Capítulo VII

Lanre

Escuchó atento a Roronoa lamentando no entender la lengua, siendo que debería; entendía a las aves, pero no la antigua lengua de su padre; entendía perfectamente por qué Roronpa sabía esa lengua, miró aquella joya en la espada y sonrió, feliz de al menos haber podido cumplir el deseo de su amigo —¡Qué belleza!—exclamó entusiasmado — Una maravilla cuando un guerrero escribe poesía; si seguro. Un gran poeta, yo me se uno —dijo para después aclarar su garganta.

—¿Qué importa que tu puñal; se me clave en el riñón? —con su ala y un arma invisible se clavó en su cuerpo el puñal ficticio —¡Tengo mis versos, que son más fuertes que tu puñal! —Levantó sus alas enérgico — ¿Qué importa que este dolor seque el mar, y nuble el cielo?— señaló el horizonte y el cielo —El verso, dulce consuelo, nace alado del dolor — sacudió sus alas y sonrió a Roronoa —Yo también nací alado —comenzó a reírse enérgicamente ante su pésimo chiste que arruinaba el final del poema.

Pero su risa calló cuando un ratón le indicara que guardara silencio; lo hizo sin chistar, concentrado en las acciones y acrobacias del ratón que cazaba frutas —¿Ejemplares exóticos? ¿Cómo la pitaya?

 

Taqui

Despertó descansada y llena de energía, estiró sus músculos con un enorme bostezo y miró a su alrededor para ver cómo sus compañeros ya estaban despiertos y listos para ponerse en marcha.

De un brinco sacudió los últimos restos de sueño y se unió a ellos. Se dejó guiar por aquellos con mayores conocimientos de la zona y permitió a su mente vagar ociosa y disfrutar del bellísimo paisaje mientras silbaba una alegre melodía que iba inventando a medida que avanzaban y parecía no tener fin.

Sólo se detuvo al llegar a la linde del bosque y escuchar el poético intercambio entre Lanre y su Fantasma, al que dedicó una efusiva y ruidosa ovación para detenerse en seco cuando se percató de que todos guardaban silencio. Se llevó a su vez un dedo a los labios y pidió silencio a la nada, como si el escándalo anterior no fuera con ella, y corrió a reunirse junto al recién llegado con una sonrisa excitada.

—¡¡Eso ha sido súper guay!!— Exclamó. Volviéndose esperanzada hacia el resto del grupo. — ¿No sería increíble tener a alguien casi casi tan molón como Poppo con nosotros?

 

Vite Horiazana

Tras un merecido descanso tras haber llegado y explorado Humbletown, dejando que las inquietudes de nuestras cabezas se esfumáran por un momento, despertamos en una mañana bastante bella. Cuando emprendimos la caminata otra vez se podía ver sin dificultad el mar a lo lejos. El agua reflejaba el sol y tan solo sentía una enorme satisfacción de solo verlo, mi expresión algo seria se vio adornada de una sonrisa amplia y sosegada.

—Es hermoso —fue lo único que pensé en voz alta musitando a mi manera, eso indicaba que escuchó con claridad.

Luego fui dando saltos por ahí yendo a mi propio ritmo: Saltaba hacía adelante, hacía el costado, parecía estar jugando algo que yo solo entendía con los pasos y hasta me reía un poco a veces. Era enérgico, a veces tenía la necesidad de botar todo eso que cargaba dentro. Mientras actuaba de esa manera infantil y algo distraída, iba soltando mis dudas en voz alta mientras avanzábamos.

"¿Qué es un dragón, cómo será el nuestro?" "¿Estamos todos preparados, no nos falta nada?" Cuando no estaba soltando preguntas mi voz musitaba una melodía sin letra, era tranquila y algo melancólica, o al menos yo así la sentía, pero de cualquier forma le agregué un par de notas alegres y más esperanzadoras, nos hacía falta. Luego me centré en el poema que declaró Ronoroa. Lo quedé mirando con algo de extrañeza, era medio lento con las palabras y necesitaba de esa concentración para no perderle el hilo...

—Woah... ¡Que hermoso poema, jeje! —solté nasal al final mirando hacia Ronoroa desde mi lugar, luego gire sobre mi mismo y tras sacar mi espada apunté hacía el bosque muerto, en una posición desafiante.

Ya habíamos llegado.
>>¡Dragón, quieras o no, seas peculiar o no, tú serás tratado como yo trata-

Corté de inmediato el teatro cuando un peculiar roedor nos pidió silencio. Agarré al huelo la situación con una sorpresa ilusionada, miré por sobre el hombro al resto e imite un "Shhh" bastante serio y bajo. Hasta me acuclille y todo para ver con una sonrisa determinada qué hacía el ratón.

—Woah, jejeje —reí emocionado parandome de un solo salto mullido, para luego sonreírle radiante—, ¡Eso estuvo increíble!— Luego le miré con una ceja media alzada y una sonrisa de circunstancias, su voz sonaba rara pero yo no era quién para quejarme—. ¡Un gusto en conocerte, Garret, soy Vite y he nacido en este lugar!— Le extendí mi pata afable para estrecharla, independiente de si la tomara o no le miré a los ojos de roedor con una sonrisa que reflejaba cierto orgullo—. ¡Estoy encantado de conocer a un real cazador de frutas!

Había sido mi hobby buscarlas de pequeño en este bosque, ¡Aún conociendo varias nunca dejaba de ser una sorpresa! Miré Garret y luego al resto con mi sonrisa tranquila y pata sobre la cintura, no lo dudé demasiado devido a la primera vibra que me trasmitió.
>>¡Claro que podemos acompañarnos! —dije con una sonrisa a ojos cerrados!— Será un gusto compartir el viaje contigo, aunque te advierto que nosotros vamos tras un dragón —señalé lo último con bastante seriedad.

Entonces observé las frutas que estaban a lo lejos... ¿Debería... intentarlo? Saqué mi arco entonces, dispuesto a intentar algo.

 

Roronoa reía a carcajadas con las ocurrencias de su portador, mientras Zer y Avocato conversaban.

-Te lo agradezco, pero he visto suficiente por ahora, sé que mi hijo es fuerte y resistirá esos días... tan sólo espero conseguir ese deseo a tiempo- le decía el pirata al mago, justo cuando llegaron y apareció el cazador de frutas que primeramente fue interpelado por Lanre.

