Casi inesperado (Lumione) (Lucius&Hermione)

Tema en 'Fanfics abandonados sobre Libros' iniciado por Lady Stanley, 10 Agosto 2011.

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    Lady Stanley

    Lady Stanley Sweet Room

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    Casi inesperado (Lumione) (Lucius&Hermione)
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Comedia Romántica
    Total de capítulos:
    6
     
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    Hola a todos, vengo con una nueva creación, esperó que sea de su agrado.
    Sin más que decir me despido.

    Desclaimer: Los personajes de Harry Potter son de J. K. Rowling.

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    Prólogo.
    Su padre tenía de nuevo una jodida junta con encapuchados de negro, sabía perfectamente que eran los seguidores del que no debe ser nombrado, también sabía de antemano que él pronto también como heredero de los Malfoy debería ser un mortífago prontamente. Salió hastiado de la Mansión Malfoy, estar encerrado todo el día le era fastidioso.

    Miró los jardines, tan bellos como siempre; bien cuidados por los elfos de la mansión a petición de su madre. Ella adoraba las flores de su jardín, paseó un rato entre los campos de las flores, internándose un poco en el bosque de la casa. Asteara era el nombre del bosque que estaba a los lindes de la Mansión Malfoy, pasando el bosque había un pequeño pueblo donde magos y brujas vivían en un campo que repelía a cualquier muggle curioso que estuviera por ahí cerca.
    Siguió caminando hasta adentrarse al bosque en donde miró algo de lo más raro, era ilógico que algo así estuviera ahí. Una muchacha de desgarradas ropas para su pesar muggles, hechas girones, su cabello rizado ondeaba con la brisa veraniega de ese momento y su piel magullada por tantos moretones. La miró un ángel.

    Poco a poco abrió sus ojos y vio que en realidad era un ángel, ella le miró con odio y no supo porque pero esa mirada lo cautivo para siempre.

    —Maldito— su tono feroz encantó por completo al rubio de larga cabellera.

    OoOoO
    No sabía porque se acordaba de ese preciso momento, ahora, que tenía a la sangre sucia amiga de Potter, la sabelotodo Hermione Granger. Juraba que casi eran idénticas, ella le miraba con odio y sabía porque, porque él, Lucius Malfoy la había capturado y ahora estaba a merced de todos los Mortífagos que estaban en su casa, Bellatrix la estaba torturando mientras en su brazo izquierdo escribía con una daga “Sangre Sucia” mientras que todos los presentes reían y el desfigurado junto al pelirrojo gritaban que ya dejaran en paz a la muchacha.

    Sus ojos, él conocía esos ojos y anhelaba mirarlos como los miró hacía esa fecha, ese año que convivió con ella. ¿Por qué era tal el parecido? No sabía el porqué pero deseaba saberlo, mirarla igual de magullada, cortes, sucia, la misma ropa muggle que su ángel llevaba en aquella ocasión pero era imposible que esa impura fuera ella…

    Era imposible que fueran la misma persona en diferentes tiempos. 1979 a 1998 eran casi veinte años. Era más que ilógico.

    —Draco—dijo el rubio— ¿Reconoces a este deforme?—

    Su hijo, parecido a su madre y a él, sabía perfectamente que estaba asustado de tener que estar viviendo semejante cosa.

    —No—los tres capturados le miraron sorprendidos—Él no es Potter—

    —Maldito—su cabeza comenzaba a dar vueltas, era la misma voz que la de esa muchacha, los mismos gestos, esa mirada de odio contenido…

    No sabía qué hacer, hasta que sucedió lo insucedible, la muchacha sacó un Gira Tiempos y dio más de 10 vueltas seguidas, el pequeño artefacto colgaba de su cuello mientras Bellatrix gritaba lunáticamente. Se estaba escapando la sangre sucia.

    Y él calló de rodillas, no podía ser verdad que ella. Hermione Granger era la chica que él conoció cuando a penas tenía 17 años de edad. Simplemente no podía ser
    .
    Jamás juzgues a un libro por su portada.
     
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    Okita

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    Uh dime que hay más capítulos por que lo dejaste tan inconcluso!!!! xD MUY bueno, hubo una que otra errata por ahí pero no importó; pese que esta pareja es TAN loca rara que nunca me hubiera imaginado tal aborto de la naturaleza me ha gustado mucho, y tengo ganas de que siga.
     
  3.  
    Erzabeth

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    ¿¡Qué!?, un viejo con una adolescente... wow.

    xD ¡Pero que rara historia! me encantó xD.

    Si, hubo errores, pero... wow, aún sigo traumada con la pareja, digo, no me molesta pero, ¿Como que le lleva por muchos años no? Jajajaja xD.

    Jajaja, ¿Le gustan rudas? jajaja, su tono feroz, debo reconoser que si tiene un tono algo grave xD.
     
  4.  
    Lady Stanley

    Lady Stanley Sweet Room

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    Buenos días a mis lectores, gracias por su apoyo y los tres comentarios recientes se los agradezcó mucho.
    A mí también me sorprende mucho la pareja Lucius y Hermione; se me hizo rara pero por alguna razón me ha gustado muchísimo y quiero seguir con este fic hast el final.

    Desclaimer: Los personajes de Harry Potter pertenecen a J. K. Rowling.
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    Capítulo I. Gira Tiempos

    Su padre tenía de nuevo una jodida junta con encapuchados de negro, sabía perfectamente que eran los seguidores del que no debe ser nombrado, también sabía de antemano que él pronto también como heredero de los Malfoy debería ser un mortífago prontamente. Salió hastiado de la Mansión Malfoy, estar encerrado todo el día le era fastidioso.

    Miró los jardines, tan bellos como siempre; bien cuidados por los elfos de la mansión a petición de su madre. Ella adoraba las flores de su jardín, paseó un rato entre los campos de las flores, internándose un poco en el bosque de la casa. Wiltshire era el nombre del bosque que estaba a los lindes de la Mansión Malfoy, pasando el bosque había un pequeño pueblo donde magos y brujas vivían en un campo que repelía a cualquier muggle curioso que estuviera por ahí cerca.

    Siguió caminando hasta adentrarse al bosque en donde miró algo de lo más raro, era ilógico que algo así estuviera ahí. Una muchacha de desgarradas ropas para su pesar muggles, hechas girones, su cabello rizado ondeaba con la brisa veraniega de ese momento y su piel magullada por tantos moretones. La miró un ángel.

    Poco a poco abrió sus ojos y vio que en realidad era un ángel, ella le miró con odio y no supo porque pero esa mirada lo cautivo para siempre.
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    Hermione despertaba, le dolía todo, su cabeza también dolía horrores. Miró a su alrededor y era un bello lugar… ¿Dónde estaba? No lo sabía, estaba cubierto ese lugar por matorrales de flores de todos colores y clases, ella estaba bajo la sombra de un frondoso árbol que la cubría de todos los rayos del sol.

    ¿Cómo estaban sus amigos? ¿Los habrían asesinado? Estaba nerviosa, le dificultaba muchísimo moverse, estar sentada también le era doloroso inclusive aquella fresca herida que decía en su antebrazo izquierdo “Sangre sucia”. Sollozó dolorosamente al ver que eso jamás se retiraría de su piel; la habían marcado como un animal del ganado.

    Ni siquiera sabía en donde estaba y para colmo ella estaba a salvo y sus amigos estaban a merced de los Mortífagos y prontamente muy cerca de Voldemort. Tenía que buscar la manera de regresar a donde estaban sus amigos.

    Solo recordaba haber girado varias veces el pequeño artefacto, pero exactamente no supo cuantas vueltas le dio exactamente. En esos momentos ella solamente pensaba en escaparse de la loca Bellatrix y poder salvar a sus amigos de todo y seguir con la búsqueda de los Horrocruxes. Se quejó al mover su cuello hacía el lado oeste del paisaje…

    ¡No podía ser…! Estaba segura que a ese hombre, muchacho, abominación, lo que fuera ella lo conocía a la perfección era nada más y nada menos que Lucius Malfoy uno de esos malditos Mortífagos que les hacía la vida imposible a ella y sus amigos. Quería gritarle mil improperios pero se dio cuenta de algo… ese no era el Lucius Malfoy que ella conocía, el hombre de cuarenta y tres años que había visto en su estancia en el colegio. Era un muchacho de aproximadamente diecisiete o dieciocho años de edad, desde siempre acostumbraba a llevar su larga melena rubia suelta para que volará con el viento.

    Aún así, lo odiaba, odiaba al mortífago que les estaba haciendo la vida de cuadritos junto a su detestable hijo, su copia en un futuro igual de venenoso que él.

    El joven se acercaba tranquilamente hasta donde ella estaba, siempre con su porte aristocrático, llevaba una camisa blanca desabotonada los dos primeros ojales, sus ojos grises tan penetrantes y jóvenes en esos instantes y un pantalón negro para cabalgar.

    —Maldito— su tono feroz encantó por completo al rubio de larga cabellera.

    Se acercó cautelosamente a la muchacha, seguramente era una bruja ya que ningún muggle podría estar dentro del campo repelente de no mágicos.

    —Vaya, vaya—se rió y adoptó una cara que el solamente podría adoptar, traía una cara de estar oliendo mierda en el aire—Miren lo que me he encontrado—una sonrisa ladina salió de sus perfectos labios.

    Hermione se comenzaba a molestar, era igual a Draco Malfoy, siempre con esa maldita sonrisa de estar seguro de todo y yo soy el amo de todo. Intentó levantarse pero definitivamente no pudo; tendría que aguantar a ese pedante. Necia y testaruda logró levantarse pero con ayuda del árbol que estaba ahí, estaba segura que si se soltaba caería de nuevo.

    — ¿Hay algún lugar donde pueda ir a reposar?—

    —El pueblo de Wiltshire, está a dos millas de aquí—se rió el rubio frente a la muchacha—Te tomará al menos tres horas llegar a pie, supongo que redobló el tiempo en tus condiciones—

    —Piérdete—por lo general la castaña era una muchacha tranquila que nunca perdía los estribos de esa manera pero los Malfoy tenían cierto efecto en que su paciencia terminará estallando.

    —Estúpida—Lucius, regresó por donde antes había venido, un alivio para la muchacha que estaba apoyada en el árbol. Poco después el rubio altanero desapareció por donde había venido.

    Ella comenzó a caminar con esfuerzos al interior del bosque, Malfoy le dijo que pasando el bosque estaba el pueblo de Wiltshire, se internaba cada vez más en el bosque sin siquiera conocer la ruta de este mismo. Además le costaba horrores caminar, mientras se apoyaba con los troncos de los árboles, en dos ocasiones iba a caer. Se estaba sofocando más y el cansancio la estaba venciendo.

    Escuchó entre las ramas crujir un crepite a toda velocidad, no tenía su varita y estaba indefensa ante cualquier ataque. Escuchó relinchar una criatura y un enorme corcel de color negro pasó corriendo frente a sus ojos, unos metros delante de ella; su colmo estaba peor, era la persona que menos quería ver en esos momentos.

    — ¿Qué es lo que quieres?—preguntó la castaña molesta.

    —Que descortés eres—dijo de forma dramática el rubio de larga cabellera.

    —Solo lárgate—

    —Ni siquiera puedes moverte—se rió malvadamente—Pero si quiero puedo hacer que te capturen por andar husmeando cerca de las propiedades Malfoy—

    — ¡Idiota!—gritó Hermione, seguido cayó al piso.

