One-shot de Naruto - C de clorofobia [Días de Abecedario 3.0]

Tema en 'Fanfics Terminados de Naruto' iniciado por Lincoqueo, 3 Mayo 2017.

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    Lincoqueo

    Lincoqueo

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    Escritor
    Título:
    C de clorofobia [Días de Abecedario 3.0]
    Clasificación:
    Para todas las edades
    Género:
    Comedia
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    1618
    Título: C de clorofobia.
    Autora: Lincoqueo.
    Advertencias: Ooc.
    Personajes: Tenten. Neji H.
    Extensión:
    One Shot. [1519 palabras]





    Clorofobia: miedo o rechazo al color verde. Generalmente pude estar relacionado a un hecho traumático o a la constante exposición a este color conjugado con una acción repetitiva.


    ₪​


    —Bien hecho. —Pronunció escueto mientras ofrecía su mano para que su compañera se levantara del pasto. Ese último golpe que le había dado fue lo suficientemente rápido para hacerla perder el equilibro, generando una sonora caída.

    La joven recibió la ayuda con una sonrisa, validando así todas las horas de buen entrenamiento. Tomó su toalla café que antes yacía en el piso dispuesta a refrescarse, realmente se lo merecía. Siempre que ejercitaba con Neji se sentía exhausta, ya que con él podía sacar el máximo provecho para mejorar.

    Miró de reojo a su taciturno compañero, observando cómo descansaba elegantemente recostado en el tronco de un árbol. El cabello le caía por los brazos, signo notorio de que la usual banda que ataba las hebras se había roto en algún momento de la tarde. Con semblante tranquilo, ojos cerrados pareciera que estuviera dormido, pero Tenten sabía que solo estaba meditando.

    Ella había aprendido a conocerlo más por sus largos silencios que por sus conversaciones.

    Sin prisa, buscó la botella de agua en su mochila, lanzándola hábilmente hacia su compañero. Una risa divertida se coló por sus labios al ver que sin ninguna dificultad este la agarraba con la mano derecha.

    Neji le ofreció una curvatura similar a una sonrisa y la chica de forma automática le devolvió el gesto a la vez que se acercaba para sentarse junto a él.

    El joven Hyūga la miró de reojo. Observó sus facciones, ennegrecidas por las horas que habían pasado juntos practicando artes marciales, aunque reconoció que estas no dejaban de ser femeninas. El peinado desarmado le hizo gracia, sus dos comunes moños a los que él estaba acostumbrado se encontraban desarmados. Los ojos chocolate se encontraban ocupados mirando sus manos, magulladas por la constante manipulación del metal.

    Uñas cortas, nudillos enrojecidos. Detrás de ellos había mucho talento y trabajo duro. Reconoció para sí mismo las habilidades de la castaña.

    Aún se encontraba analizando a la castaña cuando las miradas de ambos conectaron. Un ademán de preocupación cruzó el rostro de la joven, rompiendo el silencio con una pregunta.

    —¿Crees que Lee se enoje por no invitarlo a entrenar? —con notoria sinceridad cuestionó al hombre, no obteniendo una respuesta inmediata.

    Para ambos era obvia la razón por qué preferían practicar a solas —en pareja— y no en trío como se supone que debería ser.

    Neji, Tenten y Lee eran un equipo. Sin embargo, el último era parcialmente excluido por los dos primeros por lo que su maestro, Gai, lo ayudaba en perfeccionar sus técnicas.

    No es que se llevaran mal, al contrario. Ellos congeniaban muy bien en personalidad, pues los tres tenían algo que aportar el grupo. Seriedad, alegría y vigor, respectivamente. Cuando debían hacer una misión, cada integrante del grupo vibraba a la misma sintonía y de verdad pareciera que no había diferencias.

    Aunque cuando volvían de sus tareas los hábitos personales salían a la luz de una manera muy notoria, abrumando al trío dinámico.

    —No, con Gai estará bien. —Respondió Neji después de unos minutos de silencio.

    La joven pensó en la inusual vestimenta que ambos sujetos portaban. El enterito verde más las polainas naranjas. Un escalofrío recorrió su cuerpo cuando recordó el momento en que fueron designados un equipo, con Gai como su tutor. El maestro, muy emocionado por tener un grupo de genins a su merced, les había ofrecido amablemente a los tres un conjunto igual al que el usaba todos los días. Así serían reconocidos por la armonía en su forma de vestir.

    Según él, la versatilidad del traje entregaba una variada gama de ocasiones disponibles para el spandex. Una cena formal, funeral, entrenamiento, bañador y un largo etcétera.

    Para fortuna de Neji y Tenten, Lee estuvo muy emocionado con la idea de vestir igual que Gai-sensei, salvándolos del horrible color verde. Ella recordaba que el joven de las cejas llegó a llorar por la emoción de tan peculiar regalo. Se lo puso ahí mismo y la castaña juró que el pecho de La bestia verde de Konoha se infló de orgullo cuando vio al chico. Orgulloso, levantó un pulgar mientras le prometía que, con él, su llama de la juventud sería exprimida al máximo.

    Nunca lo vociferarían en voz alta, pero de verdad que ambos estaban muy agradecidos por la ciega lealtad hacia su mentor.

