Compartimento Gris

Uno de los compartimentos del tren. Pero... el ambiente en este lugar es diferente al del Velvet Room...

 

Yule abrió los ojos para comprobar que se encontraba en un lugar diferente una vez más. No era un lugar que reconocía... es decir, era similar al Velvet Room, pero... diferente a la vez.

La misma luz azul pálida iluminaba el lugar... pero las paredes eran de un color gris. Era un tinte de gris oscuro, ennegrecido, como la nieve vieja que se acumula por días sobre la tierra y pierde su tinte blanco original. El frío suelo le hacía pensar que estaba en una caverna de hielo más que en un compartimento de tren. Porque esto era un tren... ¿cierto?

—Levántate, niño —ordenó una voz gélida.

Yule levantó la vista. Postrado ante él se encontraba su padre, cruzado de brazos, mirándolo con... ¿era desprecio lo que se veían detrás de aquellos orbes dorados?

¿Dorados? Sí... no era una ilusión. Los ojos de su padre brillaban sobrenaturalmente, y a su cuerpo entero lo rodeaba un aura púrpura oscura. Era... era realmente su padre... ¿verdad?

Contenido oculto

Hygge

 

Yule Shirai

Y volvía a despertar una vez más. Mareado, confundido. Las ganas de vomitar iban a en aumento, el tren de sus pensamientos avanzando sin control. La misma luz azul, el ruido del tren taponando sus oídos. El frío suelo, la voz de su padre...

Un segundo, ¿frío? ¿Su padre?

Yule se abrazó a sí mismo, el escalofrío que recorrió su espalda apareciendo como una premonición. El ambiente se sentía pesado, pero era una pesadez muy familiar. Era esa pesadez que sentía al sentirse observado, al sentir que juzgaban cada partícula de su ser. Porque era una decepción. Un fallo. Un error. Y al alzar la cabeza, vacilante, no se sorprendió al ver allí a su padre. Si se trataba de una pesadilla, tanto él como el resto de su familia eran visitantes recurrentes. Estaba familiarizado a sentir aquello, ¿no es así?

Apretó con más fuerza la tela del uniforme. Sí, claro que lo estaba.

—Buenos días, padre —saludó, una sonrisa cansada plasmada en su rostro. Como quien estaba acostumbrado a miradas como aquella. Se levantó del frío suelo, comprobando sus alrededores con cierta curiosidad en sus tristes ojos azules. ¿Qué miedos plasmaría su subsconciente esa vez? Sea como fuera, parecía mantenerse allí, frente a él, con resignación. Agotado, quizá, por las veces que había pasado por aquella carga emocional—. ¿Hay algo en lo que pueda ayudar?

No le miró a los ojos cuando pronunció sus últimas palabras. Él mismo podía responderse solo.

Podía estar acostumbrado, pero nunca dejaría de doler.

 

—Tsk...

La cara del Sr. Shirai se volvió una mezcla de asco y furia. Como si lo que estuviese viendo fuese de lo más repulsivo. Movió su brazo con vehemencia... y una repentina ráfaga de viento lanzó a Yule contra la pared del fondo. El impacto dolió... y fue muy, muy real. Cualquier posibilidad de que esto fuese un sueño escapó sus pensamientos en aquel instante.

—¡Deja de hacer esa maldita cara! —gritó su padre con ira—. ¡Siempre sonriendo, siempre intentando complacer, siempre fracasando! ¡¿Por qué no puedes ser más como tus hermanos?! ¡Haz algo bien, maldita sea!

 

Yule Shirai

Apenas alcanzó a divisar el movimiento de su mano, pero el contacto se sintió tan real que la sangre se le heló en el cuerpo. Su cuerpo fue lanzado como un muñeco de trapo, endeble y frágil como todo su ser, y el mundo parpadeó a su alrededor. El impacto le arrancó el aliento por segundos que se sintieron eternos, y aguardó allí, de rodillas contra el suelo, boqueando por aire como un pez fuera del agua. El terror le comprimió el pecho al comprender que eso no era un sueño, que aquella vez iba mucho más allá.

"¡Deja de hacer esa maldita cara!"

