Conociendo a Hinata *Naruhina*

Conociendo a Hinata *Naruhina*

hola aqui les tengo un nuevo fic que tengo en otros foros y decidi publicarlo aqui
espero que les guste

Capitulo 1:
El despertador sonó. Hinata lo apagó de mal humor y se sentó en la cama, bostesando. Después e unos segundos se paró, se vistió y salió de su cuarto. Bajó las escaleras y saludó a su hermana que estaba sentada en la mesa para desayunar.
Hinata era una chica de 16 años que vivía en una pequeña ciudad llamada Konoha. Desde hacía cuatro meses que estaba en una nueva preparatoria y todavía no había logrado llevarce muy bien con los chicos de su grupo. Su timidez había sido su mayor defecto desde hacía mucho tiempo y le costaba mucho enfrentarla. Aunque había un chico en la prepa que siempre le hablaba: se llamaba Kiba, y aunque Hinata hubiese preferido otro tipo de compañía era mejor que estar sola.
Después de desayunar salió corriendo hacía la prepa para llegar puntual, como siempre.
Mientras tanto, en la entrada de Konoha, un muchacho rubio de ojos azules y una chica pelirosa de ojos verdes observaban un nuevo reto que se les aproximaba.
-¿Esta es la ciudad de Konoha, Sakura-chan?
-Sí, Naruto, esta es.
-Es más pequeña de lo que imaginaba. No creí que en una ciudad tan pequeña se podría estar planeando semejante conspiración.
-Pues así es.
-¿Y donde vive el hombre al que llaman Hiashi Hyuuga? Mejor que acavemos con esto rápido.
-Olvidalo: nos llevará semanas hacerlo. -Repuso Sakura- Antes devemos ir a casa de la persona que nos hospedará.
-Devemos planear todo rápido, Sakura-chan: no quiero quedarme aqui mucho tiempo.
Y diciendo esto, entraron a Konoha, sin saber lo que les esperaba ahí.


Naruto y Sakura se quedaron en casa de un viejo amigo que tenían: Sasuke. Al día siguiente de el dia de su llegada, Naruto salió a la ciudad para tantear el terreno: tenían que tener todo muy bien planeado si querian que todo saliera bien. La misión la habían resicivido hacía una semana, cuando él y Sakura estaban en su escondite.

Flash Back
Sakura y Naruto estaban sentados en la casa en el bosque en donde vivían, desde que ambos juntos se habían escapado del olfanato cuando eran pequeños. Desde entonces se habían encargado de cumplir misiones que les eran encargadas por personas de distintas ciudades para vivir: ellos dos lo hacían mejo que nadie.
Entonces oyeron que alguien entraba: era un hombre muy bien vestido, con una mirada penetrante.
-¿Ustedes dos son el NaruSaku? -preguntó el hombre.
Sakura y Naruto se levantaron de sus sillas.
-Sí. -Contestaron.
-Tengo una misión para ustedes. -Dijo el hombre. -Hay un hombre que vive en una ciudad diestante: la ciudad de Konoha. Su nombre es Hiashi Hyuuga. ¿Han escuchado de él? -Y el hombre les extendió una foto de Hiashi.
-He oido hablar de los Hyuuga -Dijo Sakura -son una familia muy conocida.
-Son mafiosos. -La interrumpió el hombre con rabia. -Y su desde que Hiashi pasó a ser el lider de los Hyuuga mi familia ha perdido prestigio. Les encargo la misión de matarlo a él. ¿Creen que podrán hacerlo?
-Podemos hacer cualquier cosa. -Dijo Naruto.
-Bien. -Dijo el hombre -Porque ara asegurarme de quelos Hyuuga no vuelvan a interferir con mi familia... Quiero que maten a Hiashi... y a todos sus herederos.
Fin de Flash Back