    Lucius rió al ver a la joven herida caer, le daba gracia estarle molestando de esa manera pero de alguna forma él quería averiguar de dónde venía y porque estaba en esos lugares.

    —Venga—dijo el joven—Te llevó al pueblo y después piérdete haz lo que quieras—ayudó a la muchacha a subir al caballo.

    Minutos después la chica miró la entrada del pueblo, estaba ansiosa por librarse de esa alimaña que la llevó al pueblo, se lo agradecía internamente y se preguntaba cómo era posible que Lucius Malfoy fuera de esa manera, en su época él era un villano que debía ser enviado a Azkaban de inmediato. Era serio también y calmado pero el orgullo de serpiente nunca se le iba a quitar.

    —Hemos llegado—dijo el rubio—Se me hace curioso de que una chica estuviera a las afueras de la Mansión Malfoy, además en esas condiciones parece que has salido de un basurero—se rió el Malfoy mientras la cara de la chica se desfiguraba en puro coraje.

    —Estoy hospedada en está posada—la leona señaló una posada, entró como pudo y el recepcionista la miró algo raro.

    —Creo que estás mintiendo—dijo al oído de la chica—El posadero te ha mirado extrañamente cuando has entrado a este establecimiento—

    Buscó rápidamente con la mirada en toda la posada hasta que encontró a un profesor que ella conocía, se veía más joven, muchos años de edad no estaban presentes. Siempre su larga barba y cabellera canosa, alto y lentes de media luna. Albus Dumbledore.

    —Vengo con ese hombre—dijo la chica señalando al profesor Dumbledore.

    La cara de Lucius no fue precisamente una sonrisa, si no que se deformó en una boca torcida y el típico gesto de estar oliendo mierda en el aire. ¿Por qué de todas las personas tenía que ser Albus Dumbledore el profesor de Aritmancia?

    Profesor Dumbledore, se que está utilizando Legeremancia, por favor ayúdeme diga que me conozca soy Hermione Granger y vengo a pedir su ayuda.

    Como si realmente toda la farsa fuera cierta, Dumbledore se acercó a la muchacha.

    —Señorita Granger—dijo el hombre—Veo que por fin la encuentro ¿En donde ha estado metida usted? Mire su ropa—

    —Lo siento profesor—dijo la chica algo apenada, después de todo viejo o joven Dumbledore era un hombre muy simpático.

    —Venga tenemos que irnos—luego miró a Lucius—Joven Malfoy un placer haberle visto pro aquí, hasta luego—

    El rubio no muy contento regresó por donde vino, tenía que averiguar quién era esa chica tan misteriosa que apareció en las afueras del jardín de su madre. Y bastante falso cuando el profesor de Aritmancia se acercó a ella como si realmente le conociera. Dejó pasar eso, ahora debía regresar a casa.

    O.O.O

    Hermione estaba sentada en el pub con Dumbledore bebiendo una cerveza de mantequilla bastante espumosa para calmar los ánimos de la muchacha, el profesor de Aritmancia la miraba curiosamente, ya que se le hacía raro de que ella le conociera tan a la perfección.

    —Director Dumbledore—fue interrumpida por Albus.

    —Yo no soy director, soy el profesor de Aritmancia—dijo sonriente mientras le daba un trago a su cerveza—El director del colegio se llama Alexander Kent—

    —Ya veo profesor—dijo la muchacha—Tengo algo importante que decirle… mi nombre es Hermione Granger vengo del futuro, he utilizado un Gira Tiempos para poder retroceder solo unas horas y evitar que atacarán—sonrió tristemente—Voldemort se ha hecho de las suyas, es demasiado poderoso ¿Me creerá que vengo de 1997?--

    —Es imposible que un viajero del tiempo retroceda años con un Gira Tiempos, estos solamente sirven para retroceder solo unas cuantas horas para cambiar algún suceso del presente—dijo el anciano—Pero le creo señorita Granger pero ¿Quién es ese tal Voldemort?—
    —Tom Riddle señor—

    —Tom—dijo el hombre de largas barbas—Me imaginaba que ese chiquillo iba a hacer de las suyas cuando estuviera en su apogeo mágico—

    —Así es señor, ahora quiero pedir su ayuda, necesito que cree ahora mismo la Orden del Fénix—el profesor de Aritmancia se sorprendió al ver que la chica conocía de su proyecto secreto—En un futuro yo también soy miembro de la orden señor—

    —Ya veo señorita Granger, pero creo que es mejor seguir está platica en otro lado, es demasiado arriesgado tener platicas de esta magnitud en un lugar público— ofreció. Dumbledore dejó en la mesa del pub de la posada tres knuts y dos sickles.

    Se fueron caminando lentamente, el profesor tomó la mano de la castaña para después aparecerse en otro lugar.

    Continuara….
     
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    Okita

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    xD Por dios, esto me esta poniendo el corazón super desbocado, me interesa muchisimo la historia más que la pareja, la cual no deja de ser interesante, pero la aparición de Albus me gusta :3 y va a estar bueno conocer un poco como eran todos en esa época, me pregunto si Hermione va a ser alumna ahí para aparentar, siendo que supuestamente lo conoce a Albus...
     
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    Lady Stanley

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    Bueno aquí les traigo el siguiente capítulo. Esperó que sea de su agrado.

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    Capítulo II. Serpientes

    Lucius había sido convocado esa tarde al despacho de su padre, era muy inusual que su progenitor lo mandará a llamar, siempre sus llamadas eran para comunicarle malas noticias. Como la noticia de que él y la hija de los Black se iban a casar, estaban prometidos pero en cuanto salieran de Hogwarts ellos contraerían matrimonio y tenían pronto que traer un heredero a los Malfoy como para los Black. Narcissa Black era su prometida, una rubia igual que él; unos bellos ojos grises pero muy callada, demasiado dócil, para nada le atraía ella ni ninguna de sus hermanas.

    Esperó a que todos los encapuchados de negro salieran del despacho de su padre para poder entrar.

    —Adelante—era una voz profunda y ronca quién lo invitó a pasar dentro de la habitación.

    —Padre—saludó Lucius— ¿A qué se debe el honor de estar en tu presencia?—

    —Como siempre al grano ¿Verdad hijo?—sacó de uno de sus cajones un puro y lo encendió para absorber aquel vicio de nicotina— Eso siempre me ha gustado de ti, toma asiento, tenemos cosas que platicar—

    El rubio tomó asiento frente al escritorio de su padre; el despacho era bastante amplio, las paredes eran de un color gris tapizado bastante llamativo con flores imperiales en todo el tapiz, el suelo era de mármol negro, y había bastantes plantas para adornar el lugar, también un pequeño librero en donde reposaban los libros. Frente al escritorio estaba un gran ventanal que mostraba en su esplendor todo el jardín de Malfoy Mannor.

    También había una pequeña cantina a un costado de la habitación, el hombre se levantó y de ahí cogió dos copas de un fino cristal, una botella de vino tinto y regresó a su lugar donde vertió el contenido de la botella a las copas.

    —Bien—dijo Abraxas Malfoy—Eres listo hijo, las vacaciones de verano están por terminar y tú antes que nada tendrás que recibir orgullosamente en tu brazo la Marca Tenebrosa, el que no debe ser nombrado te quiere ya mismo dentro de sus filas—dijo el patriarca de los Malfoy—Por lo tanto… deberás estar preparado para todo lo que él te pida, recuerda que solo perdona una vez la vida y aunque seas mi hijo ese será tu problema yo no te salvaré la vida si metes la pata.

    —Lo sé padre—dijo tranquilamente Lucius—Supongo que el que no debe ser nombrado está reclutando a todos los hijos de Mortífagos—

    —No te equivocas—le dio un sorbo a su copa—Está noche ha habido una gran magnitud de magia en el bosque Wiltshire que estalló a gran escala, por lo tanto te advierto que no debes entrar para nada al bosque, estará custodiado por mortífagos y criaturas que el que no debe ser nombrado llevará—

    —Entonces…

    —Significa que esa gran escala de magia la quiere el Señor Tenebroso para sus fines de la pureza de la sangre, esa magnitud de energía debe de ser para él. Así que no te interpongas en su camino entrando al bosque. Al no ser aún Mortífago no puedes tener mucha información de todo lo que sucede a nuestro alrededor—

    —Entiendo a la perfección, padre—

    —Buenas tardes, Lucius retírate ya—la silla ejecutiva de Abraxas se volteó con vista al gran ventanal.

    El rubio se levantó en silencio y dejó su copa intacta no tenía ganas de beber en esos momentos. Lo que más le tenía la cabeza ocupada era aquella misteriosa muchacha, parecía que venía de una batalla o de una guerra, fuera lo que fuera no era de su incumbencia aunque en el fondo quería volver a verla.

    Era tarde pues al ver a su madre tranquilamente tomando el té en la sala principal le indicaba que pasaban de las cuatro de la tarde cercanas a las cinco, saludó a su madre una hermosa mujer alta de buen cuerpo, aristocrática como toda buena esposa de un Malfoy, de piel blanca como la leche cremosa, unos bellos ojos azules y su cabello rubio. Era tranquila, no compartía del todo ella con su padre la ideología de la Pureza de la Sangre ella convivía con todo tipo de personas, claro fuera de Malfoy Mannor.

    —Hijo—

    —Buenas tardes madre—dijo indiferente Lucius mientras se dirigía a las grandes escaleras de la mansión para poder irse a descansar un rato.

    —No te vayas Lucius—llamó la mujer rubia—Siéntate a tomar el té conmigo, cariño—

    Con pesar el rubio dejó lo que estaba haciendo para complacer a su madre, bufó e intentó poner su mejor cara ante su progenitora. Se sentó con ella para tomar un buen té y conversar con ella lo que quedaba de la tarde.

    O.O.O.O.O

    Hermione y Dumbledore se habían aparecido en Hogwarts, estaban en el despacho de lo que en su época era el despacho de la profesora Vector, ella siempre quiso saber cómo era donde la profesora dormía y trabajaba. En esos momentos era un lugar colorido, de paredes rojas como la torre Gryffindor, un agradable escritorio de madera de caoba y un asiento parecido al escritorio, varias chucherías de dulce estaban en el escritorio.

    —Bueno señorita Granger, supongo que es mejor que sigamos está platica—dijo el hombre de lentes media luna.

    —Está bien profesor Dumbledore—suspiró la muchacha—Vengo del futuro mi nombre es Hermione Granger, soy hija de muggles por lo tanto soy mestiza, de donde yo vengo Voldemort está en su apogeo, ha capturado a mis amigos y pretende matar a Harry Potter señor él es El elegido para derrotar a Voldemort, hay una profecía que aún no es creada en esta época—

    —Ya veo—dijo el profesor de Aritmancia—Todo lo que usted me está diciendo es correcto señorita Granger—suspiró antes de seguir—Lo he podido ver todo a través de la Legeremancia, he visto todo su sufrimiento y todos los acontecimientos que están pasado—

    —Así es señor—dijo la muchacha, tenía unas enormes ganas de llorar porque en 1997 el profesor Albus Dumbledore ya no estaba.

    —Veo que he muerto—dijo el hombre—Y no puedo creer que haya sido a manos de Severus Snape—

    —Lo siento tanto señor—dijo la muchacha tristemente.

