Campos Sagrados Distorsión Cruzando la barrera de cuerpos que el propio Krom colocó al final del Camino de los fieles, se encuentra esta sagrada zona. Los Campos Sagrados. Una tierra llena de verdor, extensas llanuras con hierba baja, donde uno podía ver el cielo azul al fondo de cualquier dirección en la que mirase. Zona llena de estatuas, venerando a los dioses, que los peregrinos visitaban como objetivo en sus viajes. La tradición era atravesar el camino de los fieles, ascender a los campos y, aquí, rezar ante cada una de las estatuas, encontrar la pequeña Catedral de Artemisa y allí culminar el viaje de devoción y fe. Pero ahora todo había cambiado. Y uno esperaría encontrar hierba muerta, seca, un paisaje lúgubre, pero... no. Lo que se encontraba aquí era algo mucho peor. Algo distinto. Algo extraño. Contenido oculto Edificios. Un lago. Un pequeño desierto. Árboles, como en un bosque. Paisajes de todo tipo se mezclaban, unidos, en un escenario surrealista, sin sentido. No se sabía dónde empezaban los árboles podridos y dónde comenzaba el lago. Había edificios, casas de piedra, torres de castillos, todo obstruyendo las vistas. Como si... como si allí hubiese sucedido algo raro. Como si trozos de todas partes de Edén se hubiesen aglomerado allí, sin ningún tipo de criterio, juicio o lógica. Estaba claro que eso no era normal. Que aquel no era el lugar que debían estar visitando. No era lo que uno esperaba encontrar en los Campos Sagrados. Y, sin embargo, así era. Bruno TDF Pondré un post inmediatamente después de este.
Senda deforme - Zona de avance Cuando Egin entró, fue recibido por aquell pintoresco escenario. Pero no fue lo único que le sorprendió, porque pronto, nada más comenzar a andar, fue como si... como si la tierra se moviese. Como si los árboles se replegasen y se curvasen, los edificios se torciesen, las rocas fuesen flexibles. Todo se curvó, se partó y se giró para dejar paso al Elegido. Casi como si el propio lugar le estuviese invitando a cruzar. Como si estuviese creando un camino dentro de toda aquella incoherencia que eran los Campos. No quedaba más remedio que avanzar, pues. Recto, atravesando aquella locura. Ajeno Egin a los ojos que aguardaban, invisibles y entre las sombras, a que diese un mísero paso en falso. 7 posts para el final Individual 1- Nada 2- Enemigos 3- Enemigos 4- Nada 5- Nada 6- Nada 7- Nada 8- Enemigos 9- Enemigos 10- Enemigos Dobles 1- Enemigos 2- Enemigos 3- Enemigos 4- Nada 5- Nada 6- Enemigos 7- Nada 8- Enemigos 9- Enemigos 10- Enemigos
Egin [1/7] Cruzar el muro de muertos fue una experiencia corta pero muy desagradable. Algunos cadáveres aún conservaban partes de carne fresca que las llamas no habían alcanzado, por lo que el olor y la sensación de que eso estuviera en contacto conmigo me daban pavor. Salí al otro lado casi cayendo, tosiendo y muerto de asco. Apoyé las manos sobre mis rodillas, con la sensación de que estaba a punto de vomitar. Cosa que no pasó. Entonces levanté la vista y me encontré de frente con los Campos Sagrados. Uno podía imaginarse hierba verde, flores bien cuidadas y algunas cosas relacionadas con la religión, como estatuas o símbolos repartidos por ahí. Con sólo escuchar ese nombre pensaba que era el último lugar al que un hereje como yo querría ir, mas debía seguir explorando Edén para terminar más rápidamente con esta vida de Elegido. Sin embargo, todo cuanto vi no estaba relacionado con las cosas que me imaginé. Era… raro. Tan raro y caótico que volví a sentirme mareado. Sacudí la cabeza y me golpeé la zona de las orejas para despabilar. Miré las torres, el lago, los árboles y demás. Estaba todo mezclado de un forma muy particular que desafiaba todos los conocimientos existentes. Era más terrorífico que una senda con descerebrados, debía decir. Lo más raro fue cuando empecé a caminar. Todos los objetos y árboles que tenía adelante cobraron vida para dejarme pasar. Más que pasar, me asusté y retrocedí un par de paso, espantado e intrigado. Dudé unos momentos, miré hacia los costados pensando que a lo mejor había magos haciendo travesuras. No vi a nadie. Arrugué la nariz. La idea de cruzar este lugar no me hacía gracia, pero no me quedaba otra. Casi prefería un camino de aspecto más… religioso.
