Crepúsculo Cahaya's Eien [Halloween 2020]

Tema en 'Fanfics sobre Libros' iniciado por Brunchi, 13 Octubre 2021.

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  1. Threadmarks: SINOPSIS
     
    Brunchi

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    Cahaya's Eien [Halloween 2020]
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Fantasía
    Total de capítulos:
    14
     
    Palabras:
    1392
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    ¡Hola! Espero que esten bien principalmente, segundo, este nuevo proyecto será una historia corta que solo sucederá y estará envuelta con los acontecimientos de la Saga de Crepusculo.

    No tendrá lazos de amoríos. Al menos eso creo. Podría salir de los establecido pero no lo se.

    Esta historia intentaré publicarlo por todo octubre, sería como un especial de Halloween. Así que... espero lo disfruten.
    OBSERVACIÓN:

    —Es una historia que llevo maquinando mucho tiempo, Cahaya's Eien es mi personaje oc.[Y si, está inspirado en el nombre que le puse al cómic de Cahaya's, ya que es su versión de cada modo y Fandom temporal, seria su doppelganger] Y su historia, esta enlazada con el sabor de la pelicula de Coco[Osea tiene escenas de efectos especiales o flores naranjas como en la peli]. Ya que es mi favorita. Pero no es como la Catrina, la Catrina de mi historia rompe muchos estándares y no es como ninguna ya contada. Es un poco mas distinta.

    —Los Cullen en este libro no tendran los aspectos comunes, no saltará mucho de la realidad como que tengan superpoderes o cosas así. Cada parte tiene su explicación solo deben leer muy bien. Por lo tanto será como un universo alterno y fantasioso en el caso hipotético que tuvieran un alma. (Cosa que no es una realidad, ya saben que no) pero como es un fanfiction. Y soy la escritora puedo romper estructuras por ser una historia sacada de mi cabezita loca.

    —El elenco de los Cullens no me pertenece, pertenece a Stephenie Meyer.

    —Está historia la publiqué el año pasado, con temática de halloween en Wattpad. Mi usuario sigue siendo el mismo: Brunchi11.

    SINOPSIS

    —Sería grandioso respirar un poco de aire sin tantas responsabilidades...

    Una figura femenina iluminada tenuemente por las luces del mundo de los recordados y muertos, aquella magica oleada naranja rojiza. Tal cual pétalos de caléndula embelleciendo el mundo con ellas. Su porte serio tras aquel craneo blanco con dibujos armoniosos y la paloma blanca con la palma de olivo cual totem de su espíritu mismo. Cuencas oscuras donde ojos debían poseer mas no las había. Y una gran rosa roja siendo la acogedora pinza que su ferviente rasgo de cabellera oscura. La fémina observaba el lugar tranquilo y festivo con un aura agotado deseoso de escapar de todo por unos momentos.

    —Eso lo dices por cada halloween que pasa.

    El silencio cargado de cansancio fue roto por la voz aterciopelada y ronca masculina. La fijación del rostro femenino hueso cayó en una esquina contraria a su posición, observando al flameante fénix, quien se acicalaba añgunas plumas de fuego haciendo caer algunas en la charola volviendose así cenizas en la misma.

    —Maldito gruñon.

    Aquello había logrado que la ave magestuosa la mirase con filo, y se escuchase un chasquido del fuego palpitante contra la charola de metal.

    —Maldita depresiva.

    Esa frase no la inmutó como debió pero tan solo se alejó de la ventana encaminandose fuera de aquella habitación. Aburrida de aquella discusión.

    —¿Irás a molestar a nuestra querida Delaila?

    [Delaila Moreno, era la secretaria y algo así como subdelegada de organizar los papeles, como cuidar el orden dentro del mundo de los Recordados o muertos.] Preguntó el fenix una vez conseguido su mini victoria, extendiendo sus alas hacia el recorrido de escaleras abajo, que a su vez tenían un efecto de parecer que bajaron para subir a un cuarto específico, un despacho neutral y lujubrioso, pero con pequeños toques rojizos iluminando lo neutral.

    —Deseoso de uniros para un regaño en mi contra, ¿no, míster fénix?—contraatacó con una voz irónica y con cierto brillo de suspicacia al encarar al fenix.

    Una vez se detuvo frente a un asensor pasando a un costado, la cocina que parecía haber sido sacada del cuento de los 7 enanitos. Oprimiendo así un simple boton calaverico.

    —Delaila es agradable a diferencia de ti. Que siempre estas incordiando mi alma. Además de llamarme gruñon, no soy un viejo cascarrabias, soy un ser jovial, hermoso y...

    —Eso lo dices querido mío, por haber renacido más de lo que tu pequeña cabeza de chía pueda recordar. Tu alma es más vieja de lo que puedas contar. —dijo entre una risa frívola pero ronca a la vez— No olvides que te crío en cada vez que vuelves a ser un polluelo, o es acaso que debería decirte: ¿bebé llorón?

    Al escuchar aquello chista de verguenza y enojo el fenix saliendo por la ventana.

    —Mejor vete a respirar y luego habladme si me necesitas. Cada día estas más insensible.— esas palabras fueron las ultimas escuchadas del fénix.

    Ella suspira con cierta tristeza ante el vacío que ahondaba cada vez su ser. Después de la noche anterior, su humor había cambiado demasiado a uno muy toxico. Los ancestros que velaban el orden mientras ella guiaba a las almas al descanso habían dicho algo que no quería reconocer o tal vez no quería aceptar que se estaba repitiendo la historia.

    Si bien la Catrina anterior la había elegido a ella para velar por el mundo de los muertos y su seguridad. Sus días en el mundo se acortaban ya no había gente recordandola en el mundo de los vivos, y para que eso pudiera tener un letargo un poco más, habían dos opciones fáciles para todos, difíciles de tomar para ella.

    La opción era sencilla para los ancestros, se enamoraba de un ser para que contrayecen matrimonio casandose para la eternidad amada y feliz, dando su energia eterna al mundo y al amor. Pero en ese plan habían huecos ella no era facil de compatibilizar, conocer ni mucho menos amar a un ser que tuviera el porte y caracter de soportarla y dos, no iba a caer en el amor, por el amor murió en soledad, mataron por su amor a inocentes y por ello era juzgada por chismes y malos recuerdos por todos. Aunque una mitad se salvase no era lo suficiente para salvarla, había gente que la amaba y cuidaba, pero todos eran pertenecientes al mundo de los recordados ninguno estaba vivo. Y la otra opción era encontrar una sucesora, aceptar ser olvidada para ser torturada por aquellos que quedaron en el olvido. Su caracter y empeño en proteger al pueblo la hacía imposible de matar en aquel mundo de los olvidados con demonios grotescos hambrientos de vida y recuerdos, pero cuánto mas pasase los tiempo menos gente había allá para seguir adelante en memoria.

    Sin darse cuenta había quedado justo en el portal de la vida, de los humanos, la divisoria que solo ella podía abrir o cerrar, la guardiana de la puerta del "cielo" y muerte. Un cargo alto e importante que velar.

    No se había dado cuenta en que momento lo había traspasado, la calma había inundado su ser al traspasar el portal transparente. Que al parecer la había traído a un bosque en específico, el bosque de Forks, donde vivían seres sumamente contradictorios a los que hayan visto.

    Seres que se revelaron en su naturaleza.

    En su costumbre.

    A su vida.

    A su muerte.

    Como ella.

    Así los veía ella a los Clan Olimpico, los Cullens.

    Y a pesar que no soportaba a los humanos, su misión estaba ligada a ellos, y para variar la misión de vida de uno de ellos estaba ligada con la de una humana. ¿cuándo había ocurrido aquello? ¿Cuándo unos muertos se enamoraban de los vivos?

    De que poseían aun el espíritu y alma lo hacían. Pero, al verse como monstruos no podían ascender como seres libres de culpa quedando en esa forma de vivir eterna. Bueno, al menos esa era su hipotesis, ya que veían sus halos de vida atados aun a esos cuerpos muertos, no poseía otra explicación mas valida que daba su cabeza a esa situación.

    Aunque no era mala idea quedarse para ver si era una hipotesis falta o real. Despues de todo halloween aun estaba lejos de festejarse.

    La Catrina Cahaya's Eien, anfitriona importante de aquella festividad se quedaría en Forks para encontrar soluciones a sus dudas, pero tal vez darías con respuestas a sus propios conflictos existenciales.

    ¿Quién sabe? Tal vez estar con vampiritos sea mas interesante que aquella vida tan festivo que parecía morir en la memoria de su inminente olvido.





     
    Última edición: 13 Octubre 2021
  2. Threadmarks: Capítulo 1. Calaverita Curiosa
     
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    Estd son las versiones en como la Catrina se ve dentro de la historia. Así como ser sobrenatural, como también en la forma humana. [​IMG][​IMG]

    Capítulo 1
    CALAVERITA CURIOSA.

    No podía mantenerme todo el día recostada como muñeca en los troncos de ambos bosques, por ende, me sentía como aquellos pequeños que vivían en el mundo de los recordados. Con su actitud curiosa de calaveritas. No sabía a que se debía el buen humor que traía estar en Forks. Tal vez se debía a la calma y al clima junto al color verde por todos lados. Sombrío, tranquilo y con una luz suficiente para iluminar un poco el camino. Era totalmente distinto a la luz cegadora de su mundo fiestero.

    Había olvidado demasiado de la vida humana en todo este tiempo, que la calma que corría por aquellos bosques lejos del pueblo pequeño era tan sublime cual canción de cuna. La humanidad no había cambiado tanto desde la última vez que había pisado esta tierra por voluntad propia. No era coincidencia de la vida que el portal la trajera a este destino. No era una excusa, desde hace dos años que andaba observando la vida de estos seres, desde la primera vez que pudo recibir la orden de vigilar a los propios monarcas de esta especie hasta el tiempo actual, sabía lo necesario de cada especie sin embargo de Carlisle Cullen le había intrigado su manera tan tranquila de desenvolverse en el mundo humano, la sangre humana, el cariño a los hijos que había adoptado para evitar la soledad.

    Cada uno contaba con una historia tras ella, muchas veces había pensando en presentarse ante él y darle la opción de decidir pero al menos ahora podía notar que por su lado no necesitaba ese escape al mundo de los recordados. Carlisle no tenía a nadie para recordarle en vida, todos sus parientes habían terminado en su mundo. Todo lo contrario al resto de los miembros del Clan. Había tanto por dar pero la decisión era difícil de tomar.

    Hoy por hoy, se encontraba observando el pequeño pueblo de Forks entre una de las firmes ramas de un pino alto. Donde podía notar tanto el territorio de los vampiritos como los metamorfos. Sentía que si se acercara a este ultimo, sus huesos tal vez estarían en peligro por ende sería adecuado que se presentara ante el pequeño Billy después de tanto tiempo, pero en su visualizada forma humana artificial porque de viva no tenía nada mas vivo que su propia alma misma.

    Bajó de un salto al suelo, crujiendo un poco entre sus huesos pero era tiempo de hacerse ver al menos por el mayor del Clan, lo bueno de estas muerta es que solo permitiéndose a uno su reconociendo de estado se lo puede leer, sentir, y ver. Los sentimientos eran otra historia.

    No fue difícil descifrar el lugar donde estaba Carlisle Cullen, agendó una visita con el doctor rubio. Fue atendida en la recepción y luego guiada al consultorio. Todo había sido tan lento, tan pacífico que empezaba a sentirse más tranquila que lo que acostumbraba estar.

    —Buenas tardes, disculpe la demora, Sra. Eien.—dijo Carlisle al entrar al consultorio con su estetoscopio colgando en el cuello, con aquella bata blanca.

    —No se preocupe, doctor. Tengo tiempo para una espera.—respondió la joven de cabellera corta negra con una parte rasurada de un extremo con ojos avellanas y piel medianamente pálida.

    —Muchas gracias por su comprensión, en que le puedo ayudar Sra. Eien.—educadamente contesta el rubio.

    —Tengo ciertas molestias en las costillas al respirar, es como si mi pesa fuera contraproducente y no me dejara respirar al estar acostada o sentada en la cama. No se a raíz de que podría ser—empiezo a contar.

    En este cuerpo esas eran las dificultades, odiaba fingir respirar pero era mas molestoso saber que habría incomodidad al hacerlo. Aunque para cualquier motivo esto era solo una excusa. No quería ser descubierta tan pronto, quería investigar.

    —Entiendo, ¿desde hace cuanto tiempo te sucede esa sensación de incomodidad?—dice mientras escribe algo en la placa de información.

    —Desde hace una semana, no estoy con problemas de sobrepeso. Sin embargo me siento pesada en este cuerpo.—suspiro mordiendo levemente mis labios al sentir extrañeza.

    Esta ilusión y cuerpo no lo usaba desde hace tiempo, por ende, sabía que me iba a costar sin embargo, no creí que sería tan incomodo usarlo.

    —Podría ser masa extra por la presión que me dices, sin embargo, deberemos hacer muestra de sangre y tal vez descubramos alguna alergia.—dice Carlisle anotando la certificación para cada estudio clínico.

    —Entiendo, ¿por el momento podría recetarme algún alimento para al menos aliviar la incomodidad? Realmente deseo comer algo sin sentirme de esta manera —digo algo incomoda, mas por el hecho de tener que buscar sangre sana que por mi.

    —Por el momento podría tomarse estas vitaminas y cenar ligero, tal vez productos integrales. Hasta el momento de ver los resultados.

    —Perfecto, todo sea por poder ingerir algún alimento—admito con sinceridad. Aquello traería mas éxito al plan de pasar desapercibida.

    Después de esa charla me dio los documentos, me concertó para una fecha indicada a dos semanas, y luego pasé por los lugares correspondientes a pedir algun diagnostico de sangre no registrada como también intentar consumir algo. Aunque no lo necesitase.

    (...)

    Ya en la noche, me dispuse a esperar en el territorio neutro entre el río de ambos clanes, al pasar por los bosques de la reserva no tardé mucho en recostarme contra uno de los arboles y disimular estar dormida. Un joven moreno, de buen porte se acercó y me acompañó hacia el lugar que necesitaba llegar, aunque con extrañeza y desconfianza se presentó como: Sam Uley. Con solo una conexión de miradas pude investigar acerca de su historia y vida. Lo más probable era que se quedase con el pequeño Billy, que ahora me daba cuenta que ya no era tanto como aquella vez.

    Una vez crucé el portal, lo supe.

    Billy Black no estaba mucho mas joven de lo que recordaba, pero dada nuestras diferencias de tiempo aun tenía derecho a llamarlo el pequeño Billy.

    —Cahaya's...

    Se quedó sorprendido al verme, al parecer otro habitante dormía en aquella pequeña cabaña sin embargo, ahora ya comprendía de quién tanto alguna su esposa me había hablado, ya había un pequeño Black vivo en esa generación y se encontraba dormido en otra sala.

    —¿La conoces Billy?

    —Es... es familia. No esperaba tu visita, pensé que no tenía tiempo.

    Las palabras eran aun con el tono de sorpresa pero no me puse contener y mis ojos brillaron al ver el pequeño destello del espejismo de ver cuanto había madurado aquel pequeño pero seguía allí vivo a pesar de todo.

    —Nunca es tan tarde para tomarse un tiempo para visitar. Te extrañé mucho, pequeño billy.

    Esa frase había dado un temblor en mi ser, pero lo ignore cuando sentí que todo parecía tomar un sentido. Tras sentir su calidez.

    Tras aquello Sam se había retirado, Billy me dejó quedarme en su hogar por esa noche. Ya mañana tendríamos tiempo para ponernos al día.

    Sin embargo, yo sentía que con este día una duda se había resuelto, pero otra se había abierto, ¿por qué estaba segura de no tener quien me recordase?¿acaso era por este motivo? ¿por no visitar? ¿podría como Catrina visitar también a quienes aun la recordaba?

    No sabía. Pero lo descubriría.

    Aun se sentía con tiempo.

    Hoy había matado a dos pájaros de un tiro, mañana tal vez sería otra nueva aventura agotadora pero estaba lista de esperar al tiempo tan lento por saber mas acerca de sus dudas.

    [​IMG]

    Sin embargo del otro lado del portal, en el mundo de los recordados nacía preocupación. Delaila se encontraba regañando al gran y majestuoso fénix por haber dejado desprotegida a la Catrina después de aquellas palabras dichas.

    El fénix se sentía más pesado, tal vez había sido muy cruel. No había considerado que el peso de la reunión pasada daría algún estrago en la consciencia de su catrina, de su protegida. Pero en vista de su desaparición, todo parecía demostrar que si había tocado una fibra sensible.

    ¿Realmente su Catrina se encontraba arrepentida de no haber intervenido o era acaso su muestra de rendición el abandonarlos? No lo sabía pero encontraría una manera para salir sin levantar mas preocupación en los ancestros. Mientras que Delaila intentaba mantener todo como vice y secretaria del equilibrio para el festival y encuentro con los seres queridos. Mantendría toda la calma posible ante todos hasta saber noticias de ella.

    No creía capaz a su gran maestra de abandonarlos, algo debía estar pensando demasiado profundo como para desaparecer ya como un mes del mundo. Tan solo esperaba que los demonios no se enterasen porque aunque el fénix fuera feroz, sin su protegida su concentración no era tan optima.

    «¿Dónde estas Cahaya's Eien?/¿Dónde te metiste?» pensaron dos seres que se preocupaban a su manera de la Catrina, que la querían y harían lo que sea por darle libertad pero si no volvía tenían miedo de ya no volver a disfrutar de su compañía.
     
    Última edición: 13 Octubre 2021
  3. Threadmarks: Capítulo 2. Tremendo Susto
     
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    Capítulo 2.
    TREMENDO SUSTO

    Toda la noche me mantuve en el cómodo sofá, ya había recorrido toda la cabaña observando uno que otro recuerdo del mismo. Se notaba a leguas que me había malacostumbrado a observar mucha viveza y habitante femenino sea por donde sea que pudiera ver, pero aquí era un lugar un tanto intimo y difícil de olvidar a una mujer. Esa mujer, si que sabía molestarme siempre me reprendía ante la decisión de no visitar a mis pocos amigos vivos. Nunca la acompañé a visitarlo, ella tampoco tenía el coraje suficiente por tanto dolor de causarle a sus dos personas especiales. Pero sabía que este año aquello cambiaría una vez la señora Black supiera que estaba en su hogar, gritaría por todo el mundo por no avisarla. Pero ni siquiera yo iba a ser tan predecible como todos quisieran en mi. No estoy para complacer. Al menos siempre quise creen ello. Pero bueno, Billy había salido con ayuda de Sam en dirección al consejo muy temprano habiéndome dejado la misión de conocer al pequeño Black por mi misma.

    Algo en mi interior quería creer que Billy se pudiera creer que yo, la Catrina del mundo de los muertos, no tendría tentaciones de hacer travesuras a los pequeños. Tal vez, ese hombre que parecía encerrado en aquella silla de ruedas quería que me diera a conocer como era. O simplemente quería que quitara por los buenos tiempos y métodos la holgazanería en su hijo. Ya que este mismo había estado mucho antes ensimismado en arreglar un viejo auto. Por ende, eso podría explicar el porque seguía durmiendo.

    Hace como media hora que Billy y Sam se habían marchado, ya no soportaba la ilusión por ende me encontraba en mi aspecto original recostada en el marco de la puerta observando al bello durmiente quien inclusive babeaba como si estuviera comiéndose almas de algún animalitos o fuegos ardientes, bueno, mas bien carne asada supongo.