    Sus pensamientos la hicieron reír, ganándose una mirada confundida de parte del joven que estaba sentado a su lado.

    —¿Te imaginas si Lee no hubiese estado ese día? —al ver que el Hyūga no comprendía a lo que ella se estaba refiriendo continuó con su explicación— ¿habrías ocupado la malla verde que Gai traía para nosotros?

    Asombro, confusión y asco: eso pudo identificar la castaña en la cara de Neji, la cual solía ser inexpresiva por naturaleza.

    —¡No! —la repuesta salió con mucho más desagrado y energía que le hubiese gustado. Negó con la cabeza mientras bebía agua para calmarse. Ni él sabía porque se había alterado tanto— quiero decir, no sería bien visto por el clan.

    Tenten le dio la razón ofreciendo una mirada comprensiva. Pensó que la conversación terminaría ahí, porque era muy raro que su compañero agregara algo después de una respuesta escueta, pero para su asombro, el joven volvió a retomar la palabra.

    —Aunque el Hokage me diera la orden, tampoco ocuparía esa cosa asquerosa verde —dijo haciendo énfasis con un total desagrado en las últimas palabras.

    —¿Es porque es verde? —inquirió la castaña mirándolo fijamente, ya que ella sabía que su compañero habituaba usar unas mallas muy parecidas a las de su maestro bajo la ropa, solo que sólo era en casos de frío extremo y el color de estas era negro.

    —¿Ah?

    —Si fueran de otro color… no sé, otro no tan llamativo… —volvió a insistir de manera sutil la chica mientras afilaba un kunai con una piedra— ¿las ocuparías?

    Neji la miró como si tuviese tres cabezas, sin responderle.

    Cómo se le ocurría que él, heredero del Bouke, uno de los mejores de su clan, el genio Hyūga iba a ir por la vida solo con una malla. Y más encima: verde. Solo faltaría que fuese predicando en los entrenamientos la importancia de la flama de la juventud y sería una copia exacta de su maestro, así como Lee.

    Tenten pensó que quizás estaba tanteando mucho el límite de paciencia del portador del Byakugan.

    Recordó que en una de sus variadas pláticas con Sakura, que era una experta médica, le había mencionado que era común que algunos ninjas tuviesen fobias por situaciones a los que eran expuestos. Puso como ejemplo a Naruto, quien se volvía irracional cuando se le habla sobre experiencias para normales.

    ¿Quizás Neji le tenía fobia al color verde?

    ¿Tan traumático habría sido para el ver por largos años a su sensei y compañero con esas mallas de tan llamativo color?

    Se dijo a sí misma que dejaría el tema hasta ahí y que la próxima vez que viera a Haruno, le consultaría si existiera tal fobia.

    —¿Vamos a tomar un poco de ese asqueroso té verde que tanto te gusta? —invitó la chica mientras se sacudía un poco la tierra que se había asentado en su pantalón. El joven la miró sin decir nada y tomó posición al lado de ella dirigiéndose a la mansión Hyūga.

    Pensó que quizás así liberaría su mente del color verde Gai.


    ₪​


    —En efecto —afirmó la chica de hebras rosas mientras leía el libro de trastornos mentales en voz alta— clorofobia

    Tenten no salía de su asombro, esa era la prueba que su amigo sí tenía un rechazo irracional a esa tonalidad.

    —… miedo o rechazo al color verde. —Terminó de leer Sakura, mientras acomodaba un mechón de cabello detrás de sus orejas— ¿por qué la pregunta, conoces a alguien que lo padezca?

    La chica experta en armas sudó frío, estaba segura que Neji no estaría feliz si anda divulgando que tiene un miedo irracional a cualquier persona.

    —No, solo curiosidad. —Ofreció una sonrisa dispuesta a abandonar el lugar.

    Ya había saciado su curiosidad y ahora, había ganado un secreto del Hyūga que se guardaría hasta el fin de los tiempos.

    —¿Segura? —la médica insistió sin disimular— puede ser grave si no le llegara a tratar, sobre todo si es ninja, bajaría su rendimiento y podría poner en riesgo su integridad.

    La semilla de la duda se plantó en Tenten pero continuó con la mentira: —Sakura, solo era una duda, ¡nos vemos!

    Salió del lugar lo más rápido que pudo, sin rumbo fijo debido a los nervios que la carcomían en lo más profundo de su ser. De pronto se sorprendió a sí misma tomando el camino a la casa de Neji aunque se detuvo de manera abrupta al notar lo que su subconsciente quería hacer.

    Se dio una vuelta con el objetivo claro de volver a su hogar, ni loca cuestionaría los pensamientos de su compañero.

    Una suave risa involuntariamente pronunció al pensar que, si Neji pudo soportar más de tres años seguidos a esos dos personajes vestidos de esa manera, no le haría daño continuar observándolos.

    O por lo menos eso esperaba ella.




    ₪​

    Sentí el final forzado :c me cuesta hacer un cierre fluido ya que tiendo explayarme mucho y mi objetivo es que estos relatos no sean taaaaaaaan largos.

    ¡Saludos!
     
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