    —No tiene porque pedir disculpas señorita Granger, son cosas que pasan en la vida. Pero hay otra cosa que no me ha dicho… ¿Qué viene a hacer en esta época?—

    —Ya le dije que no lo sé señor, el Gira tiempos que tengo me lo dio usted, desde entonces lo guardé para utilizarlo solo cuando se diera la ocasión precisa, usted me dijo alguna vez que este Gira Tiempos me ayudaría en algo para cambiar algún suceso en el pasado para que el presente fuera diferente pero usted me dijo que… a causa de ello podría ser que yo no volviera a nacer pero es mejor que cambié algo aquí, pues el Gira Tiempos me ha traído hasta aquí—

    —Es interesante—se rascó la barba—Pero por el momento puede quedarse a reposar aquí en la torre Gryffindor, aún falta un mes para que las vacaciones de verano terminen—

    —Está bien profesor—dijo la chica.

    —También cuando las vacaciones, usted tendrá que asistir a Hogwarts como cualquier alumno nuevo. Podremos decir que usted es una bruja de intercambio de alguna academia de magia en América, también tendremos que cambiar su apellido no puede haber dos Hermione Granger, en esta época y el futuro—

    — ¿Entonces dejaré de ser Hermione Granger?—

    —Sí, déjeme pensar un apellido—se quedaron en silencio— ¿Qué le parece Hermione Barren?—

    —Creo que está bien, quiero conservar mi nombre—dijo la leona.

    —Bien señorita Barren, vaya a la enfermería después seguimos conversando, ahora iré con el director Kent—

    La muchacha se retiró como pudo a la enfermería, seguramente la enfermera quien fuera en esos momentos le haría muchas preguntas de su estado pero no importaba, solo quería recuperar su movilidad para seguir con eso. Al llegar a la enfermería estaba vacía, preguntó si había alguien, de unas cortinas salió la enfermera era una mujer algo robusta, con el ceño fruncido, cabello rubio y ojos castaños. Como la chica predijo la enfermera le hiso muchas preguntas a la joven, preguntando de donde venía y el porqué de su estado. Ella solo respondió, estuve perdida y con eso fue más que suficiente, más tarde Hermione descubrió que la enfermera se llamaba Mariana Pomfrey, no haría más preguntas.

    Con todos los calmantes y curaciones que la enfermera le dio pudo recuperar algo de movilidad y el dolor desapareció.

    —Puedes tomar un baño en las regaderas de la enfermería, están atrás de esa cortina—dijo la señora Pomfrey—Iré a traerte algo de ropa porque estás son ya inservibles a duras penas y te servirán para la basura—

    —Gracias señora Pomfrey—la medimaga se retiró con una sonrisa.

    Entró a las duchas de la enfermería, nunca había estado ahí, cuando ella iba a la enfermería era para ver a sus amigos que luego salían lastimados de jugar Quiddicht, siempre había visto esa puerta pero pensó que solamente era una bodega para guardar los suministro de pociones para curaciones. Se quitó la ropa poco a poco y apreció su cuerpo desnudo, estaba muy magullado por todas partes tenía moretones por todo el cuerpo.

    Se miró en el espejo del baño y se vio a ella misma, no era la misma chica alegre y feliz de antes, ahora se veía completamente demacrada bajo sus ojos estaban bien pronunciadas sus ojeras, se veían hasta moradas, sus ojos habían perdido el brillo de felicidad y vida. Estaban opacos; luego miró su antebrazo en donde se escribía sangre sucia en costras secas. Era algo que jamás se iba a poder quitar.

    Llorosa entró en uno de los cubículos de la ducha, en donde el agua caliente cayó por todo su cuerpo, una buena ducha en varios días. Cerró los ojos y el agua se confundía con sus lágrimas, la mugre que caía de su cuerpo parecía lodo, se talló fuertemente con el estropajo que estaba ahí hasta ver que su piel tomaba ese color tostado de siempre, tomó un shampoo que estaba en un compartimiento, olía a kiwi, era una de sus frutas favoritas. Al tallarse el cabello el líquido hacía bastante espuma, se retiró poco a poco el jabón mientras miraba al piso como la suciedad de su cabello se retiraba al drenaje.

    Estuvo cerca de media hora disfrutando del agua caliente, hasta que decidió salir, sus dedos parecían pasitas de lo arrugados que se encontraban, tomó una de las toallas que estaban ahí y se envolvió con ella. Salió de las duchas y pudo encontrar a la señora Pomfrey dejando unas prendas para ella.

    —Gracias señora Pomfrey—dijo la muchacha, mientras se sentaba en la orilla de la cama para vestirse, la enfermera se retiró para darle privacidad a la muchacha.

    Se trataba de una falda del colegio, una blusa blanca, ropa interior y zapatos nuevos, también en la ropa había un pequeño papelito.

    En Hogwarts ayudamos a los que lo necesitan, Srta. Barren.
    Albus Dumbledore.

    Sonrió y terminó de vestirse, se miró una vez más en el espejo de la enfermería, sus ojeras seguían presentes por la gran falta de sueño. Pero sonrió al ver su cabello formado en gráciles bucles castaños y sorprendida de ver que su cabello había crecido hasta la cintura. En su época no importaba como verse, solo la supervivencia de los buenos.

    —Señorita Barren—dijo la señora Pomfrey.

    — ¿Sí?—

    —Creo que es mejor que descanse, ya mañana podrá irse—se acercó la enfermera—Tómese está poción, es para conciliar el sueño—

    —Gracias—de un sorbo la chica se tomó dicha poción y poco a poco el sueño fue venciéndola.
    Esa noche ella tuvo pesadillas, despertó sudorosa de la frente y miró la oscura enfermería, solo su cama estaba siendo ocupada. La caldera para mantener la habitación caliente por la noche estaba encendida mientras las brazas crepitaban dentro de ella. La habitación donde dormía la señora Pomfrey estaba encendida por una vela para alumbrar un poco.

    Algo la asusto, entró por la ventana, era un Patronus en forma de ciervo. Se acercó lentamente hasta la cama de la chica y la voz de Ginny Weasly comenzó a hablar.

    “Hermione donde quiera que te encuentras, escucha esté mensaje. Voldemort ha ganado la guerra… Harry ha muerto en el intento. Tienes que regresar pronto, tenemos que seguir luchando contra él. Ron también ha muerto y Voldemort se ha hecho de todo el poder legal mágico, están ejecutando hijos de muggles como animales. Están vendiendo a las personas a mortífagos para que sean sus esclavos… la Orden del Fénix se ha extinguido… “

    La cara de la chica se deformó de una de tranquilidad a una de llanto, en la puerta de la enfermería se encontraba Albus Dumbledore, había escuchado todo lo que el Patronus había dicho. Se quedó en silencio mientras Hermione sollozaba.

    —Tranquila señorita—

    —Profesor—ella le abrazó fuertemente en busca de apoyo, necesitaba que alguien la apoyara, estaba sola. Su mejor amigo había muerto al igual que el amor de su vida.

    —Podremos cambiar el futuro, solo tenga confianza—

    La joven se había quedado dormida en las piernas del profesor de Aritmancia, ahora comprendía todo el sufrimiento que ella tenía en su interior. Otra cosa, le recordaba a su hermana menor.

    Continuar…
     
  7.  
    Okita

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    Me estas dejando con la boca abiertisisisisisima, MUY buen capítulo.

    Algo que me extrañó es que en gran parte de la charla entre Lucius y su padre se refirieran a Voldemort como "el que no debe ser nombrado" cuando lo más correcto sería "El señor oscuro" o "El señor Tenebroso" después si lo llamaste así pero me llamó la atención.

    Adoré ese patronus de Ginny, bah el contenido del mensaje más bien, pero el patronus de ella no era otra cosa? no importa xD esta historia me gusta, no solamente es romántica sino que tiene mucha coherencia, suspenso, y acción.

    pd: no había sido McGonagall quien le dio el gira tiempo?
     
  8.  
    Lady Stanley

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    Bueno eso del Gira Tiempo lo iré explicando conforme la historia avance. Recuerda que los Gira Tiempos fueron destruidos después del asalto en el Departamento de Misterios, así que más adelante les iré diciendo como es que Dumbledore le dio el Gira Tiempos a Hermione. También lo de el que no debe ser nombrado iré mancionando poco a poco el porque.
    No se preocupen aún hay muchas cosas por resolver.
     
  9.  
    Lady Stanley

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    Casi inesperado (Lumione) (Lucius&Hermione)
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    Comedia Romántica
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    Hola a todas mis lectoras, gracias a ti Okita por el comentario que me dejaste y que lees constantemente mi FF, te agradezco de todo corazón por darle una oportunidad a esté FF. Esperó no haber demorado pero es que otros asuntos me impidieron terminar el capítulo hacía unos dos días, esperó que les guste leerlo tanto a mí como escribirlo.

    Saludos
    Zimba.

    Desclaimer: Los personajes pertenecen solamente a J. K. Rowling.
    _______________________________________________________
    Capítulo III. El anillo de Marvolo Gaunt.

    El mes se estaba acabando, pronto retomarían clases a Hogwarts y la castaña aún no sabía que iba a hacer con el mensaje de Ginny.

    —Si mal no recuerdo el Patronus de Ginny es un caballo—dijo muy pensativa la muchacha, llevaba dos semanas desde que le había llegado el mensaje. La Orden del Fénix disuelta, Harry y Ron muertos en batalla… Voldemort se hacía con el poder en esos momentos. Nada era peor en esos momentos… se sentía impotente de no poder ayudar a los suyos en esos momentos en vez de estar pasando los días seguros. Voldemort también existía en ese tiempo pero no era todavía una gran amenaza.

    Tampoco sabía exactamente qué año era, solo sabía que estaba en el tiempo de los Merodeadores, donde Sirius, Lupin, James y el traidor de Petegrew estaban jóvenes aún. Si no mal calculaba estaban cursando su sexto curso.

    Ella estudiaba la mayoría del día los libros de la Biblioteca, sobre el tiempo, necesitaba regresar lo más pronto posible.

    —¿Aún estudiando señorita?—preguntó la señora Pince, Irma Pince era una mujer joven de unos treinta años de edad, en su tiempo la señora bibliotecaria tenía al menos cincuenta y cinco años, estaba toda malhumorada pero con ella siempre fue tranquila y amigable por su afición a los libros de toda clase.

    —Sí señorita Pince—dijo la muchacha mientras posaba sus ojos sobre el párrafo.

    “El tiempo es un enigma que hasta el momento ningún mago ha podido descifrar, existen diversos artefactos para viajar en el tiempo pero estos solamente retroceden unas cuantas horas para cambiar un suceso del futuro o presente. Los artefactos mágicos se encuentran principalmente en el Ministerio de Magia en el Departamento de Misterios, el lugar está protegido por magia antigua para evitar el robo de dichos artefactos.

    El tiempo no puede ser alterado de ninguna manera, si es alterado cambian algunas cosas del presente o futuro para bien o para mal.

    Uno de los artefactos para cambiar algún suceso del presente o futuro se conoce como el Gira Tiempos. Su creador Nicholas Cronos un mago de origen alemán tiene conocimiento de la alteración del tiempo, sus efectos, defectos y consecuencias que puede traer. Nicholas Cronos tiene aproximadamente unos doscientos años de edad debido a su constante viaje en el tiempo, muriendo en uno y renaciendo en otro.
    Los Gira Tiempos solamente retroceden unas cuantas horas pero nunca retroceden años, décadas o días. Tampoco meses puede retroceder."