Hinata estaba pasando un día como todos en la preparatoria. Les habían entregado los examenes y había sacado un 100, como siempre; había pasado el recreo sentada observando a todos, como siempre desde que había llegado a esa escuela; y Kiba-kun había estado intentando sacar conversación con ella. La única anormalidad era que ese día algunas chicas habían intentado hablarle, lo cual era una sorpresa después de tantos meses de silencio.
Durante sus últimos meses, Hinata se sentía totalmente aburrida con su vida. Las cosas eran demaciado simples, y era como si ya supiera lo que iva a pasar cada día. Y por supuesto, toda su vida estana planeada como si estuviera escrita desde que ella había nacido. Esto no le molestaba... era como si se conformara con todo: había aprendido a aceptarlo. Aprendido a aceptar todo: a su padre, a su vida, a su nueva escuela, a ella misma. Todo era como era, todo sería como estaba dicho y ella nada podía hacer.
¿Por qué cuento esto? Precisamente porque Hinata jamás habría imaginado que esa tarde, una como cualquier otra, su vida daría un inesperado giro.
Naruto caminaba por las calles de la ciudad de Konoha. Se sentía bien en ese lugar, era un barrio amistoso. "Que extraño que una familia de mafiosos viva en un lugar así" pensaba observando el hermoso lugar. Suspiró: tenía ganas de ir en busca de ese inbecil a quien tenia que matar, pero Sakura-chan se lo había prohibido hasta que hubieran planeado todo. Estaba distraido hasta que se dió cuenta que estaba pasando por la puerta de una escuela. Se detuvo y observó: los escolares estaban saliendo de la preparatoria. Su mirada estaba concentrada en varias caras que no llamaban su atención cuando sus ojos se posaron en los ojos de alguien...
Tardó unos segundos es volver a la realidad: todo ocurrió lenta y rápidamente, como un sueño. Como una caricia en medio de una noche horrible. Sintió que se elevaba en el aire, que todo se tornaba color rosa, hasta tuvo la ilución de sentir un aroma suave, cálido y hermoso. Y lo único que veía era ese hermoso rostro, esos hermosos ojos claros que estaban concentrados en otra cosa, que estaban mirando hacia otro lado.
La desconocida chica se despidió de algunas personas con las que hablaba y se alejó caminando. Como guiado por un impulso, Naruto la siguió totalmente cautivado, observandola.
"Tengo que hablarle" pensó, todavía en transe. Y comenzó a pensar sin dejar de seguirla.
Todavía estaba perdido en su sueño, cuando oyó un grito que lo despertó completamente, y una mano que lo tomaba del hombro y lo hacía darce vuelta.
-¡Naruto! -era Sakura-chan -¿Qué haces aqui? ¡Te he buscado por todas partes!
Naruto se despertó de golpe de su transe y se fregó los ojos.
-Lo siento, Sakura-chan, andava distraido.
-Pues vamonos que no tenemos que andar mucho por esta ciudad o llamaremos la atencón. -Y diciendo esto, Sakura tomó a Naruto de un brazo y lo alejó.
Naruto dirigió una mirada hacia atrás: "ella" se había ido.

bueno hasta el cap
espero que les guste
bye

 

Re: Conociendo a Hinata *Naruhina*

hola muchas gracias amiga por tu comentario realmente pense que a nadie le iba a gustar pero ya veo que me equivoque bueno sin mas aqui tienen el siguente capitulo espero que les guste

Capitulo 2

Esa noche, Naruto no pudo dormir. Sentía una extraña sensación que nunca antes había sentido. O mejor dicho, como nueve extrañas sencasiones que nunca había sentido. ¿Que había pasado aquella tarde? ¿Era "ella" real o solo habría sido una tonta ilución? Sacudió la cabeza totalmente confundido. De algo estaba seguro: tenía que volver a verla.
Regresó a la misma preparatoria al día siguiente, a la misma hora. La esperó por largo tiempo hasta que la vió sali, junto con un chico que le pareció bastante raro. "No será el novio ¿o sí?" pensó un tanto preocupado. Pero el único que hablaba era el chico, porque "ella" parecía querer irse lo más rápido posible.
Después de casi media hora, "ella" se despidió del chico y salió en la misma dirección que el día anterior. Naruto la siguió de nuevo. Hasta su caminar era hermoso. Pero tenía un aire extraño: caminaba con la mirada en el suelo y las manos juntas adelante, como triste. Verla era algo tan lindo que cuando la chica llegó a su casa se sintió totalmente enojado de tener que verla irse.
Pero había una ventaja: ahora sabía en donde vivía.
Se quedó en la puerta, sin saber muy bien que hacer. "¿Qué estoy haciendo?" pensaba "Si Sakura-chan se entera de esto, me mataría. Estamos aqui para cumplir una misión y yo ando persiguiendo colegialas". Se disponía a irse cuando la vió a través de una ventana. Se sintió nuevamente cautivado y con la gran necesidad de hablarle, de escuchar su vos, de saber su nombre. Cuando ella se quitó de la ventana, Naruto volvió a sacudir la cabeza bastante enojado consigo mismo.
Inmediatamente dió media vuelta para regresar, antes de volver a verla.
Esa noche, en la cena, Sakura le preguntó que había estado haciendo durante el día.
-Anduve por ahí. -Contestó Naruto -mirando la ciudad.
Sasuke lo miró y Naruto se sintió descubierto, pero por suerte su amigo no dijo nada.
-En fin, resiví una carta de alguien que trabaja en la casa de los Hyuuga: esta dispuesto a ayudarnos.-Comentó Sakura.
-Te dije que funcionaría -Sonrió Naruto.
-Esta bien -Se molestó Sakura a quien no le gustaba no tener razón. -Le di una dirección falsa en caso de que decida traicionarnos. Es un hombre que parece ser sirviente de Hiashi. Creo que le contaré nuestro plan y...
-No te recomiendo eso, Sakura -Interrumpió Sasuke - si el hombre trabaja para Hiashi Hyuuga, podría contarle el plan cuando gustace: te estas poniendo en sus manos.
-¡Yo ya había previsto eso! -Se enojó Sakura-¿Naruto, tu que opinas?
Naruto no respondió: tenía la mirada clavada en el piso.
-¡Naruto!
-¿Eh?...Perdon Sakura-chan, no estaba escuchandote.
-¡Pon atención! ¡Esto es importante!
-Lo siento, sí ¿que decían?
Sakura resopló.
-Ah, ya no importa -Dijo- Pero devo pedirte un favor. Le respondí la carta a este sujeto y quiciera que la llevaras a la dirección falsa que le di. Esta a unas callaes de aqui, crusando el parque.
-¡¿Ahora?! -Naruto miró por la ventana: estaba a punto de largarce a llover.
Después de una larga discución que me da fiaca escribir, Naruto terminó saliendo a depositar la carta. Estaba cruzando el parque, una tormena había caído y llovía muy fuerte, cuando se tropezó con una roca. Levantó la mirada y vió algo que lo dejó atónito

