Long-fic [Choque interdimensional] Apple

Aclaración: Este fan fic es para la actividad de Choque interdimensional, en apoyo de los foros de crepúsculo y harry potter. La saga de Crepúsculo obviamente no es de mi autoria, y en este fic solo intento apoyar al foro y fangirlear con una pareja que me gusta.


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Algo que envidiaba de los humanos no era solamente la hermosa mortalidad, la posibilidad de vivir todo al máximo por que un día morirías, sino el hecho de poder traer otra vida al mundo. Cuando Bella quedó embarazada de Edward sintió una electricidad en todo su cuerpo y todos sus sentimientos –muy bien controlados hasta el momento- se habían disparado; siempre había sido cruel con la novia de su “hermano” pero ahora más que nunca sentía que debía ayudarla y protegerla.


Todas esas memorias y sentimientos eran un torbellino furioso en su pecho, pero entraron en completa calma en cuanto pudo tener aquel pequeño cuerpo caliente y lleno de vida entre sus brazos.

Renesmee había cambiado todo en un segundo, se había aferrado a ella como lo único que la podría hacer sentir humana nuevamente; la acuno tiernamente, maravillándose de su pequeña nariz, sus adorables parpados y pestañas ya tupidas, de esa boquita que se abría levemente y sacaba diminuta lengua, sonriéndole a quien era su tía.


Sabía que no era momento de quedar atrapada en un mundo de ensueños pues la situación en verdad era bastante triste: Bella estaba al borde de la muerte por dar a luz a Renesmee y bien pudo sentir la furia contenida, los músculos tensos, y aquella mirada hiriente como dagas tras su espalda. Jacob estaba en la habitación y avanzaba lentamente asía ella y el bebé. Rosalie tenía bien en claro que protegería con su vida aquella criatura, aunque muriera en el intento contra un poderoso hombre lobo. Pero no perdió la calma, extrañamente Renesmee le transmitía una tranquilidad tremenda pese a la verdadera tensión que debería inundar el ambiente de la sala.


De repente fue testigo de algo asombroso e igual de simple.


Renesmee había abierto los ojos, unos bellos ojos color chocolate como los de su madre, que miraban tranquilos y muy abiertos a un trastornado Jacob que no podía dejar de posar su mirada en ella.

Había escuchado hablar alguna vez de la imprimación de los lobos, algo que sucedía en un instante: con solo ver a alguien podían conectarse, formar un vínculo que era para toda la vida, algo que para ellos era puro amor.


Algo así como una manzana que cae inevitablemente al suelo atraída por la gravedad, Jacob se enamoraba de Renesmee como nunca jamás lo haría de otra criatura sobre la tierra.