-¡Más exóticas! Aunque no tanto como tú, noble pato- respondió el ratón -Si encuentras una fruta del dragón aquí, de seguro que tendrá propiedades mágicas, quizás hasta te hace volar o escupir fuego por un rato... lo difícil es encontrar árboles vivos-

Luego se acercó a Vite -Es un placer conocer a un lugareño- le extendió la pata para saludarlo -Yo no soy de por aquí, vine atraído por las historias sobre las frutas exóticas de este bosque y hace unos días que decidí quedarme a explorarlo- comentó poniéndose en marcha, una vez aceptado por la mayoría del equipo -Pero un dragón... eso sí que suena difícil de cazar- podía denotarse que no sabía nada respecto a los rumores -En mi tiempo aquí no he visto nada de eso, aunque nunca fui más allá del otro extremo del bosque, pero sí puedo decirles que casi todo el sitio se halla contaminado por una extraña toxina verde. Hay que proceder con cuidado...-

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Contenido oculto: OFF ROL

Lo cierto es que acá recién comenzaría la música que puse en el primer post, pero como es el "soundtrack" de Bosque Muerto la puse al comienzo xP

A medida que avanzaban, los poquitos árboles sanos de la entrada dejaban de aparecer y progresivamente daban paso a centenares de árboles secos y retorcidos, en varios de ellos aún colgaba un líquido verde y espeso que al parecer era lo que había corroído sus copas. Entre tanta maraña yerma, podía encontrarse un que otro ejemplar sano o que aún tuviera frutas comestibles, ahí aprovechaba Garret para cazar algunas presas. Pero había que tener mucho cuidado al buscar cualquier cosa ahí adentro, porque al mínimo paso en falso podía caerte ese extraño ácido encima y matarte envenenado. Por otra parte, que la mayoría de los árboles estuvieran pelados no hacía menos tupido al bosque y más fácil la orientación, pues seguían siendo miles y muy juntos, lo que tornaba al lugar algo repetitivo y laberíntico en ese aspecto. Además, había una densa niebla verdosa que les llegaba a la cintura a los medianos y dificultaba un poco la respiración y la visión, podía llegar a ser tóxica si permanecían demasiado tiempo ahí. Por último, las ramas entrelazadas de tantos árboles y el ácido que también era un tanto pegajoso, formaban una cúpula que apenas permitía ver el cielo e imposibilitaba volar para orientarse desde arriba.

Ni Vite ni Kevin se habían adentrado nunca tan profundo en el bosque, por lo que este último activó una especie de campo de fuerza en la parte superior de su armadura que lo protegía de lo que pudiera caerle en la cabeza -Con esto el veneno no me afectará y podré cargar a los que no puedan seguir, pero tú colócate bien esa bufanda, hermanito-

Sin embargo, Vite parecía llevarse bien con el entorno, a pesar de la preocupación de su hermano. Había sacado su arco y conseguido una extraña fruta violeta que pendía sola sobre la cima de un inmenso árbol que seguía sano, era el único fruto que tenía. Garret vio esto y silbó con los brazos en jarra, mientras la fruta caía en patas del conejo -Nada mal, veo que no bromeaban con lo de cazar dragones... Eso es una fruta goma, es muy rara, te hará un hombre de goma por un día- comentó inspeccionando la nueva adquisición del pícaro que, no obstante, no era lo único que había conseguido. Al utilizar su nuevo arco y sacar una flecha del carcaj, había encontrado también un pequeño manual, probablemente perteneciera a su antiguo dueño.

Tras retomar la marcha, Garret sacó una brújula y vieron que estaba encantada porque hablaba como la varita identificadora de Zer. La brújula decía cosas como “Vire a la izquierda, vire a la derecha”, lo que permitía seguirla sin tener que mirarla ni dejar de prestarle atención al entorno. Así fue como pudo notar que Zer se acercaba peligrosamente a un árbol que estaba contaminado con esa viscosidad, pero del que aún pendía una fruta reluciente. El gato alzó la cabeza para verla, pero lo que observó fue cómo le caía ácido encima -¡Cuidado!- le gritó el cazador, corriendo hacia él, pero era tarde. Un trozo del veneno había caído sobre el gato, intoxicándolo. El ratón no se quedó quieto y acudió, raudo, a atenderlo. Sacó un frasquito con un líquido amarillo y se lo enchufó en el hocico para que bebiera, en pocos segundos hizo efecto el antídoto y Zer despertó, había recuperado la consciencia y la vida por completo.

-Tengo cinco antídotos más en mi bolso, lo mejor será reservarlos hasta el final, pero si estamos en apuros podemos utilizarlos- le avisó -Debemos procurar llegar al "camino del claro" antes de que los gases de la niebla nos venzan, allí está despejado y libre de toxinas hasta la salida del bosque, conozco un atajo que puede ahorrarnos una hora de viaje si no me falla mi brújula-

Contenido oculto: BOSQUE

Monpoke Mori Gigavehl rapuma Amelie madarauchiha Alisse Madness Ayeah Sensy

Obstáculos del bosque
Notas preliminares:
Kevin cargará hasta a 3 personajes medianos que caigan sin hacer tiradas (Rash cuenta como 2 y Otto, Taqui y Jou cuentan como medio), que llegarán al camino del claro, pero no lo harán conscientes.
Rash, si no cae él, puede cargar hasta a dos personajes medianos.
Lanre puede cargar a uno (o a Rash pero superando una tirada de fuerza sin desventaja)
Todos los demás deben tirar un dado de fuerza si quieren cargar a alguien, con desventaja si es de una categoría de mayor tamaño/peso, con ventaja si es menor)

Quienes tengan pociones pueden usarlas para no caer inconscientes por la pérdida de vida gradual que causa la niebla o pedirle un antídoto a Garret de los 5 que tiene para ustedes (le queda uno más para él)
Si no los usan, se los dará al final a quienes lo necesiten. El antídoto restaura por completo todos los pv que se hayan perdido por envenenamiento.

Garret tiene pv suficientes para llegar hasta el final y tiene ventaja en la orientación por su brújula.
Kevin es inmune al veneno y no tirará por orientación, salvo que se lo pidan, así que también llegará.
Avocato tiene 15pv por lo que probablemente muera y use una de sus vidas para resucitar si nadie lo cura.

Ácido:
De los árboles pende un líquido viscoso y tóxico, se debe actuar con delicadeza cuando se está cerca, porque cualquier movimiento brusco puede hacer que desprenda.

Cada intento de búsqueda de agua, comida, objetos, criaturas o cualquier tirada de salvación o sigilo y acrobacias que implique un impacto en el entorno (es decir, que no sea sólo de observar o tal, sino que implique algún movimiento o contacto con el entorno) abrirá la posibilidad de que caiga el ácido sobre su personaje y lo envenene (también pueden elegir que no los envenene pero les corroa un objeto al azar de todos los que llevan). Si en el dado de una de estas tiradas se saca 10 o menos (5 o menos para exploradores), el ácido caerá sobre el personaje en cuestión. Si esto sucede, puede lanzar 1d20 para esquivar y si eso falla deberá lanzar 1d20 más para resistirse al veneno. Si también falla esto último, el pj cae inconsciente con 0 pv.*

Neblina:
Una especie de niebla o gas verde que parece desprender el mismo ácido en las plantas, flota a ras del suelo y llega hasta varios centímetros arriba. Una exposición prolongada genera intoxicación por respirarla.

Todos los personajes, menos los exploradores, tienen -1 a tiradas de percepción, buscar objetos o criaturas, mientras se encuentren en el bosque.

Cada hora que se pase en el bosque consumirá 5pv a cada personaje (2pv en el caso de ranos, 10 en los conejos)*

Obviamente, me pueden narrar luego que en mitad del viaje se toman una poción y su pj llega consciente.

Orientación:
Comúnmente se tarda 10 horas en hallar el "camino del claro", un sendero dentro del mismo bosque que está libre de neblina y ácido y conduce a la salida.

