Cortesía (Sanji)

Tema en 'One Piece' iniciado por Nami Roronoa, 23 Diciembre 2011.

  1.  
    Nami Roronoa

    Nami Roronoa The Gif Queen Game Master

    Sagitario
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    Escritora
    Título:
    Cortesía (Sanji)
    Clasificación:
    Para todas las edades
    Género:
    Amistad
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    1945
    Los ojos del rubio escanearon la pequeña habitación cuadrada rápidamente.

    A un lado se encontraba Usopp, visiblemente golpeado y derrotado, sus ropas ensangrentadas con sangre que seguramente emanaba de sus heridas. No muy lejos se encontraba Nami, presentaba unas heridas menores pero no era tan grave como el tirador. El problema era que estaba inconsciente, y en manos de ella.

    Ella, esa sí que era una verdadera bruja. Con su cabello rubia platinado, sus grandes ojos verdes aguamarina, su esbelta figura, su amplio busto y sus largas piernas, había hipnotizado al cocinero en tan sólo segundos. Había prácticamente saltado del barco a apreciar su belleza. La mujer aceptó sus cumplidos con una sonrisa, y lo invitó a acompañarla en una caminata.

    Había sido descuidado, había hablado más de la cuenta. Le había revelado a la mujer que era parte de la tripulación de Monkey D. Luffy. Hubo una sonrisa de malicia en ella que él dejó pasar al encontrarla hermosa. Ahora comprendía todo; ella sólo esperó para deshacerse de él y regresar al puerto. En el momento en que regresó al barco, las dos personas que debían cuidar al navío no estaban. Ni la bella Nami tomando sol en su igualmente bello bikini, ni el estúpido Usopp haciendo sus extraños experimentos. Ninguno de los dos estaba.

    —Para ser un pirata, eres bastante estúpido —comentó la mujer, acariciando la nívea piel de la navegante.

    —No la toques, Catherine —gruñó Sanji— Suponiendo que ese es tu verdadero nombre.

    —De hecho, lo es —sonrió ella— Soy una cazarrecompensas. No de las mejores, lo admito, pero me defiendo. Creo que sabes cual es la mejor arma de una chica.

    Le guiñó un ojo cómplice. En un pasado se habría derretido ante tal gesto. Ahora sólo podía insultarse a sí mismo por caer tan fácilmente en las manos de esa maldita.

    —Deja ir a Nami-san.

    —Oh, me temo que no puedo hacer eso —se negó Catherine— Verás, ella es la "gata ladrona" Nami, valuada en dieciseis millones de beris. No puedo dejar ir a una paga así cuando la veo, ¿verdad?

    Le dirigió una mirada de indiferencia a Usopp, que se había mantenido en silencio, aún consciente. Probablemente debido al dolor.

    —Puedes llevarte a ese. No tengo uso alguno para alguien sin una recompensa.

    —Sa... Sanji —musitó Usopp.

    —Imbécil, no hables. Sólo empeorarás tus heridas.

    —Sanji, tú... —continuó Usopp, sin hacerle caso. De alguna forma, logró ponerse de pie, parándose junto a Sanji— ¿Tú le dijiste a esta mujer quienes somos?

    Cuando su respuesta fue un tenso silencio, el tirador supo que se trataba de una respuesta afirmativa.

    La frívola risa de Catherine llenó la habitación cuando Usopp le lanzó un furioso golpe al cocinero. Éste lo recibió directo, sorprendido ante la reacción. Usopp se desplomó en sus brazos después de eso, manchando su traje con sangre.

    —¡Ja! ¡Que gran nakama que tienes! —rió Catherine— ¡Vienes a ayudarlo y te golpea! Aunque tiene un punto, técnicamente lo traicionaste...

    Ni siquiera las palabras de la mujer lo hicieron reaccionar. Seguía impresionado por el golpe de Usopp. No por su fuerza, apenas si le había dejado marca, no había dolido. El hecho mismo lo impresionó. Y las siguientes palabras lo golpearían más fuerte que cualquier cosa...

    —¿Qué clase de nakama... traiciona a los suyos así... —murmuró Usopp.

    Si quería decir algo más, no lo sabría, pues se desmayó en sus brazos. Apoyó el cuerpo del tirador en el suelo; aún respiraba. Sólo estaba inconsciente. Se quitó su ensangrentada chaqueta y la colocó sobre él. Tomó el cigarrillo que estaba en sus labios y lo aplastó contra el suelo. Dirigió una fría mirada a la cazarrecompensas.

