(Dibujo realizado por una amiga mía llamada Celeste. Artista de primera calidad y persona que quiero mucho) Introduccion. Un helicóptero esta frente a ustedes, listo para despegar, y con la puerta abierta y sonriendo hasta mostrar sus dientes hay un hombre con una gorra de béisbol, presenta una apariencia saludable, con los músculos de sus antebrazos bien definidos. El sujeto estrechó las manos de todos ustedes, al tiempo que decía con rapidez: -Vince Reynolds, ¿cómo está usted? Seré su guía a partir de ahora. Con un gemido, los rotores empezaron a oscilar describiendo círculos sobre el aparato, arrojando sombras sobre la pista del aeropuerto; Reynolds empezó a entregarles auriculares, a los cinco, para que se los coloquen. Se abrochó el cinturón y ajustó el pequeño micrófono de sus auriculares: -Es un viaje de alrededor de cuarenta minutos. –informó Vince, notando las miradas curiosas de que solo había seis asientos ocupados. –El otro grupo ya está allá desde hace dos días. Hubo inconvenientes y por eso mismo no pudimos recogerlos antes. Pero descuiden, esto no comenzará hasta que ustedes estén formando la cuadrilla. –y sonrió mientras examinaba una carpeta de archivos amarilla. –El señor Burnet, presidente de Xymos, insistió en que le echen un ojo a los planos de la isla en el transcurso del viaje. –los planos trían el sello “secretos industriales no copiar y producto confidencial de obra no para distribución”. La página siguiente era una mapa mostrando la isla, la parte más ancha hacia el norte, ahusándose hacia el sur. La isla tenía unos trece kilómetros de largo y el mapa la dividía en varias secciones grandes. Vince Reynolds aprovechó el momento para estudiar a los hombres que viajaban con él y poder analizar sus primeras impresiones. Por un lado estaba Rosendo Juárez. Contenido oculto Nombre: Rosendo Apellido: Juárez Edad: 35 Sexo: Masculino Apariencia física: De un metro noventa de altura, ojos grises, piel trigueña y modesto bigote, Rosendo Juárez despierta, ante la primera mirada hacia su persona, la idea de un hombre matón: su rostro límpido y cuadrado se encuentra constantemente contraído en una expresión huraña. Sus cabellos son medianamente largos, y oscuros como el manto de la noche; incluso algunas canas cruzan su cabeza como formando la trayectoria de estrellas fugaces, perdiéndose en la zona de sus pobladas patillas. A pesar de que su vida siempre estuvo dedicada al peligro, no presenta cicatrices. Viste siempre con un elegante saco negro y pantalones del mismo color, además de una camisa blanca. Sus zapatos y su sombrero son del mejor estilo tanguero. Bajo esta vestimenta, se marcan sus músculos pequeños pero sólidos. Se quedó mirando sus ropas negras y sintió como la humedad penetraba en el helicóptero a medida que avanzaba hacia las montañas. ¿No hace un poco de calor para ir vestido de negro? Pero bueno, parecía estar cómodo. Luego miró al hombre que viajaba a su derecha, hermoso como ninguno, por suerte no viajaba su esposa con él, de lo contrario, ya estaría haciéndole una escena de celos… porque parecía que cualquier mujer podía caer ante la presencia de Héctor Talos. Contenido oculto Nombre:Héctor Apellido: Thalos Edad:36 Sexo: Masculino Apariencia física:De día o en su rutina ordinaría, usa trajes Armani, Hugo Boss, Channel; en cuanto la fachada de hombre de buena pinta se va, y da lugar a su verdadero talento, los pantalones militares botas de trabajo beige gastadas y una simple franela en el torso cubren su imponente humanidad… Su cabello es rubio lacio y sus ojos azules transparente, cristalinos; de facciones atractivas y buena musculatura ha hecho caer en tentaciones (sus tentaciones) toda mujer que según cree vale la pena. Una leve cicatriz en la ceja derecha que baja hasta el pómulo es la única imperfección a su “divino rostro” Más allá había otro hombre, encorvado, perdido en sus divagaciones. Ex marine, en forma… Rex o “Espectro”. Realmente no sabía cómo dirigirse a él. Contenido oculto Nombre: Rex Apodo: “Espectro” Edad:28 años Sexo:Masculino Apariencia física: Un sujeto de facciones duras, ojos oscuros y cabello castaño oscuro una piel bastante quemada por tener que estar bajo