Sumado a la neblina, esto hace que se puedan llegar a consumir hasta 50pv atravesando el bosque. Sin embargo, cada jugador puede lanzar un dado de 20 caras por Orientación (deben sacar 15 o más, suman su nivel y los exploradores tienen +2) que de ser exitoso, restará una hora de viaje (o sea que ahorrará 5pv a cada uno).

Todos los personajes, menos los exploradores, tienen -5 a tiradas de orientación, mientras se encuentren en el bosque. Sacar 10 o menos en el total de una tirada de orientación implica uno de los siguiente obstáculos que se elegirán al azar:
1. Has querido guiar a tu equipo, pero los llevaste a un sitio sin salida y tuvieron que volver por donde vinieron: Pierden 1h extra (o sea, 5pv)
2. Te topas con una planta extraña que libera unas esporas somnífero: Te duerme hasta que salgan del bosque.*
3. Caes en una pequeña ciénaga con arenas movedizas: Logras salir, pero pierdes un objeto al azar de todos los que llevas.
4. Te pinchas con una espinas rojas: Te causan una enfermedad al azar que durará todo este día.*
5. Caes en un pozo no muy hondo: Te causa 1d6 de daño por caída.

Techo:
Los árboles formaron una especie de techo en el bosque que, sumado al ácido, dificulta mucho tomar altura para orientarse.

Un personaje que vuele puede intentar romper unas ramas para salir hacia arriba a orientarse, así tendrá ventaja en la tirada de orientación. Sin embargo, al hacer esto, el ácido lloverá sobre todos los personajes que deberán tirar para esquivarlo y/o resistirlo. Además, quien realice la acción de chocar contra las ramas, deberá en principio tener éxito en una tirada de fuerza para romperlas y hará contacto directo con el veneno por lo que deberá hacer directamente tirada para resistirlo.


*Ni Taqui ni Kevin se ven afectados por su inmunidad al veneno

 

Otto

La extraña neblina me llega cerca de la cara, pero en vez de ser uno obstáculo visual, estaba más centrado en adivinar el grado de toxicidad de este llamado veneno.

Problemático...

Contraje un poco el hocico en molestia por el aire contaminado, que igual con casi todos aquí, no vemos obligados a respirar y vernos en problemas.

Una cierta ayuda es inesperada, y si bien agradezco su rápido actuar en tratar a Zer, procuro mantener un ojo en el nuevo Ratón.

No acusador, sino de atención. Siendo quien prefiere guiarnos, es una atención necesaria, no voy a confiar en así como así en un desconocido en ese papel. Primero que hablen sus habilidades.

"Ey". Llama con un pequeño gesto a la Rana fantasma, pidiendo se acerque. "Lamento ser quien pida esto, pero sería un buen favor si le regresaras el collar a Vite. Está neblina podría causarle problemas bastante rápido". Acople tanto mí intención como el motivo por el que la llamo, sin desear perder tiempo dentro de esta niebla.

En un aproximado, diría vite no es el único que caería rápido...

Debo decírmelo a mí mismo, no se puede rescatar a todos. El solo intentarlo causaría un agujero importante en la pociones.

Molesto...

Sin esperar demasiado de una próxima respuesta de la Rana, estaba por alejarme cuando se me ocurre darme la vuelta.

"Ah, y". Le sonrió, un poco arrepentido. "Lamento por adelantado si te causo una molestia". Dejo eso suelto, considerando que tal vez le gusten las sorpresas...

"Por cierto". Continuo, caminando hacia el frente en reversa mientras le miró. "Mí nombre es OTTO". Hice el mayor ènfasis posible al recordarle mí nombre.

Siguiendo el camino hacia adelante, me acerco al Ratón quien lidera por lo que sería un atajo.

"¿Y de donde crees proviene esto?". Hago cierto gesto con lo ojos a la neblina a nuestro alrededor. "El dragón que buscamos podría tener dotes corrosivos, podría ser aquello o tratarse de un pantano donde se desbordó cierta sustancia tóxica". El resultado acumulado de vapores de una montaña también podría ser una opción, eso si hay tal cosa por aquí.

Algunas preguntas podría resolverse si prendemos fuego, solo ojalá no haya semejante pirómano cerca.

Consideré, que siendo Vite un local, podría tener mayor idea sobre este bosque. Pero, por el aire, decidí abstenerme y no obligarlo hablar más de la cuenta.

Entonces la segunda opción, poner aprueba a este acompañante.

Mientras hablamos, siguiendo el ejemplo anterior, intento con un arco común el capturar una fruta.

 

Rash Colds

Se ajustó la flor, o lo que quedaba de ella, en la túnica de modo que los tres pétalos maltrechos que colgaban de un lado y del otro ahora fueran invertidos en la joya más preciada del monje, el cual lo acunaba como su más grande tesoro.

Oía la melodía vibrante del fantasma de la espada del maese Lanre, mientras por primera vez, un temor comenzó a invadirle por completo. Miró de reojo a Taqui, viendo sus rápidos movimientos, y no pudo imaginar un escenario, por hipotético que sea, donde la vea sufriendo. Por suerte, al menos para apaciguar sus temores, la melodía de Lanre se le antojó más simpática y me dejó una vibra animada en su ser.

—Señor Garret, opino lo mismo que mi compañera. —dijo tras las palabras de Taqui. —Usted podría ser de gran ayuda, aún más con la pericia que tiene.

Y dicho eso, el ratón salió disparado como una centella en alerta de Zero, el cual parecía caer vencido ante alguna toxina que el rano no alcanzaba a descifrar.

—¿Maestro Zer, se encuentra usted bien? —el rano no podía ofrecer alguna para para ayudarle, por lo que se quedó mirándole con una rodilla al suelo, para estar más cerca de él. —Nunca me gustaron las peras.

Dijo para quitarle un poco de tensión al asunto y caminó hasta un árbol y de un cabezazo intentó que alguna fruta caiga a sus pies.

Rash miró los árboles

 

Taqui

Asintió ante la propiesta de Otto y se quitó el collar con un gesto despreocupado, retorciendolo entre sus dedos con cierto nerviosismo mientras el ratón se dirigía a ella.

Se sentía como si hablara con alguien famoso, le abrumaba por lo que se limitó a asentir y parpadear perpleja mientras le tendía el objeto mágico a Vitte.

— Lo que yo decía, Sotto.– Repitió con confianza.

Dicho esto, miró con curiosidad las frutas que sus compañeros trataban de recolectar y quiso ayudarlos a hacerlo por lo que, confiando en su recién adquirida inmunidad, trató de trepar a un árbol con cuidado de no derramar aquella sustancia sobre sus compañeros.

Esas frutas se veían realmente deliciosas.

 

Vite Horiazana

Estreché la pata del ratón con fuerza y con firmeza la sacudí con levedad. La emoción de recibir ese apretón de patas era similar a la de Zer, pero a la vez distinta, a pesar que costara expresarlo con palabras el sentimientos tenía distinciones claras. Esto era una alegría energizante nacida del reconocimiento por parte de alguien que admiras... lo de Zer podría ser incluso más personal que eso, pero no me interesaba indagar en el asunto, no ahora, porque no era lo correcto yendo tras un dragón. Debía saber marcar mis prioridades.

