One-shot Charlas Perdidas (Wadanohara and the Great Blue Sea)

Tema en 'Fanfics sobre Videojuegos y Visual Novels' iniciado por Luncheon Ticket, 21 Septiembre 2020.

  1.  
    Luncheon Ticket

    Luncheon Ticket THE BE(a)ST

    Virgo
    Miembro desde:
    30 Octubre 2017
    Mensajes:
    558
    Pluma de

    Inventory:

    Escritor
    Título:
    Charlas Perdidas (Wadanohara and the Great Blue Sea)
    Clasificación:
    Para todas las edades
    Género:
    Amistad
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    998
    [​IMG]



    Siempre se comporta de esa manera, como si no quisiera dejarlo todo en claro. Como si ocultara algo, pese a su personalidad tan alegre (cuando no está golpeándome, por supuesto). Hoy no fue la excepción, sin mediar palabra, me anunció que vendríamos a esta isla. Así de sorpresivo. Así de inesperado. Cada propuesta suya es una orden ineludible. Y bien, heme aquí. Estamos oteando el horizonte en silencio, mientras las olas chocan contra las rocas en la parte inferior del acantilado sobre el cual nos encontramos.
    El clima es agradable, y todo cuanto se puede divisar tiene un matiz muy colorido, pero ella ni se inmuta. No es la primera vez que permanezco a su lado en sus ratos de abstracción, me parece incómodo, pero admito que ya estoy acostumbrada. Ella sabe todo sobre mí, sobre mi madre y, sospecho, sobre mi padre también; pero yo ignoro una gran parte de su pasado. Me pregunto qué secretos esconde su mirada, aquella actitud tan despreocupada y optimista. Aún así, creo no estar preparada para la eventual revelación. O es que ni siquiera hay un secreto. Es intrigante y a la vez tan cálido, es muy propio de ella. Por eso puedo decir que de alguna manera la admiro.

    —Eso que piensas me parece muy halagador —me sobresalto al oír aquella frase—. Sabes perfectamente que puedo leer la mente, Lobco.

    Trato de recuperar la compostura, de eso también ya estoy más que acostumbrada. En mi nerviosismo, ensayo una sonrisa ridícula, para mitigar la vergüenza al verme expuesta de esa manera.

    —M-me distraje un poco, señorita Chlomaki. Por favor, no tenga en cuenta lo que pienso, son asuntos sin importancia. Quiero decir, no es que lo referente a su persona carezca de relevancia alguna, sino que no debería tener muy en cuenta lo que yo pueda considerar —el sonido de unas aves que pasan en ese momento termina por coronar mis palabras, lo que me da un poco de alivio.

    La isla Arcoíris está repleta de una vegetación muy variada; principalmente imperan las flores y una gran cantidad de pinos, muchos pájaros suelen anidar en ellos. Por más llamativo que parezca, el ambiente tiene un halo de festividad y distensión. De verdad este sitio exuda una armonía incomparable, pero el que esté a tanta distancia del reino del mar hace que no sea muy concurrido.

    —A como sigas mintiéndome, te ataré a varios de esos globos que están por doquier, para que aprendas a volar —el tono afable de su voz contrasta enormemente con su vestimenta oscura. Toda ella está ceñida de un vestido negro azabache, con cinturones rodeándole el cuerpo. Es un estilo muy particular, sin lugar a dudas—. Sería muy divertido comprobar si tienes aptitudes para la aeronáutica —continúa con la amenaza, mientras mi semblante adquiere un rictus de temor e incertidumbre. Esto se acentúa más al notar su postura, está con los brazos en jarras.

    —¡N-no se atrevería, señorita Chlomaki! Ya no haga ese tipo de comentarios, se lo ruego —a pesar de que sé que no sería capaz de hacerme eso, no puedo evitar sentirme un poco alarmada.

    Ella, al comprobar mi reacción, suelta una risilla amistosa. Doy un suspiro, la tranquilidad vuelve a hacerse presente en mi fuero interno. Esto no hace más que afirmar lo que pensara antes. Puedo añadir que es una persona muy especial, a su manera. No queda más que sincerarse. Aceptando que no había sido del todo franca, procedo a formular una pregunta, abriendo la posibilidad de una charla reconciliadora.