la luz del solar durante horas. Es de una estatura promedio y de un complexo saludable aunque tiene varias cicatrices en el cuerpo de entradas y salidas de balas. Suele llevar un uniforme militar de distintas tonalidades verdes para ocultarse con facilidad en los lugares verdes, unas botas color negro y un chaleco antibalas ligero del mismo color del uniforme. En sus manos tiene guantes de un color cremoso para proteger sus dedos del terreno además de que la mayoría del tiempo utiliza un sombrero militar para cuidar sus ojos del sol. En sus pantalones y chaleco antibalas tiene varias bolsillos para guardar distintos objetos como: cantimplora, mapas, cargadores, brújulas, granadas, cuchillos y demás, además de que tiene un lugar en su pecho para guardar un arma corta. Encima de su uniforme suele utilizar un “Guillie” de francotirador no muy denso para ayudar a esconderse mejor en los matorrales aunque con unos “ganchos” especiales puede quitárselo para poder moverse más fácilmente si la situación lo decide. También tiene un collar con una bala calibre .50 de su primera baja con su antiguo rifle de tirador. Al lado de las ventanillas se encontraba Steve Roman; el afroamericano de la selva. Reynolds se lo imaginó saltando al mejor estilo Tarzan por las ramas y no pudo evitar sonreír. Contenido oculto Nombre: Steve Roman "Rom" Apellido: Fox P. Edad: 30 años Sexo: Masculino Apariencia física: Viste normalmente de la misma manera, pantalones de camuflaje, botas montañeras, una franelilla gris, un collar con dientes de Cocodrilos y una navaja militar colgando de su cinturón; Tiene una enorme cicatriz en su antebrazo derecho, fue una herida de joven, en la que se salvó de la mordida de un cocodrilo, sin embargo, los dientes de la bestia rasgaron su piel; Tiene la piel oscura debido a que es Afro descendiente, Es calvo, bastante musculoso debido a su estilo de vida y mide 1,85 m. Y por último, pero no menos importante se encontraba… ¿Cómo era que se llamaba? Vince tuvo que rebuscar en sus anotaciones para recordar el nombre del enorme coloso que estaba sentado frente a él. Ysgramor Solberg… tenía que estudiar el nombre para no cometer la tontería de pronunciar mal al dirigirse a él. Contenido oculto Nombre: Ysgramor Apellido: Solberg Edad: 59 Sexo: masculino Apariencia física: Es una persona que respeta las grandes tradiciones de su pueblo nórdico; por ello utiliza ropa de piel por debajo de su cota de malla; por sus hombros carga una capa la cual no arrastra al suelo, está hecha de piel de oso, la utiliza para camuflajearse ya que es tan alto y fornido como el animal en cuestión; usa guantes y botas de cuero para evitar hacer mucho ruido mientras acecha a su presa. Sobre su cintura lleva telas con motivos de su casa en Islandia, los Solberg de Lodbrok. Su cabello es rubio como la mayoría de los nórdicos, el clima helado provoca esta característica; el cabello lo lleva largo para evitar frío; con algunas partes de su cabellera trenzadas con hilos rojos, cada hilo representa el número de sus familiares que lo esperan en casa. Su tez es blanca, lleva una barba trenzada no tan larga. Sus ojos son color azul cielo; el derecho ya no posee vista debido a un enfrentamiento con un oso albino; Ysgramor, maravillado con ese espécimen tan raro, descuidó su guardia lo que provocó la gran cicatriz que lleva en el rostro El piloto enfiló directamente hacia el oceáno y se estabilizó sobre las aguas que primero se volvieron verdes y después aguamarina profundo. El sol brillaba sobre ellas. Era alrededor de las diez de la mañana. -Ahora solo faltan algunos minutos para que divisemos la isla. –dijo Vince Reynolds sonriéndoles. El helicóptero aceleró su marcha, volando a ras del agua. En esa zona había una tenue neblina suspendida en el aire. Frente a ustedes pueden ver una isla escabrosa y peñascosa, que se eleva del océano en forma abrupta; las boscosas laderas de la isla estaban coronadas de niebla, lo que le confiere una apariencia misteriosa. Vince sonrió mirando a través de la ventana y anunció: -Trece kilómetros de largo y cinco de ancho, en su punto más dilatado; en total, casi cincuenta y siete kilómetros cuadrados. Lo que la convierte