    Ahora tocaba esperar tal vez, no se cuanto tiempo se tardaría un humano en darse cuenta de mi presencia pero se supone que los descendientes tendrían algunas cosas por despertar, más aun contando con la existencia de la familia Cullen al otro lado de la reserva. Pero supongo, que podría deberse a que el joven no conocía nada mas que la casa del humano llamado Charlie, amigo de Billy y su hija, mas allá del pueblo no conocería nada mas.

    [​IMG]

    Punto de vista: JACOB BLACK

    Estaba molido del día anterior, papá me había regañado por haber desperdiciado tiempo en arregla el coche que Charlie había pedido hace unas semanas del desguezadero que mi moto, quedando sin medio de movilizarme para realizar sus propios recados.

    Por ende, cuando vi que iba a empezar con la cara larga, prometí que los haría una vez estuviera despierto al día siguiente, sin embargo, desde que escuché en el fondo sus voces de despedirse con la compañía de Sam. Pude entender que podría estar aun molesto por no cumplir con mis obligaciones.

    Además de estar con la parte mecánica, debía ir aun a clases en la reserva. Todo era demasiado agotador, ¿por qué era tan difícil ser hijo mantenido? Extrañaba a Rachel y Rebecca pero ambas habían elegido su estilo de vida lejos de Forks, y la reserva. Mientras que por mi lado ni me imaginaba un punto mas allá de lo que ya tenía viviendo en el presente.

    Unas pisadas secas habían inundado el ambiente tranquilo sin la presencia de mi padre. Por lo que aquello me había extrañado, ya que no había signo de haber otra persona cerca con él, por ende, aun adormilado decidí despertar.

    El día empezaba a tomar parte de iluminación fuera de la casa. Suspiro al sentarme, estaba demasiado tenso y adolorido, debía haberme bañado antes de arrojarme a dormir. Sin embargo, al levantarme y masajear mi cuello como para ir en dirección al baño.

    Mi cuerpo se tensa al ver una silueta borrosa entre mis movimientos adormilados. Giro el rostro para ver que era aquella silueta que sabía que no podía ser ningún reflejo. En la reserva no había hoy en especial demasiado sol.

    Mis músculos se tensan y mi respiración se corta, todo en mi yace estático ante lo que mis ojos lograr ver. Una figura cadavérica, con huesos exponiéndose tanto en el rostro como brazos y manos me observaba, o bueno eso podía notar por el único ojo visible pero este se desapareció en un pestañeo, me respiración se entrecortó y tropecé con mis pies cayendo al suelo.

    Eso no estaba antes en mi pieza.

    E-eso tiene b-boca extraña.

    Oh dios... se esta acercando.

    ¡Ay, Mamá! ¡la muerte ha venido por ser mal hijo!

    —¡Perdóname la vida!

    Grito con mi corazón en la garganta al ver que se acerca a mi, siento el dolor en mi cabeza y espalda ya que dieron con la mesita de noche. Me quejo levemente, con mi cuerpo temblando. Voy a morir, voy a morir, y no se salir de esta pesadilla.

    Papá perdóname por no hacer tus recados, prometo que si sobrevivo no me quejaré a llevarte con Charlie Swan.

    La silueta que ahora se acentúa frente a mi como la de una mujer con un vestido bastante extraño pareciera que son rosas que cubren estratégicamente su cuerpo, pero al final no podía ver mas allá que su rostro. No habían cuencas ni ojos tras su cabello ni flequillo. ¡Era la misma muerte!

    —Vaya, el mocoso tiene miedo a la muerte, esperaba mas de los Black. —chistó no se si poseía lengua pero había sonado a ello.

    —N-no soy...un niño...

    Me quejo, ya tenía dieciséis años, además era mas carnoso que ella y... Mi cuerpo falla quedando congelado al sentir su fría y huesuda mano en mi rostro, mientras se acerca a susurrarme algo, trago saliva.

    ¿Por qué maldita sea no está aquí papá para salvarme?

    Voy a morir.

    Y no arreglé mi moto...

    Ni los otros proyectos...

    —Deja de pensar en desperdicios de tiempos y escúchame bien. Billy Black me ha dicho que no haces tus deberes. Y viendo como has estado como un holgazán, he venido hoy para redimir tu alma y comérmelo para ponerle fin a tu vida, pequeño Jacob Black—dijo la voz femenina ronca, y muy frívola.

    Las lágrimas salían mis ojos, abría y cerraba la boca. Las palabras no me salían. Era demasiado joven para morir.

    —Y-yo...

    Todavía no le había dicho de mi amor por Bella...

    Todavía no había tenido la oportunidad de verla de nuevo...

    Yo... yo no quería morir.

    —NO ME MATE. SERÉ UN MEJOR HIJO. LE AYUDARÉ CON TODOS LOS RECADOS A MI PADRE, HARE LA TAREA... TODO HARÉ...—suplico por mi vida, sollozando.

    Pero su movimiento a cambiado, el ojo que había desaparecido tiempo atras aparece, la masa muscular, y un atuendo más normal. Con una cangurera roja y jeans oscuros con zapatos deportivos empieza a deslucir su figura terrorífica.

    Pero lo que más me descoloca es escuchar su risa y ver que aquellos ojos marrones claros se burlan de mi.

    —¿P-pero Que?

    —Hecho. Te perdoné la vida. Has buenas cosas, se un buen hijo y no molestes a tu padre. —acepta mientras retrocede hasta el marco de la puerta—Eres un alma muy pura Jacob Black. Y por eso, hoy te ganaste el privilegio de conocerme.

    —¿C-conocerte? ¡Pero si viniste para matarme! ¡ay! ¡todo fue por mi papá! —exclamo alterado, pero siento el sudor frío al sentir como cada escena se vuelve a repetir frente a mis ojos de lo que ha sucedido desde que desperté hasta ahora, trago saliva temeroso levantándome del sueño—...¿Eres la muerte o que eres? ¿Cómo conoces a mi padre? ¿Quién eres?

    —Soy Cahaya's Eien, y soy la protectora del mundo de los muertos. O también la guía del cielo para los muertos. Para ti pequeño humano, sería más explícitamente conocida como la Catrina —se presentó con una sutil mirada misteriosa pero lúgubre.

    Aquello volvió a causarme escalofríos. Pero no había dicho como conocía a mi padre. Pero no me animada a preguntar mas. Ella era demasiado intimidante.

    —Soy una conocida de tu padre, y solo estoy de visita. Si me disculpas me marcho—dijo al ver que no respondía.

    Mi voz se había largado a otro continente pero tampoco sabía si lo que estaba pasando era real o que, pero... espera dijo Catrina.

    Eso, ¿eso acaso no es otro ser de otro país con otra cultura mítica?

    No pude evitar correr por respuestas a trompicones pero cuando había llegado a la puerta ella ya no se encontraba por ningún lado.

    Joder. Que día mas terrorífico.

    Tremendo susto. Ese papá no lo creí capaz de tanto.

    Suspiro, mi estomago gruñe mucho, muero de hambre e intento recuperar mi aquejado espíritu. Esta situación me supera.

    Que raro suena mi comienzo de día, conocí a la Catrina que debería tal vez estar dicha como leyenda o historia de terror para niños, pero la misma en carne y hueso me había dado tremendo susto...
     
    Última edición: 13 Octubre 2021
  4. Threadmarks: Capítulo 3. ¡Mis huesitos!
     
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    Capítulo 3.
    ¡MIS HUESITOS!

    La Catrina se encontraba observando el mar de la playa de la Push, en una sombra cercana y agradable, recostada en una roca. Era una sensación cálida que parecía fortalecer sus huesos ante el contacto de los rayos del sol. Aunque es misma le causó una punzada en su interior, que hizo perder su atención en el resto, entre sus manos huesudas se escapaba la arena continuamente mientras intentaba recordar la sensación en su aspecto. La arena mojada, el aroma salado, y sobre todo el calor, era una sensación extraña pero a la vez daba una paz interna de la cual nunca había sentido en mucho tiempo, o tal vez ni siquiera lo recordaba.

    El calor que abrazaba su ser le recordaba a su guardián en sus primeros años cuando deseaba darle ese aliento cálido de cariño pero por sus huesos parecía no querer abandonar la sensación fría y muerta. Suspira para luego hacer un crujido con su mandíbula, ¿por qué todos revivían y crecían para volver a no entenderla? Odiaba tener que explicar todo, siempre fue de palabras sutiles.

    El recuerdo del ayer, la discusión con los ancestros la carcomía más aun cuando habían momento que se volvía traslucida ante el mundo real, por lo que intentó quedar en un termino medio, sus manos huesudas y pies huesudos, dormida y escondida por una extraña planta que crecía a su alrededor tapando lo necesario.

    No pasó mucho tiempo en perder la noción del tiempo junto al lugar, solo sintió que alguien curioseaba pero al verla grita por conmoción.

    —¡ENCONTRÉ UN CADAVER!

    Jared había entrado en pánico al ver como la pelota de voleibol se había ido a parar hacia un arbusto que antes no había en La Push, por lo que fue sin ningún tapujo o miedo pero acabó quedando mas pálido al encontrar el cuerpo de lo que parecía ser una mujer.

    Paul Lahote se acercó extrañado al verlo tan pálido, pero las palabras de bromas que estaban por salir de sus labios quedó sellado al ver que aquello cobraba vida y las manos huesudas crujían ante los movimientos. Cahaya's había despertado y ver a ambos que retrocedieron con cierto temor y temblaban sin saber si era conveniente o no transformarse en lobos para enfrentarse.

    —Vaya par, ¿teméis a un par de huesos con boca parlante? Que cobardes sois—una risa burlona terminó por salir de su ser.

    Una vez dicho aquello Paul enojó transformando en lobo y sin pensarlo dos veces se abalanzó contra ella mientras que Jared gritaba por ayuda hacia Sam, quién, se acercaba corriendo como para intentar calmar la situación.

    —¡Paul cálmate, ella no es un enemigo!—exclama Sam serio.

    Sin embargo, al ver que ninguno de los dos, tanto la Catrina ni el lobo dejan de estar metidos en su enfrentamiento le hace caso. Dando una mirada de que se tranquilizara. Aunque ambos al observar como el lobo parecía estar bailando con la mujer esquelética un ritmo extraño que con un paso hacia atras y un salto por encima hacia logrado subir al lomo del lobo gris.

    —¡Si queréis mis huesos primero tendré los suyos!

    Ante aquella frase ambos se enderezaron y Sam gritó por parar sin embargo, lo que ninguno de la manada previó ni siquiera la Catrina misma, fue el punto sorpresa de su estado, de un momento a otro, empezó a crugir y un desprendimiento completo de las partes fue la lluvia del momento para cuando Paul logró agarrar la cabeza de la mujer terrorífica y tirarla lejos por ayuda de la cabellera, siendo alejada de su cuerpo y este esparcido por el cuerpo del lobo.

    —¡Maldita sea!

    La Catrina exclamó al sentirse mareada y el movimiento de su cerebro muerto chocar contra su cráneo al momento que golpeó contra la roca. La debilidad estaba palpitando, pero los huesos esparcidos se movían como si la tierra estuviera padeciendo un temblor sísmico sin embargo, lo que no esperaba era que empezase a formarse de nuevo por si solo en un esqueleto, mientras las rosas rojas que estaban esparcidas que eran parte de la ropa iban tapando puntos reveladores. Sin embargo, Jared en un intento de desesperación y temor agarró un fémur de uno de los brazos.

    —¡Sam debemos huir, ahora, no estamos en Halloween como para pensar que esto sea una broma!

    El pánico estaba palpitando en el ambiente mientras que el cuerpo empezó a tambalearse un poco tuerto por si solo, Paul iba a saltar para atacar evitando un próximo ataque pero:

    —Detente ahora mismo Paul, es una orden. —dijo Sam mientras se colocaba frente al cuerpo que intentaba encontrar su cabeza.

    Mientras que la Catrina se encontraba maldiciendo a todos los lobos por aparecer en ese momento, su orgullo estaba roto, su maldita debilidad por el tiempo había sido la culpable.

    —A la izquierda.

    Decía dándole orden a su cuerpo esquelético que la buscaba a trompicones. Pero al ver que se iba a otro lado, gruñó exasperada.

    —¡Hacia la maldita roca, no a tu derecha, jodeeeeeeeer!~

    Y cuando dijo aquello el cuerpo la encontró pero la pateó por equivocación mandándola a volar por unos cuantos metros. Siendo así el porqué la frase y vocal se habían extendido un poco mas de lo normal.

    Jared ante esa escena no pudo evitar soltar una risa. Era divertido ver como aquello que parecía escalofriante se tornaba cómico de un momento a otro. Pero su risa quedó reemplazada por un grito al sentir una mano en su hombro.

    —¡Maaaaaaammá!

    Al ver como este lo saludaba soltando por reflejo el fémur del brazo al suelo. Tirando la mano lejos de el, para ver como ese se unía con el fémur e iba arrastrándose hacia el cuerpo entre un movimiento algo anormal de ver.

    Paul no entendía muy bien lo que pasaba hasta que vio como su propio Alfa ayudaba a colocarse la cabeza a la criatura calaverita. Quien iba regañando a su cuerpo por la idiotez y torpeza. Quedando así en una pieza nuevamente.

    —C-creo... que tanto Paul como yo necesitamos entender que esta pasando aquí, Sam.—dijo rompiendo el momento de charla entre ambos.

    La Catrina se cruzó de brazos, muy indignada por la situación. Nunca iba a admitir nada frente a ese par de hombres.

    —Bien, Paul vete a cambiar, nos reuniremos en la cabaña con Emily, creo que es tiempo de aclarar bien las cosas.—dijo Sam accediendo, mientras aun le daba ciertos escalofríos estar manteniendo la ayuda al cuerpo de la mujer esquelética.

    —Lo ideal. Luego me quejaré con el consejo por su actos maleducados de quitarme mis huesitos. Esto no se quedará así.—dijo con frivolidad Cahaya's

    La manada había quedado encontrarse pronto, mientras que Sam iba acompañado por la Catrina hacia el auto. Este día parecía prometer mucho al momento de locos que había visto.

    ¿Cuál sería la reacción de Jared y Paul al saber que esta mujer era un familiar importante de Billy? Y por sobre todo, ¿Qué hacía ella tirada en la playa, acaso no los había visto venir?《esas eran las dudas que cruzaban la mente de Sam, sin duda no se esperaba nada esta situación al haber despertado. Ni mucho menos la charla que previamente había tenido con Billy, Harry y Sue.
     
  5. Threadmarks: Capítulo 4. Confesiones y sorpresas.
     
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    Cahaya's Eien [Halloween 2020]
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    Género:
    Fantasía
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    Palabras:
    2028
    Capítulo 4.
    CONFESIONES Y SORPRESAS.

    La manada Quileute se encontraba reunida en la cabaña del Alfa con la compañía del consejo y la visita, quien se encontraba observando arisca a Jared y Paul quienes tampoco se encontraban cómodos ante su presencia en ese lugar.

    Billy Black debía admitir que aquella escena era peculiar pero divertida, le hacía recordar a sus días de juventud y en el día que la conoció.

    —Bueno, primeramente quisiera saber que habéis hecho para incomodarla, no os calléis muchachos —dijo rompiendo el silencio.

    —La encontramos en la playa, mientras jugábamos voleibol.—admitió Jared con los brazos entrecruzados, claramente incomodo junto a un escalofrío recorrer su cuerpo al recordarlo.

    —Jared se sorprendió, me insultó y la ataqué. Es una amenaza. Un ser desconocido estaba en todo mi derecho —dice a la defensiva Paul Lahote mientras la mira.

    —Pero entre su disputa, ambos salieron afectados en pánico, ya que Cahaya's se esparció cayendo en pedazos separados antes de atacarlo, aunque parecía estar danzando más que un ataque.—terminó contando Sam, mientras abrazaba a Emily.

    —¿Danzando? ¿Ataque? Vaya, parecen estar muy activos últimamente estos jóvenes —dice el viejo Quil mientras se acaricia la barbilla un poco divertido.

    —Se suponía que Sam les avisaría de esta visita en particular. ¿por que has demorado?—pregunta Sue Clearwater estando a lado de Harry Clearwater.

    Sue sabía perfectamente quién era la Catrina y visita en particular, después de todo la había conoce mediante Billy, aquella vez de niños.

    —Se me pasó de largo. Lo lamento, era mi responsabilidad—dice Sam arrepentido.

    Ocasionando que los chicos lo miren incrédulos al empezar a entender que parecían ser los únicos sin enterarse de nada.

    —Tranquilos muchachos todas las dudas debidas de saberse serán respondidas por nuestra invitada el día de hoy.—dijo Billy antes de que Harry dijera algo.

    La Catrina tan solo se dispuso a sentarse en uno de los muebles y acariciarse el sien derecho con cierto cansancio.

    —Si no es mucha molestia, puedes empezar a hablar—dice Harry algo reacio y desconfiado.

    Ella inhala aire y la exhala suavemente para encontrar paz en su interior. Realmente detestaba tener que dar explicaciones, se supone que estaba de vacaciones como para estar recordando su puesto y lugar en el mundo.

    —Soy Cahaya's Eien, La Catrina de Mundo de los muertos, anfitriona de la festividad conocida como Halloween. O también por el día de los muertos. —se presenta una vez más— Espero que escuchéis con atención porque no lo volveré a repetir, no estoy en obligación de hacerlo señores.

    Harry frunce ceño ante la actitud de la mujer cadavérica pero al ver que los demás parecen conocerla, se muerde la lengua por el momento. Podría ser igual de peligrosa como los caras pálidas y Billy la recibía en bandeja de oro en el hogar.

    —¿A qué has venido? Te has escapado de tu corral moribundo
    —exclama a la defensiva Paul, mientras la observa de brazos cruzados.

    —Paul... no la líes mas, joder—musita Jared aun incomodo.

    —Cállate Jared. —espeta molesto.

    —Paul, silencio, deja que hable lo que tenga que decir —dice serio Sam sin intimidarse ante la mirada de incordio de Paul.

    —Tks..

    —En definitiva he de ser irreverente en vuestro hogar, pero como diré una vez más y ya lo he dicho frente a Uley, estoy visitando amigos. Igualmente poca y nada me interesa saber si me creéis enemiga o salvadora. —dice mientras su mandíbula va craqueando tras cada palabra.

    —No has cambiado nada de la última vez, querida—dijo Sue mientras se acercaba con un vaso de algo caliente humeando.

    —Siempre tan amable, tienes un esposo de mente cerrada por lo que veo. Es curioso volver a verte pequeña.—dice agradecida entre palabras ocultas ante el liquido humeante.

    Los que la conocían eran pocos, y por situaciones distintas. Pero no se podía evitar el hecho de la incomodidad de ver como el liquido pasaba por la garganta y el estomago de Jared se le había revuelto. Mientras Paul se volvía pálido al ver como esta ni se inmutada de la situación que daba ya que al estar en huesos el liquido pasaba por su cuerpo pero al volver a caer al suelo este desaparecía como si algo se lo comiera en el vacío.

    —Entonces los conoces, tienes agallas para hablar así frente a mi. La seguridad orgullosa en tu porte es palpable. ¿Qué tan ciertas son las leyendas que provienen de ti? ¿Qué me asegura que no dañaras a nuestra gente?—dice reacio y desconfiado pero tranquilo Harry Clearwater.

    Sue traga saliva al ver la situación volverse tensa, ella sabía que los chismes los detestaba pero no tanto como parecía demostrar la joven cadavérica frente a ellos. La taza había quedado suspendida en el camino a su mandíbula y los huesos de la mano craquearon y chocaron con la cerámica en un chasqueo escalofriante. Los chicos se sentían amenazados, parecía que la invitada rompería la taza en cualquier momento. Era demasiado claro la molestia en respuesta a esa pregunta.

