Microrrelato Como dijo...

Tema en 'Nano y Microrrelatos' iniciado por SaiLate, 2 Abril 2013.

  1.  
    SaiLate

    SaiLate Iniciado

    Acuario
    Miembro desde:
    29 Marzo 2013
    Mensajes:
    11
    Pluma de
    Escritor
    Título:
    Como dijo...
    Clasificación:
    Para todas las edades
    Género:
    Drama
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    480
    Es oficial: estoy bloqueado.
    Ya sabes, esa sensación de impotencia que parece agarrotar tus músculos y tu mente en el momento de ponerte a escribir.
    Tienes una idea, los personajes, la situación incluso... Y sin embargo, algo dentro de ti parece ser incapaz de fluir, de ponerse en marcha, como si fueses una suerte de máquina a la que le falta la pieza más fundamental.
    Es irritante.
    Para mí, escribir siempre ha sido una manera de evadirme, de encontrarme conmigo mismo, de refugiarme en mi interior y no salir hasta que la tormenta hubiese amainado.
    Ahora, sin embargo, mi caparazón está resquebrajado, con innumerables grietas recorriendo su superficie.
    Y, por supuesto, existe una razón para ello.
    El amor.
    Sí, eso que sale en las películas, eso que sabes que está ahí porque suena una musiquita de fondo y a los protagonistas les brillan los ojos como si de supernovas en miniatura se tratasen. Eso que mueve continentes, satélites e incluso universos si se lo propone.
    Pues bien, en la vida real difícilmente es así.
    En la vida real, el amor consiste en compartir el peso del mundo sobre tus hombros en los hombros de otra persona. Consiste en abrir las puertas de tu alma a alguien. Consiste en escribir y escribir y escribir sobre él o ella.
    Y muchas veces, él o ella acaba apartándose, y el peso que antes no te parecía nada te aplasta contra el suelo, dejándote renqueante, exhausto. Las puertas que habías abierto se cierran de golpe, sacudiéndote por dentro como un seísmo. Todo lo que habías escrito, de repente, deja de tener sentido...
    El amor es una de las sensaciones más maravillosas de nuestra existencia, pero al mismo tiempo también puede ser terriblemente dolorosa.
    Puede hacerte temblar, llorar, gritar, perderte a ti mismo.
    Puede reducirte a la nada.
    Si le dejas, claro.
    Porque de toda caída se aprende, de todo error podemos sacar conclusiones.
    Y mira por donde, al final he conseguido escribir algo, así que quizás no sea tan malo.
    O quizás esto no sean más que las estúpidas conclusiones de un adolescente con demasiado tiempo libre y demasiadas malas experiencias en el terreno amoroso.
    Sea como sea, y tal como dijo C.S.Lewis: “To love is to be vulnerable”
     
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