One-shot Confesiones [ Mimily ] [ ¡Parejas Disparejas! ]

Confesiones​

Sus pies no dejaban de moverse por debajo de la mesa, estaba nerviosa, ansiosa. Su corazón latía tan fuerte que sentía que en cualquier momento podría escapar de su pecho y, estaba segura de que sus mejillas estaban realmente sonrojadas.

Llevaba planeado desde hace unos días confesarle su amor a Emily, había seleccionado aquella postreria con lujo de detalle, era aquella en donde ella le había dicho que tenía sus postres favoritos y aquellas bebidas que le encantaban tanto. Habían quedado de verse a las cinco de la tarde, tiempo suficiente para lograr que tuvieran una mesa un poco más apartada de la multitud para tener más privacidad y apartar los postres que sabía que ambas pedirían, porque, por ningún motivo correría con la suerte de que estos se agotaran antes de que ella llegara a su cita.

¿Cita?

Sí, para Mimiko Honda cada una de las salidas con Emily eran como una cita. Se sentían como una cita, sus nervios, el latir acelerado de su corazón, el querer que ella no soltara su mano nunca, tener sus ojos violetas atenta a todo lo que le decía, ver su cautivadora sonrisa por las cosas que le alegraban, sí, en definitiva, eran citas.

Las horas pasaron y, con eso, la llegada tan esperada de Emily.

Venía vestida con sus botines blancos, medias negras, shorts grises, una blusa negra con un cierto encaje y un saco blanco con peluche en su cuello, su cabello negro se veía radiante al igual que la expresión de su rostro cuando visualizó a Mimi. Al parecer, había ganado su combate en la torre desafío y aquello, sumado a que se vería con la rubia un poco más tarde, logró la formula perfecta para estar más feliz que nunca.

Hablaron por un tiempo, rieron y, sobre todo, disfrutaron su tiempo juntas sin notar como las horas pasaban a su alrededor y las personas se iban poco a poco. Fue entonces cuando por fin se animó a tocar el tema deseado.

—Oye, Emi —con la punta del tenedor comenzó a mover de forma inquieta una fresa del pedazo de pastel que tenia frente a ella por unos segundos, la miró —, me gustaría…me gustaría decirte algo.

—¿Uh? ¡Claro! Adelante Mimi, te escucho.

Ver su sonrisa tan tranquila y su mirada completamente atenta a ella hizo que los nervios que se habían disipado volvieran a su cuerpo, pero, esta vez pudo controlarlo de una forma más efectiva, era ahora o nunca.

—Emily, verás, tú… ¡tú me gustas! Mucho —con delicadeza envolvió una de las manos ajena con las suyas, su mirada no se apartaba de ella —, adoro que estés a mi lado, adoro tu sonrisa, la forma en que puedes…

Sentir que la mano libre de Emily iba a la suya y la apretaba la hizo parar, el latir de su corazón estaba más desenfrenado que nunca, sentía que quizás, ella no sentiría lo mismo y todo cambiaría de ahora en adelante, esa era el riesgo que corría al hacerlo. Pero no, ese no había sido el caso en lo absoluto, si se fijaba bien, Emily no la miraba de manera distinta, de hecho, pudo notar el sonrojo en sus mejillas y lo emocionado que lucía su rostro.

—Tú también me gustas, Mimi. También planeaba confesártelo muy pronto pero… me alegra que tú me lo hayas dicho primero.

Contenido oculto: WELL...

Se hizo lo que se pudo, no me maten pls