en la reserva de caza privada más grande del mundo. El pájaro de hierro sobrevolaba sobre la isla, sobre una gigantesca cruz fluorescente. Finalmente el ruido del motor se detuvo y Vince Reynolds abrió la puerta del helicóptero y comentó con alegría: -¡Bienvenidos! Fíjense donde pisan, por favor. –dijo mientras los ayudaba a descender y cerraba la puerta con fuerza. –La ecología es bosque tropical. –explicó Reynolds. –La mayor parte de la isla es tropical. Pero no quiero dar sorpresas o el señor Burnet me despedirá. –dijo divertido mientras señalaba un jeep que los estaba esperando. –Andando, les daré un pequeño recorrido. Contenido oculto Bueno, el comienzo!!!!! Esta introduccion pense en hacerla mas larga y hacer que lleguen directo al centro... pero de lo contrario iba a escribir mucho y quiza se podian aburrir!!! Perdon si les parecio muy largo! Ahora nomas subanse al jeep y hablen mientras Vince les muestra el lugar!!! =) Espero que les guste y nuevamente, millones de gracias a Amelie por toda la guia que me dio!!!! =) Mas adelante les mostrare el mapa!!!! Los invoco!!! @Amelie @Bruno EVF @Zeek @EN Auditore @Yukionnatifa
Ysgramor Aún brincaba cada vez que escuchaba la voz por aquellos auriculares; en su viaje hasta estos remotos lugares había sido de descubrimiento tecnológico; pero para una mente tan fácil de asombrar como la de él, el miedo lo dejó rápidamente atrás para sustituirlo por sorpresa y emoción. ¡Estaba volando! algo que sólo podía ver en sus sueños; volaba en el estómago de aquel aparato llamado helicóptero, tardó mucho tiempo en asimilar que era un objeto y no un animal. El clima era bastante cálido, un clima que no sentía con frecuencia, así que se quitó su gran capa de piel de oso dejando al descubierto sus enormes brazos desnudos; aún así Ysgramor no transpiraba, el simple hecho de recordar su hogar lo obligaba a sentir una brisa helada que caminaba en toda su espalda. Miró a todos los presentes en el helicóptero; pero el que más le impresionaba era el hombre de tez oscura, como el color de un oso de las cavernas; los demás estaban concentrados en sus pensamientos, al igual que él. Al momento de ver neblina, por unos momentos se sintió en casa, su escasa visión se ajustaba y después de unos minutos habían descendido; los grandes pies de Ysgramor tocaron el suelo y un calor en las plantas lo asustó por unos segundos –¡Geysir!– pensó que en sus pies iba a emanar un géiser; pero no sintió aquella vibración característica de este evento; así que asumió que todo el piso de esta isla sería caliente. El aire era espeso, tanto que al pasar su mano rápidamente lograba atrapar sus partículas de humedad la cual se hacía un poco viscosa en sus manos, esto era un clima nuevo; Ysgramor sonrió al llegar a la conclusión –Si es un clima nuevo, veré especies nuevas...–
Rex Un viaje tranquilo en helicóptero, bastante placentero no habían movimientos en tierra o fuego de mortero, no tenía mi rifle y mucho menos había una ametralladora ligera en el borde del helicóptero, por ahora no había ninguna guerra en dónde estar, un sentimiento bastante difícil de explicar, aún así estaba con mi traje de tirador. El retraso fue bastante molesto, realmente me encontraba ansioso por llegar a la isla. El helicóptero descendió hacia una plataforma así lentamente comencé a descender de un lado de este y en mi espalda me encontraba cargando mi traje Ghillie. Miré al cielo, los rayos del sol en el trópico quemaban tu cuerpo, pero la humedad te cocinaba, unas gotas de sudor bajaron por mi rostro y las tuve que detener con mi muñeca. Me quité el sombrero un momento y lo volvi a colorcar en su posición y lo ajusté un poco. Seguí mi camino observé como algunos estaban maravillados y otros igual de ansiosos, la ansiedad y la aventura era palpable en el ambiente caluroso. Me dirigí hacía el vehículo, abrí la puerta mientras pasaba primero mi traje Ghillie y luego buscaba sentarme al lado de una ventanilla, así podría observar todo de lo que se trataba la isla, entre los muchos de los pensamientos que navegaban en mi mente solo dije uno. —¿Cuando saldremos?—pregunté volviendo a secar de mi rostro otra gota de sudor que se deslizaba.