    —Los humanos sois los peores y malagradecidos en tener vida. Consumen chismes carentes de sentido, por ello aborrezco la raza humana, nada ha cambiado desde la ultima vez.—la voz frívola y la postura intimidante puso los músculos de algunos mas tiesos que de costumbre— Los chismes existen para infravalorar datos y crecer en popularidad por aquellos que los crean, si realmente tuvieras ganas de saber sobre mi en el libro de su tribu estoy, solamente que aquella información aparece para aquellos que realmente hacen honor a estar vivos y no ser mediocres e incultos ante mi persona. Por el puesto mismo he de decir, que soy la guardiana de vuestras almas y espíritus, una vez que vuestros cuerpos mueran seré quien los guíe al mundo de los muertos, ese más allá desconocido por mentes cerradas. Si realmente fuera el malo del cuento como se me dibuja en muchos chismes, dejaría que los demonios y olvidados os consumiera en el más allá sin ningún ápice de compasión. Pero no lo hago, porque aunque vosotros no os creáis mi hogar crece con vuestras almas, los recuerdos almacenados en el ahora hacen que cada alma este viviendo en el mas allá. Y es eso lo que yo debo fomentar, proteger y hacer que se multipliquen por años. ¿Saben porqué?—dice de la manera más seria, sincera pero por sobre todo acercándose al viejo Harry.

    —¿Para qué? Por nosotros mismos podemos seguir adelante sin usted —el orgullo lo cegaba al viejo Clearwater.

    —Por qué nadie desea ser olvidado, nadie deja de ser egoísta hasta en el más allá. Uno quiere seguir siendo feliz viviendo en los buenos recuerdos de sus familiares. Por que una vez que se es olvidado, ya no hay vuelta atras... mueres y la tortura es peor que mil huesos rotos. Los humanos sois egoístas, felices y agradecidos con que los familiares vivos aun recuerden las buenas cosas porque eso los hace seres vivos. Solo que... aquello muchas veces los ciegan, orgullosos y prepotentes, no les desearía a nadie estar sin un guía para llegar a mi pueblo. Porque los monstruos que rondan en el más allá no son seres débiles como los vampiros que conocéis, son las peores pesadillas que un alma pueda tener.—dice sin siquiera cortarse un pelo de la lengua muerta.

    Pasa con suma delicadeza la taza a Sue, le da un asentamiento.

    —Gracias por su buen recibimiento. Pequeños...—saluda con educación a Billy y al viejo Quil, dirigiéndose a este ultimo quien le ofrece su mano lentamente.

    —¿Cuánto tiempo..?—pregunta sin dar una idea concisa.

    —No lo sé, aun veo borroso la fecha caducada. No te impacientes, ella te seguirá esperando.—dice Cahaya's mientras le entrega la mano huesuda.

    El viejo Quil acerca a sus labios y la besa con respeto. Con cierto brillo especial en sus ojos.

    —Muchas gracias por la visita, siempre es un honor.

    Una sonrisa ligera pero fría que no llega a los ojos de la mujer calavérica, nace ante las palabras, del viejo Quileute.

    —No entiendo, ¿porqué te diriges a ellos como si fueran jóvenes, si son mas viejos que nosotros?—pregunta perdido Jared mientras Paul se da un golpe en la frente.

    —He vivido más haya de lo que vosotros podáis contar. Y mientras siga existiendo los seguiré viendo como niños a aquellos seres que aun no pertenezcan a mis tierras. Por lo que, no seáis imprudentes y cuidadlos que más viejos cascarrabias no deseo aun —bromea un poco al tener el ambiente tan tenso.

    Logrando que los del consejo frunzan el ceño, pero Billy empiece a reír un poco. Mientras Jared lo comparte cierto alivio, tal vez no era tan mala y amargada como se notaba físicamente.

    —Entonces eres prácticamente un fósil parlante. Vaya, me parece que el mundo nos quiere matar con tanta rareza —se mofa Paul sin intimidarse del todo al sentir la mirada en él.

    —Así es, ¿o es que prefieres que tenga algo más agradable para un chucho débil como usted?—desafía con una voz burlona la Catrina, le intrigaba verlo tan imposible este metamorfo.

    —¿¡Chucho!? Serás tu la débil—iba a decir y empezaba a emanar un humo caliente a su alrededor.

    Pero es interrumpido por un zape en la cabeza de parte del alfa. Quien le gruñe.

    —Silencio, ya esta de más que tomen actitudes infantiles. —dice Sam algo desconcentrado.

    No todos los días veías el mar carácter de una Catrina sacada de algún cuento de Halloween y el mal temperamento de Paul en un mismo lugar. Además debía mantener el orden, no querían arruinar la cabaña donde estaban reunidos.

    —Bien, ya hemos terminado.

    —¿Te iras ya? Así de sencillo era lograr que te largues.—dice nuevamente victorioso Paul.

    Sacando de casillas a mas de uno, pero fue el viejo Quil el que se le adelantó y con suma tranquilidad se llevó a la Catrina que se había quedado quieta lista para empezar una nueva discusión. Lo vieron venir ante la chispa de sus ojos.

    —Eres un maldito bocón. Maldita sea que tan difícil es que te abstengas a una orden, Paul—dice Jared tragando saliva mientras se pasa una mano por el cabello.

    —Tks... me saca de mis casillas su sola presencia.

    Paul intenta salir de la cabaña. Pero al notar que ya ni siquiera hay rastros del viejo Quil ni la catrina se inquieta. ¿que tan confiable podría ser ella?

    —No me digas que te has imprimado en ella Paul.—dice Sam algo preocupado.

    —¿Yo? Imprimado. Ja! Que buen chiste, no lo estoy. No sentí nada que me atara a ella. Después de todo. Esta muerta. Que yo sepa ni siquiera ha de tener un cupo para nosotros en su mundo—dice con asco, ante la idea de ser tocado por un esqueleto.

    —Uff...que alivio.—suspira Jared volviendo a respirar—que mal rollo daría tenerla de impronta, no lo crees.

    —Exactamente.

    —Ambos vayan a comer y luego directo a sus guardias.—dice Sam mientras se queda a hablar con los del consejo.

    Ambos salen felices de ser liberados, con solo tener en sus mentes el poder comer algo de la sazón de Emily, se retiran a toda marcha sin pensarlo dos veces. Mientras que Sam se queda observándolos, Harry sale sin siquiera mirar a su esposa, parece haber quedado perdido tras la charla de la mujer. Mientras que Sue lo mira preocupado, igual que Billy, ambos comparten una mirada significativa.

    —Debo preocuparme de algo más, ¿no es así?

    —Explícanos a detalle la debilidad de la Catrina. Aunque no lo creas esa mujer tal vez parezca desalmada, pero nunca se ha mostrado así... —dijo Sue con la mirada perdida entre sus pensamientos.

    —Algo malo le esta sucediendo, y no percibo buenos presentimientos. —dice Sam después de explicarles la situación visualizada.

    —El que la Catrina este lejos de su hogar indica más allá que simples suposiciones. No la quites de vista, ella es importante tanto en la vida como en la muerte —dice Billy mientras le concede el poder marcharse.

    —Entiendo. Tan solo espero que no traiga líos con su presencia.

     
  6. Threadmarks: Capitulo 5. ¿Un fénix?
     
    Brunchi

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    Capítulo 5.
    ¿UN FÉNIX?

    —¿Serías capaz de dejar de ser tan terca y decirme que es lo que te sucede?

    La pregunta del viejo Quil sonó en el silencioso ambiente que los rodeaba, se habían ido a su hogar, la Catrina había tomado su ilusión humana viva y pasiva para no ahuyentar a otro metamorfo, se encontraba muy inestable como mantenerse invisible ante todos los seres vivos de aquella zona.

    —No me pasa nada.

    Las palabras eran demasiado tranquilas para el gusto del viejo Quil, detestaba lo orgullosa que se disponía a ser. Observándola de reojo mientras observaba el cielo nocturno de aquel día, con un leve viento que lograba mover las hojas de los arboles decidió calmarse.

    —¿Y el fénix? ¿Dónde lo has dejado? Recuerdo que aquel animalejo no podía separarse mucho de ti ni aunque lo intentara con creces. Es tu guardián protector, ¿no?

    La curiosidad era palpable en aquel viejo. Después de haber preguntado en blanco una pregunta latente en su vida después de tantos años sin verla. Era obvio que le diera algo de vergüenza, el haber preguntado cuando sería su individual marcha a las tierras que protege la mujer cadavérica. Ya no se sentía tan fuerte los últimos años, seguía vivo por su pequeño nieto pero ya no sabía como seguir adelante sin extrañarla.

    —Hace poco ha vuelto a renacer. Tiene 200 años y no es de extrañarse que ese cabezón no recuerde su habilidad para localizarme. La mente que posee actualmente es olvidadiza, solo aprovecho la debilidad de tal forma que cuando recuerde ya haya sido suficiente descanso para mi.

    El viejo Quil al escucharlo le da por esbozar una sonrisa divertida pero sutil.

    —Es curioso verte escapando de tus obligaciones, pareces una cría con ganas de libertad. Aunque siento que hiciste o ha pasado algún inconveniente más... ¿es acaso un pretendiente?

    La joven de cabello negros lleva las manos detrás de ella, al estar sentada encorvada por mucho tiempo parecía estar engulléndose en calor por ende, se apoya en las manos y brazos tensionado y rectos para simplemente dejar caer reposando su cabeza hacia tras contra su hueso de la columna de los hombros.

    —No lo es. La época de pretendientes caducó de interés hace tiempo para mi. La desconfianza que porto hacia la población masculina se acrescente aun más con el tiempo, ¿crees que tengo ganas de que un hombre quiera cuidarme? Puaj, ya bastante protección tengo con el maldito gruñón de mi fénix, ¿para que desear más de lo que ya poseo?

    Aquellas palabras hicieron suspirar al viejo Quil, tal parece que emociones realmente verdaderas solo poseía hacia ellos, y por lo que hace unas horas admitió, estaba visitando a sus amigos, y amigos por montón no tenía... siendo así como la suposición de estar en lo correcto que su humanidad iba muriendo, mas el desinterés hacia el mundo humano lo iba encaminando a una respuesta.

    —¿Haz tenido mal desenlace con el consejo de tu pueblo?

    Una vez preguntado, pudo escuchar el suave silbido de una sonrisa frívola pero burlona tras un suspiro.

    —Tus ideas te llevarán a buenas conclusiones, sin embargo, sigo detestando dar respuestas cuando no la necesitáis. Joven Ateara por vuestra salud mental le recomiendo que no escarbe a mas información que de mis labios no saldrá mas que esta actitud. No necesito que desperdicies horas de vida en mi. Ya lo tendrás en el futuro—dice la mujer de cabello negro aunque al final la mueca de algún hecho significativo al decirlo, acentúa sus sospechas, esta era amarga pero la incomodidad que le generase a su contraria era palpitante.

    Por lo que con respeto, la dejó estar. Mas allá de lo dicho no diría. Siempre se quedaba con la última palabra.

    —Esta bien, dejaré de molestarte con preguntas irrelevantes para ti. Pero fíjate en algo, aunque me cites una y otra vez que no desperdicie mi tiempo en tí, debo decirte que no puedo evitar preocuparme porque justamente eres amiga, familia, conocida y actualmente visita. Deja de consumirte en esa esfera de que nadie mas, que ese protector, te quiere por lo que realmente eres.

    —Ese es el problema, ya no hay nada de lo que vosotros conocierais. Es cuestión de tiempo que se hartéis y terminen olvidándome como el resto y...

    El viejo Quil no pudo evitar golpear su puño contra la madera donde se encontraban sentados, deseando silenciarla. Lo impacientaba su actitud. Y solo hacía ahondar su preocupación mas que antes.

    —Deja de ser tan malditamente terca y dime que pasa.—exige con el rictus afligido.

    —Estoy desapareciendo, vosotros muriendo y no hay otra opción que buscar una descendiente para que pueda seguir con mi legado. Y...—suspira la mujer al decirlo aquello con cansancio real—no quiero otra solución. Mi tiempo expirará pronto, la misión es encontrar la mujer con carácter que subirá para protegeros en las próximas épocas por vivir.

    Aquellas palabras sin duda habían logrado su cometido. Callar al más metiche pero mortificar ante tal susto y sorpresa del significado de aquellas palabras. Generando preocupación, ¿realmente eran capaces de olvidarla? ¿eran acaso ellos los últimos vivos pero pocas almas vivientes de la fuerza que la mantenía pie? Iba a abrir la boca el viejo Quil para decir algo, pero se cayó al sentir la amargura de la realidad. Era cierto, la humanidad resultaba ser cruel al abandonar las creencias en ella, su poder tal vez se estaba debilitando tanto por el recuerdo de su ser y el desinterés por seguir luchando.

    —Cahaya's...

    —Tranquilo, encontraré a la próxima Catrina y no habrá ningun peligro para vosotros. Hasta el fin de mis días estoy para cuidarlos. —dice la misma una vez que se levanta, sintiendo pesados sus parpados, el picor en los ojos era molesto.

    —Dejar cuidarte no te haría débil, no siempre se puede con todo individualmente.

    Quil iba a seguir diciendo algo más pero la misma al conectar su mirada con la de él, tan solo pudo ahogar un jadeo ante el mal rollo por venir, se movió como pudo para agarrar al vuelo pero en menos de una respiración la mujer yacía sin forma de despertar, parecía estar muerta y más terminó alarmándose al ver como los brazos se desencajaban del cuerpo para caer como piezas del mismo Frankenstein sin las coceduras en la piel.

    No sabía como pedir ayuda, no sabía que podía hacer. Estaba en shock y la abrazaba cual si fuera un niño pequeño con miedo de perder a su mamá.

    Pero un aleteo de algún ave, lo hizo observar el cielo. Y su ahogo terminó en un punto intermedio. Él había llegado, con un semblante serio pero al ver a la mujer en sus brazos este había cambiado a uno de preocupación grave. Agarrándola en sus brazos, si, el fénix fue tomando una silueta humanoide que parecía querer consumirla en llamas, y lo iba haciendo.

    —Me encargaré, respire, por favor.—dijo una voz rasgada pero firme y varonil.

    —Rocco yo... ella... ¡Dios!—jadea preocupado al lograr respirar sin embargo, su espalda se tensa al ver la mirada del fénix que parecía tragar al cuerpo entre sus llamas sin quemar el cuerpo, aquella mirada se detenía tras suyo, tensándolo.

    No sabía que podía ser, hasta que escuchó la voz.

    —¿Un fénix?

    El joven Quil, nieto del viejo se había quedado estupefacto ante tan prominente y elegante figura. Estaba flipando, sin embargo, no duro mucho por que enseguida cayó desplomado al suelo.

    El viejo Quil a tiempo evitó el golpe en la cabeza de su nieto. Aquello parecía ser cada vez mas lioso y dramático. ¿Cómo le explicaría lo sucedido una vez recobrase la consciencia? Y mas que nada, ¿era correcto sentir lo que pasaba como un presentimiento de mal augurio?

    No lo sabía, pero aprovechó aquello para velar por su nieto, y pedir silenciosamente que le avisara si podía ayudar. El fénix tan solo asintió para luego desaparecer ante la vista del viejo Quil.

    Esto era un lío, habrían cosas que explicar, y lo que más deseaba en esos momentos, era saber como poder ayudarla.


     
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    1737
    Capítulo 6.
    TONTA HUMANA

    El fénix había logrado engullirla en su fuego una vez logró hacerla despertar del desmoronamiento que había tenido momentos antes. Sin embargo al tenerla callada era un signo que tal vez estuviera de peor humor que el mismo. Por lo que la acariciaba suavemente la mejilla derecha a modo de mimo. Aunque las chispas de cuerpo físico en fricción con el fénix se crearan por esa acción.

    —Anima el rostro. Ya pronto estarás bien.

    Ella tan solo inhala el aire y suspira por la nariz. Sus huecas vacías de ojos parecían mas hundidas que antes y deterioradas. Pero poco a poco el fuego en vez de quemarla la iba curando, mientras recibía el humor medio neutro del fénix.

    —¿Por qué sigues queriéndome? ¿No ves que solo te alejo y lastimo con lo soy?

    —La respuesta es sencilla mi querida Catrina.

    Cahaya's lleva su mano hacia la mejilla del fénix y lo rasca suavemente con el dedo índice. La sonrisa amarga que sale de sus labios.

    —Nunca he sido la mejor en nada. Realmente creo que te marcaron a un destino de disgustos al ser mi protector. ¿No ves que nadie recuerda mi historia como para evitar el olvido inminente?

    El fénix quedó callado ante tales palabras, algo enojado por su frialdad pero triste por sentirla dolida con todos. Odiando cada día mas a todos los que la menosprecian, cegándola.

    —Aunque me hayan martirizado con una ama y dueña difícil, me has devuelto todas y cada una de las razones por las que lo volvería a hacer. Soy tu fénix. El que renace, te rompe la paciencia con mi juventud y chillidos de niño para volver a madurar con la mejor educación y conocimiento. No puedo odiarte. No puedo juzgarte. Porque aunque no lo quieras admitir, me quieres y proteges como si fuera tuyo, tu ser favorito en esta existencia, y para mi lo eres, a pesar del carácter de mierda... pero lo eres. Y los amigos se apoyan, se cuidan y protegen... no solo me indicaron protegerte. También me di a mí mismo ser tu amigo verdadero hasta el fin de tu existencia, tu fiel protector. —las palabras firmes y seguras la hicieron temblar, pero lagrimas nunca salieron.

    Ambos sabían que las lágrimas habían muertos hace tiempo atrás, por lo que el aura y ambiente triste eran los que se podían palpar.

    —…

    —Por favor, solo relaje el ser. Ya buscaremos una forma para solucionar este lío.

    —Es que no hay forma para cambiar lo que soy. Mi destino es dar mi lugar a una nueva descendiente y seguir el camino de la antigua Catrina.

    —¿Serás capaz de abandonar a Delaila y a mi por ese olvido que parece consumirte todos los recuerdos bonitos?—pregunta en tono de enojo.

    —Se tendrían el uno al otro.

    —¡¿Pero si serás...!?

    La catrina lo interrumpió agarrando su pico y cerrándolo con su mano empuñado.

    —Creo fielmente que serán los mejores para guiar a la siguiente Catrina, como lo hicieron conmigo en su momento. Sé que suena horrible todo lo que digo, pero prefiero delegar mi encargo y poder a un alma joven. Que aun es recordado y fuerte, actualmente solo soy un cascaron que se abastece de mis acciones brutas y pánico que causé en el pasado. Pero si me enfrentara para protegerlos, siempre me sacrificaría mas por todos y por los dos para que siguieran viviendo a que fueran dañados como algún vez lo sentí yo.

    El fénix ya empezó a llorar, le dolía las palabras de la dura realidad. Sabía de la posibilidad de encontrar el amor y salvarla. Pero en vista que el amor en pareja no era de su interés estaba buscando otra solución para no caer en el olvido a pesar de la mascara tan fría e insensible que mostraba a los demás. Sus lagrimas lograban fortalecerle, curarla mas rápido, pero ella no quería consumirlo a él, le había prohibido que hiciera aquello que solo en casos extremos podría hacerlo pero este no era ese momento.

    —B-bien, ¿Qué te parece si vamos a rondar por el instituto de Forks? Tal vez allí encontremos a la próxima Catrina.—dijo con una llaga de dolor en su corazón pero permaneciendo firme.

    Ella no necesitaba sensiblería. ELLA NECESITABA FORTALEZA.
    Y él se lo daría.

    Al menos eso era su idea, pero esperaba poder evitar esta idea de suicidio inminente ante cualquier circunstancia.

    —Bien. Tal vez haya algún alma perdida y no sepa cruzar.