Levantó la cabeza con dificultad, sus ojos entrecerrados por el dolor y el esfuerzo. El cabello se le pegaba a la frente, y el sudor frío recorría cada poro de su ser. Los gritos de su padre se sucedieron, haciendo que apretase los ojos con fuerza. Pero, a pesar de todo, volvió a buscar su mirada. Y aunque el brillo aterrorizado en sus ojos se mantenía ahí, le sostuvo la mirada.

Apretó los puños de forma inconsciente.

—...Porque yo no soy ellos, padre —murmuró. El cabello cubría sus ojos, formando una sombra en ellos. No sabía si el temblor que sentía era de miedo, de frío, o de ira. Apretó los dientes, y al alzar la mirada lágrimas furiosas se resbalaban por sus mejillas. Repitió sus palabras una vez más—. Yo no... ¡Yo no soy ellos! Y por más que lo haga, por más que intente imitarles... nunca lo seré.

Allí, de rodillas frente al suelo, la cabeza escondida entre sus brazos, pudo notar cómo pequeñas gotas manchaban el suelo frío y gris. Cerró los ojos, cansado. Harto de todo.

>>Todo hubiese sido mejor si tan solo no hubiese nacido.

 

—¿Eso crees?

Yule abrió los ojos, sorprendido. Los había mantenido cerrados al sentirse harto de todo esto... pero los abrió al escuchar esa pregunta. Porque esa no era la voz de su padre, era la voz de...

Se encontraba mirándose a él mismo. Yule Shirai le devolvió la mirada. Era una persona idéntica a él mismo... con un pequeño detalle. Sus ojos brillaban con un descomunal color dorado... pero no se veía ningún aura a su alrededor, como era el caso de su padre.

—¿De verdad crees que no debiste nacer? —preguntó el otro Yule, mirándolo con curiosidad—. ¿Eso deseas? ¿Ser como tus hermanos... o dejar de ser? ¿Cuál es tu verdad?

 

Yule Shirai

"¿Eso crees?"

Las lágrimas dejaron de brotar en cuanto escuchó su propia voz llenar el vacío existente entre ellos. Abrió los ojos, confuso, porque sabía que él no había pronunciado aquellas palabras. Que su voz no se sentía tan segura como acababa de percibirla, sin rastro de temblor alguno en ella. Todo pareció detenerse a su alrededor cuando la figura de sí mismo le devolvió la mirada.

El intenso dorado de sus ojos le irradiaba la calidez que faltaba en su pecho. El frío ya no existía. Había dejado de temblar.

"¿De verdad crees que no debiste nacer?"

Yule se irguió lentamente, retrocediendo al volver a divisar la imponente figura de su padre. Su expresión de odio. De asco. Pero su propio yo parecía generar en esa figura un efecto extraño. Como si todo se hubiera congelado a su alrededor excepto ellos dos. Y limpiando su rostro con el antebrazo, los labios apretados por la impotencia y la frustración contenidas, habló.

Porque tan solo podía ser completamente sincero con él mismo.

—...No quiero ser como mis hermanos —sentenció finalmente. Sus palabras sonaron contundentes por primeta vez en mucho tiempo. Pero, cuando todo parecía estar dicho allí... volvió a alzar su voz una vez más—. ...Tampoco quiero dejar de ser. Me aterra la idea de desaparecer sin haber encontrado quién soy. Sin saber a dónde pertenezco.

Lo había sabido siempre, ¿no es así? Que no lograría nunca ser quien no era. El problema no estaba en los otros. Tampoco la solución. Todo se encontraba... en sí mismo.

>>Yo... Yo quiero ser yo —inclinó la cabeza hacia un costado, su mirada cristalina posada en su propia versión—. ¿Acaso es demasiado pedir?

 

El rostro del otro Yule pareció comprender. Esa era su decisión... sus labios se curvaron en una sonrisa de aceptación.

—Sabia decisión —dijo el otro Yule. Un brillo emergió de él... y envolvió por completo al verdadero.

Contenido oculto: Background Music (?)

Inmediatamente, un profundo dolor se extendió por todo su cuerpo. Se tambaleó, tomándose la cabeza, y absolutamente todo de su ser se tensó.

"He esperado tanto para oír esas palabras... finalmente, te has decidido..."

Esa voz... podía oírla... era la voz de sus propios pensamientos, pero a la vez no lo eran... eran algo superior, algo poderoso... podía sentir su poder... argh, podía sentir el dolor...

