia no es solo de mi autoria sino que fue echa en conjunto con una escritora amiga, Sofía.
    Acontinuacion les dejo el prologo.




    Criada para matar ... Como un arma , lo suficiente adiestrada como para resguardar a mi familia, lo suficiente mortal como para dejar a mi victima muerta antes de que tenga derecho a apelación ... mi vida a sido un juego desde pequeña, un juego mortal,¿quien dijo que la vida era importante? .. La puedes perder cuando menos te lo imaginas, de las formas menos inesperadas. Sin vivir siquiera los momentos más importantes... O vivir muchos y perderla igual, así es el juego, tu mueres y me ayudas a cultivar mi pequeña fortuna personal... Tú mueres y me deleitas con tus ojos desorbitados.

    Por que nunca sabrás cuanto puede valer tu cabeza... Hasta que aparece tu nombre dentro de las ofertas...


    Una más del clan de la muerte... Una y la única hija del legado de la muerte, la única heredera de la gran familia Von Buren; Camelia Von Buren
     
  2.  
    akari-chan

    akari-chan Guest

    Título:
    criada para matar
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Tragedia
    Total de capítulos:
    4
     
    Palabras:
    2042
    Re: criada para matar

    Capitulo I

    Hoy era un día normal, caminaba por los fríos pasillos de mi mansión, tenía antojo de algo dulce. Una de mis adicione era el chocolate en todas sus expresiones en cada uno de sus formas, pero sobre todo aquel amargo y satisfactorio trocito de chocolate qué lograba trasmite un placer puro, llegue a la cocina, normal; Blanco con negro... Tenia azulejos intercalados que daban forma a un tablero de ajedrez, los mueblen eran de madera oscura casi negra, con la cubierta superior de vidrio...
    Abrí una de las gavetas y saque mi chocolate…

    Nada más esquisto nada, más placentero...

    Subí a mi habitación; sus paredes eran negras, la alfombra era rojo sangre al igual que el marco de las pinturas hay colgadas , los muebles eran negros, mi cama tenia 4 pilares de los cuales descendía una especie de tul negro , la colcha era negra al igual que los cojines , las sabanas eran de seda roja...

    Prendí el equipo, la dulce melodía de la música orquestal. Era una fiel amante de la música.

    Cada nota un momento, cada nota un latido.


    Me tire en mi cama mirando el techo, hoy debía ir a la escuela, menos mal era el ultimo año…

    Fui a mi closet, todo ordenado, todo obsesivamente ordenado… completamente limpio, ni un rastro de vida, comenzaba a odiar la pulcritud en el, tan carente de todo, parecía que aquí vivía un muerto.

    Por que aunque no lo sepas el fin de tus latidos es el comienzo de los míos


    Tome mi uniforme; falda escocesa roja con gris, camisa blanca, corbata roja, chaleco gris, calcetas grises y zapatos negros...

    termine y camine hacia al baño, completamente blanco, salvo las toallas y la bajada de color negro, los detalles del vidrio de la ducha, pétalos rojos cayendo y los del jacúsi que eran negro de pequeñas piedras incrustadas tanto las repisas como el lava manos eran adorablemente blancos.


    Mire mi reflejo.

    una joven de aproximadamente 1,68, tez blanca, cabellos castaño oscuro ondulado, los ojos negros, labios ni muy gruesos ni muy delgados, de contextura delgada, con marcadas curvas en mi cuerpo.



    Tome la base, el lápiz de ojo negro, sombra blanca y rimel,
    pocos minutos después estaba perfecta…

    la perfección es la imagen mas real del vació.


    Amarre mi cabello y estaba lista, Salí de ahí y tome mi mochila…

    al bajar estaba Marta, mi nana, mirándome con reproche ya que no había tomado desayuno…

    - comeré algo en la escuela- le dije antes de que me dijera cualquier cosa, odio que me sermoneen, antes que diga cualquier cosa cruzo el umbral, hoy iría caminando a clases, de todas formas no me quedaba lejos...

