Cecelia y los vencedores reveldes del Distrito 8.

Tema en 'Fanfics abandonados sobre Libros' iniciado por Gray Vermillion, 7 Marzo 2014.

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    Gray Vermillion

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    Título:
    Cecelia y los vencedores reveldes del Distrito 8.
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Tragedia
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    1890
    Cap 1: La llamada al vasallaje.

    —En el setenta y cinco aniversario, como recordatorio a los rebeldes de que ni siquiera sus miembros más fuertes son rivales para el poder del Capitolio, los tributos elegidos saldrán del grupo de los vencedores.— Es lo primero que oigo decir a Snow al encender la televisión.

    No puede ser, este desgraciado quiere que yo vuelva a la arena. Mis manos comienzan a temblar con solo pensar el ello, siento lo mismo que sentí la primera vez que me llamaron a los juegos; aún puedo oír la voz de mi chaperona, con su irritante acento Capitalino, diciendo mi nombre, llamándome a una muerte segura, o bueno, tal vez no tanto, ya que estoy aquí. Ese día mi nombre se encontraba 21 en un jarrón de cristal que desbordaba que papeles con las vidas de los demás niños de mi distrito.

    Mi antigua chaperona se acercó al enorme jarrón , se tomo un momento para elegir, tomo el papel que más sobresalía del jarrón.

    —Cecelia Twine.— Mi nombre fue el elegido de entre miles, supongo que la suerte no estuvo muy a mi favor.

    En aquel momento no pude creer que yo haya sido la elegida, las posibilidades no eran tan altas. En cambio, ahora las posibilidades de quedar electa eran mucho mayores, del 50% para ser exactos. Mi distrito solo ha tenido cuatro vencedores incluyéndome a mi, de los cuales dos son hombres, mi mentor Woof y otro hombre de edad madura llamado Pintner; y dos somos mujeres, mi mejor amiga Knit y yo, todos con hijos y familiares a los que debemos cuidar.

    ¡Oh Dios, los niños! Deben de haber estado viendo la televisión cuando leyeron la carta de los juegos. Corro, y rezo por que hayan estado haciendo cualquier otra cosa menos escuchar de la boca de Snow que moriré; atravieso la sala hasta llegar al recibidor, y antes de que pueda subir por la escalera a la segunda planta me encuentro con los tres niños, que me dan un abrazo tan fuerte que temo que me salgan moretones.

    —No pueden hacernos esto...—Me dice mi hijo mayor Kol de 13años, pero parece que el resto de las palabras se le han quedado pegadas en la boca.

    Mis otros dos hijos son más pequeños, Nick de 9 y Finn de 7, así que apenas están cocientes de lo que sucede, a diferencia de Kol, que ya sabe muy bien que son los juegos, y sabe lo posible que es que vuelva a la arena; sabe que, de ser electa, tengo muy pocas posibilidades de volver a casa.

    Congelo este momento, este pequeño instante en el que no me importa nada más que mis hijos, me dejo llevar, rodeo los niños con mis brazos y los beso sin parar; me dedico a secar sus lágrimas y ellos secan las mías, aunque no sirve de nada ya que el llanto nos vuelve a empapar la cara. Por un momento me permito imaginar que no vivo en este mundo, que no existe la posibilidad de que vuelva a los juegos. Luego el timbre de la casa me trajo de vuelta a la realidad. No quiero estar en este momento con nadie más que con mis hijos, son las únicas personas que me importan en el mundo, además de mi mentor Woof y Knit, mi querida amiga que siempre esta pendiente de mi. Pero decido abrir la puerta de igual manera ya que puede ser alguno de ellos dos, y efectivamente, cuando abro la puerta Knit me da una abrazo casi tan fuerte como el de mis hijos, yo le correspondo.

    —Necesitamos hablar.— susurra a mi oído.

