Corazones y secretos de amor y dolor

Tema en 'Fanfics Abandonados de Inuyasha Ranma y Rinne' iniciado por Rosekagome, 28 Febrero 2013.

  1.  
    Rosekagome

    Rosekagome Iniciado

    Libra
    Miembro desde:
    26 Mayo 2012
    Mensajes:
    19
    Pluma de
    Escritora
    Título:
    Corazones y secretos de amor y dolor
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    4
     
    Palabras:
    1721
    Capitulo 1 Mi ángel, amor y dolor.
    Inglaterra, 1808
    Cuando lo conocí mi mundo se abrió hacia el amor, cuando lo vi entrar por la puerta a lado de mi hermana, sus ojos color almíbar me hipnotizaron, su extraño color de cabello de una tonalidad plata como la luna , me fascino y me llevaba a creer que estaba viendo un ángel convertido en hombre, tal vez pensáis que el amor es el sentimiento más hermoso del mundo y estáis en lo correcto mas sin embargo solo es hermoso cuando es correspondido, nunca pensé que el amor lastimara tanto, solo tenía catorce años cuando vi a mi ángel, a mi sueño, a mi amor, el se acercaba a mí, me enseño a montar, conversaba conmigo hasta me conto el secreto de su familia, el cual no me importo en absoluto, pero todo lo que hacía nunca lo hacía por mi y al enterarme que el amaba a mi hermana mi corazón se rompió y en verdad sentí que desfallecía quería irme lejos de Londres, para olvidar este amor que me carcomía, le pedí a mi padre que me mandara con mi Tía Midoriko Cervantes a España con el pretexto de estudiar modales y buena conducta y él con tal de deshacerse de mí, accedió. Mi padre siempre prefirió a Kikyo, mi perfecta hermana mayor, la más hermosa, con su cabello largo negro como la noche, de piel hermosa blanca como la nieve, pero era tan mala conmigo desde pequeña me culpaba por todo y mi padre le creía, en verdad deseaba que mi madre viviera, ella era de origen japonés aunque no conozco mucho de su familia, era tan linda creo que mi existencia sería diferente o por lo menos mas fácil de llevar si ella no hubiera muerto.
    Me fui de Londres a Madrid, España, con la firme convicción de olvidarlo, la vez que me despidieron solo obtuve de él un adiós, ni siquiera un abrazo, puesto que mi hermana lo tomaba con posesión del brazo, mientras su mirada reflejaba triunfo y con ella me decía que el la prefirió a ella, no soporte mas esa escena y subí al coche que me llevaría al navío el cual me llevaría lejos de ahí, mi vida a trascurrido normal desde entonces, fui presentada en sociedad allá en Madrid donde obtuve un sinfín de propuestas de cortejo y de matrimonio las cuales decline, con la convicción de antes de intentar un cortejo olvidar a Inuyasha Taisho ese era su nombre ,o convencerme que estaba prohibido para mí y para eso tenía que regresar a Londres.
    Hoy ya hacen tres años desde entonces y regreso de España con el mismo dolor carcomiendo mi angustiado corazón, rechazo la idea de seguir así, este sufrimiento me hostiga aunque no tan afanoso tal vez por no verlo hace tanto, pero sé que cuando lo vuelva a ver será el fin de la poca cordura que me queda, debí de hacerle caso a mi tía Midoriko, debí aceptar alguno de mis múltiples pretendientes y casarme y no volver jamás para Londres, pero soy estúpida, y aquí voy de nuevo a verlo tal vez ya comprometido con Kikyo, espero ser lo suficientemente fuerte para soportarlo.
    Basta ya, me digo a mi misma debo ser fuerte, nadie me debe ver débil, debo regresar con la cabeza en alto, y así lo hago, al bajar del barco, tomo mis pertenencias y hay un coche esperándome para llevarme a casa, típico de mi padre ni siquiera se tomo la molestia de venir a recibirme, antes de subir siento que alguien me observa pero al voltear no veo nada y sigo mi camino y subo al coche.
    Londres no había cambiado mucho desde que me fui, sus extensos terrenos y mansiones llenan mis ojos, la catedral sigue intacta y el mercado aun se pone donde antes solía ponerse, al pararse el coche supe que habíamos llegado, arreglé un poco mi cabello ondulado, acomode mi broche color plata en forma de rosa que era mi favorito pues era una herencia de mi madre y a Kikyo le dejo uno en forma de orquídea acomode mi bello vestido verde olivo con incrustaciones de pedrería fina y un escote en v, que me regalo mi adorada tía Midoriko quien era la mejor tía que pude haber tenido, baje del coche y vi la majestuosa mansión Higurashi, el lugar donde viví la mayor parte de mi vida mas no mi hogar por qué no lo sentía así ni hoy ni nunca.
    El cochero bajo mis valijas, y me dirigí a la entrada toque la puerta y me abrió mi muy querida nana Kaede le di un abrazo muy efusivo, creo que ella es la única persona que extrañaba de la casa, fuimos a la sala a conversar porque sé que mi padre no estaba en casa a estas horas del día.