    Salí de mi residencia, mientras que pensaba en mis deberes, mis tareas estaban echas y en el colegio no abría gran novedad.


    No hay relaciones con la presa.

    Por la calle no pasaba nadie... solo mis pisadas que como eco resonaban por el lugar, un parque abandonado hacia gala en aquel barrio perdido y grandes portones con escudos de las familias me recordaban que estaba en el lugar mas rico de la ciudad, en donde no hay delincuencia mas que sus moradores, ninguno en paz, todos fingiendo ser felices.

    el dinero no es felicidad solo aumenta la agonía.


    Llegue al lugar en el que se supone dejaba de ser yo y me convertía en una alumna mas del montón. Sus grandes portones abiertos, tres guardias vigilaban que los estudiantes pasaran por los detectores de metales mientras te entregaban unos buenos días llenos de falsedad.
    El gran edifico blanco asía gala de su antigüedad, deleitando la vista con el mas puro arte colonial, dos gárgolas serias cuidaban la primera puerta.

    Me pregunto si algunas leyendas serán verdad.


    - buenos días- dijo el hombre tomando mi mochila y paso aparte mientras camino bajo un umbral falso, ningún sonido, estas estupideces no sirven, me pasan mi mochila, ningún objeto metálico.


    Seguí mi camino, mientras los estudiantes hablaban a mi alrededor sobre algún evento en especial, en realidad no me importaba mucho, pero casi lo gritaban en mi oído...

    Entre a mi salón, un nido de pequeñas víboras completamente domadas, 34 cerebros completamente programados para mandar o hacerse la idea de que lo harán alguna ves.

    No existe el que tiene todo, por que el todo nunca existió.


    Me senté en el lugar de siempre, ultima fila, en el fondo al lado de la ventana, se podía sentir el viento a través del vidrio, una sensación magnifica para quien sabe apreciarlo... Mi mochila afirmada en el respaldo... Cruce mis piernas y me apoye en el respaldo mientras mi mirada se perdía entre los árboles del jardín que daba justo a mi ventana... comenzaría el otoño, las hojas caían...

    Las hojas caen así como las lagrimas antes de la muerte.


    -Nee-san… Nee-san - escuche cada vez más fuerte... Niza era como me llamaban aquellos con los que estaba “relacionada” en asuntos de familia...

    -¿Si?- dije sin despegar la vista del paisaje, alguien se sentó a mi lado
    -llego una nueva familia – susurro
    - ¿que? Robert... no hables tonteras – dije volviendo en mi, Robert era un compañero de la vida, nos criamos prácticamente juntos, por mi parte no habían lazos verdaderos, la preocupación no es algo que este en mi. Es el hijo de unos de los capos de este país... Es guapo a decir verdad... alto, 1,87, tez blanca, ojos miel, el cuerpo de un rugbista, no es como la mayoría de los italianos, mas bien es fornido aunque no mataría ni a una mosca si esa mosca se viera tierna.


    -lamento informarte querida que no es una mentira... Llegara en unos días mas… vienen de Alaska – un lugar lleno de secretos- tiene 18 años, por lo que será tu compañero, mi querida genio – iba adelantada un año. ¿es mi culpa que el examen fuera un idiotez?-

    -si tu lo dices –dije al momento que el profesor entraba al salón, todos nos levantamos para darle la bienvenida, un saludo obligatorio, frió y sin sentido como todo en general.

    Por qué lo que no se siente y se hace carece de sentido.


    Las clases comenzaron, la matemática era el fuerte, no se que le encuentran a sumar numero tras numero, agregarle letras y seguir en su intento de sumar y restar, dividir y multiplicar ya que no importa las cosas que hagas al final todo será...
    - cero- respondí a la pregunta que me hacia el profesor.
    - excelente- dijo anotando el resultado en una enorme pizarra blanca al lado de un ejercicio, una ecuación de tercer grado me parece... Suena el timbre antes de que pueda siquiera sonreírle... Las sillas se mueven, el ruido ensordecedor de los estuches cerrándose y el lápiz golpeando a los demás, las mochilas cerrarse y los zapatos estruendosos del profesor caminado hasta la salida seguido del rebaño. Ordene mis cosas lentamente como si el tiempo se hubiera detenido ¿el tiempo? Nunca estuvo para mi solo pasa y pasa sin nada nuevo que ofrecerme.