    El fénix no hablaba de almas, sino de algún humano en busca de ser salvado. Pero era claro que con las malas experiencias y situaciones que el pasado la dañaba, nunca pensaría en esa opción de buenas a primeras.

    Por lo que decidió callar y tomar forma de un pequeño lorito rojizo mientras ella no se dignaba en ser otra forma que ella misma, su forma real.

    Al menos estaba relajado de que estuviera bien como para moverse. La situación de ella al ir a un lugar como ese habían dos formas de presentarse. Invisiblemente ante la sociedad humana pero no para el resto. O visiblemente y su forma ilusoria de humana.

    Evidentemente ella no usaría la segunda, pero si la primera.

    [...]

    Al llegar al instituto de Forks fue caminando por el lugar sin ningún ápice de interés. El fénix observaba la humanidad tan cerca que se daba cuenta que ya no estaba acostumbrado a una vida normal, una vida viva. Por lo que solo se mantenía invisible pero perceptivo ante cualquier cosa. No creía ser normal que vieran un loro en aquel mundo tan descolorido o bien muy verde para su gusto.

    —Estás muy callado. ¿Qué pasa?

    La voz de la Catrina lo quitó de entre sus pensamiento y solo murmuró un:

    —Pero que molesta eres, estaba escuchando los chismes. Al parecer una tal Isabella Swan, una nueva pueblerina ha llegado y no se que más …—dijo mientras movía levemente sus alas, acomodándose en el hombro de la chica esquelética.

    —Uhm... si se llega a enamorar de esos vampiritos va a ser una tonta y patética humana.

    —No seas tan cruel, ¿Quién en su sano juicio dejaría que un vampiro se acercara a ella? Debes tener algo de fe en que no todos son iguales, ¿o es que también piensas así de los Quileute?

    En aquella pregunta había dado con el clavo, claramente le molestó por el crujido del cuello hacia donde estaba como queriendo aplastarlo pero solo hizo como si se estirara para sacar la tensión.

    —No digo que juzgue a todos por la misma línea de idiotez. Pero si se mete en esa boca de colmillos solo afirmará que no valora ni la vida misma. Y peor si hay familia que recuerde y vele por ella en su maldita existencia. ¿pero que se puede decir? Los humanos siempre desean la belleza inmortal. ¿ quien me garantiza que me equivocaré en esta ocasión?

    —Cuidado con lo que dices. Que no siempre se cumple las cosas que dicen tu mal genio. Solo... solo no mires mal a la chica. Ya bastante ha de ser tener a toda la gente como si no tuviera intimidad. ¿no te parece?—dijo que el fénix con aspecto de loro.

    —Vale.

    Las palabras cortas aunque fueran pésimas daban mejor sabor viniendo de ella que las palabras fúnebres que a veces soltaba, más en estos días que él tocaba con la mirada la posibilidad de regresar al mundo de los Recordados.

    Pero ni una pizca de complicidad encontraba en la Catrina.

    Una vez que traspasaron un rincón oscuro la Catrina tomó forma facial de alguna alumna normal del lugar. Para ver en primera fina como el fénix se tragaba sus palabras ingenuas. Tomando el cuerpo de una tal Lauren que justamente estaba en la mesa con la nueva pueblerina.

    El alma de esta niña estaba pululando alarmada alrededor de lo que parecía su cuerpo pero antes de gritar del susto, el fénix se la comió. Tal vez no la fuera a matar pero la tendría encapsulada hasta que la Catrina diera el "Ok" de devolver el alma al cuerpo

    —¿Y ellos quienes son...?—dijo la mujer castaña de ojos marrones y piel blanca como una hoja.

    —Oh, ellos son los Cullen, una familia que se mudó hace dos años desde Alaska para acá. Son todos hijos adoptivos del Doctor Carlisle Cullen, la parejita que entran primero son: Emmett y Rosalie Hale, no se... se supone que son hermanos y se toman como...como novios —arruga la nariz la pelirrojas con cierta incomodidad—El que parece estar sufriendo es Jasper Hale hermano mellizo de Rosalie, y la pequeña con corte pixie es Alice, ella es poco rara también—dice al ver como la pareja va sentándose en una mesa apartada.

    —¿Y.. él?

    —Oh... El es Edward Cullen, ultimo hijo en ser adoptado, es guapo, inteligente pero muy reservado. Parece que ninguna puede llegar a él o interesarse en alguien. Es como el intocable. Así que no lo intentes chica, es imposible ser agrado de algún Cullen —dice la chica nuevamente.

    —Ah... no lo iba a intentar.

    Lauren, mira divertida y creída a Bella al notar como no deja de mirar al vampiro.

    —En serio, no lo intentes, que es alguien para perder tiempo. Jessica lo intentó y no pudo. Ahórrate el desperdicio de tiempo y eso que te lo digo por cuidado de amiga. —sonríe suavemente incomoda Lauren

    —Eh. Si. Gracias—dijo Bella algo incomoda al ver como la mencionada Jessica miraba con vergüenza y enojo a la chica.

    —Ups.

    Y así la Catrina dejó el cuerpo, el fénix le entregó el alma nuevamente. Devolviéndolo al cuerpo donde debía estar. Logrando que el alma creyera que capaz se había dormido en algún momento y eso fuera una pesadilla. No estaba mas que decir que esta vez el fénix había quedado algo enojado.

    Avergonzado mas que nada.

    La humana no dejaba de mirar de reojo al vampiro.

    Y parecía que su querida Catrina no parecía estar equivocada en las palabras de mala yunta.

    Tan solo esperaba que la Catrina se apiadara de salvar el alma de la joven si esta acabara en graves problemas.

    Pero el futuro lo diría.

    O tal vez, los siguientes acontecimientos.

    Después de todo, parecía que la humana sería tonta e ignoraría el misterio y asocial comportamiento de los Cullen por algo mas.

     
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    Cahaya's Eien [Halloween 2020]
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    Fantasía
    Total de capítulos:
    14
     
    Palabras:
    1189
    Capítulo 7.
    INFORTUNIOS

    Rocco el fénix nunca había visto de cerca a ningún metamorfo y en ese día se empezaba a quedar cuadrado al ver que si no enaltezaba sus alas no pararía a tiempo a una bestia el doble de su tamaño actual.

    Si bien, su Catrina no necesitaba tal grandeza de ser místico como tal, pero al momento que uno de esos muchachos quiso atacarla sin ningún hecho verídico, lo había disminuido a una versión medianamente proporcional a lo que era. De ser la mitad de un dragón con su grandeza, era básicamente una especie medianamente parecida a un Alcón solo que encendida en llamas. La distante relación de la Catrina con el mundo, y sus miradas perdidas en el mar de La Push eran cada vez más preocupantes para los Quileute del consejo que no paraban de dejar en claro su preocupación a la salud de su Catrina pero, era ella quién ignoraba esa preocupación para vagar entre el pueblo de Forks, el instituto hasta inclusive la reserva y la playa.

    Quedando así el momento de un ligero desperfecto de Jacob a Isabella Swan, nombrada como la humana tonta. Los chicos del Instituto de Forks habían quedado en ir a la playa de la reserva, conocida como La Push, y claramente no se debía ser tan ciego ni sordo con el nombre, debido a que Yorkie lo había nombrado como más de cinco veces como si fuera una frase celebre de alguna publicidad. Rocco había escuchado perfectamente junto a los demás del grupo de amigos la invitación de Isabella había hecho al vampiro, a Edward Cullen, y este mismo había declinado la invitación por una excusa y pronto marchar. Dejando un poco incomoda a la humana. Poco después le preguntó a su Catrina lo siguiente a su clara duda:

    —¿Por qué los vampiros no pueden pasar esta zona?

    La Catrina había levantado la capucha de la chamarra prestada de Sam para ella, y así cubrirse el rostro del sol.

    —Según tengo entendido hay un trato, que les prohíbe pasar a estas tierras a cambio de su hospedaje permanente al otro lado del limite de esta. Si uno cruza hay muerte.

    —Oh, entonces... tendremos que hacer de niñeros de la humana.

    —Lastimosamente. No es de mi peculiar agrado. Pero es parte de mi obligación, la Señora Swan sería una molestia al regresar.

    —Cierto, cierto.

    El silencio de nuevo quedó ganando el ambiente pero al ver que su Catrina no respondía se percató de la posibilidad de haber caído al sueño de recuperación y lo confirmó cuando vio la flama de fuego levemente en el fondo de sus cuencas vacías de ojos. Este día prometía la misteriosidad del momento. La melodía suave y el aroma a sales del mar sucumbía a ambos en un descanso confortable hasta que empezaron a escuchar palabras.

    —Oh, pues ella invitó a Edward Cullen pero al parecer le declinó la invitación...—dijo una voz parecida a Jessica Stanley.

    —Los Cullen no vienen aquí—dijo Sam intimidante para luego apartarse del grupo.

    Jacob solo se quedó algo incomodo para acompañar a Isabella Swan. No sabía que le había picado para hablar así pero tampoco le interesaba. Su amada estaba allí.

    —Eh... te acompaño a pasear un rato Jake— dice la castaña queriendo escapar de la mirada incomoda de Jessica, Mike y Eric.

    Angela pedía disculpas con una sonrisa nerviosa.

    —Claro, vamos Bells.

    Una vez iban caminando, Bella quería al parecer saber del porqué los Cullen no podían pisar la reserva y la Push por ende, prometió no evidenciarlo si le contaba la "historia de Terror". Siendo así como el fénix tan solo quería estar golpeándose la cabeza con la roca mientras la Catrina parecía ignorar el asunto y estar descansando sin ninguna molestia. Aunque Cahaya's escuchaba solo que le era mas cómodo estar en una misma posición sin gastar energía en vano.

    —Entonces.. ¿los cara pálida que son, Jacob?

    —Fuera de la reserva, tu cultura, y sociedad los llaman vampiros, esos que chupan la sangre. Pero según las historias dicen que ellos solo beben sangre animal. ¿no te parece turbio? Siempre andan con estas leyendas.—dice Jacob sin un atisbo de creer en lo que le contó.

    —¿Por qué creen que los Cullen son vampiros? No tiene mucho sentido...

    —Porque Carlisle Cullen fue el primer vampiro en tocar estas tierras y sigue vivo~ —tarareo con un tono misterioso— ¡boo!~

    Aquello ultimo había logrado estremecer de susto a Bella quien se había puesto mas pálida. No era mucha coincidencia o casualidad y ahora muchas cosas empezaban a encajar. Jacob Black había metido la pata muy hondo. Rompiendo el secreto del tratado con una humana que no tenía cuidado ni amor a su vida.

    [...]

    No pasaron muchos minutos de que las risas de haber logrado asustar a Bella alegraran a Jake. Pero se había quedado quieto e incomodo al ver la silueta tras Bella, no sabiendo como reaccionar.

    —Vaya, al fin te encuentro Jacob.

    La voz femenina pero neutra sacó del momento de shock a la castaña Isabella Swan, quien al darse la vuelta pudo notar perfectamente una figura femenina al estilo punk pixie mirarla fijamente. Su porte daba una sensación de extrema tranquilidad pero su mirada fija en ella le intimidaba.

    —C-cahaya's ...Hola... eh... yo...

    Las palabras torpes de Jacob lograron tranquilizar el ambiente sin embargo, a Bella le extrañó que Jacob la conociera. Nunca la había visto ante a la chica de cabellera larga negra acomodado al lado derecho y al otro lado rapado, la camisilla roja que portaba se dejaba ver perfectamente que de aquí no era por lo pálida que era su piel.

    —Oh, lamento no presentarme señorita. Soy Cahaya's Eien, tía de este jovencito, espero no haber molestado con mi presencia.

    —oh, no, no pasa nada. Soy Bella Swan, de cualquier forma... yo ya me iba. —dice nerviosa la castaña y mas al ver como le llaman sus amigos a la distancia—muchas gracias Jake, me agradó verte.

    Una vez dicho eso, se decidió pasar a un lado de la joven adulta que parecían incluso cinco años mayor que ella. Quien susurró solo para ella algo que le caló la piel:

    —Infortunios vendrán. Y tu los ocasionarás humana...

    Miró a Jacob enseguida de reojo buscando saber si él también lo escuchó pero este solo miraba el suelo muy incomodo con la presencia de su "Tía". Por lo que al volver a mirar a la mujer mayor esta solo le sonreía levemente pero esta no llegaba a los ojos. Era una sonrisa frívola que daba escalofríos.

    —Y-yo...

    —Ten cuidado joven Swan, nunca sabes cuándo serás la comida del lobo o el postre de un diente de sable. Adiós.

    Una vez dicho esto. La mujer abraza con confianza a Jacob por los hombros y lo lleva hacia el grupo de los chicos de la reserva y Sam. Bella no comprendía porque algo gritaba a todo pulmón que no se acercara a esa mujer.

    Algo en ella le daba el escalofrío de la palabra que la misma había pronunciado.

    Infortunios.
     
    Última edición: 13 Octubre 2021
  9. Threadmarks: Capítulo 8. Cabezas huecas
     
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    896
    Capítulo 8.
    CABEZAS HUECAS

    Actualmente la benevolente figura de la mujer cadavérica se encontraba observando con una gran molestia palpitante en su postura tan pacífica, se escuchaba el castañeo de sus dientes chocar de tanto intentar relajar su mandíbula tensa para luego tensarla.

    Esa mañana había visto la muerte de la humana. Fijaba que pronto sucedería y por mas que quisiera descansar, llevarla al otro lado supondría el termino de sus vacaciones. Aunque aquello no había pasado y las cuestiones se habían vuelto tensas. Había revelado su apariencia real frente a los hijos del Doctor Cullen después de que Edward hubiera salvado a Bella de ser asesinada por el auto de Tyler pero lo que mas le molestaba era el hecho de haber roto la paz en la reserva.

    Tanto había sido su enojo que con cadenas e hilos trajo a Edward al limite de ambos puntos. El vampiro estaba asustado sentía el ardor de las cadenas quemar su piel pero las incontables palabras de la Catrina al haber interferido en el destino de la humana. Lo dejaban con un gran peso de culpa.

    Su familia ahora corría el peligro de ser descubierta por la humana. La que le cantaba su sangre. Su tua cantante.

    —Deberías haber dejado que se cumpliera el destino.

    —Deberías haber actuado fiel a tu clan pero por amor, los has expuesto. ¿Qué clase de idiota eres? Te has ganado mis ganas de matarte por fin—exclamó dijo con una alegría completa tarándolo al otro lado del limite.

    Logrando que aullidos se escucharan de otro lado. Enseguida los Cullen se habían reunido para salvar a Edward sin embargo un gran fénix les impidió el paso hacia la mujer cadavérica. Si bien las cadenas que agarraban al vampiro no se habían soltado. Pero en cuanto Edward vivió el miedo en todo el esplendor, ver su vida pasar por delante al ver como un gran lobo negro se lanzaba hacia él por haber cruzado el territorio ajeno.

    Sin embargo, un latigazo de dolor y frenesí lo trajo nuevamente al territorio sano. Soltándolo estrepitosamente.

    —A la próxima que hagas algo tan impropio de la edad que portas, no duraré en quitarte la vida para siempre. Espero arregles las cosas con la humana. Porque a la próxima no evitaré que el alfa quite tu imbécil cabeza del cuerpo. —sin dudar salto a otro lado, el fénix sobrevoló posándose sobre el hombro de la misma.

    Para luego marcharse entre los pinos del bosque de los Quileute. La impotencia de no cumplir con su obligación, la humana no había muerto su destino no se había cumplido y algo en la lineal de la vida cambiaría para mal. Lo presentía... y aquello solo agravaría su estado actual. La vida y la muerte exigían una constante lucha. Por la justicia. La vida había sido forzada a seguir un destino no escrito y la muerte exigía lo que por derecho le pertenecía.

    [...]

    En este punto, se preguntaran, porque un lobo en el capítulo anterior atacaba a la Catrina y fénix tuvo que intervenir. Recapitulemos ese punto y momento en el espacio...

    Después
    de volver a ingresar al territorio de los Quileute la Catrina se había desmoronado sobre sus rodillas ante el dolor que palpaba en su cerebro muerto. El destino no había sido cumplido por la intervención del vampiro en la vida humana.

    Pero mientras ella se encontraba sufriendo el castigo de que el camino del ciclo se cumpliera, un lobo se sentía traicionado por el juego de ping pong que había hecho con el vampiro. Ella misma casi había ocasionado el final del trato por lo que la ira y enojo había cegado por completo a Paul quien se arrojó hacia ella.

    Para matarla por todo el caos que empezaba a traer.

    Pero el fénix se cruzó en su camino cual Alcón hacia su presa. Siendo dañado en una quemazón dolorosa por las llamas de fuego en su pelaje logrando que para su propia salvación corriera al río mas cercano o a la playa para extinguir las quemaduras.

    El pelaje casi se había consumido todo pero logró llegar a tiempo, por su sano juicio fue parado con el mayor de los castigos. Pero para la suerte de la manada, consejo y alfa, Paul se sanaría por gen de curación. Ahora aprenderían que donde estuviese el fénix una quemadura y sesión de 10 horas de dolor equivaldría el castigo de dañar a la Catrina guardiana del mas allá.

    La Catrina claramente tuvo que intervenir luego del acto de protección y posibles problemas con la manada. Sanando a Paul con la condición de que pensara y parara antes de sufrir otro daño que no podría detener.

    Después
    de todo, hasta ella misma se sentía una cabeza hueca.

    Todos eran cabezas huecas a la hora de sentir impotencia, frustración y preocupación.


     
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    1514
    Capítulo 9.
    ELECCIONES

    Sam Uley había dejado un recado tanto a Paul como la Catrina por aquel día de tanta conmoción. Ambos debían hacer las pases. Pero como la mayor era bastante orgullosa ni siquiera se dignaba a aparecer por las playas de la Push como antes lo hacía, y para su mala suerte se quedaba del lado del territorio de los vampiros, incomodando bastante al consejo por la manera de ser. Sin embargo, el fénix resguardaba sus opiniones porque desde aquel suceso la Catrina se perdía mucho entre sus pensamientos. Como si estuviera discutiendo por los resultado del día a día, aunque no era muy lejos de ser verdad. Cada día los susurros y comentarios del milagro de la joven Swan de haber sobrevivido a aquel suceso traían el sabor a mal augurio. Aquel día tan solo había huido nuevamente del hogar de Billy Black para quedarse del otro lado, y para su singular karma se encontró con una esbelta mujer vampiro de cabellos rubios cazando un alce adulto. Mientras que aquello ocurría Cahaya's tan solo cruzaba el lugar hasta dejarse caer contra el tronco de un árbol frondoso.

    No pasó desapercibida por Rosalie Hale, quien al sentir una presencia pudo oler un pequeño camino de unas flores que eran deliciosas al aroma pero eran de color naranja rojizo casi llamas de una chispeante fogata. Encontrándose con la figura de una mujer bella de cuerpo y figura, aunque tan solo la observaba desde la parte trasera, en otras palabras, por la espalda.

    —Pétalos de caléndula.

    —¿Q-que?

    La rubia tan solo se quedó perdida ante la voz aterciopelada, altanera pero tranquila a fin de cuentas provenir de la mujer de aspecto extravagante que había dejado aquel camino de hojas.

    —Así se les llama a ese camino de pétalos naranja parecidos a flamas incandescentes de una fogata encendida. En mi hogar hay por montón, el camino siempre te guía hacia donde más deseas estar.

    —¿Qué? ¿A que te refieres? ¿ quien eres? —pregunta con interés, confusión y desconfianza Rosalie al escuchar esas palabras.

    —Soy la Catrina, guardiana y Reina protectora del mundo de los recordados, aunque vuestra raza no crea en los muertos, existe un lugar así. Mi nombre es Cahaya's Eien, y si has visto ese camino es porque siempre has deseado no vivir como lo haces. ¿me equivoco?—pregunta sin darle la vuelta mientras se sigue escondiendo el rostro ante la vampiresa.