    Mi nana Kaede y yo empezamos a conversar y ella me empezó a preguntar de mi vida:
    —Hija estás enorme, y radiante cual flor de loto- dijo mi nana con una enorme sonrisa que yo correspondí.
    —no exageres nana Kaede en verdad que te extrañe, tu sí que subes mi autoestima—le dije con cariño.
    —ay mi niña yo no exagero solo digo lo que veo ya eres toda una mujer y esos vestidos elegantes te sientan de maravilla, aunque esperaba que cuando volvieras fueras una mujer casada, se que has tenido múltiples pretendientes, si te preguntas como me entere fue tu tía quien siempre me manda cartas contándome las cosas que tu no me contabas en las tuyas—me dijo mi nana en tono de reproche a lo que yo conteste:
    —Es que antes de decirte algo quería estar segura nana, no te enojes conmigo, además ninguno me gustaba como pretendiente—dije haciendo un puchero.
    Mi nana me sonrió y me dijo:
    —Mi niña no será porque sigues pensando en el joven Inuyasha—mi cara se desencajo, mi nana conocía bien mis sentimientos por Inuyasha, ya que se lo había contado antes de irme, pero pensé que no lo notaria pero yo debía negarlo y así lo hice.
    —como crees nana, yo ya no pienso en el—lo ultimo dicho me salió en un susurro, sabía que mi nana no me creería esa mentira y así fue.
    —oh mi niña vamos sabes que te conozco como la palma de mi mano y desde que tu madre la señora Rose murió he cuidado de ti y de tu hermana, pero confieso que tu eres mi consentida, así que no me engañas—me dijo acercándose a mí y dándome un abrazo, no le respondí nada ya que no había necesidad pero ella me soltó de golpe algo que ya esperaba oír pero no lo quería hacer.
    —Tu hermana Kikyo se va a casar—mi alma se quebró en mil pedazos, sabía con quien se casaría con mi voz dolida le pregunte a mí nana:
    — ¿Cuándo?
    —En dos meses—me dijo aun abrazándome— ¿no preguntas con quien? —me dijo con un tono que no supe distinguir en el momento.
    — (Para que si ya me lo imagino) —pensé— ¿con quien se casa Kikyo, Kaede? —la cuestione alzando mi vista apunto de las lagrimas.
    —se casa con—hizo una pausa—Lord Naraku Onigumo—la mire sorprendida y ella me dio una sonrisa.
    —pero como nana no entiendo Kikyo era pretendida por Lord Inuyasha, como es posible yo—me quede pensativa.
    Y le pregunte:
    — ¿Qué sucedió, yo veía como Lord Inuyasha la miraba creía firmemente que se casarían, que paso? —dije perturbada con mi corazón latiendo e impaciente por escuchar su respuesta.
    —En eso tienes razón Kagome, pero según se, él no fue el que dejo el cortejo si no que ella lo rechazo cuando ese Lord Naraku se presento en una reunión de sociedad que hizo el conde Bankotsu Miranda donde estaban invitados por supuesto tu padre y hermana, tu padre lo un invito a comer al día siguiente para hablar de negocios y ese tal Naraku pidió su permiso para cortejar a tu hermana, tu padre no se negó y no sé que mas sucedió—dijo mi nana y suspiro.
    —mi padre permitió que Kikyo fuera cortejada por dos hombres a la vez, eso me parece de lo más bajo, lo que más me extraña es que Kikyo y Lord Inuyasha tardaran tanto en cortejarse y que no se prometieran, hace tres años que me fui y mi hermana ya estaba en edad casadera—dije demasiado pensativa pero con una llama en mi corazón que se encendía.
    —si es de lo más raro, siempre me lo he preguntado pero eso solo ellos lo sabrán, ahora es hora de que descanses mi niña debes estar agotada, antes de que llegaras mande a arreglar tu pieza y ahora mandare a que te preparen un baño antes de que llegue tu padre y Kikyo—dijo mi nana acariciando mi cabello.
    —por cierto, nana, ¿Donde se encuentra Kikyo? —dije cuestionando a mi nodriza.
    —Debe de estar en la boutique, donde más podría estar—me dijo en tono de burla.
    —Bueno subiré a mi habitación a descansar—dije en tono cansado.
    —sube hija en un momento te preparare el baño—me dijo a lo cual le conteste con un beso en la mejilla.
    Empecé a subir las escaleras agarrándome del los barandales, mi casa seguía como la recordaba, grande y espaciosa con exquisitos muebles tallados a mano y cuadros de reconocidos pintores, al llegar a mi cuarto me dirigí a la ventana y la abrí para salir al balcón, dure unos minutos y regrese a la habitación y me recosté en el diván.
    Me quede pensando en lo que me conto mi nana Kaede, Lord Inuyasha, mi ángel no se había casado con mi hermana ni se había comprometido con ella, pero detuve mis pensamientos no me debía ilusionar con el ya he sufrido demasiado con este amor, me levante del diván y me acosté en la cama donde caí en un profundo sueño.