Y fue entonces cuando, de pronto, se materializaron ante Egin dos criaturas. Las había visto antes, sí... eran esas panteras, azuladas, de varias colas, que se encontraban al inicio del Camino de los Fieles. Pero estas parecían más poderosas, más... fuertes. Estaban rodeadas, desde luego, de una especie de aura azul, mística, etérea. Y caminaban, mirando a Egin, a su alrededor. Observando cada movimiento. PANTERA MÍSTICA A Salud: 900/900 Movimientos: ??? Debilidades y resistencias: ??? Drops: ??? Éter obtenido: -230 (individual) / 400 (dobles) PANTERA MÍSTICA B Salud: 900/900 Movimientos: ??? Debilidades y resistencias: ??? Drops: ??? Éter obtenido: -230 (individual) / 400 (dobles) Posición actual: Media Disponibles: - Cerca (15 ST) - Lejos (15 ST) - A la espalda (25 ST)
Egin Los primeros enemigos que interrumpieron mi andar por ese extraño lugar fueron dos de esas panteras. Me recordaron a las del Camino de los Fieles y suspuse que aquellas habían logrado, de algún modo, escapar más allá de la muralla de cadáveres. Pero esta se veían... Cómo decirlo... Más fuertes. Más gatunas. Creo. Saqué mi hacha e intenté liquidarlas rápidamente, antes de que sacaran sus trucos sucios. >>Moverse: Cerca + Habilidad Hacha Pesada x 4 PS: 520/520 PC: 75/75 ST: 308/475 (+19) Ratio de esquiva: -17 ST Armas: - Hacha pesada candente: 100 Daño de corte, -25 ST. Stagger: 7. Acumula 20 de quemadura. >> Durabilidad: 110/130 >> Hab.: 200 Daño de corte, -38 ST en área cercana. -5 Durabilidad. Contenido oculto - Martillo: 115 Daño contundente, -45 ST. Stagger: 6 >> Durabilidad: 110/100 Reducción de daño: - Daño cortante (-15%) - Daño de embestida (-20%) - Daño contundente (-35%) - Daño mágico (+15%) - Daño de fuego (-15%) - Daño de hielo (-20%) - Daño eléctrico (-5%) Anillos: - Oso: mitad de peso de armas - Movilidad: menos ST para reposicionarse - León: menos ST para armas a corta distancia Objetos equipables: - Trozo de adamantita (material común para mejorar armas) x2 ud. - Trozo grande de adamantita (material poco común para mejorar armas) x4 ud. - Brebaje de éter (+33% PS) x 4 uds. - Pócima de éter (+33% PC) x 1 ud. - Urna helada (+28 daño de hielo extra a un arma por dos turnos) x3 uds. - Panacea (elimina la acumulación de maldición) x3 uds. - Antídoto (elimina la acumulación de veneno o lo cura) x2 uds. - Hierba de la fuerza (+30 ST perdida) x 2 uds. - Pequeño cúmulo de éter x1 ud.