    Aunque Rosalie no sabía si creer en lo que aquella figura femenina decía, ni que lo estuviera pasando fuera real. Pero estaba claro, que no podía ser una ilusión o un sueño porque los vampiros no dormían. Ni siquiera percibía a su pareja, Emmett. Todo parecía muy irreal. ¿Realmente existía mundo después de la muerte? Después de la vida? Aquello que le había negado, ¿Cómo era que aquella desconocida supiera de aquello?

    —Explícate mejor, no comprendo, Cahaya's.

    —Rosalie Hale, soy alguien irreal para vuestro mundo. Pero puedo darte un mejor final si estas cansada de ser un muerto en vida eternamente puedo...yo puedo darte otra salida, pequeña Rose, se quién eres porque soy quien ve a los muertos, a las almas muertas y vela por las vidas de los vivos y espíritus.—dice la joven mujer de cabellera negra con la chamarra roja y holgada girándose a verla.

    El ocaso empezaba a dar paso a la nocturna noche y los tenues rayos de sol fueron reemplazados por la filtración de la luna entre las nubes dando paso a la silueta completa de la mujer. El rostro cadavérico con pequeñas flamas centellando en las cuencas, bajo estas flores con detalles rojos y verdes con una paloma de alas abiertas en la frente del rostro cadavérico y huesudo, el ave agarrando una rama de olivo color verde. El rostro y las palabras murieron en los labios de Rosalie al ver a la mujer quien cruzó las piernas en forma de indio sobre la roca. Para nada femenina. Pero la mirada altanera, preciosa y segura con la que la observaba la intimidaba de cierta manera.

    —¿Ya crees en mi palabra? Señorita Hale.

    Rosalie estupefacta cayó se acerca lentamente para luego caer ante ella.

    —¿Puedes devolverme la vida que se me negó?

    Las palabras tan rotas y creyentes en la esperanza de ver a la verdadera Catrina del día de los muertos la habían puesto débil ante la pequeña posibilidad.

    —No. Sinceramente tu vida humana ya hace tiempo acabó...—la cruda realidad chocó al rostro de Rosalie.

    La rubia vampira bajó la mirada derrota sin embargo, notó los zapatos con plataforma ancha pero deportiva llegar hacia ella. Poco después la Catrina se acuclilla hacia ella, tomando entre sus manos huesudas el rostro de vampiresa, que destilaba en aquellos ojos ámbar la decepción y resentimiento al mundo y las decisiones.

    —Pero eso no significa que no haya mejor vida después de esta muerte para ti, Señorita Rosalie. Es cuestión de que decidas que hacer con tu realidad... no miento con ofrecerte la libertad y felicidad que te fueron arrebatadas...—dice suavemente la mujer acariciando con empatía ante el dolor del mundo.

    La decepción hacia los actos humanos.

    La decepción por actos inhumanos.

    —¿C-como podría ser? Ni siquiera porto espíritu o alma para ser salvada. ¿realmente crees que un monstruo como yo pueda ser aun salvada?

    La tristeza, la prepotencia y la desilusión. Su realidad parecía cegarla, al menos eso pensaba la Catrina Cahaya's.

    —Todos los seres que podáis ver a la Catrina portan aun alma, o espíritu, veo aun los hilos de lo que queda de vida en ti. A pesar que el cuerpo físico yace muerto, eso no significa que usted yace sin ser espiritual en su interior. Además he notado que sus ojos no son rojos, sino ámbar. Cuidan a los humanos, intentan caer en su tentación natural. ¿Por qué vería un monstruo en ti? Tan solo veo un alma buscando libertad de la vida muerta que un vampiro obtiene ante la ponzoña.—dice Cahaya's Eien.

    Rosalie sin poder evitarlo copia una acción humana de exhalar aire e inhalar para poder contener sus emociones. Era una bomba de posibilidades, pero antes de que pudiera decir algo, la duda llegó y el temor de no tener a su pareja con ella la hizo retroceder. Cuando la Catrina notó aquello tan solo una sonrisa amarga brotó por los labios.

    —El amor. Siempre es lo mismo. Aquel detalle los ciega, los ata y petrifica. —se revuelve el cabello y luego se coloca nuevamente la capucha— cuando decidas terminar con lo que detestas, búscame. Pero ahora, el amor que te une te hace insegura.

    Rosalie con impotencia la miró al ver que aquella sensación cálida de esperanza y tranquilidad que desprendía la mujer, ante el mínimo rechazo de su parte ante la solución, todo de la Catrina se volvió neutral, desinteresada, frívola y altanera.

    —No puedo abandonar a mi esposo Emmett, es mi pareja eterna. Es el amor de mi vida, yo... también tengo familia...—al decir esas palabras fue interrumpida por una risa sarcástica y ronca.

    —¿Amor, familia, matrimonio? Desperdicios de tiempo. Sin embargo, nunca he dicho que te niego la entrada con esas cuestiones. Después de todo, ¿Quién soy yo para juzgar la vida de los demás?—la mirada desde aquella altura uno con setenta, la seguridad y frívola respuesta sarcástica pero sincera.

    Realmente decía la verdad. Nunca sería como el montón de personas que se buscaban y enlazaban con creer en chismes sin realmente conocer a las personas, tal vez el amor y la familia como concepto para ella había muerto, pero para los demás nadie era quién para decir algo al respecto, eran seres libres y no como lo era ella. Antes de que Rosalie se disculpara por sentir la mirada algo triste pero sincera en la Catrina, Emmett cae frente a ella protegiéndola en posición de ataque. Pero cuando iba a cerciorarse de atacar sin esperar a los demás, Rosalie lo detuvo.

    —Emmett no. Es amiga.

    —¿No te estaba dañando, Rose?

    —No, osito. Solo estábamos charlando.—dijo una vez besándolo suavemente.

    Emmett frunció el ceño algo confundido. La presencia y aspecto de aquella mujer no era de buenos presentimientos. Pero al parecer algo había que no entendía y esta confusión aumentó con las palabras dichas por la contraria cadavérica:

    —Búscame cuando hayas elegido, las elecciones decisivas pasarán cuando nos volvamos a encontrar. Hasta entonces...

    Emmett iba a intervenir, la iba a detener pero un flameante fénix llegó y se posó sobre el hombro izquierdo que no poseía una larga cabellera y poco después esta fue consumida por el ave de fuego. Despareciendo de sus vistas.

    —¿Qué acaba de pasar, Rose?

    —Conocí a la Catrina de Halloween...

    —¿Que..? Y...¿y que pasó?

    —Debo hacer elecciones...pero es difícil...yo...

    Emmett entendió que algo con el pasado enlazaba esta situación incomoda con la actual. Por lo que la abrazó y beso en la sien izquierda, mimándola y queriendo proteger a su esposa.

    —Tranquila, sea lo que sea, lo solucionaremos juntos preciosa.
     
    Última edición: 13 Octubre 2021
  11. Threadmarks: Capítulo 10. Nueva Decisión.
     
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    2575
    Capítulo 10.
    Nueva decisión.


    —Esa mujer me hizo pensar en algo profundo... y realmente, temo sonar muy egoísta contigo Emmett... No quiero tomar esta decisión sola, tu eres mi vida, mi osito...

    —Rose, siempre me tendrás a tu lado, dónde quieras ir lo disfrutaré porque eres mi vida.

    La mirada de Rosalie se dulcifica por el amor ciego que ambos desprendía desde que se vieron siempre fue la misma, solo se fortalecían con cada año y siglo vivido juntos.

    —Ella sabe cuanto es mi dolor por haberme negado la vida. El dolor de la transformación de la ponzoña, la probabilidad de formar una familia... que fueron estancados en este cuerpo eterno y vida eterna... sabe mi frustración, y... me reveló una oportunidad para ser libre de esto que consume mis recuerdos.

    Las rotas palabras fueron desveladas y dichas con firmeza, pero los ojos buscaban con desesperación que la mirada de su esposo no cambiase por una que demostrase desagrado. Pero en cambio, aquel hombre, su hombre mono solo la mirada con deseo y añoranza que compartía con esos mismos deseos.

    Vivir, tener familia, y disfrutar mas allá de estar resguardados por los seres que eran.

    —Hey, Rose... vamos dime de una lo que me quieres decir, que ya me estoy liando la cabeza —dice Emmett, algo nervioso mientras le acaricia suavemente la mejilla.

    —Dijo que aun había oportunidad de tener otra vida, la libertad y la felicidad de lo que se nos fue arrebatado, ella mencionó que aun portamos almas que podemos dejar de ser eternos y encubrirnos, comenzar otra vida. —dijo con esperanza y emoción pero eso fue en decadencia— pero cuando te mencioné fue reacia a aceptar que estaba "cegada por el amor". Y acepto que lo estoy, mi gran inseguridad en este momento es que no quieras dejar la vida eterna para ir conmigo hacia la nueva oportunidad.

    La mirada avergonzada de la rubia cabizbajo quedó. Sin embargo, pudo sentir un leve temblor de la risa distintiva de Emmett quien la miraba con ternura y diversión.

    —Amorcita, ¿crees realmente que te dejaría ir sola al fin del mundo? Iría siempre junto a ti, recuerda somos pareja y mi vida va contigo, además no te dejaré disfrutar de una aventura...¡No sin mí, preciosa!

    Aquella palabras emocionaron a la rubia que sin duda se tira para abrazarlo y dejar un beso apasionado en sus labios. La felicidad inundaba el ser, cuerpo y alma de Rosalie Hale.

    —Te amo, mi hombre mono.

    —Te amo, mi preciosa mujer.

    La decisión estaba tomada. Rosalie ya tenía su respuesta. Emmett también la tenía y a pesar que extrañaría luchar con osos y venados machos, siempre velaría por la felicidad de su esposa, porque ella era parte de su felicidad. Además, ¿Quién desaprovecharía una gran oportunidad como esta para saber qué había detrás de la muerte? Ninguno lo haría.

    [...]

    Una vez llegaron a la casa, Alice ya había juntado a la familia. La misma pixie se sentía inquieta porque solo podía ver en sus visiones futuras a Rosalie junto a Emmett rodeados de hojas de caléndulas naranja rojizas como si fueran abrazados y luego todo era vacío. No podía ver mas allá de eso, y le daba miedo que aquellas cosas fueran su muerte o algo desconocido.

    —Familia, tengo que comentaros ciertas cosas importantes.

    —Sentaros hijos míos, y charlemos, que nuestra querida Alice nos ha preocupado con su ansiedad, no ha querido decirnos nada, así que...—empezó a decir Carlisle mirando preocupado la situación, aunque su expresión se relaja un poco al ver la tranquilidad en los rostros de Rosalie y Emmett.

    Pero fue interrumpido, porque del ventanal cercano a la sala unas hojas parecidas a la visión de Alice, dejaron ver a una silueta femenina junto a un pequeño loro rojo sentada en aquel ventanal, observándolos para luego sonreír levemente.

    —Perdonen la demora e interrupción, Carlisle, pero su decisión también incumbe mi presencia.—dijo con caradurez y simplicidad pero educación ante todo, el hecho de ser altanera no le quitaba la educación ni principios morales.

    Carlisle al ver a la mujer que hace unas semanas fue diagnosticando de problemas en el hígado inflamado que ocasionaba su dificultad al respirar, verla aparecer así como así, como si fuera mágica, lo había dejado sin palabras por lo que solo llegó a asentir ante las palabras dichas.

    —¿Quién eres querida? Si se podría saber. —pregunta con una mirada de inseguridad y confusión acercándose a su esposo, abrazándolo.

    —Soy Cahaya's Eien, y digamos que soy la oportunidad de la que hablará vuestra hija.—dijo omitiendo su larga frase y puesto que siempre mencionada al presentarse, logrando que el loro picoteara el cabello de la mujer levemente, mostrándose inconforme con aquella nula explicación segura.

    Esme dirigió la mirada confusa hacia Rosalie, ya que la mujer de cabellos largos negro inclinado y arreglado del lado derecho con la parte de la cabeza izquierda rapada a cero llevando una rosa colgando como detalle en conjunto a la chamarra negra en esta ocasión con los short cortos que parecían ser una pollerita que llegaba justo antes de las rodillas de color rojizo carmesí.

    —Ella me ha dado una oportunidad para ser libre y feliz, y quiero aprovecharla. Carlisle, ella sabe como dejar de ser eternamente monstruos... a través de nuestras almas podemos vivir sin ocultarnos en su mundo. —dice Rosalie con devoción y emoción.

    Esas emociones chocan de golpe a Jasper quien abraza a su esposa protector ante la mirada divertida de desconocida mujer. Iguales a las Rosalie. Pero cuando nota que esta reafirma el agarre con las manos juntas, la sonrisa se vuelve sarcástica ya amarga. Como si el amor la amargase.

    —¿Quién es usted como para prometer tales sucesos fantasiosos? Porqué jugar con los sentimiento de mi hermana?—dice tenso Jasper, no le gustaba el hecho de sentir una amargura ante lo dicho y lo que transmitía la mujer, menos le sacaba peso.

    —Soy la guardiana y protectora de la vida y la muerte, Reina del mas allá... como vosotros lo conocen, el camino después de la muerte. Cuido, doy y protejo la vida de las almas y espíritus que ya dejaron el terreno físico. Y no miento ni juego con sus sentimiento, le he dado la solución que tanto deseaba. —se encoge de hombros al ver que no le creen, no es como que le importase buscar testigos.

    —Tu... no puede ser...—dice Edward llegando y escuchando un revuelo de pensamientos. Más aun las de Alice y Rosalie.

    —Joven vampiro, no es un placer verlo. Pero en fin, Rosalie querida he venido a por ustedes... —dijo con cierta incomodidad. Cahaya's nunca había llevado a una pareja al mundo de los recordados.

    Esta sería la primera vez que fuera ella quién eligiera los guardianes de su mundo, y no los del consejo.

    —No dejaré que la lleves con mentiras, nosotros perdimos las almas hace tiempo, no ves que somos monstruos, matamos para sobrevivir y..—Edward amenazante la miraba con desdén, mientras se coloca frente a Rosalie.

    Sin embargo, Emmett le palpa el hombro sonriéndole divertido.

    —Tranquilo Eddy, estas muy tenso, ella es la Catrina. Yo y mi mujer ya hemos decidido nuestro destino. Solo queríamos decirles a vosotros nuestra decisión, por como sois nuestra familia. Los amamos y siempre serán lo primero en nuestra vida pero... no desaprovecharemos una oportunidad de dejar esta vida que seguimos eternamente a base de secretismo sin conocer la verdadera vida. Asi que Edward, el hecho que tu creas no tener un alma y salvación no es nuestro problema. —Emmett sería egoísta, daría el primer paso ante todo si de eso se tratase la felicidad y vida que buscaban con tantos años de frustración.

    —Pero... ¡No tenemos alma, Carlisle diles que cuando morimos todo muere en nosotros!—exclama con desesperación y enojo.

    —Pensamientos cuadrados y obsoletos. El simple hecho de que vosotros me estéis observando rompe esa hipótesis pensada, solo los seres sobrenaturales que poseen Alma o espíritu, son capaces de verme sin siquiera buscarme. —dice la Catrina levantándose del ventanal dejando a resonar sus zapatos deportivos con plataformas en la terciada firme del suelo.

    —No te creo... —mira Edward con desconfianza, pero Alice tiembla levemente al conectar mirada con la mujer, viendo una visión extraña.

    "La mujer sonríe suavemente a varios niños asegurando que estarán bien, aunque a un lado todos sus cuerpos estén quemados y una casa incendiándose. Todos la siguen como si la confianza naciera con solo una mirada, la paz y esperanza de ser protegidos inundan en emociones la escena que termina al cruzar un portal acuoso rodeados por aquellas hojas naranjas rojizas incandescentes."

    —Ese portal es camino a mi hogar, yo dirijo a los míos a un descanso eterno y feliz. Pero lo mío es más divertido que estar ocultándose en un mundo de vivos y ser gobernados por seres ambiciosos... soy la Catrina del mundo de los muertos, la Catrina del día festivo de Halloween, del día de los muertos, de muchas maneras se me conoce. Así que, no interrumpan mas las decisiones de otros con sus ideales egoístas. Ya que de por sí... tu, Edward, abandonaras varias veces a esta familia por tus mismos problemas de inseguridades, ¿porqué usted si puede ser egoísta e irse lejos de la familia y el resto debe negar su felicidad por usted?

    Rosalie al escuchar aquello frunce el ceño, era cierto que Edward estaba bastante indeciso por lo de la humana que podría haber descubierto el secreto de la familia. Y las palabras dichas de la mujer había confirmado las sospechas. La tristeza cruzó el rostro de Rosalie.

    —¿Por qué siempre solo tu puedes ser y elegir lo que quieras? Desde que apareció la humana mucho de lo que digo, ignoras. Así que... ¿por qué te importa ahora que ya no esté aquí para amargarme la vida con tus decisión impertinentes?

    Las preguntas que salían de los labios de la rubia junto a los pensamiento de decepción que proliferaban libremente dañaban a Edward, ya que ni el mismo sabía como evitarlo o solucionarlo.

    —Rosalie...

    —Déjame vivir también a mi.

    Edward baja la mirada, empuñando las manos con frustración para luego dar un paso atrás. No quería verlo, se sentía culpable, ni siquiera con el tema de la sangre de la humana que le cantaba por consumir al completo lo podía evitar. Por lo que miró con culpabilidad a Carlisle y se disculpó tristemente con Esme para luego huir. Huir con los Denali, tal vez pensar lejos de todo le haría bien. Huir para pensar mejor en sus acciones y ya no dañar a su familia como lo llevaba haciendo.

    —Cahaya's... ¿les dolerá eso que dices a mis hijos?—pregunta aceptando la decisión que tomaron con cierta nostalgia.

    —Solo sentirán la paz, si queréis lo haré frente a vosotros para demostrar el nulo dolor.

    —No les pasará nada mientras la Catrina esté en pie, de eso se los puedo asegurar Doctor Colmillos—dice el loro hablando por primera vez.

    La familia se tensa por la sorpresa pero se queda maravillados al ver que la tarde pasa a tercer plano y en primer plano se deja ver la noche. Dejando a ver la disolución de la ilusión del cuerpo humano a la verdadera forma.

    —Oh dios mío —exclama ahogando un grito de sorpresa Esme al ver la real figura de la mujer cadavérica.

    —Ver para creer. —ríe levemente y sarcástica, Cahaya's Eien al ver la reacción— Queridos, Rosalie y Emmett hoy partiréis conmigo a mi hogar. ¿Quieren comenzar ahora o en la madrugada?

    —Ahora—asienten juntos sin ningún remordimiento.

    Mientras se despiden de su madre, que solloza entre cada abrazo y Alice no los quería soltar, no sabía bien lo que significara estas decisión.

    —Los queremos mucho, mis hijos, mis niños—dice Esme descargando su amor y melancolía en sus bebes.

    Rosalie y Emmett eran embargados de sentimientos nuevos y fuertes.

    —Los podréis ver, de eso no cabe duda. No lloréis, mientras siempre los recordéis, ellos vendrán a visitarlos. Solo dejarán el cuerpo físico para ascender. Ya lo veréis —dijo mientras sonreía con cierta envidia ante ese amor maternal. Que nunca obtuvo como tal.

    —Quiero verlo.—dijo firme Jasper, aun reacio a dejarla ir.

    La Catrina desafiante pero altanera con simpleza asintió empezando a acercarse al joven de cabellera rubia. Al de porte militar, el sabor a nostalgia cruzó en su mente.

    —Jasper Whitlock Hale, esa desconfianza me agrada.