    CONTINUARA............
    ESPERO QUE LES GUSTE....
    SALUDOS
     
    • Me gusta Me gusta x 4
  2.  
    Rosekagome

    Rosekagome Iniciado

    Libra
    Miembro desde:
    26 Mayo 2012
    Mensajes:
    19
    Pluma de
    Escritora
    Título:
    Corazones y secretos de amor y dolor
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    4
     
    Palabras:
    1857
    Capitulo 2
    La obsesión por ella.
    POV Inuyasha







    ¿Quién soy yo?, ahora ni yo mismo lo sé, me encuentro alcoholizado prácticamente me he vuelto un vago sin oficio ni beneficio, la obsesión por esa mujer me ha llevado a desconocerme a mí mismo a querer utilizar todo lo que pueda para tenerla a mi lado, la obsesión que tengo por Kikyo Higurashi es más fuerte que el amor y hasta que mis principios, y aun así no me sirvió de nada ya que la muy maldita me dejo por otro más adinerado y poderoso que yo, no era que yo fuese pobre ni mucho menos, cuento con una cuantiosa fortuna heredada por mi padre el Duque Inu no Taisho, pero la cual fue dividida entre mi hermana Sango Taisho quien vivía en España aunque acababa de llegar a casa , mi medio hermano Sesshomaru Taisho de quien no sabíamos nada desde la muerte de nuestro padre y yo. Sesshomaru fue el hijo del primer matrimonio de mi finado padre, el cual enviudo cuando Sesshomaru tenía nueve años, claro que en tiempo humano serian unos cincuenta años, si soy un demonio al igual que toda mi familia, tal como los de la antigua época feudal, esos que contaban los ermitaños que se habían extinto, pero no es así solo nos escondimos y estamos desperdigados por el mundo, ya que sabemos que nuestra era ya se acabo y empezó la de los seres humanos, nos acoplamos a la vida humana fácilmente y pasamos desapercibidos mi hermana Sango y yo tenemos más de cien años y Sesshomaru creo que le toco vivir en la época feudal fue ahí donde su madre Irazue creo que así se llamaba murió en un combate con un poderoso demonio y después de un siglo por decirlo así mi padre se caso con mi madre Izayoi también una demonio, nadie sabía de nuestro secreto mejor guardado hasta que conocí a Kikyo, cuando la vi por primera vez accidentalmente en el rio, mientras se zambullía en el agua, sus hermosas hebras negras se pegaban a su piel húmeda y tersa, sus ojos negros como la misma noche hipnotizaron mi razón y mi cordura, sus hermosas curvas me invitaron al deseo y a la lujuria, recuerdo como si fuera ayer ese día.


    … Flash back…


    Cabalgaba por el campo abierto siempre me gusto montar bajo el incesante sol, solo que por un momento sentí que mi caballo necesitaba tomar un poco de líquidos, sabía muy bien que cerca había un rio y me adentre a buscarlo, pero cuando llegue al lugar, me encontré con una mujer hermosa como una ninfa bañándose en las claras aguas del rio, su cuerpo era como el de una diosa hecha mujer, su belleza era fría pero igual de bella que el hielo, me escondí detrás de un árbol para verla, al mirarla levantar su anatomía fue sentir el deseo fluir por todo su cuerpo, y supe que quería a esa mujer para mi, sin querer pise una ramas que la hicieron percatarse de mi presencia, ella volteo tapando sus pechos pero sin bajar su anatomía hacia el agua para cubrirla de mis ojos, ella inmediatamente me hablo.


    — ¿Quién eres? ¿Por qué me espiabas? — dijo en un tono tan sensual que la mismísima afrodita la envidiaría.

    Yo no podía articular palabra, todo de ella me deslumbro, ella empezó a morderse el labio inferior tentativamente, inmediatamente me excite con solo ese movimiento y por fin pude articular palabra.


    —yo no la espiaba mi lady solo pasaba por aquí —conteste muy anonadado por su belleza y también por su falta de vergüenza al mostrarme su perfecta figura.


    — ¿Cuál es su nombre caballero? —pregunto con voz seductora.


    — Inuyasha, Inuyasha Taisho—dije acercándome a ella, cuando de repente me jalo hacia ella y me dio un apasionado beso que yo correspondí con más pasión, no pude controlar mis instintos y toque cada parte de su cuerpo quería marcarla como mía.

    Le hice el amor ese día como un salvaje.


    —eres mía, solo mía—inquirí besando sus hombros—ahora dime ¿cómo te llamas, aún no me lo has dicho?


    —Mi nombre es Kikyo Higurashi cariño— me contesto arrastrando la última palabra con erotismo.


    —Entonces mi lady creo que tendré que pedir su mano al Señor Higurashi—dije seguro de mi mismo.

    Ella inmediatamente me contesto— ¡no!, porque sería extremadamente sospechoso que pidieras mi mano en matrimonio sin cortejarme, será mejor que te ganes la amistad de mi padre primero y después pidas cortejarme y después de un tiempo nos casemos—expuso Kikyo con seguridad mientras mordía mis labios.


    —De acuerdo será como tú digas—le dije mientras acariciaba su espalda.



    …Fin de Flash back…..