Rom Veía por la ventanilla mientras sobrevolábamos la isla, disfrutaba de la vista, callado, después levante mi vista y miré a los demás, algunos estaban serios, otros sonrientes, otros sorprendidos, una gran variedad de expresiones faciales, el Helicóptero aterrizó, y al abrir las compuertas, se veía a lo lejos un Jeep. Cuando el Helicóptero se fue apagando, y se detuvo el sonido característico del motor al cual estoy tan familiarizado, me quité lo auriculares, me troné el cuello para quitarme el dolor por estar horas sentado mientras el helicóptero nos transportaba, todos bajamos uno tras otro, algunos sorprendidos y con cara de niño con juguete nuevo, otros con mirada de determinación y seriedad, pero lo mas notable es que algunos estaban transpirando debido a la elevada temperatura, los fuertes rayos de sol, y la espesa humedad de la isla, caminé entre los demás. La verdad, mi cuerpo esta también húmedo por el calor pegajoso, pero no me molesta ni mucho menos me incomoda, toda mi vida eh vivido en las selvas, y no puedo sentirme cómodo sin calor, Avanzo hasta llegar al Jeep, de un salto y si abrir la puerta, entro por donde estaría la ventana del automóvil todoterreno. —¿Toda la vida? Vámonos de aquí — Exclamé ya sentado en uno de los puestos del Jeep mientras levantaba mi brazo en señal de que quien fuera a conducir, apretara el paso porque tengo hambre.
Vince Reynolds Vince sonrió y gritó mientras ponía los cambio. -¡Todos a bordo! -y el jeep se puso en movimiento; un estrecho sendero formaba una espiral descendente en torno de la colina. El aire estaba frío y húmedo. A medida que descendían, la neblina que los rodeaba se volvía menos espesa. -Éste es un microclima que sólo se produce en altura, sobre las laderas de las colinas del norte. Pero la mayor parte de la isla es tropical... excepto esta. -bien abajo, podían ver los techos blancos de grandes edificios, acurrucados en la vegetación. Bajaron aún más, saliendo de la bruma y entonces se pudo ver toda la extensión de la isla, que se extendía hacia el sur. Allí mismo donde estaban el clima, extrañamente, comenzó a helar y los pinos que había mas adelante empezaban a vestirse de blanco al igual que el sendero. -Creo que deberá colocarse nuevamente la capa, señor Solberg. -dijo divertido, intentando que la pronunciación del apellido sonará correctamente mientras avanzaba lentamente para que pudieran apreciar lo extraordinario del momento. Cerca de ellos, a no maás de cinco metros, por detrás de los pinos helados, podían ver a dos animales caminando lentamente. Era como elefantes pero había algo diferente en ellos. Tenian pelo y eran el doble de tamaño, casi tan grandes como una casa, de nueve seis metros de alto y nueve de ancho; eran mamuts reales y estaba allí, contemplándolos. -No se preocupen, no pueden acercarse. Detrás de los pinos hay cercas electrificadas. Son mamuts, considerados extintos hace quince millones de años. -los libros los representaban como seres de tamaño exagerado, rechonchos, pero ese animal de grandes dimensiones y peligrosos colmillos tenía garbo, casi dignidad, en sus movimientos. El mamut los atisbaba con expresión alerta y emitió un sonido bajo, como de trompeta, bastante parecido al barritar de un elefante. Desde la distancia volvieron a oír el sonido de trompetas. Primero lo emitió uno de los animales, y después se le unieron los demás. -Ésa es su llamada. -dijo Vince Reynold. -Dándonos la bienvenida a la isla. -el jeep siguió su camino.
Ysgramor Volvió a colocarse su capa de piel a pesar de no tener frío; no se comparaba al frío invernal de su pueblo. Observó a esa nueva especie para sus ojos. "Mamuts" grandes e imponentes bestias –¿Nos dan la bienvenida a la isla? ¿Entonces son criaturas de espíritu amable?– Preguntó a Vince sin apartar la mirada de los mamuts que aún alcanzaba a ver, eran animales invernales, podía entender su comportamiento pues estaba acostumbrado a la nieve.
