Hay cientos de series policiacas donde lo que predomina comúnmente es el misterio, aunque a veces ocultan mucho más. Café (Castle): Kate Beckett permanecía en su escritorio, su pulso estaba acelerado y sus manos le temblaban, a su mente no dejaban de venir imágenes de aquel disparo en el funeral de Montgomery donde casi termina perdiendo la vida, en su mente retumbaba una y otra vez el sonido de esa arma, se cubrió el rostro de manera defensiva, esperando que terminara que de alguna forma pudiera olvidarlo, sentía que de alguna manera esto había marcado su vida por siempre, su desempeño, su calidad como policía y esto le enfurecía, le hacía sentir impotente, con su personalidad su carácter independiente no podía permitirlo, pero sin embargo no lo lograba. — ¡Beckett!— escuchó una voz tras ella— hace frió, te traje un café—Rick permanecía frente a ella sonriéndole con un vaso ofreciéndoselo. — Hola Castle…—dijo en forma de murmullo, pero sin evitar devolver la sonrisa. Castle se despojó de chaqueta y abrazándola la puso sobre sus hombros, Beckett al sentir su contacto no pudo evitar estremecerse, toda la angustia, el temor, la intranquilidad desaparecieron de pronto, se sintió protegida, a salvo de cualquier cosa, segura, cerró los ojos para absorber lo máximo de este momento, sonrió. — Mucho mejor, ¿no crees?—dijo el escritor acercando una silla y acercándose a ella— tuve algunas ideas, creo que el asesino pudo estar allí todo el tiempo si lo piensas encaja todo: la hora, el tiempo… —Castle…—le interrumpió, ella le sonreía de una forma distinta, había algo en su mirada.. — ¿Qué Beckett? —Gracias por estar cuando lo necesito— tomó su mano con la derecha mientras con la izquierda daba un sorbo a su café. Un proceso maravillosamente ilógico.(Bones): La joven antropóloga forense dio un fuerte respiro, como si algo grave le ocurriera, Booth el detective con el llevaba trabajando ya un largo tiempo se acercó a ella en ese momento y tomándola de los hombros por la espalda de sonrió. —¿Tienes algo respecto al caso Bones? —preguntó el muchacho mientras intentaba averiguar que le ocurría. — Emmm, si, si, tengo algunos datos, mira el tamaño y el ensanchamiento de la cadera indica que era un hombre caucásico de unos veintitrés años…¡Booth!, quisieras por favor alejarte un poco… El joven extrañado retrocedió. — Bien, ya te he dado tus datos, tienes un poco más seguir el caso, no veo la necesidad de que continúes aquí— le dijo cortante. — Bones, ¿algo malo ocurre?, ¿Por qué estas así conmigo?... — Booth, solo vete, ¿sí?, es que no tiene lógica, yo…yo me extraña estando contigo… — De que hablas, acaso ¿he hecho algo malo?... —Al contrario, nadie me había tratado como tú, eres muy gentil, lindo, encantador…una persona no puede solo esto, pero es que no tiene ninguna lógica, tu no me ayudas en mucho pero sin embargo no quiero que te vayas, de alguna manera creo que te necesito aquí aunque no sé por qué, a pesar de que no has hecho nada siento me siendo confortable el solo estar cerca de ti, el hablarte, me siento tranquila a pesar de que la situación no lo amerite pues exista un riesgo potencial, ese extraño aroma de tu fragancia que me irritaba tanto… y ahora…—lo observó y sus ojos quedaron fijos por segundos—ahora…provoca que quiera hacer cosas irracionales… Booth había entendido solo algunas cosas de lo que ella había dicho, no por que tuviera terminología científica o algo así si no porque se había concentrado más en otras cosas como: en que la voz de la doctora Branan se había puesto más dulce, en que se encontraba tan próximo a ella que casi podría respirar su aliento, como su piel lucia tan tersa y sus ojos tan enigmáticos e intrigantes. Ninguno de los dos se percató hasta el momento en que sus labios se encontraban ya demasiado cerca, Bones dudo por unos segundos pues experimentaba un extraño conquilleo en el estómago que no había sentido nunca antes, pero Booth la acercó más a él y ella decidió perderse al menos un segundos en sus brazos y besarlo. Duro al menos unos cuantos segundos sus labios encontrándose en un beso fugaz pero único, se observaron un tanto inseguros, pero al final sonrieron. — ¿Aún te parece extraño? —preguntó Booth sin separarse de ella. —De hecho lo es, es un proceso ilógico… Booth la besó de nuevo, ella le correspondía lenta y suavemente mientras también se abrazaba a él. —…un proceso maravillosamente ilógico… Faltan seis más espéralos.
Me encanto héroe mio, no he visto la series pero de la manera en que narras me haces sentir los sentimientos de los personajes y sus historias. Es increíble la forma en como me haces sentir como si estuviera ahí viendo todo,como narras me haces sentir realmente ahí,sentir los sentimientos de los personajes,me encanta como describes lo que sienten,esas sensaciones que yo siento también cuando me abrazas,cuando estas a mi lado.Esa sensación de saber que puedo decirte todo y confiar en ti porque se que tu siempre vas a estar a mi lado. Es verdad..el amor es maravillosamente ilógico, algo que nadie puede explicar muy bien...pero no hay necesidad de explicarlo, lo importante es sentirlo y dejarse llevar por el...un beso es una explicación mucho mas buena que decir un montón de palabras,un beso dice mas que mil palabras. Me parecio maravillosa tu historia,muchas gracias mi maravilloso y amado héroe de fuego,feliz aniversario