    Debí de haber dicho que ella había sido mía, para casarnos inmediatamente pero me contuve por su reputación, cuál fue mi pago que en un mes que salí de viaje de negocios se comprometiera con otro sin siquiera pensar en mi, ni ella ni su padre. Y lo peor de todo es que me amenazo con que si intentaba hacer algo para evitar su boda le diría al pueblo entero que yo era un demonio y que tenía pruebas, fui un idiota al decirle mis orígenes ella no merecía mi confianza aunque no fue a la única que se lo dije, también se lo dije a su hermana menor Kagome, aun la recuerdo, recuerdo cuando le enseñe a montar, era una niña hermosa por dentro y por fuera se gano mi confianza y mi cariño a pesar de que mis intenciones eran solo ganármela al igual que su padre para obtener la mano de Kikyo más fácilmente, esa niña se gano un espacio en mi corazón, le dije mi secreto y le hice prometer que no diría nada y hasta ahora lo ha cumplido, recuerdo cuando se fue, Kikyo no me dejo ni siquiera darle un abrazo de despedida me dijo que si se me ocurría me abandonaría, nunca entendí porque era así con Kagome, pero ahora me arrepiento de haberle hecho caso, debí despedirme de ella, desearle suerte, pero mi necesidad de tener a Kikyo me hizo su fiel esclavo y sirviente, quisiera poder vengarme de ella, esperó tener una forma de hacerlo, ahora estoy a altas horas del día, apenas saliendo del bar donde pase la noche totalmente ebrio, voy en dirección a mi casa y me toca pasar por el puerto, veo hacia el barco que acaba de llegar, cuando poso mis ojos ahí, veo a una criatura hermosa de bellos cabellos castaños que caen ondulados en sus hombros, un cuerpo exquisito, pero un rostro con una combinación entre niña y mujer que me causa un deseo de protección, la veo caminar con su vestido color verde olivo, con porte y distinción, las sigo con la mirada hasta que miro el coche con la insignia de los Higurashi, entonces me doy cuenta de quién era esa bella y angelical criatura, era Kagome la dulce niña que se fue hace tres años, de pronto veo que voltea hacia mi dirección y yo me escondo, entonces ella se sube hacia el carruaje y se va, no puede dejar de mirar el carruaje, Kagome se había puesto tan bella pero no la misma belleza de Kikyo que era fría sino una belleza cálida que ilumina, tendría que ir a saludarla y pedirle disculpas por no despedirme como era debido y aparte aprovecharía para ver a Kikyo y molestarla con mi presencia, me fui con dirección a mi casa, al llegar y entrar a mi hogar me encontré con la mirada recriminatoria de mi hermana.


    —Inuyasha ¿porque te haces esto, porque nos haces esto?, deja tu obsesión por esa mujer que te va a destruir, mi madre está preocupada por ti hermano y yo también, desde que llegue de España he visto como desperdicias tu vida—me dice mi hermana Sango tomando mi mano—antes si admito que ibas y te divertías pero no llegabas ebrio todo los días y mucho menos no llegabas a dormir—me dijo con voz angustiosa.
    Yo inmediatamente solté su agarre y le conteste:


    —no tengo tiempo para tus sermones Sango, ya me has regañado lo suficiente desde que te confesé que le había dicho a Kikyo la verdad de lo que somos, mejor háblale a Ayumi y dile que me prepare un baño que voy a salir—le dije a mi hermana.

    —pero si acabas de llegar, ¿a dónde vas ahora? no me digas que a otro bar de mala muerte—me expreso Sango con las manos sobre su cintura.

    —No te preocupes querida hermanita, voy a hacer una visita de cortesía a la muy
    querida familia Higurashi—dije con sarcasmo.


    —Por dios, no vayas a armar un escándalo Inuyasha, por favor, ya te has sobajado demasiado y esa Kikyo no merece que le sigas rogando—inquirió mi hermana en tono serio.


    — ¿Quién te dijo que voy a ver a Kikyo? —le conteste rápidamente con una media sonrisa en mi rostro.


    —ha no, entonces ¿Qué demonios vas a hacer en esa casa? —dijo ya enojándose.


    —Voy a visitar a la hermana de Kikyo que acaba de llegar—dije mientras me sentaba en el recibidor y me quitaba los zapatos.


    — ¿Kagome regresó ya? —pregunto mi hermana a lo cual me sorprendí.


    — Si y tu ¿De dónde conoces a Kagome? Tú no estabas aquí cuando conocí a Kikyo—pregunte curioso volteándola a ver.


    —En España, en donde mas, era y es mi mejor amiga en el colegio de señoritas, ella no sabe que soy tu hermana, me dijo que volvería pero no pensé que tan pronto, la verdad pensé que primero se casaría con uno de sus pretendientes pero lo que debería preguntar es que pretendes tu con visitarla —me dijo dudosa.


    —Nada solo saludarle y disculparme por no despedirme de ella cuando se fue—dije de lo más normal posible, cuando mi hermana me tomo de la camisa.


    —Solo te advierto algo Inuyasha soy tu hermana pero no consentiré que lastimes a Kagome de ninguna forma ni que la utilices para vengarte de Kikyo, ella es la hermana que nunca tuve y si le haces daño me encargare de hacértelo pagar—me dijo amenazante y soltándome después de su agarre.


    —No tengo intensiones de hacerlo, así que no te preocupes—exprese confundido por la reacción de mi hermana.


    —bien ya que quedo claro ahorita te mando a Ayumi para que aliste tu baño y me retiro tal vez también visite a Kagome mas tarde— me dijo sin más.



    Subí a mi habitación aun pensando en las palabras de Sango, ¿vengarme? Eso era lo que yo quería, pero ¿sería capaz de hacerle daño a Kagome para vengarme de Kikyo? No sabía que era más fuerte mis ganas de venganza y de recuperar lo que me pertenecía, porque Kikyo me pertenecía, o el cariño y aprecio que sentía por Kagome.



