Ciudad Zamani Al norte: Cementerio de Udan Al oeste: Desierto de Jangwa (unas arenas movedizas impiden el paso...) Al sur: Campos de miel (una enorme piedra obstruye el camino...) Ciudad Zamani, la ciudad de las piedras. Esta ciudad está situada en un terreno montañoso, con relieves de baja altura por todas partes, y las casas se ubican a distintas alturas la una de la otra. Es una ciudad rica en minerales, y, de hecho, la mayoría de sus habitantes se dedican a la minería. ¡Este puede ser un buen lugar para conseguir alguna de esas piedras evolutivas! Al parecer, este es el hogar de Tetemeko y de su hermana, Mlima. No es difícil oír a todo el mundo hablar de ellos, ¡parecen estar en boca de todos los lugareños! Tal vez sea buena idea buscar a la hermana del capitán por aquí... No hay pokémon salvajes en esta zona. No hay requisitos para salir de esta zona.
Liza White Siguiendo el camino que nos había sido facilitado, acabamos divisando lo que parecía ser una ciudad situada en un terreno montañoso a lo lejos. Las casas se encontraban situadas a diferentes alturas las unas de las otras, salvando el relieve que había entre ellas. Al acercarnos lo suficiente hasta la entrada, nos encontramos un pequeño cartel que indicaba el nombre de la ciudad: Ciudad Zamani. Nuestra primera parada. Curiosas, decidimos explorar un poco las inmediaciones del lugar. Recorrimos la ciudad en medio de un pequeño paseo, observando las casas, el mercado e incluso a la propia población charlar mientras pasaban a nuestro lado. En más de una ocasión, escuché que hablaban de una tal Mlima. Esto no llamó mi atención por el momento, hasta que alguien agregó que dicha chica era la hermana de Tetemeko, el capitán menor. Y por lo que se veía, eran bastante conocidos por allí. ¿Quizás esta era su ciudad natal? —Parece ser que por aquí conocen muy bien a Tetemeko, ¿te parece si buscamos a su hermana, Emi? Quizás pueda darnos información —le propuse a mi amiga, buscando con la mirada a algún transeunte cercano. Fue entonces cuando un chico pasó por nuestro lado, y me acerqué a él para preguntar—. Perdona, ¿sabes dónde podemos encontrar a Mlima por aquí? Tal y como lo sospechaba, la respuesta fue afirmativa, y en poco tiempo nos dieron su dirección. Así, nos dirigimos hacia el lugar donde Mlima se encontraba.
Mlima se mostró como una joven con cabellos de color chocolate cayendo sobre ambos hombros, llevando un gorro de tela beige y un conjunto de tela del mismo tono. Sus ojos eran grandes y color avellana, y tenía tez tostada y rasgos delicados. Lo cierto era que era una mujer bastante atractiva, pero, claro... l-la bestia que había junto a ella no era precisamente adorable. Contenido oculto —¡Hola! —dijo ella, con una dulce voz. Sin embargo, parecía algo preocupada—. ¿Quiénes sois? Parecéis entrenadoras, ¡mirad qué pokémon os acompañan! Saluda, Tyranitar. Sorprendentemente, el pokémon con aspecto tan amenazante sonrió con extrema dulzura y meció su brazo para saludar. —¿Qué necesitáis? A: ¿A qué te dedicas? B: Sobre el desafío de las Marcas...
Liza White Mlima se presentó ante nosotras con bastante simpatía, parecía una chica agradable. Y ni qué decir del enorme Tyranitar Udan que la acompañaba, ¡wow! ¿Acaso ella también sería una capitana? —Encantada de conocerte, Mlima. Yo soy Liza, y ella es Emily —nos presenté con una sonrisa—. Nos encontramos realizando el desafío de las marcas, y acabamos de llegar a ciudad Zanami. La verdad es que estamos algo perdidas, y no sabemos bien dónde encontrar al resto de capitanes mayores para poder seguir con la prueba. >>¿Podrías darnos alguna indicación, por favor? B: Sobre el desafío de las Marcas...
