Microrrelato Caricias de Oscuridad...

Cae la noche, muy lentamente como dando la ultima mirada el sol a la hermosa luna que entra por la otra puerta… pues en cada lado del planeta están las puertas de la vida, y las del necrópolis… cae la luz, cae la esperanza, y con el día, cae mi alma… que está viva y sonriente para quienes solo están interesados en el vitral de portaba de mi espíritu, o tal vez sea que en verdad no pueden ver… que cuando cae la noche, cae mi alegría también… ¿Por qué por mas que busque respuesta alguna… porque mis respuestas no soy contestadas? Es como el corazón no correspondido, que aunque este latiente y en mano… nunca será aceptado… Las estrellas brillan de manera peculiar, es como sé en tu montaña alunarada hubiesen estrellas también, opacas, sin brillo, pues es difícil que brille tu piel… Como aquellos hermosos niños que vi una ves, tomados de la mano viendo el amanecer… y ya cuando El sol caía ellos desaparecían, sus almas juntas… pero opacas.​

​

Mi sonrisa se desvanecía de mi rostro, ya no había nadie que mirara mi cara, no había necesidad de esconder las lágrimas con maquillaje… y una vez mas… Moria lentamente, no estabas, no estaba yo, no estábamos, ni juntos, ni separados; sola pero acompañada, sin nadie, pero con todos a mis espaldas… ​

​

Quería vivir, quería morir, quería desaparecer, y seguir siendo vista, que no me recuerden, pero no ser olvidada, ¿Qué será mejor? Alejarse de la luz de de la alegría, y seguir sintiendo las hermosas y acogedoras caricias de la oscuridad, pues mi sonrisa le pertenece a mi alma… la que no tengo yo, el pedazo desaparecido en el universo, pero mi pasión y corazón le pertenece a las sombras… Sombras, hermosas sombras que me dejan sin aliento con su cariño, con su amor… sin embargo a veces anhelo la luz de las mañanas, la luz de mi alma de nuevo, tengo al dueño de mi corazón cerca, así que sigo viva… pero mi espíritu ya no me pertenece, y mientras estas lejos seguiré siendo una desalmada…​

​

Así es mejor… no tener alma, no sentir dolor, prefiero sentir las caricias de la oscuridad, y tener cerca los latidos de su corazón…​