    Lo que no se conoce no se ve.


    Camino por los largos pasillos de la escuela mientras todos los grupos ríen, los enamorados profesar su amor y los inspectores ven como todos crecen con total normalidad y se sienten tan bien por que al parecer están completos... ¿Completos? Que tiene de especial cuidar a adolescentes completamente dominados por sus hormonas... Las horas pasan y ya es tiempo de volver a casa estoy en la puerta de establecimiento mirando como los buenos hijos suben a sus caros autos, como las jovencitas de bien suben con sus novios, como la escuela se vacía… Robert esta esperándome se ha ofrecido para llevarme a casa, me dirijo a su coche un volvo clásico solo su cáscara ya que es un buen corredor.

    Fue un viaje tranquilo sin contratiempos, disfrutando del silencio – gracias – dije bajándome frente al gran cerco de hierro.



    Al entrar Marta me esperaba como todas las tardes, si no fuera por que me crió prácticamente ya la habría matado, nose por que tanto apego hacia mi persona… si solo trato de relajarme al máximo, siempre preocupada por que no tengo amigos, o por que todavía no tengo novio.

    No necesito de tu ayuda por que ya aprendí a ser autosuficiente.
     
  3.  
    HimekiTAT

    HimekiTAT Usuario común

    Capricornio
    Miembro desde:
    8 Febrero 2008
    Mensajes:
    368
    Pluma de
    Escritor
    Re: criada para matar

    HOlas :3
    Bueno, le seguiré al fic para ver como va todo, la historia se ve que puede ser buena :3
    El primer capi se me hizo algo denso, no sucedió demasiado, sólo nos presentaste a la prota y su caracter, y demasiadas descripciones de la casa.
    Voy a seguir leyendo para ver como se desarrolla la historia y cómo son los demás capítulos, no escribes mal, lo haces bien. Peeero -sí, siempre hay un pero-, tienes bastantes errores de ortografía (desde tildes a palabras mal escritas) y otros tantos de puntuación (comas y puntos donde no van, o lugares donde es necesario alguna coma). Y el hecho de que haya tanto cambio de tamaño y letra hace dificultosa la lectura. Quizás, sería bueno que betearas el fic antes de subirlo, o que le des una última revisada para corregirle los últimos errores.
    Pero como dije antes, voy a seguir leyendo y a esperar el avance de la historia :3
    Mucha suerte ^^
     
  4.  
    Ai chan

    Ai chan Guest

    Título:
    criada para matar
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Tragedia
    Total de capítulos:
    4
     
    Palabras:
    25
    Re: criada para matar

    es interesante la seriedad de la protagonista, el punto de vista que tiene de la vida...

    espero el proximo capitulo (:
     
  5.  
    akari-chan

    akari-chan Guest

    Título:
    criada para matar
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Tragedia
    Total de capítulos:
    4
     
    Palabras:
    3226
    Capitulo II

    Camine por los jardines lo mas lento que pude, pero como ya era costumbre, me espero con una sonrisa en los labios

    - hola Srta. ¿Gusta servirse algo? – dijo tomando mi mochila.
    - en mi habitación por favor – dije sin muchos ánimos.
    - debería sonreír mas - dijo amable. ¿Sonreír? Por favor la última vez que lo hice fue la cosa más fingida que halla visto.

    Por que mis sonrisas solo las veras unos minutos antes que el banquero te lleve.


