Historia larga Como si Fuera una Última Fantasía

Tema en 'Historias Abandonadas Originales' iniciado por joseleg, 6 Enero 2017.

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    joseleg

    joseleg Usuario común

    Cáncer
    Miembro desde:
    4 Enero 2011
    Mensajes:
    301
    Pluma de
    Escritor
    Título:
    Como si Fuera una Última Fantasía
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Fantasía
    Total de capítulos:
    2
     
    Palabras:
    753
    Prólogo: Jefe final esperanza inicial

    El cíclope se levanta en medio de aquella noche de luna nueva, la neblina se levanta con su helado aliento mientras que un hombre trata de concentrarse, después de todo eso es lo único que le queda, no hay familia, no hay magos, no hay maestros, solo él y la bestia, la bestia que gobernaba sobre todo el valle de Rcos con puño de hierro por casi 500 años. La criatura enfocó su único ojo en el héroe, el único hombre que se le había enfrentado sin armamento de proyectiles, de hecho a simple vista parecía un demente mortal, estaba cubierto con una cota de mallas oxidadas por el uso y algunas protecciones en cuero, así como un par de espadas de hoja ancha en su espalda.

    La criatura procedió a emitir un pulso psicoquinético que quebró el suelo y levantó una enorme cantidad de escombros, pero el hombre resistió su impacto como si se tratara de una brizna de primavera, la mirada del humano estaba enfocada en una cosa y solo una cosa, su enorme ojo único.

    "Yo los llamo, tormenta de relámpagos, bajo el antiguo nombre de los aedos, venid a mi ¡Thundara!"

    Fue el grito de batalla del héroe, y al mismo tiempo una tormenta eléctrica se desencadenó como de la nada, los relámpagos caían como pilares de luz que descargaban su corriente de electrones en el suelo, algunos fluyendo al cuerpo de cíclope, mientras que otros le impactaban directamente. El guerrero avanzó a una velocidad inhumana, más rápido de los lobos de la noche, y con más potencia de los leones del fuego.

    Sin embargo el cíclope no fue derribado por el impacto eléctrico, simplemente retrocedió unos pasos y volvió a emitir un potente campo de fuerza, el cual en esta ocasión si presionó el cuerpo del héroe contra un viejo edificio. Si se hubiera tratado de un hombre normal, su cuerpo hubiera rebotado en el muro despanzurrándose en el proceso, pero aquel héroe era diferente, su cuerpo atravesó el muro como si estuviera hecho de plomo.

    La criatura tensó todos sus músculos mientras su oscura aura se manifestaba a su alrededor como si modificara la luz a su alrededor, el suelo bajo sus pies comenzó a vibrar con violencia a medida que los soportes de la edificación eran destruidos hasta que el edificio de veinte niveles que había estado en pie sin mantenimiento por siglos se venía abajo.

    De pronto de las ruinas emergió una especie de burbuja de agua que adquirió la forma de un dragón serpentino y en su interior se encontraba aquel guerrero en la posición de loto, parecía meditar y orar al mismo tiempo mientras se podía sentir como sobre el convergía una especie de energía externa, como si la propia madre naturaleza bendijera sus esfuerzos para destruir al monstruo sempiterno que había dominado las ruinas por siglos.

    El dragón se deshizo en agua corriente como si se tratara de un rio se dispersó, mientras que el héroe humano quedaba de pie, podía verse con claridad que había una herida en su rostro, lo bastante profunda como para poder ver el hueso zigomático fracturado en su mejilla izquierda, la cual parecía recuperarse a una velocidad impresionante. Cuando la herida sanó, lo único que quedaba era una cicatriz bastante fea, pero nada más, era como si hubieran pasado décadas de sanación en unos cuantos segundos.