    Continuara …
    Gracias por leerme espero que les gustara la continuación dejen sus comentarios
     
    • Me gusta Me gusta x 3
  3.  
    Rosekagome

    Rosekagome Iniciado

    Libra
    Miembro desde:
    26 Mayo 2012
    Mensajes:
    19
    Pluma de
    Escritora
    Título:
    Corazones y secretos de amor y dolor
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    4
     
    Palabras:
    1660
    Capitulo 3



    El reencuentro con Kikyo






    Kagome despertó de su letargo, se había quedado dormida alrededor de una hora, se levanto de su cama para dirigirse al cuarto de baño donde una persona de la servidumbre le preparaba la tina.


    —Mi lady está listo su baño no se le ofrece nada mas—dijo la mujer del servicio.


    —No, nada mas puedes retirarte pero no sin antes decirme tu nombre, ya que no te he visto antes supongo que eres nueva—inquirió Kagome mientras se quitaba el broche del cabello y lo ponía en el joyero.


    —así es mi lady, discúlpeme no haberme presentado antes mi nombre es Yura Jamura y estoy a sus servicios mi lady—hizo una reverencia un poco exagerada pero Kagome le hizo una señal con su mano para que se levantara.


    —No me gustan esas formalidades Yura, no soy una reina para que se me haga tanta pleitesía, conmigo no seas tan formal, como sabrás por mi nana Kaede soy Kagome, me da gusto conocerte—expreso Kagome con una sonrisa extendiendo la mano.


    —Mucho gusto señorita—dijo aun con dudas de tomar su mano, pero la estrecho—solo que creo que no es correcto que yo salude a los señores así—dijo apenada.


    — ¿Quién te ha dicho que no es correcto? —pregunto Kagome a Yura.

    "Yo" le respondió una voz desde la puerta de la habitación, Kagome dirigió la mirada hacia allá, y se encontró con su hermana Kikyo vestida con un atuendo demasiado provocativo, un vestido blanco con un escote muy pronunciado, era elegante sin duda, de una de los mejores diseñadores de Londres pero demasiado incitante, su cabello estaba recogido en un molote con risos que caían sobre sus hombros y un labial rojo muy llamativo Kikyo la miraba como quien miraba un bicho de lo más nefasto y entro a la habitación caminando con extrema sensualidad.


    —Valla hermana por lo que veo no ha cambiado tu mal gusto de tratar a la servidumbre como tu igual, los años en Barcelona fueron Inútiles según veo—dijo con un tono acido en su voz.

    —Ah sí claro hermana a mí también me da gusto verte —dice Kagome con sarcasmo.


    —Retírate Yura, quiero darle la bienvenida a mi querida hermana—dijo Kikyo de manera despectiva.
    La criada se estremeció, dio una reverencia hacia Kikyo y se fue apresuradamente de la habitación.


    —No tienes porque tratar así a la servidumbre Kikyo, son personas que no porque no tengan dinero o posición eso las haga menos—dijo Kagome mirando el espejo de su tocador.


    —eso opinas tu hermanita—inquirió de manera desdeñosa—pero yo opino que la servidumbre no se debe agrupar ni pensar que es igual a la nobleza, pero bueno, que bueno que regresaste hermanita para que presencies mi boda con un hombre importante algo que tu jamás podrás lograr—dijo Kikyo con aires de grandeza.


    —Kikyo si solo has venido a molestar es mejor que te vayas, nunca he entendido la razón de tu odio hacia mí pero ahora ya no me importa—menciono kagome sin mirar a Kikyo.


    —Yo no te odio hermanita, claro que no, te quiero, pero no soporto tu estupidez y tu cara de niña buena que no te queda nada—dijo en tono humillante—Sin embargo no me agradaba nada la forma como mirabas a mi exprometido, si recuerdas a Inuyasha, cierto.
    Kagome se estremeció al escuchar ese nombre.

    —No sé a qué te refieres Kikyo—expreso kagome.


    —por dios Kagome te haces la ingenua ahora, sabes te escuche hablar con Kaede antes de irte a Barcelona de tu gran amor por Inuyasha, por eso mantuve a Inuyasha a mi lado pero cuando encontré otro hombre que me pudiera ofrecer más que él, lo vote —Kikyo jalo del brazo a Kagome bruscamente para que la mirara—pero te aseguro algo en el momento que yo le diga a Inuyasha que regrese a mi lado lo hará, porque él me ama, así que te ahorro sufrimiento hermanita no te acerques a él, ya que solo con tronar mis dedos el vendrá a mí, bueno eso era todo lo que quería decirte, ah y bienvenida.

    Kikyo salió de la habitación, solo había entrado para causar malestar a Kagome y vaya que lo había logrado.

    —Kikyo tiene razón, Inuyasha siempre la amara y eso aunque me duela debo de aceptarlo y no hacerme ilusiones con el—expreso para sí misma Kagome.


    Entonces se desvistió y se metió a la tina, mientras se enjabonaba su hermosa piel cremosa, pensaba el porqué del odio de Kikyo hacia ella, jamás había hecho algo, y si, era cierto que amaba a Inuyasha pero eso empezó cuando era una niña y no representaba ningún peligro para su relación, a parte jamás hubiera intervenido por el simple hecho de que sabia los sentimientos de Inuyasha hacia su hermana, además Kikyo siempre la había tratado mal desde que tenía memoria suficiente, así que lo de Inuyasha no era el motivo de tal odio, en momentos llego a pensar que ella era mala por eso Kikyo no la quería, pero tal vez era lo contrario, la malvada era Kikyo.