    -Lo que digas – dije caminado lentamente hacia mi habitación, en pocos minutos llegue. no tenia muchos ánimos, aun a si entre a la ducha... el agua caliente golpeaba mi cuerpo y relajaba mis músculos, tome un poco de jabón y comencé a talar mi cuerpo en pequeños circulitos, el agua caía, tome el shampoo de fresas y lo vertí en mis manos, comencé a masajear mi cabeza para luego quitar el exceso de este… cerré el agua caliente y un chorro de agua fría comenzó a caer, me coloqué bálsamo en las puntas... tire el cuello para atrás y espere que el agua fría me despertara un poco. Las sensaciones tan diferentes y a la ves tan placenteras…

    - Srta. Salga de la ducha, su madre llamo...- gritaron de el otro lado perturbando mi minuto de tranquilidad, si no fuera por que es leal y mi madre la adora la mataría sin recibir un peso. Seria un favor.

    - ya voy - apague la ducha y cubrí mi cuerpo con la perfumada toalla negra, con otra amarre mi pelo y salí... Marta se encontraba arreglando mi ropa… ¿nunca se cansa de atenderme? - que quería Lucia – dije mirándola mientras secaba mi cabello.

    - su madre quería que se arreglara para esta noche- puso cara de disgusto - tiene otro trabajo – susurro, a Marta no le agrada que yo quite vidas y a tratado de convencer a mi madre que deje el trabajo... no entiende que es la única forma que tengo de vivir.

    - esta bien, dijo que llamaría o dejo la dirección – dije comenzando a cambiarme, ya que Marta no tenia ganas de ayudarme.
    - dijo que era la avenida Andrew #234- barrio de clase media, seguramente no era nada importante.


    -esta bien, ¿dijo alguna hora o solo dentro de la noche? – dije amarrándome el pantalón negro de tela, después me puse la polera negra ceñida con un escote redondo y un dibujo de una boca de vampiro al medio, tome mi abrigo, mientras Marta solo salio por la puerta sin responderme, ¿por que era tan irritante?

    Tome las armas que se guardaban en una especia de pieza aparte, al que solo yo tenía acceso, una de las excentricidades de mi familia, cada uno con su propio arsenal. Me decidí por dos palillos que irían en mi cabello, dos cuchillas pequeñas, una en mi tobillo y la otra en mi muñeca, y una navaja mediana que iría en mi cinto. Después de maquillarme correctamente baje.


    Marta no se encontraba por ningún lugar por lo que pude retirarme en paz, tome el deportivo negro que mi madre compro para mi al cumplir los 16 y Salí del lugar.




    El viento revolvía el cabello que quedaba suelto mientras mi pie se hundía en el acelerador. El ronroneo del motor en conjunto con el sonido que hacia la brisa al moverse rítmicamente contra las partículas dispersas del infinito era magnifico.

    Por que cuando no amas puedes ver otras cosas.



    El camino dejaba atrás a las casas lujosas y a los autos del año, también a las tiendas de moda para sumergirse en un nuevo barrio, casas desaliñadas, jardines descuidados... olor a necesidad.

    ¿Te preocuparías del resto, si solo tuvieras que pensar en comer?


    Algunos niños se encontraban mirado por las ventanas de sus casa … de sus chozas según yo.

    Las casa eran cada vez mas descuidadas, en cada una de las casa había por lo menos un escombro.


    El velocímetro dejo de marcar 300 Km/h y comenzaba a descender su movimiento, mi pie antes hundido en el acelerador ahora se encontraba en el freno.

    Me estacione justo en frente de una casa de un azul profundo y ventanas cuadradas con cortinas verdes, se veía muy ridícula, más bien infantil… su pasto cuidado con gran vitalidad.


    Descendí de mi auto colocándole antes la alarma – ti tit – fue lo único que inundo tan pacifico lugar.

    No hay tranquilidad que se demore 1000 años en ser destruida.

    Mis pasos retumbaban en el asfalto y el aroma a muerte hacia su aparición, mi cuerpo se excitaba y mis pupilas se dilataban, la respiración tranquila de mi ser se volvía ansiosa y en mis latidos el placer esperaba ser despertado. Mi lengua pasaba por mis labios.