    Entonces cuando el cíclope pestañeo, el hombre no estaba, o más bien apareció justo frente a él, pero la capacidad de enfoque de su único ojo le dio el tiempo suficiente al guerrero como para lanzar una de sus espadas directo al ojo del cíclope dejándolo ciego. La cuchilla se incrustó en el cráneo hiriendo parte del cerebro de la bestia, entonces se pudo sentir como su cuerpo se hacía más vulnerable. El guerrero avanzó a una velocidad tan alta que el ojo humano no podía seguirlo, mientras cortaba al monstruo en zonas específicas de unión de tendones y ligamentos, dejando al monstruo inmóvil. Cuando la bestia cayó, el guerrero solo tuvo que levantar su enorme rostro con una mano para recuperar su espada, para finalmente atravesar con ambas espadas en el cerebro. El dominio de la bestia había terminado, pero no había terminado. El héroe sacó una cantimplora que tenía plegada en su espalda, y cortó el cuello del monstruo en un punto específico del cuello para recuperar la mayor parte de la sangre del monstruo, con aquella sangre habría de formarse un nuevo mundo.
     
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    Título:
    Como si Fuera una Última Fantasía
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Fantasía
    Total de capítulos:
    2
     
    Palabras:
    1792
    1 Llamado a la aventura

    Dave, la brillante ciudad estado del valle ubicado entre la cordillera de Rcos y el desierto de Auste. La ciudad fue fundada sobre las ruinas de una ciudad antigua por el héroe Almus Laurent Bradley, un guerrero mágico que logró derrotar al cíclope que resguardaba el centro de la ciudad con su inconmensurable poder. A partir de la sangre del monstruo el héroe logró crear un cristal mágico que purificó la ciudad de otros monstruos menores que la agobiaban y así poder reconstruirla. De eso han pasado casi 500 años en los que la nueva ciudad se consolidó como el centro político y cultural de la región que adquirió el nombre de Davos, una de las 4 aldeas originales, la cual había crecido justo al sur de las ruinas.

    Aquella joven muchacha se encontraba de pie frente a la estatua del gran héroe, aquel que había permitido el renacer de la civilización humana y que le había dado un buen nombre a los guerreros mágicos. Antes del nacimiento de Almus, todos los bebes que nacían con los dones de la magia eran asesinados por sus padres debido a que se los considerada hijos del diablo, no diferentes a los monstruos que pululaban por los campos, los bosques y los desiertos.

    La muchacha vestía unos pantalones banqueros, no muy amplios, pero tampoco ajustados, con unas botas de cuero de zangol, una de las criaturas más peligrosas que los cazadores podían obtener, y también de las más valiosas. Sobre el pecho llevaba un saco de lana que le cubría desde el cuello hasta la parte superior de las piernas, y aunque esta vestimenta cubría casi todo su cuerpo, aun podían notarse la sinuosa figura de una mujer muy bella, encima del aquel saco portaba un poncho con figuras que representaban dos zangoles machos peleando en los valles. Atando su cintura se encontraba un correaje que ataba dos dagas en su espalda y dos revólveres Ruger gp750 muy viejos, pero en excelentes condiciones. Su rostro no podía verse con claridad debido al sobrero de ala ancha que se encontraba sobre sus cienes.

    "Héroe de nuestro mundo, ¿qué quiere de nosotros tu descendiente?"

    Se preguntó la muchacha, mientras que unos hombres la llamaban para que subiera al carruaje. Se trataba de una carreta con una lona encima que le otorgaba cierta protección a la intemperie. Era jalada por caballos, algo bastante habitual desde que la materia prima para crear motores de combustión interna se convirtió en una rareza.

    El hombre más viejo se encontraba controlando los caballos, su cabello era oscuro como la noche negra, sus ojos castaños como la superficie de un árbol y su tez acanalada, la gente de Dave llamaba a los hombres como el, los mestizos, una raza mezclada, impura, pero civilizable, y de cierta forma, conformaban la mayoría de los trabajadores de todas las aldeas de la región, en últimas una raza de sirvientes inferiores a su propia gloria.

    "¿que estabas viendo?"