    Alagó con una tenue risa sincera y sardónica, Alice abrazó a su esposo con cierto escalofrío. Pero el loro se fue convirtiendo en un flameante fénix, quien miraba feliz y emocionado al verla al fin con algo que reviviera en agrado.

    Aunque fuera poco, era un pequeño cambio. Rosalie y Emmett se despidieron de Alice y Jasper, como dejando los últimos abrazos físicos entre ellos, aunque Rosalie dijera:

    —Haz buen uso de mis ropas, Alice, te quiero un montón, no estés asustada.

    —Rose... —solloza sin lágrimas Alice, quien la abraza fuertemente, para luego dejarle a Jasper quien la abrace.

    —Cuídate mucho, hermana.

    Una vez hecho esa ultima necesitada acción se acercaron a la Catrina quedando enfrentados. Una tenue luz rojiza fue cubriéndola mientras la mujer tomaba sus manos en suyas, esqueléticas manos.

    Dejando que la luz de la luna y los pétalos de caléndula recorrieran como brillo el cuerpo de ambos enlazando en un rítmico baile tranquilo que poco a poco desprendía calidez sin daño, dando cosquillas, pudiendo ver perfectamente como la piel y cuerpo pálido se descascaraba dejando ver una siluetas iluminadas y espectrales de lo que fueron Emmett y Rosalie, quienes se sentían mas livianos y relajados.

    El aquelarre Cullen había notado como las caléndulas carcomían el cuerpo físico cual si fuera polvo brillante y dejando ver las figuras, almas espectrales de los que fueron miembro del Clan.

    —Seguirán siendo familia. Mientras nunca los olviden, a partir de ahora festejarán el día de los muertos para hacer honor a la memorias y esperar a la presencia de vuestros seres queridos, en esta ocasión me llevaré a Emmett y Rosalie a registrarse en el mundo de los recordados y luego volveremos. Aun queda tiempo para que sigan preguntando acerca de las dudas. —dice tranquilamente la Catrina feliz de haber salvado a mas almas.

    —¿Por qué parecía que se quemaban?—preguntó Jasper con el ceño fruncido.

    —Oh, pues por que así es la liberación del cuerpo terrenal.

    —¿Les dolió, hijos míos?—preguntó Carlisle con su expresión de curiosidad y preocupación.

    —No, fue una sensación de calidez cual si fuera el sol y la paz nos inundó en ningún momento sentimos dolor.—dijo Rosalie con una sonrisa vivaz y brillante.

    —Fue... muy gratificante. ¡fue genial! Otra vez!—exclamó emocionado Emmett.

    Logrando hacer reír ante la reacción, nada parecía haber cambiado en ellos. Solo que ya no eran físicos en ese mundo.

    —¿Y cuales son las condiciones de esta decisión?

    —Se los diré una vez que los registre. Sino... tendremos problemas. Hasta entonces, cuídense y nunca olviden a sus miembros.

    Una vez dicho aquello, la Catrina y los nuevos seres espectrales fueron envueltos en llamas y pétalos de caléndula, cumpliéndose la visión de Alice.

    Rosalie y Emmett habían trascendido a un mejor mundo. A una mejor vida. Y se los veía mas vivos y felices.

    ¿Habían hecho lo correcto? Se preguntaban la sobrante familia viva del Clan.
     
  12.  
    Brunchi

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    Cahaya's Eien [Halloween 2020]
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    Capítulo 11.
    EL MÁS ALLÁ



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    Tras aquella citación terminada, la Catrina había dejado en claro cual era su límite de paciencia en cuanto a que le preguntaran demasiado cuando ya había dicho que en otra oportunidad respondería, por lo que tanto Rosalie y Emmett no se quejaron pero si, eso si, se confundieron al notar que estaban en un cementerio bastante sombrío donde la mujer calavérica se movía cual si fuera un lugar muy conocido, y así lo era, cada cementerio en el terreno de los vivos ella se lo conocía como cada hueso de su cuerpo y más.

    -Cahaya's, ¿Donde estamos?

    Se animó a preguntar Rosalie mientras Emmett la seguía muy cercanamente, ambos temían que en un mal toque en el suelo se perderían y caerían en las fosas de la tierra sin saber salir. La forma espiritual que poseían actualmente como la nueva vida, le causaba curiosidad como temor de no saberse manejar en esa forma.

    -¿Cuando podrás responder nuestras dudas? ¿Será cuando lleguemos a nuestro próximo hogar?-pregunta ansioso y con precaución, Emmett.

    -Vamos a la tierra de los muertos, el mundo de los recordados y si, las dudas serán respondidas por mi secretaria y mi guardián. Estaré ocupada resolviendo dudas del consejo.-contesta bastante relajada pero su porte mostraba lo contrario.-Y ultimo que diré, no vais a caer en el fondo del mundo terrenal por un mal caminar, mientras yo o el fénix estemos cerca suyo, al menos mientras se acostumbren a la forma espiritual no caerán a traspasar cualquier superficie. Una vez se acostumbren a la nueva forma, la inseguridad y miedo se transformaran en firmeza y fortaleza logrando que sus almas no teman pisar la superficie en el que estuviesen.-una vez dicho eso en el cementerio fueron pasando hasta una tumba en el especial donde decía claramente los nombres de ambos seres vampíricos espirituales, quedando estupefactos sin saber como interpretar lo que veían sus ojos.

    -Automáticamente cuando han aceptado descansar, la Catrina os da un lugar en un cementerio. A pesar que vuestros cuerpos han sido carcomidos por los pétalos de caléndula y pareciese haber quemado sus fósiles cuerpos, la realidad era otra... eran depositados en estos féretros con su tumba correspondiente para tener un punto al cual saber por cual entrada salir-explicó sin esperar a más tiempo el fénix cual se había detenido a quedar posado en una de las tumbas de los mencionados.

    -¿Eh...? Entonces este será como nuestro punto de inicio y fin para volver a cada parte que corresponde volver. ¿es así si no me equivoco?-pregunta Rosalie intrigada por tener respuestas.

    El fénix sin duda era mas servicial y agradable que la Catrina en muchas de las veces, se había percatado que la misma se cerraba cuando ya la incertidumbre y preguntas la hostigaban o cansaban, por ende dejaba de hablar y contestar. Y al parecer aquello era común, ya que en ningún momento el fénix la reprendió.

    -Exacto. Van comprendiendo poco a poco. En el día de los muertos, el 31 de octubre cruzaran el correspondiente puente a este cementero que es del condado de Forks cerca a su encuentro con la familia, pero al casi finalizar el día, deberán volver sobre sus pasos y cruzar este mismo camino para volver al mundo de los muertos. -explica el flameante fénix.

    -Entendemos, gracias por la paciente modestia y paciencia.-dijo Emmett emocionado por saber como era el otro lado.

    La Catrina se había detenido justo en medio de dos cúpulas y empezó a decir una frase que salía la pronunciación rara en las mentes y al intentar decirlas no salía la voz. Era como si el lenguaje fuera uno muerto y prohibido, claramente lo era, porque solo la Catrina podía pronunciar las palabras que el portal identificaba como la contraseña que solo las Catrinas y protectoras de la puerta de ambas partes debían pronunciar, por protección y resguardar a los que vivían en ambos puntos.

    "AGMU VITAE HOEM"

    Aunque para todos lo dicho anteriormente era bien sabido como una tradición, la verdad tras esta contraseña era que cada Catrina lo renovaba y cambiaba con cada descendiente subido al trono por así decirlo. Esta frase era invención personal de Cahaya's Eien para ingresar y solo el fénix lo sabía.

    La traición era normal en cualquier parte de mundos y terrenos, por lo que gracias a este tipo de acciones la palabra dicha era imposible de pronunciar para los demás habitantes. La desconfianza era un defecto común en cada Catrina.

    Rosalie detuvo a Emmett de preguntar que estaba pasando porque justo cuando las palabras fueron escuchadas el lugar frente a ellos empezó a cobrar vida cual si fuera una puerta hecha de agua, el cual una vez el fénix empezó a revolotear viendo las intenciones de la Catrina.

    -Ha llegado el momento de que vosotros crucéis conmigo. -dijo el fénix mientras media parte de su cuerpo era traspasado por aquel portal acuoso.

    Ante la curiosidad de Emmett de observar si había algún desperfecto, observó tras el portal y nada, ninguna parte del cuerpo del pájaro en llamas se observaba por ende, tomó confianza y afianzó el agarre con la mano de su amada.

    -¡Vamos Rose! ¡Quiero ver que hay detrás!

    Ambos cruzaron justo después del fénix, logrando que así la Catrina lograra sonreír sin preocupaciones por ambos, al fin los había ayudado. Y aquello aunque nunca lo admitiría, la hacía sentir con una gran satisfacción el de ser útil y eficaz. Una vez ambos vampighostines cruzaron el portal, se detuvieron al sentir el gran cosquilleo cruzar sus cuerpos que empezaron a cobrar vida al tocar el suelo cosquilloso y suave de pétalos de caléndula que rebozaba mostrando varios caminos que llevaban en dirección a grandes edificaciones coloridas y festivas, escuchándose una música feliz en el fondo.

    [​IMG]

    La belleza que lograban ver era satisfactoria, más hermosa de lo que pudieran haber visto en la vida. Aunque al darse la vuelta y ver a la Catrina quien una vez que cruzó el portal se cerró con grandes puertas violáceas con cerraduras y una gran boca que les sonreía animadamente.

    -¡Bienvenidos sean a la Tierra de los muertos! -exclamó festejando el portal cobrando vida- Espero que su hospedaje eterno sea bienaventurado. Y ... es un placer tenerla de regreso, señora mía -dijo la puerta, mirando a la Catrina.

    -Gracias Taruma.

    Las palabras habían sonado más adormiladas y tranquilas que las que recibieron, pero la apariencia de la mujer fue cambiando y reemplazado por un vestido pétalos rojos que cubría desde encima de los senos hasta poco mas de las rodillas.

    Era más elegante, festiva por los brillos tenues que estaban depositadas en algunos pétalos y otras joyas armoniosas habían aparecido en cuello y brazos de la Catrina. Tomando forma de lo que era en realidad. Aunque ninguno, tanto Rosalie como Emmett pudieron decir algo, porque de ser figuras trasparentes y apenas visualizadas en el mundo terrenal ahora sus cuerpos eran físicos y no trasparentaban nada. Por lo que aquello no fue ni el ultimo de sus sorpresas porque mientras mas se acercaban al pueblo festivo ambos notaban cambios en si mismos.

    -Catrina... me siento diferente...

    -¡Wow, me siento el cuádruple de fuerte de lo que era! Rose! Mira!-dijo Emmett emocionado al poder levantar algo que parecía ser un autobús super pesado pero él lo había levantado sin esfuerzo.

    -Cariño... baja con cuidado eso, mi hombre mono.

    Emmett sonríe feliz y emocionado, aunque despues que lo baja este parece cobrar vida y mirarlo. Logrando que se asuste y corra hacia Rosalie.

    -¿Que es esa cosa?-pregunta algo asustado.

    -Es un appa. Son nuestros medios de transporten. No creeréis que todos seréis capaces de caminar por todo el pueblo para llegar a sus destinos-dijo la Catrina una vez frente a uno de esos bisonte/ositos peludos voladores - Son los mejores para llevaros al Departamento de Registro & Correo.

    Una vez dicho eso, Rosalie se percató perfectamente que algo en ella también estaba cambiando, Emmett no había perdido su super fuerza. Pero cuando vieron que la Catrina perdía fuerza y caía hacia el gran autobús peludo, quien la supo atrapar a tiempo con su hocico y cabeza. El mundo colorido y brillante por un momento parpadea como si de energía o electricidad le fuera a faltar ante aquel momento de debilidad de la Catrina y por unos segundos donde estaban situados los pétalos iluminados se apagan. Demostrando que una vez sucedido el apagón no había sido por completo deslumbrado, porque Rosalie iluminaba aun el lugar con su presencia.

    Ella era luz, ella era la que portaba la fuerza y protectora luz capaz de debilitar a cualquier sombra que llegase al mundo de los recordados. Y de los muertos.

    Mientras que Emmett era el que portaba la fortaleza extrema de ser el golpe certero capaz de derribar muros o monstruos que creían ser capaces de traspasar los muros del pueblo.

    -Así que ellos son los nuevos guardianas de los puertos.-dijo una voz femenina desconocida.

    Rosalie se tensó al escuchar muy cerca la voz, encontrándose con una niña de 10 años en apariencia física. Cabello rubio platinado llegando casi a blanco, ojos grises portando una mascara cadavérica que ocultaba su rostro.

    -Un buen trabajo sin duda alguna, querida. Hemos sido bendecidos en esta oportunidad -dijo una voz varonil también desconocida, este era un joven de al menos unos 14 años de edad en apariencia pero la madurez y seriedad en los ojos demostraba lo contrario.

    - Azű y Lezäs. ¿Qué os creéis para estar aquí?, por algo os construí aquella torre. Para evitar exponerse a peligros innecesarios como los que estáis haciendo, par de vejetes-dijo la Catrina recuperándose de su debilidad momentánea, dejando un suave beso en la frente del bisonte, que aun estaba preocupado por ella.-Gracias Appanu..

    Un suave bufido asintió y lamió a la Catrina quien no pudo evitar reír. Logrando que aunque no lo admitieran, tanto la niña pequeña como el chico se relajaran físicamente.

    -Más respeto jovencita, que los años cuentan y ambos somos capaces de cuidarnos perfectamente -dijo regando el chico que al parecer se llamaba Lezäs, melena negra como el carbón y ojos grises como la primera en hablar.

    -Perdón pequeña, pero no podemos evitar preocuparnos por usted. Después de todo hubo un apagón significativo recién-dijo la niña mientras se acercaba a Rosalie, quien parecía no comprender nada- ¿No les ha dicho aun de las condiciones que accedieron al dejar sus vidas vampíricas para aprovechar esta oportunidad?

    Rosalie y Emmett miraron extrañados a la Catrina que ahora se encontraba comiendo algo que parecía ser como algodón de azul celeste pero era muy fluorescente.

    -¿Uhm?~

    -Está visto que no. -dijo Rosalie al sentirse intimidada por la niña. Algo en estos niños no demostraban lo normal.

    -Se os diré de una manera fácil, porque ahora ella necesita alimentarse o será gruñona por el resto del tiempo.-dijo la que se conocía como Azűr.- Su misión mutua, Señorita Rosalie y Señorito Emmett, son justamente el de ser protectores junto a la Catrina, enfocados hacia los niños y ancianos del mundo de los muertos...-empezó a decir pero fue interrumpida.

    -Evitar que los monstruos lleguen a ellos. Aunque una vez que pisen el mundo de los recordados sus cosquilleos de dones se fortifican. Como habéis visto, y sentido Joven Rosalie... usted se vuelve mas brillante ante su don de belleza extrema, la luz en ti es mas fuerte y protectora, capaz de debilitar a los demonios y seres olvidados. En cambio usted, Joven Emmett mejora su fuerza pero se gana un objeto por parte de la Catrina, un objeto bendecido que lo ayudará a protegerse y proteger en golpes certeros-completa diciendo Lezäs.

    Esto ultimo emociona a Emmett como a un niño pequeño ya que, la Catrina hace aparecer un gran un mazo al estilo Picapiedra y el fénix lo encubre de fuego picante que pronto deja que este cobre un color carmesí con llamaradas naranjas como los pétalos de caléndulas.

    -Si alguien pasa por donde está usted, roza su mazo o simplemente intenta detenerlo, su final estará cerca. Porque la Catrina bendijo el mazo para purificar mientras ella no este para velar por este mundo. Y las llamaradas del fénix sirven para quemar las almas malignas y no arrepentidas. Siempre que se arrepientan se podrán salvar, sino, la extinción será el fin.

    Unas vez dichas esas palabras Rosalie y Emmett habían quedado mirando a la Catrina en busca de respuestas pero esta tan solo se había dedicado a subir a la especie de bisonte volador que a su vez se podía ingresar dentro como si fuera un expresso bus de alguna película de Studios Ghibli, parecía haber desconectado en comunicación.

    Pero el fénix sabía que lo que estaba pasando era que, el cansancio le estaba pasando factura, necesitaban llegar al departamento de Registro & Correo prontamente, sino estarían ante una crisis.

    A las nuevas almas nunca se les debía asustar de entrada, sino... no serían capaz de pasar por registro. Ya que allí comenzaba la primera fase de travesuras y miedos a sobrevivir.

    Ya que registrarse en el mundo de los muertos, era sencillamente peculiar. Ni Rosalie ni Emmett, ni ningún alma ha estado preparado para lo que se venía acercando.

    El Registro facial.
     
    Última edición: 13 Octubre 2021
  13. Threadmarks: Capítulo 12. Cebolla de oro. Chismes
     
    Brunchi

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    Capítulo 12.
    CEBOLLA DE ORO. CHISMES


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    Edward había estado una semana y algo en Alaska preparándose mentalmente ante lo que debería pasar, pensando en lo que Rosalie le había dicho, en como Emmett había enfrentado la situación. Su familia estaba en conflicto desde la llegada de esa mujer junto con haber llegado a estar un día cerca de Isabella Swan.

    Le preocupaba echar a perder todo el esfuerzo que su familia hacía para encajar y vivir en paz. Pero desde que había salvado podía recordar perfectamente el día en que ganaron la cebolla dorada en el laboratorio. Como su mirada y la incapacidad de poder leerla lo intrigaba. Lo mataba de intriga por eso decía cualquier pregunta extraña y obvia, para al menos acercarse a imaginar como eran sus pensamientos. Pero con el correr del tiempo, el hecho de salvarla hizo que esta insistiera en saber mas de él. Lo intentó... de verdad que lo intentó, el alejarse para no dañarla, el alejarse para que sus acciones no dañaran a su familia. Pero no podía, cada vez que cruzaban miradas de vez en cuando, ya se encontraba escuchando o leyendo las visiones que Alice tenía de ambos juntos. Una vida juntos.

    Pero, una humana y un vampiro sonaba claramente a que se estaba volviendo loco.

    Los días fueron pasando, la ausencia de sus hermanos era palpitante en el ambiente. El rumor en la escuela de que ambos optaron por adelantar el ingreso a una Universidad prestigiosa en otra parte del mundo parecía ser agradable pero el sabor de la realidad le tumbaba la garganta en una sensación agria.

    —Carlisle, que puedo hacer, su sangre me canta... no soporto estar alejado de ella, que los otros humanos se acerquen e intenten estar con ella, me hace querer verlos muertos. Claramente no lo hago. Pero ella... remueve sentimientos desconocidos para mi.—admitió frente a Carlisle mientras Esme se encontraba lejos, comprando cosas para el hogar.

    —Si las visiones de Alice son las mas acertadas y lo que acabas de decir, puedo suponer que ella realmente si sea La Tua Cantante—dijo Carlisle leyendo un libro de medicina—Y eso hijo mío, por más que desees evitarlo, no todos logran conseguirlo.

    Las ilusiones de luchar en contra de los instintos, de los sentimientos le empezaban a corromper la paciencia, escapándose de aquella conversación ante un suave murmullo de: "Bien, gracias". Para luego enfrascarse en cazar algún venado y saciar la sed, y reflexionar ante lo que debería hacer más adelante con Bella.

    [...]

    Mientras tanto desde el mas allá, las cosas iban bastante tranquilas, la Catrina había dicho que estaría en un reunión justo luego de haber vivido la máxima experiencia de estar volando por los cielos en un animal como era el bisonte volador. La festividad y colores de la Tierra de los muertos era maravillosa, aunque Rosalie no quisiera decirlo en voz alta, sentía que la Catrina les ocultaba muchas cosas mas, y no solo a ellos. Si bien, por lo que pudieron comprender ante las reacciones de la catrina contra los niños que los recibieron, pudieron recabar la ilógica respuesta de que tanto Azű y Lezäs eran parte del consejo que vigilaba el cumplimiento de las leyes en el pueblo mientras la Catrina estaba gobernando la protección y fortaleza espiritual.