    La muchacha se frustraba, era realmente incoherente que ella con un simple Gira Tiempos háyase retrocedido al menos 27 años en el pasado. No tenía lógica, le dolía la cabeza de no poder comprender como era que ella había aterrizado en el tiempo de los Merodeadores y peor aún en la Mansión Malfoy en el bosque de Wiltshire.

    Decidió tomar un descanso, estaba realmente exhausta, se la pasaba días en la biblioteca diariamente. El castillo estaba completamente vacío pues las vacaciones aún no terminaban, eso le dio tiempo de poder recorrerlo e investigarlo un poco más a fondo, como pisar el tercer piso del lado derecho, se sorprendió al ver que era un pequeño salón de cuadros. Recordó su primer año en el colegio y esos cuadros ya no estaban en el piso prohibido, solamente estaba la puerta y del otro lado de ella se encontraba Fluffy.

    Durante el resto del día ella estuvo deambulando sola, se encontró con Nick Casi Decapitado y otros fantasmas como la Dama Gris y el Fraile Gordo. Tres fantasmas de casas del colegio a excepción del Varón Sanguinario quien habitaba en las mazmorras de Slytherin.

    La noche llegó poco a poco, sus días en el colegio se le estaban haciendo demasiado aburridos puesto que no tenía con nadie que conversar. Estaba sola entre las antiguas paredes de Hogwarts, el profesor Dumbledore le concedió quedarse en la torre Gryffindor hasta nuevo aviso, se recostó en la que era su cama en el colegio, se cubrió con las mantas y poco a poco el sueño fue venciéndola.

    Estaba en un lugar completamente blanco, no había nada más que una silla del mismo color, no sabía exactamente donde estaba. Miró por todos lados; simplemente no había nada de nada ¿Dónde estaba? No lo sabía, pero estaba consciente de que estaba soñando, miraba por todos lados hasta que una pequeña sombra se fue formando a lo lejos del lugar.

    — ¡Harry!—exclamó contenta de poder volver a ver a su mejor amigo.

    —Hermione, que gusto verte—sonrió el azabache, estaba completamente vestido de blanco, un pantalón de seda ajustado, estaba descalzo y su torso estaba desnudo.

    — ¿Dónde estamos?—

    —En tu subconsciente—sonrió el azabache—Estás soñando—

    —Eso lo sé a la perfección pero… no comprendo Harry. Tú estás muerto ¿Qué estás haciendo en mi sueño?—

    —Solo vengo a contarte algo, algo de lo que no estás segura, ni siquiera en los libros has podido encontrarlo—

    —Dime que es—

    —El porque el Gira Tiempos te trajo a esta época—sonrió Potter—Si mal no recuerdas las palabras de Dumbledore es imposible que un pequeño artefacto así pueda retroceder años… solo retrocede unas cuantas horas para cambiar el futuro—

    —Eso lo sé a la perfección Harry—dijo Hermione algo molesta mientras se cruzaba de brazos.

    —El motivo por el que estás aquí es porque tú debes de cambiar el futuro, existirás pero… no como tú conoces el mundo—dijo el chico—Si no que de otra manera, tendrás dos futuros alternos. O simplemente tú futuro cambiará en algunos aspectos—

    —Eso que significa—

    —Significa que habrán dos Hermione—sonrió el chico—Dumbledore seguramente te habrá dicho ya que eso no es posible pero si lo es Mione—

    — ¿Entonces qué debo hacer?—

    —Tú objetivo será Lucius Malfoy—

    — ¿Y él porqué?—

    —Por el simple hecho de que él tiene la clave para acabar con Voldemort de una vez por todas. No puedo estar más tiempo del debido, cambia mi futuro, no dejes que yo muera. Salva a mis padres, sálvanos a todos Hermione tu eres la única esperanza que nos queda—

    La figura de Harry pronto se convirtió en una silueta y después solamente fue una sombra que desapareció.

    La Gryffindor despertó algo agitada, mientras miraba a su alrededor, la noche se había pasado tan rápido que a duras penas y su descanso fue breve. Tenía que comunicarle a Dumbledore lo que Harry le había dicho en su sueño, era urgente pero se preguntaba.

    ¿Por qué Lucius Malfoy? De todas las personas tenía que ser esa arrogante serpiente, odiaba su vida.

    Algo molesta por aquella clave que su amigo le dio se encaminó al despacho del profesor de Aritmancia. Hermione se preguntaba hasta cuando iba a ser él el director de Hogwarts, se veía mejor de director que de simple profesor de Aritmancia.

    Al llegar tocó la puerta varias veces hasta que por dentro se escucharon los pasos de Albus para ir a abrir la puerta del despacho.

    — ¡Oh! Señorita Granger, que madrugadora—le regaló una simpática sonrisa a la chica.

    —Profesor tengo algo importante que decirle—

    — ¿De qué se trata?—el profesor se fue a sentar a su sillón.

    —Es algo sobre Voldemort—Dumbledore que estaba a punto de abrir un dulce de regaliz dejó de hacer su labor y miró con atención a la chica, el dulce podría esperar—Señor… Harry Potter es el Elegido en mi tiempo, pero ha fracasado… Voldemort en mi época se las ha apañado para hacerse de todo el poder mágico.

    Pero anoche tuve un sueño bastante peculiar, Harry mi amigo se ha presentado en una manera onírica, me ha dicho que la clave de cambiar el futuro es Lucius Malfoy—

    —Así que el joven Malfoy—se ajustó los lentes—Y… ¿Algo más le dijo Harry?—

    —Que si cambio el curso de las cosas, habrá dos Hermione—

    —Es lo que yo le he dicho señorita—dijo el anciano—No podemos permitir que usted tenga dos yo—

    —Pero Harry me ha dicho que se puede hacer—

    — ¿Pero no cree que sería demasiado raro que la misma persona estuviera en dos tiempos diferentes?—

    —Tiene mucha razón—

    —Entonces elija señorita—dijo Dumbledore—Cuando tenga su decisión concreta solo hágamelo saber, no tiene que ser ahora ni después. Solo cuando lo haya meditado bien, ahora quiero pedirle un enorme favor—

    —Dígame señor—

    —Tenemos que regresar a Wiltshire, hay una gran expansión de magia en algún punto estratégico del lugar—

    — ¿A qué se refiere?—

    —Tienen un poder muy raro, poderoso pero sobre todo maligno, supongo que Tom es el responsable de dicha energía, así que está noche iremos en busca de esa fuente de poder maligna para ver de qué se trata. Esté preparada—

    —Sí señor—

    —Buenos días señorita Granger, vaya a desayunar y luego pruebe el pastel de regaliz—ahora el profesor retomo lo que hacía. Disfrutar un dulce de regaliz.

    Hermione se preguntaba qué era lo que Dumbledore iba ir a buscar a Wiltshire, el bosque de las tierras de los Malfoy, estaba dudosa pero sí el profesor decía que era una presencia de magia antigua y maligna debía referirse a los Horrocruxes, por lo menos ella sabía algo de cómo deshacerse de ellos… Harry, Ron y ella llevaban tres Horrocruxes destruidos en su época pero de que servía si Potter estaba muerto. Ahora la única esperanza era ella.

    Era hora de ir a la biblioteca una vez más para encontrar algo que le fuera de ayuda, llevaba medio pasillo de libros acerca del tiempo leídos e investigados pero ninguno de ellos decía como hacer que ella regresara a su tiempo.

    Se sorprendió al ver entrar una lechuza de color negro, una preciosa ave que alzaba vuelo una vez que dejó en una de las mesas un periódico. Alcanzó a leer el encabezado del periódico “El Profeta” bueno ese periódico seguía existiendo con los mismos chismes de siempre, se dio cuenta de que dicho periódico era de la señora Pince. Pero la bibliotecaria no estaba… con un poco de cautela se acercó a la mesa y comenzó a leer.

    Se ha confirmado el sexto asesinato, el Ministro de Magia Agustus Rochester ha muerto de una manera sorprendente, muestra signos de tortura y la maldición Avada Kedavra está presente.

    La muchacha siguió leyendo, y buscó en la biblioteca diferentes periódicos del tiempo. Encontró unos cuantos y coincidió con los seis Horrocruxes que aquel loco había creado. Todos los artefactos coincidían.

    El anillo de Marvolo Gaunt, el guardapelo de Salazar Slytherin, la copa de Hufflepuff, el diario de Tom Riddle, la serpiente Nagini y la diadema de Rowena Ravenclaw. El problema era encontrar los artefactos de Hogwarts, en su época la copa estaba en la bóveda de Bellatrix Lestrange que ahora suponía que tenía 16 años de edad, el guardapelo lo tenía la familia Black y el anillo era improbable. La diadema de Ravenclaw no se había visto en años y en su tiempo tampoco encontraron la diadema…

    Era imposible encontrar alguno de los Horrocruxes recién creados por Voldemort.
    Su estómago estaba más que hambriento, decidió ir al Gran Comedor a comer algo para mantenerse.

    O.O.O.O.O

    Dumbledore y Hermione estaban en Wiltshire, en momentos como ese la Capa de Invisibilidad de Harry le hacía mucha falta, el bosque estaba completamente llenó de Mortífagos vigilando los alrededores.

    —Señorita Granger, tiene que ir al punto en donde usted aterrizó en esta época—

    — ¿Qué se supone que debo de encontrar?—

    —Es algo muy raro, mágico pero no se que sea—

    —Señor… ¿Tiene algo que ver con un artefacto llamado Horrocrux?—

    — ¿De dónde ha sacado eso señorita?—

    —Voldemort ha separado su alma en seis partes, para que cuando muera pueda renacer de esos artefactos. Son seis tengo entendido más uno que mi amigo Harry fue—

    —Entiendo—dijo el anciano—Si es verdad lo que dice, usted encontrará el primero… Voldemort hace no mucho de tres años ha matado a su padre y algo perteneciente a ese hombre es lo que esconde en este lugar. Tiene forma de anillo o pulsera—

    La joven había captado completamente las instrucciones de Dumbledore, así que cautelosamente se internó más dentro del Bosque de Wiltshire. Escuchaba ella su respiración y sus pisadas en la tierra, algunos crepites de las hojas que quebraba con sus pasos y calmada; cada vez se adentraba más en el bosque. Podía sentir la creado ya los seis Horrocruxes. Ahora solo bastaba con encontrarlos.

    Ella era la única esperanza que tenían para salvarse en su época y terminar con Voldemort, o podía regresar y ella misma intentar de buscar los Horrocruxes faltantes y tal vez ser asesinada en el transcurso… su lógica era más que conveniente, debía quedarse en esa época para salvar el futuro aunque todavía seguía preguntándose porque el Patronus de Ginny llegó en forma de un ciervo si el suyo era en forma de caballo.

    Podía mirar las siluetas de los Mortífagos rondar por el lugar, cada vez le era más difícil andar pues por poco y se topa con uno. Además las diversas criaturas que estaban rondando por ahí eran demasiadas, había centauros y pudo jurar que se encontró unos Dementores a lo alto del cielo. Voldemort si que estaba empeñado en proteger el anillo de Marvolo Gaunt. Si mal no recordaba Marvolo Gaunt era su padre y era un muggle muy honesto.

    —Vaya, vaya—escuchó una voz en su espalda y la piel se le erizó— ¿Qué hace aquí señorita misterios?— Lucius Malfoy la estaba apuntando con su varita.