    Uno... Dos y tres ¡¡sorpresa!!


    Entre a la casa... las luces apagadas y el olor a tabaco y alcohol le daba un ambiente de pocilga mas que de jardín infantil.

    Unos ruidos provenientes de arriba aceleraron mi pulso y la ansiedad era máxima, mis ojos, mi olfato... mis manos querían tocar, oler, ver y sentir sangre.

    “En fin, aquí se mostraba mi verdadero yo “

    comencé a ascender lentamente, disfrutando de cada sonido que producía mi peso en aquellas maderas viejas, a medida que llegaba al lugar la ropa sucia comenzó a parecer “le are un favor” dije para mi mientras apresuraba con elegancia el ritmo de mi andar.

    Estaba cerca la luz del fondo, lo advertía, era tan excitante, no creo que aya algo en el mundo que se compare con ser el dueño de el alma de otros.

    Por que todavía no conozco a quien es dueño de mi ser, por que no es necesario saber a donde van las almas que no tienen dueño.



    Continué mordiéndome el labio y sintiendo como mi corazón se preparaba para el deleite, para ser una con la muerte…

    Me pare al frente, respire profundo y me moví dentro de la habitación. Era una habitación pequeña, con varios libros tirados en el suelo, uno que otro montón de ropa, la cama estaba desordenada y había muchos papeles encima de ella, el color amarillo combinaba horriblemente con el tono de su piel iluminada por una tenue luz seguramente nueva.

    El muchacho en si no era mas que el promedio, ojos claros, pelo rubio, flaco, mas bien desnutrido, huesos delgados y salientes, cara de ratón, piel blanca y tersa con manchas de sol en todo el rostro... al parecer no había ido a comprar ropa en siglos ya que esta estaba sucia y mal puesta.


    Desgarrada...

    Aquel hombre giro hacia mí de forma que pude ver como en sus ojos aprecia una total contradicción.

    - ¿A que vienes? ¿Quien eres? – fueron las dos preguntas que dijo antes de girar completamente hacia mi. Su voz era grave más bien cavernosa, mostraba el temor y la ansiedad que debía sentir. Sus ojos me examinaron buscando algún lugar de donde conocerme.

    - Quien soy no te interesa y ha que he venido es simple - dije cerrando la puerta, el se levanto, pude ver que gozaba de buena altura 1,80 mas o menos.

    - Quiero que se valla – dijo firme y con temor.

    - Me parece que no podré complacerlo – sonreí burlonamente para luego tomar una de las pinzas que se encontraban en mi pelo.

    - Tu... ¿A que has venido? – tartamudeo de forma torpe y echándose para atrás.

    -¿Tienes que ser tan hablador? – dije de forma cortante esperando que se callara y no respondiera.

    En sus ojos apareció una fijación poco común por mi pequeña amiga…

    - ¿Vienes a matarme? – dijo en un hilo de voz casi inaudible.

    El temor a la muerte inundo sus ojos.
    El temor a no volver a despertar.
    El temor a lo desconocido.

    ¿Por que preguntamos cosas que ya sabemos? solo para poder decirnos a nosotros que tenemos la razón.



    No respondí, ¿para que? No hay función…

    Solo empuñe la pequeña aguja en su cuello, se afirmo contra el escritorio, sus ojos se cristalizaron y la adrenalina empezó a surtir efecto... llevo su mano al cuello y extrajo aquel frágil instrumento lanzándomelo de vuelta. Lo esquive fácil mente dejando que se clavara en la pared.

    Una gota de sangre comenzaba a descender de su pálido cuello… “Quiero mas” fue la frase que mi subconsciente dijo a mi mente.

    Otra gota de sangre resbalo por este, el aroma a óxido y sal comenzó a inundar el lugar. El cigarro se consumía lentamente y el respiraba dificultosamente.

    -Sonrisa- Una sonrisa se dibujaba en mí al ver su angustia, me sentía tan… tan… viva.

    Por que cuando juegas con la muerte aprendes a valorar la vida.