Rex Mientras subíamos pude sentir como bajaba notablemente la temperatur, este traje estaba hecho para lugares tropicales y templados, no para lugares de tan baja temperatura en dónde la vegetación verde era nula. Comencé a sentir como la fríalda me carcomía y me llegaba hasta los huesos y un pequeño dolor agudo se acercaba a mi hombro. Los residuos de las balas se enfriaba y causaban ese pequeño malestar y mientras más bajaba el infierno en el hombro aumentaba, pero el dolor se vió desaparecido cuando observó a aquella criaturas. Intentó levantarse, pero chocó con el techo del Jeep, pero aún así para él, era increíble, una de esas criaturas extintas que había visto de niño y joven, ahora lo podía ver, entonces una pregunta reocorrió su cabeza: —¿De cuanto es el grosor de su pelaje?—preguntó mientras escuchaba el sonido que emitian.
Hector. El viaje en helicóptero había sido largo y tedioso, todos los hombres a mi alrededor destilaban testosterona por cada poro, y yo solo pude reprimir una carcajada.... Cavernicolas. El transporte bajó a tierra y todos como entusiastas que eran bajaron sin duda, yo hasta el final; un jeep de exploración, como los africanos, nos esperaba a nuestro descenso; y de nuevo todos con su gran optimismo subieron como pudieron a él. La temperatura bajo y mis músculos se tensaron bajo la franela que me cubría, sacudiendo mi chaqueta de pieles cubrí mi cuerpo. —Tanto o mas como el de un rinoceronte negro africano, y aquella capa de pelo quiero suponer hará buenos abrigos...—me reí a mis adentros, cuando le respondí al sujeto.
Capítulo 1: Bienvenida. Vince Reynolds asintió ante las palabras de Ysgramor y lo miró por el espejo retrovisor: -También son ferozmente territoriales. No soportan que algo ajeno a ellos abarque su espacio; si vieras los problemas que tienen las cuadrillas de alimento. –el jeep avanzó hasta salir de aquella zona gélida y volviendo al clima tropical; aquel cambio rápido de frío a calor hizo que Reynolds estornude. –El pelaje de los mamuts es de siete a nueve centímetros de grosor; pero lo importante es la grasa que tienen por encima de todos los órganos vitales. Actualmente, el mamut, es uno de los especímenes que mejor se adapta al clima. Y sí, señor Talos; el pelaje de los mamuts abrigaba a las generaciones pasadas que cazaban a estos animales con lanzas y hachas. ¿Pueden creer eso? –preguntó divertido mientras el jeep se movía violentamente hacia los costados por el camino de tierra. -Es probable que ustedes quieran saber qué va a pasar después. –estaba diciendo Reynolds, mientras proseguía bajando por el sendero. –Hemos organizado para ustedes una visita completa a las instalaciones. Me reuniré con ustedes para cenar y el señor Burnet y asociados responderán a cualquier pregunta que quieran hacer. ... -Mírelos. –dijo John Burnet, obervando el monitor de la sala de control. –Inclinándose fuera de las ventanillas, de tan ansiosos que están. No pueden esperar a ver los animales. Vinieron para sentir el peligro. -Eso es lo que temo. –agregó Adrian Caparzo. Hizo girar las llaves en el dedo y observó con tensión el jeep que se dirigía a las instalaciones. Ésa era la primera vez que había visitantes en la isla y el guardaparque sentía la aprensión del momento. Para él, la isla era intrínsecamente peligrosa y una gran población de los animales eran realmente peligrosos… y astutos. Caparzo quería armas. Y quería lanzadores de misiles TOW, disparables desde el hombro: los cazadores sabían cuán difícil resultaba derribar un elefante de cuatro toneladas… y algunos de los dinosaurios en la isla eran diez veces más pesados. Solamente Caparzo tenía las llaves de las armas de ese cuarto. Ésas eran las que ahora estaba haciendo girar alrededor de su dedo. -Será mejor que preparemos el comedor. –anunció John Burnet a sus colegas mientras daba otra repasada al monitor que mostraba el jeep. ... Penetraron un túnel verde de palmeras