One-shot de Pokémon - Cadena Evolutiva

Este fic no lo tenía pensado hacer, pero debido a que vi que Plushy Berry hace algunos días atrás se estaba quejando sobre el porqué un personaje para que sea malvado tiene que tener un pasado lleno de desgracias justificaba sus acciones de maldad, pero yo decía que debe haber alguna razón en especial para que dicho personaje sea malvado, y su mayoría ( según yo) tienden a ser malos por las desgracias de su pasado, pero es verdad que no todo realmente es así, entonces busque entre mis historias y encontré un motivo para que un personaje se vuelva malo sin necesidad de haber sufrido en su pasado, y aunque la historia no es tan especifica creo que al menos cumple con lo que quería demostrar.




Como ya es costumbre, esta historia también tiene conexiones, pero no tan directas, de todos modos, espero que les guste a los que le dio algo de tiempo el leerla.

Cadena Evolutiva​

Había perdido el tiempo en que todo comenzó, talvez aquel día cuando de niño mire en un pequeña maceta el nacimiento de una planta que se convirtió en una hermosa flor, abrían pasado cientos de años para que la vida se convierta en algo tan bello como una flor, años de evolución para que las especies se manifiesten de esta forma, y la vida continua evolucionado día a día mostrando nuevas y bellas especies, pero aquella flor era realmente insignificante ante la forma de vida que ha evolucionado por encima de todas, las criaturas conocidas como pokémon, seres realmente sorprendentes que podría llamarlos la raza superior de este planeta.


¿Realmente es así?, no lo creo, a pesar de su jurisdicción carecen de avidez, con todo ese poder y habilidades se someten a ser controlados por una raza totalmente inferior a ella, la raza humana, ¿Por qué?, ¿Acaso es por miedo hacia ella?, si fuera así no habría razón alguna para temer; con todo ese poder que poseen sería absurdo que le tuvieran miedo a una raza que es tan insignificante como la humana. Es amistad acaso, talvez, no es de dudar que los humanos y los pokémon pueden ser buenos compañeros, pero eso no es motivo para que peleen en absurdas peleas para sobrevalorar sus lazos de amistad, después de todo la victoria es algo que es disfruta por la humanidad cuando es el pokémon quien da su mejor esfuerzo para vencer a su rival, ¿Y a eso se llama mistad?, es una simple mentira, los pokémon simplemente se someten como títeres ante los humanos.


No podía ser esa una razón de vivir de los pokémon, ideas como esas eran las que me mantenían pensativo de niño, pero talvez para entender a los pokémon, tendría que estudiarlos, así que fue cuando decidí iniciar mi doctorado; tanto que descubrir sobre la raza que ha logrado evolucionar de forma fantástica. El tiempo pasaba y mientras más aprendía, tenía nuevas ambiciones, el universo de las investigaciones abrió nuevas puertas, este mundo estaba lleno de pokémon sorprendentes de los cuales los mejores científicos no sabían nada, tenía que conocerlos y saber su capacidad, haría lo que fuera para aprovechar todo aquello que esa raza desperdicia, no me importaba secuestrarlos para experimentos o comprarlos en el mercado, lo que me importaba es todo aquel conocimiento que podría obtener, sus habilidades, su historia y lo lejos que su capacidad podía llegar, algo que ni ellos mismos podrían lograr.


Solo por tener sueños me he encaminado por lo que esta sociedad llama” camino del mal”, ¿Realmente lo ven así?, no lo entienden, mi camino solo me conduce a la evolución, a intentar tomar el lugar en la cadena evolutiva de quien es la especia que está realmente por encima de todos, los pokémon no merecen ser la raza suprema, viven una patética vida con una raza inferior que lo único que hace es encerrarlos en ridículas esferas para cárgalos como mascotas y usarlos cando se les plazca, no hay duda aquel poder que poseen se convierte en un completo desperdicio en sus manos. Ahora solo es cuestión de tiempo para demostrar quien es realmente la raza soberana, demostrar quien es realmente el verdadero ser que merece realmente ese poder.




En una sala un tanto oscura, la cual era iluminada con pocas luces de color verde, dejaba ver a sus alrededores un laboratorio de genética, esa podría ser la idea más clara ya que el lugar tenia ciertas capsulas liquidas con varios pokémon en sueños criogénicos, y muchas otras células como tejidos extraños que se desconocería de que provienen. Numerosas capsuladas eran observadas por un científico en lo que se llamaría un terrorífico laboratorio, aquel sujeto observaba con atención una capsula que emitía una luz parpadeante, ante una mirada seria al ver aquella cosa, su celular comenzó a sonar.


— Si, diga — contesto ante el llamado.
— Doctor Zager, ¿Dónde está?
— Geovanny, es usted, lamento haber salido sin avisarle, pero quise dar una pequeña caminata, el trabajo continuo suele ser agobiador lo sabe.
— Lo quiero de vuelta en un par de horas en la base, hay mucho trabajo pendiente de su parte.
— No se preocupe, regresare lo más pronto posible
— Eso espero — fue la última palabra que se mencionó antes de cortar la comunicación.
— Idiota — el científico estaba algo molesto por el momento que acababa de suceder— No importa, cuando todo esto acabe Geovanny, entenderá que usted no está por encima de mí, yo lo estoy, estoy por encima de todos — sonrió mientras poso su mano con cuidado sobre aquella capsula a la cual parecía tenerle aprecio — Pokémon o humano, ninguno es realmente la raza suprema, no saben lo que es el verdadero poder.


La capsula contenía un enorme tejido viviente que palpitaba como un corazón, un fenómeno aterrador al cual el científico miraba como su más grande creación a base de sus años de investigación.

Fin.