    —Entrégame a Nami-san.

    —¿Por qué lo haría? —sonrió ella, burlona.

    —A cambio... llévame a mí —se ofreció él— Mi recompensa es de setenta y siete millones. Ganarás más que entregando a Nami-san.

    —Ahora, ¿por qué haría algo así? —dijo Catherine— ¿Por qué llevarme setenta y siete cuando puedo llevarme noventa y tres?

    Sacó una pequeña, pero filosa, cuchilla de entre sus pechos y la colocó contra el cachete izquierdo de la navegante. Un hilo de delicada sangre se deslizó desde el punto en que la hoja hizo contacto con ella.

    Eso fue más de lo que pudo tolerar. Se lanzó al ataque. Lanzó una patada al aire a milimetros de la cara de ella. Tal como había supuesto, sólo golpeó el aire; ella realizó un salto hacia atrás, esquivando el golpe. Lanzó a Nami sin delicadeza alguna a su derecha, donde su cara recibió el suelo sin misericordia alguna.

    —¡Maldita!

    Tras decir esas palabras, se tapó inmediatamente la boca. No importaba que fuese un monstruo, seguía siendo una mujer. No podía decir tales atrocidades, no era el estúpido espadachín después de todo. ¿Cómo se atrevía a...

    —Ja, eres más estúpido de lo que pensaba —rió Catherine, interrumpiendo sus pensamientos— Estoy a punto de matarte y vender a tus nakamas a los marines, ¿y tú te condenas por insultarme? Que estúpido.

    Una sonrisa maligna se formó en sus labios. Caminó tranquilamente hasta donde Sanji se encontraba parado; él le lanzaba miradas amenazadoras pero no se movía. Ella estaba en control, ya sabía que él no golpeaba a las mujeres. Y pretendía tomar ventaja de ese hecho.

    —¿Qué pasa, "pierna negra" Sanji? Creí que ibas a detenerme... —rió ella, acariciando el cabello que cubría su ojo izquierdo— ¿No vas a salvar a tus nakamas?

    —¡Seis Fleur!

    Seis brazos aparecieron en distintos puntos del cuerpo de la cazarrecompensas, impidiendo que se mueva. Dos de ellos estaban alrededor de su craneo, amenazando con arrancarlo del resto del cuerpo. Sanji reconoció esas encantadoras manos enseguida, y al darse vuelta comprobó que se trataba de la arqueóloga. Ella ingresó a la habitación con tranquilidad, seguida por un muy preocupado Chopper.

    —¡Usopp! —gritó el doctor al llegar junto al susodicho— ¡Esta bien, aún respira! ¡Pero esto es terrible! ¡Necesita tratamiento urgente!

    —Nami-chan... —murmuró Robin al inclinarse junto a la navegante. Ésta aún estaba inconsciente— Aún respira, no presenta muchas heridas, doctor-san. Deberíamos llevarlos al barco de inmediato.

    —¡Claro! —exclamó Chopper, transformándose en Heavy Point y cargando al tirador— Sanji, ¿puedes llevar a Nami?

    —¡Ja! ¿Aún confían en él? —se sorprendió Catherine. Los tres se dieron vuelta; se habían olvidado completamente de ella, que seguía paralizada por las manos de Robin— ¡Él fue quien me reveló a que tripulación pertenecen! ¡Él me dijo donde estaba su barco! ¡Sus nakamas estan en esa condición gracias a él!

    —¡E... eso es ridículo! ¡Sanji jamás haría algo como eso! —lo defendió el pequeño reno, volteándose hacia el chef esperanzado— ¿Verdad, Sanji?

    Sanji iba a contestar que era realmente una mentira, que no había hecho nada para provocarle tal sufrimiento a Nami y Usopp. Luego se encontró con la fría mirada de Robin, pendiente de su respuesta. No dejó de mirarla en ningún momento mientras respondía.

    —No Chopper... todo lo que dijo es cierto.

    —¿Vieron? ¡Lo admitió! —Catherine rió nuevamente, esta vez su risa fue menos femenina y más escalofriante— Pero cambiando de tema, no puedo creer mi suerte... ¡Nico Robin! ¡El demonio de Ohara valuado en ochenta millones de beri! ¡Serás mía, niña demonio!