    Claramente después de unir cabos la mirada de ambos jóvenes niños se posaron en ellos, ambos asintiendo como si les hubiera leído la mente y aquello no era algo nuevo para ellos. Sin embargo, les hizo sentir un golpe de nostalgia al recordar como Edward había huido una vez mas de encarar una situación y ni siquiera apoyado su decisión, dolía, después de todo eran hermanos.

    Emmett en ese momento cayó en cuenta del pequeño sabor a tristeza de estar tan lejos de su familia, de Esme y Carlisle que les brindaron un hogar. Ambos se abrazaron mientras escuchaban las palabras del fondo del autobús volador.

    La Catrina se ha vuelto loca, mira lo que ha traído esta vez a nuestro pueblo.

    Nos está exponiendo en la boca de los demonios con la llegada de más extraños.

    Se dice que fueron vampiros en la otra vida.

    》¡que sacrilegio! Trajo más demonios y los trae a nuestro hogar, oh dios...nuestros niños corren peligro.

    Shhh, haz silencio, no quiero problemas con tus chismes.

    Pero... mis niños. No quiero...

    Todos aquellos susurros lleno de chismes y rumores los empezaron a incomodar. Pero fueron interrumpidos por la mismísima Catrina quien los miraba con una tétrica sonrisa.

    —¿Qué os cuesta decírmelo a la cara? Aquellos que me sigáis juzgando por mis acciones sin mirar más allá de vuestra hipocresía, perecerán y espero no ser yo quien os deba ver con la cola entre las patas. Por que... ¡adivinen! Gracias a mi no sois comida de demonios, y si sus familias los vieran, vaya vergüenza ajena, ¿no?—la sonrisa altanera pero frívola hizo que mucha gente jadeara de pavor, rencor y temor.

    —Aprendan a valorar lo que tenéis, que cuando les falte su protectora y Catrina, Dios no quiera y nunca ocurra, pero allí observaran la verdadera oscuridad que al pueblo nos rodea y es gracia a su voluntad, amor y fortaleza hacia el hogar y familia que vosotros sois para ella que sigue aun en pie la luz que nos protege de los demonios y de aquellos seres que quieren hurtar vuestras identidades —dice el joven de cabellera negra sin dejar a ver su rostro.

    —Pero es que no veis, la Catrina ha perdido la cabeza, trajo a demonios a nuestro hogar. ¡deberíamos pedir nueva Catrina!—dijo una voz de una anciana rencorosa.

    —Adelíz Ramírez, usted no tiene ningún derecho de estar pidiendo aquello. Con el registro de actitud y falta de respeto, ya debería ser enjuiciada—dice la niña dándose la vuelta para lograr que algunos niños traguen saliva al saber de quien se trataba, pero algunos adultos no la identificaban, por lo que poco a poco la niña toma forma adulta de una mujer anciana de cabellos blancos y varias arrugas.

    —¡oh, dios mío! Lo siento muchísimo señoría Azű... se me ha ido la lengua, es que ... yo... perdóneme—dice la mujer que ahora se enfoca mejor como una anciana de cabellos rojizos con arrugas quien parece mas pálida.

    —Shh, he escuchado lo suficiente. Me da vergüenza escuchar que aun anden con la desconfianza depositada en la Catrina. ¡Justamente es por ella que aun no has sido expulsada! ¡Dios sabe cuan buen corazón tiene la señorita con vosotros pero cada dos por tres ustedes... ustedes... no la sabéis valorar, tenéis todo! Todo lo que los demonios y olvidados desean, y por los prejuicios y malas lenguas siguen juzgando cuando es ella quien los ha guiado a este hogar. Sois unos...—la rojez de enfado en la mujer sobrepasaba el ambiente tenso, pero la Catrina posa una mano en su cabeza.

    —Mi hermana ha dicho la verdad, muchos de vosotros deberíais de haber ido a parar en el lado del olvido. Sus negras almas contaminan el pueblo, seres como vosotros, juiciosos deberían ser sentenciados y tener la compasión de la Catrina a su lado, os ciega en hipocresía. No deberían tener la fortuna. Pero bien sois afortunados, pero siempre que la menosprecian, cuando mas esta allí cuando la necesitan. El día que nos falte su protección, quiero verlos, quiero ver como suplican por ella. Vamos a ver si sentir el miedo de verdad en esta vida que parece no tener fin para muchos, les arrebate lo que tienen para festejar eternamente. —dice el joven dejándose ver como su apariencia verdadera. Un porte bastante maduro, pero conservado en un hombro de piel llena de cicatrices de guerra y ojos oscuros por el enfado y decepción. Lezäs había callado a la multitud.

    Y poco después de escuchar unas palabras que lograron hacer jadear tanto a Rosalie y Emmett.

    —Última oportunidad... os daré mi ultima oportunidad para dejar de ser prejuiciosos e hipócritas. No os sentenciaré porque, de hacerlo, me llevaría conmigo una gran parte del pueblo al olvido, no quisiera dar a razón las palabras del consejo. Ustedes en algún momento fueron buena gente, fueron juzgados, abandonados o se perdieron en el tiempo. Os salvé para que pudieran salvar a más personas. Por favor, eviten repetir nuevamente esta situación, ¿o quieren que empiece a creer que ninguno de los adultos que concedí el acceso a este paraíso lo merece, y solo los niños realmente son los verdaderos seres aptos y puros de permanecer en gloria y en el recuerdo de las familias?

    Cada persona que no era mucha en el autobús, como alrededor de ocho bajaron la mirada con arrepentimiento, otros se callaron y cinco niños pequeños se acercaron a la Catrina.

    —Perdone a nuestros abuelitos/papis no quisieron herirla. De verdad Señorita...—suplicaron con lagrimas en los ojos.

    Rosalie levanta la mirada para ver la reacción de la Catrina quien se aleja un poco de los asientos que permanecía cerca de los ancianos del consejo. Y se arrodilla hacia los niños con suma elegancia. Por el rabillo del ojo pudo ver como un tenue brillo estaba en la cuenca vacía que siempre ocultaba el flequillo, esto lo pudo ver debido a la acción de arrodillarse hasta la altura de los niños.

    Emmett observaba como el fénix se limpiaba las lagrimas al ver la escena, extrañado le susurra: ¿por qué lloras?. El fénix lo mira, y aquellos ojos rojizos le transmiten un montón de sentimientos fuertes y encontrados. Contestándole susurrando dice: lloro ante la esperanza y porque mi Catrina así desearía expresar. Esas palabras lo confundieron de sobremanera, intrigándole. Mientras que por primera vez en la vida, al mirar a su esposa pudo ver como lagrimas brillante y puras resbalaban por sus ojos observando la escena de la Catrina con los niños. Sabía cuanto le tocaba el corazón los temas que era en relación a ellos.

    —Tranquilos, se cuanto os queréis mis niños. Por vosotros aguantaría toda mi existencia para que los tuvieran por siempre. La familia es familia. No los lastimaré, porque sus palabras son solo eso, palabras sin sentido. Son como gotas de limón, acidas pero soportables—dice la Catrina con un suave tono agradable pero firme hacia los niños.

    Estos enseguida al escuchar la mención del limón hacen una mueca de desagrado. Y asienten.

    —¡Les daremos mas azúcar para que no sean como los limones, se lo prometemos!—dicen al unísono, mientras que se acercan para abrazarla.

    Cuestión que muchos temían que ella reaccionara mal, ya de por si sabían que la Catrina detestaba las muestras de afecto. Pero los inmunes a los cambios de humor una vez mas, había sido ante la presencia de niños.

    Algunos decía que ante la pureza y brillo que esas almas jóvenes poseían, endulzaban aquel ser tan sombrío que muchas veces presentaba ser la Catrina Cahaya's Eien.

    Rosalie fue capaz de captar junto a Emmett un mensaje entre esas líneas, tal vez los niños no lo notaron pero realmente se habían quedado con un nudo en la garganta. ¿Por qué era tan buena y aun así lo soportaba? Que ganaba.

    Pero luego al ver como los niños la mimaban y ella aceptaba, la respuesta había sido muy notable, los niños eran su única luz entre tanta muchedumbre. ¿Cómo era posible que una ciudad tan iluminada, que justamente la Catrina era la que era mas manchada y su única esperanza de luz solo encontrara en los niños? ¿Por qué también aquí era así?

    Dudas se aglomeraban, pero justo cuando se separaron los niños de la Catrina, el viaje había terminado y los señores mayores habían dicho que la esperaban en el quinto piso.

    —Hemos llegado. Síganme.

    Esas palabras fueron las primeras en decir, después de haberse despedido de los niños.
    Ambos tanto Rosalie y Emmett enseguida la siguieron y quedaron absortos ante la gran edificación que se alzaba frente a ellos, parecía un lugar público como un
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    de carácter político, pero era parecido mas a un castillo, aunque claramente se parecía a algún edificio del mundo de los vivos, bastante común pero con un aspecto bastante festivo pero prodigioso. Por dentro realmente se notaba cuanta gente seguía haciendo fila para un objetivo en común. Emmett iba a preguntar el por qué pero el fénix fue mas rápido en contestar a la duda:

    —Los familiares pueden...
     
    Última edición: 13 Octubre 2021
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    Cahaya's Eien [Halloween 2020]
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    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Fantasía
    Total de capítulos:
    14
     
    Palabras:
    4910
    Capítulo 13.
    HERMANAS TWOMIXES

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    -Los familiares pueden enviar sus palabras buenas o contar su vida al estar hablando ante una fotografía del familiar fallecido. Solo que al ya estar en la otra vida, los ciudadanos de esta parte reciben por medio de correos fotografías de la familia creciendo o nuevas historias, bien puede ser solo un saludo. Es la manera mas larga y tardía pero efectiva de seguir y estar en una comunicación con la familia, muy a pesar de que no puedan enviarse correos de aquí hacia el mundo de los vivos.

    -Cahaya's, ¿Cuándo nos explicarás las condiciones a las que accedimos?-pregunta Rosalie, bastante reticente.

    -Después de que vosotros se identifiquen con el Señor Smith y tengan vuestro carnet oficial. Aunque desafortunadamente no podré acompañaros, debo ir a una reunión.-dice neutral la Catrina, mientras que internamente suspira de alivio por tener que lidiar con los del consejo en vez que lidiar con las pesadas hermanas TwoMixes-Rocco, cuando terminen guiadlos hacia Delaila. Estaré llegando en el mismo tiempo que vosotros.

    La Catrina sin esperar una respuesta, se marcha dejando al Fenix bastante sacado de onda. Pero tan solo se dedica a suspirar, mira a los vampighotsines y luego la larga cola hacia la primera prueba.

    -Espero que hayáis tenido un buen entrenamiento de paciencia y aguante en sus vidas pasadas. Porque nos espera un largo proceso para conseguir vuestros Carnets de identidad.

    -¿Por qué? ¿No es acaso, solo quitarse una fotografía y darle nuestros datos a la correspondiente caja?-Pregunta curiosa Rosalie- Si es largo el procedimiento, ¿Dónde nos podríamos sentar?

    -Apoyo la moción, siento que estoy muy cansado. Y realmente es la primera vez en mucho tiempo que realmente digo una verdad humana...Rose, sonará raro pero tengo sed.

    -¿Sed? Sed de sangre?-se preocupa Rosalie por su esposo.

    Este niega inmediatamente tocándose el estomago.

    -Sed de soda y ganas de comida humana. Mas bien, a esas cosas de algodon de azucar que parecen vender allá-dice señalando a lo lejos un carrito vendedor de chuches.

    -¿Qué?... creía que solo era la única con sentir ese cosquilleo-murmura con cierto brillo de ilusión pero sonríe agradecida.

    En el poco tiempo que llevaban estando dentro de la Tierra de los muertos, ya estaban volviendose mas humanos, lloraban y tenían hambre, era buena señal.

    Sin embargo, el fénix se quedaba mirándolos curiosos. ¿Será que por ser los nuevos guardianes desarrollaran la necesidad de comer aunque no lo necesiten? Aquello le preguntaría luego a su amada Catrina.

    -Bien, llamaré a que os traigan de comer las nubesufer, que son los algodón de azúcar, como vosotros los llamáis. Mientras esperamos a tener la prueba con las Señoritas TwoMixes.

    -¿TwoMicys/TwoMixs...?-dicen Rosalie y Emmett al unísono y con las cejas fruncidas al escuchar tal nombre extraño.

    -Two Mixes, son unas hermanas siamesas calaveritas, encargadas de la primera prueba de identificación. Nenú busca la mentira a través del alma, Fares pregunta de todo hasta asegurarse que realmente sean quienes dicen ser.-explica el fénix- Adelante, pregunten lo que quieran, solo algunas cosas les podré responder. Pero al menos por el tiempo que esperemos haré lo mejor para tranquilizar sus almas.

    Rosalie enseguida asiente para preguntar, mientras el señor vendedor se acerca y les ofrece las nubesufer que tienen cierto aroma mentoso y picoso, pero al tragar calman el hambre que arde en su ser interior.

    -¿Cómo sabremos quienes son esas hermanas? O mas bien... ¿Cómo las sabremos identificar?-pregunta Rosalie, mientras mira de reojo como Emmett se engulla sin ningún tapujo el algodón y la bebida de unos grandes mordiscos.

    El brillo de felicidad y emoción seguían creciendo a cada momento en aquellos ojos ambarinos que siempre le recordarían lo que fueron y dejaron de ser.

    -Nenú tiene un solo ojo de color verdoso, la melena rojiza y es bastante sencilla pero muy mezquinos. Mientras que Fares o Faris, es muy pero muy de hablar, tiene melena naranja rojiza, no posee ojos, cuidado con perderse en aquellos oscuros huecos que posee. Lo único que os puedo aconsejar es que sean sinceros y no las miréis mucho que de ser así, tardaremos mas tiempo en llegar junto al señor Smith-explica el fénix.-¿otra pregunta?

    -¿Cómo es que puedes hablar?, o bien...¿Cómo podemos entender tu idioma de ave?-pregunta Emmett con cierta diversión y curiosidad.

    -Por qué antes de ser una criatura como observan, fui humano como vosotros. Solo que evolucioné para cuidar a mi Catrina, mi señora. Pueden llamarme Fénix o Rocco. -dice el flameante fenix, de paso presentándose como debía aunque sin poder evitar que ante la mención de su Catrina evidencie su apego fiel y respetuoso hacia ella.

    En ningún momento se estaba comportando como el gruñón que decía la Catrina de vez en cuando ser con ella. Tal vez ese choque de caracteres los hacía compatibles, ¿Quién sabe?

    -¡Asombroso! Rose, regálame un fénix a la próxima. Quiero una mascota así-dice Emmett emocionado cual niño, aunque burlón para el fénix.

    -Ay cariño, no lo molestes.

    -Tranquila Señorita Rosalie, ya estoy acostumbrado a ese tipo de trato -dice el fénix mordiéndose la lengua al recordar las burlas provenientes de la Catrina, aunque lo hubiera dicho con un sarcasmo burlón y relajado.

    -Ni me quiero imaginar quien puede ser. Emmett tiene suerte de que lo amo, sino, sus bromitas habían ido a parar contra la pared. -bromea un poco Rosalie al ver el pucherito y cruce de brazos de su esposo quien se muestra indignado- ¡Tontito! Sabes que te adoro de todas las formas osito.

    Emmett gruñe y la abraza territorial, besándola con pasión

    -Eso espero preciosa, porque yo igual se atacar con la misma arma-dice en doble sentido, mirándola con hambre.

    Rosalie por primera vez en mucho tiempo siente las mejillas calientes y se oculta en los grandes brazos de su esposo. Mentiría si no admitiese que era aquello lo que quería hacer como primeros pasos en su relación con la nueva vida. Disfrutar a flor de piel todo con el.

    -Que hermosa te vez sonrojada, preciosa Rose.

    -Shhh, no me avergüences mas.

    -Sois una pareja adorable, pero me temo que debemos avanzar ya nos toca lidiar con las hermanas TwoMixes.

    -¿Qué? Tan pronto?-pregunta gruñendo frustrado Emmett.

    -Si, aquí pasa el tiempo mas rápido que en vuestro mundo, o bien. Todo va en muy buen orden, debido a que sintieron ya a la Catrina en el territorio.-dice pensativo en fénix volando hacia una dirección.

    Una vez que el fénix se ha apartado un poco deciden pararse de la banca donde se encontraban esperando, para llegar justo frente a ambas chicas que los miran como el nuevo juguete, con ansiedad y curiosidad. Ambas sonríen amablemente, diciendo:

    -Bienvenidos a Registro & Correo, es un placer ver nuevos rostros y especie acoplarse a la Tierra de los muertos -saluda la mujer de cabello rojizo, observándolos con mucha atención, aunque el único ojo que poseía parecía moverse como un ojo loco en la cuenca. Como si estuviera suelto, aunque así era-Soy Nenú TwoMixes.

    Enseguida la mujer de cabello naranja rojizo aplaude emocionada y divertida, notándose perfectamente el movimiento de las mandíbulas separadas al hablar-Soy Fares o Faris, como queráis pronunciar mi nombre estará bien, soy la hermana de esta cara larga, y estaré velando por sus almas en una pequeña prueba de preguntas. Son sencillitas, ¡nos llevaremos bien! Eso les aseguro, les he visto venir con la Catrinita-sigue con su presentación pero al final se siente un ambiente pesado y demasiado animado que para Rosalie y Emmett les da un sabor a nostalgia al recordarse de Alice ante la actitud de la chica.

    -Es nuestro placer. Soy Rosalie Hale Cullen, y este es mi esposo -se presenta firme y segura.

    -Y yo soy Emmett Cullen, estoy muy ansioso por saber que nos tienen preparado. -exclama emocionado el joven de cabello negro, logrando que las hermanas se fijen mas en él.

    -Perfecto, comencemos-dice directa Nenú, quien empieza a anotar los nombres en unas hojas frente a ellos.

    Claramente después de tan larga fila habían llegado a una cabina y de allí se los había dirigido a un despacho reservado, donde se encontraban las mujeres siamesas con un vestido verde musgo casi fosforescente, con una enorme calabaza sonriente a un lado. Ninguno de los nuevos parecía darse cuenta de la vida que este poseía.

    -Señorita Hale, ¿acepta responder con la verdad y sinceridad requerida a toda pregunta sin oponerse? Ya que de verse una oposición se podría tomar como nerviosismo ante una posible mentira. Si no les han dado una guía sencilla y directa con anterioridad, lo cual es común en nuestra Señora, asumo que no sabe los pasos para acceder al requisito de registro facial. Corrija si me equivoco -dice Nenú mientras empieza a escribir mas cosas en algunas hojas.

    -Acepto las condiciones, realmente deseo tener el pase a lo que por derecho merezco. Sé fielmente que la Catrina nos eligió por un motivo en específico, no me dejaré intimidar ante nadie -responde Rosalie, seria con firmeza sin dudar de sus palabras.- Realmente sería agradable recibir cierto asesoramiento de lo que pasará a continuación, Rocco tan solo nos ha dicho un poco de vosotras para diferenciarlas y no tener ningún mal comienzo. Ante todo una buena impresión.

