One-shot Copo de nieve [Godslayer | AU | Charlotte x Kashya]

Título: Copo de nieve.
Fandom: GodSlayer | AU.
Personajes: Charlotte, Kashya.
Palabras: 795
Summary: "Ella era su copo de nieve favorito."
N/A: Contenido chica x chica, si no te gusta, no lo leas~ | Gold-Kun, es lo único que puedo hacer para animarte un poco, espero que te guste <3

El frío se había apoderado ya de la ciudad de Edén, pero lo cierto es que ese no era motivo para que las calles no se llenasen de gente, que bien abrigada, había decidido salir de paseo.

Una morena de tez oscura se encontraba en la parte trasera de su instituto, moviendo su pie al compás de un ritmo imaginario, impaciente. La habían citado y quién fuera llevaba ya cinco minutos de retraso, ¡que pérdida de tiempo!

Cuando finalmente la joven pareció dispuesta a irse de ahí, una figura se dignó a hacer acto de aparición, frenándola en seco.

Cruzada de brazos, Charlotte observó de arriba abajo a la persona. Era un chico enclenque, apenas la llegaría a la altura del pecho, con un aspecto normalucho. Temblaba, no sabía si de frío o nervios, y lo único que hizo fue extender sus manos con un sobre hacia la chica, evitando a toda costa mirarla.

La morena suspiró con resignación mientras cogía el papel y lo guardaba entre sus pertenencias.

—Hey, chico —habló finalmente, un tono de voz bastante calmado—. Gracias por tus sentimientos y esas cosas, pero siento decirte que ya estoy interesada en otra persona.

El chico sintió su rostros descomponerse. Mentiría si dijese que no esperaba el rechazo, pero las palabras de la joven fueron tan directas que le sorprendieron en demasía.

>>Una persona, que por cierto, me está esperando, así que si me disculpas… ¡nos vemos! —le dio una palmada en la espalda al muchacho, como un intento de animarle, y no tardó en salir corriendo, dejándolo solo y anonadado.

* * *
​

Tras llegar a su piso para cambiarse a un conjunto más casual y prepararse para la salida, Charlotte salió prácticamente corriendo hacia el punto en el que había quedado aquella tarde.

Ella odiaba esperar.

Cuando la vio a lo lejos, de pie cerca de la entrada, con ese aspecto tan fácil de distinguir, aceleró aún más el paso hasta alcanzarla, apoyándose después sobre sus rodillas para recuperar el aliento. Por muy atlética que fuese, aquella carrera tan innecesaria la había cansado.

—Llegas tarde.

Charlotte se incorporó con una sonrisilla, observando a la albina en el proceso. Llevaba un chaquetón azulado que cubría su cuerpo por completo y una bufanda de iguales tonos celeste que tapaban la mita de su rostro, dejando apenas visibles sus morados ojos. Sonrió enternecida, Kashya no soportaba el frío en absoluto.

Su voz fue calmada y su rostro no mostraba emoción alguna, pero Charlotte sabía que estaba molesta. O algo así, claro.

—Lo siento, el chico que me había citado llegó tarde —se excusó, ante la atenta mirada de la otra.

Silencio.

—…está bien.

Cualquiera diría que aquello era una clara muestra de molestia, pero Charlotte suspiró aliviada porque sabía que lo que realmente significaba es que la había perdonado.

Se adentraron en el interior del parque, donde la ciudad había improvisado un pequeño festival de invierno. No había mucho que ver así que las chicas planearon simplemente dar un paseo por los diferentes puestos, rezar en el templo e ir a tomar un chocolate caliente en una cafetería cercana.

Así lo hicieron, Charlotte siempre más animada que Kashya, que la seguía sin decir palabra alguna excepto cuando se lo pedían.

Comieron algo, Charlotte le consiguió un peluche a Kashya y finalmente rezaron en el templo, pidiendo por un final de año bueno y un año nuevo próspero.

Se dirigieron después a la cafetería y decidieron tomarse sus bebidas en la terraza de la misma. El interior estaba lleno y tampoco hacía tanto frío (por mucho que Kashya pensase lo contrario) así que no les importó aquel pequeño sacrificio.

Mientras tomaban sus respectivas bebidas, Charlotte observó como un copo de nieve caía justo delante de sus ojos, posándose sobre la mesa. Para cuando quiso darse cuenta, uno tras otro los copos comenzaron a hacer acto de aparición, haciendo aquella escena aún más fantástica.

—¡Mira, Kashya, está nevando! —exclamó, como una niña pequeña, llena de emoción.

Cuando miró a la albina, sin embargo, se percató de un pequeño detalle que no dejaría pasar. Se levantó de la silla y con su característica rapidez, se acercó a la chica, depositando un fugaz beso sobre su sonrojada nariz y volviendo poco después a su sitio, sonriendo de manera triunfante.

>>Tenías un copo ahí —explicó, con un tono de voz bastante convincente.

Kashya pestañeó dos veces seguidas, sorprendida. Poco después escondió aún más su rostro en la bufanda y llevó sus manos a la taza de chocolate.

—V-vale… —respondió.

Charlotte seguía sonriendo, sin dejar de observarla. No importaba que estuviese nevando, nada se comparaba a poder ver a su querida Kashya avergonzada por las muestras de cariño que mostraba en público.

Ella era su copo de nieve favorito.