    —Idiota—dijo Hermione mientras arrugaba la nariz y seguía su camino sin prestarle atención a Malfoy que desde una cierta distancia la seguía. Iba a ser más complicado llevarse el anillo con el heredero de los Malfoy siguiéndola.

    — ¿Qué es lo que buscas?—

    La voz del rubio fue demasiado alta y muchos Mortífagos se acercaron rápidamente y la ola de hechizos rojos y verdes comenzaron a volar a los aires.

    Ellos a toda prisa llegaron al punto en donde Malfoy y Hermione estaba. Ambos jóvenes comenzaron a correr rápidamente mientras eran perseguidos por varios Mortífagos, estos eran demasiado rápidos y los estaban alcanzando, a ella la matarían por ser una intrusa en Wiltshire y a él bueno… tal vez su padre lo riñera por estar en el bosque.

    Comenzó a lanzar hechizos a diestra y siniestra a todos los magos que le fue posible, unos cuantos los esquivaban y otros les atestaban de lleno en el pecho.

    Se le ocurrió lanzar el Sectusempra a varios Mortífagos, no había tiempo ni para lamentarse, su vida estaba corriendo peligro y aún la seguían alrededor de veinte magos más. Y Malfoy solamente corría detrás de ella sin siquiera atacar, le estaba fastidiando demasiado pero podía sentir el poder mágico acercarse cada vez más.

    El objetivo sería ahora encontrarlo y desaparecer.

    ¡Sectusempra!—la chica bramó y Lucius pudo ver como muchísimos cortes se le esparcían a un Mortifago, como si miles de espadas lo estuvieran cortando y caía al piso para desangrarse mientras otros cuantos se acercaban para ver qué era lo que le pasaba a su compañero. Sus miradas se volvieron duras y comenzaron a perseguir a ambos chicos con más velocidad. La castaña se estaba agotando demasiado, ya no podía, tenía que pedir ayuda o la atraparían.

    Un hechizo golpeó la espalda de Lucius mientras este caía de bruces al piso, se intentó levantar pero le dolía demasiado en donde el hechizo había impactado. La chica regresó para ayudarle y seguir corriendo, sus rodillas flaquearon y cayeron en las raíces de un árbol.

    ¡Ese era el punto que buscaba! La magia se sentía en su apogeo bajo las raíces.

    Accio anillo de Gaunt—dijo la muchacha y de la tierra el anillo brotó. La magia que emanaba dicho artefacto era muy poderosa, sentía que se ahogaba y el otro chico se estaba desmayando debido al cansancio, al golpe y la magnitud de magia que el anillo emanaba lo estaban debilitando demasiado.

    Sacó un pequeño pañuelo de tela para envolver el anillo. Sabía ella de antemano que ese anillo tenía una protección muy poderosa para quien lo quisiera robar fuera maldecido, lo envolvió y luego lo guardó en su bolsillo. Tomó a Malfoy por los hombros y echó a correr de nuevo con él aunque su peso se hacía más y más pesado conforme corrían, podía ver las luces de la Mansión Malfoy a lo lejos, estaban cerca. Ahí lo dejaría y llamaría Dumbledore. Los Mortífagos habían regresado de nuevo y comenzaron la corretea por el bosque de Wiltshire, más hechizos verdes y rojos volaban por todas partes.

    Los lindes de Wiltshire estaban terminando y como si su vida dependiera de ello dio un salto para salir a los jardines de Malfoy Mannor. Lucius colapsó, se dejó caer todo el peso sobre la muchacha, con mucho esfuerzo la chica lo dejó en un árbol frente a una de las fuentes del jardín. Los Mortífagos habían desaparecido. Estaban a salvo.

    Lanzó unas chispas rojas al cielo, sabía que era imprudente pues delataba su posición pero era para que Dumbledore fuera a por ella. Tenían el anillo, estaba contenta por eso pero demasiado exhausta como para poder celebrar la captura del anillo.

    —Bien hecho señorita Granger—Dumbledore apareció y la chica sonrió.
    Se desvaneció cuando iba al lado de Dumbledore, tenía una sonrisa la chica, estaba cansada. El profesor de Aritmancia sonrió a la muchacha, ella sí que era de temer, se arriesgó de esa manera al entrar sola al bosque de Wiltshire y aparte ayudó al joven Malfoy aunque este hubiera sido un contratiempo para su misión de recuperar el anillo. La tomó en brazos y se dio cuenta de que la joven no pesaba nada, parecía una pluma. Tomó el traslador que preparó para salir de ahí, una pequeña rama de árbol era su traslador a Hogwarts.

    Desaparecieron mientras Malfoy se quedó bajo la sombra del árbol donde él anteriormente había encontrado a la muchacha hacía ya unas dos o tres semanas.

    Continuará…..
     
  10.  
    Florentina

    Florentina Usuario común

    Aries
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    Hola.

    Me gustó mucho tu fic y la tematica que manejas, ademas de que los viajes en el tiempo me encantan.

    Solo noté un par de errores de acuerdo con la historia:

    1.- Realmente nadie puede aparecerse en el castillo de Howarts, ni siquiera Dumbledore...

    Capitulo II:
    Eso se especifica en los libros, no en las peliculas.

    2.- Marvolo Gaunt relamente era el abuelo de Tom, no su padre, el padre de Tom era Tom Riddle, Marvolo Gaunt era el padre de la madre de Tom (Voldemort) y era un mago de "sangre pura"

    Capitulo III:
    Por lo demas esta bien. Me encantó la forma en que narras. Esperaré la continuacion.

    Atte:
    Io xD
     
  11.  
    Okita

    Okita Adicto

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    Los libros son la ley, pero no había sido en el libro y en la pelicula (pero solo me acuerdo del hecho en la peli) que Harry y Dumbledore iban a desaparecer -y más tarde aparecer- y cuando Harry preguntó Dumbledora dijo "Ser el director de la escuela tiene sus privilegios"? Aunque no sé si acá aplicaría, ya que es un profesor no director.
     
  12.  
    Florentina

    Florentina Usuario común

    Aries
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    En la peli si se dice eso (y Dumbledore dice "ser viejo tiene sus privilegios") pero en el libro deben salir de los terrenos de Howarts para poder desaparecerse, y para que nadie los vea van a "Cabeza de Puerco" ya que madame Rossmertha estaba bajo el hechizo Imperio.
     
  13.  
    Lady Stanley

    Lady Stanley Sweet Room

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    Hola perdonen la tardanza.

    Como les dije poco a poco iré dejando en claro todas sus dudas. Así que no desesperen y saquen conclusiones incorrectas... yo se perfectamente que el anillo de Marvolo Gaunt es el abuelo de Voldemort, así que esperen a ver que más pasará. Gracias a sus comentarios.

    Desclaimer: Los personajen pertenecen a J. K. Rowling
    ________________________________________________________________________

    Capítulo IV. Lanzarote Barren

    El lapso para regresar al colegio había terminado, el mes de agosto había terminado demasiado rápido para los alumnos y para los mismos profesores del colegio.

    Era una mañana soleada de septiembre, muchas personas llegaban a la estación de trenes King Cross estaba a rebosar de muchos alumnos nuevos y antiguos como era cada año. Todos estaban ansiosos de volver al techo que era su hogar durante un año, los pequeñines de primer grado estaban nerviosos; no querían dejar a sus padres pues ese año se enfrentarían a cosas nuevas.

    Los chicos de otros cursos abordaron el tren después de despedirse de sus padres, entre ellos se encontraba Lucius Malfoy que subía con sus seguidores, un par de grandulones idiotas: Crabbe y Goyle. Ellos le seguían como perros a todas partes.

    Por otro lado estaba Nott quien se podría considerar un buen amigo de Malfoy y claro estaba por supuesto Severus Snape, su amigo desde que entró al colegio.
    Se reunió con Snape y Nott en un compartimiento del tren, mientras que sus dos gorilas se iban a otro, o más bien ahuyentando a unos pequeños de primero para ellos tomar posesión del compartimiento durante el viaje.

    —De nuevo a Hogwarts—dijo Nott tranquilamente mientras se acomodaba en el sillón del tren.

    —Otro año más dentro de ese infierno—dijo Lucius un poco molesto pero por otra parte aliviado de regresar.

    Tener que estar viendo a su padre constantemente le erizaba los bellos de la piel, en especial después de haber recibido la marca tenebrosa, ese año todas sus camisas eran de manga larga para evitar la mirada de algunos curiosos y que le delataran que pertenecía a las filas del Señor Tenebroso. Ahora tenía que llamarle de esa manera… Señor Tenebroso. Se le hacía realmente estúpido que el mago más grande de todos los tiempos, más poderoso y todo su cuento. ¡Fuera un mocoso de 27 años de edad! Aunque de todas formas no dudaba que su señor fuera el más poderoso.

    — ¿Cómo vas con la marca, Lucius?—preguntó Severus, era el más callado del grupo pero estaba pendiente de su amigo.

    —Me sigue ardiendo—dijo el rubio—Siempre que duele es porque el Señor Tenebroso quiere algo—

    —Ni que lo digas—

    Aquellos tres Slytherin eran más peones de Voldemort, esos tres tenían en su antebrazo izquierdo la Marca Tenebrosa.

    — ¿Y qué paso con tu chica misteriosa?—preguntó divertido Nott mientras que Lucius volteaba la mirada molesto.

    —No lo sé, no la he vuelto a ver desde un ataque en el bosque de la mansión—dijo pensativo—Aunque estoy seguro que buscaba algo esa noche—

    —Pareces muy interesado en esa chica Lucius—dijo Snape tranquilamente mientras sacaba un libro—No creo que sea conveniente que andes rondando Wiltshire y menos con Mortífagos—

    —Lo sé—se revolvió su melena—Aunque se me hace bastante extraño su forma de combate en duelo. Dijo algunos hechizos desconocidos, era demasiado rápida para atacar y esquivar… además el día que la encontré ella parecía haber venido de la guerra—

    —Creo que estás alucinando Malfoy—dijo Snape—Yo creo que es mejor que la olvides y más si es amiga de Dumbledore—

    —Tienes razón—

    El viaje transcurrió entre pláticas circunstanciales por parte de las tres serpientes hasta la llegada a Hogwarts, estaban por lo menos seguros del Señor Tenebroso un tiempo aunque tendrían que recurrir forzosamente a sus llamados, buscarían la manera para ausentarse del colegio.

    A medio camino había comenzado a llover y no era nada agradable ya que siempre la lluvia de alguna manera apagaba los corazones alegres de todos y sus ánimos. El viaje transcurrió.

    O.O.O.O.O

    Hermione estaba nerviosa, no podía ser cierto que iba a ser de nuevo seleccionada para una casa si ella ya pertenecía a Gryffindor, tampoco creía que de última hora iría a comprar sus útiles escolares para ese año. En esos momentos ella tenía que ir a la oficina del director Alexander Kent.

    Bajó las escaleras de la Sala Común de Gryffindor para ir a la oficina del director, era el despacho de Dumbledore en su época solo que está vez la contraseña no hacía referencia a caramelos y golosinas.

    El viaje del tiempo moderno

    La gárgola en forma de águila comenzó a moverse para dejar ver unas escaleras en forma de caracol, ella subió para poder llegar al despacho del director, hasta ese momento Hermione solamente había visto a Dumbledore y McGonagall. Al tocar la puerta del despacho está se abrió y pudo ver a varias personas.