    Nenú y Fares miraron al majestuoso Fénix quien las observaba con una mirada seria. Por unos microsegundos ambas se habían mirado de reojo. Sus huesos craquearon un poco ante la mirada bastante pacífica. Ya de por si les era raro que la altanera Catrina no se hubiera pasado a saludarlas, debía de admitir que les daba vida burlarse y bromearle con los chismes que sacaban de quicio a la señora, sin embargo, Nenú sabía que su hermana era muy molestosa tanto que llegaba a sacar de quicio hasta a ella misma, por ende, cuando se les pasaba la lengua por largo y alto, intentaban huir antes de recibir las insanas miradas de la mujer. Los castigos que daba nunca les había dado relax hacia la vida divertida y glamurosa.

    En ningún momento se permitió intimidarse. Ella no eran de las que se subestimaban y debilitaban ante una adversidad. Ya había pasado por muchas cosas como para que le molestara la intromisión y forma de trato de una persona que parecía incrustar la mirada en ella.

    -Perfecto, comencemos entonces, ¿Qué tanto te ha afectado que Eddy no te haya apoyado esta vez? ¿Crees que fue por culpa de la humana?-dice Nenú sin mirarle a los ojos pero atenta mientras anotaba esa primera pregunta.

    Rosalie cerró los ojos al sentir el golpe y caradurez en las palabras, pero Emmet la abraza suavemente intentando calmarla.

    -Él... no siempre estará a mi favor. Claramente es culpa de esa mosquita humana pero, ya estoy lejos para que me siga importando pero ...-traga saliva mordiéndose el orgullo- me ha dolido que como familia se negase a apoyarme y apoyarnos.

    -Inclusive estarías segura de haber dado la vida por su bienestar, ¿no? Aunque eso significara alejarlo de su Tua Cantante- dice nuevamente Nenú hostigándola.

    -Daría todo por la familia que me apoyó, soportó y aceptó como soy y he sido. Porque eso somos el Clan Cullen, familia.-aboga Rosalie, con el corazón llena de seguridad, desafiándola.

    -Una última pregunta, y terminamos, de esto se basará si pasas o no la prueba 1 -duce Nenú mientras se arregla el cabello con cierto egocentrismo.

    -Estoy lista.

    -¿Serías capaz de abandonar tu fidelidad hacia la Catrina, tu esposo y el pueblo si te encontraras con las almas de tus violadores personales? Según tengo entendido, usted fue quien acabó con sus vidas.-dice con una mirada burlona y chismosa, la pelirroja estaba tocando puntos frágiles y lo sabía.

    Emmett iba a defender a su esposa al ver como esta temblaba mas enojo y algo mas, pero Rosalie agarra la mano con suavidad con una mirada de dolor y enojo. Pero esto lo descarga en la hermana siamesa.

    -No. No lo haría.

    -¿Porqué? Somos unos completos desconocidos. Podrías traicionarnos tan fácil como respirar, dime, ¿porqué te interesaría seguir fiel a los mencionados?-Nenú la desafía con una ceja levantada mientras Fares los observa curiosa y raramente en silencio.

    -Por qué la Catrina no admite seres que no tengan arrepentimiento y me basta con saber su forma de desenvolverse con vosotros para saber que tengo razón. Soy luz en este mundo y daré lo que sea necesario para proteger al lugar donde será pronto un hogar y familia para dar amor a los niños. Así como una vez nos dijo Esme, mi madre: "El amor yace y nace incondicional, solo se da sin pedir nada a cambio", y eso es lo que me han ofrecido y ofreceré con gusto.

    Rosalie tan firme, sincera pero con las emociones a flor de piel, percibe el leve palpitar de su corazón y no logra aguantar un sollozo que se les escapa. La memoria de aquellos que mancharon su vida no se marcharían tan fácil. Pero quería comenzar bien en este mundo, y si eso significaba dejar atras su rencor y velar por la oportunidad, superaría sus temores y resentimientos por esta vida.

    -¡Eres impresionante, Señorita Rosalie! De grande quiero ser igual que usted-dice infantil pero bromeando Fares o Faris, mientras aplaude.

    -Espero sigas con esos ideales por resto de tu estadía. Puedes pasar a la siguiente ronda, Fares, hermana mía ya es toda tuya -dijo Nenú mientras terminaba de anotar la respuesta y poco después membretaba el sello de su aceptación.

    Aunque claramente percibía la mirada de incredulidad del Fénix.

    -Ni una sola palabra maldito pajarraco, o te corto la lengua-advierte de muy mal humor, aunque avergonzada por dentro de haber caído empáticamente hacia la rubia.

    Rocco la mirada amenazante pero al ver como el sello vuela siendo arrojado en dirección al fénix, cosa que lo golpea y al final este termina consumiéndose en llamas, se queja por la maldita e irrespetuosa mujer que es Nenú.

    Mientras Nenú empieza a hacer preguntas parecidas a Emmett, Fares aplaude emocionada.

    -¿Cuanto os amáis vosotros? ¿Del 1 al 20 cuán dispuesta estarías de adopta a algún niño en esta nueva vida que te espera? ¿Qué harás cuando las arrugas se te empiecen a notar y pierdas esa belleza de muñeca? ¿Te consideras mas bella que la Catrina? ¿Serías capaz de enfrentarte a la Catrina o solo sería en circunstancias bastante complejas y necesarias? ¿Tu...?-y así fue como el gran cuestionario de preguntas había llegado como gaviota a Rosalie.

    Empezando a comprender del porqué la Catrina no los había acompañado por lo que resigna a cumplir rápidamente con las pregunta que va recordando y tratando de responderlas en orden pero claramente, después de las cinco primeras ya no había prestado mucha atención. Respondiendo a cada una:

    -Las palabras son demasiado cortas para definir el amor que nos tenemos por algo hemos estado durante tanto tiempo juntos y esperamos estarlo para toda la eternidad. Amo a mi esposo y no lo cambiaría por nada.-respondió Rosalie a la primera pregunta mientras la veía apuntar la respuesta en otra hoja pero esta vez no podía notar que es lo que tanto Fares anotaba con tanta euforia.

    -Awww, me encanta el tipo de pareja que hacéis. Muy bonita, espero que les dure hasta que seáis arrugaditos y cieguitos -dice amablemente pero también en tono bromista.

    -Los niños son la esperanza de este mundo y tengo para dar tanto amor como se pueda, asi que daría lo necesario y existente en mi para cuidarlo, amarlo y protegerlo de ser el caso que llega la necesidad de adoptar algún niño.

    Las palabras de Rosalie salían tan natural e ilusionada que podía pensar que tal vez muy pronto aquello se podría cumplir. Lo deseaba. Pero no sabía que requisitos debía de cumplir.

    -¡Perfecto! Entonces te suscribiré para las reuniones anuales de adopción que hay al final de dos meses de haber transcurrido nuestra fiesta nacional y anual. Sigue respondiendo, querida-responde Fares anotando con mas devoción en la hoja sostenida por el tabloncillo de madera.

    -No se que haré cuando ocurran los primeros cambios a envejecer pero se que podré seguir adelante si tengo a quienes amo conmigo. -responde Rosalie algo dubitativa, siempre había soñado despierta en que alguna vez pudiera envejecer viendo a sus niños crecer, pero nunca lo había puesto como un hecho.

    -Ajam... ya veremos querida, aunque si necesitas ayuda para tapar las patas de gallo o golpes, con mi hermana podemos maquillarte para que quedes preciosa -sonríe engreída y ansiosa- sigue, que tus respuestas son interesantes.

    Rosalie ya empezaba a tener ganas de incinerarla, las palabras soeces y llenas de bromas burlonas ante su belleza estaban suprimiendo la poca paciencia que solía tener. Por lo que suspira con necesidad de calmarse ante todo.

    -Creo fielmente que soy mas bella, pero me he dado cuenta que aquí la belleza es mas toxica por lo que tal vez, en un futuro vuelva a replantear mi presentación física y decir que la natural belleza de la Catrina es la optima y pura verdad. Así que, por el momento sigo siendo la mas bella-sonríe Rosalíe con autosuficiencia al ver como Fares se arregla el cabello una vez que se arregla a sí misma su melena rubia y alborotada.

    -Ya quisieras querida. Aquí nosotras somos las reinas de la belleza, ¿no es así Nenú? -pregunta pestañeando los ojos exageradamente y ridícula Fares.

    -Así mismo hermanita, por ende, cuando seas mejor que nosotros, nos llamas y admitiremos la derrota. Claramente nunca pasará. -dice egocéntricamente mientras se dan los cinco ambas hermanas TwoMixes.

    Rosalie estaba enfrentándose a la agotada realidad de sobrellevar una conversación en son de paz con las hermanas TwoMixes, y empezaba a entender cuan pesado era ser Catrina.

    Mas aun cuando ella tenía que estar equilibrando o tolerando estas actitudes de prepotentes. Pero por algún motivo las había elegido para tal papel importante y no era nadie para quejarse de esas decisiones.

    -Me enfrentaría a la Catrina si fuera realmente necesario, no soy quien para dejar a un lado mi educación, deberíais buscar ese concepto en vuestro diccionario queridas -una vez dicho aquello, Rosalie se sintió mas liviana y más aun cuando escuchó la carcajada de alguien cercano a ellos.

    Busca con la mirada de donde a provenido y se encuentras con un hombre bastante maduro pero esquelético y formal observándoles con una sonrisa emblemática.

    -Me agradas mujer. Te has ganado mi respeto, TwoMixes ya me encargo yo de los nuevos.-dice el hombre emblemático con aquel traje de esmoquin algo rasgado por los años.

    Rocco los empuja rápidamente aprovechando la vía libre que el señor Smit había logrado. Despidiéndose de las damas Twomixes e ingresando al nuevo despacho. Emocionado por lo que pronto pasaría. Además de estar ansioso de saber como había resultado la reunión con los consejeros.

    Por otro lado, Rosalie y Emmett se encontraban curiosos y confusos por lo que cuando se iban a presentar este les guiñó un ojo e indicó que se sentarán en los sillones cómodos y aireados alrededor del escritorio.

    -Soy Pejelarguerto Smith, y ha sido un placer salvaros de las hermanas TwoMixes. Me debéis una, jovencitos -dice el esqueleto emblemático.

    -Realmente si usted no aparecía no quedaría nada de las hermanitas, son insufribles. Han faltado el respeto a mi Rose.-murmura ofuscado Emmett mientras se cruza de brazos.

    -Jajajaja ya lo veo. Así son las hermanas TwoMixes. Por cotillas y chismosas tienen el castigo eterno de servir al Registro & Correo en la Atención a los nuevos ciudadanos.-dice el Señor Smith, mientras empieza a mover algunos artilugios cercano al entorno de Rosalie y Emmett.

    -Y... ¿que haremos ahora?

    -Pues, necesito que colocáis vuestros rostros en....

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    Extra: 1̲3̲.̲1̲ ̲ ̲A̲z̲u̲l̲e̲z̲a̲s̲ ̲-̲ ̲M̲o̲t̲i̲v̲o̲s̲

    Desde aquel encuentro con el monstruo sombrío de criaturas olvidadas y demonios hambrientos llenos de sed de justicia malintencionada, de seres olvidados que no querían comprender que su tiempo ya había terminado, que para cada quién el tiempo estaba ya escrito.

    Si deseabas ser recordado por varias generaciones, debías haber fomentado la buena relación con tus hijos y de allí, los hijos generado con esa buena educación y amor sus descendientes de las nuevas generaciones y tiempos.

    Si deseabas también disfrutar de volver a visitar el mundo terrenal y la familia, debías haber dado como costumbre y tradición familiar el festejar en Halloween de tu regreso.

    Si deseabas disfrutar del descanso, debías haber hecho cierta cantidad de cosas equilibradas tanto buenas como malas, y entre una de esas acciones, sería tu llave hacia la consideración de la Catrina al descanso de tu alma y ser espiritual.

    Sin embargo, si no contenía arrepentimiento puro el proceso tardaba en acontecer.

    Si te perdías por el camino, y no aceptabas partir porque aun pensabas que habías dejado cosas sin acabar... tu tiempo en la tierra para su mala suerte se alargaba, porque personas que no quieren ayuda, simplemente la Catrina no busca perder su tiempo en personas inseguras y toxicas, solo se relaja y espera el momento para ir a por su ser.

    Aunque si eras muy toxico siendo un ser espiritual en el mundo terrenal había sus peligros, al estar aun en un lugar como el de los vivos los demonios podían usurpar y torturar como quisieran a las almas aun con su cuerpo enlazado al terrenal.

    Podían dañar a los seres queridos, y para provocar a la Catrina Cahaya's Eien.

    A veces la Catrina y el Fénix llegaban a tiempo a salvar aquellas almas, pero en ciertos momentos atacaban dobles hasta triples que casi no le quedaba aliento de recuperación.

    Las malas pasadas por haber sido almas errantes y no haber aceptado su muerte, habían ocasionado mas de una la emboscada hacia a la Catrina, y que la misma fuera llevada a las profundidades de la oscuridad para ser torturada.

    El fénix no podía cruzar siempre a buscarla en ese mundo sinfín de atrocidades, pero muy a su propia fuerza la medusa Ignoic llegaba a su rescate e ingresaban tanto actual protector como anterior de las Catrinas para traerla devuelta.

    La Catrina no era omnipotente. También era capaz de sufrir como cualquier alma, solo que al aceptar la responsabilidad de proteger y cuidar a la tierra de los muertos, dejaba de importarle su vida para poder enfrentar a las entidades oscuras.

    Ella daba su irracionalidad, brutal consciencia y sentido común por cada ser que formaba y formaría parte del otro mundo.

    Ser Catrina y Protectora de ambos portales del mundo humano, no era un puesto fácil de mantener en equilibrio.

    Tal vez hubieron épocas que la Catrina solo era una mujer sin prestigio o una mujer sencilla pero orgullosa sin ningún puesto, pero en algún momento estas se habían cansado de seguir esa línea y la nueva generación nació de una pequeña rebelión.

    [...]

    El día que se dedicaron a registrar a Emmett y Rosalie, la Catrina si bien se había reunido con los del consejo, ambos ancianos Azü y Lezãs habían dejado sus puntos a tratar explícitamente, y como era tan sincera realmente ni se cayó sus intenciones.

    -Primeramente te quiero felicitar Cahaya's Eien-había dicho la mujer, Azü, tranquilamente observándola desde el cabezal de mesa ovoide.-Inclusive me animo a decir que nos parece bien que vuelvas a considerar la elección de guardianes para una ayuda extra en tus obligaciones.

    -Pero el hecho que las hagas recién cuando careces de tiempo y energía, me parece una caradurez e inconsciencia.-dice cruzándose de brazos el hombre de carácter y rostro maduro pero juvenil, Lezãs-sé que no deseas dejar este mundo sin protección, pero tampoco para desperdiciar tu energía en principiantes, ¿Qué nos garantiza que harán su misión sin traicionarnos?

    Las palabras llenas de desconfianzas, la golpearon pero se mantuvo firme.

    -La garantía es su motivo de haber aceptado mi trato. Os sabéis perfectamente que, quien acepte mi ayuda para salvarse del estancamiento hace una promesa irrevocable que, si llegara el caso de una traición arderían en llamas y la próxima generación sanguínea moriría para reemplazarlo. Y las mas puras e impensables son las almas menos irrompibles de cualquier lado, espiritual o terrenal, son puros y específicamente seleccionados por su corazón valiente y fidelidad al mismo.-la postura de la Catrina no se amilanaba.

    -Lezãs solo quiere que entiendas que nos preocupamos, te hemos agarrado cariño. Además de ser la que rompe los esteticismos, cumples con lo que ofreces, llevamos varias décadas en buenas condiciones. A pesar que hayamos perdido gente, el sacrificio ha valido la pena...-dice Azü mirándola con cierto brillo especial para seriedad iba tomando lugar-¿que haremos con todos los niños que realmente te respetan y se enteren que ya no esta con nosotros su princesa de sabor menta? ¿Realmente nos dejarás caer en un mar de rebelión infantil ante tu marcha?

    -Ellos saben a quien querer, aunque sean jóvenes, podrán encontrar alguien que vele por ellos, se que sí. -dice con una sonrisa llena de nostalgia-. ¿No ven que cansa haber sido una Catrina sin elección? Juzgada y criticada cuando ni siquiera pude evitar ser obligada a elegir si descansar en solitario o sacrificar mi vida espiritual día tras día por seres que la mitad solo llega a valorar mi esfuerzo por sus propias vidas. Realmente no los entiendo. Deberían comprender cuan cansada estoy, quiero dormir una larga temporada, sentir la libertad sin sentir opresión de que al descansar unos minutos en mi oscuridad personal... el caos se desate y todo lo que vosotros queréis y la poca familia que tengo, se esfumen por ser tan débil. Por que si, soy débil, tengo carácter amargo y agrio, a veces dulces, soy adaptable y versátil, pero también tengo mis acciones limitadas.

    Los dos ancianos del consejo se miran al ver la impotencia, y se sobresaltan ligeramente en sus asientos al escuchar el crack del puño de la Catrina chocar contra la mesa.

    -Les traeré una Catrina decente, mejor que yo, que realmente no tenga un mal como yo. ¿Por qué simplemente no aceptáis y ya? Porque no me dejáis como todos lo hacen, no porque logre la perfección que vosotros buscan en este mundo signifique que realmente lo sea y sienta así. ¡No véis que hemos perdido gente por mi culpa! Me sigo sintiendo un error en toda esta ecuación. Estoy cansada. Y sinceramente, si no me comprenden en este asunto, poco puedo pensar que vamos a sacar otro tema a reflexionar.

    -Manara, nosotros tal vez no hayamos pasado pot lo mismo, pero sabemos cuan cargante y toxico es el puesto, pero por alguna razón esto no te está matando solo te fortalece...-dice Azü con cierta ilusión pero también sintiendo angustia por ver a la niña con aquellos malestares.

    -El hecho de que ya no quieras aceptar amor, ser querida y apreciada, te aleja de seguir en equilibrio mental. Crees que solo con el cariño de nosotros o tu fénix, que en teoría solo es un cariño personal y de trabajo, no el que realmente debe nutrir tu alma, el que debe nutrirlo es el amor de pareja, sea neutral o cualquier tipo de genero capaz de soportar tu ingenio, o todo tu ser solo porque tu haces lo mismo, un amor reciproco e intimo te falta para volver a ser lo que eras...-dice Lezãs con bastante impotencia en las palabras, no le quedaba mucho tiempo para hacerla entrar en razón.

    -¿Y que pasa si ya no confío en que mi salvación llegue? Solo quiero vuestra salvación, conmigo ya no me importa lo que hagan... después de todo. Ya he vivido de todo en ambos mundos, ¿Qué mas da si en el mas allá realmente me quedo sin nada? Creo especialmente que me he ganado cada una de las torturas, después de todo soy una persona con muchos errores.

    -Todos los hemos tenido y hecho...tu...-Azü sentía la impotencia y mira buscando apoyo en su hermano.

    -Mira si tu quieres morirte. Muérete, ya no me interesas. Sigues siendo la niña inmadura que acogimos aquella vez. -dice ya cansado Lezãs saliendo por la puerta dando por terminada la sesión de reunión.

    -Manara... nos duele en el alma no poder ser capaces de sanar tantas heridas que tienes... pero siempre hemos estado allí para intentar sanarlas, por favor, no nos alejes también.-pide entristecida Azü siguiendo el mismo camino para luego desaparecer.

    Si bien aquella reunión solo había agotado su tranquilidad.
    Por algún motivo estar en la reserva la despejaba y tranquilizaba.

    Había decidido ir a hacer tiempo en el mundo de los vivos. Realmente no quería ni ver a las hermanas Twomixes. Por ende, se dedicó a ir directamente a sacar de quicio de Harry Clearwater.

    Claramente ninguno se llevaba tan bien como con Sue o Billy pero en ciertas maneras de pensamiento ante los jóvenes coincidían.
     
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