Sonreí y reí con pudor antes el comentario del dragón.
— Nunca he cazado uno, no he cazado nada más que fruta en realidad —tambaleó un momento mi voz, pero logré mirarlo con firmeza y sonrisa estoica—, pero esto es algo que debo hacer...

Pensé en sus palabras, llevándome la pata al menos y los ojos al cielo.
>>Aunque me pregunto sí cazar será la real respuesta. ¡Aunque, claro, la toxicidad es todo un tema a tener en cuenta! —hablé al final con más entusiasmo, risueño y sin dejar de estar tranquilo. Mi alegría se apaciguó para dejar la sonrisa calma en mi hocico—, claro es que no podemos permitirme quedarse acá, ¡no siendo un problema al menos!— Y aún siendo serio, la sonrisa radiante a ojos cerrados adornó mi comisuras sin siquiera permiso.

El lugar me traía recuerdos variados de manera increíble, aquí pasé por muchas cosas sobre todo en solitario, era un lugar que a veces pecaba de peligroso más que nada por lo laberintico y su propia naturaleza de bosque, así que a la mayoría no los dejaban venir, otro les aterraba, a unos no les interesaba y luego estaban los que venían por su cuenta o solo ingresaron un par de veces al notar que no había nada que resaltar aparte de la fruta.

Pero cualquier alegría y entusiasmo se fue opacando por la preocupación que me generaba el lugar a medida que nos adentrabamos, esto de a poco se volvía terreno inexplorado y mi mente de a poco buscaba con mis ojos inquietos saber de dónde podría venir cualquier peligro. Se notaba en mi actuar, muy cauteloso y en extremo atento a mi alrededor, vacilando entre movimientos rápidos y precisos, pero con frenos suaves y lentos, precavidos y atentos; así funcionaba, asertivos, pero siempre precavido. La voz de mi hermano que me tomó por sorpresa, provocándome un respingo, logró calmarme de una manera tan rápida que no tiempo me dio a cuestionarme siquiera sí era concientes del efecto de ellas sobre mi.

Me calmó por completo, pues estaba empezando dejarme controlar por una ansiedad común en mi persona, nervios que había aprendido a tratar con el tiempo y cada día se me daban mejor, y aún con esa madurez que cada vez iba puliendo, escuchar a mi hermano fue como bañarme la cabeza con agua fría luego de haber tenido el rostro hirviendo por el llanto. Tras mi sobresalto solté una risilla nerviosa y avergonzada, acomodandome aún mejor la bufanda sobre mi hocico tal como sugirió mi mayor.

—Gracias, Kevin —empecé mirando el suelo nebuloso, pero no demore en sonreírle mirándole sobre el hombro, ojos apenados en un sentimiento de alivio y también sonriendo con la boca, aunque teniendo en cuenta que mi hermano era incapaz de ver la expresión de mi hocico por la bufanda y aún con eso puede que lograra imaginarla a la perfección

No me pare a pensarlo, pero aunque solo pudiera contar las veces que tuve una conversación profunda, aunque siempre efímeras, con Kevin usando los dedos de una mano, la verdad era que con solo ese pequeño gesto me logró conmover por completo. A veces lo olvidaba, creía que estaba yo contra un mundo en verdad solitario, pero tenía gente que me quería y yo los atesoraba de vuelta.

Quería a mi familia y, lo admitiera uno, quería que este grupo triunfara más allá de la recompensa del rey, que en el fondo no me importaba y me parecía mediocre conseguir cosas mediante un deseo que tal vez no reflejaba tu real esfuerzo. No creía en los milagros, pues el mayor de los milagros era vivir, ¿no? De tal manera, solo las grandes cosas podrías conseguirlas a través de las vivencias...

Y yo viviría mucho menos que varios de acá.


Más relajado pasó el tiempo, observé una fruta e intenté conseguirla solo por verla fácil de conseguir, no quería arriesgarme en este lugar. Gerret me dio su reconocimiento y todo. Solo pude decir "Muchas gracias" y me quedé extrañado ante lo se hombre de goma... ¿a qué diablos se refería con goma?

Poco después, a saber por qué, Zer tuvo un percance y aunque mis ojos no estuvieron pendientes a él, porque asumía que se podía cuidar solo y aparte sus pasos me costaba oirlos, fue la voz de nuestro nuevo compañero ratón lo que me hizo estirar las orejas con firmeza hacia el cielo y mi rostro serio trató de ubicar de inmediato al gato. Solté un chasquido frustrado y no me moví de mi lugar, no podía interferir ena ayuda de Garret, porque significaba gastar oxígeno demás y acá era hasta preferible ni respirar.

Pero la voz de la razón que ni siquiera oía en mi cabeza salió con firmeza y fuerza, con seriedad, empezando por mirar a Zer pero al final posando la mirada sobre cada uno de los presente.

—Les recuerdo que esto es más que una aventura, compañeros, no sabemos con exactitud a lo que nos enfrentamos y aunque es inevitable cometer errores, por favor intenten ser más precavidos y so centrence en lo que son buenos. Porque yo no soy ningún experto y por mí me atrevería a solucionar todo esté problema del dragón por mi propia cuenta, sin poner en riesgo a los demás...

Bufé antes de hablas, la rabia se acumulaba en mi cuerpo y la sentía debido a que había empuñado las patas con demasiada fuerza, pero no tenía a ningún enemigo en frente, la ira era irracional y me nacía del más puro temor.

Miré otra vez al resto de manera más centrada, pero habiendo desvanecido un poco de la rabia y por ende las palabras duras sonaban con más claridad y convicción.
>>Pero soy un simple conejo más, del montón, solo soy experto en tonterías como dar saltos y cazar una que otra fruta rara, pero la realidad es que a comparación de varios, y soy capaz de notarlo, soy un simple novato. Y no quiero defraudar a nadie...

Cerré los ojos y retomé mi camino, estresado y por ende empezando a evitar en confrontamiento, mínimo para estacionarme en un lado cualquiera y bufar tranquilo sin llevarme a nadie en banda.
>>Así que tampoco me traicionen siendo despreocupados o tacaños —era lo que más bien musite, aún así sonando fuerte, antes de apoyar una pata en un árbol y buscar calmarme en silencio.

Di un pesar suspiro luego de andar gruñendo en voz baja y murmurándo cosas que me devolvieran los pies a la tierra y la mente a la realidad, no a esos temores imaginarios que en realidad solo tenían fundamentos también imaginarios. No moriríamos, porque no había ninguna sentencia de eso, podríamos fallar, pero no era una realidad.

Una vez reintegrado, Taqui no demoró en acercarse. Tras pasar la ira me encontraba medio perdido y decaído, casi volando en un grupo de nubes tormentosas, cargadas de gotitas de agua, pero que eran retenidas por el poder de la naturaleza.

Le sonreí suave a la rano, sin la alegría de siempre, pero seguía siendo una sonrisa genuina.
—Gracias, linda —solté sin medir palabras y no busqué más conversación, porque no estaba en condiciones. Así que volví a la seriedad y me coloque el medallón de manera cómoda.

Miré el bosque averintico... si olfateaba, me perdería, ¿debería tal vez solo fiarme del ruido y la visión? Cerré los ojos y escuché, cerré los ojos y ante la oscuridad era capaz de imaginarme volando sobre los árboles... ¿Qué habría más allá de este bosque? Mar, porque era una isla, playa o risco, porque conozco más playas y riscos...

