—“Nosotros no somos… compatibles.” —dije dudosa. No porque realmente dudara de mi afirmación, sino que la expresión escéptica y seria del chico me confundía. Vamos…, él no podía pensar diferente a mí, ¡no podía! Apenas había cruzado conmigo, y prácticamente tuve que perseguirlo por un bar de mala muerte para poder conseguir información de él, ¡y era una tarea! Así que por todos los cielos, espero no ose contradecirme. No somos compatibles, y punto. —¿No lo somos? —El tono de su voz y el gesto de su rostro me lo dijo todo. Estoy simplemente jodida. -.-.-.- Me dio demasiada risa cuando dijo eso, Caos.