    Robin le lanzó una mirada gélida que la petrificó. Se calló en el acto, la expresión en los ojos de Robin podría asustar al más valiente de los guerreros. No hubo ninguna duda cuando ella volvió a levantar sus manos y cerró sus puños.

    —¡Clutch!

    Las manos desaparecieron, permitiendo al cuerpo sin vida de la cazarrecompensas caer pesadamente de cara al suelo.

    Chopper seguía impresionado por todo lo que estaba pasando, por la reacción de Robin... pero no podía olvidar que sus nakamas necesitaban de sus habilidades. Tomó a Nami en sus brazos y abandonó la cabaña donde Catherine se había refugiado. No era muy lejos del puerto, pero tenía que apurarse. La condición de Usopp era crítica.

    Por su parte, el rubio tomó la chaqueta que había colocado sobre Usopp y que Chopper había dejado caer al levantarlo. Miró a la arqueóloga, que aún le daba la espalda. No decía nada, y su expresión tampoco debía revelar mucho más, después de todo era una experta en controlar sus emociones. Iba a abandonar la cabaña cuando ella se dio vuelta.

    —Estoy muy decepcionada de tí, cocinero-san —declaró Robin.

    Sanji sintió como si el mundo se hubiese acabado para él.


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    AN: ¡Y eso es todo por hoy!
    Bueno, aquí les traigo un nuevo proyecto. Este es un twoshot (¿quizás threeshot?) que gira alrededor de Sanji. Simplemente porque amo demasiado a ese cocinero. Y lo amo tanto que celebro este amor escribiendo angst y cosas así. ¿Seré masoquista?
    Bueno, hay una parte de mí que quiere que este fanfic sea SanRob, o en su defecto SanNa, pero una parte más grande de mí quiere que esto sea angst y amistad solamente. Aún no me decido (la última opción es la más probable) pero creí que debían saberlo. ¡Estén preparados!
    Me despido, agradeceré a quienes lean y comenten. ¡Nos vemos!
    Rocio
     
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  2.  
    Yumilight-Chan

    Yumilight-Chan Entusiasta

    Tauro
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    Escritora
    Apenas vi el nombre de Sanji entre paréntesis, deje de lado y olvide lo que iba a hacer xD... Tú sabes que amo a Sanji tanto como a ti (quizá más), me encanto y te juro que cuando iba terminando me imagine que Sanji por la pena no iba a volver al Going merry, Thousand Sunny o Sunny Go (cual sea ;D), pero eso se lo merece por ser un pervertido, me recordó mucho al fic que me pasaste :)... Estoy ansiosa por leer el próximo Shot, por mi parte preferiría que fuera un Three-Shot... En cuanto a al pareja, mi alma grita SanNa jeje!!.. Pero un angst estaría perfecto!!...
     
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  3.  
    SacriDH

    SacriDH Quieres que lo haga? Está bien pero... lo romperé

    Libra
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    O:! Sanji se metió en un lío… Bueno, como todos los hombres cuando nos metemos con mujeres xD
    Ja, pobre Nami, va a terminar negra pero no por el sol sino por lo moretones xD
    O:! Robin al rescate :3
    Ja, me gustó ^^ Pero fue cortito D: Además, se terminó en la mejor parte. Sin duda tiene que ser SanRo u.u O en todo caso angst. Pero está bueno, tiene futuro (siempre que escribas los próximos capis), aunque me gustaría que fueran más de dos o tres… ¡diez al menos! Je, pero no hay presión, escribe lo que querías escribir y ya. ¡Nos vemos en otra entrega, querida!
     
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  4.  
    TheBlacksmith

    TheBlacksmith Desafortunado con suerte

    Piscis
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    Escritor
    Lamento tardar en comentar, fue una historia muy interesante, lo que hizo Sanji es preocupante pero tarde o temprano lo perdonaran en cuanto a Usopp ha estado en peores condiciones (si aguanto lo de Arabasta aguanta esto) Robin da miedo O.OU aunque se entiende porque, tomando en cuenta que es buena controlando sus emociones en el momento en que no contenga su ira es bien peligrosa. En conclusion me gusto mucho y espero el proximo

    Frankling Benjamin fuera, paz
     
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