Egin no les dio mucho tiempo a reaccionar, pues pronto se acercó a las panteras y, con unos cuantos golpes laterales en giro, las eliminó a ambas. Se deshicieron, no en éter, no en trozos de carne, sino en... una sustancia azulada que casi parecía polvo, arrastrándose por el aire hasta desintegrarse. Pero, ¿qué serían esos seres...? PANTERA MÍSTICA A Salud: 0/900 Movimientos: ??? Debilidades y resistencias: - Débil a daño cortante (x1,5) Drops: - Cúmulo de éter (71-80) - Nada (81-99) Éter obtenido: -230 (individual) / 400 (dobles) PANTERA MÍSTICA B Salud: 0/900 Movimientos: ??? Debilidades y resistencias: - Débil a daño cortante (x1,5) Drops: - Cúmulo de éter (71-80) - Nada (81-99) Éter obtenido: -230 (individual) / 400 (dobles)
Egin [2/7] Para mí suerte, las dos panteras sucumbieron antes mis potentes golpes. Me detuve en seco para observar la manera en que se deshacían, convirtiéndose en polvo azul que se perdía en el aire. Esas criaturas seguían siendo un gran misterio. Incluso en un mundo sin sentido como Edén, la naturaleza de las panteras carecía de sentido. No encontraba las palabras para describir la sensación incómoda que me provocaban. No solté el hacha. Continué caminando por el sendero que ese mundo abría para mí, mirando en todas las direcciones. Atento. Contenido oculto Individual 1- Nada 2- Enemigos 3- Enemigos 4- Nada 5- Nada 6- Nada 7- Nada 8- Enemigos 9- Nada 10- Enemigos
Egin [3/7] Esta vez no hubo nada fuera de lo común que se interpusiera en mi camino. Bueno, esta zona era fuera de lo común, pero al menos sus árboles y casas tenían la amabilidad de dejarme pasar. Contenido oculto Individual 1- Nada 2- Enemigos 3- Enemigos 4- Nada 5- Nada 6- Nada 7- Nada 8- Enemigos 9- Nada 10- Enemigos
Egin [4/7] Era como si el mundo se hubiera desarmado en pedazos y una mano gigante hubiera juntado los trozos de forma apresurada y desordenada. Como quien esconde la mugre del suelo debajo de algo, para que nadie más lo viera. Contenido oculto Individual 1- Nada 2- Enemigos 3- Enemigos 4- Nada 5- Nada 6- Nada 7- Nada 8- Enemigos 9- Nada 10- Enemigos
Egin [5/7] Nada de panteras. Nada de enemigos. Solamente el sonido de este mundo deforme e inestable. Cuando los árboles se apartaban de mi camino, las ramas crujían con un sonido seco y tenebroso, y diminutos fragmentos de piedra se desprendían de entre los ladrillos de las torres y casas. Seguía sintiendo presencias cerca de mí, me sentí observado. Y miedo me daba pensar qué clases de seres encontrarían comodidad en estos campos tan extraños. Contenido oculto Individual 1- Nada 2- Enemigos 3- Enemigos 4- Nada 5- Nada 6- Nada 7- Nada 8- Enemigos 9- Nada 10- Enemigos
Egin [6/7] Sin embargo, las presencias del lugar no venían a atacarme. Eso no impedía que mirara con desconfianza en todas las direcciones y aferrara con firmeza el hacha en mis manos, mientras el vapor de su hoja flotaba en el aire. —Sé que están ahí —decía por lo bajo—. Vengan por mí si se atreven. Contenido oculto Individual 1- Nada 2- Enemigos 3- Enemigos 4- Nada 5- Nada 6- Nada 7- Nada 8- Enemigos 9- Nada 10- Enemigos
Pero Egin pronto empezó a notar, de nuevo, presencias a su alrededor. La presencia de enemigos que, paso a paso, se acercaban a él. Cuando se quiso dar cuenta, al girarse, vio allí a tres seres que, pese a ser casi transparentes, podían divisarse ligeramente. Seres que eran... solo una especie de túnica, flotando en el aire, y una guadaña que expedía hielo flotando junto a ella. Pareciese que faltaba el cuerpo, que no había cuerpo, pero... con todo, algo agarraba esa guadaña, y algo llevaba esa túnica blanca. ILUSIÓN HELADA A Salud: 700/700 Movimientos: ??? Debilidades y resistencias: ??? Drops: ??? Éter obtenido: 260 (individual) / 460 (dobles) ILUSIÓN HELADA B Salud: 700/700 Movimientos: ??? Debilidades y resistencias: ??? Drops: ??? Éter obtenido: 260 (individual) / 460 (dobles) ILUSIÓN HELADA C Salud: 700/700 Movimientos: ??? Debilidades y resistencias: ??? Drops: ??? Éter obtenido: 260 (individual) / 460 (dobles)
Egin Allí las sentí de nuevo. Las presencias ocultas en esta senda. Sólo que ahora las sentía más cercanas. La hoja de mi hacha empezó a emitir vapor con más abundancia, como si algo en el aire se estuviera enfriando. Me giré. Los que aparecieron frente a mí eran tres fantasmas con enormes guadañas. Solamente que no parecían tener cuerpos, parecían solo trozos de tela raída blanca. Eran espeluznantes. Las miré de mala gana. Tal vez se trataban de otras criaturas ilusorias. Odiaba esto. >>Moverse: Cerca + Habilidad Hacha Pesada x 5 PS: 520/520 PC: 75/75 ST: 270/475 (+19) Ratio de esquiva: -17 ST Armas: - Hacha pesada candente: 100 Daño de corte, -25 ST. Stagger: 7. Acumula 20 de quemadura. >> Durabilidad: 85/130 >> Hab.: 200 Daño de corte, -38 ST en área cercana. -5 Durabilidad. Contenido oculto - Martillo: 115 Daño contundente, -45 ST. Stagger: 6 >> Durabilidad: 110/100 Reducción de daño: - Daño cortante (-15%) - Daño de embestida (-20%) - Daño contundente (-35%) - Daño mágico (+15%) - Daño de fuego (-15%) - Daño de hielo (-20%) - Daño eléctrico (-5%) Anillos: - Oso: mitad de peso de armas - Movilidad: menos ST para reposicionarse - León: menos ST para armas a corta distancia Objetos equipables: - Trozo de adamantita (material común para mejorar armas) x2 ud. - Trozo grande de adamantita (material poco común para mejorar armas) x4 ud. - Brebaje de éter (+33% PS) x 4 uds. - Pócima de éter (+33% PC) x 1 ud. - Urna helada (+28 daño de hielo extra a un arma por dos turnos) x3 uds. - Panacea (elimina la acumulación de maldición) x3 uds. - Antídoto (elimina la acumulación de veneno o lo cura) x2 uds. - Hierba de la fuerza (+30 ST perdida) x 2 uds. - Pequeño cúmulo de éter x1 ud.