"Has encontrado tu voz, tu determinación, y el poder de vivir tu vida a tu propia manera... es hora de demostrar tu valor al mundo..."

Yule apenas si podía mantenerse de pie... se llevó las manos al cabello y se arrancó algunos mechones, cegado por el dolor... pegó un grito de rabia, y todo a su alrededor se volvió luz...

"Yo soy tú... y tú eres yo... ¡despierta nuestro poder!"

Y en ese momento, apareció frente a él. Alzó su mirada con decisión. Ahora eran los ojos del Yule real los que irradiaban un brillo dorado.

Un aura gris lo rodeó por completo. Su poder había despertado. Y en ese instante... el espíritu de un hombre enorme, un hombre mayor pero fuerte y musculoso, apareció a su lado. Su cuerpo fantasmal hacía emerger el aura alrededor de ambos. El espíritu movió su mano izquierda y un brillo blanco emergió de ella. El brillo llegó a las manos de Yule... y se transformó en lo que parecía ser una lanza, la lanza de un guerrero... y el hombre le sonrió

Boreas. Ese era su nombre. Su otra parte, su otra mitad, su verdadero potencial... su verdadero ser. Su Persona.

Del otro lado del compartimento, el aura púrpura alrededor de su padre se había vuelto incluso más extraña. Ahora que tenía su propio poder, veía lo que era en verdad... un monstruo negro, feo y repulsivo. Un monstruo que debía ser eliminado.

—¡Destrúyelo, Yule! —bramó Boreas, preparado para el ataque.

Sombra Shirai
HP: 60/60
Fuerza: 15
Magia: 10
Defensa: 10
Agilidad: 1
Ataques:
-Bash (Ataque físico leve a 1 enemigo) [Daño: 10]
-Great Bash (Ataque físico leve a todos los enemigos) [Daño: 10]

Contenido oculto

Hygge ¡has despertado a tu Persona! Dejaré aquí tu ficha de combate (editaré también tu perfil en "Listado de Personajes" para incluirla). Debes ganar tu primer combate para progresar.

¡No olvides leer los Tutoriales para entender cómo funcionan las batallas en el rol!

Yule Shirai (Lvl 5)
HP: 110/110
MP: 65/65
Fuerza: 15
Magia: 25
Defensa: 15
Agilidad: 9
Comandos de batalla:

Contenido oculto

Arma: Lanza de Hielo (Ataque físico; 10 de daño)
Persona: Boreas

Contenido oculto

• Bufu (Ataque de hielo leve a 1 enemigo) [Daño: 20 | Costo: 4 MP]
• Dia (cura leve a 1 objetivo; puede ser aliado o al propio usuario) [Cura: 50 HP| Costo: 3 MP]

Defender
Usar Ítem
Escapar

 

Yule Shirai

Su propio reflejo escuchó sus palabras con atención... y sonrió. Una sonrisa complacida, casi orgullosa de recibir una respuesta como esa de sí mismo. Su figura comenzó a brillar, con tanta intensidad que barrió hacia los rincones oscuros de su memoria las sombras de sus temores. Se inmovilizaron, temblorosas. Habían perdido la hegemonía de su ser.

Una punzada de dolor recorrió su cuerpo de lado a lado. Gritó, gritó con todas sus fuerzas, desgarrándose la voz en el proceso. La cabeza le taladraba con fuerza, su piel ardía con la intensidad de mil soles. Algo dentro de sí, algo que había permanecido vacío y sin vida, estaba siendo ocupado al fin. Algo que siempre había estado ahí, pero al que no le había permitido entrar hasta ahora. Encerrado en sí mismo, oculto del resto de miradas del mundo. Oculto de la verdad que se negaba a aceptar.

Cuando volvió a abrir los ojos, el triste brillo azul de sus ojos fue sustituido por una intensa tonalidad dorada. El color del poder, de la felicidad, de la viveza. Yule se miró las manos, asombrado, y volvió su mirada hacia el origen de aquella gruesa voz. Un hombre de entrada edad, que le transmitía un aura terriblemente poderosa, le observaba con aprobación.

Y Yule, por primera vez, no sintió miedo. Porque podía sentir que él era parte de sí mismo.

Boreas. Su otro yo.

"¡Destrúyelo, Yule!"