    Preguntó el hombre a la muchacha que se subió justo a su lado, a ella le gustaba ver como aquel anciano controlaba los caballos con brazo fuerte y firme,

    "nada en especial papa"

    Contestó ella cubriéndose aún más el rostro con su sombrero.



    Entonces salió del interior de la carreta un hombre de unos veinte y tantos o treinta y tantos años con una barba de cuatro días y un aliento a tequila.

    "¿Iri todavía sigues haciéndote la mala? Deberías saber que a nosotros no nos impresionas con tu som-bre-ri-to"

    Luego mirando al anciano el hombre prosiguió.

    "Por cierto jefe, ¿qué hacemos aquí, y encima dirigiéndonos a los barrios de los ricos? Pensé que solo pararíamos en este nido de ratas para comprar municiones"

    El anciano miró a su hija y suspiró.

    "En la taberna me llegó un mensaje, al parecer hemos sido convocados por el señor Marcus, al parecer la recompensa será en oro, equivalente a unos 200 000 dol"

    Al escuchar esa cifra casi se le salen los ojos al hombre.

    "Marcus Laurent Bradley de Dave, es difícil no conocer ese nombre"

    Dijo el hombre de la barba de cuatro días sonriendo.

    "Pero que puede desear el hombre más poderoso de todo Davos ¿de nosotros?"



    La casa de los Bradley se ubicaba al noroccidente de la ciudad capital de Dave, se trataba de un complejo residencial al cual se tenía que acceder por una carretera muy bien pavimentada, estaba rodeada por un bosquecillo y campos de flores artificiales, los árboles eran frutales o decorativos y se encontraban organizados irregularmente para asemejarse a un bosque natural. En medio de aquel bosque Iri pudo notar estatuas muy bien realizadas de monstruos místicos, de hecho pudo ver una de un león de fuego tan realista que instintivamente se llevó la mano derecha a la empuñadura de una de sus dagas sin siquiera darse cuenta.

    "Realista, ¿no crees?"

    Preguntó el padre de Iri quien mantenía su vista fija en el camino.

    "Parece como si el que lo creó lo hubiera visto en persona"

    Contestó ella relajándose un poco.

    "La familia Bradley tiene varias ramificaciones, los Laurent son conocidos por ser la rama principal y más antigua, de ellos emergen líderes militares, ingenieros y sabios, los Ruger que son diseñadores de armas como las que llevas en tu cinturón y los Kroner que son artistas, aventureros y naturalistas; todos ellos forman el clan Bradley, según se, estas esculturas fueron hechas por Huge Kroner Bradley, y debes conocerlo ya que tu libro favorito sobre las criaturas místicas lo escribió el hace unos 100 años"



    La casa principal del complejo era una mansión de cuatro niveles, aunque en el frente solo aparentaba poseer tres. Las puertas principales estaban frente a una fuente de agua sobre la cual se encontraba una estatua conmemorativa de Almus Laurent Bradley matando el cíclope de las ruinas. Los tres aventureros fueron dirigidos inmediatamente al despacho de Marcus.

    "Usted debe ser Alberto el Magno el gran cazador"

    Esas fueron las palabras de apertura de Marcus, se trataba de un hombre de imponente apariencia, su vestimenta era blanca, pantalones simples con un quiebre preciso, una chaqueta con un cuello perfectamente doblado que parecía más un abrigo militar y una corbata gris. Su cabello era gris con algunos bisos negros, y sus ojos eran castaños, la tez de su piel no era tan clara como la de otros nobles, pero no tan castaña como la de su padre, era muy diferente de como Iri lo había imaginado, después de todo eran la familia más prestigiosa de todo Davos, y generalmente las figurillas de Almus el cazador de cíclopes lo representaban con una tez blanca casi como el mármol y cabellos dorados como los del dios Dontrop.

    "Solo llámeme Alberto su señoría"

    Contestó el anciano extendiendo la mano, por un momento Iri pensó que Marcus lo ignoraría, pero en su lugar el noble extendió su mano estrechándola con la de su padre, ese comportamiento era extraño, ya que unos años antes Alberto había trabajado para otra familia de nobles que lo habían tratado como basura, el señor Marcus era por mucho alguien de mayor nivel social, pero al mismo tiempo emitía un aura paternal, casi como el que se esperaría de un sacerdote del dios Dontrop.