    La libero, pero un segundo después el esposo de Knit atraviesa el pórtico y la toma en sus brazos. Tiene puesto el uniforme de la fabrica, debe de haber estado trabajando cuando oyó la noticia del vasallaje, y fue a buscarla de inmediato. El esposo de Knit trabaja como si el dinero que ganara fuese el único sustento de el y de su esposa; cosa que no era verdad, supongo que tiene que ver con su hombría, ya que sueldo de vencedora de Knit es suficiente para alimentar a mucho más que dos personas.

    Luego de unos momentos de unos pocos minutos el esposo de Knit la suelta y ahora se dirige a mi, dándome un abrazo y dedicándome unas palabras de aliento y asegura que todo va a estar bien, aunque yo se que en realidad está deseando con toda su alma que yo sea la vencedora electa , dándole así una oportunidad de vida a su esposa; cosa que haría con gusto de no tener en cuenta que tengo tres vidas que dependen de mi.

    Knit le pide a su esposo que se quede un momento en la casa cuidando con los niños mientras ella y yo hablamos en privado un momento, él accede, pero yo estoy a punto de negarme, no quiero separarme de mis hijos ni un solo momento antes del día de la cosecha, cada momento en un tesoro inconmensurable, aunque al final acepto y salgo a dar un paseo por nuestra helada aldea congelada aldea de los vencedores.

    El viento y la nieve invernal me dificulta hacer cualquier cosa, desde caminar hasta ver y respirar. Knit y yo caminamos un poco y nos sentamos en una banca cerca de la casa de Pintner. Pienso visitarlo dentro de un rato, aunque creo que todo lo que le diga lo olvidará a los cinco minutos, si es que logro que me escuche. Pintner Ganó sus juegos ase años, y él debía de ser mentor, el remplazo de Woof, pero al parecer los juegos le hicieron un gran daño psicológico, y se consideró no apto para el puesto de mentor, aunque a decir verdad Woof tampoco está muy bien de la cabeza, pero comparándolos a los dos, Woof era la persona más brillante del universo.

    Pintner tenía problemas ya que fue obligado a participar en sus juegos junto con su prima; al parecer, ellos llegaron vivos hasta el final de los juegos, Pinter se clavó un cuchillo en la tripa para convertir en ganadora a su prima, pero no sonó ningún cañón, así antes de que muriera, su prima se cortó la yugular, desangrándose y muriendo primero que él, sonó el cañón y se decretó como ganador de los veintiseisavos juegos anuales del hambre a Pintner. Desde entonces él tiene deficiencia para recordar y falta de atención, está inmerso en un mundo de fantasía, donde todo "está bien". Parece que es un rasgo muy común en los vencedores, igual como las adicciones, cada uno trata de olvidar a su manera, a mi me mantiene estable mis hijos.

    Me muevo un poco para intentar despegarme de la banca que se a empeñado en no dejarme ir.

    Knit me ha explicado el porque de la peculiaridad de estos juegos. Según me dice los distritos se están rebelando, cada vez se enciende más la chispa el las personas, que pronto explotara y comenzará una guerra civil. Yo ya sabia de esto, pero solo en mi distrito, las personas han hablado aquí desde siempre sobre la rebelión, pero bajo la mesa, en secreto. Pero desde que los chicos del doce ganaron el año pasado la gente se reveló, y parece que la rebelión viajó a los otros distrito. Los chicos del doce les dan esperanza a la gente, los animan a alzarse, el hecho de que dos vencedores del distrito 12 puedan desafiar al Capitolio los hace pensar que ellos también puedes, y supuestamente esto lo hacemos todos los vencedores, por esa razón nos están convocando a los juegos, para eliminarnos.

    Yo no se que decir, de verdad yo no me considero alguien que pueda inspirar a las masas, soy un ama de casa, ya entrando a la edad de vejes, con tres hijos. Pero tengo algo seguro: aunque yo no sea una cara joven y llena de mucha vida, no pueda estar en llamas sin herirme y aunque no tenga carisma, Haré todo lo que esté en mis manos para ayudar a la rebelión.