¿Más bosques, planicies?

¿Alguna vez... alguien ha llegado allá? Abrí los ojos de golpe, con esa nueva pregunta en mi interior.

¿Y si siempre vivieron más animales acá, aunque sean unos pocos, y nosotros nunca nos percatamos? Era una idea descabellada, sin fundamentos sólidos y poco probable...

Pero nunca digas nunca.

—Si cometo algún error como desmayarme, el único que se debería hacer responsable de mi cuerpo es Kevin —miré por sobre el hombro al grupete que deje atrás, principalmente las féminas y Lanre, aparte de mi propio hermano. Mi expresión era dura, porque era una idea sería y muy poco flexible, cuando la realidad siempre estaba abierto al debate y cambio, en esta ocasión no era y se notaba en mi voz y rostro—, no permitiría, ni quisiera y mucho menos me agradaría que cualquier otro me toque inconciente.

Apreté la boca con fuerza sin destensar la dureza de mi ceño y desvíe con rapidez la mirada a cualquier parte del camino que me obligara a no mirar al resto.

Odiaba la vulnerabilidad, contar mis temores era clara nuestra de fortaleza, pero no por ello empezaría a agradarme. Tal vez nunca me liberaría de ese pesar encadenante.

 

Lanre

Escuchó las palabras del ratón y se imagino los efectos de esa extraña fruta. Qué podría hacer con ese tipo de beneficios, sonrió al pensar que podría alcanzar las cosas sin siquiera moverse, sólo estirar sus alas y listo; no mas. Evitar pasos extra para obtener algo lo animaba, podría ser más rápido. Y mientras se distraía con sus pensamientos, el grupo comenzó a avanzar en la espesa neblina. La incertidumbre le preocupaba... tenía... miedo; miró hacia arriba, pues se sentía atrapado, los espacios encerrados le causaban algo que no sabía controlar, pero apretó sus alas con fuerza, evitando la necesidad de salir volando para ver desde arriba. No quería que por sus descuidos o torpezas algo saliera mal, esta vez trataría de ser prudente, sólo utilizaría su vista y dejaría que los expertos guiaran el camino.

—Los sigo camaradas—dijo con serenidad —No sirvo para estas cosas; pero prometo compensarlos en combate; cada vez soy más fuerte y sé que podré defenderlos —miró alrededor entre la neblina, la vista era limitada pero sería lo único que haría; entrecruzo sus alas por delante, como si eso evitara que sus alas desobedecieran y tocaran algo que no debía; como un niño amenazado por su madre al entrar a un museo.

 

Dellen

Realmente me agradó que Zer decidió estrecharme la pata pero la mantuvo un rato mientras el felino confirmaba que ahora estábamos juntos en esto. Luego optó por soltármela y, como esperaba de Zer, no había realizado ese gesto en vano pues al soltarme la pata comprobé que me había entregado un papel embadurnado de tinta, lo examiné un instante tratando de entender algo solo para guardármelo en el bolsillo y comprobar como entregaba otro a Jou y nos dio un pequeño discurso, pero en resumidas cuentas entendí que lo que ocurriera a partir de ese momento nos afectaba a todos nosotros, cierto es que al ser minoría tenía que priorizar entre nosotros la confianza y por obvias razones nadie ajeno que intente entrometerse para hacernos cambiar deberá ser bienvenido, nadie entendía nuestro dolor, nadie podía movernos un ápice de interrupción de nuestra senda marcada. Podíamos tratar a los demás como hermanos, pero sin precisamente dejarnos influir, tenía razón... si nos descubría iban a intentar precisamente eliminarnos de la faz del reino disque para su propio bien, solo emití una ligera sonrisa "Ineptos"

Sonreí ante su determinación renovada ¿No flaqueaba? Juntos, una minoría donde la confianza imperara, nos mostrábamos lealtad eso era verdad y dado que todos los demás debían ser considerados potenciales amenazas y enemigos hasta que se demostrara lo contrario denotando que ese había sido su truco. Posteriormente se disculpó por si aun fuera severo o frío, pero ya no desconfiaba de nosotros y que le hiciéramos no arrepentirse de haber tomado esa determianción.

— Descuida, no habrás de hacerlo Zer. Me precio de no faltar a mi palabra cuando he depositado mi confianza en alguien, al fin y al cabo lo que has dicho es completamente cierto, entre nosotros debe imperar la confienaza entre los 3. Menudo piquito que te gastas Zer, pero anímate, dado que vamos a estar ahora los 3 en un mismo equipo creo que deberán con el tiempo haber unos cambios aunque tengamos que seguir mezclándonos con el resto del grupo.

Finalmente, hubo unos instantes de silencio y como los pasos de los otros miembros del grupo en lo que Zer se precipitó en decir que ya buscaríamos una forma de comunicarnos con el tiempo si es que hacía falta solo para simplemente alejarse y decir que quemáramos los papeles cuando acabáramos y que no quisiera que lo viera nadie.
Observé el papel, lo leí con detenimiento para, leer su contenido en el lapso de tiempo que me quedaba hasta que el resto del grupo llegara a nuestra posición, en silencio en lo que Jou misma se dirigía hacia Zer para abrazarle llorando, teniendo la reacción que ya me esperaba viniendo de ella y el consuelo de , yo por mi parte me dirigí hacia él para apoyar mi pata en su hombro en seña de ánimo para mirarle divertido.

— Menudo hociquito de oro que tiene el gatito, cualquiera que le oiga diria que ha nacido para ser líder, sabrás llevar este grupo a las mil maravillas, y ysa sabes... Si tienes alguna duda puedo ser tu segundo al mando—. Reí despreocupado en lo que me alejaba unos pasos y le devolví la mirada.— Además que menudas te montas, te admiro.

Finalmente de nuevo todos nos reunimos todos y nos dirigimos juntos a un sitio que aparentemente se llamaba colina tobogán, noté a Avocato mucho mas serio por la revelación y a Kevin desde luego a disgusto por ser un espacio demasiado "Abierto", ¿Por qué narices hay gente tan cobarde? Si, sabía de la agorafobia más por otro lado jamás entendí el por que de estos miedos, me parecían tan irracionales como la claustrofobia pero bueno, Kevin y sus miedos no me importaban un carajo y en lo personal, la colina con su amigable esplendor realmente me causaba un enorme sentimiento de paz pero a juzgar por lo que hemos estado pasando desde que salimos de Everfall es que un lugar amigable era preludio de un área desagradablemente peligrosa así que solo me toca disfrutar de esta pequeña zona. Cerré los ojos un instante y solo me dejé llevar por las sensaciones que la misma me proporcionaba, el aire fresco, el grupo platicando animadamente, la verdad es que desearía que este momento durara para siempre.

Al llegar a la cima nos detuvimos y perdí mi mirada en el cielo tan despejado que parecía incluso utópico, no hacía falta preguntarle al resto pues sus rostros reflejaban el mismo semblante pacífico y relajado, el manto de la noche nos daba una sensación de paz aun mayor pero a su vez, también parecía un presagio de lo que estaba por venir, el dragón... cada vez se hallaba mas cerca y con los cambios que vendrán a partir de ahora con lo que nos contó Zer apenas un rato antes.