que se arqueaban en lo alto; ese túnel conducía hacia el edificio principal. Por todas partes, plantíos extensos y desarrollados acentuaban la sensación de que se estaba ingresando en un mundo nuevo, un mundo tropical prehistórico y que se dejaba atrás el normal. Más allá llegaron a la piscina, que se derramaba formando una serie de cascadas y remansos rocosos de menor tamaño. La zona estaba plantada con enormes helechos. Finalmente llegaron la entrada del enorme edificio e ingresaron no sin antes pasar por un detector de metal, el guía les saco todas las armas que llevaban encima, armas grandes, cortas, pequeñas y medianas, y Vince los acomodó en la sala principal que estaba adornada con sillones esponjosos y lámparas. El guía aplaudió con sus manos y con una seña hizo que lo sigan por una escalera que daba al segundo piso, pasaron frente a un cartel que decía: SECTOR CERRADO, MÁS ALLÁ DE ESTE PUNTO ÚNICAMENTE PERSONAL AUTORIZADO. Recorrieron el pasillo del segundo piso. En las paredes había puertas con referencias marcadas en estarcido, como si fueran oficinas: GUARDAPARQUE… SERVICIOS PARA HUÉSPEDES… GERENTE GENERAL… Se detuvieron delante de unas ventanas que daban a una sala oscurecida que parecía una versión, en pequeño, de la sala de Control de la NASA: había un mapa vertical del parque, de vidrio transparente, y, frente a él, un banco de luminosas consolas de computadora. Algunas de las pantallas exhibían datos, pero la mayoría mostraba imágenes televisivas de alrededor del parque. En el interior había dos personas, paradas y hablando. -El hombre que está a la izquierda es nuestro jefe de ingenieros, Heinrich Hendriksen. –Reynolds señaló a un hombre delgado, con calvicie incipiente, vestido con una camisa de mangas cortas enteramente abotonada y con corbata. –Y junto a él, nuestro guardaparque, el señor Adrian Caparzo, el famoso cazador blanco de Nairobi. Caparzo era un hombre corpulento vestido de caqui; los anteojos para sol le colgaban del bolsillo de la camisa. Echó un vistazo al grupo, hizo una breve inclinación de cabeza y se volvió hacia las pantallas de las computadoras. -Estoy seguro que quieren ver de cerca esta sala pero por el momento es solo para personal autorizado. –sonrió y volvió a guiar al grupo hacia abajo; volvieron a descender por la escalera y Vince los reunió a todos en el centro. –Bien, esta es la sala principal, los guiaré a sus respectivas habitaciones para que puedan acomodarse. El señor Talos compartirá con el señor Juarez; el señor Rex con el señor Solberg y finalmente el señor Steve compartira habitación con el señor Jeyce; la cual es la última a la derecha. –dijo Reynolds llegaron al sector de habitaciones y mostrándoles las habitaciones al resto. Las habitaciones eran de tonos beige; los muebles, de caña de la India con motivos verdes relativos a la jungla. Había dos camas para cada persona, baño y dos armarios, también a pies de cada cama hay un pequeño cofre para las pertenencias de lo cazadores. Las ventanas daban a la isla. Contenido oculto Bueno, aca estamos de nuevo!!!! Zeek te toco compartir habitacion con un PNJ! (Jeyce) xD pero descuida, es amable xP. Ahora mismo pueden hacer lo que quieran, les mostrare el mapa donde estan. LOS LUGARES QUE ESTAN EN ROJO NO PUEDEN ACCEDER son las puertas y estan cerrados con llave o hay guardias que evitan que sigan, en cambio las que tienen el candado azul estan abiertas para que puedan pasear. Ahora mismo roleen! conozcanse, busquen a los PNJ que estan esparcidos por los lugares que pueden pasear. Mas tarde aparecere para llevarlos al comedor! Si quieren rolear con los PNJ me avisan y me etiquetan en su mensaje. Diviertanse! y... roleen! xD (Ahora abrire unas discusiones nuevas. Comentarios generales y lista de personajes =) ) Los invoco nuevamente!!!! @Bruno EVF @Amelie @Yukionnatifa @Zeek @EN Auditore EN ESTA PARTE DEL MAPA FUE UN ERROR MIO. LA ZONA DE RECREO ESTA ABIERTA!!!!!!