—¡Oh, el desafío de las Marcas! Qué buenos recuerdos, ¿eh? >> Si habéis conseguido vencer a los cinco capitanes menores, vuestro objetivo debería ser vencer a los capitanes mayores, ¡lógicamente! Son cinco, y son mucho más fuertes que los menores, ¡mucho, mucho más! Ahora mismo, probablemente solo puedas encontrar a dos: a Msita, capitana experta en tipo planta, que se encontrará en la Jungla Tropiki, y a Akili, capitana de tipo psíquico, que probablemente esté en el Cementerio de Udan. Así pues, ¡suerte si vais con ellos! Tanto si habéis derrotado a los menores como si no, siempre podréis desafiar al resto, por supuesto. ¡Pero tened en cuenta que el desafío será mucho mayor! >> ¿Puedo ayudaros en algo más? A) ¿A qué te dedicas? Cuaderno del Explorador actualizado.
Liza White Msita y Akili, especializadas en el tipo planta y tipo psíquico respectivamente. ¿Jungla Tropiki y el Cementerio de Udan? ¡Genial, nuevas zonas para explorar mientras tanto! Asentí, conforme con la información dada por Mlima, e intercambié una rápida mirada con Emily. Ya sabíamos a dónde podíamos ir después de estar aquí. —¡Gracias por la información, Mlima! Creo que con eso es suficiente, pero... —hice una breve pausa, admirando al Tyranitar que acompañaba, y le señalé con genuino interés—. ¿Tú también eres entrenadora? ¡Tu pokémon se ve muy fuerte y bien criado!
Mlima sonrió orgullosa y acarició el muslo de su pokémon (el lugar más alto al que alcanzaba de éste). —Tyranitar puede parecer rudo y fuerte, y lo es, pero en el fondo es un amor —el pokémon se sonrojó y apartó la mirada con timidez—. Y sí, soy entrenadora. Soy una de las cinco personas que han logrado superar el Desafío de las marcas, junto con Chuma, Jukumu, y... y... Su rostro se mostró aliacaído. —... y Maji y Nyota. Aún no puedo creer lo que ha sucedido. ¿Maji mató a Nyota? Él y yo éramos amigos, ¿por qué haría algo así? Entristecida, Mlima se abrazó a la pierna de su pokémon, y dijo, con voz trémula, mientras Tyranitar se agachaba para rodearla con el brazo. —Si me disculpáis, tengo cosas que hacer...
Liza White ¿Mlima también superó el desafío de las marcas? No hacía falta jurarlo para que llegase a creerlo, solo ver el fuerte vínculo que tenía con su Tyranitar era suficiente para saber que se trataba de una gran entrenadora. A su vez, nos citó las otras cuatro personas que también lo habían superado junto a ella... Y su rostro cambió tras nombrar a los dos últimos. Mi semblante no fue la excepción. Parecía realmente afectada, sobre todo con la sospecha que apuntaba a Maji como verdadero culpable de tal atrocidad. Se abrazó a su pokémon, entristecida, y yo me limité a agachar la cabeza, enmudecida de repente. Volvía a tener justo frente a mí el mismo dilema de antes: ¿qué podía hacer yo en una situación tan como esta? No quería ver a nadie así, aunque fuesen personas a las que acababa de conocer. Evité la mirada confusa de Emily, y la tomé de la muñeca con suavidad para comenzar a movernos de allí. Sabía que lo mejor, por el momento, era no insistir con el tema. Todo estaba demasiado reciente aún. Sin embargo antes de marcharnos, al pasar por su lado, me giré hacia ambos, y pronuncié unas últimas palabras. —Averiguaré lo que está pasando aquí, Mlima. Te lo prometo. Y nos alejamos de allí, con nuevos destinos a los que dirigirnos. Y mientras una parte de mí deseaba hacerse con la victoria en el desafío de las marcas, la otra quería esclarecer dudas. Algo no iba bien aquí, de eso estaba segura.
Emily Hodges Nuestros pasos nos dirigieron a un nueva ciudad: Ciudad Zamami. Como las anteriores, no contaba con edificios extravagantes, si no con edificaciones algo pobres. Pero, eso sí, era acogedor. Mientras hablaba con Liza, escuchamos varias veces el nombre de Mlima. Así que nuestra obligación era preguntar al respecto. Así lo hicimos y no mucho después, fuimos junto a ella. Tras las presentaciones pertinentes, la joven nos habló un poco sobre el desafío de las marcas y ella misma como entrenadora. Y poco después, mi expresión fue de pura sorpresa y confusión. ¿Maji matando a Nyota? ¿M-Maji? Me quedé callada mientras Liza me guiaba hacia otro lugar. ¿Era eso lo que había escuchado en el desfile y que no podía decirme? ¡Pero eso no era posible! ¡Maji había salvado a Furaha!