—¡A-A la orden! —exclamó, sin dudar de sus palabras ni un instante. Se volvió hacia la figura monstruosa que anteriormente fue su padre, y apretó la lanza de hielo que se había materializado entre sus manos. Cerró sus ojos, sin darle paso por esa vez a la razón. No tenía que entender, solo debía dejarse llevar—. Vamos allá, Boreas.

Y sin ser consciente de ello, su enemigo fue atacado por un Bufu.


Yule Shirai (Lvl 5)
HP: 110/110
MP: 61/65
Fuerza: 15
Magia: 25
Defensa: 15
Agilidad: 9
Comandos de batalla:

Contenido oculto

Arma: Lanza de Hielo (Ataque físico; 10 de daño)
Persona: Boreas

• Bufu (Ataque de hielo leve a 1 enemigo) [Daño: 20 | Costo: 4 MP]
• Dia (cura leve a 1 objetivo; puede ser aliado o al propio usuario) [Cura: 50 HP| Costo: 3 MP]

Defender
Usar Ítem
Escapar

 

El enemigo lanzó un grito de dolor al ser golpeado por el ataque de hielo. Enfadada, la criatura arremetió con un potente Bash.


Sombra Shirai
HP: 25/60
Fuerza: 15
Magia: 10
Defensa: 10
Agilidad: 1
Ataques:
-Bash (Ataque físico leve a 1 enemigo) [Daño: 10]
-Great Bash (Ataque físico leve a todos los enemigos) [Daño: 10]

 

Yule Shirai

Cerró los ojos ante el chirrido desgarrado de la criatura, que se resentía ante el estoque de hielo que Boreas... no, que él mismo había creado. Las manos le temblaban, y reparó entonces en lo frías que se encontraban. Apretó el arma entre sus manos cuando la criatura ganó terreno, y el muchacho dio un paso atrás, tragando saliva con esfuerzo.

No retrocedas, muchacho. Sé que puedes hacerlo.

—¿Puedo... hacerlo?

Su voz sonó extraña. No era un murmullo atemorizado, el temblor en su voz fue muy distinto al de las otras veces. Cargaba en su garganta con una emoción incontenible, que recorría su pecho y le llenaba de júbilo ante el mero hecho de saber que alguien creía en él. Que su propio yo creía en sí mismo.

Y eso... Eso... Era todo lo que siempre había necesitado.

Sus orbes, ahora dorados, brillaron con la intensidad de mil soles. Y la sombra de Boreas a su espalda se materializó con la fuerza suficiente como para erradicar a la criatura frente a sus ojos con un último Bufu. Acabando con el abismo que le distanciaba de su pasado... para siempre.


Yule Shirai (Lvl 5)
HP: 110/110
MP: 57/65
Fuerza: 15
Magia: 25
Defensa: 15
Agilidad: 9

Contenido oculto

Comandos de batalla:
Arma: Lanza de Hielo (Ataque físico; 10 de daño)
Persona: Boreas

• Bufu (Ataque de hielo leve a 1 enemigo) [Daño: 20 | Costo: 4 MP]
• Dia (cura leve a 1 objetivo; puede ser aliado o al propio usuario) [Cura: 50 HP| Costo: 3 MP]

Defender
Usar Ítem
Escapar

 

La sombra que había lucido como su padre anteriormente gritó de dolor. Agonizando por el golpe de hielo, se echó hacia atrás... y explotó en un haz de luz negra.

¡Combate ganado!
Obtienes:
+100 Exp
+1000 Yen

Contenido oculto

¡Yule sube a Lvl 6!
Mejoras en estadísticas:
+4 HP
+2 MP
+2 Fuerza
+2 Magia
+1 Defensa
+0 Agilidad

Yule se echó hacia atrás, y poco a poco todo regresó a su estado original. Boreas desapareció, así como sus ojos dorados, pero... Yule podía sentir su poder en su interior. Ahora sabía que siempre le acompañaría... que este poder era suyo propio, y que estaría siempre con él.

Un súbito ruido a su espalda le hizo darse vuelta rápidamente. ¿Otro enemigo? No, nada de eso... el lugar seguía vacío excepto por él. Pero enseguida notó que una curiosa puerta había aparecido. Una puerta azul con una mariposa en el centro... ¿quizás un portal que lo regresaría al Velvet Room? Tenía esa sensación... ¿le daría Igor una respuesta a todas sus preguntas ahora?