    Salió de la tina, aun pensando en el error de volver a Londres, debió de haberse quedado allá, en España, pero sus ganas de verlo por lo menos una vez más le ganaron, tomo la toalla, seco su cuerpo y su cabello, ya anteriormente había sacado un vestido color azul rey, con pedrería fina, era de corte delicado, su escote era en u, un poco provocador sin llegar a lo vulgar, era de delicada seda fina, iba a ponérselo, cuando alguien toco la puerta.


    —Mi niña puedo pasar—dijo la reconocible voz de Kaede.
    Kagome tomo una bata para cubrirse.


    —Adelante nana—contesto kagome a lo cual la señora entro a la habitación.
    —Venia a ver si no se te ofrecía nada, como veo que no traes dama de compañía, pensé que necesitarías ayuda con el corsé—inquirió Kaede.


    —Muy cierto nana, necesito tu ayuda para ponerme el corsé y para que me consigas una dama de compañía no creo que se vea bien que ande sola por las calles—expreso Kagome quitándose la bata y colocando el corsé para que Kaede lo amarrara.


    —si es lo más conveniente, pero se me hace extraño que no tengas dama de compañía mi niña sabiendo cómo es tu tía, apegadísima a las reglas—decía Kaede mientras seguía ajustando el corsé.


    —si lo sé es que allá me acompañaba su dama de compañía a donde fuera, y como no salía demasiado no había mucho problema, pero Londres es diferente así que nana te agradecería mucho que me buscaras una dama de compañía—le dijo la muchacha a Kaede.

    —Sabes que con gusto lo hare mi niña, ahora vamos al punto que te quiero preguntar, ¿vino Kikyo a molestarte? —Kagome puso cara de enojo—por tu cara veo que sí.

    —siempre me he preguntado nana, porque Kikyo me odia jamás le he hecho nada, ella siempre lo ha tenido todo, la atención de papa, los regalos y hasta el amor de Inuyasha, no entiendo su resentimiento hacia mi—expreso Kagome mientras se colocaba la ropa interior y su vestido.


    —No lo sé Kagome, Kikyo siempre será un enigma para mi, siempre, bueno te dejo mi niña daré las indicaciones para que preparen la comida, no tarda en llegar tu padre—dijo Kaede.


    —si nana ve, no te quito tu tiempo enseguida bajo, ya que me peine—dijo Kagome a su dulce nana.
    Kaede salió de la habitación, y kagome empezó a peinar su sedoso cabello castaño frente al espejo, acomodó el broche que era regalo de su madre en su pelo, y se puso un poco de maquillaje, en verdad parecía un ángel, que irradiaba inocencia pero una belleza prodigiosa.




    Mientras tanto Inuyasha salía de su baño, cubría su musculosa anatomía con un distinguido traje negro, que resaltaba sus fabulosos ojos dorados, su cabello recogido en una coleta baja le daban un aspecto misterioso, en si siempre había sido un galán conquistador, pero ahora se había esmerado.
    Salió de su habitación rumbo a las escaleras cuando escucho la voz de alguien y volteo.


    —Inuyasha, hijo vas a salir de nuevo—dijo su madre a Inuyasha.

    Inuyasha retrocedió y tomo la mano de Izayoi para besarla.

    —si madre saldré a visitar a alguien—le dijo en tono sereno.

    —seguro que no iras a algún bar, por favor hijo me tienes preocupada—expreso en tono intranquilo.

    —No madre, ya no te preocupes, evitare hacer tantas estupideces y no iré a un bar por lo menos hoy no, si me disculpas tengo prisa madre—dijo Inuyasha besándole la frente a su madre, después corrió hacia la salida.

    —Eso espero hijo, eso espero—dijo Izayoi para si misma.

    Inuyasha no tardo mucho en llegar a la mansión Higurashi, quedaba muy cerca de su residencia, al llegar toco con seguridad la puerta y al tercer toque la puerta se abrió mostrando a una Kaede sorprendida por su visita.

    —Lord Inuyasha, ¿qué hace usted aquí?—pregunto la mujer.


    —No te preocupes Kaede no vengo a armar ningún alboroto, solo vengo a saludar a Kagome, supe que
    volvió y en verdad me gustaría saludarla—dijo en tono muy sereno.


    —De acuerdo, no se me ha dicho nada de no permitirle el paso así que, pase—le dio el paso.


    —le avisare a mi niña Kagome que ha venido a visitarla—expreso Kaede no muy convencida.


    —te lo agradeceré mucho Kaede—dijo Inuyasha mientras esperaba en la antesala.
    Kaede empezó a subir las escaleras mientras pensaba:





    Esto está mal, no se para que ha venido Lord Inuyasha, pero tengo el presentimiento que algo malo va a pasar y que la más afectada será mi pequeña kagome.