    —Bienvenida seas Hermione—dijo el director de la escuela, era la primera vez que veía al hombre. Era robusto de unos cuarenta y siete años, de cabello azabache, ojos oscuros como el ébano y de estatura mediana, tenía un enorme bigote con canas y un monóculo en su ojo derecho.

    —Director Kent—

    —Señorita Granger—dijo Dumbledore—Tome asiento, siéntase cómoda—

    —Gracias profesor pero… ¿de qué se trata todo esto?—

    —Queremos presentarle a todos sus profesores—

    Ella reconocía a unos pocos, como el profesor de Encantamientos, Dumbledore, al profesor Slughorn, McGonagall y nada más. Todos los profesores presentes eran desconocidos para ella.

    Después de presentarse todos los profesores ella estaba al tanto de que impartía cada uno.

    —Otra cosa que queremos que sepas es que Minerva McGonagall será tu tutora este año y el tiempo que estés aquí—suspiró Kent—Ya sabemos todos los profesores acerca de que vienes del futuro. Así que buscaremos la manera en regresarte a tu tiempo. Otra cosa no puedes tener el mismo apellido—

    —Yo me encargaré de eso señor Director—dijo Dumbledore—La señorita Granger y yo tenemos la manera perfecta para que pase desapercibida—

    —Bien creo que eso es todo. Señorita, Minerva creo que es el momento excelente para que vayan a comprar todo lo necesario al Callejón Diagón los materiales de ella—

    —Claro que sí—dijo la animaga—Hermione, vamos querida—

    A la castaña le alegraba que McGonagall fuera su tutora, ya que ella en verdad apreciaba y quería mucho a la profesora de Transformaciones Mágicas. Ambas se metieron en la chimenea del despacho del director para utilizar la vía flu. Ambas dijeron al mismo tiempo “Diagón” y desaparecieron entre llamas verdosas y azules.

    Los demás profesores se retiraron para alistarse antes de que llegarán los nuevos alumnos al colegio.

    O.O.O.O.O.O

    Hermione y McGonagall llegaron unas chimeneas después del callejón, en el local de Olivanders para ser exactos, se disculparon con el mago de las varitas y salieron al colorido lugar, una nostalgia enorme acongojó el corazón de la chica, en su época esa felicidad que todos los magos y brujas irradiaban ya no existían.

    Ahora solo era dolor y sufrimiento acompañado de más muertes.
    Se quedó pensativa unos momentos mientras caminaban por el lugar, parecía una zombie.

    —¿Estás bien Hermione?—preguntó Minerva, no era la vieja profesora de Transformaciones que ella conocía, era más joven, las arrugas de su rostro no se notaban tanto, estaba casi liso su rostro al igual que sus manos pero la severidad en sus facciones no se había ido.

    —Sí—dijo la chica—Solo es que recordé unas cosas—

    —Bueno, Señorita Granger vayamos a comprar lo primero en su lista—

    —Pero profesora McGonagall, está lista es para sexto curso—

    —Lo sé y han sido órdenes de Kent y Dumbledore que vuelva a cursar el sexto grado—dijo la profesora mientras llevaba a Hermione a comprar sus cosas.

    Hermione tenía ya casi todo lo de la lista, solamente le faltaba un libro de
    pociones, y sabía cuál iba a ser puesto que Slughorn era el profesor de pociones; tomo los libros de cada asignatura y los llevó consigo, solo faltaba comprarse túnicas… pero no sabía cómo comprarlas, si con franjas rojas, verdes, amarillas o azules.

    —Escoge una neutra, Hermione ya que serás seleccionada a una casa—

    —Está bien—dijo la chica— ¿Pero después no tendré que comprar túnicas del color que necesite?—

    —No querida, las franjas de tu casa aparecerán en tu túnica cuando seas seleccionada—la bruja pagó con un pequeño costalito de galeones.

    —De acuerdo—

    Iban saliendo del a tienda de túnicas cuando una enorme explosión se suscito en medio del callejón. Una mujer gritaba desesperadamente auxilio.

    “¡Alguien que me ayude! ¡Mi bebé está en medio de la calle!”

    Pero las personas estaban demasiado asustadas como para salvar al pequeño infante que lloraba en medio de la calle, muchos rayos rojos y verdes volaban en todas partes a causa de los Mortífagos que estaban ahora presentes. Hermione sabía qué hacer en esos casos, atacar y no mirar atrás.

    — ¡Hermione espera!—gritó desesperada la bruja, mientras veía correr a la muchacha con frenética carrera hacía el bando de los mortíos y el bebé que lloraba.

    Se hizo para lanzarles muchos hechizos, a punto de caer, tomó rápidamente al bebé, sus rodillas azotaron fuertemente contra el pavimento del callejón pero logró llegar con el infante en brazos y entregarlo a su madre, quien estaba muy agradecida con aquella muchacha valiente que se enfrentaba sola a esos despiadados asesinos.

    Lanzó muchos conjuros y logró desarmar al menos cuatro o cinco mortíos. Estaba cansada sabía que no iba a durar mucho, estaba perdiendo condición al estar encerrada en Hogwarts.

    Prontamente los aurores comenzaron a llegar para ayudar en el lugar, como cobardes que eran solamente fueron a causar pánico a los lugareños y luego desaparecer pero dejando locales destruidos.

    —¡Hermione!—gritó McGonagall mientras corría hacía ella, miro que la chica se raspó bastante feo ambas rodillas y parecía que en verdad le dolía muchísimo, pero sobre todo estaba feliz de que no le pasará nada a la muchacha— ¡Como vuelvas a irte de esa manera no dudaré en convertirte en un libro para que no te muevas!

    —Lo siento profesora, pero alguien tenía que ayudar a ese niño—

    —Vámonos ya, se nos hace tarde y la ceremonia de bienvenida está por comenzar—

    Los magos que se quedaron utilizaron el hechizo reparo para reconstruir los locales destruidos por los Mortífagos, los noqueados se preguntaban quien era esa misteriosa muchacha que los atacó de esa manera y ahora por culpa suya iban a ser enviados a Azkaban.

    Durante el trayecto de regreso a Hogwarts tanto como profesora como alumna no dijeron más al respecto sobre lo ocurrido en el Callejón Diagón, se limitaron a hablar de cosas triviales y las responsabilidades de la escuela. McGonagall estaba de acuerdo que ella fuera prefecta en su época, se veía a distancia que esa muchacha era muy responsable e inteligente, esa demostración de valor le agradó a la profesora a no ser que temía enormemente por la bruja que ahora miraba por la ventana de uno de los carruajes que las llevarían de regreso al castillo.

    Al bajar, la profesora se retiró inmediatamente al Gran Comedor donde estaban los profesores alistando todo para la llegada de todos los jóvenes. Ella mientras tanto se fue a alistar para ser seleccionada una vez más a alguna casa, era como estar repitiendo su experiencia en primer grado, donde los de grados superiores la miraban a ella y todos los nuevos como bichos raros.

    Se metió a dar una ducha y luego se colocó el uniforme, no estaba muy de acuerdo en ser chico y chica a la vez. Unas veces un chico y otras una chica… pero bueno eran órdenes de Dumbledore si querían mantener despistados a los mortíos que estaban en la escuela.

    En una de las varias juntas en las que ella estaba con el profesor de Aritmancia, estaban conversando acerca de lo insucedible. No podía haber dos Hermione Granger, una en el pasado y otra en el futuro era realmente ilógico. Una de esas tantas tardes lluviosas de agosto.

    —Creo que lo mejor será que tomé por el momento otra personalidad—dijo Dumbledore— ¿Qué le parece si la hacemos pasar por un chico?—

    — ¿Un chico?—se extrañó la muchacha--¿Y se puede saber de quién?—

    —Le puedo prestar mi personalidad cuando yo era un joven de su edad—dijo sonriente el profesor de Aritmancia—Cuando era joven, solía llevar el cabello largo hasta la cintura. Claro siempre atado en una coleta de caballo… siempre conserve esa enorme mata de cabello azabache—

    —Está bien profesor… pero tome en cuenta que nunca he sido un chico—

    —Lo sé señorita Granger—dijo Dumbledore—Por eso mientras esté aquí pruebe algunas veces hacerse pasar por un chico y por Lanzarote Barren—

    — ¿Ese será mi nombre?—

    —Así es… otra cosa si su amigo Potter dice que su clave es Lucius Malfoy, intente quedar en Slytherin a toda costa el día de la selección de casas—

    —Sí señor—

    —Otra cosa antes de que se vaya… ¿De casualidad no es este el Gira Tiempos que le di?—preguntó el profesor mientras de su cajón sacaba un pequeño artefacto mientras sonreía al haber encontrado también un caramelo de limón.

    —Así es señor—dijo extrañada la castaña—Usted en una llamada que me hiso una ocasión, me entregó ese Gira Tiempos. Me dijo que el salvaría mi vida y podría salvar la vida de muchos inocentes pero en ese momento no entendí muy bien el mensaje… hasta ver que era un Gira Tiempos diferente a los demás… el Gira Tiempos que McGonagall me dio en mi primer grado solamente retrocedía unas horas pero el que usted me dio… retrocedía, días, meses y años. Lo pude comprobar cuando quise regresar el tiempo para entrar a mi clase de Runas Antiguas y Adivinación—

    —Ya veo—sonrió el hombre—Así que por fin descubrió este tipo de Gira Tiempos, este es uno muy raro… me lo obsequió el mismo Nicholas Cronos cuando visitó Inglaterra—

    —Claro—

    —Entonces he ahí su respuesta sobre cómo ha llegado a esta época—sonrió el hombre una vez más—Le daré de nuevo este Gira Tiempos para que regrese a su época cuando haya cumplido la misión en este lugar—

    —Y así será señor—dijo Hermione decidida mientras se levantaba del asiento.

    —Que tenga una excelente tarde señorita Granger—

    Hermione sonrió al tener la respuesta que buscaba, tenía la posibilidad de regresar al futuro ya mismo pero Dumbledore fue muy claro. Él le daría el Gira Tiempos una vez que ella haya terminado su misión… era salvar a los padres de Harry, destruir los Horrocruxes y si le era posible matar a Voldemort. Pero algo que no le quedaba claro era el porqué Harry le había dado una clave referente al padre del Malfoy del futuro. Draco Malfoy.

    Decidió no pensar más en eso y terminar de ponerse el uniforme, ella al ser una chica le quedaba bastante grande el uniforme masculino. Tomó la poción Multijugos de su escritorio y la preparó con un cabello largo de Dumbledore en su adolescencia. La tomó y raramente le supo la poción a jugo de limón… había de ser porque el hombre adoraba los dulces.

    Sus facciones finas y femeninas se hicieron un poco más toscas, sus pechos desaparecieron y su trasero también desapareció y dio forma a uno masculino… no tan abultado pero si notable. Sus ojos dejaron de ser castaños y se volvieron azules, un azul muy profundo… su piel tostada ahora era blanca, un blanco natural y su cabello castaño y enmarañado desapareció y dio paso a un cabello negro azulado que le llegaba hasta la cintura o un poco más largo.

    Tomó una liga de color negro para atar su cabello en una coleta como le dijo Dumbledore y se alistó. Si Dumbledore era así de guapo en su tiempo escolar debió haber sido un Casanova.

    Sonrió ante tal ocurrencia.