Hinata estaba sentada en su habitación haciendo su tarea cuando alguien tocó la puerta.
-Hinata... -era su hermana.
-Si, Hanabi ¿que ocurre?
-Pues papá me manda a llamarte. Esta abajo esperándote.
-Si, dile que enseguida bajo.
Hanabi se fue. Y en cuanto Hinata terminó (lo más rápido posible) con su tarea, fue adonde estaba su padre.
Hiashi la recibió sentado en la sala.
-Hinata, como sabes hace poco cumpliste dieciséis años.
Hinata se sentó: desde hacia meses sabía lo que le esperaba.
-Sí, papá. -Dijo fingiendo una sonrisa.
-Pues supongo que sabes que ha llegado el momento de que yo escoja un futuro esposo para ti.
-Si, lo sé.
-Pues creo que ya me he decidido, aunque no estoy seguro todavía. Solo quería abisarte para que te vayas preparando.
-Está bien.
-Pues es todo.
Hinata se lebantó.
-Si me disculpas, saldré a caminar un rato. -Dijo, con una esforsadicima sonrisa en los labios.
-¿Con esta lluvia?
-Sí, por favor... Tengo que ir...
-Irás pero con un guardaespaldas. Avisale a alguno de los que estan en la puerta. -Ordenó su padre.
-Claro, avisaré.
Hinata se dirigó a la salida corriendo, por supuesto que no avisó nada a ningún guardaespaldas. Corrió y corrió por calles, rompiendo en llanto inmediatamente. Estaba abrumada. Todos los pesos recaían sobre ella y tenía que soportarlos desde siempre... Nunca se había descargado así, pero eso... eso ya era demaciado. Cayó de rodillas en la acera. Estuvo así por largo tiempo hasta que se levantó y caminó ya un poco más calmada hacia el parque. La lluvia estaba aumentando. Subió a un puente que estaba en el parque, por encima de un lago artificial y rompió a llorar de nuevo apoyando sus brazos y su cabeza en el estante... ya... ya no podía seguir soportando todo eso. Observó el lago... ¿sería lo suficientemente profundo? Ya lo averiguaría. Apoyó sus manos en la barra del borde del puente y se subió ahí, dispuesta a arrojarce al lago. Respiró hondo... "Ya llegó mi momento" pensó "hasta aqui llegué". Estaba dispuesta a dar un paso adelante, a saltar, cuando... inintencionalmente sus ojos se posaron en dos bellos ojos azules.