    Continuara…Espero que halla sido de su agrado, si fue así déjenme un comentario o un me gusta espero actualizar pronto
    saludos
     
    • Me gusta Me gusta x 5
  4.  
    Rosekagome

    Rosekagome Iniciado

    Libra
    Miembro desde:
    26 Mayo 2012
    Mensajes:
    19
    Pluma de
    Escritora
    Título:
    Corazones y secretos de amor y dolor
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    4
     
    Palabras:
    1467
    Capitulo 4


    El encuentro con Inuyasha: Utilizada de nuevo



    Kagome se terminaba de arreglar en su habitación para después bajar a merendar, arregló su cabello con un divino tocado que dejaba caer sus hermosos rizos coquetamente y su broche lo coloco en un mechón de su pelo porque siempre lo llevaba con ella en recuerdo de su madre, de repente tocaron la puerta de su habitación, ella se levanto del tocador y abrió.
    Se encontró con una Kaede rara por no decirlo de otra manera, tenía una cara con una extraña mueca que Kagome no sabía explicar ni definir lo que le causaba esa incomodidad a su nana.

    —Nana ¿Qué sucede porque traes esa cara?, acaso Kikyo hizo algo—pregunto Kagome un poco inquieta.

    —No mi niña, no es eso, lo que pasa es que tienes visitas—expreso Kaede no muy convencida.

    — ¿Una visita? Quien me podría visitar a mí, oh tal vez sea Eri o Sakura que por fin se acordaron de una amiga, aunque como sabrían que llegue, no, no pueden ser ellas—puso su mano en el mentón con cara pensativa —tal vez sea Reí y vino para pagarme el dinero que le preste cuando era niña—cambio su cara a una muy sonriente y empezó a reír por su comentario pero al voltear con si nana miro que ella sonreía pero seguía preocupada como si algo le molestara.

    —Mi niña no son ninguna de esas personas—suspiro—no sé como reaccionaras cuando te diga quien vino a verte.
    Kagome quito la sonrisa, frunció el ceño y miro a su nana con dudas.

    —Nana habla de una vez que me estas poniendo nerviosa—dijo Kagome.

    —Pues mi niña quien ha venido a verte es el joven Inuyasha— le soltó de una Kaede.

    Kagome rápidamente se sentó en la cama de la sorpresa abriendo los ojos exageradamente, Inuyasha estaba ahí y había ido a visitarla a ella, no sabía cómo reaccionar, hace tiempo que no miraba a su ángel y esperaba no verlo en mucho tiempo por lo sucedido con Kikyo, pero ahí estaba y había venido a saludarla.

    —Mi niña Kagome ¿te encuentras bien?—le pregunto su nana a Kagome haciéndola reaccionar de su estupor.

    —eh, si nana estoy bien no te preocupes, solo es que me sorprendí, no sé como supo que llegue de España—dijo aun pensativa.

    —En verdad no se que hace lord Inuyasha aquí, es demasiado imprudente para venir aquí después del escándalo que vino armar la anterior vez que visito esta casa—Kaede cuando se dio cuenta de lo que dijo se tapo la boca, por momentos olvidaba los sentimientos que profesaba Kagome por el lord.

    — ¿Escándalo? —pregunto Kagome intrigada.

    —Sera mejor que no te platique mas sobre eso, no lo debí ni siquiera mencionar—se expreso arrepentida.

    —Se que no quieres dañarme nana, pero tengo que acostumbrarme al dolor, me imagino que armo un escándalo por causa de Kikyo—dijo dolida.

    —Así es, el joven llego alcoholizado gritando sandeces al por mayor tirando cosas de la casa, quiso golpear Lord Naraku pero este lo ignoro, llamo a los guardias y este con una fuerza sorprendente los golpeo a todos, su amigo fue el único que pudo detenerlo, el joven Inuyasha es muy fuerte—expreso Kaede rememorando ese día.
    "si supieras Kaede que Inuyasha es un demonio no te sorprendería su fuerza" pensó Kagome.

    —Nana, dile a Inuyasha que ahora bajo—dijo Kagome nerviosa cambiando de tema.

    — ¿Estás segura Kagome? —dijo intranquilizada su nana.

    —Si nana ve y dile que en un instante bajo que me espere un momento—dijo seria Kagome.
    Kaede salió de la habitación suspirando queriendo que no pasara nada malo y que su presentimiento solo se quedara en eso, bajo por las escaleras, y miro como Inuyasha volteaba a verla.

    —Ella dijo que bajara en unos instantes tome asiento — dijo señalando el sillón que estaba en la estancia — le puedo ofrecer algo lord Inuyasha—dijo Kaede aun incomoda por la presencia del lord algo que no paso desapercibido por Inuyasha.

    —No, gracias Kaede—expreso Inuyasha.

    —De acuerdo ahora me retiro deben de esperarme en la cocina para dar instrucciones para la merienda, con permiso—Kaede se disponía a retirarse cuando escucho hablar a Inuyasha.

    —Kaede me gustaría disculparme sé que no me tiene agrado y tiene razón la última vez que vine estaba alterado me disculpo por ello pero creo que usted me entiende y entiende mis razones—expreso Inuyasha serio.

    —No tiene que disculparse yo no lo juzgo, no soy quien para hacerlo pero solo le digo algo, no se atreva a lastimar a mi niña Kagome por que se arrepentirá—diciendo eso Kaede salió de la estancia hacia la cocina.