    Tomó todas sus pertenecías de la Torre Gryffindor y las guardó en una maleta que le habían dado, y la dejó en la puerta donde todas las demás maletas estaban ya acomodadas por el squibb de Filch. Entró por las cocinas para poder salir por un costado del comedor para que no se viera su aparición inoportuna en el comedor cuando McGonagall tenía la tarea de llamar a los de nuevo ingreso y que el Sombrero Seleccionador les diera una casa.

    Una hora más tarde ya habían pasado todos los chiquillos de primero, muchos fueron a parar a Gryffindor y Slytherin, muy pocos en Ravenclaw y Hufflepuff.

    — ¡Antes de comenzar el banquete hay una adquisición nueva a Hogwarts!—
    todos los que estaban sentados en sus mesas se extrañaron por las palabras de Kent—Ha venido desde un colegio americano… por favor denle la bienvenida a Lanzarote Barren—

    Las chicas suspiraron al ver al joven de cabello negro azulado, largo hasta la cintura y atado en una coleta. Piel blanca y ojos azules… era el chico perfecto...

    —Por favor—dijo McGonagall, la bruja estaba segura que iba ir a parar a Gryffindor, por lo que sabía Hermione pertenecía a Gryffindor.

    Le colocó el sombrero.

    “Uh, que es esto… parece que ya estás en una casa… que mente tan maravillosa, eres inteligente… Creo que quedarías excelente en Ravenclaw ¿No?... también eres valiente como un león de Gryffindor… aunque astuta como un Slytherin ¿Dónde te pondré?”

    “Slytherin, Slytherin ¡SLYTHERIN!”

    “¿En Slytherin eh? Bueno… ya que insistes… adelante”

    — ¡Slytherin!—la casa de las serpientes vitoreó al recibir un nuevo miembro… la cara de McGonagall estaba deformada en sorpresa pero aceptó que la chica se quedará en Slytherin con una personalidad diferente a la suya.

    Lanzarote, se fue a sentar a la mesa de las serpientes, pudo sentir la mirada de Malfoy sobre él… al igual que la de Snape… su profesor en un futuro de pociones. Trató de sentarse lo más alejado posible de esos dos. Miró frente a ella y muchas chicas de su curso y cursos inferiores también lo devoraban con la mirada. Se sentó en una esquina de la larga mesa y comenzó a cenar… sería una ardua tarea hacerse amiga de Malfoy y cumplir con su misión.

    El comienzo de todo estaba presente…

    Continuará…
     
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    Lady Stanley

    Lady Stanley Sweet Room

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    Título:
    Casi inesperado (Lumione) (Lucius&Hermione)
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    Comedia Romántica
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    Hola.

    Que triste que nadie haya comentado el ff y hace un mes que lo actualicé. Esperó que está vez haya aunque sea una mala crítica pero que comenten el fanfic.
    Bueno no los molestó más y aquí la conti.

    Desclaimer: Los personajes de Harry Potter pertenecen a J.K. Rowling.
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    Capítulo V. Slytherin

    Hermione bajo la apariencia de Lanzarote Barren estaba pasando su estadía en la casa Slytherin, era increíble como de la alta torre Gryffindor pasará ahora a las frías mazmorras de Slytherin, dónde todos eran serpientes venenosas. Las clases aún no habían comenzado bien completamente ya que algunos profesores aún estaban regresando de sus vacaciones.

    Otro problema era el que no había conseguido acercarse a Malfoy de ninguna manera, ese rubio era idéntico a su molesto hijo, narcisista, petulante, pedante… era el mismo Malfoy que ella conocía dentro de las paredes de Hogwarts en su tiempo… no encontraba manera alguna para poder acercarse al rubio, tenía que pensar alguna manera para acercarse. Bueno no había prisa aún el año era muy largo y muchas cosas podían pasar así que ya formularía la manera correcta para acercarse a Lucius Malfoy.

    Para ella era algo complicado ser un chico ya que chicas de primer a séptimo curso lo atosigaban, siempre andaban detrás de él. Menos mal que dormía en donde Malfoy, Nott y Snape. Ninguno de ellos tres le hablaba pero era mejor que dormir junto a Crabbe y Goyle.

    Escuchaba las pláticas de esos tres pero no lo diferenciaba muy bien a causa del sueño… solo escuchaba constantemente “Marca Tenebrosa” y “Señor Tenebroso” pero decidió ignorarlos. De todas maneras ella sabía que en el futuro eran todos mortíos, no les delataría.

    La mañana llegaba pronto, en las frías y solitarias mazmorras de Slytherin la luz no llegaba pero el ambiente se calentaba gracias al aumento de temperatura matutino, poco a poco abrió los ojos Lanzarote, miró a su alrededor y sus compañeros de cuarto estaban arreglándose para asistir al primer día de clases.

    La joven se sonrojó al ver a Severus Snape en calzoncillos y Lucius Malfoy con una toalla solamente en la cintura de color gris.

    La mirada grisácea del rubio se posó sobre la de Lanzarote, se le hizo raro que este se sonrojara. No le tomó importancia y siguió vistiéndose hoy comenzaba su año de nueva conquistas.

    Hermione/Lanzarote se levantó poco a poco de la cama, con un movimiento de varita hizo su cama. Los demás Slytherin miraron raro al pelinegro; por lo general los elfos hacían los cuartos de todo Slytherin, ese chico sí que era raro. Sin mirar atrás se miraron en silencio y salieron de su dormitorio, así dio más tranquilidad. Los efectos de la poción Multijugos estaba por terminar, la melena negra se comenzó a transformar en un color castaño salvaje y unos rizos enmarañados hasta el ras de la cintura. La cara masculina se hizo más fina y el pecho plano comenzó a tener dos bultos del mismo tamaño, sus glúteos se transformaron. La ropa masculina le quedaba grande, sonriente y asegurándose de que nadie entrará se desprendió de la pijama y quedó en ropa interior, en un abrir de ojos una toalla color verde y gris aparecieron en su cama y ella se envolvió. Dejó su ropa en la cama estaba segura que nadie iba a entrar.

    Cerró la puerta del baño con el pestillo, cuando tocó la bañera está se llenó de agua aromática, caliente, era lo que ella necesitaba. Se metió dentro de la bañera y sintió como sus músculos se relajaban tan deliciosamente, tomó una de las botellitas y talló su cabello tranquilamente.

    Por su parte Thedore Nott se había dado cuenta de que le faltaba su varita, sin ella no podría molestar a los Gryffindor de nuevo ingreso, regresó tranquilamente a las mazmorras para coger la varita de la mesita de noche que estaba junto a su cama. Al entrar a la habitación vio la ropa de Lanzarote no se le hizo extraño pero si lo que vio salir del cuarto de baño. ¡Era una chica! Se ocultó tras la puerta de la entrada y con varita en mano salió corriendo de ahí, sí, estaba loco, era eso, tenía que ser eso.

    Mientras tanto Hermione se vestía de nuevo con la ropa de chico, se colocó primero su ropa, una trusa masculina aunque no era mucho de su agrado y una camiseta de tirantes, de ahí se colocó el uniforme Slytherin. Cepilló su enmarañado cabello castaño y una vez que estuvo lista sacó de sus pertenencias un pequeño frasquito de Poción Multijugos y también saco la coleta de caballo de Dumbledore, echó un cabello azabache azulado a la poción y esta burbujeó un poco para después tomarla. Era un sabor agradable; sabía a dulce de limón, de nuevo las facciones cambiaron y dieron paso una vez más a Lanzarote Barren.
    Cuando estuvo listo, salió de las mazmorras para dirigirse al Gran Comedor, caminó por los oscuros pasillos de las mazmorras hasta que pudo ver la puerta que daba al vestíbulo principal, antes de salir se topo con el Varón Sanguinario quien solo le dio una reverencia y luego atravesó una de las paredes. El chico salió y se sintió bien al ver la luz del castillo, caminó tranquilamente hasta llegar a unas escaleras que la conectaban con el Gran Comedor, alzó la vista y pudo mirar los siete pisos del castillo, en el sexto estaba la torre Gryffindor lástima que ella ya no pertenecía a esa casa de los valientes y honorables. Suspiró y subió las escaleras, al llegar se topo con los Merodeadores quienes lo miraron con desprecio y luego ingresaron al comedor para tomar el desayuno.

    Había revisado su horario y esa primera clase la tenía con Ravenclaw, tenía Aritmancia una clase fácil. Se sentó al lado de Bellatrix Lestrange que por alguna extraña razón no le quitaba la mirada de encima su mirada era seductora, era tan increíble ver a la loca Lestrange seducir con la mirada siendo que en su época solamente se encargaba de matar y con ello gozaba. Él solamente siguió desayunando un cuenco de cereal y un zumo de naranja. Miró de soslayo para buscar la cabellera rubia de Malfoy este solamente estaba tomando un zumo de calabaza. A su lado estaban su amigo Nott y Snape.

    Tocó la campana y era hora de irse a su primera clase. Subió hasta el cuarto piso del lado izquierdo para tomar Aritmancia con Dumbledore, era una clase que iba a llegar a disfrutar al máximo ya que estaba su profesor querido.

    Al llegar pudo ver a Dumbledore caminando en círculos como comúnmente hacía, el hombre le dio una sonrisa amigable a su versión adolescente y esperó a que la clase empezara pero estaba seguro que sus alumnos iban a llegar unos diez minutos retrasados, hasta abajo pudo escuchar las voces de los alumnos yendo para sus clases.

    —Buenos días señorita Granger—

    —Buenos días profesor Dumbledore—dijo ella dudosa— ¿No cree que es un poco arriesgado llamarme por mi apellido original?—

    —Tiene razón pero me he tomado esta pequeña confianza ya que he notado que ningún alumno está aquí cerca—

    — ¿Pero qué hay de Peeves?—

    —Yo no lo veo aquí cerca—dijo tranquilamente el profesor. Se colocó más sereno al ver subir a los Ravenclaw mezclados con los Slytherin, una vez que todos estuvieron listos entraron al aula y tomaron sus respectivos lugares. Sorprendida la chica de ser la única serpiente en los pupitres del frente los ignoró y comenzó a prestar atención al profesor Dumbledore, era realmente fácil Aritmancia, eran como las matemáticas muggles no le veía la diferencia a excepción de que el nombre diferenciaba.

    — ¿Alguien me puede decir el significado de la distancia entre dos puntos?—preguntó el profesor. Muchos Ravenclaw levantaron la mano y unos cuantos Slytherin, Hermione no quería hacerse de sabelotodo pero no podía resistirlo, quería ser la mejor.

    Ella igualmente levantó la mano.

    —Adelante Sr. Barren—olvidó que ahora se llamaba así.

    —Gracias profesor—se aclaró la garganta—Cuando los puntos se encuentran ubicados sobre el eje x o en una recta paralela a este eje, la distancia entre los puntos corresponde al valor absoluto de la diferencia de sus abscisas.

    —25 puntos para Slytherin—sonrió triunfante ¡Pero no podía creer que le estaba dando puntos la casa que tanta rivalidad tenía con Gryffindor y aparte según ella odio! Suspiró y luego siguió tomando nota.

    Varias veces contestó a preguntas que el profesor Dumbledore hacía, junto a Malfoy, Nott y Snape recolectaron puntos para Slytherin, en total ella suponía que habían alcanzado 90 puntos para su casa.

