Un escrito corto que ando haciendo, no tendrá más de 2 o 3 capítulos, esto empezó siendo una radionovela, pero la he adaptado a formato novela corta. Como no es parte de mi meta-verso (Flores Entrecruzadas, Maho Esme) no le haré publicidad. Corazón artificial, amor real Capítulo 1: Resurrección Cuando era niño tuve una mascota, se trataba de un perrito llamado “sal” por su pelaje blanco, mis padres me lo compraron como regalo de cumpleaños número siete y desde entonces fuimos grandes amigos. Pasamos muchos momentos juntos, ya que mis padres tenían que trabajar hasta la tarde y por ende, no me prestaban mucha atención. Aun así, yo lo comprendí, sabía que ellos se esforzaban al máximo para darme las comodidades de las que gozaba y nunca les puse un pero, siempre obedecí, como un cachorro bien entrenado. Pero todo cambió un día de otoño, el pequeño Sal dejó de comer y al poco tiempo falleció de una enfermedad típica de los perros. No pude entender el porqué, simplemente pasó frente a mis ojos, fui incapaz de ayudar a mi mejor amigo y su fallecimiento me golpeó muy fuerte. Fue ahí donde una cuestión nació sobre mi mente: ¿Por qué la muerte llegaba a los menos indicados?, era una pregunta estúpida, sin embargo, en aquel entonces dicha cuestión comenzó a regir todos los patrones de mi vida. Estudié medicina, biotecnología, robótica, muchas ciencias dedicadas a la conservación de la vida. Poco a poco, el hecho de burlar o incluso vencer a la muerte se apoderó de mis investigaciones, analicé tejidos artificiales, nano máquinas, sangre falsa, órganos clonados y demás. Al final, logré crear una hipótesis capaz de resucitar a alguien, me costó casi ocho años de aislamiento con el mundo exterior, perdí contacto con mis amigos y familia, pero no me importó. Después de todo, había alcanzado una meta que era imposible desde un principio. Ahora solo faltaba probar mi teoría… Me paré en una carretera de dudosa procedencia, posteriormente coloqué un pequeño laboratorio en cubierto para no ser visto por los automovilistas, de ahí esperé a que alguien fuese lo bastante tonto para tener un accidente en una curva muy cerrada. Podía sonar cruel, pero necesitaba un cadáver para mi experimento y la verdad no tenía ganas de matar a alguien personalmente. Lo curioso del caso fue que no esperé mucho, al cabo de una semana un carro se resbaló en la curva por culpa de unas piedras que se estancaron en el pavimento, en seguida derrapó unos metros hacia la derecha hasta chocar con unos árboles que estaban por ahí. —Eso fue convenientemente rápido, no sé si alegrarme o sentirme mal. —Antes de que una ambulancia llegase me acerqué al lugar del accidente, en la cabina del piloto vi a una mujer, aparentaba unos veinte o veinticinco años, era ligeramente más joven que yo y tal detalle me produjo un poco de tristeza. Al examinar su cuerpo pude ver que no había nada qué hacer para salvarla, su cabeza estaba repleta de sangre y varios trozos de vidrio y acero atravesaron su piel, ni siquiera podía describirla físicamente porque estaba hecha pedazos, no quería describirla más, de hecho, hice todo lo que pude para no verla. Desaté su cuerpo del cinturón y luego la cargué hacia mi laboratorio escondido, posteriormente dejé un reemplazo de carne física con ADN que saqué de su sangre, no fue difícil dejar un señuelo, después de todo, ya no era reconocible en lo absoluto. —Lamento que hayas pasado por esto. —No valía la pena disculparme, pero tampoco era ético robar un cadáver para experimentar con él, por ende, traté al cuerpo con sumo respeto. Mi experimento comenzó, tomé al cadáver y empecé a reconstruir los huesos destruidos con una aleación de acero que yo mismo inventé, lo mismo con la sangre, mezclé la natural con un fluido metálico que se fusionó, permitiendo así reemplazar la sangre perdida sin necesidad de tener un donante. Gracias a la clonación de órganos pude reproducir todo lo que se echó a perder en el accidente, además mejoré los sistemas digestivo y circulatorio, para hacer más potente la regeneración celular y así acelerar el proceso de resurrección. La chica se mantuvo en un congelador por ocho meses, la parte final y más importante era el cerebro, a diferencia del corazón no podía clonarse del todo bien, ya que las neuronas muertas no podían regenerarse y crear nuevas alteraría para siempre sus pensamientos e inteligencia. Al no poder regenerarlas, decidí recrearlas a base del ADN, una apuesta arriesgada pero no había otro modo de regresarle la capacidad de pensar. —Todo está listo, mi más grande sueño por fin se hará realidad, ¡voy a vencer a la muerte! —exclamé, al hacerlo activé una descarga de electrochoques directo al corazón de la chica, tras estremecerse un poco sus ojos se fueron abriendo lentamente… Esto no podía estar pasando… Yo, yo, yo… ¡Lo conseguí!, ¡logré resucitar a un ser humano!, o al menos, devolverle a la vida. Ya que la cosa que estaba frente a mí no podía ser considerada humana nunca más. De todos modos no me importó, la alegría del momento acabó por cegar el dilema moral que ahora corría por mi corazón… ¿Fue realmente lo correcto? Fin del capítulo 1 ¿Qué les pareció?, si gustan comentar me harían happy =)
Pinta bien la historia, la verdad es que me ha gustado. Por el título y lo que he leído, ¿puedo sospechar que se enamorarán? Seguiré leyendo para averiguarlo :) P.D. Tal vez sea por mi forma de leer, pero algunas frases se me han hecho muy largas, no abusaría de las comas y utilizaría mas puntos.
Muy interesante. ¿Quién no querría encontrar una manera de volver a la vida a sus muertos? ¿No sería genial? Pero es tal como dice el protagonista: ¿Seguirían siendo humanos? He ahí la cuestión moral. Será interesante descubrir a dónde lo lleva su éxito, aunque como Andria, el título sugiere que nacerá algo entre él y ella, pero tal vez signifique otra cosa. Saludos xD
