Nadie se atrevía a hacer algo por él, esa lucha contra la montaña...ningún caballero osaba enfrentarse a él, la luz del candelabro ilumina un poco la celda de Tyrion, estaba cansado, preocupado, nadie se enfrentaría a aquella bestia tan grande y alta. —Os veo preocupado—Dice una voz. Era Oberyn, quien entraba por la puerta, tomo el candelabro y se acerco al pequeño hombre, le relató cierta historia bajo la pequeña luz del aquel trasto. Tras esto, lo cuelga, y cuando se va a marchar por la puerta, se gira, mira a Tyrion y sonríe. —Yo seré vuestro campeón—Comenta antes de irse.
Esa decisión desencadena muchas cosas en la trama de ésta historia. Ty es mi león favorito. Mucho corazón para ese tamaño. Y para esa familia.