Lentmente, los mantos de aquellos seres cayeron, las guadañas se deshicieron como si fuesen puro hielo y los seres, en definitiva, fueron aniquilados. Los golpes físicos funcionaban, sí, pero no demasiado bien; por fortuna, fueron más que suficientes golpes. Egin no comprobaría qué tan complicado era enfrentarse a ellos aún, ¿eh? ILUSIÓN HELADA A Salud: 700/700 Movimientos: ??? Debilidades y resistencias: - Resistente a daño cortante (x0,75) Drops: - Manto etéreo (41-70) - Nada (71-99) Éter obtenido: 260 (individual) / 460 (dobles) ILUSIÓN HELADA B Salud: 700/700 Movimientos: ??? Debilidades y resistencias: - Resistente a daño cortante (x0,75) Drops: - Manto etéreo (41-70) - Nada (71-99) Éter obtenido: 260 (individual) / 460 (dobles) ILUSIÓN HELADA C Salud: 700/700 Movimientos: ??? Debilidades y resistencias: - Resistente a daño cortante (x0,75) Drops: - Manto etéreo (41-70) - Nada (71-99) Éter obtenido: 260 (individual) / 460 (dobles)
Egin [7/7] Igual que con las panteras, los fantasmas no resistieron el primer asalto. Aunque en esta ocasión sentí que resistieron mejor los cortes del hacha. Eso igual no les alcanzó, porque se desvanecieron en el aire de aquella senda retorcida. Uno de ellos dejó caer parte de su manto (o su cuerpo). —Espero que valga muchas Ascuas —me dije mientras lo guardaba en la bolsa de mi cinturón. El final del camino se hallaba adelante. ¿O tal vez era el comienzo y yo comencé en el final? Qué lío. Contenido oculto Individual 1- Nada 2- Nada 3- Enemigos 4- Nada 5- Nada 6- Nada 7- Nada 8- Enemigos 9- Nada 10- Enemigos
Catedral de Artemisa - Zona segura Finalmente, Egin logró cruzar aquel camino, y se encontró en las puertas de un gran templo, una especie de catedral. Entró dentro, desconfiado, y... ... encontró una amplia sala, con columnas blancas y todo hecho de mármol pulido y bien cuidado. Aquella catedral se conservaba de forma impecable. Todo era blanco, puro... y había varios bancos de madera frente a un altar, grande, imponente. Sobre dicho altar, una figura hecha de cerámica o algún material similar aguardaba. La estatua, grande, era una mujer, de cabellos rubios, arrodillada sobre el altar y rezando, sus cabellos de color dorado cubriendo su rostro. Dos puertas había a ambos lados, cerradas ambas. Una a la izquierda y otra a la derecha. Y otras dos al fondo a la izquierda y al fondo a la derecha, tras el altar. Sin contar la puerta por la que acababa de entrar, por supuesto. Aquel lugar no parecía irregular ni nada así... parecía bastante normal. Ah, eso sí, y... había una mujer allí, de espaldas, sentada ante la estatua, dándole la espalda a esta. Era rubia, y parecía estar dormida...