Miró sin abrir la boca por todo el recorrido en Jeep, observó a los mamuts mientras que solo escuchaba bla bla bla de parte de los demas acompañantes, luego entraron por el tunel de tono verdoso que conducía hacía un gran edificio. Luego del que Jeep se detuviera solo se bajó de la misma manera que entró, por la ventana, ahí escucho a un sujeto pero no le prestó ni la mas minima atenciónde lo que decía, el grupo se adentro en el edificio, y tuvieron que pasar por el detector de metales... Rom solo gruño descontento al tener que dajar su navaja, la arrancó de su cinturon y la clavó violentamente lanzandola a una mesa que había cerca, y siguió su recorrido por las instalaciones junto al grupo. Ya al conocer a Carpazo, Rom fue llevado a la que sería su habitación. Al ver la enorme habitación tuvo que cerrarse la boca. —¡OMG! Por fin una cama decente y no una amaca con serpientes... —Dijo contento mientras lanzaba su maleta a la cama, al levantar la vista divisó el baño. —Perfecto... — Logró a atinar a decir Rom mientras se lanzaba en su cama. Contenido oculto Si lo se xD, Rom es un poco... Indigena xDD, sigo roleando al rato que debo irme, por cierto Rapuma, felicitaciones a su selección ;) si cometí un error es que estoy desde mi cel y es al culo de incomodo rolear e___e
Ysgramor Solberg Intentó recordar características faciales de todas las personas que le eran presentadas; también de los lugares los cuales pisaba, no podía permitir perderse, debía conocer este lugar a fondo para saber a donde ir en casos de emergencia. Al escuchar que tendrían habitaciones lo tranquilizó, el tenía la idea de que dormirían en la interperie, aunque no se debía descartar esta posibilidad; pues sabía que si u día se alejaba mucho de este lugar base, no podría regresar y debería encontrar un sitio cómodo y seguro para dormir allá afuera... con esos mamuts. No cargaba con demasiadas cosas así que decidió pasear primero por el lugar, se dirigió a la zona de recreo esperando encontrar nuevos rostros para saber sus historias; después tendría que conversar con su compañero de habitación, pues era necesario confiar en él.
Desde fuera de la puerta de zona de recreo escuchas claramente una ametralladora y el grito de hombres. Al entrar, ves a un hombre jugando un videojuego desde un televisor. La habitación es amplia, hay una barra con alcohol, una mesa de billar, televisores con consolas de video juego y sofás cama relajantes, en la barra de bebidas hay otro sujeto. El hombre que esta jugando se voltea y te ve; sonríe y se levanta de su mullido sillón reclinable. -¡Por todos los cielos! ¡Mal rayo me parta! Hasta clonaron a vikingos de la época. -comentó el individuo y luego lanzó una carcajada, divertido. Lleva los cabellos rubios y largos, un sombrero sobre su cabeza, un collar de dientes de cocodrilo en su cuello, un chaleco sin mangas y unos pantalones oscuros; estaba descalzo. -¡De qué época vienes tu? -le preguntó a Ysgramor, levantando la vista para poder verlo a los ojos. Aquel hombre parecía un coloso y daba la impresión de con tan solo soplarte, hacerte añicos. -Yo soy Jeice, amigo. -dijo el australiano con una sonrisa en su rostro, mirando curioso la vestimenta del gigante.
Rex Salímos del Jeep, entramos a aquel lugar y lo primero que escuche fue sobre que todas la mayoría de las zonas no estaban permitidas para nosostros, simplemente bufé un poco y me burle en mis adentros, mientras observaba como todos se exparcían para desaparecer a los lugares que ellos deseaban. Yo, de igual forma fui para mi habitación, entré a ella y observé dos camas. Tomé la que me dejaba en una mejor vista de la habitación y más lejana de la puerta, puse mi traje Guillie encima de la cama y me quité el gorro y el chaleco ligero antibalas para poner en el armario. —Maldita calor...—me dije saliendo de mi habitación, cerrando la puerta detrás de mí para luego ir a la sala de recreación,. Me detuvé en la puerta del lugar, comencé a vigilar todo, a estudiar distintas rutas de escapes y posibles enemigos por neutralizar. Ya era algo natural, tuvé que mover ligeramente la cabeza para olvidarlo y sentarme en la barra.—Una pinta de cervaza.—dije esperando que alguien respondiera. @rapuma
El hombre detrás de la barra alzó una ceja y lo contempló fríamente. En una mano sostenía un vaso con un líquido oscuro y la otra estaba en el bolsillo de su pantalón. Gruñó a modo de toda respuesta y señaló con su índice las bebidas. -Sírvete tú mismo. -aquel hombre era uno de los cazadores del concurso, Telius; menudo y fibroso, con la cabeza afeitada y de pocas palabras.