No dije nada, no había tampoco nada que decir, solo aguardé pacientemente a que el grupo decidiera movilizarse de nuevo.

El ruido metálico que emitía la armadura de Kevin era lo único que me quitaba del natural sonido ambiente, por lo que desvié la mirada para fijarme en él un instante, quien parecía moverse con incomodidad en un patrón errático, luego Avocato seguía ensimismado por Blueberry pero no quise decirle nada, darle su espacio hasta que acabara de asimilar las malas nuevas.

Vite decidió acercarse a Jou para, según él "probar algo interesante". Conociendo a Vite, y aunque no tuviera ninguna mala intención, no me fiaba por lo que, tras verlos de reojo, decidí no perderles ojo. Por suerte no pareció haber ocurrido nada pues Jou no emitió ningún grito ni nada, sino todo lo contrario, se mostró divertida con él. Habían conectado bien, así que me mantuve mirando al horizonte.

¿Es esto lo que el destino me tiene preparado? Así había sido mi vida, calma y tormenta siendo la segunda la predominante, sin un lugar al que ir o un sitio al que volver, pero entonces ¿Que era esa sensación de incertidumbre que luchaba por prevalecer? Simplemente he tenido la misma vida, siempre he tenido los mismos anhelos ¿Por qué ahora es distinto?

Volví en mi cuando el grito de "VAMOS A POR TÍ, DRAGÓN" proveniente de Taqui retumbó por el aire y el cansancio simplemente empezó a hacerme bostezar, volteé para comprobar que varios de mis compañeros de equipo, en efecto, empezaron a prepararse para pasar la noche, incluídos Jou, Vite que pasara lo que pasara parecían habérselo pasado genial, algo que para variar hizo que esbozara una sonrisa en mi ser.

¿Cuántas mas iba a poder esbozar?

Sin perder más tiempo, empecé a acercarme a ellos y prepararme yo también con un libro que llevaba encima, decidiendo solo centrarme en ello y en el libro que tenía entre mis manos al menos, hasta que noté el peso de los párpados ganar la batalla a la fuerza que trataba de hacer para mantenerlos abiertos lo que indicaba que definitivamente era la hora de dormir.

El ruido del grupo recogiendo sus cosas me hicieron despertar y ponerme a recoger yo también solo para empezar a movilizarme junto a ellos. Abandonamos la colina tobogán fue hasta divertido pues nos deslizamos hacia el pie de la misma haciendo justicia a su nombre, el deslizamiento fue el mismo que el de un tobogán convencional, mi yo de niño se habría querido tirar de ahí infinidad de veces pero ahora ya prefería quedarme con la agradable sensación que me había producido. Nos pusimos a caminar y también me dediqué a observar en silencio el reflejo de los rayos solares en el mar, dando una visión extremadamente agradable de la cual no me habría gustado despedirme, pero como todo lo bueno tenía que acabar, seguimos caminando.

En determinado punto, Ronoroa se puso a cantar una poesía élfica traducida y como era de esperar Lanre lo malinterpretó, o quizás no pero fuere como fuere estaba muy animado, quizás incluso por el dia que se nos presentaba, pero mi atención se centro nuevamente a Zer quien trataba de "consolar" a Avocato con el asunto de Blueberry y la respuesta de Avocato sobre su preocupación de no conseguir el deseo a tiempo, eso me llamaba la atención mas que un pato feliz por una poesía élfica.

Me dirigí de nuevo junto a Zer hasta que fuimos interrumpidos por un ratón, aparentemente cazador de fruta que se presentó a sí mismo como Garreth, que además quería acompañarnos al bosque muerto, algo que fue prácticamente aceptado por todos, inclusive yo mismo agradecí la ayuda que nos otorgaba y empezamos a caminar hacia el interior del bosque.

Garreth también tuvo una razón simple para venir, simplemente atraído por las historias de las frutas exóticas y, vale, todo estaba bien pero ¿Realmente merecía la pena arriesgar la vida por unas frutas? En fin, cada loco con su tema, también era raro que nosotros hubiéramos venido simplemente a matar a un dragón para conseguir un deseo real, así que me encogí de hombros para adentrarme definitivamente en el bosque junto a los demás y encontrarme como los árboles, antes vivos y frondosos ahora estaban retorcidos de forma grotesca y el olor era casi inaguantable, según Garreth una toxina verde inudndaba el lugar, eso podría explicar el desastroso estado del lugar, debíamos ir con cuidado por lo que dirigí mi vista a los árboles ya presentes, de todos caía un líquido verde de olor nefasto, debía ser esa la toxina, así que como mínimo debíamos intentar mantenernos alejados de los arboles y tener a mano algo para curarnos del veneno. Vite, a pesar de todo parecía dominar perfectamente su situación e incluso logró indicar a Garreth donde se hallaban determinadas frutas aun dentro del bosque, como aquella fruta que te convertía en hombre de goma, además le hizo convencerse de que no broméabamos en nuestro cometido aunque seguía sin ver la relación entre dominar algo por ser oriundo de ese sitio con cazar dragones pero en fin.... Más sorprendente fue la agilidad que demostró a la hora de intentar evitar que Zer se intoxicara y su ráuda resolución para desintoxicarlo al ver que realmente se había envenenado, eso sí que era impresionante y a pesar de su extraña voz, me empezó a agradar, luego dijo que aun tenía otros cinco antídotos que era mejor conservar, y la verdad es que tenía razón, espero que "ciertos animales", dirigí mi mirada hacia Taqui y Lanre, no optaran por ir buscando cositas por ahí y se envenenen. Meh... de perdidos al rio, iban a hacerlo seguro....

Finalmente me acerqué a Zer con lentitud al ver que todos estaban directamente distraidos caminando y hablando entre ellos, bajé mi tono de voz tratando que meramente me escuchara él.

— No he podido evitar escuchar lo relativo a Avocato y Blueberry pero, si necesitas ayuda con algo relacionado con él, puedes contar conmigo para ello.

Finalmente la voz de Vite nos interrumpió indicando que si él se llegar a quedar inconsciente quería que meramente su hermano se hiciera cargo del cuerpo, algo que tenía mucho sentio dado que era el único que tenía una armadura...

 

-Todo este lugar parece un gran pantano, así que me inclinaría por esa teoría, pero no puedo confirmarlo...- le contestó Garret a Otto, mientras avanzaban, había logrado orientarse muy bien y le había ahorrado al equipo una hora de viaje. Garret parecía sentirse muy cómodo conversando con otro ratón explorador como él, ya tenían dos cosas muy determinantes en común. A diferencia de Otto, el cazador de frutas pecaba de confianzudo a veces. Luego Otto encontró un arbustito con una especie de cereza, parecían en verdad dos ejemplares idénticos unidos por un tallo, pero Garret le explicó que contaba como uno. Era una Fruta Imitación que, tras ser consumida, otorgaba por un día la habilidad de tomar la apariencia de cualquiera que el usuario haya tocado al menos una vez.

Un poco más atrás, iban hablando Zer y Avocato -Lo cierto es que todo mi equipo quedó en el barco de Blueberry, no cuento con ninguna poción y seguramente no llegue a cruzar el bosque, sería de gran ayuda que me restablecieras si caigo- comentó el pirata, cubriéndose el hocico con el antebrazo al atravesar por ese gas que lo hacía toser.