Egin Al final del camino aguardaba un templo. Supongo que era obvio que un lugar sagrado me toparía con uno, aunque este lugar no tuviera pinta de puro ni de celestial. Me giré para cerciorarme de que no me seguían. No había nadie, pero las casas, árboles y torres, así como me abrían paso, se cerraban una vez que pasaba junto a ellos. Ahora mismo parecía que no había salida. Volví a mirar la gran puerta del templo, frustrado de tener que meterme otra vez en un cuchitril de estos. Tomé una larga bocanada de aire y empujé la puerta. Para mi desconcierto, el interior del Templo se veía completamente normal. Tenía el aspecto de cualquier iglesia, o bueno, para mí todo lo que tuviera bancos y estatuas me parecía una iglesia. Dos cosas eran las que más llamaron mi atención. La estatua de la mujer rubia y la propia mujer rubia del lugar, la cual parecía estar durmiendo. La miré de lejos, con desconfianza. Me adentré. Mis pasos sonaban con un eco tenebroso. Por si acaso, tenía mi mano aferraba al mango del hacha, la cual descansaba en mi espalda. Cuando estuve lo suficientemente cerca de la mujer que dormía, esperé un ataque sorpresa. Pero nada pasó. La miré sin saber muy bien qué hacer. Así que mientras me decidía si despertarla o no, me puse a explorar un poco. Empecé por inspeccionar los bancos.
Revisando en los blancos, se fijó Egin en que estos tenían algo de polvo encima. Pero no parecía ser un polvo normal, no... más bien parecía ser aquel polvo que dejaban caer al morir los entes a los que había estado enfrentando Egin en su camino hasta la catedral. Parte de ese polvo estaba condensado, sin embargo, en una especie de objeto con forma de estrella de cuatro puntas. Y en otro banco, uno de los más cercanos a la estatua, una especie de piedra que brillaba con fuerza descansaba. Ah, rebosaba éter: tanto que Egin casi podía sentirlo solo con acercarse. Obtienes Cristal desintegrador. Obtienes Fragmento etéreo.
Egin En los bancos hallé bastante polvo. Noté que se parecía mucho al que dejaban caer los enemigos que derroté en mi camino hacia aquí. Aquello me dejó un poco pensativo… ¿Y si los devotos que habían estado aquí fueron convertidos en esas cosas de recién? ¿O tal vez… desintegrados? Porque hallé un cristal que parecía bastante peligroso, por lo que lo guardé para que ninguno de los otros Elegidos se lastimara si lo encontraban. También tomé ese otro objeto rebosante de éter, al menos así sentían mis músculos la cantidad que manaba del mismo. Guardé con cuidados esas cosas en mi bolsa. Reinaba demasiado silencio. Ni siquiera se escuchaba la respiración de la mujer, aunque su torso se movía al ritmo de su adormecido aliento. Por mi parte, miré más de cerca la figura de cerámica.
Egin pudo fijarse más detenidamente en la figura. Era curioso ver cómo tenía todo lujo de detalles, pero, sin embargo, su rostro no podía divisarse. Ni un ápice de su cara era visible, tapado por el pelo que caía y ensombrecido, oculto de miradas indiscretas. Sobre su cabeza había una especie de halo de luz, como un círculo que trataba de hacerse ver brillante, destacando su vivo color dorado sobre el resto de la figura o estatua. Y la ropa que llevaba, una túnica blanca, caía desde uno de sus hombros, solo sujeta por el otro. Bajo la estatua, en el altar, había una inscripción. Pese a que la chica estaba sentada delante, su espalda no se apoyaba en el altar, así que Egin pudo leerlo: "Presta tus plegarias a la Diva de la Luz, quien tú peregrinaje ha guiado, desde la sombra de su luz eterna. Artemisa, que trae orden al caos, sea aquí venerada. Tal es la devoción que se le debe". Ah, así que la mujer que estaba representada en esa figura de cerámica debía ser Artemisa, ¿eh? O, al menos, su forma humana. Qué curioso que todas las divinidades fuesen siempre representadas con forma humana... saltaba a la vista que el templo fue creado por humanos, y la estatua, por supuesto, también. ¿Llegó alguno siquiera a ver a la diosa como para saber cómo se veía realmente...? Y, ¿qué exactamente era lo que protegía y creaba Artemisa? El resto de divinidades lo dejaban claro: el Sol y la Luna, la vida, la muerte, pero... ¿qué función tenía la "Diva de la Luz"?