Liza White Mientras cruzábamos la ciudad para poder dirigirnos hacia el desierto, me volví hacia Emily, recordando que aún debía contarle algo. Minoré la marcha para caminar a la par, pues de la emoción había adelantado un poco a los presentes, y no era mi intención dejarlos atrás. —Ahora creo que es el momento de poder ponerte al día, siento si te dejé con demasiadas incógnitas durante este rato —junté mis palmas, disculpándome de antemano con una sonrisa nerviosa. Llevé al instante las manos tras mi espalda, entrelazándolas mientras caminábamos, y comencé a mirar el cielo despejado a su paso—. Durante el desfile de ciudad Mkuu, el Gran Fikra dio el anuncio de que Nyota, una de las cinco personas que habían logrado completar el desafío de las marcas, había sido encontrada muerta, luego de un tiempo en el que estuvo desaparecida. >>En el instante del anuncio yo estuve con su hermana, Furaha... Fue una escena realmente dolorosa de ver, por eso no fui capaz de decirte nada aún. Guardé silencio por unos instantes, pues no quería empezar a saturarla con información. Medité un segundo cómo explicar la segunda parte y entonces, procedí. —En el cementerio, cuando me alejé de ti, volví a ver a Furaha junto al gran Fikra, en el entierro de Nyota. De repente apareció un grupo de enmascarados, y empezaron a atacar a los guardias del gran Fikra... mientras que su líder se enfrentó a mí. Al finalizar el combate, y antes de desaparecer, abrió el ataud de Nyota, demostrándome que este se encontraba vacío. >>Además, se llevaron a Furaha con ellos, y no pude hacer nada por detenerles... Suspiré, volviendo a ver a mi amiga. Al menos, ya era consciente de la situación, y podía sentirme tranquila al compartir todo aquel extraño suceso de hoy junto a alguien. —Todo está resultando ser la mar de extraño pero... Estoy segura de que volveremos a saber de ellos pronto. Mientras tanto, es hora de continuar.
Emily Hodges Mientras caminábamos por la ciudad, Liza decidió contarme lo que había pasado que le había afectado tanto. Decidí, por tanto escucharla con toda mi atención. Así lo hice, y aunque sospechaba algo de la información, resultó abrumador descubrir todo de golpe. Lo que más me sorprendió fue lo último. ¿El ataúd vacío? Eso... ¿qué significaba eso? —Es extraño, ¿no? ¿Por qué Fikra haría eso? Mentir sobre la muerte de Nyota y culpar a Maji... ¿qué puede significar todo eso? Supongo que solo nos queda avanzar para descubrirlo, ¿no? —acabé diciendo, encogiéndome de hombros. Todo aquello me estaba dando dolor de cabeza. Si pensaba demasiado en ello, acabaría por sacar conclusiones demasiado disparatadas.Así que deposité una mano en el hombro de Liza, cariñosa. >>Tranquila, somos Holders, ¿verdad? Hemos salvado Galeia tantas veces, conseguiremos descubrir lo que ocurre aquí y ayudaremos, ¿sí? Por ahora sigamos con el Desafío, tengo curiosidad por saber la prueba de la Jungla.
Liza White ¡Al fin, ciudad Zamani! Casi ni tiempo tuve de ponerme a merodear por la zona, pues en cuanto puse los pies en la ciudad me dirigí hacia el mercado, ansiosa. Daiki también parecía estarlo, y no me extrañaba. Seguro que tenía ganas de ver su nueva forma. ¡Y yo también, por supuesto! Así que basta de relleno, al caño las 100 palabras por post. Al mercado que voy.
Lucas Diamond Recibí la flauta arenas del capitán en un abrir y cerrar de ojos, y me acerqué a las arenas movedizas que me separaban de mi próximo destino. Allí la toqué hasta que un Noctowl apareció de debajo de la tierra y con sus poderes psíquicos endureció las arenas movedizas, permitiendo que pudiera pasar a través de estas. —Así que esta es la nueva ciudad, ¿eh...? Bueno, lo primero es ir al mercado, supongo.