    Inuyasha estaba pensativo era la segunda persona que le decía que no lastimara a Kagome y que lo amenazaba por ello, en si él no quería hacerle daño a Kagome por lo menos conscientemente hablando, le tenía demasiado aprecio, pero quería a Kikyo de vuelta no sabía qué hacer ni que pensar, entendía muy bien lo que había hecho Kikyo y que era una mujer que no valía la pena pero estaba obsesionado y no lo podía evitar, se sentó en el sillón y toco su frente, cuando de repente escucho unos pasos bajando la escalera se levanto inmediatamente y miro a un bello ángel bajar delicadamente por la escalinata, vestía un bello vestido azul pegado a su cuerpo que dejaba ver su bien torneada figura, su bello rosto era enmarcado por unos delicados mechones de cabello rizados y sus ojos irradiaban luz propia.
    Kagome por su parte estaba tan nerviosa y sentía sus piernas flaquear de solo mirar a Inuyasha que estaba parado observando cómo bajaba, si antes sabía que no lo había olvidado ahora lo comprobaba pero no debía profesar esas emociones puesto que el no sentía lo mismo, el seguía amando a Kikyo y ella no quería sufrir más de lo que ya sufría por él, terminando de bajar las escaleras con sumo cuidado se dirigió hacia Inuyasha fingiendo una seguridad que a leguas no tenia.
    Él no podía dejar de verla había cambiado tanto físicamente no era más la niña a la cual enseño a montar, esa niña a la cual le conto su secreto mejor guardado, no, ahora era una mujer atractiva con hermosa figura lo único que conservaba de esa pequeña era su rostro infantil, cuando la tuvo enfrente tomo delicadamente su mano se inclino hacia ella y beso sus nudillos.

    —Lady Kagome, es un gusto volver a verle—expreso Inuyasha en tono amable y dejo de inclinarse—se que no me despedí como era debido cuando se fue a Barcelona y me disculpo por ello.
    Al recordar ese momento Kagome sintió un nudo en el estomago, aun sentía el dolor de ese día pero fingió indiferencia.

    —No se preocupe lord Inuyasha, eso quedo en el pasado, lo único que se me hace incomodo es hablarnos de usted estando solos, no creo que sea necesaria tanta formalidad—dijo Kagome seria,
    Inuyasha asintió —creo que tienes razón, después de todo somos amigos, o por lo menos yo te considero una amiga, después de contarte mi secreto mejor guardado y que tu no contaras nada te has ganado mi confianza absoluta—expreso muy seguro y con una mirada agradecida.
    Kagome se sonrojo.

    —Creo que no me quedaba de otra, si no mal recuerdo tú me amenazaste de muerte si decía algo—expreso sonriendo mientras caminaban ambos hacia la estancia a sentarse.
    Inuyasha la observo mientras ella se sentaba y le sonreía, era muy bonita.

    —Solo lo dije de broma Kagome, yo sería incapaz de intentar siquiera dañarte—le dijo en tono dulce eso le extraño hasta a él.
    Kagome se puso seria y nerviosa porque tenía que decirle esas cosas, sabía que se lo decía como amiga o hasta como hermana, pero ella lo amaba, fingió una sonrisa y le miro.

    —lo sé…—le contesto, iba a continuar cuando escucho otra voz que les era tan conocida a ambos.

    —Valla, valla se han reunido los amigos a charlar, que conmovedor, estupendo el pretexto para venir Inuyasha, saludar a mi hermana, muy conveniente —solto Kikyo con veneno.
    Kagome se sintió muy mal, ¿acaso Inuyasha la usaba como pretexto para ver a Kikyo?, como no lo imagino antes, solo de ver la mirada que le dio Inuyasha a Kikyo se dio cuenta que otra vez la estaba utilizando pero no demostraría flaqueza ante ellos.

    Mientras Kikyo miraba a ambos, principalmente a Kagome y se regodeaba mentalmente de su triunfo de hacerla sentir mal y poca cosa.

    Continuara…
    Hola amigos, aquí les traigo la continuación, mis disculpas por tardarme pero más vale tarde que nunca, les agradezco sus comentarios , me hacen muy feliz síganlo haciendo, los quiero mucho, espero poder publicar pronto.
    Saludos.
     
    • Me gusta Me gusta x 1
  5.  
    Kai

    Kai Usuario VIP

    Géminis
    Miembro desde:
    10 Abril 2010
    Mensajes:
    2,466
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Primero, no estamos ciegos, con una letra de tamaño cuatro acá, o georgia 12 en word es suficiente para poder ver lo que se escribe, lo edité. Que no se repita, lo mismo va con la letra negrita.

    Y, cuida demasiado el trabajar como Kikyô, el hacerla quedar como la mala del cuento NO se permite. Si el personaje no te agrada, no te trabajes con él y ya, si veo en otro capítulo algún ataque contra ella, cerraré el fic. Gracias.
     
    • Me gusta Me gusta x 1
  6.  
    White Wolf

    White Wolf Iniciado

    Cáncer
    Miembro desde:
    16 Marzo 2013
    Mensajes:
    1
    Oye, tranquila. Nos gusta Kikyo, es solo que, algunas veces, es divertido que uno de nuestros personajes favoritos haga el papel de la mala.
     
  7.  
    Kai

    Kai Usuario VIP

    Géminis
    Miembro desde:
    10 Abril 2010
    Mensajes:
    2,466
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    • Me gusta Me gusta x 1

Comparte esta página

  1. This site uses cookies to help personalise content, tailor your experience and to keep you logged in if you register.
    By continuing to use this site, you are consenting to our use of cookies.
    Descartar aviso