Naruto tardo unos momentos en darse cuenta en donde estaba ella. Pero al levantar la mirada y ver aquellos hermosos ojos mirando los suyos, sintió una de las sensaciones más lindas que se pueden sentir. Ambos se miraron por largo tiempo, ninguno de los dos calculó cuanto. Hasta que Naruto se dió cuenta en donde estaba ella parada. Se levantó inmediatamente y comensó a correr: la lluvia estaba disminuyendo.
Hinata se quedó perpleja. Aquel hombre, como de unos veinte años la había mirado de una forma tan especial, como nunca nadie antes la había mirado en su vida. Cuando miró hacia abajo y observó lo que estaba por hacer, sintió miedo, arrepentimiento, como si tan solo esos ojos tan lindos le hubieran conpensado todas las cosas espantosas que estaba sintiendo en su vida.
Pero al verlo correr hacia ella sintió pánico y verguenza. Pnesó que la única solución sería saltar y con tal de no tener que confesar lo que staba haciendo, era capaz de hacerlo. Miró hacia abajo y estiró un pie para dar un pas: su último paso.
Pero era tarde: una cálida mano había estrechado la suya. Y al sentirce tocada por ella, Hinata sintió tal felicidad que ya sentía que le sería imposibl saltar.
Naruto estaba dispuesta a decirle rápidamente algo a Hinata, pero al tocarla se quedó en un estado de transe. Después de unos instantes se dió cuenta que ella no había volteado a verlo: estaba dura y algo roja.
-Por favor, no salte. -Fueron las primeras palabras que pudo articular.
Ahí Hinata lo miró.
-No hay otra forma. -Le contestó, sin confesar que ya no tená ganas de saltar.
-¿Que puede ser tan terrible para que una chica como tu quiera hacer esto? -Insistió Naruto sin darce cuenta de que había pasado del "usted" al "tu" sin previo aviso.
-¡Tu no sabes! -Le respondió Hinata en un grito.
-Creeme, niña: no hay nada qu yo no pueda entender sobre estas cosas. -Dijo Naruto sonriendo -Por favor, no saltes. Baja de ahí.
Hinata lo miró. Verlo ahí de verdad le davan ganas de bajar... pero el solo pensar en volver a su casa, a su escuela, a su vida, le haría romper en llanto tirarce al lago inmediatamente.
-Dejame ayudarte. -sonrió Naruto.
Y extendió su otra mano para que ella lo agarrara.
-No puedo. -Insistió Hinata -Tener que volver a casa... ¡Estaré tan sola!
-Ya no estas sola. -Sonrió Naruto aun con su mano extendida.
Hinata se quedó muda: jamás en suvida había oido esa frase. Y la tranquilisó de tal manera que inmediatamente tenía sus dos manos en las de aquel extraño.
Naruto la ayudó a bajar de la baranda y quedaron muy cerca, casi abrazados, y con sus manos aun juntas.
-¿Como te llamas? -Preguntó Naruto glorioso de dicha: anciaba tanto saber aquel nombre.
-Hinata. -Respondió ella con una cara de inocencia y sorpresa, de la que después Naruto se enteró que era la cara que llevaba siempre.
Al escuchar su nombre, Naruto sintió como un placer desconocido. Le parecía como si todas las palabras hermosas del mundo se habían juntado para formar una sola: Hinata.
-Hinata... -Repitió Naruto sin dejar de sonreir -es el nombre más bonito que he escuchado.
Hinata seguía mirandolo sin saber muy bien que decir ni hacer. Y así se quedaron, un poco avergonsados los dos (más ella, por supuesto: ya la conocemos) hasta que Hinata, sin saber bien lo que decía, preguntó:
-¿Estarás conmigo? -Y candose dió cuenta de lo que había dicho, inmediatamente soltó las manos de Naruto y se alejó un poco, para que él no viera que estaba roja como un tomate.
Y Naruto, sorprendido y feliz, contestó:
-Siempre, Hinata. Siempre que me necesites.
Se miraron un rato más hasta que ambos escucharon una voz... o mejor dicho varias voces:
-¡Señorita Hinata! ¡Señorita Hinata! ¡¿Donde está?!
-Creo que devo irme -Dijo Naruto, y se disponía a irse...
-¡Espera! -Gritó Hinata -¡No me has dicho tu nombre!
Naruto volteó la cabeza hacía ella.
-Me llamo Naruto Uzumaki. -Dijo, e inmediatamente hechó a correr, o mejor dicho a saltar.
-Naruto -Repitió Hinata con una mano en su corazón, viendo a su salvador alejarce -...Naruto-kun.
Ya la lluvia se había transformado e una llovisna finita, que dava placer recibir. Hinata cerró los ojos, con una sonrisa de serenidad en sus labios. Quizo quedarce así mucho tiempo y esperar a que la encontraran.
Mientras tanto, Naruto se quedó sentado en el techo de la casa de Sasuke, sin ganas de entrar todavía.
-Hinata -repitió pensando que nunca antes en la vida se había sentido tan dichoso.
Entonces recordó que no había depositado la carta, se pegó con la mano en la frente y hechó a correr a toda velocidad.