Los ranos se detuvieron un momento para cazar frutas también, a su peculiar manera. Rash le dio un cabezazo a una especie de pino blanco, del que apenas podía distinguirse tal color, porque estaba casi por completo corroído. Mientras tanto, Taqui trepaba el mismo árbol. La sustancia cayó sobre el monje, pero éste la esquivó con una pirueta, se notaba la ventaja de no llevar más una pesada armadura. Además, el golpe había desprendido la única fruta que le quedaba al árbol, una especie de piña plateada que Taqui pudo cazar en el aire. Habían hecho un gran trabajo en equipo y el botín no estaba mal, pues Garret les explicó que eso era una Fruta Filo, le brindaba al consumidor, durante todo un día, la habilidad de convertir todo tu cuerpo en acero y trasformar cualquier superficie del mismo en una hoja de acero con un extraordinario filo.

Vite y Lanre intentaban observar entre la maleza algún indicio de un camino o algo que los ayudara a orientarse, pero el bosque era yermo y repetitivo, sólo árboles intoxicados a cada paso como ellos lo estarían si no salían pronto...

Roronoa chasqueó la lengua -Parece que la búsqueda no da frutos, guerrero... entiendes? frutos?- dijo en un intento de alivianar esos dramáticos momentos con la comedia de un mal chiste. Él ya estaba muerto, pero sería muy triste quedar de nuevo estancado en un lugar tenebroso y encima atado al cadáver de su mejor amigo esta vez.

Un poco más alejado, Zer intentaba detectar magia en los alrededores, pero no encontró nada más allá de las cosas que ya cargaban los aventureros y la brújula de Garret. También pudo detectar que el ratón tenía un collar y una capa encantadas.

En ese momento, Vite había aspirado las suficientes toxinas como para que su organismo detecte que eso era peligroso y, al parecer, su brazalete también lo detectaba. El típico destello verde volvió a envolverlo y de repente se había convertido en un rano, muy conveniente, esa cosa sabía sabía lo que hacía cuando le daban ganas...

​

-¡Vaya! ¿Cómo hiciste eso, hermanito?- le preguntó sorprendido Kevin.

Contenido oculto

Hago esta resolución para recapitular un poco lo que han hecho "oficialmente", pero pueden seguir intentando lanzar dados de orientación, narrar que toman alguna poción, usan hechizo, buscan algo, etc. Eso es hasta donde ustedes me digan que ya están listos.

Igual tratemos de que no pasen más de 5 días desde ahora, como máximo, si no empiezo a modkillear, okno xP

Garret los orientó y ahora sólo se pierden 45pv cruzando el bosque.

Esta es la lista de los que hasta ahora cruzan el bosque Conscientes o Inconscientes y con los pv que lo harían (si tiene -30 esa es la cantidad que hay que restaurarle a alguien con hechizos, pociones, antídotos, usando bien orientación, habilidades, etc. para que puedan llegar):

Otto/Monpoke: -8 pv
Vite/Mori: 19 pv (Ahora es un rano y tiene un collar de adaptación, por lo que la niebla sólo le quita 1pv por hora y su total de pv aumenta a 28)
Zer/Gigavally: 7 pv
Rash/rapuma: 23 pv (y suma 18 puntos de ki por el daño)
Lanre/Amelie: -8 pv
Dellen/madarauchiha: -12 pv (recuerda decirme los 25 hechizos que memorizarás de los de tu ficha o no podrás usar magia hasta entonces)
Jou/Alisse Madness: -13 pv (recuerda decirme los 20 hechizos que memorizarás de los de tu ficha o no podrás usar magia hasta entonces)
Taqui/Ayeah: 17 pv
Solerade/Sensy: -31 pv
Avocato: -30 pv
Kevin: [llega]
Garret: [llega]

Monpoke Ayeah Mori en las fichas ya están descritas las frutas y lo que hacen.

 

Vite Horiazana.

Ya no había nada más que pensar, mis patas se movieron solas y usé el mínimo de cerebro que me quedaba para no llegar chocar con un elemento viscoso lleno de tóxicisidad, me aparté lo suficiente para estar lejos, pero no para perderlos de vista, porque quisiera o no era incapaz de abandonarlos.

Aún cuando quería ser un real idiota, mi orgullo y propios temores me impedían actuar con imprudencia. Pero ya no podía más, ni sabía que era todo lo que me pesaba, tampoco entendía de dónde venía el real problema...

Porque no era solo un dragón contra lo que batallaba, pero no les correspondía al resto saber sobre eso, y si no les interesaba no tenía para qué decirles algo al respecto.

Con la respiración profunda intentando contener las lágrimas, mis pasos se redujeron a cero y terminé por respaldarme en uno de los troncos muertos. Dejé caer todo el peso de mi espalda en eso, ni siquiera era consciente del todo de que era ahora un rano, lo noté y procedí a ignorarlo, porque no me daba cabeza para más.

Ya no tenía esperanzas para nada más. Ignorando por completo las miradas tape mis ojos y, poco a poco, mis piernas que ahora eran ancas sedian al peso.

Si, me quedé ahí, sollozando en general en un silencio que podía ser hasta preocupante, era un llanto lento que se debatía ente respirar para calmarse o botar todo de una, entre cortado, como si en realidad el mero hecho de la respiración automática fuera un mero mecanismo que una vez roto, cualquier cosa era el triple de difícil.

Qué iba a saber yo de los dolores de otros, pero ahí hecho una bola tal como uno se encontraba en el estómago de su madre antes de nacer, como si otra vez volviera a tener seis o once años, me quedé.

Sin pensar en el resto, sin pensar en el futuro, sin siquiera pensar en mí mismo.

Solo desahogué todo lo que cargue desde quién sabe cuándo, porque pocas veces lloraba de aquella manera...

Pocas veces las ganas de rendirme o morir se apoderaron de mis acciones.

Al menos siempre era consciente que tras la tormenta salía el arcoiris, gracias al sol, gracias a la lluvia.​

 

Taqui

Tomó la maravillosa fruta entre sus manos con ágil gesto que incluso a ella le sorprendió y, tras la explicación de Garret, la guardó con una sonrisa satisfecha levantando su anca para chocar los cinco con el monje.

— Bonito cabezazo, Flash. — Lo vitoreó,para enmudecer tras el pequeño estallido que tuvo lugar momentos después.

Miró de hito en hito a Zer y Vitte, ahora convertido en rano, sin saber muy bien qué hacer, pues aquellas situaciones le hacian sentir tremendamente incómoda.

Finalmente se acercó al gato cascarrabias y le dedicó una pícara sonrisa.

— Los que se pelean se desean.— Canturreó, sacándole la lengua antes de salir corriendo hacia el conejorano que sollozaba en una esquina.

Sin pensárselo demasiado dejó caer una de sus ancas sobre su hombro y le dedicó una tímida e incómoda sonrisa.

— La viscosidad te sienta bien.— murmuró.— No es tan sexy como la mía pero un rano con arco no deja de ser una imagen impresionsnte.— Señaló el arma a su espalda con admiración.— Yo no puedo ni cargar uno de esos... Supongo que por eso no hay ranos pícaros más allá de mi clan...