Lucas Diamond —Bien, esta ciudad no parece tener mucho para nosotros —le comenté a mi equipo—. Visitemos el cementerio, ¿sí? Seguro que allí encontramos muchas más cosas por hacer, empezando por buscar nuevos pokémon. ¡Oh, y la prueba de la capitana! >>Se nos acumula el trabajo, así que vamos a darnos prisa. Toma la piedra agua, Doublade.
¡Vaya! ¡Doublade... estaba evolucionando! AEGISLASH: Agua/Roca Cebo: los pokémon de tipo agua no pueden escapar en presencia de este pokémon. Recibe inmunidad al tipo agua. Salud: 166/166 (6) Fuerza: 210 (10) Resistencia: 220 Agilidad: 2/2 (64 de Velocidad) (4) Movimientos: -Golpe Aéreo (40 Potencia, Volador, ineludible) (Usos: 3/3) -Protección (Se protege) (Usos: 2/2) -Pesca (65 Potencia, Agua, es muy eficaz contra el tipo Agua (Base 50, +15 STAB)) -Espadasanta (60 Potencia, Lucha) (Usos: 4/4) Quiere aprender... -Hidroariete (90 Potencia, Agua (Base 70, +20 STAB)) (Usos: 3/3) -Danza Espada (+20 Fuerza) (Usos: 5/5) -Joya de Luz (75 Potencia, Roca (Base 60, +15 STAB)) (Usos: 4/4)
Lucas Diamond Ralentizamos el paso cuando llegamos a la ciudad. N-no es como si el cementerio me diese miedo, es solo que no había necesidad de correr. La batalla me había dejado eufórico, acelerado, p-pero ya se me había pasado. Definitivamente era eso y para nada que el cementerio me resultase aterrador. Alcanzamos Zanami muy rápido, empleamos igualmente poco tiempo en atravesar la ciudad.
Liza White —¡Al fin, ciudad Zamani a la vista! Y me hubiese lanzado a recostarme en un banco si no hubiese tenido tanta motivación. Pero ni era Ian, ni podía echar el esfuerzo por la borda. Ya solo nos quedaba comprar la piedra necesaria para la evolución de la Budew, entrenar un poco en el desierto mientras Emily se desocupara y creo que ya habríamos acabado. O quizás podríamos entrenar en el cementerio y enfrentar a Akili de paso, uhm... Pero, ¿y los zumos? ¿¡Qué haría sin los zumos!?
Liza White De repente sentí un leve escalofrío mientras recorría Zamani junto a mi equipo, y no se debía a la presencia del cementerio detrás de nosotros. Como si de repente creyese que estaba caminando por una ruta pero ahora estuviese en otra, o yo que sé qué acababa de pasar. Si esto se trataba de algo relacionado con aquella cuarta dimensión y tal, Liza de esa dimensión, estate quieta, haz el favor. ¡Me mareas! Bostecé, sin embargo, dejando atrás aquellos extraños pensamientos mientras nos alejábamos de allí. Tenía sueño, hacía ya bastante que no dormía en una mullidita cama, como las de los centros pokémon de Galeia. Galeia... Hacía mucho que no pasaba por allí. ¿Cómo estarían Dante y Steve? Les echaba de menos, la verdad. Me di varias palmaditas para espabilarme, y tras hacerle un gesto con la cabeza a mi equipo para que me siguieran, nos encaminamos de una vez hacia el desierto.
Liza White Finalmente, no nos costó demasiado tiempo llegar a la ciudad indicada. El gurú indicado para cuidar de tus pokémon se suponía que estaba por aquí, pero por el momento mi plan era entrenar lo suficiente en el cementerio cercano a la ciudad. Luego, a su vez, se encontraban las piedras evolutivas en este mismo mercado, lo que me obliga a escoger ya a qué forma querré evolucionar al Snorunt que tendré... Supongo que lo pensaré de camino, ahora mismo era el momento de dejar que los chicos se pusiesen en acción un rato. Llevábamos demasiado tiempo dando vueltas de un lado al otro, ahora era su turno de entrenar como es debido.
Liza White ¡Entrenamiento completado! Había sido bastante largo, pero podía decir que sin dudas había sido fructífero. Mis pokémon habían entrenado lo suficiente, y ahora solo restaba centrarnos en nuestro nuevo amiguito. Con esa idea en mente, nos dirigimos hacia el mercado de Zamani, dispuestos a terminar los recados por el momento. —Prometo que descansaremos un poco antes de continuar el viaje.
