Crónicas Paranormales. Cap # 1

Es otra tarde cualquiera en este pequeño pueblo, ya hace mucho que no se contempla un evento interesante por aquí, cada vez los días se hacen más largos y tediosos, pero la verdad, tengo la ligera sensación de que eso está a punto de cambiar, aunque ya he perdido las esperanzas sobre ello.
Mi nombre, es Shane harrys, un chico común de 16 años de edad, y desde que tengo uso de razón mi vida ha sido un total fastidio, aunque ya no recuerdo el porqué se ha vuelto tan aburrida. Creo que eso empezó cuando mis padres dejaron de prestarme atención, de niño nunca tuve la atención necesaria que los padres deben darle a sus hijos, o tal vez esta sea mi forma de ser, nunca he tenido una preferencia en particular por alguna actividad o algo similar; en fin, el caso es que mi vida sigue siendo un fracaso y no creo que haya algo para remediarlo.

CAP 1
Después de haber terminado el primer día de clases, voy saliendo de la escuela, tras haber tenido un día duro y me dirijo sin basilar hacia mi casa. Nunca me ha gustado llegar tarde a, así que al notar que el sol ya se estaba escondiendo, apresure el paso para llegar rápido. En el camino, siempre acostumbro a detenerme a apreciar una casa un poco deteriorada, en la cual vive una anciana, que suele salir a la misma hora a regar su jardín, mi presencia no parece molestarle, pero tampoco planeo quedarme ahí mucho tiempo, simplemente lo hago para ver su hermoso jardín. Luego de apreciar un rato más las flores, sigo mi recorrido hacia mi hogar. Al llegar, noto que la casa esta vacía, aunque ya sea normal que siempre lo este, mis padres trabajan prácticamente todo el día y no se preocupan en llegar temprano, pero ya no le doy mucha importancia. Voy hacia mi cuarto, que queda subiendo las escaleras, abro la puerta; tiro el morral en la cama, me quito los zapatos y finalmente me siento en frente de la computadora, para así prenderla y terminar mis deberes escolares. No soy muy apegado a eso de los chat electrónicos, por lo cual no poseo un correo o algo parecido. Ya al terminar mis deberes, bajo hacia la cocina para prepararme algo de cenar, con algo simple está bien, de esta manera decido prepararme un sándwich, algo que puedo llevarme a mi habitación sin hacer tanto esfuerzo y desastre. Termino de comer, lavo lo que ensucie, luego tomo un libro y me dedico a leer un rato, ya que no tengo nada que hacer. Termino de leer y me preparo para irme a dormir. Cada vez que me acuesto para entrar en sueño, suelo quedarme viendo el techo por un rato, como si estuviera esperando alguien, creo que mi niño interior aun espera a que mi madre venga a darle las buenas noches, pues si es eso, es un niño muy ingenuo. Ya después de tanto pensar y mirar hacia arriba, decido voltearme; cerrar los ojos y finalmente, me quede dormido.