    Solo era una pequeña herida en su yugular… una insignificancia que tardaría horas en darle muerte.



    Pero siempre podrían ser dos…

    Tome la otra dejando libre mis rizos los que se acomodaron en mis hombros. Como si se tratara de un blanco impulse mi mano para darle el impulso preciso para atravesar al lado derecho su traquea.

    Su mano la quito rápidamente, el horror era dueño de sus acciones y en una desesperada maniobra trato de enterrármela, tomo mis hombros y me tiro contra la fría pared.

    Empuje su cuerpo y golpeé con mi bota su abdomen bajo, se quejo, sus ojos se cristalizaron pero aun así no soltaron aquellas lagrimas trasparentes, traicioneras.

    Disfruta de respirar.
    Has las cosas que nunca hiciste con nadie.
    Por que sabes que es tu último momento.

    De la pared tome mi aguja, mi pequeña, es tan frágil y a su vez tan mortal.

    La observe con asombro y malicia me acerque a su cuerpo qué se retorcía por el dolor a la vez que se empapaba de sangre, su camisa amarillenta era teñida de naranjo y su piel empalidecía a un color mas enfermizo.

    -sonreí – acaricie su rostro y enterré la aguja en su pecho.


    -¡¿porque?! – grito sintiendo como ese fino y inofensivo pedazo de metal atravesaba su carne, su piel.

    “¿es necesario un por que para morir?” me dije.

    - ¿acaso le ago daño a alguien escribiendo?... ¿acaso a alguien le molesta que fume y beba en exceso, si siempre he estado solo por que a mi? – dijo desesperado.Mientras su corazón estaba por salirse de su pecho y los ojos inundados de confusión solo bañaban de saladas gotas su rostro...

    Y el olor a muerte aparecía y como una melodía clásica su respiración agitada daba hincapié al pasar de la muerte.

    “y yo me sentía cada ves mas viva”

    -¿es necesario decirte que alguien te odia?- Dije sonriendo burlonamente, como nunca veras.

    La muerte se ríe de las victimas… Por que sufren, más no saben que es el término de su agonía.




    Saque mi cuchilla, la moví frente a el deleitándolo con tal sutil y elegante objeto.

    - ¡¡por que no me matas de una vez!! – dijo gritándome a la cara.

    Es tan difícil de entender que disfruto de tu miedo, de la imagen agónica que me das en tus últimos momentos…

    Me acerque su cuello, relamí mis labios e inicie mi arduo trabajo: primero perfore de manera despiadada su traquea, la sangre comenzó a chorrear de manera acelerada... Empezó a andar libre por su piel a recorrer la alfombra.

    Su corazón comenzó a latir mas fuerte.

    Más fuerte.

    La ultima melodía.

    Hasta descender.

    Uno…

    Dos...

    Tres…

    Son sus últimos suspiros.

    Uno


    Dos

    sus latidos.

    Mi corazón comienza a bombear sangre a mi cuerpo, como si este absorbiera la sangre que se esparce por la habitación, como si me alimentara de la vida que abandona el cuerpo moribundo de aquel sujeto… Me siento en paz.

    - que el banquero te salude – dije antes de ver su ojos vacíos por ultima ves antes de respirar esa mezcla a muerte con tabaco y coñac.

    Antes que el cigarro se apague…


    Estoy presionando el acelerador a fondo y desapareciendo del lugar.

    Con la sangre en mi cuerpo, con el corazón latiendo.


    Sintiéndome viva... Después de ver su agonía”



    ---

    mm... respondiendo a lo que menciona el post de pikadillo.
    en cuanto a ortografia solo dire de que claramente no es lo mio, y respecto a el constante cambio del tamaño de la letra devo a clarar que esta fuera de mi control... intente corregirlo varias veces pero continuaba kedando de la misma forma.
     

Comparte esta página

  1. This site uses cookies to help personalise content, tailor your experience and to keep you logged in if you register.
    By continuing to use this site, you are consenting to our use of cookies.
    Descartar aviso