Hizo una pausa y sus ojos se abrieron súbitamente de par en par.

— ¡EH! ¡ESO SIGNIFICA QUE AHORA ERES DE MI CLAN!

 

Lanre

Soltó una carcajada ante el comentario de Roronoa, ahogándose en el proceso; pero la risa había valido la pena —Tengo mucho que aprender de ti, amigo —dijo golpeando su pecho para recuperar aliento escaso. Así siguieron su recorrido sintiendo el cansancio por la densa neblina.

Pero ese no era su único obstáculo; las palabras de Zer llegaron a los sentimientos de Vite; Lanre los observó sin saber realmente que hacer. Por suerte, Taqui marcó la pauta —¿Los que pelean se desean?— repitió preocupado — Oh no, yo no deseo al enemigo —llevó sus alas a la cabeza — No me veo con un gecko. No, seguro que no —estaba genuinamente preocupado, debido a su poco entendimiento, miró a Vite y entendió su llanto; era malo desear al enemigo.

 

Otto

Ante la señal del escándalo que se formaba, voltee y mire para atrás. Entonces me vi obligado a tratar de armar la situación de la cual pase por alto mientras hiba al frente.

¿Vite? Nuevamente como una especie totalmente diferente, había detenido su andar y se encontraba llorando.

Me llevo la pata al rostro, confundido, sin entender las situación. Pero notando entre las garras el cómo Zer se aleja de Vite, aparentemente molesto.

Antes, halla en el pueblo, se llevo algo similar cuando estábamos en los del acumulador. Los dos hablaron a solas, está bien, no hiba a meterme. Pero esperaba que entre ello se acomodara su relación ¿Se logró o solo acabo más sensible?

Al menos... Tanto como la Rana como Lanre perecieron moverse y apoyarle en este momento.

En situación, cierto grado inocencia parece ser útil.

...

Ocho a siete horas, es tiempo suficiente para pensar, tiempo para que se resuelvan o se acomoden unas ideas.

Habrá que pensar en el futuro, no podemos estar así en esta situación.
Es suficiente estar con amenazaba externa, no podemos auto destruirnos.

...

Mire hacia adelante, extendiendo la pata y mirando al anillo con uso de brújula.

"Esto le concierne a nuestro equipo, sigue". Le susurré al Ratón, amenazador a qué siguiera su comino. Pero en mí rostro, me encontré en conflicto y me obligaba de mirar hacia atrás.

No tengo tiempo o la intención de seguir preocupándome contigo...

Tengo que sacarnos de aquí.

 

Vite Horiazana

Mi mente se tornó blanca en cuanto mi llanto cesó, confundido inhalaba hondo y exalaba, medio en el croar de un rano... era como el ronroneo de gatos, ¿no? Ni idea, aún no me transformaba en gato, creo, la cosa es que parecía que el croar vibrante de los ranos era casi tan inevitable como el hecho de que yo saltara o tamboreara el suelo con mi pata.

En el muy breve silencio y en mi oscuridad cada ve más clara, debido a que abrazaba mis zancas como podía y perdía mis ojos entre mis regazo y torso, una voz cada vez más familiar llegó a mis oídos con sensibilidad distinta... Que loco era eso de no tener dos largas y musculosas orejas.

—¿Uh? —solté un quejido apenado, mirando desorientado y confundido a Taqui, medio cerrando los ojos con cierta incomodidad cuando me tocó, pero fue lo único que hice al respecto. De a poco y de manera tensa la sonrisa se formó en mi ancha boca de rano, era una sonrisa rara, pero no era mi primera vez siendo un regordete y algo más bajo rano—, Jajaja, tienes razón —solté vibrante y bastante sosegado, ni energía tenía ya para reaccionar de otra manera, pero si que me levanté con la pesadez de un llanto dejado atrás, sin perder la sonrisa plena—, y si, tu piel es hermosa, Taqui— Algo de picardía cubrió mi sonrisa amplia y, algo confiado por ser ahora un rano, acaricié con suavidad y cierta precaución la cabeza de la pequeña, reí con cierto nerviosismo mezclado de alegría y terminé por cerrar los ojos—. Si, es agradable.

Tras eso me dirigí al resto mientras me volví a acomodar la bufanda, recordando el consejo de Kevin. Luego patas sobre la cintura, noté que la ropa me quedaba algo grande, así que regule mi cinturón y...

—Pido perdón por el drama que me monte— Cerré los ojos, resignado— No es algo que pueda controlar ni sobrellevar...— Entonces abrí los ojos enfocando a Zer—, pero no pediré perdón por ser yo mismo, eso jamás— Volví a cerrar los ojos—, como tampoco culpare a los otros de ser como son— Abrí los ojos caminando con los brazos cruzados, solo porque más ancas no cambian en mis bolsillos y era más cómodo así—, todos hacemos las cosas por algo, porque todos vivimos cosas distintas y lo mejor es respetar tanto esas debilidades como habilidades— Miré con intensidad igualada a ambos mininos magos—, cosa que algunos parecen no entender, ufff —suspiré al final con lo ojos cerrados, otra vez miré serio al frente y está ve si dejé las ancas sobre mi cintura—. No llevo mucho tiempo viajando, cuando llegue a Humbletown me acobardé y al final solo me quedé dando vueltas entre los bosques de los alrededores y conocí gente de la ciudad y tal —rememoré mirando el cielo nublado y bastante... ¿blanco, por decir algo?

Solté una risa bastante nasal que me saco un "croac" profundo y todo, eso me dio un poco más de risa y fue una situación muy rara, traté de taparme la boca y todo, como si sirviera de algo.

—No me tomen muy en serio —comenté liviano, luego sonreí con cierta pena mezclada de sorna—, de seguro mamá y Kevin aún me ven como un niño, pero ya no quiero depender de otros, pues creo que es un camino necesario a la madurez: Aprender a sobrevivir solo...

Me reí otra vez, como fuera que se rieran los ranos. Es como tener hipo, es raro
>>Ahora no esto y solo y tengo demasiada gente exigente a mi alrededor —comentaba con las patas detrás de mi resbaladiza nuca, que complejo era esto... no me agradaba tanto, pero peor es que me tocara ser Geecko. La cosa es que me sonreí amplio y agraciado mientras fulminaba nuca de Zer—, no me quejo, pero nunca me agradaron los seres que se creen mejores que otros.

Intenté meter mis patas como pude a los bolsillos de mi pantalón, quedó muy poco de ellas dentro. A ojos cerrados, concluí.
>>Porque no importa en el fondo si eres mejor o peor que otros —sonreí optimista, seguro y pleno mientras miraba más hacia arriba que había abajo, caminando lento y dejándome guiar más que nada por Otto, pero manteniéndome casi a la par de la máquina rara esa de Kevin—, lo único importante es no ser peor de lo que ya fuiste antes, cruejeje, ya saben: Siempre intentar ser la mejor versión de uno mismo...

Era medio estúpido, ¿no? Pero ya poco me importaba, peor imagen de mi no podían tener. Era... un alivio, en cierta forma. Cuando sorprendes para mal, solo queda sorprendes para mejor.