    Knit y yo caminamos devuelta a mi casa. Este frío es para correr rápido y escapar de él, pero Knit pareciera que se empeña en ir lento. La veo a la cara y tiene la mirada baja, parece por un segundo que va a decir algo, pero se detiene y vuelve a mirar la nieve en el suelo.

    —¿Estás bien?— Pregunto.

    —Bien.— Se detiene y me mira al rostro, entonces le empiezan a brotarles las lágrimas.

    —Ya, todo va estar bien...— Me acerco a ella y le doy un abrazo. Me siento como su esposo por un momento, le dije palabras que ni yo misma me las creo, pero la diferencia es que yo no quiero que ella vaya a la arena, pero tampoco quiero ir yo.— Ya verás.

    —Voy a tener un bebe.—

    No se que siento al escuchar eso, es una mezcla de felicidad y tristeza, con un poco de nausea. No tengo palabras con las que responder, le puedo decir lo lamento tanto o felicidades, y ambas respuestas serían adecuadas para la ocasión, y ambas podrían causarle más tristeza Knit, así que me limito a decir:

    —Estaré junto a ti hasta el final, sea el mio o el tuyo.— Tal vez sea algo rudo, pero es la verdad. Knit asiente.

    —Gracias...— me susurra, y creo que dije lo indicado.

    —¿Cuantos meses tienes?— Pregunto y me separo de ella.

    —5.— Dice y no para de llorar. Es raro ver llora a la persona más fuerte que conozco.

    —¡Knit, tal vez nazca antes de la cosecha!.—

    Ella me responde con una sonrisa.

    Cuando llegamos a mi casa mis hijos me dan un abrazo. Este ha sido el día en que más abrazos me han dado.

    —Los amo. — les digo.—Ahora, disfrutemos más que nunca de cada momento.—

    Pero los meses pasaron muy rápido, no me di cuenta en que momento se fue el tiempo. Aquí me encuentro, parada junto a Knit, bajo el abrazador sol del verano, todo el pueblo esta separado de nosotras por una cuerda. Me volteo y entre las familias de los otros vencedores diviso a mis hijos, que están con junto al esposo de Knit que lleva una hermosa niña en sus brazos. Finn sonrrie, supongo que para darme ánimos.

    Entonces la voz de Glam, la chaperona de los tributo del año pasado me hace voltear a la tarima:

    —Bienvenidos, bienvemidos sea todos , felices juegos del hambre, y que la suerte esté siempre de su parte.— Comienza un discurso sobre la peculiaridad del vasallaje y el poder del capitolio, cuando termina se dispone a elegir tributos.—La señoritas primero.— se dirige al jarrón designado para las mujeres y saca uno de los dos papeles que hay dentro.

    Hago un viaje mental al día en que me nombraron tributo, las imágenes se mezclan y es como si mi antigua chaperona estuviese parada junto Glam y las viera ambas abrir los papeles y decir mi nombre a coro:

    —Cecelia Twine.—

    Ya está dicho, fui electa, debo volver a los juegos. Ahora solo queda hacer todos lo que este en mis manos para ayudar a los rebeldes .

    ________________________________________________________________________________________

    Bueno espero que les haya gustado, me llevo mucho tiempo de investigación poder hacer este fic, esperen el segundo cap x3, es un Two-shot.
     
    Última edición: 14 Marzo 2014
  2.  
    Fénix Kazeblade

    Fénix Kazeblade Creador de mundos Comentarista destacado

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    ¡Oh por Panem!, siento que leo a Collins, claro con tu propio estilo por el amor de... ¿¡por que no tiene comentarios esto!?, que les pasa gente del foro.
    Cada detalle, cada reacción descrita es grandiosamente escrita a la perfección, mira querer afrontar esto para una persona que ya pensó que había terminado todo, que tenía una familia, bueno me sorprende esa decisión por lo pensaba Katnis de enviarlos a la cosecha, siempre me coestiones mucho eso, como la familia de Gale ¿cómo tenían tanto sabiendo lo que teminaba?. Bueno volviendo, de verdad me encanto la historia, debes de continnuarla.

    Excelente

    -Fenix Kujo-
     
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