    —Creo que eso es todo por hoy—cuando todos estaban por irse—Se me olvidaba decirles que tienen tarea para la siguiente clase, tendrán que resolver 30 centímetros de pergamino, todos los problemas que tienen anotados y es para entregar. El trabajo se lo entregaran al Sr. Barren antes de que comience la clase—sonrió al momento en que todos se quejaron—Buenos días—

    Todos salieron refunfuñando de la clase, para ser su primer día de clases no se le había hecho tan pesado puesto que ella ya había cursado sexto grado. Bajó las escaleras en silencio hasta que un pequeño pajarillo apareció frente a él. Era un pequeño ordenador de horario, ella lo había creado con la finalidad de aprenderse su horario ese año.

    —Pociones con Slughorn, dos horas, compartimos clase con Gryffindor—dijo el pajarillo y luego desapareció.

    Él obedeció y bajó a las mazmorras de nuevo en donde el aula de Pociones se encontraba, llegó igualmente unos minutos antes pero su sorpresa fue que no estaba solo, si no que el grupo de Malfoy también estaba ahí esperando la llegada del gordo profesor. Lo vieron venir con una sonrisa y los hizo pasar, esperaron a que el lugar se llenara y ella pudo reconocer a la madre de Harry, se enterneció al ver a una joven Lily Evans, tan llena de vida.

    —Bueno chicos ya me conocen soy el profesor Slughorn—todos asintieron en silencio—Creo que es inútil que les de una explicación de Pociones ¿Verdad?, bueno si no hay nadie que quiera decir antes de empezar la clase de hoy pues comencemos. Hoy haremos la poción alisadora, creo que a las chicas les encantará esta—

    Todas asintieron contentas mientras que los chicos solamente rodaban los ojos, harían una poción para la belleza femenina, bufaron.

    —La preparación de la poción será individual, ya saben los ingredientes están en el armario. Las instrucciones aparecerán en el pizarrón.

    - Dos vulvas de mandarina
    - Hojas de té afrodisiaco
    - Tinta de calamar pentacular

    Luego, Debéis preparar todo lo que necesitáis.
    - Un caldero de peltre 2º
    - Un mortero

    Empecemos con la poción, espero que estéis listos.
    Empezamos machacando las hojas de Té dejándolas en un matoncito.
    Dados:
    1-2: No sabéis machacar las hojas de té, serás pataso.
    3-4: Serás torpe, sigue machacando.
    5-6: No está mal, sigue.

    Bien, una vez hecho esto, ten cuidado de no tirar el montoncito al suelo, o volverás a hacerlo. Ahora, coged la mandarina, y la tinta de calamar sobre el montoncito.
    1-2: No sabes sacar el jugo de una mandarina??
    3-4: Tiras el jugo y la tinta fuera del montoncito.
    5-6: Bien, prosigue.

    Encended el caldero con el hechizo Lacarnum Inflamarae(se considerara como un hechizo aprendido).
    1-2: No te sale bien. No tienes ni idea.
    3-4: Te sale, pero no lo suficiente, vuélvelo a hacer.
    5-6: EL hechizo te sale bien, sigue adelante.

    Esperad 5 minutos removiendo, y luego lanzad el dado de colores. Si os sale el color marrón la poción estará hecha. Si os sale el azul o rojo le falta un poco más de tiempo, espera y vuelve a tirar el dado. Si os sale cualquier otro color, le falta un poco de tinta de calamar, echádsela, rápido. Si os sale más de 3 veces un color que no sea marrón, volved a hacerla.

    Algunos tuvieron problemas con la preparación de la Poción, la joven machacaba como decía en el pizarrón. Movía tranquilamente el caldero hasta que este cambiaba de color, pasaba primero por un verde árbol, luego por un amarillo, un naranja, un rojo y finalmente un color marrón brilloso eso indicaba que la poción estaba bien hecha. Ese era el mismo resultado para Severus Snape no por algo en su época era considerado como el mejor preparador de Pociones y sobre todo era el Príncipe Mestizo. Sonrió al ver que ella junto con él entregaban su muestra al mismo tiempo. Pudo ver en la cara de Severus molestia cuando miró que la poción de Lanzarote era igual de perfecta que la de él, ese chaval no le agradaba del todo.

    Poco después Lucius se levantó detrás de ellos y entregó su muestra de la poción.
    Volteó su mirada Lanzarote para mirar a los Merodeadores al parecer no les estaba yendo muy bien porque Slughorn los estaba riñendo a excepción de Remus.

    —Bien hecho Barren—dijo Lucius tranquilamente pero con el aire arrogante que siempre lo caracterizó.

    —Digo lo mismo Malfoy—hasta ella misma se sorprendió por cómo le contestó al rubio.

    —Nos vemos después—se retiró mientras su cabello ondeó, tras de él se fue Severus.

    —Bien hecho Sr. Barren, Snape y Malfoy, 50 puntos para Slytherin—sonrió aunque seguía sin gustarle la idea de darle puntos a esas víboras venenosas—Pueden retirarse, la clase terminó—

    Todos los demás entregaron sus pociones y se retiraron del aula rápidamente antes de que les dejara el profesor tarea.

    Escuchó otra vez a su pájaro cantar y tenía una clase libre, al menos tendría tiempo para pasarse a la Biblioteca y hacer la tarea de Dumbledore, si le daba tiempo podría salir al jardín. Comer una manzana y prepararse para la clase de Cuidado de Criaturas Mágicas, estaba ansiosa de ver a Hagrid unos años más joven.

    Llegó a la Biblioteca y se encontró con el Fraile Gordo.

    ‘¿Cómo hace para estar siempre tan feliz?’ Se preguntó mientras llegaba a la Biblioteca y tomaba el asiento donde ella solía sentarse en su época, cogió el libro necesario para hacer la tarea de Aritmancia y cuando estuvo lista regresó el pesado tomo a su lugar. Se despidió de la señora Pince y de ahí a los jardines de Hogwarts, se sorprendió al ver que terminó la tarea en un dos por tres, estaba contenta de que ya no tenía más tareas que hacer. Caminó de regreso para ir a los jardines, llegó a la entrada del puente de piedra y pasó por la torre del reloj. El arrullo de las lechuzas andaba en todo el lugar, hasta que vio el Lago Negro en donde estaba el Calamar Gigante estaba segura de tomar lo que restaba de la clase libre para relajarse un poco. Se sentó a la sombra de un árbol.

    —¡Vamos Quejicus! ¡Cobarde!—ella reconoció esa voz, era la de Sirius Black. Ahora entendía, una vez Harry le contó que los merodeadores en su niñez molestaban a Snape.

    Podía escuchar las risas de los Gryffindor que venían con Black, Potter, Lupin y Petegrew. Odiaba esos abusos, y le molestaba de sobremanera que Snape no se defendiera.

    —Veo que los Gryffindor no son tan valientes como dicen ser—dijo altaneramente mientras salía detrás del árbol.

    —Cállate, Barren a ti nadie te metió—dijo Potter creídamente.

    —¡Winguardium Leviosa!—levantarón a Severus en el aire y luego lo dejaron caer bruscamente, Lanzarote pudo escuchar como la muñeca del que sería su profesor de Pociones tronaba.

    —¡Levicorpus Maximus!—exclamó molesto mientras levantaba a los cuatro merodeadores. Los pocos Slytherin que estaban por ahí empezaron a reír. Les dio una probada de su propia medicina—Traguen caracoles—dijo mientras de su varita salía un destello verde con viscosidad y cuando estos cayeron al piso ya que el hechizo terminó comenzaron a vomitar babosas.

    —Para que aprendan—sonrió ladeadamente mientras sentía algo nuevo en su interior.

    —¡Nos las pagaras Barren!—dijeron los merodeadores mientras salían corriendo rumbo dirección a la cabaña de Hagrid.

    Cuando todos terminaron de reír al ver la humillación hacía los leones regresaron a lo suyo, tras de él estaba Severus cubriéndose la mano herida.

    —¿Estás bien?—preguntó.

    —No es nada—dijo fríamente mientras sacaba su varita—

    —Espera, conozco un hechizo que sanará tu mano por si tienes huesos rotos ya que tu muñeca se ve muy hinchada—dijo él mientras sacaba su varita—Episequio—y escuchó como la mano volvía a tronar y regresaba a la normalidad, después de todo si estaba rota.

    A lo lejos pudieron ver a Malfoy correr hasta llegar hasta ellos, venía rojo del esfuerzo de correr tan rápido.

    —Severus—dijo Malfoy—Perdón por no llegar a tiempo—

    —Olvídalo—dijo el joven mientras se levantaba y tomaba sus cosas esparcidas en el suelo—Vámonos tenemos Cuidado de Criaturas Mágicas—

    —¡Oye Barren!—exclamó Lucius—Gracias por ayudar a mi amigo de esos Gryffindor, no todo el tiempo puedo estar con Severus—escuchó como su amigo gruñó.

    —No fue nada, no me gustan esos abusos—caminó también en dirección hacia la cabaña.

    —Andando se ha dicho—se había ganado la simpatía de Malfoy, ese era un progreso.

    Llegaron hasta el lugar y pudo ver ella a los merodeadores que el efecto de las babosas ya se les había pasado pero seguían igual de pálidos, lo fulminaron con la mirada y luego pusieron atención a Hagrid, ella se sorprendió de ver al guardabosques joven, con más vida. Alegre, pero ella tenía entendido que Hagrid empezó a impartir esa materia hasta tercer grado de su época cuando hubo ese incidente con el hipogrifo Buck Beack y Draco Malfoy. Era raro, le preguntaría a Dumbledore unos años más adelante.

    —Bueno hoy les hablaré de los Therstals ¿Alguien sabe que criatura es?—ese día Lanzarote le había estado dando varios puntos a su casa aunque no quisiera hacerlo. Él levantó la mano y Hagrid le concedió la palabra.

    —Son criaturas muy bellas pero nadie puede verlos a excepción de algunos que han visto a un ser muy querido morir, los therstals son como caballos alado pero sus cuerpos son formados de esqueletos, tan blancos pero muy nobles. Por ello cuando la gente avienta alimentos al cielo en una zona específica de los terrenos del colegio las ven desaparecer ya que los therstals se están alimentando—

    —Excelente Sr. Barren, 10 puntos para Slytherin—sintió la mirada asesina de los merodeadores se posaron sobre el morocho.

    La clase prosiguió sin miramientos, todo estaba saliendo de maravilla, al menos consiguió la simpatía de Malfoy. Al menos ese día no había sido tan malo.

    Terminaron las clases de ese día y su estómago reclamaba comida, así que ahora en compañía de Malfoy y Snape se dirigió a tomar la cena en el Gran Comedor.

    Continuara…
     
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    Okita

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    Perdona que no te comenté en el anterior capítulo, se me paso tu actualización <3 pero por dios, que capitulos!! dos capítulos expectaculares, la verdad sos MUY buena narrando, es como estar leyendo enserio un libro de HP... y justamente yo te iba a pedir que metieras a los merodeadores pero ya meido lo estas haciendo y me encanta xD jajaja no te das una idea lo que disfruté leyendo estos dos capítulos, sigue así por favor!!

    Ah una duda xD por que Hermy se transforma en Dumbledore joven si en si se tendría que transformar en el Dumbledore viejo según como funciona la poción multijugos? xD es raro pero igual un por menor que no importa, disfrute mucho estos capítulos.
     
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