Rom dejo su territorio de la habitación marcado... Con sus cosas claro, observo otra vez el baño, fue a el solo a echar un vistazo y vio que había papel higiénico... —Dios... esto es perfecto, no mas hojas de plátano...— Murmuró mientras miraba maravillado lo lujoso de su baño, Rom no es que sea un ignorante o un animal, sino que nació en la selva panameñas, se crió como uno mas de los cazadores de su aldea, luego viajó a EEUU para obtener la nacionalidad Estadounidense gracias a la ascendencia de su padre, ahí conoció lo que de niño ni se imaginaba, luego de unos años volvió a Panamá para formar parte del equipo de rescate de su país, por lo cual tuvo que olvidarse de todo lo que tenía en EEUU, que en la selvas se consideraba como simple vanidad o lujo innecesario. Luego de terminar de Observar su habitación, salió del mismo a ver si encontraba a su compañero de habitación, y lo mas importante... ¡Conseguir algo de comer! Caminó hasta donde se escuchaban los sonidos de disparos, siguió el sonido hasta conseguir la sala en donde estaba un sujeto jugando videojuegos, otro pidiendo un trago como si no tuviera manos para servirse, otro que le decía exactamente eso mismo y el sujeto que parece de los Picapiedras. Rom solo tomó una de las botellas de Vodka, le arrancó la tapa con su dientes, y se lanzó desde atrás del mueble para sentarse en el mismo, justo al lado de donde estaba el tipo jugando videojuegos. —Ponlo en multijugador...— Dijo Rom a sujeto antes de darle un gran trago a la botella hasta dejarlo casi a la mitad; La verdad que la ultima vez que Rom jugó algo de videojuegos fue con un N64 mientras vivió en EEUU, así que seguramente pasaría algo de vergüenza al menos al principio mientras le agarraba el truco de nuevo a esos tipos de juegos...
Rex— Alcé una ceja algo confundido mientras intentaba comprender lo que sucedía, luego de que la información llegó a mi cerebro, tomé una botella y le dije de una forma sarcástica: —Muchas gracias por tu servicio...—dijo dejando caer un par de botellas al suelo para que se hicera añicos y tomó una mientras le susurraba.—Hijo de perra.—dijo abriendo la botella y tomando un trago que bajó rápidamente por su garganta.—¿Esto es licor?—dijo lanzandolo a travéz de la barra para que cayerá al suelo de nuevo.—Crash, una pequeña explosión.—dijo levantándose de la banca y marchándose hacia una de las sillas del lugar ignorando el desastre.
Jeyce Observó el pequeño conflicto en la barra y no logró comprender lo que sucedía. El nuevo parecía tener un berrinche de niño y el australiano quedó pasmado. Luego volteó al afroamericano que se sentó en el sillón donde había estado minutos antes y le sonrió: -¡Hey, tú debes ser Steve, ¿verdad? Vince me dijo que compartiríamos habitación. -miró la consola de juegos y suspiró. -No tienes oportunidad. -y sonrió de oreja a oreja.
—No me llames Steve, solo llámame Rom, y tu eres Jeice ¿No?...— Dijo antes de darle otro gran sorbo a la botella, y veía todo el lugar con mas atención. —Demonios, el dueño de esto debe tener dinero hasta para forrarse el culo con oro— Dijo Rom mientras miraba el agradable y lujoso lugar. —Menos palabras, mas acción viejo— Dijo El Afrodecendiente mientras tomaba uno de los controles que estaba cerca del televisor. —¿Que mierda? ¿Y el cable de esta cosa?— Pensó Rom mientras miraba que el control era inalámbrico eh intentaba disimular su impresión del sujeto Australiano que lo miraba extrañado.
Jeyce -Exacto, amigo, ése soy yo. Y sí, este lugar es caro, demasiado. Sólo espero ganar el concurso, nada me hará más feliz que estar junto a Caparzo y claro: ganar millones y millones. -el australiano rió mientras volvía a sentarse y tomaba un control de la consola de juegos. -Aproposito, ¿ese colgante de dientes, son de cocodrilo? -preguntó señalando el suyo; esos sí eran de cocodrilo y de los más grandes.