    —Siendo honesta —comienzo a hablarle, sin quitar la vista del horizonte—, no sé para qué vinimos aquí. La mayor atracción de esta isla es, justamente, la cantidad de arcoíris que suelen aparecer en sus alrededores; y usted no parece querer recrearse con ese espectáculo.

    El viento matutino invita al silencio. Espero la respuesta como quien sabe de antemano que ésta no echará luz al asunto.

    —No tengo ganas de observarlos —continúa con la mirada opacada, como mirando hacia otra parte, hacia otros tiempos—. No me interesan. Solo quiero meditar un poco, conocer más sobre lo que puede ofrecer el océano.

    Bajo la mirada. Adquiero un poco de valentía y lanzo la última interpelación. La más relevante.

    —¿Por qué decidió venir a este mar? Tengo entendido que le desagrada el agua —por fin lo he soltado, espero no recibir el tan acostumbrado golpe, como correctivo por mi curiosidad.

    —Órdenes del alto mando —contesta, con aire serio y transparente. Esta vez, aunque discreta, al menos ha decidido ser más expeditiva—. Fue por petición de alguien con un cargo superior al mío, una bruja que posee mayor jerarquía.

    —Entiendo, gracias —no importa el móvil o la finalidad de su comportamiento. Todo en ella es un enigma. Es como una puerta sellada, en el cual se halla algo que no se puede comprender, pero que al fin y al cabo denota mucha seguridad y confianza. Tal vez no sea necesario seguir pensando en ello. Quizá simplemente deba aprender a aceptar su forma de ser, y aunque sea algo dificultoso, en verdad lo vale.

    Ya sin dudas, sin inquietudes que me asalten, decido seguir mirando el horizonte, esperando a que aparezcan más arcos multicolores, o presenciar el modesto y elegante vuelo de las aves que surcan el cielo. Así permanecemos, hasta que unas pisadas a nuestras espaldas nos advierten de la presencia de algún visitante inesperado.

    —¿Chlomaki?

    Aquella voz tan suave me resulta muy familiar. Nos damos vuelta y nos encontramos con una jovencita de aspecto delicado y encantador. Se trata nada más y nada menos que de Wadanohara, en compañía de sus familiares. Tal vez este encuentro pueda ser inoportuno. O tal vez no. Dejo que la bruja oscura tome el control de la situación, como es costumbre. Para mí solo queda seguir observando los arcoíris mientras ellos conversan. A veces, el no tener todas las respuestas es mejor, supongo.
     
    Última edición: 21 Septiembre 2020
    • Ganador Ganador x 2
  2.  
    wasabi

    wasabi Flamer Comentarista empedernido

    Acuario
    Miembro desde:
    1 Abril 2011
    Mensajes:
    2,235
    Pluma de

    Inventory:

    Escritor
    Debe ser muy difícil tratar de convivir con una bruja oscura, peor aún cuando lee todos tus pensamientos y a ti no te queda más que obedecer y no preguntar nada, engañandote al decir que no te interesa.

    Me gustó mucho tu historia, ojalá escribas algo más de esta temática que personalmente encuentro bastante interesante.

    Saludos c:
     
    • Adorable Adorable x 1
  3.  
    Luncheon Ticket

    Luncheon Ticket THE BE(a)ST

    Virgo
    Miembro desde:
    30 Octubre 2017
    Mensajes:
    558
    Pluma de

    Inventory:

    Escritor
    Tengo más material de The Gray Garden (del mismo autor de Wadanohara, que, en parte, es como una especie de "multiverso" con los mogekos), pero es que no quiero "quemarla" (o sea, agotar las ideas o acaparar este sitio con muchos fics de un solo juego). Así que más adelante habrá más de esto, con otros personajes e historias.
    Saludos, señorita, y por supuesto que te agradezco el comentario.
    :DD!
     
    • Fangirl Fangirl x 1

Comparte esta página

  1. This site uses cookies to help personalise content, tailor your experience and to keep you logged in if you register.
    By continuing to use this site, you are consenting to our use of cookies.
    Descartar aviso