    "Él es Heslou mi francotirador principal y ella es Iri mi hija mayor y guardaespaldas"

    Dijo Alberto mientras presentaba a su séquito, dicho esto Marcus extendió su mano para saludarlos también.

    Hecho esto los dos hombres se pusieron a hablar de cosas sin mayor importancia, lo cual era una costumbre entre los líderes de todo tipo de la región de Davos, al hablar de esto y lo otro se conocía el nivel de conocimientos y personalidad de tu interlocutor, cosa que era valorada a la hora de hacer negocios. Mientras ellos hacían eso Heslou se sentó, prendió su pipa y se puso a fumar un poco de tabaco. Iri detestaba el olor de aquellas hojas demoniacas, así que se alejó un poco y se puso a caminar por el lugar, sin embargo llegada a cierto punto decidió regresar, no fuera que algún sirviente decidiera ocultar algún objeto de valor y decidiera culparla a ella de eso.

    Caminando de regreso pudo ver a dos hombres que se encontraban en uno de los patios de la mansión, uno era un hombre mayor, casi de la edad de su padre y el otro era un hombre joven, casi se podía adivinar que estaba saliendo de la adolescencia. Decidió pasar de largo cuando sintió un estremecimiento en su espalda, y eso solo sucedía cuando algún monstruo místico conjuraba algún hechizo, pero se encontraban en la ciudad, bajo la protección del gran faro y generador de luz, por lo tanto aquella sensación solo podía ser realizada por alguien como ella, un guerrero mágico que conjuraba algún hechizo. Pero cuando giró su rostro Heslou apareció, parecía que ya era hora de terminar aquella incómoda visita.



    A las puertas de la mansión se encontraba Marcus sonriendo.

    "¿Partirán entonces mañana a medio día?"

    Preguntó Marcus para confirmar el compromiso.

    "En efecto su señoría"

    Contestó Alberto.

    "La otra mitad del pago se realizará al regreso"

    Al escuchar eso Heslou casi se traga la lengua, se trataba de 100 000 dol, con ese dinero sería sufuiciente para comprar tierras en cualquiera de las aldeas y vivir de la renta por generaciones.



    Cuando regresaban Iri preguntó.

    "¿Que debemos hacer?

    A lo que Heslou añadió

    "¿A quién debemos matar?"

    Iri lo miró con cara de pocos amigos.

    "¿Qué? Nadie paga tanto dinero a gente como nosotros por algo que sea honorable, además es bien sabido de los Bradley se encuentran peleando con los Copeland por ver quien colocará al próximo Presidente"

    Alberto suspiró.

    "No quien, sino qué"

    Tanto Iri como Heslou detuvieron su discusión en ese momento.

    "Debemos cazar un Zangol"

    Iri suspiró de alivio, la cacería del zangol no era algo sencillo, pero por lo menos se trataba de una labor con honor.

    "Eso es fácil" contestó Heslou.

    "Aún no he terminado"

    Interpuso Alberto.

    "Debemos matar a un Zangol y extraer su sangre".

    Iri se percató del problema.

    "Pero padre, ¡ninguno de nosotros puede hacer eso! A demás es peligroso, la sangre de los Zangol se evapora en menos de 10 minutos de su muerte y los miembros de su manada protegen el cuerpo por lo menos durante 30 minutos"

    El anciano se puso a reirá.

    "¿A caso pensaron que nos pagarían una fortuna por algo sencillo? A demás según dijo nos enviarían a un experto que se encargará de obtener la sangre en menos de tres minutos, pero me solicitó que no debe sufrir ningún daño, así que Iri, tú serás la niñera del experto junto con los miembros de tu unidad.

    Al escuchar eso, Iri puso su grito en el cielo.
     

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